Una mañana cálida se posiciono sobre la ciudad dorada, el aire fresco entraba por la ventada de la alcoba del dios del engaño y un joven Loki de 19 años despertaba gracias a la brisa.
“Hoy es el día” pensó nada feliz porque él y su hermano Thor irían en busca del poderoso Mjolnir el famoso martillo forjado por los enanos quienes a su vez se lo entregaron a Odin, él lleno de encantamientos y el más importante fue que solo una persona de corazón puro podría portarlo pero todos sabían que terminaría en manos de su primogénito. Loki se levantó de su cama y empezó a prepararse pues sería una búsqueda larga y tal vez será la última vez en mucho tiempo que disfrute de un baño con sus esencias, se metió a la bañera preparada y disfruto del toque del agua no tan caliente con su piel.
“Que exquisita calma” se sumergió en el agua pero antes unas manos lo sacaron interrumpiendo su momento de paz.
-¡Loki!- Era su “hermano” Thor esto sorprendió al menor asgardiano –Cuidado podrías haberte ahogado.
-Por supuesto que no, sé bien lo que hago ¿Qué haces aquí? – Lo miro con cautela no es que le molestara que lo viera desnudo (no era la primera vez) pero era uno de sus pocos momentos de paz que podía disfrutar.
-Solo quería verte- el primogénito de Odín tomo un mechón del largo cabello negro, adoraba jugar con él.
-Nos vemos todos los días.
-Quería verte desnudo – Loki lo miro sin poder creer sus intenciones, la juventud y su euforia hormonal pero él también era joven- tal vez no tengamos tiempo para nosotros, Balder nos acompañara.
Loki entendió la indirecta pero aun así era molesto para él- ¿No es un día importante para ti?- pregunto y aparto su cabello del rubio – Ya sabes, el martillo, la gloria eterna…- no le agradaba mucho pensar en eso.
-Si pero disfruto pasar tiempo contigo- agarro la mano de Loki y coloco un beso en ella como gesto de su amor.
Su relación no había progresado mucho, Loki siempre tuvo admiración por Thor pues fue el único que en cierta manera lo trato bien cuando llego a la ciudad dorada y el único que parecía importarle así que siempre tuvo aprecio por él pero después se enteró que no era un asgardiano si no un gigante de hielo y por lo tanto heredero al trono de Jotunheim, toda su estancia fue un arreglo del padre de todo para mantener una tregua a través de él y esto lo decepciono. Nadie lo quería y el rechazo “sorpresivo” de su hermano lo comprobaba al menos por un tiempo, fueron años difíciles para los dos ya que se habían distanciado un poco pero Thor comprendió que el que sea un gigante de hielo no lo hacía malo y con eso en mente intento volver a ganarse la confianza de Loki. Al final lo logro y ahora su relación estaba más estable pero de nuevo cambiaria con la llegada de Balder el dúo de Thor y Loki se hizo más unido, compartían más aventuras y más fiesta y un cariño especial empezó a crecer en cada uno y Thor después de tener la mejor borrachera de su vida y controlado por sus instintos y alcohol decido que era buena idea besar a Loki total no eran hermanos realmente y se había ganado su corazón con sus hazañas y palabras, necesitaba a alguien así en su futuro entonces lo hizo y a los dos le gusto con el tiempo los besos se transformaron en caricias pequeñas y después en relaciones carnales, ¿Qué era esta extraña relación? ¿Está bien, está mal? Se preguntaba Loki pero siempre obtenía la misma respuesta, él es el único que me respeta y me da un lugar aquí y para Loki era una buena razón aparte de que lo amaba, durante dos años guardaron ese secreto pues a ojos de los demás eran hermanos pero ellos se veían como compañeros de vida, el amor juvenil era hermoso.
-Está bien- suspiro y se inclinó para darle un beso, Thor lo acepto con gusto.
Se separaron y nuestro amigo rubio sin consultar a su amante decidió sacar de la bañara a Loki para llevarlo cargando a su cama.
-¡Idiota hace frio!- grito Loki molesto empezando a sentir el aire frio en su cuerpo.
-Ahorita te vas a calentar- Coloco a Loki en la cama y se posiciono encima de él sin llegar a aplastarlo, el pelinegro lo miro enojado pero al rubio no le importo amaba ver sus berrinches y volvió a besarlo pero esta vez de una manera más pasional, lento y sintiendo esos deliciosos y finos labios que tanto lo enloquecían.
Sintió el cuerpo de su amado temblar y se separaron, Thor le dedico una sonrisa y empezó a depositar pequeños besos en el cuello de Loki haciendo que este último temblara de nuevo por placer al sentir esos cariñitos, empezaba a excitarse y su miembro lo delataba. El rubio paso de su cuello a su clavícula y después en la parte media de su pecho, con cada beso el pelinegro más se excitaba y ansiaba sentirlo ya dentro de él.
-Te deseo- dijo con voz ronca Loki – Vamos Thor, te deseo- volvió a suplicar pero el rubio lo ignoro y un gemido ahogado salió de él al sentir como el rubio marcaba ese camino de besos a su miembro.
Realmente extrañaría esto en el viaje, no podrían arriesgarse a hacer este tipo de cosas ya que Balder los podría descubrir pero ¡Demonios que esto era como una adicción para ellos!
Thor deposito un último beso cerca de la pelvis y se separó a mirar a su amante ya sonrojado de la excitación del momento, era una obra de arte para Thor ver a Loki con sus mejillas sonrojadas, las pequeñas gotas de sudor que empezaban a verse en su frente y acompañado de unos mechones desaliñados, amaba ese cuadro. Deposito un último beso más salvaje donde pudieron sentir la lengua del otro y ahora Thor se posiciono entre las piernas de Loki, agarro su miembro y empezó a lamerlo haciendo que Loki soltara pequeños gemidos con cada tacto húmedo que sentía, le encantaba esa sensación era tan deliciosa para él y al rubio le excitaba saber que lo complacía.
-No puedes hacer mucho ruido – dijo el rubio dejando un momento su tarea para volver a ella y Loki intento callarse pero a veces era difícil, sentía cada lamida desde la punta hasta la parte más baja de su miembro.
-Mierda- volvió a gemir Loki al sentir como la boca de aquel rubio acaparaba su miembro y lo succionaba, un cosquilleo se empezaba a sentir por su vientre y esperaba que aguantara un poco. Thor continuaba cubriendo con su boca toda la entrepierna de Loki y el pelinegro puso una mano en la cabeza de aquel rubio para marcar un ritmo, el joven rubio empieza a mover un poco rápido de arriba a abajo mientras Loki sigue estremeciéndose e intentando no gemir tan alto pero es imposible al sentir la boca húmeda de su amante –Oh Thor – suspira de placer y mira al techo intentando concentrarse en la lámpara de araña para aguantar un poco más el ritmo pero el rubio se libera del agarre y acomoda sus labios en la punta del miembro para succionarla un poco pero es tarde Loki no aguanta más y su orgasmo se hace presente junto con un gran gemido.
Entonces despierta, un Loki de unos 24 años despierta en su cama improvisada de unas cuantas mantas, mojado de su parte íntima, había tenido un sueño húmedo.
“No, no un sueño sino un recuerdo” se repitió todavía confundido por la excitación, ¿En verdad había recordado esos lujuriosos encuentro con quien se supone es su enemigo? Que avergonzado estaba pero todavía sentía un poco de la euforia de su corazón al recordar esos recuerdos. No lo iba a negar fueron buenos tiempos en los que quería a Thor pero eso quedo en el pasado ahora lo único que sentía por él era odio.
Salió de su tienda de campaña, pequeña que armo en un bosque a las afueras de Svartálfaheim, había estado ahí observando las tropas de los elfos oscuros por siete días y no había nada que le indicara peligro pero a él no se le podía engañar, él era el señor de las mentiras y engaños obviamente pasaba algo ahí y estaba decidido a escabullirse entre las filas para saber más al respecto. Con un hechizo escondió sus cosas y con otro transformo su apariencia en un elfo oscuro, agarro un alanza y escudo para después dirigirse la ciudad de los elfos oscuros. Svartálfaheim era un lugar oscuro de tierra seca color blanca pareciendo arena, no había como tal un ciudad central pues estaba en ruinas la mayoría gracias a las tantas guerras en las que participaban los elfos oscuros y se encontraban más campamentos de guerra por parte de las tropas de Malekith el maldito, el dios del engaño se unio a una fila de soldados que estaban marchando a una carpa de guerra y con éxito se incorporó sin que nadie se diera cuenta, marcho y al parecer todos se dirijiana un mitin de guerra justo como lo sospechaba.
-Nuestro rey ha decidido el ataque- escucho decir de unos elfos que marchaban enfrente de él – Creo que esta ves tendremos éxito.
-Si Asgard cae jamás volveremos a entrar en guerra- contesto el otro elfo y Loki miro curioso ¿Cuál era el propósito de todo esto?
Llegaron y había un mar de soldados viendo a su líder con su carismática ropa y aquel rostro de colores blanco y azul oscuro.
-¡El plan ha sido decidido compañeros! – Grito carismático a su soldados – Volvimos a restaurar “la comida de Hadas” y esta vez el único objetivo será Thor, el heredero de Asgard – los elfos gritaron en apoyo a la idea pero Loki observaba en silencio – Asgard caerá poco a poco, desde su interior plantaremos veneno y caos la ciudad dorada se pudrirá conforme el tiempo pase y en su momento de alta debilidad la derrocaremos, la ciudad de las cenizas se volverá y la era de los elfos oscuros empezara ¡Ningún reino se atreverá a enfrentarnos! – El discurso de Malekith había inspirado a sus tropas y muchos gritabas eufóricos por lo que se vendría - ¡La cabeza del padre de todo e hijo les servirá de advertencia! ¡Esto no será la llegada del ragnarok pero será una peor era donde renaceremos y trituraremos a nuestros enemigos! –Todos se alzaron levantando sus escudos y lanzas, Malekith el maldito vio con orgullo sus tropas pero su mirada se centró en un elfo, uno que no festejaba solo sonreía con malicia y esa sonrisa de un viejo amigo.
Loki satisfecho con la información volvió a su pequeño campamento, “la comida de hadas” ¡Por supuesto! Todo encajaba ahora y quería felicitar a Malekith por tan extraordinario plan que al parecer no tendría una falla más que él que ahora había deducido con aquel discurso, podría decirle a la madre de todo o a Odin y salvar Asgard pero por otra parte podría manipular la información y seguir que esta destrucción siga, sería una pena por parte de su madre adoptiva a quien le tenía bastante aprecio pero a los demás verlos sufrir por su “querido” rey, le daría más placer que apuñalar a Thor mil veces. Llego a su campamento improvisado pero grande fue la sorpresa a ver a Malekith acostado en su cama de mantas.
-Es una pena que no hayas pasado a saludar, se te ha extrañado viejo amigo – Dijo poniendo una sonrisa gatuna en su rostro y Loki solo pudo devolver el gesto.
-Tenía prisa y no quería ser el aguafiestas ahí en medio de la euforia de tus soldados- lo paso de largo para empezar a empacar sus cosas, tranquilo como si Malekith no representara una amenaza.
-Sí y supongo que escuchaste todo ¿Qué opinas? Excelente plan es, la verdad me costó mucho armarlo y perfeccionarlo - Malekith hizo un ademan de superioridad para después verse las uñas tranquilo, el dios del engaño solo rodo los ojos, si era un excelente plan.
-Tengo que admitir que me dio un poco de envidia que se te ocurriera- Termino de empacar sus cosas y se volvió enfrente de él mirando como el otro admiraba sus uñas como si fuera el mejor tesoro del mundo- ¿Cómo restauraste la comida de hadas? No creo que Hela después de tu derrota te permitiera hacerlo de nuevo.
-No, no lo hizo y me odia de hecho pero ese no es el punto- se sentó y encaro a Loki – es un secreto viejo amigo, tal vez si habláramos más te lo diría pero como ahora eres el perro de la reina del todo…Ya no eres bienvenido al club – Saco su lengua en forma de burla y Loki solo suspiro harto de esa actitud infantil que luego tomaba.
-Es un trabajo temporal ¿Realmente crees que me encanta servir a Asgard? – Pregunto y Malekith hizo un ademan negativo con su cabeza – Exacto, me conoces sabes que soy el hombre que más rencor le tiene a los asgardianos.
Malekith se mofo al escuchar esto pero estaba seguro que esa había sido la única verdad que pudo haber dicho en toda su vida.
-¿Y cómo piensas vengarte de ellos siendo su perro fiel?
-Es un secreto viejo amigo- sonrió victorioso al ver la cara de su enemigo al ser víctima de su propia frase.
.-Te propongo algo, ya que eres “cercano” a los monarcas de Asgard podrían inyectarles la comida de las hadas en forma de veneno o al mismo Thor para que sea más poético para ti, únete a mí y los dos veremos caer a la ciudad dorada como siempre quisimos. –Volvió aponer una sonrisa gato y Loki sonrió pero había algo que lo ponía nervioso, su hijo.
¿Estaba dispuesto a aceptar esta tregua y arruina la vida de su supuesto hijo? Tal vez sí.
-Lo pensare en estos días, tenía planeas para aplastar Asgard pero el tuyo me convence un poco.
-Te doy tres días, nos volveremos a ver en este lugar.
Y por arte de magia en una nube negra desapareció Malekith el maldito, él podría manipular a Loki para completar sus planeas y le ahorraría bastante trabajo pero por otro lado el dios del engaño se quedó pensativo en dicha propuesta, era muy bueno pero algo todavía seguía preocupándole y era su hijo, tal vez era un instinto de padre pero realmente no se habían vuelto cercanos o al menos por parte de él.
Tomo su caballo y se dirijo a Asgard, tenía muchas cosas en que pensar.