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15 Días por Pandicornio145

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Notas del capitulo:

LAMENTO LO TARDE DEL CAPITULOOOOO

Me pase el día haciendo maletas porque mañana Jueves me voy pal sure~ y me súper atrase con el capítulo. 

Pero bueno, llego el día quince,  el final de las dudas de Furi, el juego y este fic. 

Espero disfruten este último capítulo, les guste y de verdad muchas gracias por todo. Muchas gracias por todo. 

[19] Día 15

Furihata se movía nervioso por su casa.

Habían pasado exactos quince días desde que empezó a salir con Akashi, y finalmente hoy quedarían en decidir si saldrían oficialmente o esto quedaría hasta ahí, y lo olvidaría sin más.

Era complejo.

Le encantaba Akashi, era precioso y de verdad le gustaba, pero en realidad no encajaban.

Furihata era un extra en todo sentido. Sobraba en todo, no tenía madera de protagonista. Era ordinario, pura rutina.

Akashi era magnífico. Completamente maravilloso, imponente. Era un Emperador de tomo y lomo.

Y ese era el problema.

Los Emperadores no se enamoran de Plebeyos.

Giró en torno a la habitación otra vez y se despeino desesperado.

Akashi pasaría por él a las tres de la tarde, y ya eran las dos y media.

—Cálmate Kouki—se susurró a sí mismo—cálmate. 

Se sentó en la mesa del escritorio y suspiró, mirando fijamente el póster de la NBA que había en su cuarto.

Recordó haber entrado al equipo de basketball por una chica, pero terminó viviendo ese deporte.

Recordó cuando la entrenadora lo puso a jugar en contra de Kaijo, con Kasamatsu Yukio mirándole fijo, sin creerse que alguien como él estuviera en cancha.

Recordó luego cuando lo puso en contra de Rakuzan. "El león versus el chihuahua" les apodaban a Akashi y a él durante el juego.

Recordó marcarlo, haber sido pasado, haber sido marcado por Mayuzumi-san y haber encestado. Recordó haber prácticamente explotado por todo.

Recordó los ojos dispares, crueles, que brillaban con una intensidad dolorosa.

Los recuerda, y ahora los compara con los mismos ojos carmesí, dulces, tan tiernos que ni él lo entiende.

Y no se refiere a los dos Akashi's, porque es un tema complejo, sí, pero entiende que el Akashi con el que habla es el de Teiko, que a veces viene el de Rakuzan con temas de aquí y de allá, que a veces sus ojos son rojos y a veces uno brilla como el oro mismo.

Y es difícil, si, porque a veces se cuestiona cual Akashi le gusta, de cual cayó rendido, cual le fascina. A veces se pregunta con cual de los dos esta hablando, y con cual de los dos quiere hablar.

Pero luego se sienta, y entiende que cualquier parte de Akashi le gusta. La un poco cruel, la controladora, la demandante (por más masoquista que suene), y la dulce, la generosa, la amable.

Porque le gusta Akashi, y no importa lo que sea Akashi, a él le fascina igual.

Y luego viene el tema que no entiende, que es la delicadeza del Emperador, los ojos amenos y la sonrisa tan dulce que se siente nadar en un mar de azúcar.

Akashi es dulce, es duro como el infierno, es tan cruel como amable y tan malicioso como gentil.

No lo entiende, y lo ama. Le encanta.

El timbre suena y antes de notarlo las tres de la tarde de un día sábado en medio de Enero llegan.

Baja, despidiéndose de su madre con un beso en la mejilla y un "volveré pronto", de su padre con un saludo entre hombres y de su hermano con una sonrisa.

—Ten todo claro, Kou—le susurra Hikan y él asiente.

—Ya lo tengo todo claro, Hi

Ambos se sonríen como confidentes que son y Kouki sale de la casa con sus botas de invierno.

Al salir esta él, de perfectos cabellos magenta y dulce sonrisa que solo le da a él.

Kouki le devuelve el gesto.

—Buenas tardes, Kouki.

—Buenas tardes, Akashi-san.

Akashi le deja un beso en la mejilla, Kouki le sonríe con una dulzura máxima y ambos caminan con los meñiques emtrelazados.

Van a comer al Maji Burguer como adolescentes normales, luego caminaron un rato juntos, sin rumbo alguno más que los ojos ajenos.

Llegan al parque donde Akashi le propuso enamorarlo, donde Kouki tomó valor por primera vez y donde ambos sintieron a piel de piel.

Akashi se pone en frente de Furihata y le sostiene ambas manos, las acaricia con los pulgares y lo mira.

—Debo irme a las seis, Kouki. Pensé que tendría el día libre para ti, pero tengo deberes. Aún así, quiero oír tu respuesta.

Furihata lo mira, le aprieta las manos entre las suyas y apoya su peso en un pie.

Lo mira, le sonríe sin mostrar los dientes.

—Kouki, yo sé que es raro. Yo sé que no nos conocemos prácticamente, pero siento que te conozco. Siento que me gustas aún más. Yo se que te prometí no molestarte si no quieres seguir saliendo conmigo, pero, Kouki, de verdad, no sé qu...—

—Akashi-san—le interrumpe, y se quiere matar por un segundo, porque esta interrumpiendo a el Akashi Seijuurou, pero al siguiente segundo se siente lo suficientemente valiente como para seguir, sin temor—, salgamos.

Y la bomba detona.

Akashi lo mira con un tinte de incredulidad, con una ceja ligeramente más alzada que la otra y los ojos que nunca cambian en algún tipo de expresión facial se abren un poco.

—¿Qué?—susurra. A Furihata le asusta el tono de su voz, porque suena grave y casi intimidante, pero la dulzura impregnada le quita el miedo.

—Salgamos. Más de quince días. Mucho más que quince días. Quiero salir con usted, y espero que usted aún quiera salir conmigo.

Y Akashi se abalanza sobre él, le besa las mejillas y la nariz, le aprieta entre sus brazos y lo sostiene con tanta fuerza que pareciera que este momento lo ha esperado toda su vida.

—Claro que quiero, Kouki. Salgamos mucho más de quince días, salgamos todo lo que tu quieras salir, Kouki.

Furihata le devuelve el abrazo con cuidado, lo abraza con dulzura, con delicadeza.

A Furihata le encantaban todas las facetas de Akashi. La dulce de Teiko, la cruel de Rakuzan (y suena mal, pero no lo es), la ternura en sus manos y la gentileza de sus labios.

Kouki lo mira una vez más y sonríe.

La Winter Cup, un parque y un jueguito de quince días le llevaron a alguien genial.

—Salgamos—repite—Salgamos porque me gustas, Akashi.

—Salgamos porque a mi también me gustas, Kouki.

Y se sonríen, se besan y se vuelven a sonreír.

Que sean quince días, dieciséis, diecisiete y los que sean, que si estan juntos, todo esta bien.

 

 

Notas finales:

FIN


 


De verdad,  muchas gracias por todo, por el apoyo, los rws, las leídas y el que siguen durante un año entero (y exacto)  a estos dos. 


Muchas gracias, muchas, muchísimas gracias. 


Nos vemos en el epílogo :D


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