(...) Y siguieron caminando, hasta llegar a una mansión enorme, pero cuando Hades hizo sentir su llegada, dos poderosas energías le dieron saludo.
Shun se sintió intimidado, esas dos energías eran muy poderosas, pronto estaría al frente de los otros dos señores oscuros, estaba intimidado, asustado y ligeramente emocionado, sonrió con ironía, pues para un cazador, tener a los tres señores oscuros sería obviamente suicidio, pero tendría el mayor de los honores, pero por lo menos daría el rostro de los tres señores oscuros, cosa que se ha intentado durante años, pero que nunca se ha logrado.
Pero una energía le llamó severamente la atención, ambas energías eran de colores, una dorada y otra azul, pero la azul era la que le era más llamativa, era como si ya la conociera, le daba un sentimiento de nostalgia o de extrañeza, se sentía raro con esa energía.
Hades también contestó a las otras energías, mostrando por primera vez el color de su energía sobrenatural, era negra, pero era un negro hermoso, como el de la noche más oscura, sin la bella luna.
-Bien Shun, es hora de entrar y presentarte ante mis hermanos como mi protegido.-
Caminaron hasta llegar a la puerta de esa bella mansión, la cual era la más grande que había visto en su vida, aunque Shun creciera en un ambiente millonario, nunca había visto una mansión tan lujosa en toda su vida.
La mansión tenía una escalera de caracol, hecha totalmente de cristales, las paredes blancas con dorados, decoradas con pedrería roja y el techo, tan alto como hermoso, su candelabro tenía incrustaciones de rubíes y diamantes que hacían juego con la escalera y las paredes, también se podían ver otras habitaciones, estaban tan ricamente decoradas que daba miedo romperlas con la mirada. Realmente esa mansión era la más lujosa que había visto, era un dulce para sus ojos.
Hades sonrió para sus adentros al ver como quedaba Shun, tan solo era un chico, uno muy poderoso, y que aún no se ha visto su potencial, pero un chico al fin y al cabo.
-Hades, ¿Quién es el chico?.-
-Zeus, también es un gusto verte. Él es Shun, mi protegido, lo entrenaré y veré su potencial, es alguien bastante poderoso.-
Zeus miró de soslayo a Shun, nunca creyó que Hades tuviera a un protegido. No le gustaba para nada que SU Hades tuviera a un mocoso como protegido.
-¿Y Poseidón?.-
-Oh, está al fondo, lo llamo si quieres.-
-No. Shun y yo iremos a buscarlo.-
Caminaron hasta un saloncito, que estaba al fondo de la mansión.
Shun caminó junto a Hades al saloncito y había una persona de espaldas con el cabello azul igual a Ikki, pero también le daba la misma sensación que anteriormente le dio con la energía sobrenatural, era extraño, no sabía que pensar, se lo diría a Hades.
-Poseidón, tengo que presentarte a alguien.-
El vampiro se dio vuelta y miró a Hades, allí había un chiquillo, pero no le miraría hasta que Hades le dijera quien es.
-Oh Hades, querido hermano, ¿Quién es tu acompañante?.-
-Él es Shun, mi protegido.-
Julián abrió los ojos desmesuradamente, no podía ser su Shun, de seguro era alguien con el mismo nombre, no podía ser el único Shun del mundo.
Giró su vista al chico y se congeló, si era SU Shun, era su hijo menor quien estaba allí, parado al lado de Hades.
••••••••••
Shion estaba acostado en la cama, mirando el techo en la oscuridad, no podía dormir, estaba preocupado por su nieto.
Seguro esos malditos seres habían secuestrado a su nieto para torturarlo, como habían hecho con otros cazadores, ellos se deleitaban con el dolor y sufrimiento de los cazadores y con un miembro de la famosa familia Kido, de seguro no solo se deleitaban, sino que se entretenían o incluso se excitaban.
Lloró por esa impotencia que sentía en su corazón de hace ya bastantes años, primero fue el amor de su vida, no lloró, tuvo que ser fuerte, su amor ya se había ido y ya no había manera de recuperarlo, pero se recuperó, se casó con Sasha y tuvo a otro ser que amó con todo su ser, Julián, lamentablemente ella murió al parto, pero le dio todo el amor que un padre dedicado le pudo dar a su hijo, pero siguiendo la tradición familiar paterna se volvió cazador, pero no uno cualquiera, sino que fue el mejor cazador de su generación, matando vampiros para sanar al mundo, como le decía su pequeño, pero cuando Julián mató a su mujer, ¡Dios!, fue terrible, su corazón se estrujó, su amor se volvió dolor, pero nunca, jamás dejaría de amar a su hijo y cuando Shun mató a Seiya, tuvo que ver todo el dolor de Ikki, el perder a quien amas es muy doloroso, pero ver a Shun, el no perdió al amor de su vida, sino que perdió a su mejor amigo, al único en que confiaba completamente, era el único en toda la orden que lo entendía, lo estimaba mucho, y matar uno mismo a esa persona debe doler en demasía y ahora Shun mismo, y Shion lloró más, lloró todo lo que no lloró con Mü o con Julián, lloró porque todo el dolor acumulado en su corazón exigía una salida, lloró por su nieto, porque aunque pensara que Shun estaba vivo y que podría rescatarlo sabía que nunca podría tenerlo otra ves, sabía en el fondo de su corazón, que Shun ya no pertenece a la raza humana, lloró como nunca había llorado nunca, pero quiso creer que su querido nieto seguía con vida, quiso creer que podría rescatar a Shun.
-Lo juro Shun, te rescataré y mataré a esos malditos que te hicieron daño...-
••••••••••
Su corazón se aceleró, no sabía que sentir, por un lado estaba feliz de que por fin podría disfrutar de su hijo menor y tal ves tenerlo cerca para siempre, pero por otro lado, todo el sacrificio que hizo para salvar a su pequeño esa ves no funcionó después de todo, sentía rabia, porque de seguro se convirtió por esa estupidez de ser cazador, pero por otro sentía alegría porque por fin tenía a su hijo menor enfrente y podría decirle cuanto lo amaba...
Shun ahora que de verdad se sentía extraño, no solo esa sensación de nostalgia ni de "extrañar" esa energía, sino que era de un sentimiento de querer a esa persona que tenía al frente suyo, era como si ya lo conociera, aunque sabía perfectamente de que nunca en toda su vida había visto a esa persona que tenía enfrente, le era extraño.
-Bienvenido Shun, es un placer conocerte.-
Le sonrió y luego se retiró, tenía muchas cosas que pensar.
Hades se extrañó, Poseidón era conocido como el señor oscuro más frío de los tres, el cual no tenía remordimiento por nadie, pero después le preguntaría, ahora era hora de que Shun descansara y se alimentara bien, alimentarse de animales, era como esa comida basura de los humanos.
-Bien Shun, estamos en la mansión principal, tenemos dos mansiones más, pero esta es la que usamos los tres y los 'compañeros' de los otros dos, te llevaré al cuarto que usarás y a un humano, cerca de aquí tenemos humanos que hemos criado exclusivamente para nuestra alimentación. Ahora vamos.-
•·•·•·•·•·•·•·•·•·•·
Si no estuviera muerto, de seguro su corazón hubiese latido raudamente, su pequeño estaba aquí, con él, al fin podría tenerlo cerca, pero para eso tendría que contarle la verdad, y no solo a Shun, sino que también a Hades.
Y recordó el por qué de matar a su mujer, recordó el por qué renunció a sus pequeños...
Flash back.
-(...)Saori, por favor, tienes que recapacitar, tenemos una linda familia.-
-Y crees que me importa Julián, tengo un nuevo poder, se siente maravillosamente, aunque supongo que pronto lo sentirás Julián, ser vampiro se siente tan bien, las cosas cambian, como el mocoso de Ikki o al estorbo del niño que estoy esperando, por eso, cuando te mate Julián, a este niño nonato me lo arrancaré de mi y me lo comeré, basuras humanas no deberían existir.-
Saori se relamía sus colmillos, ahora era una vampiresa, tenía una nueva vida, y en esa vida no contemplaba al mocoso que tenía como hijo ni al bastardo que estaba dentro, ya era bastante molesto, tenía 7 meses y ya lo odiaba, cuando naciera, ella misma se lo comería.
Julián se paralizó del miedo, no dejaría que Saori matara a su hijo, no le dejaría, tampoco permitiría que lastimase de alguna manera a Ikki, no le dejaría, aunque la matase en el proceso.
-Saori, no permitiré que lastimes a mis hijos, no permitiré que lastimes a Ikki ni que mates a Shun.-
-Bien, entonces Julián, despídete de este mundo.-
Y siendo fiel a sus palabras, se lanzó en contra de Julián para matarlo, pero Julián, tan veloz como su contrincante, se fue hacia un lado para evitar el ataque de la que fue su esposa.
Pues aunque Julián no era un vampiro, estaba en el proceso de serlo, solo faltaba que bebiera un poco de sangre humana y dejaría de ser humano, pero primero, tenía que defender a sus hijos.
La batalla fue dura, ambos estaban parejos, solo faltaba que alguno de los dos se distrajera un poco para matarse.
Lo que no sabían, era que cierto niño, de cabellos azules, igual que su padre, estaba mirando la batalla que se estaba dando y cuando Saori se dio cuenta se lanzó en contra de su hijo.
-No Saori, ni te atrevas.-
Julián, viendo las negras intenciones de su esposa, corrió hacia su hijo, golpeándole fuertemente para dejarlo alejarlo, dando una leve pero aprovechada ventaja hacia Julián, que fue ante Saori y metiendo su mano en el pecho, se dio por satisfecho.-
-No lastimarás a mis hijos Saori, aunque tenga que matar al amor de mi vida.-
Y diciendo esas palabras arrancó el corazón de Saori, matándola al instante.
E Ikki, que estaba viendo todo se desmalló ante tal escena de ver a su padre matando a su madre.
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