La científica sonrió satisfecha, allí estaba, su indefensa “presa”; saludando tímidamente a los titanes cambiantes que también lo despedían desde lo alto de la torre. Era su oportunidad.
_ Sargenta_ interrumpió el chico rubio algo aburrido_ Sé que dijo que teníamos que ayudarla, pero hasta ahora, no hemos hecho nada_ le recrimino molesto.
_ ¡Erd!_ le regaño el moreno por haberle habado así a un superior_ ¡Cuida tus palabras!_
_ Gunter, no me digas que tu no estas aburrido_ se cruzó de brazos delante del más alto, desafiándolo; si, se había aburrido a tal grado que querer molestar a su amigo.
_ B-Bueno… Son ordenes de un la Sargenta Zoe, debemos cumplir_
_ En otras palabras; “Me estoy aburriendo como una pierda, pero como son ordenes, debo disimular”_ vio el sonrojo del moreno y sonrió satisfecho.
_ Cállate, idiota_ le insulto en un susurro para que su superior no lo escuchase, sacando una risa del rubio_ Sargenta_ se volteo para hablar con la científica_ Díganos que tenemos que-…_ freno su charla al notar de que estaba hablando solo; Hanji se dirigía hacia el joven Arlert. Soltó un suspiro aburrido y ambos hombres caminaron detrás de la castaña.
La chica iba a paso lento al estratega que estaba de espaldas, quería darle un pequeño susto entes de empezar el experimento. Ciertamente, el chico tenía gran potencial como guerrero, aunque ahora no tenía mucha destreza física, en el futuro, confiaba en que sería un buen soldado; no solo por tener un rápido y certero poder mental.
Y ella lo sabía, o si, claro que sí; ese chico era pareja de uno de sus objetos de prueba más valiosos que poseía. Él era pareja de la Mujer Titán; Annie Leonhardt.
Dos veces a la semana, dos personas de la Legión de Reconocimiento debían notificar sobre el estado de todos sus reclutas en Sina, además de las reservas de comida, los nuevos uniformes, las nuevas armas y el equipo de maniobras tridimensionales.
Normalmente, una de esas dos personas era Erwin Smith, que no había mejor informe que el hecho por el mismo comandante de dicha Legión. La segunda persona casi siempre se trataba del hombre más fuerte de la Humanidad, El sargento Levi Ackerman, pero últimamente se había negado a ir, alegando que “Alguien debe cuidar a estos mocosos de mierda”. Por lo que ahora era ella la que acompañaba a Smith de camino a Sina.
Pero luego del incidente en dicha muralla, y después de proponer las condiciones para que la rubia rusa se quedara con ellos, ahora la persona que lo acompañaba siempre se trataba de Armin Arlert. Nadie había objetado nada, así que dejaron que ambos rubios fueran hacia Sina a notificar sobre la Legión. Pero hubo un día donde Erwin había enfermado, dejándolo imposibilitado para ir a entregar el informe. El comandante le encargo a la científica que entregara dichos papeles al juez, obviamente, acompañada por el joven rubio.
Y luego de una hora de viaje, ellos habían llegado. La chica le dijo a Armin que podía ir a divertirse en la ciudad, pero que luego volviera a un lugar de encuentro que habían fijado; el chico solo le agradeció y se alejó en su caballo. Después de una hora de explicarle al juez el perfecto estado de sus reclutas, y de paso, notificar sobre el joven titán, Eren Jaeger, la científica se dirigía hacia el punto de encuentra, encontrándose extrañamente sola. Creía que el estratega ya estaba allí, pero para su sorpresa no era así; así que decidió buscar al otro objeto de investigación, iría a buscar a Annie.
Sabía que esta era muy fría y solitaria, casi podía compararla con el enano gruñón que tenía como “amigo”; imaginarse a la rusa y al francés en un duelo de miradas era digno de verse. Y sin pensarlo mucho fue hacia la residencia de la chica, encontrándose en el camino a varios de sus posibles compañeros entrenando arduamente… Sin presencia de la titán.
Buscando con la mirada diviso al caballo de Armin cerca de ahí, atado a un árbol cercano, eso le daba la respuesta; el chico había ido a visitar a la rusa, y esta debo haber aceptado, ya que no estaba entrenado con sus compañeros.
Le pregunto amablemente a uno de los militares, un chico moreno el cual había escuchado que le habían llamado “Mario” fue el que le había respondido, diciendo que se había marchado hace un tiempo con un rubio que tenía las alas de la libertad en su espalda, bingo; Armin efectivamente había ido con Annie.
Dejo su caballo junto al de Arlert y empezó a caminar en busca de ambos chicos. Quería ver de nueva a la Mujer Titán, era increíble; la chica controlaba perfectamente el poder de transformación, y ella se prestaba para todo sus estudios. Incluso habían veces donde ambos titanes se transformaban, para seguir con la investigación sobre Eren. Annie controlaba a Eren en caso de salirse de control, y gracias a ella habían avanzado a pasos agigantados; si esa chica se hubieran tardado muchos años en descubrir cosas que ahora tenían al alcance de la mano.
Recordó como ellos dos se enfrentaban, habían decidió que entrenar a Eren en su forma de titán le daría más destreza; retorcijándose al ver como el chico aprendía rápidamente, ahora teniendo un estilo de lucha muy parecido al de la rusa.
#Flash Back
_ “El mocoso aprende rápido”_ le hablo el francés que era el encargado de cuidar a ambos titanes en caso de que algo sucediera, acompañándola en todos los experimentos y pruebas de Eren, en caso de que algo se saliera de control. Ahora ambos eran testigos de cómo ambos titanes se tomaban de las manos y hacían fuerza con su cuerpo hacia un lado contrario, escuchándose los gruñidos del castaño por tratar de mover a la chica de su lugar y hacerla retroceder, pero era muy difícil. Annie igualaba la fuerza de Mikasa sin problemas, y eso dejaba claramente en desventaja al alemán. Se escuchó un último gruñido de Eren antes de trastabillar y caer, dejando a la Mujer Titán encima que le hacia una llave para mantenerlo dócil y con el cuello expuesto. Rivaille salió al ataque, cortando certeramente la nuca del titán sin dañar a Eren y lo saco de allí, dejando que el cuerpo comenzara a evaporase. Annie había salido sola, dejando su cuerpo gigantesco desintegrarse sobre el del castaño.
#Fin de Flash Back
Luego de que el francés se asegurara de que él estuviera bien, dejo que ambos chicos descansaran lo que restaba del día, recibiendo un afectuoso agradecimiento por parte de Eren y un bufido satisfecho de Annie.
Luego de viajar por la ciudad, no encontró rastro de los jóvenes, dispuesta a ir junto con su caballo para esperar allí, pero justo ahí los vio; Armin hablándole animadamente mientras que la rusa escuchaba atenta, ambos metiéndose en una calle pequeña y despoblada. Decidió ir con ellos, queriendo sorprender a los jóvenes, así que se asomó curiosa para esperar el momento perfecto para asustarlos… Lo que vio el dejo sorprendida.
La rusa estaba abrazando fuertemente al chico que parecía esconder su rostro en su hombro, ambos con sus ojos cerrados, como si disfrutaran del momento. Escucho como el chico le decía que debía volver junto a Hanji, que justamente los estaba viendo a escondidas, haciendo que la rubia asiente.
Sus ojos se abrieron como platos al ver como la chica con ojos cristalinos tomaba de las mejillas al otro y le estampaba un beso en los labios, sorprendiendo incluso al aludido, donde todo su rostro como empezaba a ponerse en un fuerte bermellón. Terminado el beso, el chico se tapó el rostro con sus manos, detonando la vergüenza del acto, mientras que la chica estaba con una leve sonrisa viendo las raciones del otro. Era tan tímido que incluso a la científica le dio una infinita ternura.
Se alejó de allí silenciosamente, yendo al lugar donde ambos caballos estaban parados; ahora entendía mejor porque la chica se había quedado, y aun más que siempre fuera Armin el que ahora acompañaba al Comandante Smith a Sina.
Minutos después aparecieron ambos rubios, aun se podía ver el sonrojo del chico en sus mejillas mientras que la otra parecía inmutable a cualquier emoción. Saludo respetuosamente a la Sargento Zoe, que le correspondió de una forma más informal. Annie se despidió de ambos, yendo hacia el entrenamiento que había dejado pendiente. Hanji vio con diversión como antes de irse, la chica había rozado intencionalmente su brazo con el del rubio, haciendo aumentar el llamativo sonrojo del más alto, que parecía que estaba a punto de soltar una lagrima por la vergüenza.
Se fueron en sus caballos, despidiendo con la mano por última vez a la chica que ya estaba entrenando con una escandalosa chica que no paraba de reírse, a pesar de encontrarse en el suelo por una fuerte patada en sus piernas por parte de la rusa. Y en el camino no lo pudo evitas, le pregunto “indirectamente” como la había pasado junto con Leonhardt, sonrojando al chico que se había puesto nervioso, tartamudeando al hablar.
Decidió mantener el secreto, ya que por alguna razón; amos jóvenes sabían lo que hacían, y por alguna razón lo mantenían en secreto
Sin esperar, inserto sus dedos en los costados del abdomen de Arlert, viéndolo sobresaltándose por el susto que le había propinado. No aguanto y soltó una estruendosa carcajada.
_ S-S-Sargenta Zoe_ tartamudeo el pobre rubio que sentía como su corazón casi salta hasta su garganta
_ P-Perdon_ se disculpó entre risas, posando sus manos en su estómago para calmar el dolor por haberse reído de ese modo_ N-No pude evitarlo, te veías como un indefenso conejito_ la declaración hizo que el estratega se sonrojeara poderosamente, haciéndola estallar nuevamente en carcajadas.
_ ¡Lentes de mierda!_ se escuchó de repente, asustando no solo a Armin, sino también a los otros dos recién llegados que miraron con horror como el Sargento Rivaille se había asomado por una de las ventanas del castillo, con el entrecejo fruncido fuertemente_ Deja de reírte así, anormal del demonio, ¿o quieres que te rebane? Desde aquí se escucha tu deforme risa. Hay personas que trabajan de verdad ¿lo sabias?_ gruño realmente molesto. Los cuatro vieron como Erwin se asomaba por la misma ventana, saludándolos cordialmente con la mano.
_ Estamos en un asunto importante, Hanji_ hablo con amabilidad el rubio mayor, haciendo que Levi bufara molesto por el tono tan paternal que tenía el hombre; la disciplina era una palabra que, claramente, Erwin no conocía_ Por favor, no hagas mucho ruido_ le pidió con dulzura el inglés, regalándole una sonrisa a los cuatro que ahora se relajaban ante la presencia del Comandante.
_ ¡Perdón Erwin!_ se disculpó la mujer de lentes, ganándose otra sonrisa del mayor. Luego de que ambos hombres se alejaran de la ventana, apareció por la misma el gran Mike Zakarius, dándoles un saludo amable para luego cerrar la ventana. Hanji volvió a mirar a Armin, que ahora miraba a sus tres superiores con intriga_ Hola Armin_ saludo infantil la chica_ ¿Cómo estás?_ pregunto como si fuera lo más casual del mundo, y el rubio sabía que no era así; ya que la mujer nunca salía del laboratorio a no ser por algo importante.
_ Si, señora_ respondió tratando de seguirle el juego.
_ Armin_ le llamo, haciendo que el otro la mirara con atención_ Eres inteligente y muy astuto_ el otro asintió con un poco de vergüenza ante el alago_ Creo que ya tienes una posible idea de lo que hago aquí.
_ Puede ser_ respondió juntando un poco de basura que había sacado del patio, suspirando algo cansado_ ¿Que necesita Sargenta?_ pregunto seriamente.
_ Oh, no es nada grave realmente_ dijo tranquila, sacando ambos frascos que contenían las sustancias buscadas, ambas con la etiqueta “A”_ Estoy probando este nuevo experimento_ los ojos índigo del rubio viajaron rápidamente a ambos contenedores_ Creo que puedes espantar titanes_ mintió, dejando que el muchacho tomara ambos para que los viera a gusto.
_ ¿Espantar titanes?_ pregunto dudoso_ ¿Y cómo funcionan?_
_Oh, nada elaborado: se colocan en el cuerpo del individuo y esto debería alejar al titán_ vio como los ojos del menor la miraban con asombro.
_ ¿Eso es posible? Sé que los titanes respiran pero ¿tienen sentido del olfato?_ por una milésima de segundo, Hanji frunció la nariz; había sido atrapada. No había probado eso con Eren o Annie, ya que habían cosas más importantes que probar antes.
_ Puede ser_ la respuesta dejo dudoso al rubio_ Pero de eso se trata, de un experimento_ el chico miro fortuito la sustancia en los frascos pequeños_ Lo probaremos con Annie en su forma de Titán… Sabes perfectamente que ella no sería capaz de hacerte daño_ ahí estaba; el sonrojo de Armin ante las palabras de su superior le indicaron que este posiblemente accedería.
El rubio le devolvió los contenedores, mirando a la mujer con algo de vergüenza.
_ Está bien, no hay problema_ murmuro introvertido, siendo observado por ambos soldados que estaban atentos ante las reacciones del más bajo_ ¿Qué tengo que hacer?_
_Voltéate y quédate quieto_ le ordeno, sacando unos guantes limpios y esparciendo un poco de la sustancia. Gracias a la anterior prueba, se había dado cuenta que este líquido era peligrosamente concentrado, al grado de segar totalmente al portador de ADN; como había sucedido con Auruo_ No te va a doler_ le menciono, el rubio asintió.
Puso aun poco menos de la mitad en sus manos y restregó la sustancia en sus manos. Sonrió acerco sus manos a la nuca del chico, apartando un poco el cabello largo de este, subiendo y masajeando el cuero cabelludo. Armin se había dejado dócilmente, aunque estaba nervioso y algo avergonzado. Sus manos masajearon toda la extensión de la cabeza sin llegar a la frente, como si estuviera lavando el cabello con shampoo. Finalmente peino con sus dedos el suave cabello, dejándolo hacia atrás, esparciendo un poco en este al final. El líquido ya se había absorbido con rapidez, así que devolvió su forma original el cabello del chico y se enorgulleció de su trabajo.
_ ¿Ya está?_ misturo avergonzado mirando nerviosamente a los altos solados que parecían estar alerta.
_ Solo falta esto, voltéate de nuevo_ el chico obedeció y vio como la científica mojaba la punta de su dedo con la sustancia más espesa_ Quédate quieto_ el rubio vio como acercaba el dedo hacia su boca, alejándose avergonzado.
_ ¿Q-Que está haciendo?_ pregunto totalmente sonrojado.
_ Es un bálsamo Armin, quédate quieto_ volvió a ordenar, y al acercar el dedo nuevamente fue rechazado_ Armin_ le regaño seria.
_ N-No soy una chica_ le recordó con vergüenza; vio como volvía a acercarse a él y este retrocedió asustado_ N-No quiero eso, esto no se trata de titanes, ¿no es así?_ desafío viendo a la científica. Esta decidió proseguir a la fuerza
_ Gunter_ llamo autoritariamente la castaña; el moreno obedeció.
_ Lo siento_ Se disculpó el soldado, asustando a Armin. Tomo por debajo de los hombros al más bajo, dejándolo unos quince centímetros del suelo, posando sus manos en la nuca del menor y dejándolo totalmente quieto. La espalda del menor choco contra el marcado torso del moreno, teniéndolo acorralado entre la espada y la pared. La vergüenza se veía en todo su rostro, e intento forcejear, pero le fue completamente en vano, rindiéndose segundos después.
La mujer se apresuró y pasó rápidamente su dedo sobre los labios del rubio, que solo cerró los ojos esperando a que eso terminara rápidamente, y así lo fue.
_ Listo_ declaro la mayor_ Ya suéltalo Gunter_ el moreno obedeció, dejando a Armin en el suelo y deshaciendo la llave que había utilizado, retrocediendo unos pasos hasta quedar nuevamente al lado de Erd. El más bajo miro al que le había atrapado con un deje de asombro y temor; lo había inmovilizado tan rápido y sin hacer demasiado esfuerzo.
_ Perdóname Armin; ordenes son ordenes_ se disculpó, hacendó que el aludido suspirara rendido. Hanji había cumplido su cometido de colocarle esa cosa en los labios, y el soldado solo estaba obedeciendo órdenes, no era su culpa.
_ Armin_ le llamo la mujer_ Los efectos se irán en un día, no te preocupes_ este tomo la escoba que estaba en el suelo y suspiro nuevamente_ Oye_ le llamo esta antes de retirarse_ Me vas a agradecer esto luego_ vio como le guiñaba un ojo antes de retirarse, siendo seguida por los dos hombres, que se despidieron de él.
La mujer se alejó y se adentró en el castillo, siendo seguida por los ojos del menor que aún estaba confundió por lo sucedido. Intento quitarse con la mano lo que le habían colocado en la boca pero se sorprendió al no encontrar nada en sus labios. Decidió olvidarlo y terminar con lo poco que le quedaba por juntar de hojas.
Luego de un rato, se escucharon los pasos de unas personas caminando hacia él, talvez era otra vez la Sargenta Zoe para volver con alguna cosa nueva de su laboratorio, pero quedo petrificado al ver de quienes se trataban.
El de orbes esmeralda venía hablando animadamente junto con la chica de mirada cristalina, que seguía escuchando las anécdotas que estaba teniendo en el castillo, con su rostro inexpresivo y sus brazos cruzados en su pecho. Eren se detuvo frente a su mejor amigo, dándole una sonrisa radiante y frenando su monologo.
_ Armin_ le llamo animado_ ¿Ya has terminado con el patio?_ el rubio se había quedado mirando a su pareja, que está también le devolvía la mirada, en un lenguaje mudo que ellos solo entendían.
_ S-Si_ respondió algo nervioso ante tan penétrate mirada de la rusa, ahora mirando a su amigo que le miraba un poco extrañado.
_ Qué bueno_ le sonrió_ No quiero dejar sola a Annie, pero aún me queda mucho por limpiar en el castillo_ le dijo pasando un brazo encima de los hombros de la rubia, sintiendo como esta suspiraba cansada por tanta atención que estaba recibiendo por parte del alemán. Ciertamente, el chico se había vuelto muy cercano a ella desde lo ocurrido en Sina. Es como si no quisiera dejarla sin atención ni un momento, lo que en parte le agradaba a la rusa; pero el chico era tan energético que simplemente la cansaba. Era su trabajo notificar de su estado, por lo que necesitaba escuchar de boca del mismo chico como estaba, no solo por reportes hechos por el Comandante Smith, y era agradable charlar con él, pero hasta cierto punto.
_ ¿Puedes pasar tiempo con ella?_ le pregunto animado el castaño, haciendo que ambos rubios se miraran a los ojos por un momento.
_ De todos modo iba a quedarme con él_ le interrumpió la titán, zafando el brazo que tenía contacto con ella y acercándose a un lado de Armin, que sentía los nervios comenzar a escocerle.
_ ¡Excelente!_ apremio el castaño, dándole un sorpresivo a ambos aludidos fueran apretados juntos por los brazos del oji-verde_ Debo irme_ menciono soltándolos _ El Sargento se enfadara si no vuelvo pronto a hacer mis tareas_ el chico comenzó a correr directo al castillo, dejándolos solos_ ¡Nos vemos luego!_ bramo saludándolos con la mano, volviendo al camino con paso veloz.
Los dos rubios se quedaron viendo como Eren era interceptado por el francés que estaba saliendo del castillo, recibiendo una advertencia si no se dirigía de forma instantánea hacia el lugar que debía limpiar. El castaño grito un “¡A la orden, Sargento!” y entro corriendo al cuartel, mientras Rivaille caminaba hacia los establos de la Legión.
Quedaron en un silencio agradable, mirándose a los ojos por un momento antes de ponerse a caminar sin rumbo fijo.
_ ¿Cómo te va con tu puesto?_ le pregunto Armin algo nervioso, tratando de hacer hablar a la rusa. Esta suspiro y corrió un poco el flequillo que tapaba su ojo derecho.
_ El viejo quiere que sea su guardia personal_ respondió aburrida, viendo como el rubio dejaba la escoba en una pequeña casilla que había fuera del castillo, donde se alojaban todos los productos de limpieza_ Le dije que no jodiera y que eligiera a otro_
_ ¡Annie!_ chillo el otro_ ¡Estabas hablando con el Rey, debiste tener más respeto!_ le reprendió, notando los ojos cristalinos de la otra mirarlo con interés.
_ Ye es la décima vez que me lo pide, y ya le he dicho que no_ dijo hastiada_ Hay personas interesadas en ese puesto y decide elegirme a mí, que ni siquiera me inscribí para ese cargo. Ese viejo tiene problemas mentales_ finalizo sin importancia, haciendo que el otro ahogue un grito. A la rusa realmente le importaba muy poco lo que sucediera con el monarca, solo estaba ahí por Armin y la libertad de la Humanidad.
Había pactado, junto a Erwin, un trato. Ella los ayudaría, no solo en las expediciones, sino también en los experimentos e investigaciones de Hanji Zoe solo con la condición de borrar sus antecedentes y ocultar su forma de Titán a todos. Solo los más conocidos e involucrados sabían de eso, y debían mantenerlo oculto bajo siete llaves. Ella agrego algo más, haciendo que Erwin se regocijara interinamente: El espionaje en los muros de Sina,
Erwin estaba notificado de todos los movimientos dentro de Sina, gracias a la rusa, que se había ofrecido para eso. El Comandante no confiaba en lo absoluto en el corrupto gobierno, y quería tanta información como pudiera de esta, ya que el mismo gobierno le temía a Smith. Él tenía, no solo las habilidades y mentalidad justa, sino también el carisma suficiente para ser el siguiente monarca del lugar, y eso significaba solo una cosa; la corrupción se iba a acabar en ese mismo momento.
Sabían que el rubio posiblemente trate de dar la igualdad para todos, y eso significaba que las riquezas de los “peces gordos” serian quitadas para dársela a los más necesitados, acabando con el favoritismo y las clases sociales. Y por eso, él estaba más que seguro que harían lo imposible para sacarlo del camino, dando una emboscada cuando la oportunidad se le presentara. Él quería dar un golpe de estado, pero solo cuando estuvieran totalmente seguros y hayan tenido los aliados suficientes para tal golpe.
Annie estaba más que satisfecha con las ideas de Erwin, ella veía como los la Policía Militar eran prácticamente unos incompetentes, están allí solo por la seguridad y ganancias que los muros más gruesos les daba; sin pensar que habían muchos soldados que se arriesgaban todos los días y entrenaban hasta la inconciencia para devolver la libertad a la Humanidad. Y de ese lado estaba ella. De la justa causa.
_ ¿Y qué te dijo Erwin?_ pregunto el rubio, caminando junto con ella en dirección al bosque.
_ Está de acuerdo con la idea de negar mi participación, para así, darle ese lugar a Mario_ Armin recordó a ese chico; el chico era el ejemplo que toda la Policía Militar necesitaba. El castaño tenía una clara idea de justicia, y aunque sea víctima de varias burlas, el no bajaba la cabeza ante la corrupción. Él estaba justamente ahí para acabar con ella.
El chico también era una pieza clave de Smith, el chico también era su espía, luego de descubrir que la rusa lo era. Annie podía confiar en el luego de contarle el plan, y efectivamente; él quería unirse. El mismo Erwin le hablo de sus ideas, y el militar de inmediato accedió. Si Mario se volvía el guardaespaldas del Rey, tendría acceso directo a toda la información y noticias, pero no podría salir de las murallas nunca más.
Y ahí estaba Annie, que si podría salir por la excusa de Eren; y así Erwin podría estar enterado de absolutamente todo.
Todo sin importarles ser ejecutados si fueran descubiertos.
_ Es realmente bueno lo que haces, Annie_ le alago el rubio sentándose a la orilla de un lago cercano, siendo acompañado por la titán.
_ Lo hago porque quiero_ respondió sin demasiado interés_ La Humanidad no debería tener clases sociales, todos somos humanos; no tiene sentido que algunos tengas más que otros_ Armin le sonrió, sabía que no lo hacía “solo porque quería”, ella realmente añoraba la justicia. Y por eso aceptaba completamente a Eren, ayudándolo para ser más fuerte, apoyando a sus ideales fielmente.
_Eres maravillosa_ le alago nuevamente, sintiendo como esa le daba un pequeño golpe en su brazo, pidiéndole sin palabras que se detuviera_ En verdad. Nos has ayudado tanto, no solo a el Comandante, sino también a Eren controlando su forma de titán y mejorando sus habilidades de combate_
Un nuevo golpe lo hizo reírse suavemente.
_ Ya cállate_ se quejó la rubia
_ Eres realmente buena_
_ Basta_
_ Y muy bonita_ la mirada gélida de la chica se clavó de forma busca en los azules, mirándolo sin expresión. El rubio la miro con un pequeño sonrojo, no se había detenido a pensar lo que decía, y solo lo soltó sin pensar en la posible consecuencia. No sabía realmente cunado fue que se había enamorado de Annie. El, desde hace mucho tiempo, la miraba con admiración. Su destreza física era idéntica a la de Mikasa, pero quedo cuarta en posiciones por no tener interés en formar equipos. Era un lobo solitario. Ella lo había ayudado muchas veces, al igual que las veces que lo había salvado.
La sorpresa que se había llevado cuando la chica se había quedado por él fue abrumadora. Incluso, en plena reunión, se había mareado fuertemente luego de escuchar el “No hago esto solo por la humanidad; solo estoy aquí por Armin”, para sentir de inmediato todas las miradas sobre él, dejándolo tan incómodo que se había descompuesto en su asiento, siendo sostenido por Mike que era el que estaba sentado su lado.
Luego de la reunión, tampoco se esperó para nada que la chica le dijera que él le gustaba, acabando con la poca conciencia que le quedaba y desplomarse contra la pared más cercana. El nunca había vivido semejantes cosas, todo era demasiado nuevo para su mente. Estaba preparado para la batalla… Nunca para una pareja.
Pero para su suerte, Annie no exigía ni apresuraba nada. Ella llevaba las riendas, a pesar de tampoco haber tenido alguna pareja previa. Y teniendo unos dos días cada semana para verse, estaban satisfechos.
_Te quiero_ soltó el joven, haciendo que la rusa levantara ambas cejas, demostrando cierto asombro por lo dicho. Armin era muy tímido e introvertido, y así le gustaba. Y si bien le incomodaba un poco que, en ocasiones, este le dijera ese tipo de palabras; ella realmente estaba feliz de tenerlo ahí, diciéndole esas cosas.
_ Yo también_ le respondió, posando una de sus manos en el largo cabello del más alto y revolviéndoselos, causando un sonrojo y una sonrisa en el rostro de Armin. Se detuvo abruptamente, sorprendiendo al rubio. Annie lo miraba como si le hubiese salido una segunda cabeza.
_ ¿Annie?_ pregunto curioso, sintiendo como esta le volvía a acariciar el cabello pero de forma más lenta. La vio arrodillarse e inclinar su cuerpo hacia él, dejando su rostro sobre su cabeza, sintiendo como esta olfateaba con interés_ ¿Q-Que pasa?_ la rubia no respondió, se acercó un poco más, quedando en la espalda de Arlert y respiro sobre su nuca, causándole un fuerte sonrojo mientras los nervios comenzaban a atacarlo_ ¿A-A-Acaso apesto? _ pregunto avergonzado, sintiendo como esta ladeaba su cabeza.
_ No_ le respondió, abrazándolo por la espalda y haciendo que se arrecostara sobre su pecho mientras ella estaba sentada, aun olfateando su cabeza.
Armin se dejó hacer, preguntándose que interés había en su cabello como para que la rusa lo tuviera así. Hasta que lo recordó.
La científica le había puesto una cosa extraña sobre su cabeza y nuca, un líquido raro que, según ella, ahuyentaba titanes. Pero este no sintió ningún olor cuando se lo colocaron; ¿Qué estaba pasando?
_ ¿A que huele?_ pregunto curioso. Annie inhalo por última vez el suave cabello de su pareja y poso su mentón sobre su cabeza.
_ Huele… Como a bosque_ respondió suave_ Pino y césped en la madrugada_ vio a Armin posar la cabeza sobre su hombro, mirándose por incontables segundos_... Hueles bien_ agrego, acercando sus labios a los de su novio, posándolos de forma lenta sobre estos.
Armin lo pensó por un momento, ¿acaso ese olor venia del experimento de su superior Hanji? ¿Pero porque él no podía oler eso? No se dio cuenta la rubia había abierto la boca, mordiéndole el labio inferior, dejándolo pasmado.
Nunca se habían besado así, era tan nuevo que sus nervios afloraron por un momento, reprimiéndolos luego y correspondiendo de forma torpe a este. Entre abrió sus labios y dejo que la rusa lo besara de una forma un poco hambrienta y ansiosa. ¿Esto era causa de ese bálsamo extraño que le habían colocado? Tal vez era porque por fin podían estar solos y poder avanzar un poco con su relación, pero de todas formas, se dejó llevar.
Sus manos estaban juntas, con los dedos entrelazados mientras sus lenguas danzaban suavemente en boca del otro. Era increíble como todas las preocupaciones y el miedo de ser destruidos había sido apartado de ellos por estar juntos. La sensación de tener a alguien que te quiere de esa forma tan especial era hermosa.
_ ¿Qué te pusiste en la boca?_ pregunto la chica luego de terminado el beso, mirándolo con intriga palpable. El chico la miro curioso y lamio su propio labio, encontrándose con lo mismo; no sabía a nada.
_No lo sé, ¿Por qué lo preguntas?_ vio los ojos cristal entrecerrarse con duda, acercándose de nuevo a los labios del otro para besarlo cortamente, volviendo a separarse.
_ Saben a miel_ declaro, pasando su nariz por la cien del chico para oler de nuevo el cabello de este. Talvez había sido el desayuno, pero no recordaba haber utilizado miel en su desayuno.
_ ¿Es muy empalagoso?_ la chica lo miro_ El sabor de la miel_ aclaro.
_ No_ respondió, posando su mentón en su hombro y abrazándolo con fuerza_ Esta bien_
_ “Oye… Me vas a agradecer esto luego”_ la voz de su loca superior lo saco de su letargo… Confirmando sus dudas y sacándole una sonrisa.
_ ¿Qué pasa?_ pregunto la rubia al ver como de la nada su pareja había sonreído, mirando el cristalino lago brillar ante los rayos del sol.
_ Nada_ respondió dichoso, besando la mejilla de la joven, sonrojándola apenas un poco por la repentina acción_ ¿Quieres otro beso?_ pregunto de una forma audaz, ganándose la mirada asombrada de la Mujer Titán, que luego de un segundo le regalaba una sonrisa traviesa y estampaba sus labios con los del rubio.
La sonrisa de una castaña que observaba todo desde un lugar lejano confirmaba su felicidad. Su experimento era todo un éxito, sin duda alguna.
_ No lo creo_ susurro el moreno que la estaba acompañando, observando la escena_ No creí que Armin era pareja de Leonhardt_
_ Y hoy lo forzaste contra su voluntad… La chica va a devorarte_ se burló el alto rubio, causando que su amigo tuviera una mueca de horror al imaginarse a sí mismo siendo perseguido por la Mujer Titán para darle caza. Una mano sobre su hombro lo saco de sus pensamientos.
_ Armin no va a delatarte… Ya se dio cuenta de lo que estaba pasando_ acertó la científica, volteándose y alejándose del lugar_ Vámonos, tenemos que repartir más felicidad_ declaro la Sargento Zoe, caminando junto a sus escoltas hacia algún lugar; donde probablemente, se hallaban sus próximas “victimas”.