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Eres el peor amor que he conocido por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola, ya está el tercero, okey para los que lo habían leído antes como ya saben en este capítulo me había tardado debido a problemas escolares, les repito y les digo a todos: desgraciadamente los próximos 6 meses van a ser para nosotras un martirio, Así que desde ahora subiremos un capitulo cada semana, cualquiera de los días de fin de semana TT.TT... Pero no se preocupen la autora y yo ya planeamos la historia completa y les aseguro su hermosura *.* serán un tanto así de unos 30 cap aproximadamente.

Les pido mil disculpas.

Ahora guapuras deleitensen!!! 

Llegaron al bar, había música a todo volumen y todo el lugar apestaba a alcohol. Había chicas lindas, dispuestas a pasar una noche con un chico guapo y rico, eso ponía de buen humor a Akio que sin pensarlo dos veces se fue a una mesa privada con sus amigos.

Las chicas llovían por todos lados, ya era de noche y ya había escogido, del extenso menú a las chicas que se tirarían seria tres. No podía ponerse tan ebrio, con chicas extranjeras había que tener cuidado, así que él fue por las bebidas a la barra ya que nadie los atendía.

El lugar estaba atiborrado de gente, no era para menos, aunque esa falta de atención en la mesa lo había molestado ¿cómo era posible? y para colmo en la barra tampoco lo atendían.

Mientras esperaba empezó a observar el lugar, había algo extraño ¿en dónde estaban todas las chicas? Claro su mesa estaba llena de ellas, pero el recordaba más y no pudo vaciarse tan rápido el lugar.

No tardo mucho  para darse cuenta del gran montón de chicas que estaban alado de él, se sintió algo idiota por un momento, estaban formando un circulo alrededor de.... no sabía quién y era no podía ver, pero le estaba quitando atención y eso no le gustaba.

Algunas zorras se dieron cuenta de la presencia de este lindo chico de cabello castaño y ojos preciosos así que fueron a coquetear con el dadlo que no lograban nada del otro lado.

Así se fueron quitaron algunas chicas del circulo que le impedía ver quién era el que le robaba tanta atención, no le veía lo especial, solo era un chico de pelo negro con ojos azules, ¿¿porque tenía tanta atención??

Él era mucho mejor, pero se dio cuenta que no era así, no lo veían a él, había alguien más, pero no lo notaba bien.

Después de unos minutos llego por fin el camarero a tomar su orden, ¡por fin! ¡Pero ahora no quería irse de ahí! Así que pidió unos cuantos tragos y espero a que aquel azabache se moviera, este después de un tiempo, tomo a dos chicas y salió del lugar despidiéndose del desconocido rostro.

Las chicas eran muchas alrededor del desconocido, pero también las que tenía detrás de sí, ¡era un empate! Las chicas estaban en semicírculo a espaldas de aquel desconocido también, al fin podía verlo, ¡su rival! El sí que era guapo…… ¡¿pero qué demo…?! ¡¡Era aquel chico!! ¡¡El rubio ojo verde salvavidas de la playa!! ¡No! ¡No podía ser cierto! ¡No podía tener tan mala suerte! ¡Encontrarse de nuevo con ese chico!

Recordó del accidente y los primeros auxilios y ahora sí que estaba enojado, ¡lo tenía ahí! ¡A lado de el! ¿Porque tan cerca?, por estar pensando en esas cosas no se percató que no le quitaba la mirada de encima, pero Haru si se dio cuenta, ¡¿él también estaba enojado, ese tipo?! ¡El que supuestamente valía tanto! Estaba sentado frente a él.

Tenía tantas ganas de romperle la cara que por cierto seguía pensando que era muy linda, pero no, él no era así, el alcohol ya empezaba a hacer efecto en él y eso no era bueno, los ojos cafés y verdes se miraban con tanta furia y enojo el ambiente decía pelea por todos lados.

-No pensé que el bar aceptara personas con gustos extraños- Akio veía la mirada de Haru como un reto, y el no perdería, además tenía rencor guardado.

-Yo pensaba que no dejaban entrar a gente tan ignorante pero aquí estas- Haru entendía que Akio lo estaba provocando, pero también sabia defenderse.

Akio solo lanzo una risa de burla  -Mira estúpido, te pondré las cosas claras, no porque me hayas salvado la vida, creas que te debo algo, pero no quiero que las señoritas piensen que soy mal agradecido, te pagare bien por lo que has hecho-

-Yo también te pondré las cosas en claro, ni tú me debes nada ni yo a ti y tu maldito dinero puede irse a la mierda- Haru se dio la vuelta ignorando la mirada de aquel chico que lo había sacado de sus casillas y pidió un trago.

Akio no se quedó atrás lo había dejado con la palabra en la boca y en beber él era el mejor, así que también pidió un trago, que se acabó en segundos, Haru entendía la acción del castaño, era otro reto, bien podía con eso.

Así pidieron tragos hasta que perdieron la cuenta. El ambiente poco a poco se tornaba diferente ahora parecía más divertido, Haru todavía podía aguantar, pero para  Akio ya todo era borroso, las miradas furiosas de antes ya no estaban, y se volvieron a encontrar esta vez con una chispa picara, los dos soltaron a reír ¿Por qué se reían? ¿Es que ya estaban ebrios?

-Sí que tienes aguante, ¡salud!- apenas y se podían entender las palabras de Akio.

-Lo mismo digo yo, ¡salud!- decían mientras chocaban las copas, ahora parecían amigos de toda la vida, que complicados son los hombres.

-Bueno fue un placer beber con tigo, pero me están esperando en la mesa de por haya- decía Akio señalando una mesa que estaba vacía, lo habían abandonado, bueno el hizo lo mismo así que no le importo, ¿pero que iba a hacer? Apenas y se podía poner de pie y no distinguía las teclas del celular para marcarle a alguien.

-¿¿A dónde vas??- le pregunto el ojo verde cuando se dio cuenta del estado de su nuevo compañero de copas.

-A un hotel cercano, pero estoy bien, puedo manejar- se dirigía a la puerta tambaleándose, iba a caer, pero Haru alcanzo a detenerlo antes de y lo ayudo a mantener el equilibrio pasando un brazo por su cintura.

-Estás loco, dime donde es, yo manejo- Haru todavía podía mantenerse de pie sin ningún problema, el alcohol todavía no le había hecho efecto.

-Aja, si, has lo que quieras- Akio ya no podía pensar bien y las palabras tampoco le salían, además aquel chico ya no le parecía extraño, tal vez solo fue un primera mala impresión.

Como pudo le dijo donde quedaba el hotel y llegaron sanos, ebrios pero sanos.

Por el pasillo a Haru le costaba mantenerse de pie, llegaron a la habitación de Akio y lo tiro a la cama, todo le empezaba a dar vueltas sería mejor que se fuera y pronto, pero ni siquiera podía llegar a la puerta.

-¡¿Ya te vas?! ¡¡Venga vamos a abrir otra botella!!- decía Akio, sacando una botella grande que estaba de un mueble cerca.

-No creo que sea buena idea……- él era muy prudente, por lo menos más que Akio y beber no lo hacía muy feliz.

-Entonces aceptas tu derrota- bueno talvez beber no lo hacía feliz ¿¿pero perder?? No eso no.

-Bien solo una más y me voy-

-De acuerdo solo una más- la figura de Akio borracho esa divertida, parecía un Jack Sparow versión cuatro, bastante desaliñado, se sentaron en el piso como pudieron y destaparon la botella.

 

Así paso volando el tiempo y cada vez estaban más ebrios, empezaban a hablar de incoherencias.

Akio ya le había contado el porque estaba en esa isla, que la bruja de su madre lo había obligado, Haru solo escuchaba con atención, le contó que la comida del avión era un asco, igual que el viraje, el alcohol ya no le permitía el control de sus palabras.

-Y así pase tantas horas en el estúpido avión para llegar aquí y casi morir ahogado, debo tener muy mala suerte y para colmo un hombre que me pareció atractivo me dio primeros auxilios- fue hasta ahí cuando cayó en lo que decía.

Haru estaba sorprendido ¡¿¿había dicho que le parecía atractivo??!

–Oh no mal entiendas eso, es cierto que me sentí un poco extraño y créeme que me tarde en calmarme- seguía  hablando, aunque sabía que no era propio de él, pero su boca ya no lo obedecía, y al ver la cara que ponía Haru tenía que decir algo, no quería que entendiera algo equivocado - tal vez si me gustaste pero sólo un poco, yo nunca, nunca he intentado nada con un hombre- no podía creer lo que decía, sus pensamientos más profundos estaban siendo revelados y para nada se había defendido.

-¿Y has pensado en intentarlo?-

-Por supuesto que no, nunca lo he pensado, por lo menos no hasta esta mañana- seguía diciendo estupideces ¡¡¿hasta dónde planeaba llegar su maldita boca?!!

-¿Y ahora?- Haru se estaba acercando demasiado y la botella ya no tenía ni una gota de alcohol, los dos estaban ebrios, en toda la extensión de la palabra, Haru llegó donde estaba Akio.

-Ta....tal vez- ¡no! ¡¡¿Porque había dicho eso?!! ¡¡Estaban demasiado cerca!! Haru miro una vez más esos ojos miel, y se abalanzó sobre el tirándolo en la alfombra, cayendo sobre sus labios abriéndose paso con su lengua.

Akio no podía pensar bien, estaba mareado, sentía la lengua que parecía fundirse con la suya y una mano ágil que empezaba a desaprovechar su camisa, empezando a acariciar su torso desnudo.

-No, para- las palabras salieron de su boca, casi sin aliento, y sin que él las provocará. Había detenido la mano de Haru, el cual se quedó inmóvil por el comportamiento de Akio y se quitó de encima.

-¿Ahora qué?- pregunto bruscamente, Haru estaba molesto, además el alcohol ya había ejercido el control total sobre él. Akio se levantó lo más rápido que pudo, hacia el armario junto a la pared para sostenerse de algo y no cae.

-¡¿Pero qué demonios estoy haciendo?!- decía Akio mientras golpeaba la puerta del armario seguía ebrio y enojado más que antes y el mareo empeoraba- ¡No podemos hacer esto! - ahora se dirigía a Haru, que seguía hincado en la alfombra.

-¿Porque no?-

-¡¡Porque no!! Porque somos hombres imbécil-

-Oh ya entiendo el problema- Haru se puso de pie, y se dirigió hacia la puerta por alguna razón Akio sentía una decepción enorme, no entendía porque, debería sentirse aliviado, Haru se detuvo justo enfrente de la puerta, como pensando, de repente, se dio la vuelta y camino hacia Akio mientras se quitaba su camisa dejando ver ese abdomen perfecto, que dejó paralizado a Akio.

-¡¿que.....que estás haciendo?!- decía Akio en un tono nervioso y es que lo estaba, ese hombre que se encontraba frente a él lo ponía nervioso

-¿No es obvio?- susurro Haru y con un movimiento rápido aprisiono a Akio contra el armario sujetando sus manos arriba de su cabeza. Akio intentó en vano quitarse a Haru de encima, él no quería eso, ¿o si? , esos labios se impregnados a los suyos, le empezaba falta el aire y su mente estaba en blanco. Las manos de Haru siguieron con su trabajo terminando de desabotonar la camisa de Akio.

-Pa-para- decía entre jadeos Akio, había intentado luchar pero no había servido de nada. Haru ignoró esas palabras, Akio sentía como esos labios empezaban a bajar por su cuerpo, dando pequeños mordiscos en su cuello hasta llegar a sus pezones jalando de ellos, dejando salir un gemido de parte de Akio y una pequeña sonrisa en el rostro de Haru.

-¿Quieres que me detenga?- musito Haru, se acercó a la oreja de Akio para darle un pequeño mordisco, que hiso a Akio gemir y sonrojarse. Su voz era terriblemente seductora y hacia que Akio se pusiera más nervioso, intentaba recuperar el aire, y no sabía que decir.

-Tomaré ese silencio como no- Haru lo tomo en brazos y lo tiró a la cama, Akio rápidamente se incorporó para intentar defenderse, pero Haru se sentó en su vientre fácilmente, esta vez no sujeto sus manos, ya no había de que preocupase, estaba indefenso.

Akio sintió esos dedos ágiles que se metían por su pantalón hasta encontrarse con aquella leve erección, y empezaban a tocarlo de una manera bastante placentera, sabía lo que estaba pasando pero su cuerpo se negaba a obedecer.

Los gemidos seguían saliendo aunque el intentará ahogarlos. Las manos de aquel hombre estaban apuntó de hacer que se viniera, intentó una vez más quitárselo de encima, pero las pocas fuerzas que le quedaron se desvanecieron en un instante, dejándolo soltar un gemido de mucho placer obligándolo a llegar al punto exacto del climax.

Aquel hombre había logrado su objetivo, había logrado que se viniera, Cayendo agotado en la cama, sintió como lo despojaron de sus ropas y lo recostaban boca abajo en la cama, colocando sus caderas en el aire, esos dedos ágiles pasaban se su erección hasta su nalgas, metiéndose en un lugar, donde nunca creyó que fuera posible meterse.

Empezaban a moverse dentro de él y su cuerpo empezaba a estremecerse, los dedos ágiles salieron de aquel lugar y después sintió un pequeño tirón en su estómago que pronto se convirtió un dolor insoportable, no podía sostenerse, tomo las sabanas lo más fuerte que pudo para no resbalar, sentía que se iba a romper en cualquier momento, le dolía y dolía mucho.

Sentía el miembro de aquel rubio dentro de él que lo embestía una y otra vez, aumentando el dolor que sentía, entre gemidos y quejidos su respiración se aceleraba, sentía esas manos grandes clavadas en sus caderas.

Ya no podía más, ya no le quedaban fuerzas, sintió la última embestida y un gemido apenas audible, que dejaban esparcir ese extraño calor en su interior, su mareo empeoró y ahora sentía un peso extra en su espalda, todo era aún más borroso, sólo podía escuchar otra respiración acelerada que se sincronizaba con la suya.

Al final el cansancio lo venció, dejándolo caer en un sueño profundo.

Notas finales:

Bueno me disculpo por las faltas de ortografía y también por si es que piensan que el capitulo es algo corto, pero entiendan la presión de la autora,  lo mas probable es que a  lo mejor subimos otra historia dentro de unas semanas inspirada en nuestros compañeros de la escuela.

Jiji 

Bueno si les gusto la historia o el capitulo dejen reviews, pliss, si no, también se aceptan criticas (no la verdad no) jaja

Bueno me despido porque tengo tarea 

Les dejo mil letritas de amor (todos las de mis cuadernos)

Bye bye de parte mia y Yayis.


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