Collin
Después de casi un mes de aquella fiesta las cosas seguían de manera normal, sin contar el hecho de que Collin aún le daba vueltas al asunto de no recordar nada de aquella fiesta y del hecho de que su amigo ahora estaba “enamorado”.
Allen había conocido a alguien durante una fiesta a la que Collin no había asistido. Aquel día se había enfermado y estaba totalmente indispuesto. Una fiebre demasiado alta lo había tomado desprevenido y lo había dejado tirado en la cama, casi delirando. Debido a aquel incidente su mejor amigo había ido solo a la fiesta donde conocería a un “hermoso chico rubio” como lo describía. Aquel chico al que había conocido le tenía encantado. Allen no paraba de hablar con Collin sobre aquel rubio que le tenía cautivado, su amigo siempre se ponía de esa manera cuando le gustaba alguien, se envolvía en una burbuja rosa y de ahí nadie le sacaba, era divertido verle de esa manera, era lindo, pero todo tenía un límite y Collin ya estaba a dos pasos de gritarle a su amigo que se callara.
Collin ya se sabía la historia completa y a detalle de cómo se habían conocido Allen y aquel chico llamado Will. El rubio se había acercado con aires seductores, según relataba el azabache. Cuando Allen lo vio inmediatamente lo inspecciono con la mirada y el rubio al verle de frente por unos segundo se quedó boquiabierto, después se disculpó de manera torpe diciendo que lo había confundido con una chica, Allen rio ante el comentario y le dijo que estaba bien. Entonces Will le invito a bailar y asi pasaron la noche bailando y platicando sobre ellos. Antes de retirarse de la fiesta Will le pidió verse de nuevo a lo que Allen acepto.
“Fue todo un caballero, tan educado y formal, tan guapo” Decía su amigo cada que relataba la historia.
Ahora era domingo cerca de las 7. Allen iba a salir con su querido nuevo novio, al parecer el día anterior por fin el rubio le había pedido ser su pareja.
Collin estaba en casa de Allen, pues en su casa no estaba su familia, y a Collin no le gustaba estar solo.
-Bueno entonces ¿qué tal esta? –Le preguntaba Allen mientras le mostraba una sudadera gris.
-¿No está muy abrigadora? Es que, hoy no hace mucho frio, te dará calor, aunque tal vez podrías llevarla por si acaso. –Allen miro la sudadera y se lo pensó, saco un par de cosas más del armario y las observo todas con ojo crítico cuando se escuchó que tocaban la puerta. – ¿Ya es tan tarde? ¿Puedes abrir Collin? –El mencionado rodo los ojos. Allen parecía una chica probándose toda la ropa de su armario.
-Claro –Contesto levantándose de la cama donde había estado viendo la televisión.
Cuando abrió la puerta y vio al chico detrás de esta sintió que algo en su interior hizo Clic, como cuando recuerdas algo, el problema era que Collin no recordaba nada solo sentía esa sensación de haberle visto antes.
-Hola ¿esta Allen? –Pregunto el chico rubio.
-Sí, pero aún se está arreglando. –El rubio lo observo detenidamente y sonrió. Collin se puso nervioso.
-¿Tú eres su amigo? Mucho gusto me llamo William –Tomo la mano de Collin y se la llevo a los labios besándola sutilmente, ante esto Collin se ruborizo e inmediatamente le arrebato su mano y frunció el ceño.
-Espéralo aquí afuera. –Le grito nervioso y azoto la puerta, subió aprisa las escaleras para llegar a la habitación de su amigo. –Tu novio parece salido de una película antigua. –Mascullo a su amigo. Allen no logro escucharlo.
Allen salió de la habitación minutos después de que el castaño entrara, se quedó preocupado por su amigo que parecía enfadado, pero temió preguntar. Si Will le había caído mal, eso sería un problema porque él quería mucho a Will, pero Collin era primero. Pese a todo Collin era el número uno para él. Aun así salió con Will. Al día siguiente hablaría con Collin.
El castaño se quedó en la habitación de su amigo por un rato. Se quedó viendo la televisión, oyéndola mejor dicho, mientras pensaba en Will. Aquel chico rubio de ojos oscuros le daba una extraña sensación, no era una sensación desagradable como para no fiarse de él, sino una sensación en el estómago, se había puesto nervioso al verlo y eso era demasiado, él no era alguien que se pusiera nervioso con facilidad, se sentía frustrado por no entender nada. Apago la televisión y se marchó a su casa.
Su casa y la de Collin estaban bastante cerca, solo era una cuadra más delante la suya. Estaba oscuro afuera y se podía sentir una leve ventisca fresca. Camino a paso lento quedándose inmerso en sus pensamientos. Se sentó en la jardinera frente a su casa sintiendo esa agradable brisa deseando permanecer un largo rato en ese lugar. Sin embargo en ese momento su celular sonó anunciado un nuevo mensaje.
“Collin ¿dónde estás? ¿Estás en casa? Voy para allá” Decía el mensaje que su hermana le había enviado.
Al entrar a su casa corrió a su cuarto de inmediato encerrándose en esta dispuesto a dormir, sin importarle si su hermana estuviera por llegar. Tenía demasiadas cosas en la cabeza para como para seguir despierto. Justo antes de poder conciliar el sueño tocaron a la puerta de su habitación.
-¿Qué sucede?
-Te envié un mensaje ¿por qué no contestaste?
-Solo no quise hacerlo.
-¿Puedo pasar?
-Sí, entra Denise.
Aquella chica con un aspecto sumamente parecido a Collin no era ni más ni menos que su hermana mayor. Podría decirse que eran como dos gotas de agua. Los únicos aspectos diferentes en ellos, aparte de los pechos notables en Denise, eran los que no se veían a simple vista; sexo, edad y personalidad.
-Hermano ¿Qué sucede? Te ves decaído.
-No te puedo ocultar nada ¿verdad? –Sonrió débilmente –Creo que me gusta alguien, pero esa persona es el novio de Allen. –Después de pensarlo un poco había llegado a esa conclusión. Will, el novio de Allen, le había gustado. Reverenda tontería se le había ocurrido al castaño; enamorarse del novio de su mejor amigo, más aun un amor a primera vista.
-Hermano esas cosas no deberían preocuparte, el amor es algo que te debería tener sin cuidado, eres hermoso y con una bella personalidad. Las personas deben de sufrir por ti no tú por ellas. Así que no quiero ver esa cara decaída, además allá afuera hay alguien destinado para ti y si esa persona que ahora te gusta fuera la persona que está destinada para ti desde que te vio debió haberse enamorado. –Collin sonrió y abrazo a su hermana.
-Siempre sabes que decir, pero esta vez lo que necesito es algo más que simples palabras. –Dijo con voz triste.
-Lo sé, sé lo que significa estar enamorado por eso no quería que este día llegara. No me gusta ver a mi hermanito triste.
-Denise la persona que me gusta es un chico. –La chica abrazo a su hermano con un poco más de fuerza, pero no dijo nada a pesar de que sabía lo que sucedería después.
Denise sabía cosas que no debía, cosas que significaban tanto que decirlas alteraría el futuro de gran manera, por eso guardo silencio mientras abrazaba a su hermano con cierto recelo. Collin era lo más valioso para ella, por él daría hasta su vida y quizá eso no quedara en simples palabras.