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Un Nuevo Tiempo por yumeorage

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Notas del capitulo:

Advertencias y notas del capitulo:

OC

OoC

Faltas de ortografías xD.

Recordando que Inazuma Eleven no me pertenece, si fuera mío, sería todo yaoi~

Gracias por sus comentarios, estan respondidos donde corresponde!

Espero que disfruten del capitulo.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-


Mentiras


- ¡Ichiro!- Apenas entrar a la casa, los brazos de Hideki lo rodearon en un fuerte y desesperado abrazo.- De verdad estaba preocupado.- exclamo el adulto para romper el abrazo y así observarlo bien, como si estuviera buscando alguna herida en él.- Estaba tan preocupado y desesperado… que… hasta pensé en llamar a Fudou.- su cara se torno a un color azul del puro trauma al haber tenido esa idea. Kazemiya sonrió incomodo.


- Estoy bien, perdón. Sólo quería pensar un poco.- la sonrisa leve del más joven preocupo a Hideki.


- Lamento las cosas que te dije, o quizás aún no entiendes bien la situación.- dejándole un poco más de espacio, le hablo con suavidad esperando no asustarlo o hacerlo dudar más.


- Si, quizás no lo entiendo.- las palabras del más joven sonaban tristes y dudosas, pero levanto su vista enseguida para observar a Hideki.- Sólo entiendo que debo ayudar a mis amigos.- declaro con un poco más de confianza en su voz.- Como a Kido ¿no?- Hideki sorprendido sólo pudo asentir con la cabeza.


- Entonces hay que planear algo para ayudarlo, no podemos quedarnos de brazos cruzados.- decía con un tono de seguridad y valor que dejo a Hideki sorprendido ¿Acaso había olvidado el tema sobre Goenji? Se pregunto el mayor de la casa, un poco confundido al respecto, pero debía decir que el cambio de decisión de Ichirouta le aliviaba un poco.


- Además el tiempo avanza, no podemos perderlo.- agrego Kazemaru.


- Bien.- hablo por fin su "padre", sonriendo ahora un poco más relajado.- Habrá que comenzar con eso pronto, aunque Kido no es de mis personas favoritas.- de sólo recordar que se lo encontró en la azotea, se le revolvió el estomago, debía tener más cuidado de ahora en adelante. Mantener las distancias con Kido por un tiempo era su prioridad; mentalmente se disculpo con Ichiro por no decirle que Kido lo descubrió, pero era mejor no preocuparlo.


- Cierto, hay algo que debes saber.- exclamo mostrándole el reloj, la expresión de Kazemiya cambio a una seria en ese instante.


En el comedor, Hideki puso su reloj de mano sobre la mesa, paso su mano por encima y un holograma salió de él. Una gran pantalla azul se veía flotar y en ella las imágenes de siempre: Endo, Kido, Midorikawa, Haruna, Hiroto y Fudou. Pero ahora, se agregaban dos nuevas imágenes o más bien algo había cambiado.


- La foto de Haruna.- exclamo Ichirouta sorprendido. Hideki no tenía una buena expresión, la foto de Haruna había desaparecido, la imagen de la pequeña Haruna antes del accidente, no se encontraba entre las imágenes. Hideki estaba un tanto preocupado.- Pero ¿por qué?


- Me temo que no lo sé.- hablo Hideki, parecía tan angustiado como Ichirouta.- Espero que no sean malas noticias.- respiro hondo para continuar.- También aparecieron estas personas.


A un lado de Fudou, la foto de un Goenji adulto aparecía, con un cabello un poco más largo, así como también la foto de Shirou Fubuki. La verdad, es que Kazemiya pensaba que la foto de Miyasaka aparecería allí, pero no lo hizo, quizás simplemente él no sería tan importante después de todo. Esperaba que fuera así, no quería meter a Ryo en este problema.


- Goenji y Fubuki aparecerán bastante pronto, más de lo que yo esperaba.- su tono sonaba preocupado.- Más te vale no hacer nada hasta entonces, Ichiro. El objetivo es Kido, pero no nos podemos acercar a Haruna sin él. Por ahora observaremos las cosas ¿entendido? - pregunto Hideki, Ichirouta sólo asintió poco convencido al respecto.


-o-o-o-o-o-o-o-o-


- Es raro sólo verlos a ustedes hoy ¿Y Kazemiya?- pregunto Tobitaka a Taiki, el capitán del equipo de club de futbol de Tsuetsu, y a Kiyoshi, quien era del club de basquetbol y que ahora mismo se veía más que deprimido. Los dos se encontraban obviamente, comiendo fideos.


Había pasado sólo un par de días desde el partido contra el instituto Imperial. El equipo de futbol de Tsuetsu seguía manteniendo su régimen de entrenamiento, no había cambiado mucho el ambiente, sólo esperaban ansiosos, nerviosos, hasta preocupados, que comenzará el torneo.


El día anterior Kazemiya se había ausentado, dado que debía descansar por su supuesta enfermedad y por las heridas. Eso último había sido idea de Hideki para que pudiera tomar un respiro de todo lo que había ocurrido, y sanará bien. Un día libre que a Ichirouta le había venido como anillo al dedo después de haberse encontrado con Miyasaka y de haber pasado una tarde con su madre y hermano.


Hoy, Ichiro había asistido a su escuela, comentando que ya estaba mejor que antes, había entrenado normalmente, pero sin excederse. Al final del día, Taiki y Kiyoshi iban a ir a comer fideos un rato, claro que habían invitado a Kazemiya también. Pero no sabían que Ichirouta tenía otros planes; este rápidamente se disculpo con ellos y se fue, o mejor dicho, desapareció rápidamente sin dejar que los otros le cuestionarán al respecto.


- Al parecer tenía cosas que hacer.- exclamo Kiyoshi, este se encontraba algo enfadado debido a ese hecho.


- Buenas Tobitaka.- Fudou como siempre llegaba al restaurant para pasar su tiempo libre.- ¿Qué pasa contigo?- exclamo al ver una nube negra encima de Kiyoshi, se notaba que estaba mal de ánimo.


- Bueno, él debe tener vida social.- exclamo Tobitaka.


- ¿De quién hablan? ¿Y dónde está el enano?- pregunto Fudou, para él no paso desapercibido la ausencia del chico.


- De él mismo estamos hablando.- contesto Tobitaka.


- Al parecer Kazemiya tenía cosas que hacer hoy y no pudo acompañarnos. Por cierto soy Taiki, mucho gusto, Fudou-san.- se presento cordialmente el de cabellos naranjas.


- ah, sí. Mucho gusto.- Ahora que Fudou recordaba, el era del club de la secundaria que le había dado una paliza. El chico de cabello naranja frente a él era el capitán, coincidencias de la vida.


- Me pregunto que estará haciendo, Kazemiya.- hablo Kiyoshi. Fudou se pregunto lo mismo, debería estar en casa descansando luego de lo que paso, quizás había ido a visitar a Midorikawa que estaba en el hospital aún. Debe haber sido eso, pensó un momento antes de entrar y/o sentarse.


- Lo siento, acabo de recordar algo.- dijo repentinamente, volteo sobre sus pasos.- Vendré más tarde Tobitaka.- Taiki y Tobitaka observaron como Akio se iba, mientras Kiyoshi comía su plato de fideos de mala gana.


-o-o-o-o-o-o-o-


Sin embargo, nadie sabía lo que estaba haciendo Kazemiya, ni siquiera Hideki.- Gracias por traernos los trajes, Kazemiya-kun.- una mujer de ya edad mayor y que usaba anteojos de marcos rosados, le agradeció y alcanzo los tres trajes protegidos en plástico para que no se ensuciaran.


- No hay de que.- exclamo él, para volver tomar aquel perchero con ruedas que se deslizaban fácilmente por el suelo. Perchero en que se hallaban colgadas distintas prendas, unas envueltas en porta ropas oscuras y otras en plásticos transparentes. En la parte de abajo habían un cubículo con unos pares de zapatos.- Lo siguiente debo entregarlo en el piso tres.- murmuro observando lo que tenía. Busco el ascensor rápidamente ya que se encontraba en el piso seis.


Justo cuando estaba cerca del ascensor este se abría para dejar paso a un rubio de piel levemente bronceada, muy apuesto que parecía un modelo.- Pequeño Kaze ¿Cómo lo llevas?- pregunto el rubio.


- Miyasaka-san…


- ¿ehhh? ¿Perdón?


- Di-digo… Jefe.- Si, desde aquel día, Miyasaka se había convertido en el jefe de Kazemiya Ichirouta. Este había aceptado el trato y ya estaba trabajando.- Por ahora sólo cumplo los mandados, lo llevo bien… creo.


- Me parece bien, por favor esfuérzate más.- le declaro sonriente, parecía divertido con la situación.


- Miya… Jefe, sobre el trato…


- No hablemos de eso ahora, cuando termines tu turno pasa a mi oficina- le interrumpió serio. Kazemiya sólo asintió, se sentía algo desconfiado, más que nada porque Miyasaka si que había cambiado. No parecía una mala persona, pero Ichirouta sentía cierto resentimiento hacia él venir del rubio. El pequeño de cabellos turquesas estaba preocupado por eso, quizás hasta lo había engañado y no lo iba ayudar. Sin embargo, por ahora debía terminar el turno e ir rápidamente a su oficina sin perder tiempo.


-o-o-o-o-o-o-o-


Ichirouta apareció minutos en el séptimo piso de aquel gran edificio, después de haber terminado todos los encargos. Así que tomo un pequeño respiro antes de dirigirse a la oficina de Miyasaka.


La gran agencia "Nanami", era una empresa (y revista) que tenía sus años de trayectoria. Se encontraba en el centro de la ciudad, bastante alejada de las secundarias conocidas por Kazemiya y de su propia casa, tanto así que tuvo que tomar el tren para llegar a tiempo. Ahí se había ido parte de su mensualidad, aunque tenía mucho ahorrado, pero no quería que Hideki notará su falta de dinero.


A propósito, era Hideki quien le daba una cierta cantidad de dinero todos los meses para que Kazemiya lo usará en sus gastos personales, Hideki era inteligente; no le daba el dinero justo, pero tampoco le daba demasiado. Quizás así lo controlaría mejor, pensaba él.


Una vez frente a la oficina, noto que había una placa que decía: Miyasaka Ryo, Jefe y director. Lo miro sorprendido, para tocar la puerta con un par de suaves golpes.


- Adelante.- escucho una voz, que reconoció como la de Ryo. Respiro hondo nuevamente y abrió la puerta para entrar.


- Permiso Jefe.- exclamo Kazemiya, para cerrar la puerta tras de sí.


- Pequeño Kaze, te estaba esperando.- un sonriente Miyasaka le dio la bienvenida, quien estaba sentado tras su escritorio mirando unas hojas.- Debes tener muchas preguntas.


- La verdad es que necesito ver al Seitei y…


- Lo sé, pero aún no entiendo como piensas convencerlo.- decía el rubio sin despegar la vista de las hojas.


- Bu-bueno, no lo sé. Pero conversando quizás pueda llegar a un acuerdo.- Miyasaka por fin le dirigió su mirada al menor, pero el rubio comenzó a reír ante esa respuesta ofendiendo al más joven.


- Kazemiya eres muy ingenuo si crees que eso va a funcionar. Bueno aún eres un niño.- el rubio le sonrió divertido, su verde mirada parecía brillar burlándose de los deseos de Ichirouta. Este último frunció levemente el ceño ante esa mueca tan petulante que mostraba, pero se mordió la lengua para no decir nada.


- Esta bien.- dijo repentinamente el rubio.- Lo prometí y lo cumpliré, de eso no tienes que preocuparte, hicimos un trato. Sin embargo no puedo llevarte así como así frente al seitei, especialmente a un novato.


- Entonces… ¿cómo piensa…?


- Por eso mismo estás trabajando aquí, pequeño Kaze.- le sonrió él.- Por esta semana trabajarás aquí, la próxima semana debemos hacer una sesión fotográfica en las oficinas del sector 5.- exclamo observando su computadora.- Al parecer para promocionar el próximo torneo, además de llevar la ropa que pidió que confeccionáramos, en fin: Publicidad para el Seitei y su grandioso sector.- basta decir que su tono de sarcasmo era notorio, ni siquiera se molestaba en ocultar que aquel pedido no le agradaba para nada.


- Ya entiendo…


- Me dijiste antes que tu padre no sabe nada de esto, creo que es irresponsable de tu parte no dejárselo saber.


- No quiero preocuparle es todo, preferiría tener este trabajo en secreto, por favor.- le pidió haciendo una reverencia. Miyasaka suspiro.


- Esta bien, pero te haré trabajar como nunca, así que espero que no tengas nada que hacer después de clase.- sonrió dulcemente, pero Ichirouta sabía que tras de esa mirada dulce y amigable, se encontraba alguien planeando algo muy malo para él.


Al final se despidieron y salió de la oficina junto a Miyasaka quien también se iba a casa, este último fue hasta los estacionamientos para irse en su auto. Ichirouta se despidió con una reverencia hacia su jefe antes de marcharse.


La verdad es que tenía un mal presentimiento del asunto. Pero Miyasaka parecía sincero, no parecía ser del tipo de personas que rompía las promesas, o un trato en este caso.


Mientras pensaba en eso, sus pasos le llevaron hasta donde había dejado sus cosas, dejo su uniforme, que la verdad sólo consistía de una gorra y una identificación, esta última la llevaba colgada en su cuello. Tomo sus cosas, se despidió de las últimas personas que aún quedaba o que ya se iban, y salió del edificio.


- Bien, debo ir a comprar un boleto para irme, entre más rápido mejor.- Se acomodo su bolso y ropa, para proceder a correr hacia la estación y llegar temprano. Kazemiya daba gracias de ser tan rápido como para ahorrar algunos minutos. La estación más cercana se encontraba a 5 cuadras del lugar de su nuevo trabajo, por lo que debía cruzar por los semáforos que le detuvieron. Mantuvo el ritmo hasta el tercer semáforo, ya que justo no pudo cruzar, eso lo desespero.


- Puedo llevarte si quieres.- Una voz a un lado de él le hizo sobresaltar llamando su atención, miro con cuidado, pensando que no le hablaban a él. Pero lo que vio fue a Miyasaka en su Ferrari rojo, el rubio le miraba esperando que subiera.- Anda, llevas prisa ¿no?


Tomando el cinto de su bolso con ambas manos, observando a ambos lados como si estuviera a punto de hacer algo malo, subió al auto. La verdad es que tenía mucha prisa y debía aprovechar esa oportunidad.


- Corres muy rápido, tienes buen ritmo.- declaro Miyasaka, cuando ya el auto estaba en marcha. Ichirouta se sentía un poco intimidado por la calidad del auto en la que estaba, Ryo debía ganar mucho dinero.- ¿estabas en un club de atletismo antes?


- ¿Eh? Cla-claro que no, sólo de futbol.- respondió él un poco alarmado, debía tener más cuidado, se suponía que antes tenía un historial médico bastante activo, que le decía que no había podido practicar futbol u otros deportes tan seguido como él quisiera.


- Entiendo, eres muy bueno.


¿Lo estaba halagando? Se preguntaba Kazemiya en ese momento.- Dígame Jefe… ¿cómo es que fue director de una empresa como esa?


- Me la dejaron.- respondió Miyasaka, mientras doblaba hacia otra calle.- Empecé como tú, bueno no con un cargo tan bajo, pero luego de dejar el atletismo debía dedicarme a otra cosa.- Kazemiya sorprendido, le observo ante esas últimas palabras.


- ¿Dejo el atletismo? ¿Por qué?- pregunto Ichirouta bastante consternado al respecto, Miyasaka dudo un poco antes de contestar.


- Tuve un accidente y ya no pude correr más.- respondió sin quitar su mirada del camino.- El doctor me dijo que mi carrera como atleta había terminado, un amigo me ofreció trabajo en aquella agencia, trabajé como modelo y me quede allí, con el tiempo me dedique a otras cosas en la agencia, más que sólo modelar. Claramente vieron mis habilidades administrativas, y mi buen sentido de la moda, así que terminé ascendiendo.- por el tono de voz que estaba usando, parecía muy orgulloso de ese hecho.


Miyasaka había sido un gran corredor, o eso suponía Kazemiya, ya que no sabía en detalle cómo había sido su vida luego de graduarse. Tener ese accidente tan joven, debió dolerle.


-Lo siento.- se disculpo él.- Quizás no debí preguntar acerca de eso.- exclamo arrepentido y triste.- Terminar una carrera de deportista tan joven, debe ser…


- Por favor no sientas lástima por mí.- le ordeno Miyasaka cortante y molesto, el menor sólo asintió con la cabeza y se quedo en silencio. La verdad es que ni el mismo Miyasaka sabía porque le había contado todo eso a ese chiquillo que no era nada suyo, era sólo un extraño. Pero allí estaba, un simple jovencito removiendo recuerdos en él.


Estuvieron en silencio todo el trayecto, hasta que Miyasaka hablo.- Tu secundaria esta aquí ¿Hacia dónde es tu casa?- pregunto con el auto detenido a una cuadra de la secundaria de Ichirouta.


- Aquí está bien.- Kazemiya desabrocho su cinturón.


- Espera te dejaré en tu casa, es peligroso.


- No se preocupe, de aquí no queda mucho.- declaro abriendo la puerta y Miyasaka se sonrojo.


- ¡No estoy preocupado!- contesto el rubio rápidamente al darse cuenta de que de verdad, sentía un poco de preocupación. Kazemiya sólo sonrió nervioso ante esa respuesta tan violenta.


El de cabellos turquesas se bajo del auto y cerró la puerta, para hacer una reverencia y darle las gracias.- No te acostumbres, ya ve rápido a casa.- fue lo que le dijo Miyasaka. Ichirouta asintió, se despidió y comenzó a trotar hacia su hogar, bajo la atenta mirada de Ryo. El rubio se preguntaba mentalmente que le había motivado a ayudar a ese chiquillo y a hablar demás, dejando escapar un suspiro, encendió el auto y se marcho a casa.


Sin embargo, ninguno de los dos se dio cuenta que alguien había estado observándolos, especialmente a Kazemiya.


-o-o-o-o-o-o-o-


Cuando Ichirouta llego a su hogar, tuvo que decirle a Hideki que se había ido a ver Midorikawa y luego a entrenar, dada la hora en que llego. A pesar de que tuvo que enfrentarse a las críticas de Hideki, lo soporto. Finalmente le menciono que mañana iría a ver a Midorikawa de nuevo y quizás los días siguientes. Una gran mentira de su parte.


Sin embargo al día siguiente, un nuevo problema se hacía frente a él.


- Esto de las mentiras debería acabarlas, pero es necesario.- murmuro Kazemiya algo inquieto, preocupado y sobre todo, estresado. Demasiado estresado en ese mismo momento, mientras estaba en la enfermería de la secundaria.


Aquella mañana había salido temprano hacia su secundaria, durante el transcurso del día no hubo nada fuera de lo común, era una mañana cotidiana, recesos cotidianos, conversaciones cotidianas, Masaru molestándolo o peleando con Kiyoshi; un día normal. Cuando le sobrevino un feo dolor de cabeza en el último descanso, que lo llevo directamente a la enfermería.


Ahora ya se sentía mejor, pero prefirió seguir con el acto.- Quizás sea un resfriado.- exclamo la enfermera, una mujer bastante joven, que acababa de salir de sus estudios.- o estás bajo mucho estrés.


- Aún duele, pero no tanto como antes.


- ¿Quieres que llame a tu padre?


- No, está bien así. Además debe estar trabajando a esta hora todavía.- eso último no era mentira.


- Entiendo, será mejor que descanses esta hora, le avisaré a tu profesor.- exclamo observando su computadora y tecleando algunas cosas.- Y después te irás a casa, según tu historial médico quizás estés recayendo, tuviste pulmonía hace pocos años y resfríos severos el año anterior.- decía observando la documentación.- Hablaré con tu entrenador, pero es mejor que tomes un descanso de las prácticas durante unos días, lo que menos queremos es que faltes a tus clases.


- ¿Cu…Cuánto tiempo tendré que faltar al club?- pregunto, estaba interesado en ese detalle, ya que ese era el propósito. La mujer escribió algo en un papel rápidamente y timbro antes de entregárselo a Kazemiya y quedarse ella con una copia, que hizo rápidamente en una pequeña fotocopiadora.


- Sólo por lo que resta de esta semana.- respondió ella.- Pero si empeoras tendrás que ir con un especialista y debes hacerte un examen.- le aclaro ella.


- Claro que si, descansaré lo que más pueda.- exclamo él.


- Tómalo con calma, se que el equipo de futbol tiene un torneo importante en menos de dos semanas, pero relájate, si no, no serás de ayuda.- le dijo ella.- sólo los preocuparás.- lo que había dicho dejo sin palabras a Ichirouta, era verdad: los iba a preocupar.- Ahora descansa un poco, iré avisar de tu inasistencia de esta hora a tu profesor y le daré el aviso al entrenador Sagakiri sobre tu futura ausencia.


La mujer se dirigió a la puerta con unas hojas en mano y cuando abrió la puerta corrediza, un chico cayó adentro de la habitación.- ¿Si?- exclamo la mujer con una ceja arqueada. El chico de cabello castaño se levanto casi enseguida.


- ¡Lo siento! Sólo venía haber como estaba mi amigo.- las iris color purpuras del chico temblaban ante la muchacha frente a él.


- Deberías estar en clase… ¿Lo conoces?- pregunto la muchacha a Kazemiya.


- Si, es de mi clase.- Ichirouta estaba sorprendido de ver a Kiyoshi aquí, este último sonreía nervioso. La mujer observo al muchacho y luego a Ichirouta, para dejar escapar un suspiro.


- Sólo haré como que no te vi, pero no me haré cargo de ti si un profesor te encuentra, así que será mejor que regreses a tu salón pronto.- le aclaro antes de irse, mientras el castaño le daba las gracias repetidamente hasta que se marcho.


- Kiyoshi ¿Qué haces aquí? Deberías estar en clase.- apenas estuvieron solos, Kazemiya enseguida lo increpo, llamándole la atención como si fuera su madre.


- Lo haré enseguida.- dijo mientras se disculpaba.- Pero Taiki estaba preocupado, quiero decir… ¡Hasta Masaru lo estaba!- exclamo alzando los brazos hasta el cielo muy exageradamente.- Después de todo te desplomaste en el suelo tan repentinamente que nos preocupaste.


- Tampoco es como si me hubiera desmayado, Kiyoshi.


-¡Pero como si lo hubieras hecho!- le dijo alarmado.- Escuche tu conversación con la doctora, supongo que descansar es lo mejor para tu salud.


- ¿Eh? Ah, si… mi salud.- declaro poco convencido, esto de las mentiras se les estaba escapando de las manos. Kiyoshi arqueo una ceja.


- Ichirouta.- el mencionado observo sorprendido a Kiyoshi, ya que lo había llamado por su nombre.- Cuídate.- le pidió él, parecía que le estaba rogando. Kazemiya parpadeo un par de veces antes de siquiera reaccionar.


- Si, lo haré.- contesto sonriéndole suavemente, apreciando su preocupación por él.


- ¡Bien! Entonces me iré a clases, nos vemos Kazemiya.- Kiyoshi desapareció tras la puerta y la habitación se quedo en silencio después de eso.


Las mentiras tienen que parar.


Por favor, sólo un poco más.


Sólo un poco más.


.-rogó con desesperación.


Apenas la enfermera de la escuela le dijo que podía irse, este lo hizo y justo antes que acabarán las clases y comenzarán las actividades de los clubes. Así que Ichirouta no se encontró con nadie y apenas puso un pie fuera de la secundaria, comenzó su carrera hacia el hospital de la ciudad. Debía disculparse con Midorikawa por no haber ido a visitarlo enseguida, pero esperaba que no armara escándalo.


-o-o-o-o-o-o-o-


- Aunque ya me parecía extraño que no hubieras venido ayer.- Midorikawa le hablaba en ese instante, apenas ver a Kazemiya cruzar la puerta se alegro, tan alegre estaba que había olvidado preguntarle por las actividades de su club, cosa que agradecía el más joven.


Midorikawa aún se encontraba en cama, los doctores le pidieron que no se levantará y si lo hacía que fueran movimientos mínimos posibles. Una silla de ruedas se encontraba al lado de su cama, así que seguramente Midorikawa la usaba para salir.


La voz del peliverde se oía cansada y adormilada, muy diferente al Midorikawa de antes, su rostro estaba hinchado todavía, se notaban a simple vista unos moretones sobre su tez blanca. Muchas vendas estaban sobre sus brazos, que también se notaban levemente hinchados y moreteados.


- Vinieron Endo, Tobitaka, Sakuma y hasta Fudou.- decía sorprendido el de cabello verde.- Me trajeron regalos.- exclamo observando al lado contrario, mirando un peluche y flores, estas últimas ya puestas sobre un florero.- Fudou no me trajo nada, que mal amigo.- A pesar de las heridas, Midorikawa seguía siendo el mismo joven algo inmaduro.


Kazemiya se sentía un poco triste por todo, por mentir, por tener esta misión, por engañar a sus amigos, por no haber estado ahí para defenderlos, cuando quizás, podía haberlo hecho ¿Aceptar la ayuda de Hideki en ese momento, había sido buena idea? A pesar de que todo iba bien por el momento, no podía evitar sentir como si algo grande se cerniera sobre él. No sabía cómo, pero trataba de controlar el pánico, el dolor y las lágrimas.


- ¿Ichi-chan?


- ¿Ah? ¿Decía algo?- pregunto avergonzado.


-…- Midorikawa lo observo un momento antes de contestarle.- No tienes que forzarte a venir, pareciera además, que quisieras decirme algo muy importante.


- N-no, no es eso. Yo quería venir a verte.- dijo sencillamente.- ¡De verdad!- declaro, apretando los puños. Midorikawa rio levemente.


- Esta bien, pero aún así pareces un poco enfermo.- el tono de Midorikawa era la preocupación total por él.- Por favor cuídate ¿sí?- antes de que Kazemiya pudiera contestar, la puerta de la habitación de Midorikawa se abrió.


- ¡Hey, Midorikawa!- una juvenil voz llego a los oídos de Kazemiya, quien sólo volteo a ver quien se trataba. Frente a ambos, se encontraba un chico seguramente de la misma edad que Midorikawa, sonriente y feliz, piel blanca, usaba unos simples pantalones verdes, y con un abrigo azul sobre sus hombros hacia su entrada en ese momento. Su mirada tranquila, esa suave sonrisa y ese estilo de peinado, a Kazemiya se le hicieron demasiado familiares.


- Que bueno que viniste Fubuki.- la forma en que Midorikawa lo llamo sorprendió a Kazemiya, quien observo a su "hermano" para luego observar al de cabellos claros, casi blancos, en la puerta. Este último cerró la puerta tras de sí y entro sonriente.


- Sakuma me había dicho que vendrías, pero pensé que estabas ocupado en tu trabajo.- sin moverse de la cama Midorikawa le hablaba tranquilamente, pero al voltear a ver a Fubuki, su compañero estaba mirando a Kazemiya y este también a él.


- ¡Ah claro! Deja que los presente.- Midorikawa se removió en su cama lentamente.- Ichi-chan, el es Fubuki Shirou, Fubuki él es mi nuevo hermano, Kazemiya Ichirouta.- presento él orgullosamente, como si de verdad fuera su hermano.


- Imposible.- murmuro Fubuki.


Desde que el albino había entrado a la sala, la mirada de Fubuki se había posado en la figura del más joven. Claramente el de cabellos turquesas imagino que posiblemente estuviera sospechando, la mayoría de sus amigos ya lo habían comparado, pero en ese momento no pudo decir nada al notar esa mirada tan intensa sobre la suya.


- Se es que es imposible que sea mi hermano, pero lo "adopte" o algo así.- respondió Midorikawa tratando de sonar bromista, es que no se había dado cuenta de la tensión entre las dos personas que estaban frente a él.


- Es… es…- Fubuki parecía no poder formular ni media frase completa, Kazemiya le miraba nervioso, al borde del pánico.


- ¿Qué pasa?- pregunto Midorikawa, intentando acomodarse en su cama, pero sin resultados, aún estaba muy adolorido, sólo podía voltear levemente la cabeza para verlos.


- Es… ¡tan lindo!- fue el grito que asusto a Kazemiya, quien no pudo siquiera dar un paso hacia atrás cuando Fubuki lo abrazo como si este fuera un oso de peluche o algo parecido.


- Es-espera…- nervioso e incomodo como estaba, Ichirouta apenas si podía quitárselo de encima. Es que Fubuki acariciaba la mejilla del contrario con la suya propia, bastante animado.


- Esto… Fubuki.- Midorikawa los hubiera separado, pero dado su estado de salud, apenas si podía moverse un poco, salir de la cama era completamente imposible para él.


- ¡Así! Perdón ¿estás bien? Me llamo Fubuki Shirou, un gusto en conocerte.- declaraba alegre el de cabellos blancos, soltándolo y tomando una de aquellas delgadas manos del menor entre las suyas.


- Si, u-un gusto.- Kazemiya algo abochornado y nervioso, correspondió al saludo. Fubuki sólo le miraba con una gran sonrisa, luego soltó su mano delicadamente.


- Tienes buena compañía, Midorikawa.- declaro Fubuki, este sólo asintió.- ¿Cómo te sientes?


- Aún adolorido, pero las medicinas atenúan ese dolor.- decía con una forzada sonrisa.


- Ya te recuperarás ¿no es verdad?- Fubuki esta vez le pregunto a Kazemiya, quien se había mantenido al margen por ese corto momento.


- Ah, sí. Confió que mejore muy pronto.- exclamo el menor.


- Si, gracias por visitarme. Y tú también Ichi-chan.- decía Midorikawa.- De seguro tienes mucho que hacer, el torneo ya se viene ¿no?


- ¿Participarás en el torneo?- pregunto Fubuki.


- Eh, si… Mi equipo participará en el torneo.- respondió inseguro.


- Eso es interesante, quizás nos encontremos en él.- exclamo Fubuki feliz y tranquilo.


- ¿También está en el torneo?


- eh, si… fui asignado por el Sector 5 para ser el entrenador de Hakuren.- dijo él.- Mi equipo también estará en el torneo.- La sola mención del sector 5 le hizo sentir un retorcijón en el estomago. Pero Fubuki, parecía buena persona, no estaba como Kidou y parecía muy amigable con Midorikawa. Quien iba a decir que lo encontraría en estas circunstancias, aunque pensándolo bien no era tan buena idea.


- ¿En qué secundaria vas?- pregunto Fubuki.


- Tsuetsu…- respondió simplemente, Fubuki le miro sorprendido.


- Es la secundaria que tuvo el encuentro de práctica con el instituto imperial.- Fubuki se hallaba sorprendido, se volteo hacia a Midorikawa, quien asintió.- Que coincidencias de la vida, espero poder enfrentarme a tu equipo.- Fubuki se inclino un poco para tocar su cabello, como si Kazemiya fuera un bebé pequeño que necesitará ser mimado.


- Si, espero…- contesto débilmente, aunque por los acontecimientos recientes, no creía que fuera tan divertido el jugar. Fubuki dejo de acariciar la cabeza de Ichirouta, para mirar a Midorikawa preocupado.


- No te preocupes Ichi-chan.- llamo Midorikawa, le miro con una sonrisa, aunque apenas una se formaba en su hinchado rostro.- No es como si fuera tu responsabilidad lo que está pasando, ya todo se arreglará. Ya verás que si.- Midorikawa trato de animarlo.


- Gracias, perdón por hacerte preocupar, cuando tu eres el enfermo.


Fubuki y Midorikawa se miraron nerviosos, en vez de animarlo, lo habían hecho sentir peor que antes. Fubuki carraspeo un poco.- ¿Qué posición juegas, pequeño?- pregunto Fubuki, Kazemiya parpadeo antes de contestar, no esperaba que le dijera pequeño, aunque no lo decía con malas intenciones o como burla, lo decía con cariño, un tono lleno de dulzura.


- De-delantero.


- Yo también hacia esa posición antes.- un emocionado Fubuki le respondía al más joven.


- Si…- Kazemiya iba a responder algo, pero Fubuki le interrumpió.


- Tenemos mucho en común.- decía sonriente. Kazemaru reía nervioso y algo incomodo.


- Fubuki…- llamo Midorikawa algo inquieto.- De todas formas.- cambio el tema Midorikawa.- Fubuki, disculpa por hacerte venir sabiendo que estas trabajando.


- No tienes porque agradecer, Endo y Sakuma querían que viniera para verte, además tengo unos días libres ya que están remodelando los clubes.- exclamo emocionado Fubuki.- No podía dejar un amigo sólo.


- Gracias.- intento sonreír Midorikawa.- Recuérdame darte las llaves, para que te quedes en mi departamento.- le menciono el peliverde.


- No te preocupes, deja todo en mis manos.- Fubuki parecía seguro de sí mismo, una persona más madura y alguien en quien confiar y apoyarse. Seguía siendo en el fondo, aquel chico tranquilo y sencillo que Kazemaru había conocido, esa parte de Fubuki aún seguía intacta en ese tiempo. Eso último le alegro y tranquilizó, sin embargo debía ocuparse de algo más.


- Lo siento por interrumpir, pero debo irme. Recordé que… que debo comprar unas cosas que me pidió papá.- decía nervioso.


- Esta bien Ichi-chan.- Midorikawa le respondió tranquilo.- De seguro debes tener muchos deberes también.


- Si, pero ¡vendré a visitarte de nuevo!


- Será agradable encontrarme de nuevo contigo.- mencionó Fubuki con una gran sonrisa, el de cabellos blancos se había recargado en un lado de la cama de Midorikawa, pero sin molestarlo.


- S-si, fue un gusto conocerlo Fu-Fubuki-san.- estaba un poco nervioso por las palabras de Fubuki, además de la mentira que acababa de decir.- Bueno, me voy, con su permiso.- exclamo Kazemiya dando una leve reverencia antes de cerrar la puerta de la habitación, la cual se quedo en silencio apenas este se fue.


- Se parece un poco a…- comento Fubuki repentinamente.


- Lo sé.- dijo Midorikawa.- Quizás por eso lo adopte como si fuera mi hermano.


- Había olvidado lo unido que eran tu y él.- menciono Fubuki recordando el pasado.- Aunque todos decían que te hacia bien estar con él, necesitabas a alguien maduro que te cuidará un poco, Midorikawa-kun.


- No seas así, yo era y soy muy maduro.- reclamo Midorikawa.


- Claro que sí, claro que sí.- decía Fubuki dándole leves y suaves golpecitos en la cabeza de Midorikawa.


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- Los trajes deben estar listos antes de este fin de semana. La próxima semana iremos al edificio principal del Sector V.


- Sí, señor Miyasaka.


- Quisiera también que revisen la iluminación y todos los instrumentos que van a utilizar. No quiero ningún retraso ese día.- índico él, mientras veía unos papeles.- Elías, por favor diles a los fotógrafos que no se retrasen con la revisión de las cámaras, y quiero el trabajo anterior, que se hizo en Yokohama, ya listo en mi despacho para la tarde.


- Entendido.- respondió el aludido mientras anotaba todo en una pequeña libreta, justo en ese instante una figura más pequeña entraba al lugar.- oh, Kazemiya que bueno que llegas.


- Lamento la tardanza, pero traje el café que me pidieron.


- ¡El mío era con leche!- exclamo una chica.


- Si, enseguida.- Kazemiya fue entregando los cafés que había traído uno por uno y finalmente a Miyasaka, en total había traído 6 cafés. Apenas llegar se dio cuenta que había una gran reunión de cada una de las secciones de la empresa, preparándose ya para el siguiente trabajando y finiquitando el anterior.


- Déjalo en el escritorio.- le mando el rubio, cuando Kazemiya quiso entregar su café. Miyasaka se lo había dicho sin siquiera mirarlo, muy ocupado en revisar esos papeles que tenía en mano.- Yumiko, hazme el favor de llamar a Sasaki y decirle que no usaremos sus diseños de gala, pero si los conjuntos de verano para la siguiente pasarela.


- Si, enseguida.- la chica mencionada tomo un teléfono cercano y comenzó a marcar, no tardo en nada en llevar a cabo la tarea que le había mandado Miyasaka.


Kazemiya estaba sorprendido, todo funcionaba bastante bien. A pesar del estrés, Miyasaka se veía completamente calmado y tomaba decisiones con su cabeza completamente fría, cuidadosamente. Todos parecían respetarlo y seguir sus órdenes sin replicar, ni nada.


Ichirouta había investigado un poco; a pesar de que había otras empresas sobre modelaje y fotografía con mucha más antigüedad, esta tenía mucho más fama debido a su creatividad y funcionamiento. No sólo había podido alcanzar a otras empresas con más experiencia, si no también se había presentado recientemente en Paris, donde a Miyasaka le habían hecho una gran entrevista, como editor y jefe de "Nanami".


Aunque esa información la había obtenido de sus compañeras de clases, por casualidad una de ellas leía una revista de moda y había escuchado la conversación que tenía con otras chicas. Desde entonces se había dado cuenta que la empresa "Nanami" no era una aficionada con respecto a ese trabajo, y lo podía confirmar viendo cómo trabajan de cerca. Con sólo ver eso, podía sentir un orgullo enorme por Miyasaka, quien iba a decir que ese pequeño chico rubio del club de atletismo, se convertiría en el dueño de la empresa. Eso lo hacía sonreír inconscientemente.


- Duele.- repentinamente sintió un golpe en su frente, llevo sus manos hacia esta como protegiéndola, Miyasaka le había dado un pequeño golpe.


- ¿Por qué sonríes tanto?- pregunto el rubio, parecía molesto.- ¿En que estabas pensando?


- Nada.- declaro rápidamente él. Pero claro, había olvidado algo, la actitud de Miyasaka para con él no era la misma que la de hace años. El chico que le admiraba tanto había desaparecido, ahora era un adulto que le molestaba para hacer los encargos, para que trabajara y cumpliera bien su rol en su empresa.


- Mantén tu cabeza en el trabajo.- le regaño molesto.


- Si, lo siento jefe.-


Miyasaka ordeno unos papeles que entrego a otra muchacha.- La reunión acaba aquí.- con esas palabras todos comenzaron a ordenar las cosas y retirarse.


- Jefe, el trabajo hecho en Yokohama ya está en su despacho.


- Como siempre tan eficiente Elías, gracias.- exclamo el rubio complacido.- Tu sígueme.- le dijo a Kazemiya, para ambos retirarse, no sin antes Miyasaka tomará su café, que fue bebiendo mientras caminaban por los pasillos.- Necesito que vayas a la sección de maquillaje, dile a Makiwa que las modelos deben estar mañana temprano para la fotografía en la ciudad, y dile a…- justo en ese instante su teléfono comenzó a sonar.- Espera un momento es importante.- Ichirouta sólo asintió y se quedo quieto un instante, observando por la ventana.


- Hola Nirai- Kazemiya volteo a verlo enseguida.- Si, perdón… pero hay un trabajo muy, muy, muy importante, y debo terminarlo.- se quedo un momento en silencio.- Si, si… lo sé, no se me ha olvidado.- otro momento de silencio.- En recompensa te llevaré un pastel.


Miyasaka se oía animado hablando de esa manera con Nirai, se notaba que eran bastante unidos. Kazemiya se sintió mal del estomago en ese instante ¿Qué sería ese sentimiento?- Cuídate Nirai, ¿sí?-


- ah…- Kazemiya también quería hablar con Nirai, aunque fuera sólo un poco, pero ¿Qué le iba a decir? No tenía derecho a pedir eso, Miyasaka ya se lo había dicho y él mismo lo sabía: ahora él sólo era un extraño para esa familia. Además, desde esa última vez que vio a su madre y a Nirai, no se había contactado de nuevo con ellos. Tampoco es que tuviera mucho tiempo libre para hacerlo, la escuela y el trabajo con Miyasaka lo mantenían muy ocupado


Miyasaka cortó la llamada y luego se quedo observando a Kazemiya un rato.- ¿Qué pasa? Pareces deprimido.- exclamo Miyasaka, un pequeño tono de preocupación se asomaba en su voz.


- No es nada, no se preocupe.- Miyasaka sorprendido se sonrojo levemente.


- ¡No es preocupación!- le reclamo él avergonzado.- Ve hacer lo que te dije.- exclamo sacando un papel y anotando algunas cosas rápidamente y entregándoselo a Kazemiya, quien lo recibió y leyó, para luego despedirse e irse.


- Me sigue sin agradar.- murmuro Miyasaka.


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La vida cotidiana de Kazemiya en los siguientes días, se resumía a ir al colegio temprano, saltarse el club dada su "enfermedad", ir a visitar a Midorikawa un rato, encontrándose siempre con Fubuki. Luego salir del hospital inventando una escusa y llegar al trabajo con Miyasaka, realizar los encargos que pedía, correr de piso en piso, llevar cafés, ordenar la ropa que quedaba regada por allí en ocasiones. Agradecía que al final del trabajo Miyasaka lo fuera a dejar cerca de su casa, por lo que apenas llegar se metía en los libros a estudiar o hacer sus tareas, acostándose un poco más tarde de lo habitual.


Sin darse cuenta llego el fin de semana, para él fue un relajo bastante grande, podría dormir hasta un poco más tarde y recuperar las horas de sueño perdido ¡Y hoy no tenía trabajo! De verdad estaba exhausto, además que Hideki ya estaba comenzando a sospechar, lo único que habían conversado es que había visto a Fubuki cada vez que iba a ver a Midorikawa y eso era todo.


Pero, su plan de dormir hasta cuanto pudiera se vio entorpecido cuando su celular comenzó a sonar. Despertó algo molesto por eso. Un poco adormecido y muy cansado comenzó a moverse entre sus mantas, alargo su mano hasta donde estaba su celular para tomarlo y ver que en la pantalla salía el nombre de Miyasaka. No lo podía creer, era obvio que debía contestar.


- Lamento despertarte en tu día libre, pero el ayudante de hoy está enfermo y no pudo venir. Necesitamos que tu vengas.


- ¿eh? Pero…


- No te preocupes, te pagaré extra.


- No es ese el problema, yo…


- Estamos en el edificio Nanami, te veo en dos horas, vendrán a recogernos para ir a la locación, adiós.- antes que pudiera decir algo Miyasaka había colgado.


¿Es en serio? Se preguntaba mentalmente Kazemiya Ichirouta, totalmente cansado y con ganas de seguir durmiendo.


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Notas finales:

Continuara.

N/A: Este capitulo lo encontré un poco relajado(?) no, ustedes no? De todas formas es el comienzo para que los demás personajes hagan sus movimientos. Hey! Pero apareció Fubuki, si no fue una gran aparición, pero no se preocupen, que ya hará un gran movimiento.

Próximo Capitulo: No hay XD, es broma. La verdad es que el siguiente cap necesita más construcción de lo que necesitaba este, pero lo traeré. Asi que no hay titulo hoy.

Como última cosa: Además de Fubuki ¿Que creen que es lo que haran los otros? ¿algo malo? ¿algo bueno? ¿un poco de ambos? 8D


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