Algunos años después…
Stiles: Bueno… fue una mala noche para las propinas… pero todo cuenta para nuestro restaurante.
Stiles saca el pequeño folleto de su restaurante y lo coloca a lado de la foto de su papá.
Stiles: No te preocupes, papá. Ya falta poco.
Entonces Stiles se acuesta en su cama, no lleva ni unos cuentos segundo cuando la alarma empieza a sonar y lo levanta y él se dirige a su pequeño armario.
Stiles: Buenas noches, Cal´s. Buenos días Duck´s.
Entonces se camia su ropa a una camisa amarilla y un pantalón café claro, vuelve a mirar su reloj y sale corriendo a su pequeño trabajo.
Hay un pueblo… muy sureño, allá por el río, con mujeres realmente bellas y caballeros finos… siempre hay ritmo y melodía, de día y de noche, no para jamás. Esa música es única y al paraíso con esa vas a entrar… con quien quieras ven acá, que colores y que variedad, que aire ¡Que ciudad! Y se llama New Orleans.
Aquí hay magia, ya verás…que te pone bien o muy mal, te puede hacer ganar o perderás… Aquí en New Orleans… ¡Amigo! A ¿Dónde vas? Ven acá prueba y veras si quieres algo vivo e inmortal ven aquí a New Orleans.
Grandes las mansiones, de los nuevos reyes hechos de algodón, el rico y el pobre un sueño traen y se realiza en New Orleans.
Cocinero: Ya está la orden.
Virgil: Otro café por aquí Stiles.
Stiles: Con mucho gusto Virgil.
Georgia: ¡Por aquí! Stiles.
Stiles: Buenos días Georgia. Hola a todos.
Georgia: Vamos a ir a bailar esta noche, ¿Quieres venir?
Stiles: Tu sabes que no se bailar. Además trabajo doble turno esta noche es que aún estoy…
Georgia: Ahorrando para tu restaurante. Lo sé, lo sé, pero todo el tiempo estas trabajando.
Stiles: Quizá otro día.
Cocinero: ¿Otra vez hablas de ese restaurante?
Stiles: Buffor, se te queman los huevos.
Buffor: Nunca vas a reunir para el pago inicial.
Siles: Ya me falta poco.
Buffor: ¿Qué tan poco?
Stiles: Oh… ¿Dónde está mi comida?
Buffor: Hahaha… es tan probable que compres tu restaurante… como que yo gane el Derby de Kentucky. Uhu… ¡Ensíllame ya va empezar la carrera!
Entonces Buffor empieza a hacer gestos como de caballo, Stiles lo ignora y toma su charola con comida, después suena la puerta del comedor y entra el Sr. Martin.
Stiles: Buenos días, Sr. Martin.
Sr. Martin: Bueno días, Stiles.
Stiles empieza a servirles su comida a los demás clientes.
Stiles: Felicidades por volver a ser elegido como rey del desfile.
Sr. Martin: La verdad me tomo por sorpresa… ¡por quinto año consecutivo! ¿Ahora qué tal si lo celebro con…?
Stiles: ¿Beignets? Los más frescos son para usted.
Sr. Martin: No dejes de servírmelos hasta reventar…
Entonces por la puerta entra con un gran grito Lydia.
Lydia: ¡Ay, Sti! ¡Sti! ¡Sti!
Stiles: Hola Lydia.
Lydia: ¡Oíste las noticias!, dile ¡Ay, dile papi!
Sr. Martin: Ah… si, el príncipe Derek…
Lydia: ¡El príncipe Derek, de Beacon Hills, va a venir a New Orleans!, ¿No es divino?
Lydia: Oh… dile lo que hiciste papi… ¡Dile!
Sr. Martin: Pues invite…
Lydia: ¡Papi invito al príncipe… a nuestro baile de disfraces de esta noche!
Lydia: Ah y dile que otra cosa hiciste papi… ¡Dile!
Sr. Martin: Va a quedarse…
Lydia: ¡Va a quedarse…!
Sr. Martin: Va a quedarse en nuestra casa como invitado de honor.
Stiles: Ay, Lydia, que bonito.
Stiles: Te doy un concejito… Mi mamá siempre dice: que “Para llegar al corazón de un hombre se consigue… conquistando su estómago”
Lydia: ¡Ah… ya se!
Sr. Martin: ¿Y ahora que paso?
Lydia: ¡Ay, Sti, es una maravillosa idea!, vas a preparan unos 500 de tus Beignets atrapa hombres… para el baile de hoy.
Lydia: Disculpa, papi. ¿Con esto es suficiente verdad?
Stiles: ¿Qué?
Entonces Lydia saca de la cartera de su papá, un gran poco de dinero y se los entrega todo a Stiles.
Stiles: Esto es más que suficiente Lydia. ¡Lo logre! ¡Voy a comprar mi restaurante!
Lydia: ¡Por fin esta noche va venir mi príncipe!, ¡Y te aseguro que se me valla!
Entonces Lydia, toma la mano de su papá y sale corriendo.