Emil... quien cree que la partida terminó y no sabe que sigo jugando:
Es muy raro escribirte una carta desde esta distancia, especialmente porque en mi ausencia se que moriste varias veces con que solo mencionaran mi nombre. Creo que jamás te expliqué del todo bien el por qué me fui, ósea, como que se que fue culpa de ambos mi partida, pero nunca supiste la verdad.
Si mal no recuerdo en mi anterior carta hablé de aquel que me molestaba... Aquel que te hacía dudar de tus sentimientos por mi y que finalmente me hizo marchar, hoy después de una lenta recuperación envió esta misiva para darte una buena explicación después de tanto enviar cartas recriminándote cosas... terminé de odiarte y pasé a volver a amar aquellas cosas que hicieron que me enamorara de ti y también a extrañarte, pero aun hay cosas con las cuales no puedo convivir.
Si lo preguntaran una y otra vez, respondería que estoy bien... que ya sané... que no necesito ayuda, pero sería una mentira, ¿Cómo puedo negar las lagrimas que aun haces salir de mis ojos si duelen como cuchillas? ¿Cómo puedo sonreír si en mis labios aun hay retazos de aquellos te quiero que quería pronunciar para ti lento y a tu oído? Emil, ¿Qué te hizo dudar tanto que ni siquiera me buscaste cuando me fui? Sé que soy un cabrón o algo así, como que no soy un buen partido, ni un buen ejemplo, ni siquiera me amo a mi mismo o algo así, pero lo intenté... Rayos que lo intenté, porque pensaba que tenía que ser el mejor por ti...
Quería verte feliz y quizás lo arruiné, lo arruiné mil veces haciéndote llorar y haciéndote desear estar muerto... Pero ¿Qué querías que hiciera? Estaba herido... Sigo estándolo y tu jamás hiciste acto de presencia ante mi para hacerte responsable de estos sentimientos...
Recuerdo que muchas veces quise ser directo contigo... Quise gritarte... Quise golpearte e incluso a veces quise hacerte sufrir hasta matarte... Pero como que mi ser racional me lo impedía... Debo pedirte una disculpa enorme... No me comporté como debía, pero ¿Como mas querías que reaccionara si la mayoría del tiempo me hacías sentir como la peor mierda del mundo? Yo que traté de ser empático... Yo que traté de cambiar... Que traté de entenderte con todas mis fuerzas, que incluso fui renunciando poco a poco a quien era yo, yo que dejé de hacer mis pasiones porque tu decías que te quitaban mi tiempo, es como dije anteriormente... Prometí no amar a nadie que no fuesen las letras o los libros... pero aquí estaba yo cuestionándome una y mil veces mi existencia porque había dejado pasar a un completo extraño a mi mundo... ¡Pero hey! Yo te amaba... Entonces no me importaba renunciar a todo por ti... No me importaba ceder ante ti tragándome el orgullo si eso significaba que íbamos a estar bien.
Todo eso me lleva a preguntarme, ¿Tan mal lo hice? Porque tu hacías y deshacías y seguías haciéndome sentir escoria... Al punto de sentir que no importa que hiciera... Todo estaba mal. Emil... sigo amándote, sigo herido, pero es más fuerte el amor, y quiero regresar, pero no puedo... Encerrado aquí en mí mismo y con esta alma rota me veo incapaz de amarte más de lo que ya lo hago.
Dije que no iba a recriminarte nada y mírame... Peleando contigo como casi siempre... Quizás hasta haciéndote sentir culpable... Pero ¿Qué me dice a mí que si estás leyendo todos estos papeles que te envío mes a mes? Si tú te aburres tan rápido... Como que es obvio que ya no importa, si importara responderías... Si fuera tan importante como yo creí, no me hubieras lastimado tanto, no te hubieras desentendido de mi como lo hiciste... No llevaría tantos días pensando que soy un imbécil... No habría llorado tanto... ¡Respóndeme, Emil!... Como que, ¡¿Qué fue lo que hice tan mal?! Si tenías tanto miedo de arriesgarte conmigo ¿Por qué me dejaste seguir enamorado? ¿Si no planeabas nada conmigo por qué me conservaste? Nada te costaba ser honesto, pero demostraste lo contrario, te gustaba tenerme persiguiéndote, enojándote por cosas tan mínimas y premiándome como si fuera un perro que necesita ser recompensado... Emil... Así yo no puedo, realmente no puedo... Si tengo que disculparme cada vez que tú haces algo, entonces no puedo.
Ahora debes estar quizás en otra cosa... Usando tu orgullo como escudo y pensando que tú no te equivocaste, y seguirás pensando así porque no hay nadie que te lo dijera desde un principio... Si no eres honesto contigo mismo vas a perderme... Tu te enamoraste de mi y fuiste tan cobarde que no quisiste admitirlo... Te era más fácil huir para no amarrarte a mi solo porque la sociedad decía que este amor no era correcto... Cuando te preocupabas tanto por el "Que dirán" me daba rabia... No importaba que hiciera... Tu jamás pensabas en mi primero... Y si a alguien más le dijiste tus sentimientos por mi fuiste injusto... Yo quien era quien debía saberlo... Me ignoraste... Me dejaste en el olvido y sintiéndome inseguro... Porque jamás estuve seguro de tus sentimientos
Emil... mi tiempo se acaba... he tomado una decisión... no es la más sensata pero es mía, así que... Como que esperare una semana más y si no hay respuesta... Será esta la última vez que escriba... Así que si no nos vemos... Te amo... Como jamás amé a nadie... Te amo al nivel de anteponerte a todo lo demás... Te amo como la tinta ama a mis cuadernos...Te amo como el drogado a su dosis diaria... Te amo como este pobre enfermo que soy, un loco y un poseso... Que se dejó la vida cuando dejo de resistir y solo te dejó atrás porque su droga lo estaba matando... Te amo como si mi vida dependiera de ello. Te amo como el suicida que no puede soportar la vida sin ti...Te amo.
Xiang Wang.
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El islandés no daba crédito a lo que leía... Sus ojos se encontraban igual que los últimos meses, empañados en lagrimas, ¿Como pudo dejarlo ir?.... El cantonés había perdido la cordura... La había perdido a causa de su indecisión... El remitente decía donde estaba... Pero aun temía... Temía llegar y que fuese tarde.