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Un Nuevo Tiempo por yumeorage

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Notas del capitulo:

Advertencias y notas del capitulo:

OoC(?)

OC

Faltas de ortografías (como siempre )

Recordando que Inazuma Eleven no me pertenece, si fuera mío, sería todo yaoi~

Espero que disfruten de este nuevo capitulo.

Accidente


Kiyoshi se había encontrado con Tobitaka y compañía, y no bastando con eso, el padre del protagonista también había aparecido. Kiyoshi Kaito, quien era conocido por ser un buen amigo y compañero, casi un genio en el baloncesto, aunque a veces un poco vago, estaba desesperado. Hace un rato atrás que estaba intentado llamar a su compañero, Kazemiya Ichirouta el afectado, pero este no respondía, opto por mandarle un mensaje para continuar con sus actividades del club ya que el entrenador lo iba a regañar si lo notaba distraído.


Al terminar la práctica, lo primero que hizo fue revisar su teléfono, pero no había nada. Ni una sola respuesta de Kazemiya, trato de llamar de nuevo, pero nada.


Kazemiya, que tu padre y los amigos de mi tío Tobitaka están allá en el sector, responde. Era lo que el castaño rogaba en su interior con desesperación, esperando que por lo menos Kazemiya hubiera leído su mensaje y sólo estuviera muy ocupado como para responder.


- Por fin sales.- cuando llego a la entrada principal escucho una voz bastante familiar, Tobitaka estaba ahí esperándolo.


- Ho-hola…


- O hablas aquí, o te acompañaré hasta tu casa y tu madre se enterará.- declaro Tobitaka, el castaño le miro receloso y sin perder tiempo corrió como si su vida se fuera en ello, sorprendiendo a Seiya que no espero que de verdad huyera.


- ¡Espera!- claro que Tobitaka lo siguió para darle alcance. Sería una larga tarde para Kiyoshi, pero él no era el único con problemas ese día. Al otro lado de la ciudad, había alguien que estaría prontamente en un grave problema.


-o-o-o-o-o-o-


- Muy bien Kazemaru Ichirouta, es para esto por lo que tanto has luchado durante estos días, concéntrate.- se decía el más joven del equipo Nanami mientras observaba como guardaban las cámaras usadas, los estilistas se iban, la ropa era empacada por diferentes personas. Algunos grupos conversaban, otros hacían llamadas importantes.


- Como siempre mi estimado Miyasaka, ha sido un gran trabajo.- el hombre moreno, llamado Senguji hablaba con el rubio cerca de una de las entradas del lugar, eran la última empresa en irse, al parecer Senguji tenía cierto respeto por el trabajo que hacia Miyasaka.


Kazemaru les observaba desde lejos, más sin embargo su atención fue dirigida rápidamente hacia el Seitei.- Goenji…- murmuro en voz baja. Sin embargo su calma se esfumo cuando vio al Seitei caminando hacia el lado contrario donde estaban Miyasaka y Senguji, estaba abandonando la habitación y su jefe no le había dado la señal para irse. Observo de un lado a otro, sin saber qué hacer, hasta que tuvo que decidir por sí mismo.


La gran habitación donde estaba era lo suficientemente grande y además de forma circular, sus frías paredes de metal, poseía varias entradas, completamente abiertas para el fácil acceso de los invitados. Claro Kazemaru hizo uso de la entrada más cercana, después de todo, todas las puertas daban al mismo pasillo.


- Lo siento Miyasaka-san.- murmuro para dejar su libreta sobre unas cajas y salir de la habitación en persecución de Goenji.


-o-o-o-o-o-o-


Termino siguiendo a Ishido por un largo pasillo, siempre escondiéndose en una de las esquinas antes de doblar, agradecía que no hubiera mucha gente en el edificio, porque hasta ahora sólo ellos parecían caminar por allí. Bueno no estaban totalmente solos, las personas de mantenimiento, del aseo en este caso, estaban por allí. Kazemaru notó la perfecta posibilidad, para tirar aquella gorra oscura y su identificación que lo indicaba como miembro de la empresa de Miyasaka, en un basurero con ruedas, que seguro algún encargado de la limpieza había dejado a un costado del pasillo.


No supo cuanto tiempo estuvo caminando, pero de alguna forma le pareció eterno, dado a que estaba nervioso y ligeramente asustado por el hecho que los pasillos se parecían mucho entre sí, la posibilidad de no regresar sin conocer el camino parecía ser muy alta.


El Seitei doblo a un pasillo, y como siempre Kazemiya espero unos pocos segundos, para después correr hacia donde había desaparecido, se asomo lentamente para ver donde se dirigía, pero para su sorpresa no había nadie.- No… no…- comento en voz baja, observando por todos lados, pero él estaba seguro que lo vio entrar por ese pasillo. Respiro hondo y entro al pasillo, que ahora que lo notaba estaba levemente oscuro y no tenía salida, lo único que había era una puerta cuyo estilo frio y metálico se parecía a la habitación donde habían hecho las fotos y entrevistas.


Era obvio, el Seitei había entrado por allí. Kazemaru tomo aire, cerró los ojos y la puerta se abrió, luego que el apretará un botón cercano. La puerta al abrirse no hizo ruido y el entro tímidamente a la habitación, no era tan grande como la otra, pero también era circular. La habitación se notaba fría, con varias pantallas apagadas a sus costados y la luz era tenue, sólo para ver lo necesario y no más allá.


- Ho-hola…- exclamo tímidamente, dando pequeños pasos que producían un leve ruido en el frio piso. Ante su llamado nadie respondió. Acaso ¿Estaba sólo? Se pregunto observando de un lado a otro, en busca de un interruptor que le permitiera ver algo más que sólo el centro de la habitación.


¿Se abría equivocado? Se pregunto nuevamente, pero él estaba seguro que Goenji había entrado a ese pasillo, el cual no tenía salida y sólo había una puerta. No quería pensar en fallar, si no todo sería en vano y Hideki lo mataría, después de todo ¿Qué clase de cosas podrían afectar el futuro con lo que estaba haciendo? ¿Las decisiones que estaba tomando eran las correctas?


- ¿Quién eres tú y que haces aquí?- una persona había entrado a la sala en ese momento, provocando que el menor se exaltará al escuchar su voz. Volteo a mirar, sólo para ver a una persona bien vestida y de tez morena que lo miraba severamente.


-o-o-o-o-o-o-


- ¡Mucho gusto, mi nombre es Fubuki Shirou!- saludaba el albino a Hideki.- Es un honor conocer al padre de Ichi-chan.


- Si, es un gusto Fubuki…- Hideki parecía sorprendido de ver a otro miembro más de los ex súper once, el estar con tantas personas que supuestamente eran una clave para que el futuro en la tierra no se volviera un caos, le estresaba de sobre manera. Eso último era porque desde que había llegado Fubuki, este se comportaba como un chico visitando un acuario o algo así, y Endo y Fudou parecían apunto de asesinar a la secretaria del mostrador por no dejarlos entrar. Sakuma quien intervino, parecía el único maduro de este grupo.


- Al parecer no podemos entrar, como aún no terminan las entrevistas no quieren ser molestados.- explico Sakuma.- Podríamos esperar acá a que salga…


- Escuche señorita, necesito entrar a ese lugar.- ese era Hideki, ahora él era quien estaba amenazando a la pobre secretaria que no tenía culpa de nada.- Lo digo por su propio bien, es mejor que nos entregue un pase de entrada y nos diga donde están haciendo las malditas entrevistas.- le exigió él alzando la voz.


- Hi-Hideki-san.- llamo Sakuma con la voz débil.


- Que miedo.- murmuro Fudou.


- Si tuviera un hijo como Ichi-chan, también actuaría así.- hablo despreocupadamente Fubuki, como siempre con una sonrisa enmarcando su rostro.


- ¡Comprendo muy bien a lo que te refieres, Fubuki!- le dijo un Endo animado. Ambos asintieron de acuerdo.


- …- Sakuma se quedo sin palabras, porque hasta Akio parecía de acuerdo.


- Vaya, pero que sorpresa.- exclamo una voz extra, todos voltearon a ver a quien les hablo.


- ¡Kido!- exclamo Sakuma.


- geh… Kido.- murmuro Hideki, observando receloso al chico de rastas, parado allí como si fuera el rey del maldito mundo, o eso pensaba Hideki molesto por el hecho de encontrárselo en ese lugar.


-o-o-o-o-o-o-


- Te repetiré una vez más la pregunta, jovencito ¿Quién eres tú? Y ¿Qué haces en este lugar privado?- volvió a preguntar la persona de tez morena al ver que el jovencito de cortos cabellos turquesas, no respondía.


Kazemaru trago saliva, dando unos leves pasos hacia atrás, observo de reojo el piso para luego observar al frente otra vez y respirar hondo para contestarle a esa persona.- Quien sea yo no es importante.- exclamo lleno de confianza, o por lo menos eso se notaba en su rostro y voz, porque sus puños temblaban. Esas palabras las había oído en una película de detectives que había visto en uno de sus tiempos libres, ahora mismo se sentía estúpido haciendo eso, pero no se le ocurría nada mejor.


- Lo que verdaderamente importa aquí, es lo que ustedes están haciendo con un deporte como el futbol.- dijo decidido. El adulto pareció sorprendido por unos segundos ante las palabras de aquel jovencito irrespetuoso.


- Entiendo, aún quedan chicos como tú en este lugar.- decía burlándose de él.- Crees que viniendo hasta aquí, infiltrándote en este lugar.- exclamo para comenzar a caminar alrededor de la habitación, sin acercarse al muchacho, quien le miraba desconfiado.- Y decir palabras valientes como esas, va a cambiar el futbol.


- Hasta que lo intente no pierdo nada ¿no es así?- le refuto él.- Además, no hay ganancia en crear una competencia arreglada.


- ¿ganancia? Hay mucha ganancia ¿sabes?- le dijo él, deteniéndose a un costado de la habitación, sin darle la cara.- Es suficiente, llamaré a seguridad.


Una puerta, que se encontraba oculta por la poca iluminación de la habitación se abrió, dejando pasar otra figura.- ¿Qué ocurre Senguji?- pregunto aquel nuevo individuo, enseguida la habitación se ilumino un poco más. Senguji, quien era como se llamaba el hombre que hablaba con Kazemaru, tenía en su mano su celular al parecer a punto de llamar antes de la interrupción.


Kazemaru estaba sorprendido al poder notar a la nueva persona; allí frente a él se encontraba Ishido Shuji.- ¿Qué hace este niño aquí?- pregunto a Senguji con un tono de molestia, quien se encontraba cerca de él.


- De eso mismo me voy a encargar ahora…


- ¡No!- grito repentinamente Kazemiya, sorprendiéndose a sí mismo en el proceso por haber sacado el valor de gritar así, y sorprendiendo a los adultos que habían en la habitación.- Me niego a irme, hasta hablar con usted.- le dijo a Ishido, el aludido le miro molesto por aquella actitud tan infantil.


- ¿Qué quieres?- pregunto de manera seca. Kazemiya trago saliva antes de continuar.


- El futbol… ¡El futbol no puede seguir así!- se detuvo un momento antes de decir algo que pudiera delatarlo o sospechar de él.- No pueden arreglar los partidos para su beneficio, es injusto y no es divertido.- Ishido sólo se mantenía en silencio sin inmutarse a esas palabras.- Un deporte debería ser divertido, debería existir una sana competencia como lo era antes, como lo era… hace 10 años.- Ishido por fin cambio de expresión a una de sorpresa, que Senguji noto enseguida.


- Esos partidos que jugaban Inazuma Japón deberían volver, porque ahora los equipos están sufri…


- ¡Suficiente!- Senguji le grito asustando al menor e interrumpiendo su monologo. El moreno se acerco a él, pero Kazemaru se hizo hacia atrás asustado.


- Espera Senguji.- Ishido lo detuvo, Kazemaru ya comenzaba a creer que debería irse pronto de ahí, pero todavía no había hecho reaccionar a Goenji y dudaba hacerlo con Senguji presente. Además, Senguji no se veía demasiado amigable. El moreno dio unos pasos hacia atrás al ver que Ishido se oponía a que él se acercará al menor.


- ¿Qué esperas lograr con lo que has dicho hasta ahora?- pregunto Ishido cuando todo parecía un poco más relajado.- Si crees que unas simples palabras me van a convencer…


- En el futbol hay muchos oponentes más fuertes con los que se puede competir, eso es divertido.- exclamo repentinamente Kazemiya bastante más determinado que antes. Ishido se mostro realmente sorprendido ante esas palabras y sobre todo porque el niño lo había interrumpido. Por alguna razón, la palabra: "Mundo" había venido a la cabeza de Ishido Shuji repentinamente.


Pero no sólo Ishido se notaba estupefacto ante esa frase, afuera de la habitación cerca de la puerta por donde Kazemaru había entrado, había un rubio escuchando extrañado las palabras del chico. Hace unos segundos aquel rubio de ojos verdes, iba a entrar y sacarlo de allí, pero sus palabras le detuvieron en seco, porque por alguna razón ya las había oído antes. Miyasaka ahora mismo se encontraba confundido.


- La próxima semana comienza el torneo nacional.- mencionó repentinamente el menor sacando de su estupor a Ishido y de paso a Miyasaka quien seguía escuchando a escondidas.- Vea a mi secundaria, vea a mi equipo jugar atentamente, vea como el futbol puede ser divertido, como lo era antes.


- …ese niño…- las palabras que estaba escuchando Miyasaka las había oído antes. Por alguna razón eso le alegraba, pero no le gustaba sentir aquello.


- Como un equipo unido puede ser fuerte juntos.- Kazemiya seguía hablándole a un sorprendido seitei.- Y como puede ser divertido sin la necesidad de tener un juego arreglado, Goenji-san.- exclamo por último, sorprendiendo al aludido, hasta Miyasaka se sorprendió al escuchar sus últimas palabras y Senguji se había quedado sin palabras dejando caer su celular al suelo.


-o-o-o-o-o-o-


- Así que tenemos un intruso en nuestro edificio.- exclamo Kido.- Como es que pudo entrar así nada más.- decía mientras marcaba por teléfono.


El grupo de Endo y compañía habían ingresado finalmente al edificio del sector V gracias a que Sakuma pudo convencer a Kido. Ahora todos estaban caminando por los pasillos en busca de Ichirouta.


- Yo lo vi entrar con gente elegante.- le indico el albino.


- Quizás se aprovecho y entro con los entrevistadores.- decía Kido.- ¿Es tu hijo, no?- pregunto a Hideki, quien había estado en silencio, esperando a no ser notado por Kido, aunque sabía que eso era imposible.


- Si, lo es.- respondió él malhumorado.


- Seguro que no le dijiste nada.


- No le mencione nada sobre este día, estoy tan sorprendido como ustedes.- exclamo serio, lo suficiente para darle a entender a Kido que no estaba mintiendo.


- Las revistas invitadas ya se estaban retirando, sólo quedan unas pocas.- dijo Kido poco después. En ese instante, todo el grupo se encontraba en el piso donde hace poco se habían estado llevando a cabo las entrevistas, sin embargo entre ellos no veían a ningún jovencito de la edad de Kazemiya, sólo unos pocos adultos que rápidamente ordenaban y salían con sus cosas.


- Si no está aquí, debe estar con el Seitei.- menciono Hideki luego de un largo silencio, todos voltearon a verlo extrañados por esas palabras.


-o-o-o-o-o-o-


Mientras tanto en otro lugar del mismo edificio; la habitación que Miyasaka estaba espiando se había quedado repentinamente en silencio, hasta él mismo estaba conteniendo el aliento sin notarlo. Es que, ante las últimas palabras de Ichirouta, la sorpresa quedo marcada en la cara de los dos adultos presentes, hasta del rubio que estaba afuera.


- ¿Cómo… sabía… él…?- se pregunto en voz baja el rubio saliendo de su estupor.


- ¿Quién eres tú, niño?- pregunto el Seitei en voz alta, dando un paso hacia adelante. Fue allí que Kazemiya se dio cuenta que había cometido un terrible error, llevo una mano a su boca rápidamente ¡Había dicho su nombre! ¡Había nombrado al Seitei por su verdadero nombre! ¡Se suponía que no debía hacerlo! Se grito alarmado dentro de sí.


Senguji le miro extrañado, no sabía cómo reaccionar ante esto ¿Había sido un golpe de suerte? ¿Acaso sabía algo? ¿Alguien había filtrado información?


- E-es todo lo que quería decirle.- dijo rápidamente Ichirouta, para dar un paso hacia atrás y luego salir corriendo. Miyasaka se dio cuenta de aquello y se oculto rápidamente en otro pasillo, Kazemiya salió corriendo y no contó con que el Seitei también saliera apresurado tras él, persiguiéndolo.


- ¡Espera allí!- grito él, eso pudo escuchar Miyasaka quien por suerte no había sido visto.


- De-demonios ¿Qué hago?- se pregunto alarmado el rubio ¿seguirlos? Quizás pondría a Kazemiya en más problemas. Sacudió su cabeza de un lado a otro, claro que no, si lo dejaba sólo sería peor para él, pero tampoco es que creyera que el Seitei le fuera hacer algo malo a un simple niño. Se quedo pensativo unos segundos, dudando que hacer mientras observaba el pasillo con atención.- Maldición…- enojado, maldijo en voz alta, para tratar de alcanzarlos por otro camino.


Mientras Senguji, quien no había podido prever la reacción de Ishido Shuji, tomaba su celular y llamaba a seguridad.


-o-o-o-o-o-o-


- Quizás se haya ido por aquí.- Mientras el grupo de Fubuki estaba caminando por un pasillo. Hideki se hallaba preocupado y se sentía culpable, esto no estaría pasando si lo hubiese apoyado, pero tampoco pensó que fuera capaz de hacer todo esto él sólo. Hace pocos minutos atrás les había contado a ellos, sin delatar nada extraño o dar información sospechosa, sólo la suficiente para que entendieran sobre lo que su "hijo" había tenido en su cabeza durante esos días y cuya idea él se negó completamente.


- De verdad le debe agradar el futbol.- exclamo Endo a su lado. Hideki le observo de reojo.- Intentar hablar con el Seitei así como así, de verdad… es muy valiente.- sonrió él.- No se preocupe por él, debe estar bien.


- Espero que de verdad lo esté.-


- Aún así, creo que deberías comenzar a educar mejor a tu hijo.- opinó Kido, un pequeño tic debajo del ojo de Hideki se hizo notar enseguida.


- No quiero recibir consejo de un chico que aún sigue virgen.- eso fue un duro golpe contra Kido. Los demás aguantaron la risa como pudieron, excepto Fudou, él se rio a pesar de todo.


- ¡N-no sabes nada de mí para decir esas cosas!- un sonrojado Kido le grito, mientras aún se escuchaba la risa de Akio.- ¡Y Fudou, ya basta!


- Oigan bajen la voz.- pidió Fubuki, quien iba de cabecilla de ese grupo, junto con Sakuma.


- Parece que ese pasillo fue recién limpiado.- a unos cuantos metros de ellos se veía el típico letrero de precaución que dejaban cuando alguien había limpiado el piso.- Tengan cuidado, no quiero que se caigan, oíste Endo.- le dijo Sakuma, sin detener su caminata.


- ¿Por qué sólo yo?- lloriqueo el ahora entrenador Endo.


- Compórtate Endo, no ves que…


- ¡Te dije que esperarás!- se escucho un grito provenir de algún sitio que interrumpieron las palabras de Akio. Todos voltearon sorprendidos a mirar hacia los lados buscando la fuente de ese sonido. Cuando escucharon otro grito que llamo su atención. Repentinamente, allí donde estaba el cartel de precaución, apareció Ichirouta deslizándose por el suelo, siendo sujetado por otra persona de su brazo. Claramente esa situación termino mal, cuando ambas figuras cayeron al piso debido a lo resbaloso de las circunstancias.


La sorpresa para los espectadores, no fue sólo porque cayeron al suelo, sino como -en cámara lenta- Ishido caía encima de Ichirouta, y como sus rostros chocaron sin querer, llevándose una gran sorpresa entre los dos. En ese momento el pasillo se quedo en un largo e incomodo silencio, ni el grupo de Fubuki reacciono enseguida, ni tampoco nadie se dio cuenta que del pasillo contrario aparecía Miyasaka cuya expresión fue de horror.


Si, la expresión de Miyasaka estaba hecha para una película de terror, al igual que la de los demás.


El silencio se disipo, cuando los dos protagonistas de ese evento se separaron bruscamente, alejándose uno del otro. Ambos sonrojados y mirándose sorprendidos, Goenji tenía una mano sobre su boca, Ichirouta tenía ambas manos sobre la suya propia. Si, se habían besado.


-o-o-o-o-


- Yolomatoyolomatoyolomato.- Hideki parecía ser el único que había salido de su estupor momentáneo, junto con Kido y Sakuma. Pero Hideki si que reacciono, había tomado una maceta cercana, que había en el pasillo, y la alzo sobre su cabeza con claras intenciones de romperla sobre la cabeza del Seitei.


- ¡Tranquilo Kazemiya!- Kido lo detuvo desde atrás, sosteniéndolo de sus brazos.


- ¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Déjame romperle la cara!-


- Espere, por favor Kazemiya-san.- un nervioso Sakuma intentaba detener que esto no terminara en un homicidio en el sector V.


Armando tanto alboroto, tanto seitei como Ichirouta voltearon a ver el escándalo. La cara de horror del más joven fue irremplazable ¡¿Qué hacia Hideki allí?! No, la pregunta más bien era: ¿Qué hacían todos allí? ¿Todos habían visto la escena, acaso? Kazemiya se quería morir de vergüenza, ni siquiera podía voltear a mirar a Goenji ahora, así que sólo desvió la mirada al otro lado. Eso último fue un error, ya que Miyasaka estaba allí y también había visto todo y no parecía muy feliz.


- "Por favor, que alguien me saque aquí"- pensó un alarmado y pálido Kazemaru al ver la expresión furiosa de Miyasaka, hasta parecía que una sombra negra salía del cuerpo del rubio con intenciones asesinas.


Ishido olvido que aquellos individuos estaban allí haciendo escándalo y volteo su mirada hacia el más joven.- Tu…- llamo él, Kazemaru observo a verlo algo asustado.- ¿Cómo sabias…?


- Ishido Shuji.- hablo el rubio repentinamente, interrumpiendo al Seitei, poniendo una de sus manos sobre el hombro del más joven.- Espero que pueda hacerse responsable de lo que acabo de ver, después de todo es uno de mis más preciados ayudantes.- un serio y calmado Miyasaka hablaba hacia él, ignorando a los demás.


Hideki ya había dejado de pelear en contra de Sakuma y Kido, así que la pobre maceta estaba sana y salva en el piso. Fudou y Endo salieron por fin de su estupor momentáneo al escuchar a Miyasaka hablar, pero la verdad es que habían despertado porque Miyasaka se acerco a Kazemiya más de la cuenta.


- ¿ah?- exclamaron Hideki, Endo, Fudou y Fubuki, al no entender recién las palabras de Miyasaka.


¿Qué demonios está pasando aquí?


Se pregunto mentalmente Hideki.


- Tu ayudante…- murmuro el gran seitei. Sus ojos vagaron desde el rubio Miyasaka, editor y jefe de la empresa Nanami. Para luego posar sus orbes en el más pequeño del grupo, encontrándose con su mirada azulada, se veía tan confundido como él en ese momento.


- Nos vamos.- Miyasaka tomo a Ichirouta del brazo y se lo llevo con él, el menor la verdad estaba demasiado confundido o intentado entender la situación, así que sólo se dejo llevar. Recién allí Goenji reacciono.


- Esper…


- ¡Espera tu…!- Endo y compañía iban a impedir que el Seitei persiguiera al menor. Pero otros individuos aparecieron en ese momento, un par de elegantes personas con lentes oscuros, los guardaespaldas de Ishido, quien no dejaron que el Seitei se marchará o que alguien más se le acercará. Mientras Hideki, aprovechaba la confusión para salir de allí.


- El señor Senguji quiere verlo, Seitei.- hablo seriamente uno de ellos. El Seitei le observo molesto para luego rendirse ante eso, no era bueno causar más escándalo.


- Ustedes deben irse, si no quieren estar en problemas.- El otro guardaespaldas hablo observando al grupo de muchachos, quienes se observaron un momento antes de siquiera actuar.


-o-o-o-o-o-o-


- Mi-Miyasaka-san.- llamaba Kazemaru en ese momento, mientras era llevado por el rubio. Miyasaka lo arrastro consigo hacia la salida, sin ni siquiera mirarlo a la cara. Kazemaru miraba hacia atrás, ninguno los seguía, pero se veía algo angustiado. Lo bueno es que se detuvieron a metros de la entrada y Miyasaka por fin lo soltó.


- Que… ¿Qué demonios crees que hacías?- le recrimino el mayor.- Si ese era tu plan…


- No, no lo era.- dijo entre sorprendido y avergonzado.- Fu-fue un accidente.- su voz se fue apagando lentamente, para observar el piso. Quien iba a decir que le iba a dar un beso por accidente a Goenji, además era la primera vez que besaba a alguien. Miyasaka respiro profundamente, al parecer estaba perdiendo la poca paciencia que tenía.


- Escucha…


- ¡Ichiro!- un grito los alerto a ambos, Hideki venía hecho una furia. - ¿Qué es lo que paso allá? Pero sobre todo ¿Qué estabas haciendo aquí? Tienes mucho que explicarme.- le recrimino él, Kazemaru sabía que esto pasaría pero no creía que tan pronto y tampoco de esa manera.


- Fue mi culpa.- exclamo repentinamente Miyasaka, tanto Ichirouta como Hideki lo miraron algo confundidos.


-o-o-o-o-o-o-


Miyasaka se ofreció a llevarlos a casa a ambos, entre más pronto se fueran de allí para él era mejor. Kazemaru se subió atrás, Miyasaka y Hideki adelante, el trayecto fue silencioso hasta la casa de Kazemiya.


- Gracias por traernos.- los tres habían abandonado el auto una vez estaban frente a la casa de Ichirouta. Miyasaka hizo una leve reverencia ante las palabras de agradecimiento.


- No tiene porque agradecer, creo que esto es mi culpa, después de todo.


- No tiene que decir eso, Miyasaka-san.- intento hablar Ichirouta.


- Si, ahora hablaremos sobre lo que ocurrió.- declaro Hideki observando a Ichirouta bastante serio, el menor sólo sonrió nervioso.


- Antes de irme, porque de seguro tienen mucho de qué hablar.- les detuvo Miyasaka.- Me gustaría hablar con usted, Kazemiya-san.- exclamo el rubio, luego lanzo una breve mirada a Ichirouta, que enseguida entendió el "padre" de Ichirouta.


- Ichiro, entra primero y espérame en el living.- Kazemaru titubeo ante las palabras de su figura paterna, ya que quería escuchar lo que iban a hablar, pero observando el ambiente tan sólo asintió y entro a la casa, dejando a los adultos solos.


Ya adentro fue hasta el living, y se asomo por la ventana con cautela. Lamentablemente no podía oír lo que hablaban, pero se veían bastante serios ambos. Desde allí, podía notar que Miyasaka era quizá centímetros más alto que Hideki, pero aún así Hideki no parecía para nada intimidado por ese hecho.


Se veía todo calmado allí afuera, no parecía que estuvieran gritándose, sólo estaban platicando, hubo un instante en que Hideki se quedo pensativo y otro donde Miyasaka le entrego algo a él, pero no supo que era.


La charla fue corta, Miyasaka se retiro despidiéndose de Hideki, y luego subió a su auto. No sin que antes, su mirada verde se cruzará con la del menor, observando a un Ichirouta que estaba espiando, este por acto reflejo cerró la cortina y se alejo de la ventana. "Estoy exagerando". Pensó el de cabello turquesa.


Termino por sentarse en el sofá y esperar a que Hideki llegará, para lo que sería una larga charla.


-o-o-o-o-o-o-


- La verdad es que no sé por dónde comenzar con todo esto.- Hideki apenas llegar se sentó en el sofá junto a Kazemaru para que un silencio se instalará entre ellos.


- uhmm ¿Qué te dijo, Miyasaka-san?- pregunto con cautela, Hideki le miro de reojo.


- Sólo me dijo que era su culpa haberte permitido hacer aquello y que fue un ciego al confiar en ti. También me dijo lo muy buen trabajador que fuiste durante esa semana y que no te regañará mucho, aunque dijo que si que te merecías un castigo.- Hideki metió su mano en sus bolsillos.- Me dio su tarjeta de contacto, aunque yo no la quería, dijo que era por si necesitaba su ayuda, una forma para que le disculpara supongo yo.- declaro observando la tarjeta y guardándola.- Aunque creo que él no tiene la culpa de nada… ¿Por qué estas sonriendo?- pregunto ofendido al observar a Ichiro con una gran sonrisa en su rostro.


- aah ¿Estoy sonriendo?


- Si, y sigo enfadado y con muchas preguntas ¿sabes?


- ¡Lo siento! ¡De verdad!- se disculpo Kazemaru.- Sólo estoy feliz que Miyasaka no haya cambiado tanto, sigue siendo un buen chico.


- Ya veo…- declaro Hideki más calmado, para luego fruncir el ceño, como si se hubiera dado cuenta de algo.- Espera … ¿Conocías a Miyasaka?- Kazemaru confundido sólo asintió con la cabeza.- ¿De tu pasado? ¿De hace 10 años?- otra vez asintió con la cabeza.- ¿Quién… quien es él?


Ante esa pregunta Kazemaru tan sólo observo confundido a Hideki.- Pensé que lo conocías, igual como a Endo y los demás.


- Claro que no, una persona famosa como él, no estaba en la base de datos histórica sobre los eventos del futuro.


- ¿Nada?-


Hideki negó con la cabeza.- ¿Quién es él?


- Miyasaka es… El fue compañero mío en la secundaria, e íbamos en el club de atletismo, antes de unirme al de futbol.- respondió sencillamente, como si fuera obvio.


- ¿ah? ¿Atletismo? Espera ¿Estabas en otro club?- la sorpresa y confusión en el rostro de Hideki eran totalmente sinceros, la verdad que hasta parecía asustado de no tener ese dato consigo.


- Creí que lo sabías, que sabías todo sobre mi.- Hideki negó con la cabeza, se levanto de su asiento y respiro para tranquilizarse.


- Lo que se de ti es sólo sobre los partidos importantes en adelante y con eso me refiero al torneo internacional y pocos detalles de lo que ocurrió con el meteorito, no más que eso. Detalles como en que club estuviste antes o que lazos hiciste en esos clubes o en otras actividades, no estaban allí, seguramente porque no eran relevantes para ese tiempo.- Hideki pensativo se quedo callado.- Es interesante, una variable que no había tomado en cuenta.


Kazemaru estaba sorprendido por ese dato que le estaba dando.


- De todas formas.- exclamo el de cabellos azules, esta vez poniéndose serio.- Ve diciéndome lo que ocurrió durante la semana, quiero saber qué hiciste.- le exigió Hideki a Ichiro.


-o-o-o-o-o-o-


- No puedo creer que no me hayas dicho nada al respecto.- Hideki caminaba de un lado a otro de la habitación con los brazos cruzados, bastante molesto.- Faltaste a tus actividades del club y no sabía, no ibas a visitar a Midorikawa después del club, tampoco te quedabas a entrenar hasta tarde y tenías un trabajo, y además de todo te encontraste con Miyasaka, alguien de tu pasado que yo ignoraba, y no me lo habías dicho.- Luego de lo ocurrido con Goenji en el edificio del sector V, se habían ido directo a su casa y Kazemaru tuvo que contarle todo acerca de lo que había pasado.- Además de tener todo ese plan para encontrarte con el Seitei… ese maldito…- murmuro eso último.


- Lo de Midorikawa si era cierto…- intento defenderse débilmente él.


- No me contradigas, Ichirouta.- el otro tan sólo se quedo en silencio sentado en su asiento.- Estas castigado.


- ¡ah! Espera un momento.- ahora si Kazemaru reacciono.- Esto lo hice por la misión, si no te lo dije es porque sabía que no me apoyabas.


- Te pusiste en peligro, hiciste que Fudou, Endo, Fudou y Sakuma sospecharán. Y sobre todo Kido presencio la escena y mañana me hará muchas preguntas.- Hideki se veía cabreado.- Estas castigado.


- No me puedes castigar.


- Lo hago por tu bien.


- Yo lo hago por el bien de todos ellos.- dijo decidido y en voz alta.


- Ichiro…- un tanto sorprendido Hideki sólo le observo.- te das cuenta que te estás poniendo en peligro, ahora entiendo porque estabas tan pálido y cansado aquella semana.


- No te preocupes, terminaré la misión.- Kazemaru se levanto, ya que se encontraba sentado en el sofá todo ese tiempo.- Aún si en el proceso me destruyo a mí mismo. Lo dije antes, lo hago por ellos, y esto no terminará hasta que lleguemos al torneo internacional ¿verdad?- las palabras de Ichirouta dejaron en silencio a Hideki en ese momento, el de verdad se estaba tomando en serio todo esto, no es que fuera una broma lo que estaban haciendo, pero si era algo peligroso.


Hideki dejo escapar un suspiro, camino hasta él para sorpresa de Ichirouta, quien quedo más sorprendido al ser abrazado tan repentinamente.- Hi-hideki-san…- llamo el más joven sorprendido y levemente sonrojado. Escucho una leve risa de parte de quien lo abrazaba.


- Quien iba a imaginar que me encariñaría contigo.


El de cabellos turquesas, tan sorprendido como estaba, le devolvió el abrazo tímidamente y sonrió, después de todo, sólo estaban ellos dos en esto, nadie más los podía ayudar. No tenían más apoyo que ellos mismos.- Pero aún así estas castigado.- exclamo Hideki rompiendo el abrazo. La sonrisa en la cara de Ichiro se borró tan rápido como había llegado.


- Pe-pero… creí…


- Volverás a casa después de tus actividades del club, y te quedarás aquí. Eso significa que no irás a visitar a Midorikawa, ni a nadie. Tu castigo durará hasta que termine el torneo, es todo.- término de decir él, de verdad estaba metido en el papel de papá. Pero a Kazemiya le parecía justo.


Ichirouta se rindió y acepto el castigo, pero aún así no quería. Ahora que tendría tiempo libre quería ir a ver a su mamá y a Nirai, pero al parecer Hideki no lo permitiría.


- ¿Hay alguna otra cosa más que deba saber?


- ¿eh? ¿ah? Uh…- comenzó a balbucear sin saber que decir.- Bueno, hay algo…- dijo un poco indeciso, como buscando las palabras correctas ¿Qué iba a decirle? Encontré a mi mamá y papá, y además tuvieron un hijo. Eso no estaba bien, se suponía que no debía encontrarse con ellos.- Mi cabeza…- dijo después de un largo silencio.- Me ha dolido últimamente… eso…


- Debe ser por el golpe de aquella vez.- pensó en voz alta Hideki.- Iremos al doctor entonces para hacerte algún examen.- declaro simplemente, Ichirouta asintió y la charla había terminado.


Como resultado de todo esto: tenía un largo castigo por delante, y no sólo eso, las mentiras seguían, no había podido decirle a Hideki sobre lo de sus padres y sabía que al igual que lo que ocurrió hoy, él se enteraría ¿Debía decirle ahora? ¿Debía guardar el secreto? Mantenerse callado parecía ser la mejor opción, no es que no confiará en Hideki, sólo que temía que alargara su castigo por ese hecho.


Dejo escapar un suspiro para meter una mano en su bolsillo y sacar su celular, para su sorpresa tenía un mensaje y llamadas de Kiyoshi, su amigo que le ayudo a escapar de la secundaria, y además Fubuki le mandado un mensaje recientemente. Decidió responderle a Kiyoshi primero, diciéndole que estaba bien y además castigado, y que hablarían después. A fubuki sólo le respondió que estaba bien y que lamentaba las molestias.


Sinceramente estaba tan cansado que ahora mismo no tenía energías para responder más mensajes, ni para hacer más preguntas al respecto sobre lo que había ocurrido. Lo único que esperaba era tener una semana tranquila, sin sobresaltos.


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Notas finales:

Continuara.

N/A: Se que demore bastante en actualizar, por eso sólo me remitire a pedir disculpas xD y que espero avanzar más la historia en mis tiempos libres, ya que me gusta tener siempre un par de cap adelantados y ahora mismo sólo tengo uno a medias, que sería el siguiente. Gracias a los dejaron comentarios del capitulo anterior!

Próximo capitulo: Kido Yuto.


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