En camino a las alcobas del castillo se encontraba un Lay consternado por la proposición de su eterno amor secreto
-¿Qué estás hablando Suho?-
Coqueto contesto- solo quiero compensarte por los malos ratos que te hice pasar-
Lay tomo con fuerza por los hombros y lo zamarreo mientras le decía – ¿Crees que esto es lo que quiero? ¿Qué te regales así?-
Bajo la mirada este no era un tipo cualquiera a quien quisiera engañar, era su amigo que había pasado toda a su lado, pero era el único que podría salvarlo -Tienes razón tengo que irme- trato de salir con lágrimas en los ojos
Lay lo afirmo y lo atrajo hacia si le sobaba los brazos tratando de consolarlo –No te preocupes nunca podría estar molesto contigo, pero no llores por favor-
-Gracias por todo Lay eres mi luz- le sonrió, lo que hizo estremecer el corazón de Lay
Después de quedarse varios minutos viendo esa sonrisa carraspeó la garganta -¿Estarás bien solo?-
-Si!!, pero por favor no te vayas- se empezó a reír nervioso –O sea lo que quiero decir tomémonos algo como antes cuando éramos más jóvenes-
-Omo!!- se rio -¿Quién eres tú-
Suho se rio junto con él –Vamos~- le dijo en un ronroneo de voz
-No creo que sea buena idea- seguía riéndose, era tan propio de él salir con ideas locas
Haciendo pucheros –Solo es un momento, más que mal te vas a regresar y no crees que sería bueno que nos despidamos como buenos amigos que somos-
Lay en su interior sabía que no debía aceptar, pero su corazón dictaba otra cosa, no quería alejarse de él aunque le había hecho daño, no lo quería dejar solo –Ok tú ganas, pero solo una-
A la segunda botella de vino –Me siento mal, tengo mucho calor en mi cuerpo- Trato de pararse para irse y volvía a caer sentado en la cama de la recamara de Suho
-eeh tranquilo- entre risas Suho le pregunto-¿Por qué no pasas la noche aquí conmigo~- Suho se acercó y paso las yemas de los dedos por la cara de Lay, quien exaltado trato de ponerse nuevamente de pie lo que fue imposible por que los mareos se hicieron presentes -¿Qué me diste?-
-Nada, porque no disfrutamos de esta última noche juntos- Suho había puesto un estimulante sexual a Lay en su trago y que junto con el alcohol había hecho estragos en su cabeza
-No pue…- Un beso lo cayo en el acto fue tan apasionado que Lay pensó que esto, era un sueño. Lo único había querido toda su vida era enlazarse con ese demonio egoísta y caprichoso.
Su amor era tan grande que siempre había aceptado sin reclamar ni cuestionar cada una de las ideas locas de su amigo, aun en esos momentos había aceptado quedarse con él. Incluso no puso objeción cuando le dijo que amaba a Minho y que haría lo que fuese para estar con él, solo escucho callado y se guardó todos sus sentimientos. Pero desde ese tiempo todo había ido muy lejos y él ya no podía seguir con este juego, por lo mismo había decidido irse y abandonar la idea de un futuro juntos
Tomo distancia -Para Suho esto no está bien-
Suho había puesto su mano en el miembro –Si tu amigo también quiere jugar-
Le quito la mano de donde había empezado a frotar –No podemos-
-Vamos déjate llevar hasta tu aliento está caliente, solo quiero que nos despidamos como buenos amigos- Suho tuvo tanta ligereza para decir estas palabras sin tomar en cuenta los sentimientos de Lay
-No Suho…- Lay lo miro asombrado se le estuvo pasando hasta la embriaguez con las palabras que pronuncio Suho
-Te quiero- le dijo casi sin ganas, solo se lo dijo solo para convencerlo de quedarse en ese momento o eso era lo que pensaba – ¿Solo una noche? Por favor-
-¿Es verdad lo que dijiste?- le pregunto con esperanza
-Si claro- Suho sintió un dolor opresivo en su pecho y quiso salir corriendo pero unos labios lo asaltaron súbitamente y apasionadamente que hizo que quedara en blanco, y que se despojara de los pensamientos y de lo que sentía por Minho, esa noche solo era de –Lay~~- dijo con tono de voz sexy
Lay se despojó de la ropa que le cubría el torso –Qui..quiero que shiiierres tu ojos y que imagines imagines que es la persona que a…amas- A Lay le costó pronunciar las palabras entre el éxtasis y la embriaguez. Sabía muy en su interior que su amigo solo tenía ojos para Minho, pero le había dicho que lo quería y eso tenía más peso que cualquier, así que esa noche la pasaría con él y poder cumplir su sueño.
Y antes que se pudiera arrepentir le quito lo que llevaba puesto Suho y beso cada botón rosado de sus pezones –Ah~~- se le escapaban de vez en cuando unos quejidos que hacían sonreír a Lay
Lay lo tomo y lo puso en cuatro sobre la cama y mientras con una mano estimulaba el miembro erecto de Suho con la otra abría las nalgas de Suho para poder dejar al aire esa entrada tan maravillosa que no dudo en lamer y chupar una y otra –Ah~ pa..para- decía mientras apretaba las sabanas de su cama y su corazón latía con intensidad –Por..por fa..favor~~- Lay hizo caso omiso a la suplicas de Suho y siguió masturbando la hombría de su amigo hasta sintió el tibio líquido que cubría toda la palma de su mano
Lo giro encontrándose con la cara lasciva y las respiración entrecortada de Suho, lo giro con el fin de que lo viera lamer sus dedos hasta que no le quedara ni una gota de semen entre sus dedos, mientras hacía esto miraba de reojo a Suho quien trago su propia saliva al verlo –Creo que te dije cierra los ojos~-
Nervioso y sexy trato de defenderse -Yo…um um- Esta vez lo hacía callar con un beso tan apasionado como el que le diera en un comienzo Suho, mientras comenzó a bajar llevo sus dedos a la entrada de Suho y comenzaron su trabajo de expandirla, se separó de él y se quitó el pantalón y puso su miembro en esa entrada que se contraía al son de la respiración agitada.
Las embestidas suaves fueron aumentando en intensidad, lo atrajo hacia sí y lo sentó a horcajadas en su regazo y comenzó a marcar el ritmo nuevamente y los gemidos de ambos no se hicieron esperar –Ah~-
-ah te amo Suho- y el orgasmo los lleno de placer
Lay se despertó y vio asombrado a Suho y comenzaron a recordar lo que vivió la noche anterior y sonrió sonrojado, le dio un pequeño beso en la frente y sin hacer ruido salió de la habitación
Suho se despertó al darse cuenta que buscaba entre sueño a su amigo –Oh Dios ¿Qué hice? Le mentí, pero…- fue la más hermosa noche que viví mejor que con Minho, pensó aun así no quería abandonar su obsesión –Debo estar loco, bueno ahora a esperar e iniciar la segunda parte de mi plan- se sonrió