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Un Nuevo Tiempo por yumeorage

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Notas del capitulo:

Las advertencias de siempre, OoC, quizás alguna falta de ortografía xD pero aquí esta el capitulo del fic, finalmente.


No olviden que aveces publico cosas en mi tumblr sobre el fic o fics nuevos: yumeorage.tumblr.com


O simplemente público cosas sobre inazuma eleven, ultimamente hago resumenes de los capitulos de la temporada de Orion.


 

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o


Confrontación


 


Repasemos las cosas, hace solo unos minutos atrás él estaba en el vestidor de su equipo, se había encontrado con el Seitei: Ishido. Todo bien hasta ahí, si hasta ahí estaba todo perfectamente normal. No. Desde el principio ¡no estaba nada bien esto! ¿Qué hacia ahí el Seitei para empezar? Claro, estaba allí por él, por aquel chico que se había entrometido demasiado en algo que ahora sentía que comenzaba a superarlo. Pero claro, el jovencito no contó con que de la nada el Seitei sacará una gran bolsa (mas bien era un saco), lo metiera dentro y se lo llevará sobre su hombro. Si, tal cual, como si fuera una maldita caricatura.


No bastando con eso, lo arrojo dentro de una bodega, a pesar de sus reclamos y lo encerró allí. Lo último que oyó del Seitei fue: "Solo déjenlo libre cuando el partido acabe". Y listo, eso había sido todo.


Ahora se encontraba en una bodega, casi a oscuras, de no ser por la luz tenue de la única ampolleta de la habitación. No tenía idea ni siquiera en que parte de todo el estadio estaba. Si, podía usar perfectamente el artefacto que Hideki le había regalado, pero aún así si abría la puerta, había un guardia o más, delante de esta. Sin embargo, debía regresar al partido pronto.


Rápidamente observo la habitación, busco algo y justo encontró un ducto de ventilación. Justo como en las películas, pensó Kazemaru. No había otra opción, no había otra ruta de escape, ni siquiera había una ventana, solo ese ducto. Agradecía ser aún pequeño y no un adulto, ya que alguien como Endo o el Seitei no entrarían por allí.


Sin mucha demora, apilo unas cajas, quito con fuerza la rendija y la dejo a un lado con cuidado, esperando que no hubiese hecho mucho ruido. No tardo en entrar, deslizándose boca abajo, con sus brazos uno detrás del otro, arrastrándose por aquel frió y algo sucio ducto de ventilación. No tenía idea por dónde ir, pero por ahora alejarse estaba bien, entre más lejos mejor, así podía huir con libertad. Paso una habitación, lo notó al observar por una rendija, al parecer era una cocina o algo así, siguió rápidamente su camino, no había tiempo para demora. Había pasado dos habitaciones más, indeciso si bajar o no, ya que parecían ser una oficina.


En un momento, el camino se dividió, dejo escapar un suspiro, tomo cualquiera, no importaba, esperaba que la siguiente habitación estuviera vacía para salir por allí. Y para su buena suerte, era justamente un baño público. Era ahora nunca, no parecía haber nadie y aunque lo hubiera, ya no le importaba: ¡Estaba perdiendo demasiado tiempo! Pateo la rendija que cayó al suelo, haciendo un fuerte ruido contra los azulejos del baño, luego bajo rápido y con agilidad de un salto.


De verdad parecía no haber gente en el baño, no se detuvo mucho tiempo tampoco a comprobarlo, sacudió su ropa para ver por la puerta: solo un pasillo con poca gente caminando, era lo que vio. Rápidamente salió y no dudo en correr buscando algo que le ayudará a saber donde estaba, "debería preguntarle a alguien por donde salir o como llegar al estadio," se había dicho qie era lo más lógico, pero para su suerte había un mapa del edificio en un pasillo. Se detuvo para leerlo y se dio cuenta que estaba en la quinta planta.


- El ascensor…- murmuró él, ya sabía dónde ir: sólo debía ir al ascensor y bajar a la primera planta, y estaría cerca de las puertas del estadio. Parecía fácil o no.


- ¡Detengan a ese niño!-


Kazemaru se sobresalto en su lugar al escuchar aquel grito, al voltear pudo notar a dos hombres vestidos de negro apareciendo al final de ese pasillo. Al parecer sus guardias se dieron cuenta que se había escapado. Corrió al ascensor como si su vida se le fuera en ello, esto ya le parecía un dejavu.


- Ascensor, ascensor… ¿Dónde está?- murmuraba sin detenerse, paso por un pasillo, doblo en una esquina, hasta que lo vio. Allí al final del camino estaba el ascensor y justamente la gente estaba bajando, no tardo en apurar el paso pero no se fijo que otra persona caminaba hacia su misma dirección.


En la intersección se encontraron, fue un duro golpe, bastante brusco, algunos papeles volaron y ambos cayeron de espaldas al piso.


- Lo siento mucho.- exclamo rápidamente Kazemaru, levantándose casi enseguida, de verdad no podía perder el tiempo. Si tuviera tiempo se disculparía como correspondía, incluso le ayudaría a recoger los papeles, pero no podía.


Allí se dio cuenta, que la persona con la cual había chocado, le era demasiado familiar. El adulto con quien choco llevaba puesto un traje gris, incluso guantes oscuros ocultando sus manos, su cabello era oscuro casi negro, al igual que sus pupilas.


Toramaru…


Kazemaru lo reconoció enseguida, mas sin embargo no tenía tiempo de hablar con él, y aunque lo tuviera no podía, no debía. Trago saliva, dubitativo, termino por dar media la vuelta antes de que el otro pudiera decir algo.


- O-oye... espera…-


Pudo escuchar que decía eso o quizás era su imaginación. Sin embargo no se detuvo, no tardo en entrar al ascensor antes que las puertas se cerraran y escuchar por última vez a sus perseguidores. Pudo atisbar, antes que las puertas del ascensor se cerraran el rostro afable de Toramaru, que le miraba tan sorprendido como cuando chocó con él.


- Esto no puede ser peor…- se decía Ichirouta, poniendo una mano sobre su rostro. De todas formas, no podía pensar en potra cosa, su corazón latía rápido por la adrenalina, el miedo, incluso el nerviosismo, pero no podía flaquear ahora.


"Tengo que seguir."


Eran las palabras que se decía. Apenas llegar a la primera planta, solo corrió, ya que por lo menos ahora si reconocía el sector donde estaba. No sabía cuánto había demorado, no sabía que ocurría en el partido, pero debía llegar a como diera lugar.


...


- Superior…- una de las managers notó su presenciao, parecía sorprendida de verlo, sobre todo de verlo tan agitado.- ¿Qué hace aquí? ¿No debería estar en la clínica?


Kazemaru agitado no entendía a que se refería, estaba más preocupado en recuperar el aliento.


- ¿A qué te refie….? ¡No, más importante! ¿Cómo va el partido?- Ichirouta cambio de tema rápidamente. La manager no sabía que decirle en ese momento, su mirada verde se poso en el campo y en la banca de su equipo. Para su sorpresa Masaru estaba cerca de la banca, sentado en el suelo, poniendo una bolsa de hielo sobre su tobillo, parecía sufrir.


- Entrenador, Masaru…- Kazemiya corrió hasta ellos preocupados.


- ¿Kazemiya? Pensé que estabas en la clínica.- le dijo su entrenador sorprendido de verlo, tanto como Masaru.


- Fue una falsa alarma.- fue lo primero que se le ocurrió decirles.- ¿Qué ocurre?- parecía desesperado, pero es que lo estaba. Ichirouta se sentía muy mal: sentía que el haber sido secuestrado era su culpa, debía de estar más atento. Goenji ya no era Goenji.


El entrenador no sabía que contestar, pero al final le respondió. Le explico en simples palabras que el equipo contrario había hecho un cambio de casi todos los jugadores para ese segundo tiempo, que el juego había comenzado siendo brusco. Masaru había recibido la peor parte por proteger a Taiki, pero todos parecían dañados de alguna forma. Lo que le había dicho el Seitei, era verdad.


- Masaru… ¿Cómo te sientes?- pregunto preocupado el peliturquesa.


- Sobreviviré…- sonrió él, haciéndose el valiente. Se notaba en sus pupilas esmeraldas, que se veía decidido a regresar al campo si es que pudiera hacerlo, porque apenas si se podía levantar.- ¿Qué ocurrió contigo? ¿Sabes que el superior Sameshima te estaba esperando, verdad? - pregunto luego, pero Kazemiya no le contesto, a pesar de que sabía que Masaru le reclamaba.


- Entrenador, déjeme entrar…- pidió Ichirouta decidido, sorprendiendo a los presentes. El entrenador dudo.- Por favor…- suplico serio, apretando sus puños fuertemente.


- Bien, haremos un cambio de jugadores.- respondió finalmente su entrenador luego de pensarlo, no tardo en sacar a algunos de sus jugadores, dejando entrar a otros, entre ellos Kazemaru.


Kazemiya Ichirouta entraba esta vez como medio campo.


Taiki, el capitán, y Sameshima, no tardaron en preguntarle que le había ocurrido, si se sentía mejor, pero Kazemiya negó serio, había que concentrarse en el juego. Ambos se sorprendieron por esa expresión, parecía que Kazemiya estaba molesto de alguna manera.


- Superior Sameshima…- fue lo que dijo Ichirouta, el azabache le observo como siempre tranquilo, este asintió con la cabeza, sabiendo lo que significaba aquello.


- Capitán, podría pasarle el balón a Kazemiya en cuanto lo vea libre, por favor.- fue la petición respetuosa de Sameshima a Taiki, este asintió sin comprender mucho, pero parecía que ellos dos tenían un plan.


El partido comenzó rápidamente después de eso, Kazemaru sintió enseguida la presión del otro equipo contra el suyo. Ahora entendía porque sus compañeros se veían cansados y algunos incluso lastimados, pero no tardo en ponerse al corriente enseguida.


Ya era ahora de hacer el plan que había pensando con Sameshima. Una vez obtuvo el balón, lo cual tomo su tiempo, lo pateo con un efecto giratorio, envió el esférico hacia Sameshima, el balón giraba en contra de las manecillas del reloj y además estaba dibujando una perfecta línea curva en el aire, parecía una corriente de aire pura y blanca. Los del equipo contrario pensaron que haría un gol, así que los defensas se prepararon para pararlo, pero no lo era, era un pase.


- ¡Superior Sameshima!- grito Kazemaru, el de cabellos negros no dudo en echarse hacia atrás y saltar para alcanzar el balón antes que perdiera su efecto. Entonces hizo un efecto espiral sobre el balón apenas golpearlo con su pie, pero con un estilo un poco más especial, era más oscuro, eran llamas oscuras que se mezclaban con el blanco de la técnica de Kazemaru lo que rodeaba el balón. El portero enemigo estaba tan sorprendido que no pudo alcanzar a reaccionar: el balón había dejado una estela de fuego negra y blanca a su paso y además entrado a la portería.


Un grito eufórico, de alegría y sorpresa, se escucho desde la banca de la secundaria Tsuetsu ante ese gol, y esa técnica tan fuerte y elegante que habían hecho sus dos compañeros.


- Esa técnica nunca se la había visto a Sameshima.- comento Taiki sorprendido, intentando recordar si era cierto o no su comentario. Sameshima por otro lado miraba la portería como si estuviera perdido en sus pensamientos, volteo y su mirada oscura se fijo entonces en Kazemaru, este último le sonrió alegre y orgulloso.


- Bien hecho Sameshima-san.- le elogió él bastante feliz acercándose rápidamente.- Esa técnica fue espectacular…¿uh? ¿Pasa algo?- notaba a Sameshima bastante callado, más de lo usual. Su expresión era difícil de descifrar.


- No, sólo creo que ya casi tienes perfeccionada esa técnica.- fue su simple comentario.- Hay que intentarlo de nuevo.- Kazemiya asintió seguro de sí mismo.


- Todo es gracias a ti.


- No te subestimes, eres bastante talentoso.- Sameshima lo halago antes de alejarse a su posición con una expresión serena en su rostro.


Parecía que todo iba bien, ese gol parecía haber motivado al equipo. Ahora solo debían anotar un gol más para ganar. Pero claro, no contaron con que el equipo contrario comenzará a marcar a Kazemiya y a Sameshima, imposibilitando los pases. Taiki tomo las cartas en asunto, pero alguien barrió con el de una manera un tanto brusca antes de siquiera poder hacer algo.


El equipo se alarmo, pero Taiki se levanto enseguida para recuperar el esférico, todo el equipo intento hacer lo mismo. Tarde fue cuando Sameshima se libro de su marcación y el otro equipo lograba hacer un gol, no pudieron detenerlo.


Estaban agitados, cansados, pero el juego aún no terminaba. Al comenzar nuevamente el partido, luego del gol del equipo contrario, Tsuetsu no tardó en perder el balón de nuevo, Sameshima fue interceptado por dos jugadores que hicieron que cayera al suelo casi enseguida.


- ¡tch!- Sameshima se levanto solo para ver como Kazemiya hacia lo mismo con su contrincante, el jugador cayó al suelo y Kazemaru recupero el balón mandándoselo a otro jugador, quien a su vez hizo otro pase rápido, antes que se lo quitará.


Kazemaru que se había adelantado, volvió a recibir el balón, pero ya alguien lo estaba esperando. Su pie resbalo al sentir que era golpeado, un jugador del equipo rival, se deslizo por el piso y lo detuvo de una manera algo violenta. Ichirouta cayó al suelo inmediatamente y el otro se llevo el balón.


- ¿Kazemiya puedes jugar?- le pregunto uno de sus compañeros, acercándose preocupado al peliturquesa, ya que estaba sentado en el suelo, se veía agitado.


- Si, solo me sorprendió.- Se levanto enseguida, sintiendo un pequeño tirón en su pie izquierdo, pero era leve, decidió aguantarlo y seguir jugando. Solamente pasaron unos segundos cuando el entrenador hizo otro cambio de jugador, ya que otro de sus jugadores se había lastimado gravemente gracias a una táctica del equipo contrario.


"Esto es a lo que se refería Goenji" Se decía Kazemaru, pero era imposible ¿Por qué hacer esto? Era de bárbaros, tarde se dio cuenta cuando un balonazo llego a la cara de Taiki. Sameshima se sorprendió por eso, enseguida corrió hasta él preocupado.


- Estoy bien…- respondió automáticamente el capitán al verlo acercarse, justo el balón había golpeado en su mejilla, nada grave al parecer, sentía el sabor metálico de la sangre en su boca. Sabía que si comenzaba a sangrar lo sacarían del campo, así que trago su sangre.- Me taparon la vista con su táctica y no vi al jugador de atrás, pero estoy bien.


"No es cierto"- pensaba Kazemaru "Goenji ¿Por qué?"- se preguntaba Ichirouta totalmente aterrado por la situación, llevaban más de la mitad del segundo tiempo, iban perdiendo y el equipo se veía agotado, pero sobre todo lastimado.


Hideki se levanto de su asiento con cierto temor, le estaba preocupando la situación, sobre todo porque incluso a Ichirouta le habían quitado el balón de la misma manera brusca. "Tiene que salir del campo, ahora" Pensaba Hideki, parecía como si se hubiera dado cuenta de algo, mejor dicho: parecía estar siendo atormentado por recuerdos que parecían acumularse en su mente, solapándose unos con otros. Abandono su asiento abruptamente para correr a la salida e ir con el entrenador de Kazemaru.


En el campo, Kazemaru ya estaba pensando en usar la última opción, una de sus propias técnicas, eso haría que pudiera entregarle el balón a Sameshima.


- ¡Taiki!- grito Ichirouta, este último le entrego el balón rápidamente en un pase. Sabía que lo iban a detener pronto ahora que el peliturquesa tenía el balón, y no tardo en aparecer su primer contrincante frente a él.


Pero esta vez no, se decía Kazemaru, tendría mucho que explicarle a Hideki luego de esto, pero tenía que hacer su técnica para evitar que le robaran el balón.


- Ahora ¡Fuujin…!


Sin embargo, no contó con que fuera no sólo uno, si no dos jugadores más que aparecieron a cada uno de sus acostados. Ambos se derraparon por el suelo para darle alcance y poder quitarle el balón y de paso golpear su pie. Kazemaru termino en el suelo antes de incluso poder usar su propia técnica.


- ¡Ichi-kun!- exclamo Endo en el público, levantándose de su asiento casi enseguida al verlo en el suelo.


A Ichirouta le había dolido aquel golpe: No podía apoyar el pie. Midorikawa esperaba que todo estuviera bien, pero demás estaba decir que estaba asustado al ver que Ichirouta no se podía volver a poner de pie.


- "No, no, no, no… No ahora"- pensaba alarmado Kazemaru al ver que no podía levantarse. Si le dolía, no podía apoyar el pie, pero no quería irse, podía soportarlo, pero sabía que no podía quedarse.


El entrenador no dudo en hacer un cambio de jugador al notar su obvio estado, para desgracia de Kazemiya.


- ¡Kazemiya!- Taiki corrió hasta él, al igual que otro de sus compañeros de equipo. Ambos lo ayudaron a levantarse, para llevarlo a la banca, donde el entrenador y las managers lo recibieron. Ichirouta no estaba feliz, ni tampoco enojado, solo estaba frustrado, se sentía demasiado mal por haber salido lastimado.


Fueron unos asistentes extras que llevaron una camilla, para llevarse a Kazemiya con ellos ya que al parecer la lesión era grave, se fue acompañado de una de las managers del equipo.


- ¡Ichiro!- Justamente Hideki apareció por el largo pasillo que llevaba al campo de juego, había llegado tarde para sacarlo del campo antes que sucediera lo que ya había sucedido.


- … Hi… Papá…- se corrigió rápidamente Kazemaru. El dolor en su pie era bastante, sentía un dolor punzante, aquella táctica había sido demasiado ruda.


- No se preocupe, lo estamos llevando a la enfermería.- aclaro uno de los hombres que llevaba la camilla, no se detuvieron. Hideki le miraba preocupado, incluso estaba más pálido que el propio Kazemaru.


Estar en la enfermería del estadio pareció ser eterno, pero en realidad fueron unos minutos, los asistentes dejaron al chico con el doctor de turno. Hideki se sentó a pedido del doctor, ya que parecía a punto de desmayarse. La manager, quien aún seguía por allí, una chica de largos cabellos rubios y mirada oscura, le entrego un vaso de té verde humeante.


- Gracias…- comento Hideki recibiendo aquel té. El doctor se hallaba revisando a Kazemaru en la habitación contigua junto una de sus ayudantes y aún no salía.- Deberías volver al campo, seguro quieres ver a tu equipo…- la chica negó con la cabeza.


- Debo estar aquí, e informar del estado de Kazemiya al entrenador y sus compañeros, estarán más tranquilos si hay alguien que les informará.- declaro ella confiada. Vaya que se tomaba en serio su papel de manager, bastante responsable y preocupada.


Pasaron unos minutos más, antes que el doctor saliera y los hiciera por fin pasar.


- Ichiro…- Hideki enseguida se acerco a él. Su pie se veía morado, pero no parecía fracturado. El adulto observo el doctor, quien le sonreía amistosamente.


- No se preocupe, no es el fin del mundo, pero debo decir que tuvo mucha suerte, un poco y tendría una fractura.- hablo el hombre mayor, su cabello era totalmente blanco y parecía tener mucha frente, debido a su pérdida de cabello, pero se notaba un hombre gentil y sencillo.


- Kazemiya-kun sólo tiene una torcedura debido al golpe.- comento la asistente, leyendo unos papeles.- Le hicimos unas pruebas, no hay fractura.- Hideki dejo escapar un suspiro de alivio.- Pero la torcedura es bastante grave, le tomará tiempo volver a jugar…


- ¿Cuánto tiempo?- Kazemaru se levanto de la cama alarmado al escuchar eso.


- Mínimo dos semanas, quizás más.- contesto el doctor.


- ¡¿Dos semanas?!- grito alarmado. Eso era imposible, así no podría jugar los siguientes partidos, ni estar en los entrenamientos ¡no iba a poder a participar en el torneo para nada!


- Tranquilo Ichiro…- le pidió su padre al verlo alterado, pero no, Ichirouta no podía estar tranquilo, para él esto era un problema muy grave.


- Jovencito, mira el lado positivo, ese golpe fue bastante duro, podrías incluso haber tenido que abandonar el futbol para siempre.


- Si hay posibilidad ¿Puedo sanar antes?- pregunto repentinamente Kazemaru. El doctor parecía cansado de la insistencia del joven. No lo culpaba, seguro debía amar mucho ese deporte.


- Aún si hubiera esa posibilidad, sería imposible… deberás reposar esta semana y luego ven a verme de nuevo para ver tu evolución.- el doctor le entrego un papel a Hideki, el padre del chico.- Será mejor que le avises al entrenador.- esta vez, el doctor se dirigió a la manager, la chica veía con preocupación la situación.


- Si doctor.- exclamo la chica.- Te veo más tarde Kazemiya.


- Si, hasta luego.- ella salió dejando a los adultos junto con Kazemiya.


- Allí tiene un justificativo, es bueno que repose y no vaya a sus clases por esta semana y también…- el doctor le explicaba a Hideki sobre la situación, pero Kazemaru en ese momento no lo estaba escuchando. Él se encontraba preocupado por el partido y los futuros partidos y todo lo que no estuviera relacionado a su actual lesión.


- Ichirouta…- el chico salió de sus pensamientos, allí notó que el doctor y la enfermera ya se habían ido, dejándolo solamente con su "padre", con Hideki. Este último le miraba preocupado.


- ¿Decías algo?


Hideki dejo escapar un suspiro, podía entender lo que sentía Kazemaru, pero aún así…


- Te decía que me preocupaste, de verdad, pensé que…- desvió la mirada un momento dejando un espacio para pensar, tratando de quitar ciertos pensamientos nublosos de su mente.- Olvídalo, lo que importa es que estas bien y te podrás recuperar.


- Sobre eso…- exclamo Kazemaru enseguida.- Quería decirte que…


- Ah, aquí estaban.- Un rubio entro repentinamente a la habitación, para sorpresa de Hideki e Ichirouta, Miyasaka entro con unos lentes oscuros sobre sus ojos, se los quito enseguida dejando ver sus pupilas verdes.


- Miyasaka…san…- Kazemaru estaba muy, súper, demasiado sorprendido de verlo allí ¿Por qué estaba aquí? ¿Cómo? ¿Desde cuándo?


- Por alguna razón presentí que algo así iba a pasar.


- ¡¿eh?!- dejo escapar un grito Kazemaru.


- No grites, buenas tardes Hideki-san.


- Hola Ryu.- saludo Hideki.- La verdad es que si es una sorpresa verte, no pensé que estarías por aquí.


- A veces vengo a ver los partidos.- comentó casualmente, como si fuera algo normal en él, aunque estuviera mintiendo totalmente. Su frase descoloco un poco a Kazemaru, ya que tenía entendido que Miyasaka no le importaba el futbol, no demasiado.


- ¿A qué se refería cuando dijo que presentía que algo así sucedería?- pregunto Ichirouta.


- Digamos que el sector quinto no se caracteriza por su juego limpio y buen trato.- comento cruzando de brazos.- Y cuando hicieron ese gol, sabía que Ishido haría algo al respecto y así lo hizo.


- ¿Ishido-san… lo hizo?- pregunto el pequeño Kazemiya, es que para Kazemaru Ichirouta el creer algo así era difícil.


- Seguro él dio la orden


El menor miraba sus mantas como si allí encontrará todas las respuestas. La verdad es que aunque sabía que Goenji ya no era el mismo Goenji de hace 10 años, aún no lo quería aceptar del todo.


- Me encontré con el doctor en el camino, me dijo el estado de su hijo, y pensé que necesitarías una mano.- le dijo el rubio a Hideki, quien sorprendido asintió.


- Gracias, de verdad…


- No hay de que, los puedo llevar hasta su ca…


- ¡Ichi-kun!- alguien abrió la puerta de la pequeña clínica abruptamente interrumpiendo la conversación. Frente a ellos un castaño de banda naranja de 24 años apareció, venía bastante agitado, al parecer había corrido desde donde estaba.- ¡¿Cómo est…?!


Sin embargo, Endo detuvo sus gritos y preocupación repentinamente, cuando noto que no solo estaba Kazemiya Hideki junto a su hijo, si no que había una tercera persona allí, un rubio que él conocía muy bien y que no pensaba encontrárselo de frente.


- ooooh, pero mira a quien tenemos aquí.- Miyasaka se cruzo de brazos para ver con desprecio a Endo, con una sonrisa fanfarrona en su rostro.- No pensé que tendría la desagradable suerte de verte de nuevo…- exclamo con asco y con una mirada más que fría. Endo no dijo nada, por alguna razón no podía hacerlo, solo frunció el ceño molesto, de todas las personas encontrarse con Miyasaka frente a frente, no era algo que le gustará.


Ichirouta veía con confusión la escena, parecía que Endo no reaccionó muy bien a la presencia de Miyasaka y este último parecía ¿enojado? La actitud del rubio había cambiado completamente al ver a Endo allí, se había vuelto frió, miraba con odio a Endo. Pero Endo recupero la compostura rápidamente.


- Solo vine a ver como estaba, no quiero problemas Miyasaka.


Midorikawa apareció segundos después, apenas vio al rubio allí se sorprendió. Enseguida supo que debía intervenir, aún si estuviera con su muleta, algo debía hacer para que Endo no se alterara.


- Creo que Ichi-chan está bien, Endo.- Midorikawa puso una mano sobre el hombro del castaño para detenerlo, aunque Endo no se había movido de su lugar. A Midorikawa, la mirada de Miyasaka le incomodaba demasiado, sobre todo en una habitación tan pequeña.- Está en buenas manos con su padre, deberíamos irnos por ahora.


- Está en buenas manos de Hideki-san y mías, por supuesto.- le corrigió Miyasaka sonriendo, pero ambos sabían que tras de esa sonrisa había algo más. Endo se sorprendió por la familiaridad en la que trataba a Hideki ¿Desde cuándo? Se pregunto él.


- Esto…Midorikawa, Endo- llamo Hideki, quien se había mantenido en silencio todo ese tiempo. Es cierto que Hideki era del futuro, pero no entendía que estaba ocurriendo exactamente con ellos.- Gracias por preocuparse por Ichiro, él está bien, sólo debe descansar y volverá a jugar en un corto tiempo.- Con sus palabras trato de aminorar el ambiente tenso que comenzaba a formarse. La noticia hizo que por lo menos Endo estuviera un poco aliviado, al igual que Midorikawa.


- Ya escuchaste, Endo.- comento Miyasaka.- Largo de aquí, yo SI puedo cuidarlo…- esas últimas palabras de Miyasaka hicieron algo en Endo, como si alguien hubiese encendido algo en su cabeza.


- Miyasaka… ¡Tu…!- Endo se soltó de Midorikawa bruscamente y camino hacia el rubio con intenciones violentas. Sin embargo, Ichirouta había abandonado su cama y se puso frente a Miyasaka al notar la actitud de Endo.


- ¡No! ¡Endo no lo hagas! ¡Por favor!- Kazemaru se aferro a las ropas del rubio para sorpresa de Miyasaka.


Ichirouta había hecho un esfuerzo para ponerse de pie y se aferraba al rubio ya que no podía apoyar su otro pie. Observaba a Endo suplicándole que no hiciera algo malo, que no hiciera nada de lo que se pudiera arrepentir, se podía leer en su mirada, en aquella mirada azulina que le miraba suplicante.


Endo quedo congelado en su sitio "Maldición, Ichi… si te pones así de nuevo, yo no…"


Paso un momento antes que Endo dejara escapar un suspiro, mientras Midorikawa observaba la situación algo asustado, pero se relajo al ver que Endo volteaba a verle.


- Vámonos, Midorikawa.- le dijo el de la banda naranja.- Lamento haberlos molestado, Kazemiya-san.- volteo a ver a Hideki de reojo, ni siquiera observo a Ichirouta de nuevo, Midorikawa le dedico una sencilla sonrisa al menor como despedida.


- Si, no te preocupes. Por favor cuídense ambos, y gracias.- se despidió Hideki con cordialidad.


- ah… End…- Ichirouta los iba a detener, pero ambos chicos abandonaron la habitación. Además Miyasaka lo tomo por sus hombros, para sostenerlo, no podía ir a detenerlo. Por alguna razón se sintió intranquilo con la partida de Endo, que se fuera de esa manera no le gusto.


- ¿Por qué hiciste eso?- pregunto el peliturquesa al rubio, le miro con el ceño fruncido, si estaba molesto. Miyasaka sólo le observo, no parecía sentirse culpable y tampoco tenía ganas de dar una explicación. El rubio observo a Hideki, quien también estaba extrañado por ese comportamiento, y luego volteo de nuevo a ver al menor.


- Digamos, que nunca me he llevado bien con Endo.- respondió simplemente, le dedico una sonrisa triste a Ichirouta, quien no quiso preguntar más. Esa expresión era puro dolor, Kazemaru podía sentir aquel dolor en aquella mirada, era como una profunda herida sin sanar y que por alguna razón ardía en presencia de Endo.


Al final el rubio ayudo a Ichirouta a llegar hasta su cama. Después de eso, Taiki y Masaru no tardaron en aparecer, lamentablemente el partido lo habían perdido por tres goles de diferencia, agregándole además que aparte de Ichirouta habían tres jugadores más lesionados.


-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-


Decir que Ichirouta estaba decaído por el resultado del partido, era decir poco. Casi se palpaba su negatividad en su cuarto, Hideki lo sabía porque cada vez que entraba al cuarto de su "hijo" parecía que el mundo se hubiera acabo. Aparte de estar decaído por eso, también lo estaba por su lesión, por lo que ocurrió con Endo y Miyasaka, de los cuales no sabía nada desde ese día.


Además, no faltaba mucho para que el club de futbol de Tsuetsu se desintegrará debido a lo que habían hecho, en parte se sentía culpable por meter a aquellos chicos, que habían sido tan buenos con él, en todo esto, haberlos animados a hacer algo como eso. No quería siquiera poner un pie en su secundaria, de todas formas por esta semana no podía, pero la misión.


Dejo de leer un momento, ya que era lo único que tenía ánimo de hacer, para observar su pie vendado, ya que estaba descalzo. Debía reposar, tomar sus antiinflamatorios y así se recuperaría rápido, pero creía que tomaría más tiempo de lo que imagino. En un principio le pidió a Hideki que le curará con su tecnología, pero Hideki le había dicho que sería demasiado sospechoso, ya que todos sabían su condición. Si, tenía razón, pero ¡quería sanar ya! Había mucho que hacer.


- ¡Kazemiya!- Kiyoshi entro a su cuarto aquella tarde de inicio de semana, parecía bastante cómodo en casa de Ichirouta y Hideki, como si fuera parte de la familia. Es que el castaño era un chico bastante extrovertido, agradable, a Kazemaru casi le recordaba a Endo en ciertas situaciones.


- Kiyoshi, hola ¿No tenías club de baloncesto?


Demás estar decir que estaba tan concentrado con su libro, que la aparición de Kiyoshi le asustó un poco. El castaño de ojos purpuras negó con la cabeza animado.


- Están arreglando la cancha, el capitán nos dejo a opción el quedarnos a entrenar por allí o irnos. No tenía mucho ánimo de entrenar, quiero decir… - intento explicarse Kiyoshi, se sentó en una orilla de la cama de su amigo enfermo dejando sus pertenencias en el suelo.- Incluso Taiki está algo deprimido, claro que no lo deja notar, es el capitán después de todo, pero sé que lo está.


Kazemaru se quedo en silencio, cerro su libro, dejando el marca página para no olvidar donde seguir leyendo. Sólo se quedo observando la portada, sin saber que decir.


- Los demás chicos lesionados, también faltaron a clases, pero están bien. Recuperándose.- siguió hablando el más alto, al mismo tiempo que tomaba su bolso y sacaba uno cuadernos.- Son de Taiki, seguro que te servirán mejor los apuntes de él que los míos.- dijo con algo de vergüenza, su letra no es que fuera muy clara que digamos y tampoco es que tomará muchos apuntes.


- Gracias.- sonrió el otro.- Gracias por haber venido.


- Seguro estás aburrido aquí, tu padre te hace compañía, pero parece ocupado con su trabajo.


Es verdad Hideki-san había pedido libre unos días para cuidar de él, pero igual se trajo su trabajo a la casa, respondía llamadas, estaba tecleando cosas en su computador. Muchas veces refunfuñaba porque algún cálculo no le salía bien.


- Si, pero está bien, me entretengo leyendo.


- ¡Que aburrido eres Kazemiya!- le dijo Kiyoshi.- ¡Cierto!- el castaño se agacho para dejar su bolso en el piso y tomar una bolsa que había traído consigo.- Te lo manda Tobitaka-san.


- ¿Tobitaka-san?- Kazemaru tomo la bolsa extrañado, dentro había un bento sellado, estaba tibio. Abrió el recipiente y allí vio comida, así es comida, arroz, con verduras, pescados, huevo, carne.


- Dijo que debías alimentarte bien para recuperarte, así que preparo esto especialmente para ti.- exclamo Kiyoshi con orgullo por su tío, bastante sonriente.- Se ve delicioso ¿no? Creo que viene con unos palillos para que lo co… ¿Kazemiya?


Kazemaru sonreía, si sonreía, pero aún así unas gruesas lágrimas caían de sus ojos, parecía que ni el mismo se había dado cuenta de ello. Aquel simple de gesto de Tobitaka, le había conmovido demasiado, no pudo evitar recordarlo: como Tobitaka se había unido al equipo, aquella actitud de chico malo que fue cambiando, como rápidamente mejoraba en sus técnicas de defensa, todo ello. A todos ellos, juntos y riendo.


Siendo felices. Solamente siendo ellos.


Entonces se dio cuenta, solo cuando su vista se desenfoco por las lágrimas, que se encontraba llorando y que Kiyoshi le miraba preocupado. Enseguida intento detenerlas.


- ah…lo-lo siento.- exclamo el peli turquesa, cerro el bento y lo puso a un lado, para limpiar sus lágrimas con torpeza.


- Esta bien, está bien.- Kiyoshi no pregunto, no era muy bueno con este tipo de cosas y creía que era mejor así, no quería agobiarlo, ya se veía bastante deprimido para asaltarlo a preguntas.- ¿vas a comerlo? Si no quieres lo comeré yo.- bromeo un poco él para cambiar un poco el ambiente


- ¡Lo comeré! ¡Lo comeré!- le indico Kazemaru una vez estuvo tranquilo. Alejando la comida, que tan amablemente le había preparado Tobitaka, de Kiyoshi, por si intentaba devorárselo. Tenía que agradecerle la próxima que lo viera.


Al final ambos sonrieron y Kazemiya comenzó a comer feliz. Mientras, Kiyoshi le contaba el día que se había perdido en la secundaria.


Continuará


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Notas finales:

N/A: Por alguna razón me gusto más la primera versión que tenía de este capitulo, pero como pasaban situaciones que no me gustaban XD o mejor dicho, cosas que es mejor pasen en capítulos posteriores, lo cambie. Aunque en general, el encuentro que siempre quería que ocurriese, ocurrió aquí :3 me refiero a Miyasaka y Endo. En fin, agradezco infinitamente sus comentarios, y vuestro apoyo! Nos leemos en el próximo capitulo! (o en la sección de comentarios)


Próximo Capitulo: Recuerdos del pasado (si es que el fic va como lo planeo, entonces ese será el titulo).


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