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Un Nuevo Tiempo por yumeorage

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Notas del capitulo:

Este capítulo ocurre paralelamente al capítulo 19. Kido Yuto.

Segundo Encuentro

Después de lo ocurrido con Senguji, Kazemaru apenas llegó a casa y lo hizo bastante tarde. Hideki estaba allí con su móvil en mano, ya que lo había estado enviando mensajes tratando de comunicarse con él, muy preocupado por no saber donde estaba, incluso pensaba en llamar a la policía. En un principio iba a regañarlo por llegar tan tarde, pero al ver a Kazemaru muy lastimado, dejo su regaño para después.

Y allí estaba, otra noche en vela cuidando a quien ahora llamaba hijo; Kazemaru se había torcido el pie con la caída, tenía algunos moretones que seguro durarían unos días. Le dio un analgésico, puso hielo en su pie y lo dejo acostado.

- Fue mi culpa…

- Claro que no, soy yo el responsable…- respondió Hideki, quien estaba sentado en una silla mientras Kazemaru se encontraba recostado en su cama. Hideki sabía que todo esto era porque no le había dejado a Ichirouta hacer lo que él quería, obligándolo a buscar ayuda en otros, en Miyasaka en este caso. Todo eso, habían gatillado al estado en el estaban ahora. El mayor sólo dejo escapar un suspiro y sonrió.

- De todas formas, es bueno ver que regresaste sano y salvo.- la pregunta que se hacía ahora Hideki era ¿Cómo iría a trabajar? ¿Tendría que aparentar normalidad? Lo bueno es que no trabajaba directamente para Senguji, tenía otro jefe a quien responder, pero aún así era complicado. Por ahora iría al trabajo con tranquilidad o eso pensaba, que bueno que era día libre mañana, así podría pensar las cosas mejor.

- ¿Cómo te sientes?- pregunto Hideki, poniendo una mano sobre su cabeza, acariciándole con ternura.

- Estoy bien, no es como si estuviera grave, sólo estoy adolorido.

- Trata de dormir, veamos como amaneces mañana. - Kazemaru asintió y se acomodo, mientras Hideki le cubrió con la manta antes de salir del cuarto, no sin antes preguntarle si quería algo, a lo que el más joven dijo que no.

-o-o-o-o-

A la mañana siguiente, Kazemaru se levanto adolorido y confundido, tomo un baño caliente que lo relajo un poco, como también disminuyo su dolor e incomodidad. Ya cambiado y más fresco, parecía que lo ocurrido ayer no hubiese pasado, de no ser por su dolor en el pie.

- Buenos días.- Saludo Kazemaru a su padre adoptivo, quien preparaba el desayuno.

- ¡oh! Veo que te levantaste ¿Pudiste dormir bien?- preguntó mientras ponía el desayuno en la mesa, Kazemaru enseguida se sentó, tenía hambre, en la noche había comido poco.

- Si, dormí lo suficiente, aunque el despertar no fue muy bueno.- incluso sonrió para darle menor importancia. La verdad es que estaba bien, no tenía nada roto, sólo una leve torcedura y unas heridas que se curarían pronto gracias a la tecnología de Hideki. Aunque su pie dolía, pero no lo suficiente para no levantarse. Hideki se sentó para tomar desayuno con él.

- Era inevitable. En fin, llame a tu entrenador para avisarle que no irás a entrenar porque estas enfermo, ni de broma practicarás en tu estado. Así que tienes el día libre, aprovecha para descansar y recuperarte, después de todo el torneo ya empieza.- Kazemaru no dijo nada al respecto, de verdad no estaba en una perfecta condición para ir a practicar futbol, ni mucho menos pensar en el Holy Road en ese momento. Lo positivo es que era consecuente con la mentira que había dicho: que no podía jugar mucho en el pasado porque siempre se enfermaba.

Hideki comenzó a comer en ese instante, al igual que Ichirouta.

- Hoy saldré… - informo minutos después el adulto de la casa.

- Pensé que tenías el día libre.

- Es por eso mismo que saldré, debo hacer unas investigaciones.

- ¿es por la misión? Iré conti…

- No.- con un ademán de su mano lo detuvo.- Sólo iré a ver a unos colegas del trabajo, a encontrarme casualmente con ellos, ya sabes un accidente.- le dijo como si ya tuviera todo planificado.- Quiero saber si saben algo de Senguji o Kido, quizás lo que te paso no es secreto, sólo quiero ver como está la situación, antes de que comience la semana de nuevo.

Kazemaru desistió enseguida, es cierto: El trabajo de Hideki era importante. Y no lo decía sólo porque debían sobrevivir de algo, si no porque era una conexión importante con la misión que hacían.

- De todas formas, no sé a qué hora llegaré y tú no tienes tu teléfono, así que hay comida en el refrigerador para que la calientes.- Kazemaru asintió.

La misión estaba avanzando a pasos bastantes difíciles y eso era porque ya tenían los contactos con Goenji y Kido. Por otro lado, habían llamado demasiado la atención y eso era un problema. Habían muchos factores que medir antes de dar el siguiente paso, incluso Hideki estaba pensando en no investigar más y quedarse al margen, sin importar lo que ocurriera, pero se preguntaba si Kazemaru lo haría.

Por otro lado los amigos de Kazemaru estaban atentos. Endo, ya estaba bien, según el rumor era un buen entrenador. Rumor que se había extendido por varias secundarias, inclusive a la de Kazemaru a pesar de ser parte de otra región. Fudou estaba bien desde un principio, su misma actitud de siempre, pero nada de que asustarse, por ahora. Kido seguía siendo frió, pero al menos parecía ayudar en algo o eso creía. Sakuma parecía como siempre tan responsable como lo recordaba. Y Fubuki no había cambiado mucho. Kazemaru había podido lograr vincular a los cinco, y seguramente sospechaban de él: habían estado el día que se encontró con Goenji. También estaba Tobitaka, aunque inofensivo y confiable, tenía de sobrino a Kiyoshi, quien era su amigo de su actual secundaria, un gran problema si lo hacía hablar, pero un gran aliado por si se enteraba de algo.

Kiyoshi por otro lado estaba al tanto del problema que había causado, sabía sus motivos, pero Kazemaru no le había contado toda la verdad tampoco. Así que Kiyoshi sólo tenía el 5% de la información real, la cual era cierta, pero no tenía la información completa. A Midorikawa no lo había podido ver mucho, pero sabía que él estaba enterado de ciertas cosas. Y Handa, a quien veía a menudo porque trabajaba en su secundaria, lo evitaba lo más que podía y el tiempo que pasaba con él era el mínimo, quizás el suficiente que tenían entre un alumno común y un profesor.

Por lo menos no había nada que se les escapará. Aunque había un factor: Miyasaka. Su antiguo compañero de club, y ahora su ex-jefe. No creía que él fuera a hablar, pero sabía que seguramente lo vería de nuevo, aunque ahora que no tenía su teléfono, dudaba mucho que se encontraran tan pronto.

Hideki se fue después de que terminarán de desayunar y dejará todo limpio. Así que pasaría la mañana aburrido y solo. Eso pensaba, hasta que no aguanto estar encerrado mucho tiempo, tenía demasiadas cosas en la cabeza. Sabía que debía quedarse, pero no había mucho que hacer y estaba demasiado preocupado porque mañana se inauguraba el inicio del torneo. Una caminata no haría mal a nadie, además solo estaría por los alrededores.

Así que con calma salió de casa sólo a caminar, sin alejarse mucho. Mirando los alrededores, saludo a los vecinos, observo las calles, el cielo, las casas. Fue hasta una cancha cercana que usualmente usaban los chicos de primaria para jugar. Rodeado de árboles y bastante segura.

Se quedo observando un rato a los más pequeños pateando la pelota, cayéndose y levantándose luego, intentado hacer goles, era divertido. Si, era muy divertido, sólo diversión y nada más. Una sana competencia, no como ahora. Dejo escapar un suspiro, todo era tan complicado, tenía muchas preguntas sobre el futuro, sobre el pasado, pero ninguna respuesta, hasta el mismo Hideki no sabía todo.

Estaba por irse, quizás hacer sus tareas y luego ver televisión, y sobre todo: descansar. Sin embargo, justo en ese instante la pelota, con la que los pequeños estaban jugando, salió volando hacia un árbol, quedando entre sus ramas. Kazemaru les miro con pena y mucho más, cuando noto que los más pequeños no podían alcanzarla.

- Yo la sacaré por ustedes.- apareció frente a los más pequeños, tranquilo y sonriente.

- ¿De verdad?- los niños estaban entusiasmados por aquello, Kazemaru sólo asintió. El árbol era bastante alto, pero había una rama cerca

- ¡Muchas gracias, hermano mayor!- gritaron todos, al ver que Kazemaru ya se disponía a subir alcanzando la rama más cercana. Subió con lentitud debido a que le dolía su pie, pero no era lo suficientemente doloroso para hacerlo desistir. Apenas pudo alcanzar el balón, se los lanzo a los chicos, quienes chillaron de alegría.

Desde allí podía ver toda la cancha, pero no se quedo mucho tiempo, enseguida intento bajar, sólo para sentir que la rama sobre la que estaba cedía a su peso. Se asusto, intento bajar enseguida y rápido, pero fue demasiado tarde cuando la rama se rompió y el cayo. Nuevamente caía como ayer, seguro le dolería, pero no fue así, cerró los ojos para sentir el impacto que nunca llegó. Cuando abrió los ojos alguien lo había atrapado.

- ¿Siempre estas cayendo de lugares alto?

Esa voz, la reconoció enseguida.

Kazemaru le miro entre sorprendido y aterrado, se puso tan pálido como el papel al ver que se encontraba en los brazos del Seitei, podía ver claramente su expresión reflejada en los lentes oscuros de quien le había salvado.

- No se preocupen, el hermano mayor está bien.- les decía Ishido a los niños, quienes se fueron menos preocupados y agradecidos. Ishido ni siquiera pensó en bajar al menor, comenzó alejarse del lugar con el menor entre sus brazos.

- ¡Espere! Bájeme, por favor.- pero de nada sirvieron sus palabras, era como hablar con una pared. El Seitei lo llevo hasta una banca donde finalmente lo bajo para dejarlo sentado. Justo al lado había una expendedora de bebidas, que el Seitei enseguida uso.

Kazemaru sin saber que hacer, no se levanto, el otro no le decía nada y él de verdad no quería estar allí, no con él. Ishido fue hasta la expendedora y pago por un par de bebidas bien heladas. Le dio una al menor, Kazemaru sólo la tomo sin saber muy bien que decir o siquiera que hacer. Pero se sorprendió cuando el Seitei mismo se arrodillo frente a él y le quito su zapato y calcetín de su pie lastimado.

- ¡¿Qué hace?! No… yo…- aplico la bebida helada sobre el pie lastimado.

- Eres un jugador de futbol, deberías cuidar mejor de tu cuerpo.- no podía ver la expresión del Seitei tras esas gafas oscuras, pero estaba seguro que debía estar serio.

- ¿Cómo sabe que yo…?

- Estaba esperándote en la calle de tu casa, te vi salir y te seguí, noté tu estado mientras caminabas.- fue su simple explicación, cualquier tomaría aquella respuesta como alguien acosando a un menor, aunque en ese momento eso no paso por la mente de Kazemaru.- Deberías haberte quedado en casa, aunque agradezco que hayas salido ya que no estaba seguro si estabas o no, pero no imagine que te subirías en un árbol en esta condición.- le explico el Seitei bastante tranquilo.

Por la mente de Kazemaru pasaron muchas cosas, entre ellas que debería mirar más a su alrededor o que simplemente no debió salir de su casa.

- Yo puedo solo, no estoy tan mal…- Ishido le observo, dejo de aplicar la bebida helada sobre el pie el chico y volvió a ponerle su calcetín y zapato ¡Qué podía sólo! Exclamo internamente Kazemaru, al ver que ahora lo volvía a vestir. Pero por lo menos ya estaba bien, ya lo dejo tranquilo, incluso el Seitei se había sentado a su lado.

Que incomoda atmosfera.

- Cuándo fuiste al sector V ¿De verdad creías que ibas a convencerme sólo con palabras? Esto es más grande de lo que te imaginas.

Ichirouta volteo a verlo sorprendido, incluso se sintió ofendido por lo que decía. Miyasaka le había dicho algo parecido.

- No soy estúpido, sé muy bien que esto es muy grande, pero creo que usted debe saber lo que está bien y lo que está mal.- le comento alzando la voz, pero enseguida se arrepintió de haber sido tan mal educado.- Lo siento.

- No te disculpes, pareces bastante confiado.

- ¿Ya no le gusta el futbol?- pregunta que dejo descolocado al Seitei. Volteo a verlo, a mirar esas suaves y aniñadas facciones, ese cabello turquesa que le recordaban a alguien, aunque el chico frente a él parecía mucho más seguro de sí mismo que aquel que hubo conocido en el pasado y el color de sus pupilas eran distintas.

- Ven conmigo.- el adulto se levanto del asiento, la mirada de Kazemaru no se veía tan confiada como para seguirlo tan repentinamente.- No te estoy pidiendo un favor. Ven conmigo ahora o te llevaré como antes.- exigió el Seitei. Y claro, la actitud del adulto dejaba mucho que desear, Ichirouta termino por levantarse y seguirlo a regañadientes. Era eso o que el Seitei lo tomará entre sus brazos otra vez.

No se alejaron mucho del parque, sólo fueron al aparcamiento del lugar. Allí mismo, un coche rojo y descapotable estaba estacionado. El Seitei abrió la puerta del copiloto y le indico que entrará al coche.

- No.- contesto enseguida el de cabello turquesa, dando un paso atrás.- Acepte seguirlo, pero no me subiré al au…to…- su seguridad se fue desvaneciendo cuando el Seitei se acerco a él y puso una mano en su hombro. Le miro asustado, la seguridad que el de secundaria había mostrado hasta hace poco, se esfumo cuando este se había acercado a él. Como no temerle cuando el otro era más grande y más alto que él, y su sola presencia intimidaba.

Sin poder pelear, camino hasta el auto siendo empujado levemente y repentinamente estaba sentado en el auto, Goenji cerró la puerta y rodeo el auto para sentarse en asiento del piloto.

- El cinturón…

- Espere ¿Adónde vamos? Yo no…

- El cinturón, no lo repetiré por tercera vez.- le interrumpió el seitei poniendo el auto en marcha. Kazemaru casi hace un berrinche, pero termino por ponerse el cinturón antes que el vehículo partiera.

Estuvieron varios minutos en silencio, el menor sólo miraba por la ventana tratando de no perderse. Se iban alejando de su vecindario, para llegar a otro, uno relativamente cercano a donde vivía. Otra vez parecía estar siendo secuestrado, se estaba cansando de esta situación.

Cuando el Seitei aparco el auto, se encontraban en aquel importante y nostálgico lugar: la torre de metal.

Kazemiya no pudo ocultar su sorpresa al ver que se había estacionado cerca, el Seitei noto su expresión.

- ¿Conoces el lugar?

Ichirouta se exalto en su asiento y le observo nervioso. No debería dejarse llevar tanto por sus sentimientos como Kazemaru Ichirouta, pero no había podido evitarlo.

- S-si, eh… me perdí, el primer día que llegue a la ciudad… y llegue aquí y… lo descubrí.- intentando no ponerse nervioso, evitando la mirada del contrario le contesto lo mejor que pudo. El Seitei desabrochó su cinturón y le indico al menor que hiciera lo mismo. Ambos salieron y se dirigieron a aquel lugar donde alguna vez Endo entrenaba, donde él se había terminado por unir al equipo de futbol de su antigua secundaria.

El silencio se coloco entre ellos nuevamente, ambos sentados en una banca cercana, la hora del almuerzo casi se acercaba y Goenji no decía nada. Kazemaru comenzaba ponerse incomodo, no sabía que decir y el otro tampoco, o sólo estaba jugando con él.

- Yo…- comenzaron ambos a la vez, sin darse cuenta.-

- Tu primero.-

- No, es mejor que sea usted.- decía Ichirouta un poco intimidado por la mirada oscura de Goenji, ahora que era adulto y sin esas gafas, se veía mucho más frió.

- Quiero disculparme por lo que paso allá.- el Seitei se detuvo un momento, no pudo evitar rascar su mejilla algo avergonzado.- cuando te estaba persiguiendo, ya sabes el be…

- ¡Sí! Se a que se refiere.- le interrumpió el menor, no quería ni siquiera escuchar esa palabra.- Fue un accidente, es todo.- Y con eso parecía que se daba por terminada por la conversación, porque nuevamente se quedaron en silencio.

- Escuche, yo…- Kazemaru decidió aprovechar la oportunidad, dado que no había mucho más que decir.- Yo no quiero que los clubes futbol dejen sus actividades, sólo por un torneo.- comento simplemente de manera tranquila.- Todo el esfuerzo de ellos, creo que debe entenderlo muy bien usted… Goenji fue un jugador de la secunda…

- Detente.- le interrumpió ahora el mayor, con una voz alta y demandante, Ichiro sólo se quedo en silencio muy temeroso por el tono de voz que uso Goenji.- Lo que ocurre no te concierne, eres un niño, no entenderías cosas de adultos. Es mejor que te dediques a tus estudios solamente y no te metas en asuntos donde los niños no pueden estar.

- ¡Como puedes decir eso!- y exploto, estaba tratando de ser lo más respetuoso posible, incluso se levanto de su asiento por lo que había dicho el mayor ¿Qué no le concernía el tema? ¡Claro que lo hacía! Después de todo, él era Kazemaru Ichirouta, aunque el otro no supiera ese detalle.

- Yo también juego futbol, también me preocupo por el club, también me gusta el futbol, claro que me concierne. Todos ellos se han esforzado mucho.- le comento, refiriéndose a sus compañeros de equipo.- Tal como soliam… solían hacerlo ustedes.

- Ya te lo dije, es algo de adultos, no lo entenderías.- dijo simplemente el Seitei, desviando la mirada del jovencito, para observar el frente, perdiendo su mirada en el paisaje. Ichirouta frunció el ceño y se puso justo frente a él, para obstaculizarle la visión.

- Si me explica podré entenderlo.- exclamo, casi parecía que estaba haciendo un berrinche, uno muy adorable a la vista de Goenji. Quien paso de la sorpresa, a una leve y tenue sonrisa que se dibujo en su rostro.

- Lo siento, no puedo.- su tono tranquilizador pareció confundir a Kazemaru, quien extrañado no pudo decir nada más, ni exigir. Sólo cuando la mano de Goenji se dirigió a su rostro esté reacciono: intento hacerse hacia atrás, pero Goenji le agarro de la nuca con delicadeza, sorprendiéndolo.

- ¿Qué hace?- intento quitar la mano de Goenji de su cabeza, pero fue en vano. No podía hacerse hacia atrás, sólo podía sentir la mano de Goenji enredándose en sus cortos mechones.

Acaso él… ¿Le estaba acariciando el cabello?

- Espe-ra…- su mano libre la puso sobre el pecho de Goenji para alejarse, pero no podía hacerlo.

- Es muy suave tu cabello…tal como lo imagine…

Las palabras del adulto sorprendieron a Kazemaru. Esto se estaba tornando extraño, pensaba en su interior el menor, tratando de alejarse, evitando la mirada profunda de Goenji, sintiendo la gran mano áspera del Seitei sobre su nuca, tocando sus hebras turquesas. Empezaba a sentir que el corazón le latía muy rápido, se sentía nervioso, temeroso. Hasta que uno de sus movimientos provoco que le jalarán sus cabellos y no pudo evitar quejarse por el dolor.

Sólo cuando Ichirouta se quejo, Goenji reacciono y lo soltó rápidamente.

- Lo sien…

- ¡ISHIDO!- un grito amenazante se dejo oír en ese momento. El nombrado y el menor, quien se tocaba la parte posterior de su cabeza, voltearon a buscar el origen de aquel grito, sólo para ver al entrenador del equipo de futbol de Raimond allí de pie.

Endo Mamoru se había vuelto bastante más pacifico gracias al encuentro que tuvo con Kazemaru, incluso había obtenido un empleo rápidamente, a pesar de que antes era muy violento, despreocupado por todos y hasta por él mismo, debido a las cosas que le habían ocurrido. Incluso sus ojos sin vida, esos fríos y amenazantes ojos que había visto antes, habían vuelto hacer aquellos cálidos y sinceros. Pero ahora, se veía furioso, sus ojos destilaban mucho peligro.

-o-o-o-o-

- Entonces, la audiencia será pronto.- Midorikawa estaba con sus muletas aquella mañana, aún en el hospital, preparándose para salir. Su rostro ya no estaba hinchado, sus mejillas tenía su color usual, sus heridas se habían curado. Pero lo más importante es que el peliverde se sentía liviano, libre, pero ese sentimiento lo hacía sentirse mal.

El sólo mencionar la audiencia, hizo que su tono de voz se apagará un poco y apretara con fuerza sus muletas. Esa reacción no paso desapercibida por Tobitaka, quien le hacía compañía en ese momento.

- Midorikawa…- el mencionado negó con la cabeza.

- No voy a negar que tengo miedo, me pregunto que le dirán.

- Su abogado defensor esta aludiendo a problemas mentales y desequilibrio.- le indico Tobitaka.- Midorikawa, creo que deberías presentar los…

- No, déjalo así por favor.- Tobitaka se quedo en silencio, sin saber mas que decir, si Fubuki estuviera aquí seguro que tendría que decir muchas cosas, lástima que tuvo que volver para ver a su equipo. No era bueno tratando este tipo de situaciones.

- ¿Todavía… lo quieres?- la pregunta salió por si sola de la boca de Tobitaka, Mido lo observo sorprendido, sólo para que sus ojos se llenaran de lagrimas repentinamente, eso sí que sorprendió a Tobitaka.- ¡Lo siento! No debí preguntar, un pañuelo, un pañuelo…- Tobitaka rápidamente busco algo para secar las lagrimas de Midorikawa.

- Soy un estúpido, pero soy un estúpido que sabe que Hiroto actuó mal.- Tobitaka le entrego el pañuelo y Midorikawa lo uso sin pensarlo mucho.- Se muy bien que él no está bien, al mismo tiempo me alegro de estar lejos de él, es la primera vez que puedo respirar tranquilo, pero aún así… - se limpio las lagrimas que salían sin parar, parecían cada vez más, no podía evitar llorar el solo recordarlo.

- Lo siento, se lo importante que es para ti, pero Fubuki y yo queremos que estés bien.- Tobitaka palmeo su espalda con cuidado y le sonrió.

- Sabes soy un estúpido porque aún pienso que Hiroto puede cambiar.- sonrió con tristeza, ya un poco más calmado.- Tal como Endo cambio gracias al pequeño, hace tiempo no lo veíamos y cuando lo vimos, cuando Endo vino a verme, fue sorprendente, estaba feliz por él. Quisiera ser tan fuerte como Ichi-chan.- comentaba sonriente, al mismo tiempo que ya las lágrimas habían cesado.

Continuara...

Notas finales:

Si, volví. Me fui de viaje en mis vacaciones y tuve muchas cosas que hacer al volver, pero quien dice que no puedo hacer un fic y mis labores al mismo tiempo. Gracias por leer y por los comentarios que he recibido, siempre me alegran, los leo todos.

Por un comentario que dejaron aquí, quisiera saber que piensan sobre con quien emparejar a Kazemaru, yo aún no he decidido bien, al principio tenía una pareja definida para Ichirouta, pero como que he cambiado de parecer como dos veces ya, sería bueno escuchar sus opiniones al respecto. Después de todo, con la pareja que se quede no cambiará en casi nada la trama en general, creo… a menos que cambie algo en el camino.

No los aburro más! Espero que les haya gustado y estoy atenta a sus comentarios, opiniones, etc.

Próximo Capitulo: Lazos


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