[2] Día 1
Ese día Akashi se levantó especialmente temprano para dirigirse a Tokio en busca de su chihuaha.
Se dirigió a la estación de trenes tempranos y esperó con su caracteristica pacencia. Pasaron unos minutos cuando recibió un mensaje, de Murasakibara.
"Aka-chin, ¿Hoy irás a Tokio, verdad? ¿Me traes dulces?"
Akashi suspiró, rendido. Ese idiota no había cambiado en nada. Cerró el telefonó después de ver la hora en el mismo, y al notar que su tren estaba por llegar, se levantó del asiento y esperó unos minutos antes de que llegara el tren, subiendo lo más rapido posible en el.
Se sentó en un puesto que daba a la ventana y observó el paisaje. No entendía nada. Se había enamorado, o algo así. Y la verdad, no sabe como actuar.
La unica vez que salió con alguien, fue con Murasakibara Atsushi, su ex-compañero de equipo y actualmente amigo y rival en la cancha. En ese tiempo, el creyó estar muy enamorado, pero se dió cuenta que no era más que un gustar cuando Aomine le hablaba del amor.
-No lo entenderías, Akashi-le decía cuando le preguntaba sobre su relación con Kise, aunque luego de ver la mirada del heterocromatico, seguía hablando-Bien, no sé como explicartelo. Cuando estoy con Kise, como que...¡No sé!-exclamaba frustrado mientras revolvía su azulado cabello-Es que en mi cuerpo explota en corrientes electricas cuando nos tomamos las manos. Cuando me mira me siento tan emocionado como en un partido, el mejor y más importante de todos. Me sonríe y billones de mariposas recorren mi estomago. No sé como más definirtelo. Es que no tiene definición, solo se que es maravilloso, y que no cambiaría ese dolor en el pecho, por el loco latir de mi corazón, por nada más
Fue cuando lo comprendió. A el no le pasaba nada de eso con Atsushi. Si, esta bien, el chico no besaba mal y le gustaba pasear con el. Pero era distinto. El, a diferencia de la gente enamorada, no veía el lado positivo de los defectos de Atsushi. Ni tampoco se sentía maravillado al tomar la mano del gigante. Mucho menos su corazón latía como loco. Era, normal. El le gustaba, pero no lo amaba.
El tren se detuvo, ya llegó a Tokio.
Akashi se bajó del tren y se acercó a la salida de la estación. Al llegar a la misma, tomó su telefonó y le mando un mensaje a Kouki, diciendolé que ya iba por el.
Esta vez era diferente. Al ver por primera vez a Furihata, lo encontró simple, burdo. Mediocre. Pero se dió cuenta que era diferente. Furihata era una persona simple, para que mentir. Pero era bueno. Dulce, preocupado. Lindo. Furihata logró cavar hasta lo más profundo de el haciendo cosas diarias, tipicas para el castaño. Pero es que la dulzura con la que ejecutaba todo, el carisma que entregaba, hacía que Akashi soñara todas las noches con tomar esa mano delicada, por lo que se acercó a el. Y lo entendió. Se había enamorado de Kouki.
Akashi tocó el timbre de la casa de Furihata. Esperó pacientemente fuera hasta que escuchó un grito avisando una salida.
-Buenos días-saludó con educación el pelirrojo al notar al castaño salir
-B-buenos días, Akashi-san-Furihata se arreglaba la zapatilla derecha mientras saludaba al heterocromatico. Se sentía nervioso, y es que por alguna razón la confianza que tenía el ultimo día que hablaron, se había ido al oír el timbre de su casa.
-Bien, vamos-Akashi extendió su mano hacia el castaño, esperando que fuera tomada por el mismo, pero este solo se sonrojo y bajo la vista, nervioso. -¿No dijiste que saldríamos durante quince días? Vamos, la mano se me acalambra por tu culpa, Kouki
Inseguro, Furihata extendió su mano y la colocá sobre la mano del pelirrojo, quien aprieta con fuerza la mano del oji-café y lo tirá, colocando su cuerpo junto al suyo.
-Vamos-repite con un tono más suave en el oído del chihuaha, quien solo asiente.
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-¿A-a donde iremos?-pregunta el castaño luego de unos minutos de silencioso caminar
-Como es solo el primer día, haremos algo ligero-respondió Akashi con tu tipico semblante serio-Solo vamos a pasear por la ciudad.
-Me parece bien-responde Furihata más calmado. Estaba asustado de que Akashi quisiera hacer algo muy extraño o refinado, siendo el una persona simple
-¿Kouki?-el pelirrojo interrumpe sus pensamientos con su suave voz
-¿Mh?
-¿Te puedo besar?
Y la cara se le tiñe de rojo. Avergonzado, mira al suelo mientras suelta la mano del heterocromatico, quien extrañado por la reacción, vuelve a tomar la mano del castaño.
-¿Te puedo besar?-repite como si estuviera preguntando cualquier cosa
-N-no...-responde inseguro desviando la mirada hacia el lado
-¿Por que no?-responde demandante
-P-porque es el primer día....-responde aún más nervioso. Recién ahora se da cuenta que le había dicho que no a Akashi Seijuurou
-¿Y?-pregunta sin cambiar el tono-Yo te quiero besar
-P-pero yo no quiero...
-Pero yo si
-Pero yo no...
-Pero yo si
-Pero yo no...
-Pero yo si
-¡Que yo no quiero!
Responde tan rojo como un tomate mirando por primera vez en toda la discusión a Akashi. Frunció su cejo e hizo un puchero. Adorable a la vista del pelirrojo.
-Bien-Akashi suspiró resignado-¿Pero por que no puedo?-insistió en el tema
-¡P-p-porque no y ya!-respondió más sonrojado que antes-¡D-dijimos que estos quince días serían para enamorarnos, no para forzarnos!
-...Yo no me estoy forzando en nada
-¡Pero a mi si!
Furihata estaba extremadamente nervioso, ¿No que era tan inteligente, calculador e interesante? ¿¡Entonces por que no entendía!? Casi parecía como si Akashi se estuviera haciendo el desentendido para alargar el tema
-...¿Te estoy forzando?-preguntó el pelirrojo casi ladeando la cabeza
-¡¿Estás bromeando!?-preguntó exasperado. El pelirrojo parecía no entender nada de una relación sin demacia
-Nunca bromeó, Kouki-respondió con calma, como si este tema fuera algo poco importante. Al castaño le dio un escalofrío al escuchar su nombre salir de los labios del otro
-Es que no pareces entender, Akashi-san......-respondió ya más calmado
-¿No entender que, Kouki? Te amo y eso es todo lo necesario. Ahora vamos, quiero besarte
-A-Akashi-san, usted parece no entender nada...-el castaño suspira, derrotado-¿Nunca antes estuvo en una relación, o se había enamorado?-El pelirrojo mira al cielo, pensando
-Salí una vez con alguien, pero no estaba enamorado. Me gustaba, pero no pasaba de ello-respondió mirandole-¿Y tu, Kouki?
El castaño se sonroja y mira al piso, avergonzado
-N-nunca he salido con alguien antes. Es decir, obviamente me han gustado algunas personas, pero nunca tuve el valor suficiente como para decirles, así que me conformaba así. Y, pues, tampoco me he enamorado. No sabría como...hacer, si estuviera enamorado tampoco
Akashi le observa en cada minuto, sonriente. ¿Podría ser el, la primera persona de la cual se enamorará Kouki? Porque eso, le haría relamente feliz. Sería, hermoso...