La Nueva Vida. por klaushunlove

(...) -Shun...-
Hades habló primero, haciendo notar su presencia.
Shun miró a ambos vampiros, excitado y sobresaltado todavía por lo que había sucedido, tenía preguntas y ellos se las respondería.
-Hijo.-
Julián habló, dirigiéndose obviamente al vampiro más joven de los tres, Hades y Shun miraron a Julián sorprendidos.
"Que estaba pasando..."
-Poseidón, ¿conoces a este muchacho?.-
Julián miró a los vampiros, que lo miraban sin entender.
Ya era hora de decir algunas cosas.
-Hades, tengo que hablar a solas con Shun.-
Hades, con confusión salió de la habitación, ya después le preguntaría a Julián lo que quiere con Shun.
Cuando Hades salió de la habitación, Julián cerró la puerta con su energía sobrenatural, dejándola totalmente cerrada y bloqueada con su energía, para que nadie lo interrumpiera.
Shun, con más confusión (si es que era posible), miró de reojo al vampiro delante suyo, sólo lo había visto una vez, pero tenía la ligera impresión de que ya lo conocía, de que esa energía que emitía, con amor ya la hubiera sentido, y también sintió sufrimiento, dolor, pero que era como de otra época, cómo si hubiera ocurrido hace años.
-Shun.-
Esa voz... Ese vampiro era extraño.
-Shun...-
Ahí estaba otra vez, la misma sensación, pero era imposible, sólo lo había visto una vez, pero tenía la sensación de que ya lo conocía, de hacia años, y estaba 100to% seguro de que se parecía a Ikki, por el cabello y por los ojos, pero también era imposible.
-Shun.-
-¡Que! ¿¡Qué quieres!?, sólo te he visto una sola vez, pero tengo la sensación de que te conozco de hace muchos años, como si fuera desde toda mi vida, quiero saber por qué, que es lo que pasa, además acabo de ver una cosa, y la sensación, de que algo despertaba, me siento como un puto adolescente.-
Julián miró sorprendido a su hijo menor. Si Shun podía sentir esas sensaciones, eso quiere decir que es más poderoso de lo que parecía.
-Shun, tengo que hablar contigo...-
-De qué, si apenas se tu nombre.-
Julián, si su corazón pudiera latir, ahora estaría a 100 latidos por segundo.
Era ahora o nunca.
-Shun, tu te criaste con tu abuelo, ¿verdad?.-Shun lo miró con curiosidad, como preguntándose a donde quería llegar.-. Bien, yo sé la razón, sé que mataron a tu madre cuando todavía eras un feto.-
Shun sintió otra vez esa sensación, como de un dolor profundo, decepción y algo que no podía identificar.
-También sé que el único testigo de la muerte de tu madre fue tu hermano mayor, Ikki.-
Ahora sentía que el vampiro al frente suyo, con sólo mencionar el nombre de Ikki, le llenaba una nostalgia, con un ¿amor fraternal?, pero no estaba seguro.
-Y también sé que eres el único que, de toda orden que no ha dejado un vampiro vivo, que eres el único (vivo) que sabes usar a la perfección la cadena, a pesar de que es el arma más difícil y mortal para usar. ¿Es correcto.-
Ahora sentía orgullo, un orgullo tan profundo que sólo lo había sentido en una sola persona. Su abuelo.
-Tienes razón Poseidón, pero eso todo el mundo lo sabe, no me sorprende y si es eso lo que me querías decir... Pues ya lo sabía.-
-Pero también se otras cosas, cosas que ni tu abuelo lo sabe, como cuando estabas entrenando, en esa isla, con tu maestro, tenías una "hambre" diferente, cuando peleabas con otros niños, y sangraban, te daban ganas de "beber" su sangre, y para calmar la sed, pescabas peces  y te alimentabas de su sangre, aunque te diera asco, pero una vez, ya no aguantando la sed y viendo a uno de tus compañeros solos, del cual no sé su nombre, lo seguiste y lo mataste, con tu cadena le atravesaste el corazón, haciendo que muriera al instante, y le rompiste el cuello, junto con la yugular para que toda su sangre saliera más fácilmente y te alimentaste, esa sangre la encontraste maravillosa, exquisita, mucho más que la sangre de pescado, como un manjar de dioses.
Terminaste con su sangre y ocultaste el cuerpo, lo enterraste en la arena, en un lugar casi inaccesible, haciendo como si fuera uno de los tantos niños que morían en la isla o que desaparecía para no encontrarse años después o jamás ser encontrado.
Hiciste eso durante años, hasta que terminaste tu entrenamiento, unos 2 años, lo que duró tu entrenamiento.
También se, que una vez, pero sólo una vez, cuando entrenabas, sentiste un calor dentro de tí, algo agradable, algo que te hacía sentir bien.
¿O es mentira todo lo que te dije?.-
Shun miró sorprendido al vampiro, era imposible que supiera eso, eran sus más grandes secretos ¿¡Cómo se atrevía!?.
-¿C-como mierda sabes todo eso?.-
-Porque te he estado vigilando Shun, mi pequeño, no sabes las ganas que he tenido para abrazarte, para sentirte en mis brazos, pero era imposible...-
Shun, que no podía más del asombro, retrocedió un poco, por toda la confusión y extrañeza que sentía.
-Dime Shun. ¿Te sabes el nombre de tu padre?.-
Más por inercia que por otra cosa, respondió.
-Julián, se llamaba Julián.-
Julián sonrió, acercándose a su hijo, extendiendo sus brazos, haciéndose entender claramente, Shun no lo podía creer.
-Tú, tú eres mi padre...-
••••••••••
Shion, con su insomnio, por la preocupación de todo, estaba pensando.
"(...) Y si Shun se transformó, no sé si podría soportarlo, no sé si podría matarlo, me duele el sólo pensarlo. Con los dos casos anteriores era totalmente diferente, con Mü fue sólo fue mi pareja, aunque estaba totalmente enamorado, pero era totalmente diferente a lo que fue Julián, el era mi hijo, todavía lo es, pero había matado a Saori, casi matando a Shun y sin importar que Ikki lo estaba mirando, pero Shun... El había matado vampiros durante toda su vida, nunca había hecho nada malo, era el más profesional de todos, y si lo convirtieron, y tengo que matarlo, me resultaría más difícil que los anteriores"
-No sé si podría matarte Shun.-
..........
Ikki estaba durmiendo tranquilamente, no tenía cosas que lo molestaran, de hecho, tenía un sueño que ansiaba cumplir, un sueño onírico que era hermoso.
"-Shun, este es tu castigo, por existir en este mundo.-
Mientras decía eso,le arrancaba el corazón a su hermano una y otra vez.
-Tú me arruinaste la vida, llamabas la atención del abuelo, mataste a Seiya, tenía que protegerte a pesar de ser insoportable, me quitabas la atención, lo que yo debería de tener, eras un maldito hijo de tu padre, una mosquita muerta. Te ODIO Shun, y te haré sufrir para siempre...-"
En retrospectiva, era un hermoso y dulce sueño el que tenía Ikki.
••••••••••
Hades estaba en su habitación, bebiendo una copa de sangre, pensando en lo que podría hacer Poseidón con Shun y también en otras cosas.
Pensando en Shun, específicamente, preguntándose como sería Shun en el sexo, como se sentiría besar esos labios, pensando en sabor tendría su piel, pensando en hacer la conexión.
Y en ese punto abrió los ojos de golpe, la conexión era algo que no se debía tomar a la ligera, si hacía la conexión, estaría con Shun para siempre, teniendo, como lo dice la palabra, una conexión inquebrantable, pero que sólo era posible si el otro vampiro quería lo mismo con él.
Y ahí Hades se dio cuenta, si quería hacer la conexión con Shun, eso quería decir que estaba enamorado.
..........
Shun no sabia que hacer, el vampiro estaba diciendo que era su padre, bueno, él lo supo, pero era eso lo que quería decir el vampiro, y ahora estaba allí, estirando los brazos para poder abrazarlo y lo peor es que sus sentimiento mostraban el amor tan profundo sentía por él, un amor fraternal, como el de un padre a su hijo, eso era verdad, tenía a su padre delante de él.
-No, no quiero tu abrazo, si eres mi padre, entonces déjame en paz, al menos para entender mejor esto, ahora si puedes, sal de mi habitación.-
Julián, sin decir nada, salió de la habitación de Shun, después de todo, tenía razón, lo mejor era dejarlo en paz, al menos por esa noche.
Shun se sentó en su cama, procesando todo, acababa de encontrar a su padre, justo allí, siendo uno de los 3 vampiros más poderosos de todos, en el lugar donde menos pensó en encontrarlo.