Se escuchan correr por todas partes, gran cantidad de soldados provenientes de las regiones de Caloría, Francia y Shimarron Menor, todos corren a gran velocidad, la caballería y los demás destacamentos ya se encuentras posicionados en los muelles, las flotas navales inician la partida y los cañones se preparan, los buques de Nuevo Makoku están arribando a las costas de Caloría, sus cañones apuntan asía el sur, la mirada de los soldados es de terror y sorpresa; seres que emergen de las profundidades del mar van creando devastación a las costas de Caloría, los que allí están presenciando tan apocalíptico escenario no lo pueden creer, todos se preguntan qué clase de extrañas creaturas son estas, enormes, escamosas, viscosas, con ojos rojos y de grandes mandíbulas, de sus espaldas enormes alas que empiezan a desplegarse, diversas figuras son las que salen de las profundidades del mar azul.
Los generales no esperan mas e inician con su ataque disparando los potentes cañones y catapultas, lanzando enormes rocas envueltas en llamas que van impactándose en los seres de proporciones inmensurables, los despojos de los cuerpos que van cayendo al mar van desintegrándose y contaminando el agua, dejando un fétido olor provocando en muchos de los soldados terribles malestares como si se tratase de un veneno potente.
----¡¡¡¿¿Pero qué demonios es esto??!!---
---Debemos salir de costas de Caloría antes de que nos alcancen esas extrañas bestias, debemos informar al Maou sobre esto y proteger Nuevo Makoku, no podemos quedarnos aquí.----
---¡¡Pero Gwendal!!---
---¡¡NO PODEMOS HACER NADA POR ELLOS, ENTIENDALO SU SANTIDAD!!---
---¡¡Por Shinou, esto es terrible!!---
---Otochan, por favor debemos Salir de aquí, si nos quedamos podríamos correr con la misa suerte, mi Otosan jamás me perdonaría si te dejo aquí, por favor… ¡¡OTOCHAN!!—
--Está bien, vámonos… no puedo seguir viendo esto---
La embarcación donde viajaba el Gran Sabio junto a él General de las fuerzas militares de Nuevo Makoku Gwendal y demás leales soldados dieron media vuelta al ver que aquellas horripilantes bestias, reducían a añicos las fronteras de dichos reinos.
Su prioridad ahora es proteger y salvaguardar el reino y a su Maou, buscando la mejor manera para afrontar tan terribles bestias, a mediados del mar lejos de aquel caos, una embarcación llegaba al punto de traslación donde serían tele transportados al reino de Dracon`s donde los esperaban ya la escolta real del rey Raiden, quienes esperaban ansiosos la llegada del príncipe Nathaniel a tierras Draconianas.
El joven príncipe se encontraba en sus camarotes repasando una y otra vez aquel incidente en sus habitaciones, en Pacto de Sangre y como se dieron las cosas. Un inmenso carmín se apoderaba de sus mejillas y una sonrisita nerviosa salía desde su interior, se mira al espejo y mira su ser de un lado a otro, se observa detenidamente el rostro y sonríe aún más.
Se lanza de espaldas a la mullida cama y pega un hondo suspiro, mientras mira al techo de su camarote, no puede evitar sentir emoción, la causa de tales sentimientos un oji verde que se quedó en Pacto de Sangre.
---Lo sabía, lo sabía, no te soy indiferente Yue, jijijijijiji… cuando regrese te convertiré en mi prometido, sea como sea, serás mío---
Decía mientras se abrazaba a una mullida almohada y rodaba lado a lado con alegría y emoción, de repente se levanta de golpe y mira con seriedad al frente viendo asía el espejo, con una destellante mirada en sus turquesas orbes.
---Pero antes me desharé de cualquiera que se interponga en mi camino, empezando por esa chica, debo ver la manera de sacarla de la jugada. Yue es mío, solo mío.----
La mirada con determinación que presentaba en esos momentos aquel rubiecillo era de temer, determinante, firme, sin dudas dentro de sí. Un chico que a pesar de mostrarse siempre dulce y tierno, dentro de si sigue siendo un hombre; que está dispuesto a todo con tal de conseguir lo que quiere.
Y lo que quiere tiene un nombre, Yue Shibuya Bielefeld, el arrogante y patán príncipe de Pacto de sangre, dicen que los polos opuestos se atraen, quizás este sea también el caso.
Un dulce, inocente, bien portado principito salido de cuento de hadas, de piel blanca como la nieve, de principios arraigados y de valores inquebrantables. De una nobleza única y pureza de corazón, determinado al momento de actuar, jamás duda de sus acciones y nunca se retracta de lo que hace, siempre consiente y responsable, nunca da un paso sin saber antes que terreno es el que pisa.
Este bello chico de ojos turquesa, de dorados rizos es quien está profundamente enamorado de un desastre de persona como lo es Yue Shibuya, coqueto, altanero, desobediente, atrevido, nunca mide el peligro, temerario, amante de las emociones fuertes, valiente en los momentos que debe ser y arrogante con todos, se sabe con grandes virtudes y de un poderoso Mayorku, por ser hijo del Maou heredo el dominio del elemento agua, por ser hijo de Wolfram un demonio de fuego y mitad Tenshi, controla también el fuego, más dentro de este jovencito habita un poder muy especial, regalo de su abuelo Shinou.
Este joven príncipe, de carácter alegre y despreocupado, de indecisión al momento de elegir qué camino seguir, de un gran deseo de aventura, es el causante de que ahora aquel rubio no deje de pensar día y noche en el.
Nathaniel da un pesado suspiro mientras va recordado como fue aquel instante que le abrió la posibilidad de conseguir el amor de Yue, más la preocupación por la salud de su Madre está presente en su corazón.
En las habitaciones de un pelinegro la cosa no es muy distinta, se encuentra sentado viendo al horizonte, como añorando algo y a la vez un tremendo enojo cada que recuerda lo acontecido en la alcoba del rubio.
FLASHBACK.
El pequeño Nath iba a toda prisa a su alcoba para alistarse y zarpar de inmediato para ir a donde su madre enfermo, entra con rapidez olvidando cerrar la puerta, el príncipe Yue seguía en el despacho de su padre cuando escucho que su Hahaue también partiría, por lo que decide abandonar el despacho dejando a todos con sus deberes, aprovechando también que su linda prometida estaba distraída escuchando la conversación de los monarcas, quienes se ponían de acuerdo para el viaje del consorte real.
Yue va instintivamente hasta la habitación de Nath, por mera curiosidad al ver la puerta entre abierta decide entrar sin llamar antes, encontrándose con una linda imagen tan encantadora y poco común, un bello querubín de piel blanca resplandeciente estaba prácticamente desnudo, estaba mudándose de ropa cuando Yue entro, provocándole un sonrojo al príncipe Shibuya, quien por un minuto se cubre los ojos, y va cerrando la puerta, el lindo niño de rubios rizos al escuchar el cerrarse su puerta voltea sorprendido y algo apenado al ver quien está en sus habitaciones.
---¡¡¡¡Yu…YUE!!!---
---Eto… Eto… b-bueno, yo venía a ver si… Eto Hehehehe… ver si ocupabas algo antes de partir.---
---¡¡¡¿¿Qué hace aquí??!!! Por favor salga de inmediato----
El encendido rostro del príncipe Nath resultaba encantador para Yue, quien al contrario de la petición del más pequeño este decidió acercarse más, el que él dulce niño se cubriera su infantil cuerpo con un almohadón era algo realmente tierno para Yue, quien no pudo evitar sonreír al verlo tan indefenso y sonrojado, tenía su melena suelta por lo que sus cabellos llegaban hasta sus hombros ensortijándose por si solos, si no es porque sabe que es un chico juraría que es una dulce doncella.
Yue se acerca peligrosamente a Nath, quien va retrocediendo hasta pegar en el borde de su cama, el príncipe Shibuya esta como hipnotizado pues no deja de mirar a tan linda creatura, quien empieza a temblar de nervios y pena por la presencia de este en su cuarto, en eso Yue alza su mano y acaricia la mejilla de Nath, haciendo que este se sorprenda y de un manotazo apartándolo de su ser.
---¡¡¡NO ME TOQUE!!!---
Aquel grito por parte de Nath, provoco en Yue todo lo contrario pues pudo escuchar su nerviosismo y la aguda voz de aquel lindo infante, se acerca aún más y de un movimiento rápido lo captura y tumba a la cama quedando por encima de este.
Los ojos turquesa de Nathaniel se abren con sorpresa al ver lo precipitado de su oji verde, quien no deja de perder detalle de aquel angelical chico.
---Realmente eres muy lindo… sabes, antes de que llegara Alexia nosotros estábamos en algo, ¿lo recuerdas?—
El corazón de Nathaniel late sin control, al sentir como los labios de Yue se unen a los suyos, el joven que está encima del es realmente sensual y sus ojos le fascinan, por un momento el pequeño Nath permite que Yue haga de él lo que desee su corazón, entregándose a ese sensual beso, aun con su cuerpo temblando por la impresión y nerviosismo, va cediendo a las manos de un Príncipe con más experiencia en esas artes, quien recorre con sus palmas sus delgadas y suaves piernas, produciendo un escalofrió y sonrojo descomunal.
-----Es…Espe…Espera por… ahh… Por fa… vor… ahhmm… hmmm..---
Las manos de Yue acariciaban con gentileza y detenimiento cada centímetro de la piel del rubio, quien pide casi en una voz inaudible que se detenga, mas Yue captura una vez más aquellos labios y los besa con mayor intensidad.
Las cosas se están tornado demasiado peligrosas para el pequeño que debe reaccionar o se convertirá en el amante del príncipe, y como noble miembro de la realeza no se puede permitir tal cosa, a pesar de que realmente le está agradando cada acción del príncipe Shibuya debe detener le
.
---¡¡¡D-Di…. Dije, BASTA!!!---
Y de un fuerte empujón arroja a su acosador al piso, cayendo este de posaderas, quedando sorprendido por la repentina fuerza de aquel chiquillo quien con bastante facilidad le apartase de sus ser.
El bello niño se recorre hasta quedar del otro lado de la cama y trata de recuperar un poco el aliento, le mira con esos hermosos ojos azul turquesa y con el encantador carmín encendido en sus mejillas, Yue se levanta de golpe del piso y vuelve sus pasos asía la salida, mas antes de irse le regala una sonrisa y en sus ojos un destellante mirar. Nath, traga en seco tal parece que ha firmado su sentencia de muerte o algo así, pues siente como un aura obscura se refleja en el entorno de Yue. Esta por abrir la puerta y salir de aquella habitación, realmente molesto por no conseguir su cometido cuando una mano le detiene su avance.
---¡¡¡Espera!!! ¿¿P-Por…Porque me hiciste todo eso??----
--- … ----
--- ¿¡Su alteza ya tiene prometida y más sin embargo se atreve hacer estas cosas!? ¿¿Por qué??---
--- … ---
--- ¡¡Responda!!---
Yue se da vuelta y coge por la cintura al pequeño niño quien le mira con seriedad y un poco molesto, al parecer esa reacción le ha agradado, es diferente a todos los demás, cualquiera en su lugar definitivamente estaría feliz de entregarse a él, mas este niño no… él se ha resistido a su embrujo, a su sensual manera de besar y a sus habilidosas caricias, era notorio que aquel bello príncipe de cabellos dorados estaba acalorado, muy acalorado, mas no se permitía un paso en falso, no hasta conseguir que fuera para él, por lo que su estrategia tal parece dar sus frutos.
----- ¿¿Por qué, me preguntas mocoso??—
----- Ss-si…. ¿Porque, por que hace todo esto??----
---¡¡Pues te diré!!
Se acerca más a su rostro, lo repega mas a su cuerpo, aquel crio esta que se derrite entre los brazos de Yue, le gusta, le gusta mucho. Mas debe contener sus emociones y no permitir que aquel se dé cuenta de que tan enamorado esta de su persona.
---- Yo… siempre hago lo que a mí me gusta, con las personas que a mí me gustan. Por ahora te has salvado mocoso, pero… no pienses que siempre será así---
---¡¡¡No soy un mocoso!!! Y más le vale no volved a hacer estos actos tan impropios a mi persona, Suélteme, suélteme, ya déjeme… alejaos de mí su alteza… ¡¡YO NO SOY COMO LAS ZORRAS CON LAS QUE OS ACOSTAIS!!---
Yue queda sorprendido por aquellas palabras y no puede evitar reír a carcajadas por la cara tan sulfuran te, que muestra el pequeño Nathaniel, quien está realmente molesto, si le quiere, le quiere mucho pero no permitirá le use como a un objeto, eso jamás.
---- ¡¡NO OS VURLES DE MI!! AHORA LARGAOS, FUERA, FUERA DE AQUÍ!!---
El pequeño príncipe lleva a empujones fuera de su habitación a el príncipe Shibuya quien sigue muerto de la risa, pues se ve adorablemente gracioso aquel chiquillo todo enfadado, mas no quiere salir y dejar las cosas así, por lo que se detiene al marco de la puerta, el pobre Nath quiere seguir empujándolo asía fuera pero Yue muestra tener más fuerza que el pequeño, lo toma de la mano y lo jala asía èl, el rubio se sorprende demasiado al sentir aquellos labios una vez más en los propios, aquel beso es corto más se siente diferente a los primeros se pregunta que será.
---La próxima vez si no quieres que esto pase, cierra la puerta antes de mudarte de ropa.---
---- ¡¡¡ ¿¿¿ que???!!!----
---Ah y una cosa más, deja de verme con esos ojos, o la próxima vez no me detendré, ¿lo has entendido?----
--- ¡¡NO SEAS ESTUPIDO!!----
El pequeño Nathaniel por un momento perdió la calma y la compostura, elevando más de la cuenta sus vos y sus palabras; sorprendiendo a el oji esmeralda que veía un carácter distinto al acostumbrado en aquel entonces, no sabe que decir pues es la primera vez que alguien lo está rechazando y lo que es peor, le empieza a agradar aquel criajo.
----¡¡Yo no os permitiré me tome como un juego, si queréis algo conmigo terminad con su actual relación!! O de lo contrario hágame el favor de no volveros a quitad mi tiempo, ahora largaos, que tengo prisa por partir de estas tierras.---
--- Oye me moczk!!!----
De un portazo saca por completo a Yue y le estrella la madera en su cara dejándole un pequeño hilo rojo escurriendo por sus fosas nasales, el pelinegro camina molesto asía su habitación y da un fuerte portazo tirándose en la cama, se cubre la cara con el dorso de su mano mientras empieza a reír a carcajadas por lo acontecido, ese chiquillo le parece un pasatiempo divertido y lo ara que se doblegue ante el pidiendo un poco de su amor.
Le ha tomado como reto personal y no piensa dejar escapar la oportunidad de hacer rabiar a mas no poder a aquel crio.
Mientras en la habitación de Nathaniel el pequeño se recarga en la puerta y da un pesado y hondo suspiro, siente su cara ardiendo de vergüenza y su corazón con un acelerado palpitar. Sonríe y con la yema de los dedos repasa sus labios mientras recuerda aquellos besos que le diese el joven de cabellera azabache, le gusta, le gusta mucho y ahora sabe que no le es indiferente.
Más un problema tiene aún entre manos, pues a causa de aquellas excitantes sensaciones y emociones la adrenalina generada le ha causado una pequeña erección, el pequeño se tapa la cara de vergüenza pensando que quizás Yue pudo darse cuenta de su estado actual.
Mientras en las habitaciones de Yue, el príncipe Shibuya sufre del mismo mal, el chiquillo logro provocarle demasiado, después de todo se veía tan lindo, tan peligrosamente “violable” sería imposible no haberse excitado teniendo a aquel querubín de piel tan suave como la seda y tan blanca como la nieve y no sentir nada.
Yue tiene dos opciones, darse una ducha y liberarse en el baño o buscar una caritativa alma que quiera solucionarle el problemita.
Se queda mirando asía el dosel de su habitación y opta por satisfacer su necesidad en la regadera, pues la única que sabe estaría más que dispuesta a ayudarle en ese problema es a quien menos quiere cercas de su persona y el tener intimidad con aquella chica seria darles falsas esperanzas y él no quiere realmente estar atado a una persona que simplemente no siente nada por ella.
FIN DEL FLASHBACK.
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El príncipe Shibuya empezaba a cuestionarse si las cosas que despertaba en él aquel niño, ¿era pura atracción física? que si era solo uno más del montón que después de pasar por sus manos seria borrón y cuenta nueva, más una duda invade su mente, ¿y si no es así? ¿Si en verdad empieza a sentir algo por aquel príncipe “don perfecto”?.
En eso estaba cuando un guardia llama a su puesta, el joven de ojos esmeralda permite que ingrese a sus alcobas aquel hombre, el soldado entra muy exaltado diciendo que su padre le solicita en el despacho.
Yue se sorprende por aquella petición y no quedándole más remedio atiende al llamado de su padre, va en camino a donde el despacho de Yuuri y al ingresar a este lo que encuentra le hela la sangre, el rostro desencajado de el gran sabio y la angustia remarcada en la frente de Gwendal, así como el notorio desconcierto de su padre, es clara muestra de que algo anda mal, muy mal.
---Yue… quiero que te vayas por un tiempo a la tierra, debo resolver unas situaciones muy delicadas aquí y no podre estar tranquilo hasta saberte a salvo---
---¿¿Qué dices Padre?? ¿Pero por qué debo marchar a la tierra?---
----- Es importante que así lo hagas, no puedo decir más por ahora, tu madre en cuanto regrese también te acompañara, por ahora quiero que vayas a buscar a tus hermanos y partan de inmediato a la tierra---
---¡¡Pero Padre!!---
--- Es esta mi voluntad y se hará respetar, así que parte de una vez---
Shibuya en verdad estaba preocupado por sus hijos por lo que ha decidido enviarlos todos a Japón donde sus padres y así protegerlos de aquellas extrañas creaturas que han emergido desde el fondo del mar.
Yue acepta a regañadientes, y va en busca de sus hermanos para partir de inmediato a la tierra, por otra parte en los jardines de palacio las tropas de Nuevo Makoku se alistaban para enfrentar aquella terrible amenaza que no tardaría en tocar tierras Mazoku.
Yue al ir con sus hermanos al templo de Shinou logra ver a su buen amigo Andrew, quien dirige a unas cuantas tropas, el rostro de seriedad y preocupación es notable para el joven príncipe que decide ir hasta donde este y preguntarle directamente que es lo que está pasando.
---¡¡Andrew!! ¿Dime que es lo que está pasando, por que las tropas se están movilizando??---
---Mis órdenes son no revelar información confidencial al su alteza por favor no me quite más el tiempo debo preparar a mis hombres,…--
---¡¡Ya para de esa estúpida actitud Andrew!! Me dirás que pasa sí o sí.---
Le toma de las solapas de su uniforme y lo zarandea un poco, Andrew le mira con enojo, esta vez no se trata de un juego y sabe que aquel chico de ojos jade no está preparado para lo que se avecina a Shin Makoku no solo se trata de los Mazoku, sino de todo el planeta, de un revés se suelta del agarre del príncipe y lo empuja haciendo lo caer al piso, desde allí Yue logra ver el enojo y preocupación de Andrew, este solo le mira por un momento y sin decir nada más da la media vuelta y regresa a donde su destacamento.
Yue no piensa darse por vencido, por lo que decide antes que nada poner a salvo a sus hermanos, toma de la mano a la linda Litzel y de la otra toma a su pequeño hermano que pareciese la viva imagen de su madre a excepción de sus ojos negros.
Va en dirección del templo de Shinou donde ya le esperaba Urilke quien los recibe con aquella mirada dulce y tranquila tratando de ocultar aquella enorme angustia, también está en el templo el Gran Shinou, que mira atento una enorme esfera donde puede apreciar aquel caos y destrucción que están causando aquellos seres de las profundidades del mar, su semblante es realmente serio, como nunca pensó que le vería.
--- ¿Abuelo Shinou, que está pasando?---
Pregunta con determinación, Yue es la primera vez que se le ve serio, como todo un verdadero monarca preocupado por su pueblo y lo que pueda pasar, realmente se ve interesado por saber qué es lo que ocurre, Shinou le mira y le invita a que vea en su esfera mágica, Urilke se queda preocupada y trata de impedir que Yue vea el holocausto que van dejando a su paso aquellas bestias.
Al ver Yue con sus propios ojos como es que las cosas están, un terrible dolor se apodera de su pecho, había tantas y tantas personas que conocía en Caloría, Francia, Shimarron Menor, baja la cabeza doliéndose por la muerte de todos y cada uno de esos pobres que fuesen victimas de esas terribles creaturas, en eso un pensamiento cruza su mente.
---¡¡KASANDRA!! Debo saber si ella está bien, Abuelo… ¡¡por favor muéstrame donde esta Kasandra!!---
La esfera mágica no puede mostrarle a aquella persona que desea ver, pues solo muestra donde se encuentran o se encontraban Mazoku, se desespera y deja al cuidado de Urilke a sus hermanitos, toma su caballo y sale a todo galope a Pacto de sangre, llega y logra ver a todo el destacamento a punto de partir, baja a toda prisa y va a donde Andrew, quien está listo y dispuesto para enfrentar a tan terribles bestias.
----¡¡ANDREW!!---
---- ¿A qué has venido estúpido? Deberías estar ya en Japón.----
----Después veremos eso, espera aquí.---
---Lo siento debo marchar---
---¡¡ES UNA ORDEN!!—
Es la primera vez que Yue habla con tanta fuerza, los soldados así como el hijo de Shinou se han quedado sorprendidos, detiene su pardita unos minutos en los que ingresa Yue a toda velocidad a palacio, se dirige a donde el despacho de su padre, y es allí que de un inesperado golpe abre las puertas, sus ojos destellan y miran a su padre con enojo y suma preocupación.
---¡¡¿¿Acaso creíste que no me daría cuenta Padre??!!!---
---¡¡Yue…!!---
---Crees que Madre permitiría que te dejase solo, jamás me lo perdonaría, es ahora cuando más me necesitas Padre, no pienso irme de aquí, me quedare a tu lado y defenderemos nuestro reino.---
---No es algo que tu decidas, ahora mismo el Maou debe de pensar con serenidad y estando tu aquí…---
---NO ESTOY HABLANDO CON USTED GENERAL GWENDAL, ESTO ES ENTRE MI PADRE Y YO…
---¡¡¡COMO TE ATREVES MOCOSO!!!---
---…Gwendal, por favor… el príncipe y su Majestad deben hablar entre ellos, vamos a fuera---
---Creo que será lo mejor, Shibuya, Yue. No tarden demasiado ¿de acuerdo?---
Ambos pelinegros voltean a ver al gran sabio y asienten con la cabeza, mientras que todos los demás van saliendo del despacho del Maou.
---Así que Shinou no pudo quedarse callado y simplemente apegarse al plan---
---El abuelo jamás me oculta nada, lo sabes padre, pero… ahora mismo no estamos hablando de eso… ¿Cómo piensas que vas a vencer a esas bestias sin mi ayuda? Sin mi madre aquí para protegerte, tu eres el Maou y debes estar a salvo.---
---Pero tú eres mi hijo y Wolfram la persona que más amo, tú y tus hermanos son quienes me preocupan, por eso quería que se quedaran con mi madre en Japón hasta resolver todo esto, mientras Wolfram este en Dracon`s no tengo de que preocuparme y si estoy aquí sé que estaré bien, tengo leales súbditos y amigos que me apoyaran y superaremos esto juntos, por eso … por eso no es necesario que tú te quedes Yue.---
---¡¡¿¿NO ES NECESARIO??!! PADRE, YA ESTAN AQUÍ AQUELLAS BESTIAS, LAS HE VISTO CON EL PODER DE SHINOU… no me pidas que te deje solo, mis hermanos ya están en Japón, pero… no me pidas que te abandone.. Por qué no lo are.----
---¡¡Espera Yue!!---
El joven príncipe sale del despacho del Maou y va en dirección a sus habitaciones, se cambia de ropas y toma su espada, baja a toda prisa por las escaleras y toma su caballo se une a Andrew, quien le mira con aquella determinación que jamás pensó ver en él.
--- ¿¡Que se supone que haces estúpido!?---
---¿¿Estas ciego?? Nos vamos a proteger el puerto, no hay tiempo que perder.----
---¡¡Estás loco!! Ni siquiera sabes cuales son las instrucciones de la misión…---
Yue le mira fríamente mientras con una mano le toca el rostro, un resplandor azul sale de su mano y brillan con intensidad sus ojos, suelta el rostro de Andrew y hace avanzar su caballo, adelantando el paso.
---Ahora ya lo sé… así que pongámonos en marcha---
El Maou sale de pacto de sangre y ve como su muy amado primogénito sale junto a sus tropas, sabe que es tanto o más terco el mismo, por lo que será imposible hacerlo desistir, decide seguir el plan que le aconsejo su estratega Murata, reforzando las murallas de Pacto de Sangre y mandando mensajeros a las 10 familias para que estuviesen preparados, pues era eminente la batalla.
Esta vez la supervivencia de los Mazoku tanto Humanos era primordial, Yuuri toma a Molgrif y se prepara para salir también en dirección a los muelles de Nuevo Makoku.
---Su majestad, ¿está seguro de dejar ir a su alteza al frente junto con las demás tropas?---
---Es Yuuri, Conrad. ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? Además, Yue es tan terco e igual a mí, por lo que sé que no sedería y de todas formas terminaría yendo a la batalla, se parece tanto a su madre, que estoy seguro que si Wolf estuviera enterado ya se hubiese regresado de Dracon’s, no es que me alegre que su hermano este enfermo, pero doy gracias al Shinou por que está lejos de todo esto.
--Entiendo Yuuri, pero de todas maneras creo que no es bueno que su alteza esté al frente de batalla. —
---No tienes por qué preocuparse tanto Sir Weller, recuerde que lo acompaña mi hijo Andrew, él se encargara de que nada le pase, puede estar seguro de ello.---
---Ya se han mandado a los mensajeros a las tierras de las 10 familias, solo nos resta esperar y reforzar nuestras fronteras.------
--Gracias Gwendal, ¿han mandado los destacamentos al reino de Zurita?---
---Si su majestad, ya hemos mandado refuerzos a donde la Reina Greta.---
---Bien… entonces partamos de una vez.----
El Maou y compañía sale de Pacto de Sangre a reunirse junto a Yue, para así esperar a aquellas terribles bestias y borrarlas de la faz de Shin Makoku, mientras tanto en el camino que va del pueblo al muelle el príncipe Yue encabeza el destacamento que lleva un nuevo armamento creado por Asinina, quien todo el tiempo la pasa en su laboratorio más en esta ocasión va también en esta encomienda, desea saber qué clase de seres son estos y de qué manera poder exterminarlos con más facilidad y eficacia.
En el pensamiento del joven príncipe una sola persona está presente Kasandra, a pesar de que no es nada suyo, siente que es su deber el ir y salvarla después de todo es la chica que hasta ahora más le gusta y con la que realmente el deseaba casarse un día.
En otra parte de Shin Makoku en el puerto casi devastado de Caloría los sobrevivientes se dirigen a las fronteras con Francia y Shin Marrón menor, el Rey Saralegui dispone sus tropas para el resguardo de sus fieles súbditos, empiezan a crear barricadas para impedir el paso a los enormes monstruos que salen del mar, hasta ahora son más de 7 creaturas que han emergido de diversas formas y tamaños, unas con grandes alas y otros parecieses serpientes que se arrastran por debajo de la tierra saliendo de repente sorprendiendo a los incautos.
---¡¡Padre!! ¿¿Qué vamos hacer??---
---No te preocupes querida, papá tiene todo bajo control. No dejare que te pace nada malo mi querida Kasandra---
---Padre, tengo miedo---
----Mientras este a tu lado no hay nada que temer, además Barias está con nosotros---
---Así es su majestad, no debe inquietarse princesa Kasandra, pues yo daré mi vida antes que permitir que esas creaturas le toquen un solo de sus cabellos.---
----¡¡Barias!! Gracias…---
La bella hija de Saralegui se resguarda en los cálidos brazos de su padre, quien le acaricia con ternura sus cabellos, después de todo es lo único que atesora con su alma, después de la muerte de su esposa al dar a luz a su querida hija, todo su amor se volcó en esta pequeña quien le ama con devoción.
Una bella joven de largos cabellos castaño claro casi dorados, con los ojos tan resplandecientes y bellos como los de su padre, de tez perlada y de una agraciada belleza, la hija del monarca de Shimarron Menor confía plenamente en las palabras de su muy amado padre.
Mientras el terror se esparcía en los reinos de Caloría y Francia, Pequeño Shimarron aguarda por recibir noticias de parte de Gran Shimarron quienes mandaran refuerzos, para contener a tan terribles seres.
En esos momentos de angustia que Vivian en Shin Makoku, otra situación poco común se llevaba a cabo en tierras Draconianas, por fin el barco de Nuevo Makoku arribaba al puerto de Erandy, donde esperaban con impaciencia al príncipe Nathaniel, al encallar el barco en el muelle el joven príncipe de rubios cabellos baja del navío con elegancia y solemnidad, acompañado de otro ser de belleza inigualable, el Consorte real de Pacto de Sangre estaba allí, los fieles sirvientes de su majestad Diam, hacen una reverencia y los reciben con gran alegría.
----Su excelsa alteza, sea bien venido a su humilde reino---
---Gracias Magia, ¿y mi Chichiue, donde se encuentra?---
---Su majestad el gran Rey Raiden está en una encomienda en reinos de Pandora su Alteza---
---Ya veo, gracias por venir a recibirnos, Magia, Cristal, Kronos. Son muy amables.---
--- ¿Cómo se encuentra mi hermano?---
---Su majestad Bielefeld, la salud de vuestro hermano a mermado mucho estos meses, por lo que nos hemos visto en la penosa necesidad de mantenerlo en suspensión inanimada.---
¡¡¡¡¿¿Cómo dices??!!!---
---Al parecer no responde favorablemente a los tratamientos místicos y médicos que hemos implementado a su majestad Owen, tal pareciera como si el no deseara sanar.---
---¡¡No digas eso Cristal!! Mi Hahaue, se recuperara, ya lo veras---
---Tiene toda la razón su alteza, perdonadme, he sido una insensata---
---Vamos pues, no perdamos tiempo, tal vez yo pueda ayudar a sanar más pronto sus males---
---Como su majestad Bielefeld lo diga, por favor subid al carruaje---
Wolfram y Nathaniel suben a un extraño Vehículo que está suspendido en el viento, el cual utiliza magia para poder moverse, ya estando en aquel extraño artefacto en un abrir y cerrar de ojos llegan a palacio, al parecer el monarca de Dracon`s mando a su amado Owen a que descansase en Erandy uno de sus tantos reinos conquistados por sus antepasados, y preservado bajo el dominio de los Dragones.
El palacete de Erandy es conocido como el Castillo de la Cruz de Rosa, un bello nombre para un majestuoso palacete de enormes pilares de mármol blanco, con grandes jardines de rosas, un hermoso lago al frente que pareciese un enorme espejo donde se refleja aquel monumental palacete, lo que más llama la atención de dicho palacio es que estaba repleto de bellas jovencitas de diversas edades, todas vestían túnicas blancas y en su cabello una corona de flores, todas aquellas damas eran llamadas Novicias, estaban allí para cuando el príncipe Nathaniel cumpliera su mayoría de edad y escogiera a una de entre todas para ser su Reyna, mas no eran las únicas novicias que habían en este palacete, en el ala sur se encontraban también un grupo de jóvenes realmente hermosos, de físicos envidiables, algunos de apariencia dulce y sumisa y otros más varoniles y de aspecto más rudo y fornido.
Estos eran los Pretendientes del Joven Nathaniel, quien esperaban pacientemente a que el bello príncipe cúmplase sus 16 años y convertirse en su consorte, tanto aquellas lindas damiselas como aquellos apuestos y encantadores jóvenes, eran los pretendientes de Nathaniel que desde que vino al mundo sus padres los educaron única y exclusivamente para servir y ser solo del Príncipe Nathaniel, según la tradición en Erandy los primogénitos del reino que nacieran 5 años antes y 5 años después del nacimiento del primogénito del Rey, debían ser educados exclusivamente para convertirse en su futura pareja, es por eso que había diversos jóvenes y damas de edades diversas, que esperaban por desposarse con Nathaniel, y de hecho desde que nació el Príncipe ya le amaban, es decir todos estos y estas que se encuentran en Erandy aman incondicionalmente al Nathaniel no importando que este quiera o no estar con ellos.
El recibimiento por parte de los pretendientes a el príncipe no se hace esperar, las bellas chicas corren a abrazarlo y besarlo, todas lo adoran y desean estar con él, el mayor tiempo posible, por parte de los Novicios, unos esperan con calma a que aquellas chicas terminen de recibir al príncipe, otros no tan tranquilos luchan contra aquellas chicas por arrebatárselo de los brazos, y otros más solo lo ven como si se tratase de un dios con unos ojos de profunda admiración y veneración.
Wolfram mira con asombro y algo de preocupación a todos y todas estas pretendientes que acosan a el encantador Nath, una gotita resbala por su frente al pensar que Yue tiene una gran, gran, gran competencia si es que se decide e intenta convertirse en el prometido de Nath, además de que tal parece que ambos príncipes tienen una larga lista de amantes pretendientes, Yue a diferencia de Nath ha dado rienda suelta a su naturaleza y ha probado de todo en los últimos años, mientras que Nathaniel al parecer se porta neutro con todos sus pretendientes es amable y atento mas no les da alas a ninguno, ciertamente eso tranquiliza a el oji esmeralda que por un momento creyó que quizás su sueño, de que su hijo y Nath se comprometieran estuviese en solo eso, un sueño.
Al llegar a donde las habitaciones de Owen, este se encuentra en una especie de espera dorada donde el bello Tenshi permanece en un sueño suspendido con sus alas platas rodeando su cuerpo solo se logra apreciar su rostro sereno, todo a causa de aquel sueño, unos extraños artefactos están cercas de aquella esfera de energía que va midiendo los signos vitales de Owen.
El ver de esta manera a su hermano, para Wolf es un fuerte golpe a su corazón, corre hasta llegar a aquella esfera acerca su mano y le toca, de pronto poco a poco va abriendo sus ojos aquel bello Tenshi, que al ver a su hermano sonríe gira su mirada a un lado y allí esta su amado hijo, el pequeño Nath se acerca y extiende también su mano Owen sonríe y nuevamente vuelve a caer en un profundo sueño.