Fenrir por Josy Kinoshita

Fenrir se hallaba muy emocionado.

Podía sentir cómo su corazón latía velozmente
Apreciaba cómo el sudor recorría sus manitas y cómo sus piernas de cuando en cuando perdían fuerzas.
¡¡POR FIN SE ENCONTRABA AFUERA DE SU HOGAR!!
Y si bien estaba consciente que su decisión no era del todo correcta, no podía evitar sentirse feliz de emprender dicha aventura. A decir verdad; aún habían cosas muy nuevas para él:
- Como el hecho de cruzar avenidas (nunca había cruzado solo y menos a pie, para eso estaba la limosina)
-Detenerse a ver un acto de magia en la calle (sus padres no se lo permitían; Tony porque consideraba eso algo muy mundano, y Loki porque creía que era una ofensa a la verdadera magia)
-Comer un Hot Dog en un puesto de calle (tampoco era algo que sus padres le permitieran; Tony creía que ese tipo de alimento era poca cosa para su hijo si no lo servían en un restaurante 5 estrellas, mientras que Loki pensaba que esa “comida basura” sólo le haría daño a su retoño)
- O acariciar un perro que juguetonamente se le acercara (Ninguno de los padres tampoco lo permitía, ese acto para ellos era poco higiénico).

Ahora que lo analizaba…

¿Había algo en lo que sus padres no lo asesoraran primero una vez estando fuera?

-Mmmmm… ahora que lo pienso… ¡mamá y papá le temen a muchas cosas!- exclamó el niño mientras se sentaba en una banca del parque central de la ciudad (sí; hasta allá había llegado sin problema alguno)- No lo entiendo; ellos tienen poderes ¿por qué le temen a algo tan simple como salir?- miró los árboles a su alrededor y comentó- He estado fuera por casi 40 minutos y no ha ocurrido nada…

Un momento…

¡He estado fuera 40 MINUTOS!

¡Pero en qué pensaba!- exclamó el niño pelinegro mientras se devoraba de un mordisco lo que quedaba de su Hotdog y buscaba en su bolsillo si aún le quedaba dinero para comprar su “objetivo principal”- ¡Uff qué suerte, creí que me lo había terminado pero por suerte aún tengo suficiente como para ir a la florería! Pues muy bien ¡vamos Fenrir, deja de hacerte tonto y hay que ir por esas flores!- al exclamar esto, el chiquillo no esperó más y comenzó a correr en dirección de donde él recordaba.
Al entrar; un hombre de barba y cabellos grises muy amable le atendió- Hola Jovencito ¿puedo ayudarte en algo?- Fenrir sonrió y de inmediato le hizo su pedido.

Continuamente, el hombre le pidió a una joven de cabellos castaños que se propusiera a hacer los dos adornos florales mientras Fenrir observaba eso muy curioso- Y dime ¿te gustaría que tuvieran una forma en especial?- Fenrir enarcó una ceja- ¿Una forma?- el hombre rió y le dijo- Sí podríamos hacer un arreglo que no tenga la clásica forma circular o en un contenedor; podríamos hacer que parezca una guirnalda rígida, con forma de estrella o de corazón- al oír semejante propuesta, los ojos de Fenrir en seguida se iluminaron- ¡¿En serio puede hacer eso?! ¡Wooow! ¡Suena genial!- el hombre volvió a reír de manera cariñosa- ¿Entonces… qué te gustaría?- Fenrir pensó un momento y decidió que la mejor opción era la forma de corazón, después de todo él quería demostrar su inmenso cariño a sus padres- Muy bien; en seguida los tendremos, mientras tanto… ¿por qué no te sientas en las bancas de ahí?- comentó el mayor al chiquillo de cabellos negros quien rápidamente aceptó y no tardó en estar balanceando sus piernas de manera juguetona mientras esperaba sentado.

De repente; observó a través del cristal del lugar un par de padres caminando en la calle con su hijo, todos tomados de las manos lo cual le recordó mucho a hacía un tiempo, cuando él tenía 3 años:

Flashback*********************************************

Fenrir saltaba de cuando en cuando en su camino por uno de los jardines perteneciente a la casa de Londres que su padre tenía (sí; Tony poseía casas en toda ciudad importante de cada país, algo que a decir verdad Loki no le veía sentido… pero jamás le criticó)- ¡Jajajaja! ¡Mira mami! ¡Salto muy alto, salto muy alto!- decía el niño mientras avanzaba por este medio- Jajajaja sí querido; eres el mejor saltando- exclamaba Loki, como siempre de forma serena y extremadamente cariñosa (bueno no es de extrañar que la “madre” se desviva siempre por su primogénito y todo lo que haga)- ¡Papá! ¡¿En serio soy el mejor?!- preguntó Fenrir una vez que llegó a estar frente a frente con el barbado, quien los esperaba a la mitad del camino para continuar el recorrido a su lado- Jajajaj ¡Por supuesto campeón! Después de todo heredaste la perfección de tu “madre”- Loki se sonrojó ante esto, y mientras daba una media sonrisa comentó algo sarcástico- El día en que me conociste no pensabas lo mismo- Tony le sonrió con una mirada seductora y le dijo- ¿Y quién te asegura eso?- Loki volvió a sonrojarse y esta vez optó por evadir la mirada de su mortal, o si no es un hecho que caería a sus pies- Vamos no hay que quedarnos aquí, pronto lloverá- Tony sólo pudo reír muy animado; tomó de la mano a Fenrir y ofreció su otro brazo al ojiverde para que enganchara el suyo- Bien entonces vayamos- Loki sonrió cautivado.

Los pequeños pasos de Fenrir…

Los grandes pasos del barbado…

Y los calmados pasos de Loki…

Todos juntos creaban un “musical” al pisar las hojas secas de los árboles. Era un momento tan relajante que hasta daba la impresión que conseguía detener el tiempo. Fenrir se sentía no sólo feliz, sino protegido. Amaba mucho a sus padres; los admiraba, los respetaba, deseaba con todas sus fuerzas llegar a ser igual a ellos.

Deseaba que su mano nunca dejara de sentir la mano de su padre, y sus ojos nunca dejaran de ver los ojos de “su madre”.

Fin del Flashback********************************************

-Ya están tus arreglos muchacho
Fenrir dio un gran salto al notar que el anciano le hablaba- Jjejejej, disculpa ¿te asusté?- Fenrir sonrió tiernamente como era su costumbre y dijo- Un poco, pero no se preocupe- la chica castaña y el hombre preguntaron a coro- ¿Y bien, qué te parece?- en seguida; le mostraron al chico un hermoso arreglo con flores enteramente rosadas (de distintas especies) en forma de dos corazones unidos, ocasionando en Fenrir una emoción enorme- ¡ES PERFECTO!- el hombre y la chica se sonrieron mutuamente al ver la alegría del niño.

Una vez que Fenrir se disponía dejar el lugar, el hombre le preguntó curioso- Dime pequeño… ¿a quién le obsequiarás estos arreglos?- Fenrir esta vez desdibujó la sonrisa lentamente y comentó culpable- A mis padres; yo, hace unos momentos me porté muy grosero con ellos así que quiero disculparme , no se lo merecen después de todo siempre me han enseñado mucho, me han cuidado y me procuran- el hombre y la chica le vieron realmente sorprendidos- Leí en una página que el color rosa en las flores representa el amor inmenso y la unidad, y yo… no quiero que piensen que los dejé de querer ni tampoco quiero que ellos dejen de hacerlo- aclaró el chico mientras bajaba la mirada- ¿Ustedes creen que esto funcione de verdad?- interrogó el niño de ojos color avellana esta vez mirando a ambos vendedores.

- ¡Oh pequeño…!- exclamó la chica quien no pudo contenerse a abrazarlo, logrando que Fenrir se sonrojara por el acto, mientras que el vendedor anciano sonriera ante el gesto de su nieta- Créeme; aún y cuando no les dieras nada, estoy segura que ellos jamás dejarían de amarte- Fenrir quedó sin palabras- Todos nos enojamos alguna vez y al hacer esto llegamos a herir sin querer, eso incluye muchas veces a nuestros padres; sin embargo, en serio es un hecho que ellos son los únicos que nunca estarán por siempre enojados con nosotros- el anciano asintió con la cabeza y continuó- Y seguro jamás dejarán de quererte; si dices que siempre te han procurado, es un hecho que una simple pelea no cambiará eso- Fenrir comenzó a dibujar una gran sonrisa al saber eso- ¡Tienen razón! Ellos nunca dejarán de quererme; PERO, lo que sí debo de hacer es disculparme, ellos deben saber que estoy arrepentido- la chica apretó sus puños denotando una alegría al ver la actitud del niño- ¡Eso es! ¡Bien dicho!- Fenrir asintió con la cabeza, tomó sus arreglos y decidió despedirse- ¡En verdad muchas gracias! ¡Prometo venir otra vez e inclusive recomendar este lugar a mis amigos! ¡Son muy buenos!- la chica y el señor le despidieron entusiasmados:

- ¡De nada!

-¡Suerte con tus padres!

Y una vez dicho esto, Fenrir salió y comenzó a correr con cierto cuidado para llegar a su hogar (hubiera tomado un autobús, sin embargo ahora sí no le quedaba suficiente dinero para eso).
De repente, al llegar otra vez a las profundidades de Central Park; Fenrir chocó sin querer con un chico que se hallaba al lado de sus amigos y a quien realmente no le hizo nada de gracia el acto- ¡Oye! ¡Fíjate por dónde vas mocoso!- exclamó el chico de alrededor de unos 12 años- Lo… lo lamento- disculpó Fenrir- Jajaja ¡pero qué voz tan afeminada!- exclamó otro chico como de unos 9 años- ¡Y miren qué lleva ahí! Un ridículo arreglo de nenas- exclamó otro chico más con playera azul- ¿Awww a quién se lo darás? ¿A tu novia?- Fenrir sólo suspiró algo cansado y dijo- Déjame pasar por favor, tengo prisa- trató de esquivar al chico para seguir con su camino pero este le dio una zancadilla ocasionando que Fenrir soltara los arreglos- ¡jajaja pero que idiota!- dijo el chico de 9 años- ¡Y qué porquería trae, son las flores más feas que he visto!- dijo el líder de 12- ¡Oye, deja eso! ¡Lo arruinarás!- exclamó Fenrir muy enojado- ¡Cállate mocoso, sólo jugaré con esto!- y sin decir más, el chico comenzó a arrancarles pétalos a las flores- ¡NO; NO LO HAGAS! ¡Son para mis padres!- los otros chicos no tardaron mucho en hacer lo mismo con la otra parte del arreglo, ocasionando una furia tremenda en Fenrir- ¡Dije que no lo hicieran!- al exclamar esto, Fenrir comenzó a golpear a los chicos, al principio teniendo una excelente ventaja en habilidad.

Sin embargo; al estar acostumbrado a combatir sólo contra uno (e inclusive a los movimientos de ataque que sus padres empleaban en los entrenamientos), estos pudieron tomarlo rápidamente de los brazos entre todos, y tumbarlo boca abajo en el suelo, ocasionando que el niño se aturdiera- ¡Ahora sí no vas a seguir estúpido!- exclamaba el chico de 12 años, y entre todos comenzaron a darle de puñetazos- ¡Ahhh! ¡Ahhh basta déjenme!- gritaba Fenrir; quien extrañamente, sentía que no tenía muchas fuerzas (tal vez el hecho de que hubiera entrenado y corrido tuvieran algo que ver). Fenrir hacía lo posible por liberarse, pero el cansancio se lo impedía, así como por primera vez sentir miedo- “¡Esto está mal! ¡Esto está muy mal! ¡No debí salir de casa, no debí!”- pensaba el niño mientras sentía los golpes- “¡No puedo, no puedo! ¡Papá, mamá! ¡AUXILIO!”- pensaba desesperado hasta que por fin gritó:

-¡Papá; mamá, ayuda, ayúdenme! ¡AYUDENME!

Y de la nada, alguien llegó hasta el grupo, alzó a dos de los chicos con ambas manos y exclamó:

-Basta ¡Basta! ¡¿Pero qué creen que hacen?! ¡Esta actitud es indignante!

Cuando por fin los tres chicos cayeron al suelo y presenciaron en su totalidad la figura de aquél hombre, quedaron sin palabras- ¡No puede ser!- exclamó el chico de 12- ¡No, no es él, no puede!- continuó el chico de playera azul- ¡Al demonio yo me voy de aquí!- dijo el otro niño y de inmediato todos se levantaron para escapar despavoridos.

Fenrir quien se hallaba cubriéndose el rostro con las manos, poco a poco separó sus dedos para poder ver entre estos aquélla figura que lo había rescatado. Cuando logró incorporarse un poco, aquél hombre le interrogó preocupado- Hey… Hola muchacho ¿estás bien?- Fenrir no podía hablar, sólo se hallaba temblando- Calma; no tengas miedo, ya todo está bien- Fenrir algo asustado y sin pensar en nada más, le preguntó- ¿Y mis arreglos?- el hombre enarcó una ceja algo confundido- ¿Qué?- Fenrir asintió y preguntó- ¿Vio usted donde quedaron mis arreglos? Pensaba llevárselos a mis padres, pero esos niños comenzaron a maltratarlos- el hombre miró a su extremo izquierdo y comentó algo triste- Creo que… lo lamento, tus arreglos están destruídos- Fenrir se sintió tan mal que no pudo evitar que las lágrimas recorrieras sus mejillas ocasionando que el hombre se preocupara- Oye; oye amiguito , no llores ¡no llores, todo estará bien!- Fenrir dijo mientras se tallaba los ojos- ¡No , no lo está, ya no tengo arreglo alguno para mis padres, ya no tengo qué darles para pedirles perdón! Ahora no sabrán que me siento mal por haberles gritado.

El hombre de chamarra café, sonrió enternecido, le tomó de los hombros de manera calmada y le dijo- Vamos amigo; no llores, si quieres puedo acompañarte a comprar otros-Fenrir alzó la vista y le aclaró- Pero es que… ya no me queda dinero para comprarlos- el hombre de pantalones oscuros le recalcó- Vamos, no te aflijas por eso, yo puedo pagarlos por ti- el niño se sorprendió mucho- ¿En serio harías eso por mí!- el hombre volvió a sonreír y dijo- ¡Claro! No me costará nada hacerte ese favor- Fenrir sonrió y le dijo- ¡Muchas gracias, muchas gracias en serio amigo… amigo…¿amigo?- interrogó curioso al no conocer su nombre, algo que sólo hizo que el sujeto riera más y aclarara:

-STEVE, MI NOMBRE ES STEVE; MUCHO GUSTO