Capítulo 3: Límites
Estaba cansado.
Había estado descansando todo el día, pero igualmente se sentía terriblemente agotado.
Agotado psicológicamente.
Había llegado a la resolución de que su relación con el rubio escritor había terminado, pero que no por eso se terminaba su mundo ¿cierto?, ¿verdad?
Realmente quería pensar que era así, que todo iba a seguir su curso, el iba a superarlo y estar bien. Por que tenia que estarlo, sus otras opciones no eran tan agradables, es decir no tenia otra opción, el tenía que hacerlo por el bien de todos a su alrededor, por el.
El problema con ese "tenía" es que daba a denotar que en ese preciso instante no "estaba" bien.
Odiaba no tener un manual de vida en ese momento, pero se las iba a arreglar de alguna manera o otra, lo superaría y tendría su "felices para siempre" aun que el suyo no fuera en plural, lo lograría.
¡Que Yuki Eiri se jodiera! Por el perfecto, ya no lo necesitaba, si exactamente, primero se iría a trabajar y seguiría con su vida, el escritor ya no tendría por que afectarle más -o eso quería pensar-
Por el momento podría vivir con ese pensamiento.
Con esa resolución se dirigió hacia NG.
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En NG se encontraba el gran Seguchi Tohma levemente consternado.
Por increíble que pareciera el amo del universo no podía terminar de procesar lo sucedido el día anterior.
Primero su cantante estrella no se presenta a trabajar a la hora.
Ok, eso no era noticia, al contrario ya estaba acostumbrado, pero el chico normalmente llegaba a más tardar una hora después de lo que es su horario, esta vez no, esta vez no llego.
Luego de esperar un tiempo, el cual el creyó prudente, decidió comunicarse con su cuñado, para saber cual era la razón por la cual Shindou-san aun no se presentaba a trabajar.
Ese fue el momento en que se llevó la mayor de la sorpresas y su mayor razón de consternación.
Shindou Shuichi había dejado a Yuki Eiri.
Realmente no pudo procesar bien ese hecho en el momento en el que su cuñado se lo dijo, era bastante complicado de creer. Es decir luego de varios años de relación y problemas superados la mayoría daba por hecho que la relación era para siempre.
Pero Tohma estaba consiente de algo, y eso era que, la relación bien pudo haber durado mucho tiempo o hasta ser realmente eterna, el único detalle es: Que TODO tiene un limite.
También estaba perfectamente consiente de que, su querido cuñado podía quitarle la paciencia hasta a un santo y debía de aplaudirle a Shindou-san que lo halla soportado durante tanto tiempo. Cualquier otro lo habría abandonado a la semana, y eso con mucha suerte; pero la diferencia radicaba en eso, "cualquier otro".
Shindou Shuichi no era " cualquier otro" eso lo sabía, Eiri también debería de saberlo, pero ¿Se había dado cuenta realmente? O lo había hecho y justamente ese era el problema.
No estaba muy seguro de querer meterse en la relación -o ex-relación- de esos dos. Lo cual vendría siendo bastante irónico, pero luego de un tiempo hasta el debe aceptar ciertas cosas, hecho que a Eiri por lo que se ve, le faltaba aprender.
Su mejor manera de averiguar que pasaba por la cabeza de su adorado cuñado, era hacer que Eiri lo dijera, pero eso sería muy complicado, necesitaba a alguien más y tenia una opción en mente.
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Escucho un sonido proveniente de la puerta, espero.
A los segundos otro sonido se escucho, alguien estaba abriendo la puerta. Por un momento se puso nervioso, ¿Había regresado?
Odiaba esa pequeña esperanza.
Al oír los pasos que se dirigían hacia donde el se encontraba, se puso aun más nervioso. Espero de nuevo.
Al ver quien era, hubo una opresión en su pecho y una risa irónica apareció.
La vida era realmente cruel con el
-¿Conoces la privacidad?-
- Por supuesto que si, de hecho la apreció bastante, pero hay momentos en los que no la necesitas, no la mereces, o simplemente no es apropiado.-
-¿Y este que momento es?-
-¿Tú que opinas?, yo opino que pueden ser todas, o ninguna.-
No se sentía para juegos en ese momento y su hermano no ayudaba mucho.
-¿Que quieres Tatsuha?-
El menor voltio a ver por todas partes, cómo si buscara algo. Al cabo de unos segundos regreso la mirada a su hermano
-A si que, de verdad te dejo- Eso no era una pregunta, era una afirmación.
-¿Por qué lo dices? Puede estar trabajando o haber salido de gira-
-¿Tú por qué crees?-
-Thoma- odiaba a su cuñado
-Y se te nota en la cara-
-¿Enserio?, ¿tan mal me veo?- lo dijo con un deje de gracia y burla pero, su hermano menor al parecer distaba de encontrarle lo divertido...extraño, Tatsuha siempre había tenido sentido del humor a su parecer.
- No te imaginas cuanto me estoy conteniendo, para no darte un puñetazo en la cara-
- A mi me dejaron y tu me quieres pegar, que gran hermano y consolador eres- su tono se mantenía igual, burla, gracia, cinismo. Todo en uno.
-¡Por Dios Eiri! ¿No te lo puedes tomar enserio? ¡Lo único bueno que te a pasado en la vida te deja y tú te tratas de hacer el gracioso!-
Su hermano menor realmente estaba enojado. Enojado con el o ¿por el?.
-Dame más méritos, mi vida por si sola no puede ser tan mala- Eso era más bien un auto-convencimiento de su parte.
-Creelo o no, tu vida es realmente depresiva, tenías algo bueno, ¿¡Qué acaso no lo podías apreciar?!
-¡Sabes de hecho aprecie a Shuicihi!-
-¡Pues bien, no se notaba para nada!-
-¡Lo aprecie!...realmente lo apreció, yo...solamente-
-Tu solamente ¿Qué?-
-...Tenía que dejarlo ir-
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