Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Caminos Entrelazados por Anabella Noviembre

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, como están.

 

Bueno, quiero pedirles perdón por lo que tardó en llegar este capítulo, pero quería aclarar bien las cosas y que todo suceda "por algo", está de más decir que no me gustan los fics en los que todos se van a la cama de entrada sin motivo, por lo que suelo explayarme bastante. Nada, sólo quería aclarar eso espero que no les moleste y como siempre críticas serán bienvenidas.

 

Sin más, el capítulo.

 

 

 

Sasuke miró a su alrededor. Estaba mareado. Vio un halo de luz que no era para nada familiar y la siguió con la mirada. Venía de la puerta. En eso se dio cuenta: la puerta estaba entreabierta y había estado así toda la noche.

 

 

 

—Tsk. —El joven se molestó, y se apuró a cerrar la puerta pensando en cómo demonios había dejado que eso sucediera.

 

 

 

Se tiró de nuevo en la cama, y sintió un escalofrío. Todo lo que pasó el día anterior no había sido un sueño. Estaba nervioso, alterado, pero de alguna manera.... se sentía mejor. ¿Acaso este era el momento? Cerró los ojos muy fuerte, como tratando de no pensar. No funcionó. Volvió a incorporarse y miró el reloj. Eran tan solo las 8 a.m., no acostumbraba a levantarse tan temprano. Un pensamiento vino a su mente y miró abajo de su cama... buscó algo por unos momentos, y allí estaba, una caja con candado que hace un año no se atrevía a abrir. Sin saber muy bien el porqué, se agachó para buscarla, la alcanzó con la mano derecha y, estirándose un poco más, pudo sacarla. Era una caja anaranjada, con los bordes en dorado. Él mismo la había pintado de esos colores. La sopló para sacarle el polvo y miró de nuevo bajo la cama.

 

 

 

—Y las llaves?

 

 

 

Sasuke se levantó y miró en una chaqueta, bajo el colchón, en los cajones... “eureka!”, tomó las llaves y se apuró a abrir el cofre cuando una voz lo interrumpió:

 

 

 

—Sasuke... estás ahí?

 

 

 

Apurado deslizó la caja nuevamente bajo la cama.

 

 

 

—Sakura... Que quieres tan temprano?

 

 

 

—Perdón que te moleste a esta hora, si quieres vuelvo más tarde.

 

 

 

Sasuke lo pensó por unos segundos... y suspiró algo molesto. Se levantó para quitarle de nuevo el seguro a la puerta.

 

 

 

—Pasa.

 

 

 

—Sakura entró y Sasuke enseguida trancó la puerta.

 

 

 

—De veras es necesario? Nadie va a espiarnos, Sasuke.

 

 

 

—Es la costumbre. Repondió el joven mientras se sentaba en la cama.

 

 

 

—Está bien. Tienes que ir despacio. Pero quiero que sepas que tienes todo mi apoyo.

 

 

 

—Gracias.

 

 

 

—Y... como te sientes?

 

 

 

—Yo... estuve pensando mucho. Creo que desde hace como tres meses me estaba planteando algunas cosas.

 

 

 

—Salir?

 

 

 

—Decirle a mi hermano que lo siento. Recuperar mi vida, tal vez. Tú me diste la excusa perfecta. El empujón que necesitaba. Gracias, Sakura.

 

 

 

Definitivamente ella no esperaba eso. Por alguna razón, estaba segura de que ella había “salvado” a Sasuke.

 

 

 

—De nada. —La chica miró a Sasuke muy seria.

 

 

 

—Que te pasa?

 

 

 

—Eh? No, nada. La verdad no podía dormir. Tu hermano me pidió que me quedara un tiempo. Quizás no será necesario, después de todo.

 

 

 

El chico permació callado.

 

 

 

—Hoy... es el día de la familia. Creo que extraño a la mía.

 

 

 

—Esas fechas son una tontería. — Respondió él.

 

 

 

—Cuando hablarás con tu hermano?

 

 

 

—No lo sé. Cuando esté listo. Pero no quiero retrasarlo demasiado. Tengo asuntos pendientes afuera.

— Sí, lo entiendo, debes retomar los estudios, conseguir empleo...

 

— Nada de eso. Hablo de cosas importantes.

 

—Sasuke...

 

 

 

—Sé que quizás sea una locura... pero pienso ir a buscar a Naruto.

 

 

 

 

 

 ------------------------------------------------------------

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—Que haces aquí... Gaara? Preguntó Naruto al toparse con el chico del cabello de fuego.

 

 

 

—Es que... hoy es el día de la familia y... mis hermanos se fueron de viaje de negocios, entonces pensé... que quizás... es que no quería estar solo.

 

 

 

—Gaara yo entiendo lo que sientes pero... —Ahora era el momento de cumplir la promesa que hizo esa mañana y deshacerse de Gaara para siempre. —Lo siento pero...

 

 

 

—No... —Lo interrumpió el pelirrojo. —Es hora de que termines de escuchar lo que quería decirte la otra vez en mi casa. Sasuke jamás volverá. Y sé que nunca amaste a Hinata. Y quiero decirte que lamento mucho lo del otro día. Y me importa un comino que te importe. Pero es lo que siento.

 

 

 

 

 

El rubio se sorprendió, y mantuvo silencio. Ambos se quedaron callados, mirándose.

 

 

 

—Yo... y Sasuke... —Naruto observaba al joven lánguido que tenía frente a él, estaba nervioso, aún no podía olvidar aquél beso. Su piel era tan blanca, y se veía tán frágil. Gaara no se quería dar por vencido, aún no. Y decidió ir al encuentro de otro beso. Se acercó muy despacio a Naruto.

 

Naruto estaba inmóvil, por lo que no puso resistencia, y no supo porqué. Bueno, en realidad sabía muy bien porqué, solo que hasta ese momento nunca lo había aceptado. Eso que sentía por Sasuke, era ya más que obvio en su corazón, y para desgracia de Gaara, estaba lejos de olvidarlo. Aún así, sus lenguas volvieron a encontrarse y sus manos se juntaron en un abrazo cálido.

 

 

 

Naruto sacó las llaves de su casa y abrió la puerta.

 

 

 

—Estás seguro? Dijo Gaara con voz temblorosa.

 

 

 

—No lo sé.

 

 

 

Titubeando, mbos entraron en la casa, y un nuevo beso no se hizo esperar. Naruto sabía que Gaara era otro hombre, que Hinata era su novia, y que encima su corazón no pertenecía a ninguno de ellos dos, pero saborear los labios de su amigo en ese momento le hacía querer enviar todo al demonio. Gaara sabía que quizas el rubio no sentía nada por él, pero sus deseos eran más fuertes que su mente y además, él prometió que no se rendiría. Tarde o temprano, Naruto lo amaría.

 

 

 

—Te amo, Naruto.

 

 

 

—Shhh, no digas nada.

 

 

 

Naruto llevó a la habitación al frágil Gaara, lo tiró en la cama, y comenzó a besar su cuello lentamente. Gaara sentía que su corazón se salía del pecho. Cuando el joven rubio se le situó encima, pudo sentir la erección de éste rozando su cuerpo. Esto le hizo pensar en lo que venía, ¿acaso le dolería? Definitivamente Naruto no parecía del tipo que se dejaría penetrar, era tan varonil, pero delicado a la vez. El rubió lo besó dulcemente una vez más, y comenzó a quitarle la ropa. Gaara hizo lo propio, y en un santiamén estaban disfrutando de la desnudez del otro. El pelirrojo contempló a Naruto, tenía un miembro de tamaño considerable y en todo su apogeo, y en medio del éxtasis y los besos, no pudo evitar las ganas de sentirlo.

 

 

 

—Puedo? Preguntó Gaara con timidez.

 

 

 

Su compañero asintió un poco sonrojado. Despacio, Gaara comenzó a satisfacer a Naruto, primero con sus manos, y luego con su boca. Era inexperto en el tema, pero hizo lo mejor que pudo. Primero, fue tímido, pero luego decidió que iba a hacer que Naruto no quiera dejarlo jamás. Naruto no podía creer lo bien que se sentía, ¿por qué Hinata nunca había hecho eso antes?, que va, no importaba, definitivamente la sensación era maravillosa, de hecho en un momento se volvió tan jodidamente placentera, que en un impulso apretó muy profundo contra la boca de su compañero, estallando dentro.

 

 

 

—Lo siento, dijo algo avergonzado.

 

 

 

—E... está bien, dijo Gaara sonrojado, era la primera vez que sentía ese sabor en su vida.

 

 

 

El joven de Konoha miró por un momento a Gaara. Pensó que se veía tan tierno cuando estaba sonrojado, era muy delgado, y sí, definitivamente, tierno. Le tendió la mano y lo tiró nuevamente en las sábanas. No se podía comparar con su novia, ella era bonita, sí, pero un poco más alta y corpulenta, con unos senos y caderas enormes que comparados con el fino cuerpo de Gaara, le parecían toscos. Sí, muy a su pesar se dio cuenta que su amigo le parecía mucho más delicado y elegante a la vista. Lo excitaba demasiado.

 

 

 

—Vaya, eres hermoso... nunca me había dado cuenta.

 

 

 

—Naru..

 

 

 

El rubio no pudo aguantar más y puso a su compañero de espaldas.

 

 

 

—Estás listo?

 

 

 

—Sí.

 

 

 

Naruto empezó muy despacio, con suma delicadeza, y enseguida se dio cuenta de que esa entrada era mucho más estrecha y placentera de lo que había sentido nunca. Gaara sintió dolor pero su amigo fue gentil y eso ayudó bastante. Pronto ya se habían amoldado un poco, una, dos, tres, y ya era demasiado para el rubio, y volvió a explotar enseguida, dentro de Gaara.

 

 

 

—Estás bien?

 

 

 

—Sí... eso creo.

 

 

 

Aquí voy de nuevo.

 

 

 

Poco a poco la timidez y el dolor fueron desapareciendo. De más está decir que ambos fueron uno varias veces, durante toda la noche. El joven de konoha no recordaba haberlo hecho tantas veces. Al terminar, Gaara se quedó dormido. Naruto se sintió cumpable por no poderle corresponder a Gaara. ¿Pero y si su amigo tenía razón y Sasuke jamás volvía a ser el mismo? El rubio se acomodó y abrazó a Gaara, despertándolo.

 

 

 

Qué pasa Naru?

 

 

 

Nada. Dijo en seco.

 

 

 

Pero en su interior, Naruto pensó que quizás... dándole un poco de tiempo... podría ser.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Buenoooo espero les haya gustado. Por favor cuentenme que sintieron, si les gustó, o algo(? A mi en particular me dio un poco de pena por gaara T.t

 

Pero bueno como siempre gracias por leer!

 

besos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).