…¿Dónde estoy?... ¿Quienes son ellos?- Se encontraba en un parque, el sol estaba cayendo y a lo lejos un grupo de niños se encontraban jugando, pero sus rostros no podía enfocarlos, ¿Quiénes son?
-¡Ace!-
¡Oi, Ace!, ¿Qué haces allí parado? Ven- Gritaban aquellos pequeños.
“¿Quiénes son? ¿Porque mi cuerpo corre desesperadamente hacia ellos? ¿Porque entre mas corro, más lejanos los siento?...” De pronto todo se oscurece, “La nada… ¿que se escucha? Ah, esa melodía… nunca desaparece, se mantiene tan viva como las primeras notas que anote en el pentagrama, ¿porque la había hecho? ¿Que representaba para mí? ¿La escribí para alguien?... Se escucha algo más, ¿que será? ¿Quién está enfrente? Esta llorando, que llanto tan desgarrador… ¿porque lloras? ¿Te sucedió algo tan terrible para estar así?” se mantenía a la lejanía.
“¿Porque?, Tu eres quien llora; tú sabes la respuesta… ¿dime a mi porque lloras?” escucho una voz resonar en ese vacío espacio…
“¿Yo? ¿Realmente estoy llorando?” llevo sus manos a las mejillas, las cuales permanecían secas “No salen las lagrimas, pero el sufrimiento de aquel enfrente mío hace que lo sienta como propio…”
“Jajaja… Ace… ¡Ace!... dime, ¿que sientes? ¿Es tristeza? ¿O es Odio?... ¿Que no te das cuenta? Así te sientes en el interior; tan débil, tan frágil… ¿te duele el pecho?; ¿sientes que tu propio llanto te matara?… ¡jaja!, ¡los humanos son tan frágiles!”
“¡¿Quién eres?! ¡¿Porque ríes de esa manera?! Parece que disfrutas del dolor ajeno, vaya forma mas sádica de entretenerse…” Dijo molesto
“¿Eh? ¿Acaso escuche bien? Ace, Ace; por eso paso lo que paso… Los humanos son codiciosos, tercos, egoístas, ¿y me dices que no me ría de lo idiotas que son? Mírate a un espejo pues tú no eres la excepción…” De repente, aquel niño que lloraba se pone de pie, su cara no se distinguía, pero tras de él, su sombra parecía que lo miraba maliciosamente, lo cual hizo que sudara frio “Yo soy tu” dijo mientras apuntaba frente “Soy quien te conoce perfectamente, quien te comprende… soy tu único amigo” al terminar esto el niño parecía sonreír y extendiendo la mano como diciendo, ven toma mi mano… Pero Ace permaneció en su lugar.
“¿Te quedaras quieto? ¿Me ignoraras como la ultima vez?... y yo que pensé que habías cambiado, es muy difícil incitar el corazón puro de un niño a hacer algo que ve como malo; pero esa pureza no encaja en el corazón de los adultos; no piensan, su instinto habla por ellos. Que decepción me das, permanecí en las sombras como prometí, y ahora vuelvo porque sé que me necesitas… Piénsalo Ace o te volverás a arrepentir…” al terminar dio vuelta y se dirigió a las sombras, Ace estaba sin palabras; cuando sintió impotencia y el miedo lo rodeo; gritaba desesperado, images que no deseaba recordar oprimían su cabeza, queriendo entrar a la fuerza…
-Ace!! Ace!!!-
Abrió los ojos, “un sueño” pensó…
-Te encuentras bien Ace?- Decía Luffy mientras se abalanzaba hacia él para abrazarlo, estaba preocupado.
-Si Luffy, solo fue un mal sueño, eso es todo- Decía con la respiración agitada
-Un mal sueño? Fue una pesadilla… pensé que algo malo te sucedía y vine corriendo como loco desde mi habitación…- Decía el pequeño asustado.
-Lo siento… realmente se mis gritos te despertaron… ¿y Coby y nuestra madre?- Pregunto, pues su sus gritos despertaron a Luffy que su habitación estaba a dos cuartos mas por el corredor, le extrañaba que el personal y su madre no lo hayan escuchado.
-Solo se encuentra el jardinero, pero al parecer no se escucho hasta el jardín, el chef fue a comprar comida, Coby asistió a clases de esgrima y nuestra madre salió, al parecer le llamaron para un contrato con respecto sus nuevos diseños…- Decía haciendo memoria.
-Bien… ¿quieres salir a caminar?- Pregunto el mayor. La sonrisa de Luffy afirmaba.
Una vez se vistieron con ropa deportiva, salieron rumbo al parque más cercano, trotaban y veían a su alrededor, sintiendo la brisa de la mañana en sus caras, era realmente un respiro de libertad además que llevaban todo ese tiempo sin estar juntos, solo se llamaban por teléfono, y antes de que se fuera, esa era su rutina diaria. Correr les quitaba el estrés, se sentían tan libres como el mismo viento… Una vez llegaron a su destino dieron varias vueltas al parque hasta quedar sin aliento, se recostaron en el césped viendo el cielo.
-Que divertido…- Decía Luffy tratando de controlar la respiración.
-Me recuerda a los viejos tiempos, jeje…- Decía Ace en el mismo estado que su hermano.
-¡Mira esa nube! Ace, ¡Tiene forma de carne!- Dijo Luffy apuntando al cielo.
-Solo piensas en comida, hermano- Respondió
-Oh, esa de allí tiene forma de piña! Jaja, sabes que se me vino a la mente, el tipo Marco ese…-
-¿¡M… Marco!?- Tartamudeo Ace
-Si el hijo de Shirohige-sama, tu amigo de infancia, ¿no te acuerdas?- Interrogo Luffy
-Emmm, sí, claro que lo recuerdo- Respondió nervioso
-¡Ya se! Ace, ¡vamos al parque que se encuentra en la calle Hikari Enfrente de la Biblioteca!- Exclamo Luffy
-Porque?-
-Ahora recuerdo, el equipo de Marco jugara futbol contra otro equipo, pensé que te gustaría verlo después de mucho tiempo-
-Luffy… ¿Marco todavía está relacionado con nuestra familia?…- Pregunto
-Pues la verdad, desde que te fuiste, no ha vuelto a visitarnos, cuando me lo encuentro en alguna parte, no me habla, es como si no supiera que soy tu hermano- Dijo deprimido
-Ya veo… ¿Sabes si actualmente está estudiando y donde?-
-La verdad no lo sé, hay varias universidades en la ciudad, pero para adivinar en cual esta… ¿Por cierto a qué viene tanto interrogatorio?-
-No… es solo pura curiosidad, pero… escucha Luffy, no menciones nada de mi cerca de él, al parecer la situación entre nuestras familias se ha vuelto algo tensa, te explicare todo a su momento, así que te ruego no trates de relacionarte o mencionarme delante de las personas que me conocieron, te lo ruego…-
-Está bien…- Dijo Luffy, dentro se encontraba preocupado, pero si Ace le pedía eso lo haría, pues no quería angustiarlo más de lo que estaba. – Pero… ¿seguro que no quieres ir? Ya debió de empezar el partido, además le prometí a Sanji que iría, también jugara…- Dijo, con los ojitos brillantes.
-… Bien… pero, no nos acercaremos demasiado, no quiero provocar algo de lo que me arrepienta después- Respondió
-Siii-
Se pusieron de pie y fueron rumbo a dicho parque, una vez llegaron, la calle y parte de la entrada se encontraba en colina, y debajo se encontraban barias canchas, Ace y Luffy observaban todo desde allí, pues lo inclinado de la colina, serbia como la estadía de los espectadores, las familias se sentaban en el césped a disfrutar de un picnic y observando el partido. A lo lejos se veían los jugadores corriendo tras el balón que fuia de aquí para allá.
-Oh, mira, Sanji lleva el valón – Dijo Luffy
-Si…- Respondió Ace pero, estaba observando al equipo contrario, habían muchos que fueron sus amigos, y que no veía, ni habían cruzado palabras desde hace mucho tiempo. “Cuanto tiempo… hemos crecido mucho; me pregunto si sus personalidades cambiaron… Me gustaría decirles que aquí estoy, Marco… me alegra saber que estas bien; sé que mi familia hizo algo imperdonable, no sé si tu padre también tomo parte, aunque lo dudo, el a diferencia del mío te apoya en todas tus decisiones. Pero posiblemente ellos estaban en lo correcto, éramos adolecentes confundidos… Perdóname… Ahora que he regresado no era mi intención herirte ni causarte daño… Por esa razón creo que si permanezco fuera de tu mundo, no tendrás que lidiar con los problemas de alguien como yo” Ace se encontraba perdido en sus pensamientos y recuerdos que no prestaba atención a lo que su hermano menor decía.
-Ace, ¿me estas escuchando?-
-Ah… Luffy, ¿Que sucede?-
-¿En qué tanto piensas?-
-Um, nada, sabes, tengo buen rato que no veo a Zoro-kun y Sanji-kun-
-Zoro se encuentra allí, junto con Ussop- decía apuntando – y Sanji está en el equipo contrario con el que juega Marco-
-Luffy, si quieres puedes ir con ellos, yo volveré a la casa, no me siento bien- Dijo con vos sombría
-He, pero Ace, tenemos mucho que no salimos… espera un minuto, ¿confías en ellos? Recuerdo que me decías que eran mala influencia- Replico
-Si no confiara en ellos no me hubiera ido a estudiar al extranjero, aun así siguen siendo mala influencia- Dijo avergonzado cruzando los brazos y desviando la mirada.
-Bueno Ace, si necesitas algo me llamas- Dijo el pequeño
-Lo mismo digo, procura no meterte en problemas, y llega temprano a casa, no llegues después de que oscurezca-
-Lo prometo- Después de eso, lo abrazo y salió corriendo rumbo a sus amigos.
Ace solo sonrió, “Como son las cosas, acabo de llegar, y ya son dos veces que vengo a este parque… a diferencia de antes de que me marchara era más solitario y tenebroso, ni en el día los fines de semana había tanta gente como hoy, si que todo ha cambiado” sin darse cuenta, dirigió su mirada mas allá de las canchas, donde se encontraban los juegos, y una pequeña placita en el centro, en ese momento sintió un mareo quería irse cuanto antes, pero lo hizo hasta que vio que su pequeño hermano llegara con sus amigos. Una vez salió, camino sin rumbo, por el centro de la ciudad tratando de despejar su mente. Camino por varios minutos, hasta que se detuvo en un café al parecer atendido por mayordomos y maids, en el extranjero había oído de lo famoso que se convirtieron estos en su país, curioso entro a tomar una taza de café, desde que entro las maids no le quitaban los ojos de encima, había pocos clientes, tal vez porque es muy temprano pensó, tomaba su taza de café, y contestaba las preguntas de las Maids que se le acercaban; hasta que ¡Zass! Cayo un plato al suelo haciéndose pedazos.
-Ah, lo siento mucho, discúlpeme amo- Dijo haciendo una reverencia una de las maid frente a un sujeto al parecer de la misma edad que su hermano menor, alto, pálido, ojos rojizos, pelo negro largo y ondulado llegándole al chino y con sonrisa sínica; además lo acompañaba una pequeña banda, al parecer de malhechores.
-Ya lo he dicho muchas veces, quiero comida buena; lo único por lo que me arrimo a este lugar es para ver a que muñeca me follo en la noche, sabes…- Dijo con malicia mirando a la chica que limpiaba el desastre que ocasiono, la chica era delgada alta, tés aperlada, pelo color verde amarillo corto y ojos café – Ahora que lo pienso, te perdonare lo torpe que eres a cambio de que me hagas compañía hoy en la noche, ¿Qué dices?- Pero la chica no respondió, ni le dio la cara – ¡Te estoy hablando carajo!- Dijo irritado, para después tomarla por las muñecas y obligarla a darle la cara.
- Lo siento Hody, pero no- decía mirando hacia abajo aunque tuviera su cara frente a el
-Es Hody-sama, recuerda que no eres más que una sirvienta para mi, si no fuera por mi familia estuvieras en la calle, serás mía esta noche es mi última palabra- decía colérico
-Disculpa por interrumpir, pero ella te ha rechazado, la escuchaste, verdad, ¿comprendes eso?- Interrumpió Ace, quien ya estaba frente a ellos.
-Eh? Pero quien te crees que eres, escoria?- Dijo lanzando a la chica hacia sus compañeros, quienes la pescaron antes de que cayera al suelo.
- Esa es mi línea basura – Dijo enfadado Ace, pues no toleraba a ese tipo de sujetos y trataba con todas sus fuerzas controlarse porque ganas no le faltaban para caerle a golpes al tipo delante de él.
- Maldito, no trates de ser un héroe si no quieres terminar hecho trizas- Dijo y tomo un cuchillo que estaba sobre la mesa y se dirigió rápidamente hacia Ace, el cual con la mano izquierda tomo la mano que traía el chuchillo que amenazaba con apuñalarlo y con la derecha la apoyo en el mentón del chico, para después con una patada en los pies del agresor derribarlo.
- Hmmp… Solo los cobardes usan armas- Dijo ya con el cuchillo en sus manos.
- ¡Maldito! Esto no se va a quedar así, ¡¿escuchaste?!- Grito Hody
Ace se llevo las manos a la cintura, frunció el seño y dio un pisotón que estremeció a los rufianes, -¡Es Portgras-sama para ti!-
La pandilla ante tal acción salió corriendo del local.
-Gracias… Soy Keimi- Dijo la chica con los ojos vidriosos.
-Mucho gusto yo soy Ace; creí que en este café también trabajaban meseros, solo veo al chico rubio ese- Dijo
- Ah el es Helmeppo, es el único de todos los meseros que teníamos que no renuncio, los demás le tenían miedo a Hody, el se quedo pero es muy cobarde, no tiene el valor para defenderse… pero no tenias que defenderme, te podrías meter en problemas por mi culpa; además es seguro que vuelva y me vaya peor…-Dijo
-Descuida, me encargare de que no les suceda algo, pero ese sujeto, no comprendo porque las trata de esa forma si es un cliente, aunque por lo que menciono parece que su familia influye en este local, ¿o me equivoco?- Dijo pensativo.
- no… él es sobrino de la encargada, ella no sabe de los líos en que nos mete Hody; además su padre es el mismísimo Arlong-sama, es una persona que puede hacer lo que quiera, hemos escuchado que tiene un carácter de lo peor… no queremos que la jefa tenga problemas con su familia por nuestra causa-
-¿Arlong? – Cuestiono y sonrió – No se preocupen, conozco bien a ese hombre, hablare con él; estoy seguro que no le va a gustar que su hijo ande arruinando la reputación de la familia-
-¿Cómo? Conoces a Arlong-sama- dijeron a la vez las maids
-Claro, ya verán como ese sujeto deja de molestarlas- Dijo guiñando un ojo.
-¡Chicas! Hay problemas Shirahoshi a pescado un resfriado y no podrá venir- Dijo una de las maids que salía desde la cocina con un teléfono en la mano
-Oh no ¿porque tenía que ser en un fin de semana?, los clientes vienen por los deliciosos platillos que prepara. Aunque como es un café normalmente son postres; pobre Hirahoshi…- Dijo la Peli verde que acababa de salvar – Um, disculpa, tienes buena mano para la cocina?- Pregunto esta a su salvador.
-Pues según mi hermano sí; vivir con alguien que siempre tiene hambre me mantenía siempre en la cocina, jeje - Respondió
-Mmmm te pondremos a prueba… puedes suplantar a la chef por este fin de semana, aunque ahora que lo pienso los fines de semana estamos muy atareadas pues es cuando más clientes vienen, no sé si viste el letrero en la entrada, necesitamos un chef que nos ayude los fines de semana, ¿podrías tomar el puesto? Claro Hirahoshi y tu serian nuestros chef- Decía Keimi
-Keimi no te adelantes, que cocine el especial del día de hoy- Decía una de las maids
-Oh lo siento, bueno que te parece si preparas curry- Dijo Keimi
-Ah, bueno- Dijo “No entiendo cómo fue que de poner a un tipo en su lugar, consigo empleo en un café; pero no creo que sea malo, después de todo pensaba buscar uno y ahora que se presenta la ocasión supongo que hay que aprovecharla… solo espero que esos managers de esa empresa me dejen en paz ahora que he vuelto a mi país; dudo que aparezcan tan pronto pues venden bien mi música… ¡Dios! No entiendo como fui a parar en eso, Tío Jimbie como me convences…” Pensó.
Entraron a la cocina, al parecer estaban los ingredientes, así que sin más primero lavo bien sus manos, después se coloco un delantal negro y empezó, primero a cocer el arroz, para después la salsa del curry. “La base era harina, salsa…” pensaba mientras tomaba los ingredientes, hacia la acción según pensaba “Machacar suavemente los granos del curry, un majado de especias , usar la salsa que se ha formado al unir los diferentes elementos y luego a cocinar los ingredientes. Primero cortar la ternera y dorarla suavemente, pero antes pimienta, ajo, jengibre, cúrcuma y un poco de yogurt, revolver. Poner unos cuatro tomates a hervir y mientras pico cebolla. Una vez listos los tomates se le sacan el relleno. Ahora están listos los ingredientes, a empezar el sofrito; se fríe primero la cebolla a fuego rápido, pero cuando la cebolla esta tierna se baja el fuego y se sigue friendo hasta que se ponga en un color dorado pero despacio para que no se queme, a fuego lento; aparte, se sofríe la mantequilla con un poco de ajo y se añade la harina, removiendo para no hacer grumos, y se tuesta, se baja el fuego, se añade el preparado de curry y el majado de especias para darle aroma, todo se junta con las verduras estofadas, y un caldo ligero, las rebanadas de tomate, se revuelve, el sofrito de cebolla y la ternera marinada, ah y se le agrega manzana rallada, todo esto se mescla bien por un tiempo” las maids solo veían como andaba de aquí para allá, aunque la verdad era rápido para eso, aunque claro no se puede cocinar con prisas sabían bien. Y listo estaba el curry, Ace les sirvió a cada una un plato, quienes parecían fascinadas.
-Delicioso- Dijeron al mismo tiempo que saborearon la primera cucharada.
-Ace-san esto está muy bueno- Decía una maid de cabello café, largo liso y risadas las puntas.
-Jamás había comido un curry tan exquisito en toda mi vida-, dijo Helmeppo
- ¡Aprobado!- Exclamaron todos a coro.
- Gracias…- Sonrió Ace
Después de eso, Ace se quedo cocinando las órdenes que pedían, al parecer a los clientes les gustaba el sabor de los platillos, y pedían repetir. A Ace no le molestaba pues también le gustaba la cocina y además quería despejar su mente, quería olvidar lo que sucedió en el parque esa mañana, no se sentía preparado para plantarle cara a Marco y los chicos, así que acomodo sus pensamientos, posiblemente todo irá a su tiempo.
Mientras tanto, Ya eran las 2:00 pm. Y el partido había acabado, en un empate termino todo. Luffyy sus amigos habían decidido ir a casa de Zoro a festejar.
-Sanji, eres genial, esa chilena estuvo de infarto- Chillaba Luffy
- Gracias- Decía mientras encendía uno de sus cigarrillos.
-¿Enserio lo crees Luffy? Esa barrida que le metiste al tipo ese me sonó como a falta- Dijo Zoro
-No tengo culpa de que el sujeto ese no sepa controlar la situación, ni que fuera la primera vez que lo barrieran- Respondió Sanji con una venita en la cabeza.
-Pero chicos, a que estuvo impactante el momento que metiste el tercer gol; con una sola patada tuviste, para mandar el balón junto con el portero dentro de la portería, mira que casi te la cargas, hombre- Dijo Ussop dándole palmadas en la espalda a Sanji.
-Vale, pero tampoco exageres las cosas, narizotas- Dijo Sanji
-Oye, que tampoco tienes que decirme así- Respondió Ussop
- Bueno que importa solo vamos a divertirnos chicos- Dijo Luffy
Mientras caminaban, Luffy reconoció a un chico en la esquina.
-Disculpadme chicos, creo que no podre acompañarlos hoy, tengo unos asuntos que resolver, no se preocupen; así que los veo luego- Dijo sonriendo Luffy
- Bueno, que le podemos hacer; pero gracias por ir a ver el juego eso es más que suficiente, nos vemos Luffy; cuídate- Dijo el rubio.
Una vez se despidieron siguieron su rumbo, mientras Luffy se dirigió hacia aquel chico más alto que el, moreno, de ojos grises como la misteriosa y desventurada niebla, que permanecían en esos fríos ojos en los cuales debajo se podía observar unas leves ojeras.
-¡Oi, Torao!- Dijo Luffy corriendo hacia aquel chico.
-Que sucede Luffy?- Pregunto *Torao*
-Cual es tu respuesta?... Torao…- Pregunto una vez frente a él, Luffy tenía las mejillas rojas, balanceaba su cuerpo, tenia ambas manos agarradas y ponía el dedo pulgar de la mano derecha sobre el otro pulgar de la izquierda y viceversa; además tenía la mirada desviada.
Torao respiro hondo y soltó – Luffy, la verdad no estoy seguro… me gusta más como estamos actualmente, solamente amigos, pero no puedo pasar por alto tu confesión de amor… no soy bueno en esas cosas, las pocas novias que he tenido se aburren de mi, diciendo que soy un tipo frio, una roca, no quiero terminar haciendo que me odies; sería un dolor de cabeza… -
-Ummm, bueno, ahora que te dije mis sentimientos siento un peso menos…- Dijo el pequeño –Por un momento pensé que te alejarías de mi- Sonrió
-Bueno, que quieres hacer?- Pregunto Torao “Demonios, de todos los chicos que conozco tenía que ser él; me siento mal por él, debería romper los vínculos de amistad de una vez antes que pase lo que creo que pasara, pero no quiero alejarme de él, ¡¿En que rayos estoy pensando?! he pasado mi vida solitario, si me quedo nuevamente solo qué más da, no es nada nuevo… No sé como decírselo, que si no se aleja de mi pronto conocerá el monstruo que soy…” Pensó
-Pues… ¿que te parece caminar por la ciudad?- Dijo
-Bien, sirve y ponemos las cosas en su lugar- Dijo Torao
Caminaron juntos por un rato.
Mientras, ya pasado un rato, en casa de Zoro, los tres chicos estaban bebiendo y viendo películas.
-Jeje… a que hip soy la caña- Decía el chico rubio
-Sinceramente, no sabes controlar el halcón, mi amigo- Dijo Ussop
-Si no sabes beber para que tomas- Decía el peli verde
-A callar hip- Interrumpió Sanji
-Bueno chicos creo que ya es hora de que me vaya, que les vaya bien- Dijo Ussop
-Tan pronto, naricitas? Hip, además porque hip, no bebes con nosotros, es de niños beber jugo sabes hip- Dijo Sanji
-No… gracias, precisamente por eso no bebo, no quiero acabar como tu- Dijo Ussop
-Qué? Hip vas a ver un día te voy a embriagar, jejeje- decía malicioso
-Y como lo piensas lograr si no bebe- Pregunto Zoro
-Pues, le daré vodka con un montón de limones, te juro que uno piensa que es agua de limón- Contesto Sanji
-Bueno chicos, ay nos vemos- Se despidió Ussop ya en la puerta
-Adiós- Dijeron los dos en coro
Cuando ya eran las 8:00pm. En el mismo lugar
-Libre soy ¡Libre Soooy! El viento me abrazaraaaaaa~- cantaba Sanji
-¡Por el cielo! Soy un hombre mayor que como carne roja, bebe cerveza, le encanta el pleito y ahora estoy aquí viendo Frowzen con el idiota este…- Renegaba Zoro
-¿Que sucede? hip canta con migo, Zowo- Insistía Sanji
-Sabes, llamare a tu padre para avisar que nos quedaremos a dormir en mi casa, si tu padre se entera del estado en que estas, me machacara- Dijo Zoro quien procedió a marcar el numero en su celular –Hola soy Zoro amigo de Sanji, como ve señor le marco para avisarle que aremos una tipo pijama da… ¿qué? Es común que los chicos… bueno, no entremos en esos términos, solo quiere pasar un tiempo con sus amigos eso es todo; bueno adiós, mañana lo llevo a su casa- Colgó – Bueno Sanji, vamos a dormir que mañana posiblemente te levantes con una cruda…- se quedo sin palabras, pues Sanji solo extendía sus manos
-Quiero dormir hip contigo- Dijo
-¿Qué? ¿Estás loco?-
-Vamos solo esta hip noche-
-Desacuerdo, pero no me culpes si amaneces en el suelo- Dijo el peli verde para después cargar a su compañero y llevarlo a su habitación, una vez allí lo recostó sobre el colchón, el rubio solo suspiro
-Que envidia me da Luffy hip, a él lo hip quieres verdad? Te llevas muy bien con el hip, no como conmigo- empezó a llorar el rubio
-Pero que estás diciendo-
-¡No te hagas que lo sé muy bien! Como lo miras hip, como le sonríes hip, aunque no te culpo hip tiene una personalidad llamativa, mi personalidad solo te llama para pelear hip, vamos pelemos en la cama-
-¡Pero que idioteces dices!- Dijo rojo de la vergüenza.
-Entonces, canta hip conmigo hip… ¿Y si hacemos un muñeco?~…- Dijo mientras se recostaba
Zoro se quedo pensativo hasta que agarro la onda – ¡Pervertido!- Grito
-Ven vamos a jugar~- Dijo riéndose
-¡Maldito mocoso!- Dijo lanzándole una almohada a la cara – ¡No me pienso meter a la cama con semejantes declaraciones! ¡Duerme aquí yo dormiré en el sofá!- Dijo a la vez cerraba la puerta, una vez se recostó en el sofá “Dios, ¿pero qué le pasa? ¿Acaso se nota demasiado lo que me atrae Luffy?” Decía mientras se cubría el rostro con la sabana pues lo sentía muy caliente de la vergüenza.
Antes cuando eran las 6:00pm. Ace salió del trabajo al parecer ese día cerrarían temprano, debido a que barias maids se ocuparían esa noche y al no haber personal suficiente decidieron cerrar temprano. Ace se dirigió a la casa pues pensaba que su hermano ya se encontraba allí. Nuevamente se encontró con el Parque, simplemente lo ignoro, y sigue su trayecto. Una vez en la casa noto que no había llegado su madre Coby le dio razón de que la junta se alargo y llegaría noche, mientras que Luffy solo llamo para decirle que llegaría media hora pasada las 6:00 pm. “Solo confía en el Ace, no te preocupes, nada malo le va a pasar” trataba de mentalizarse y calmar sus nervios mientras se dirigía hacia su habitación; una vez llego, para su sorpresa…
-Ace-
Escucho una voz familiar, al parecer eran dos voces que decían lo mismo al mismo tiempo, una voz aguda y la otra demasiado grave; giro su mirada hacia un rincón de la casa y allí estaba, aquel ser que lo llamaba, aquel que escucho en sus sueños. Un ser que no pasaba del metro de alto, mirada solitaria, pálido, ojos dorado, una larga sonrisa, boca cocida; pantalones grises, tenis blanco con negro, llevaba grilletes en ambos pies y cuello, una capucha que cubría casi su rostro en ella resaltaban leves cuernos, tenía unas pequeñas alas de murciélago y cola de diablo, casi una entidad diabólica, unida a la capucha era una camisa de fuerza color verde, la cual privaba sus brazos de libertad.
-¿Sasha?- Salió de sus labios sin pensar
-jeje, creí que me habías olvidado…-Respondió
-No, no puede ser… - Dijo llevándose las manos al rostro y caminando de aquí para allá – jajajaja, creo que me afecto venir para acá, debo estar loco… de pequeño uno cree tener un amigo imaginario, pero esto… he perdido la cordura- Decía Ace alterado
-Me ofendes sabes, no soy producto de tu imaginación, soy real, o almenas eso me queda claro- Dijo Sasha.
-¿Cómo lo sabes?-Exigió
-Ace, ¿qué te ocurre? ¿Me tienes miedo? Eso no parecía cuando tenias 6 años ¿o acaso temes saber que perdiste la cordura?- Dijo
-Si tan seguro estas de que existes muéstramelo-
-Muy bien, Coby llego a la casa a las 3:34 pm. ¿Por qué no le preguntas?, el color de sabanas de la cama de tu hermano esta mañana era amarilla, ahora la cambiaron a un rojo con franjas blancas, ve y comprueba. Es información desconocida, así que si acierta, admitirás que soy real, ¿o me equivoco?- Dijo
Ace salió de la habitación y se dirigió a la de su hermano, quedo petrificado al ver que era verdad, bajo rápidamente a buscar a Coby, una vez lo encontró.
-Coby ¿a qué horas llegaste a la casa?- Pregunto Ace
-Si mal no recuerdo creo que eran las 3:30, 3:34 o 35- Respondió
-… Gracias- Dijo Ace
-¿Sucede algo Ace-san?- Pregunto Coby
-No es nada, solo quería saber- Dio media vuelta y salió disparado hacia su habitación, una vez entro cerró la puerta, se recargo en esta y se dejo caer.
-¿Que sucede? ¿He acertado?- Dijo en tono de sarcasmo
-No logro comprender…-
-No es necesario que lo comprendas, solo acéptame…- Dijo acercándose para quedar de frente.