Maldecía una y mil veces su suerte. No, maldecía una y mil veces su decisión. Si, eso era. Porque él había tomado esa decisión. Porque él, y solo él, había llamado a esa bola de locos para buscar su “ayuda”. Ayuda que, por supuesto, no había recibido así sin más; le había costado nada más y nada menos que la cena de esa noche y, no cualquier cena, o no, una cena “Digna de Akashi Seijuurou”. Mañana tendría que llamar a su padre y pedirle un poco más de dinero, pero todo, absolutamente todo, valía la pena si hacia feliz a su sombra.
Porque hoy, 31 de enero, era el cumpleaños de su mejor amigo, compañero y, ¿porque no decirlo?, la persona de la que se había enamorado: Kuroko Tetsuya. Y ese era el motivo por el que el gran Kagami Taiga estaba dando vueltas por el barrio comercial más grande de Tokio con, nada mas y nada menos que la Generación de los milagros.
Porque, Kagami ya tenía todo preparado para la fiesta “sorpresa”… la casa decorada (Todo gracias a sus Senpais), el pastel decorado y los invitados avisados. Todo, todo excepto… El regalo.
Y es que al gran Bakagami, no se le ocurrió pensar en ese pequeño e ínfimo detalle hasta que la entrenadora y todo el equipo habían llegado a su casa con sus regalos para depositarlos ahí mientras distraían a Kuroko. Así que no le quedo de otra que pedirle ayuda a los ex compañeros de su sombra para conseguir un regalo rápidamente y poder regresar antes de la hora acordada.
-No puedo creer tu torpeza Bakagami- le dijo Aomine mirándolo sobre la cabeza de kise.- Planeaste todo lo demás pero olvidaste el regalo-
-Dejame en paz Ahomine- Le respondió el tigre, intentando ocultar su leve sonrojo, sabia que se había equivocado, no necesitaba que ese tonto moreno se lo dijera. Pero antes de que Aomine pudiera seguir atacándolo, Akashi puso orden. Kagami le agradeció internamente, porque no tenia ganas de pelear. Tenían que darse prisa.
-bueno, Taiga- Hablo el “emperador”- ¿Tienes alguna idea de que vas a comprar? O estaremos dando vueltas sin sentido- Kagami se tensó, momentáneamente antes de contestar: .-No tengo idea, por eso los llame a ustedes, ustedes conocen a Kuroko mejor que yo… ¿sugerencias?-
Los Milagros se miraron unos a otros, como evaluando sus posibilidades… Kagami espero paciente hasta que llegaran las ideas.
-Una chaqueta con orejitas!!- Grito kise
-unos tenis para baloncesto- dijo Akashi
-Cómprale una revista para mayores…- No hace falta especificar quien lo dijo ¿o si?
-Dulces!!-
-El lucky Item de los acuario es….-
Ok, estaba claro. Nadie le ayudaría a resolver este problema… sus ideas eran peores que lo que a él se le ocurrió. Se sonrojo de solo recordarlo… Esperen, pensándolo mejor… la idea de Akashi no eran tan loca.
-Vamos a mirar en la tienda de deportes de ahí- Señalo el lugar- Kuroko siempre compra sus tenis ahí- por alguna razón todos lo miraron raro.
-Pues vamos-
Después de un rato, de observar tenis y demás ropa deportiva, que a todos los demás les parecía gustar, Kagami seguía sin estar muy convencido. Decidió, entonces, dar una última vuelta por la tienda. Rezando por encontrar el regalo que Kuroko mereciera. Y fue que lo vio, si Ese tenía que ser el regalo de Kuroko. Sonrió triunfante y regreso con los “Raros” con su compra.
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La fiesta en la casa fue un éxito rotundo, La cena fue exquisita y el ambiente nunca fue mejor. Sin embargo, ahora maldecía a los amigos de su sombra y su “manera de ambientar la fiesta”. Su departamento era un perfecto D-E-S-A-S-T-R-E… Tenía que dejar todo perfecto, antes de que su padre regresara, aunque ni siquiera sabía cuándo sucedería eso.
-Maldita sea, arman este desastre y no son capaces de recoger… No vuelvo a invitar a tus amigos Kuroko!!-
-También son tus amigos Kagami-kun- Le respondió Kuroko…
-Claro que…- espera ¿Kuroko?... - ¡¡¿Desde cuándo estas aquí?!!- Grito exasperado el tigre.
-desde que inicio la fiesta, Kagami-kun...-
-No me refería a eso… Se supone que te habías ido ya…-
-A si… pero recordé que olvide el regalo de Kagami-kun y regrese- así que de eso se trataba
-pudiste haberme mandado un mensaje y te lo habría llevado a la escuela-
-No, el regalo de Kagami-kun… lo quiero… lo quiero usar mañana-
-¿mañana?- Ah, claro. Habían quedado en realizar un torneo de Street el día siguiente, con todas las escuela- Debo suponer que te gusto tu regalo verdad?-
-Asi que…- Kuroko cambio de tema sin responderle- No te fue de mucha ayuda la presencia de los chicos en la búsqueda no?-
-eh?- Respondió Kagami- C-c-como lo sabes?-
-No se puede confiar en Kise-kun, Kagami-kun- Respondió simplemente.- Aunque cualquier regalo de Kagami-kun hubiera estado bien- apunto el chico sombra sentándose, cómodamente, en el sofá. – o hubiera sido más fácil si me hubieras preguntado que quería-
-¡¡¿Cómo planeabas que te preguntara eso?!!- ¿este chico no tenía ni una pizca de vergüenza?
-cierto, aunque en ese caso me hubiera gustado que me preguntaras otra cosa…-
-eh? No entiendo a qué te refieres…- Pero su pregunta, comentario o lo que fuera murió en sus labios al notar la cercanía del jugador fantasma ¿en qué momento se había parado del sillón?...Kagami Taiga ya no podía pensar en nada que no fueran esos ojos azules o esos pequeños y dulces labios sabor a vainilla. Porque Taiga, fiel a su nombre, no tardo ni un segundo en abalanzarse sobre su pequeña, indefensa y totalmente pervertida presa.
Kuroko, todo lo que deseaba era tener a Kagami. Kagami solo deseaba a Kuroko. En esa batalla estaban cuando, una cierta melodía comenzó a sonar en la radio; una canción que, por alguna razón le arranco una sonrisa divertida a Taiga. Kuroko no entendía nada. Kagami, aprovechando ese momento de distracción lo tomo de la cintura y comenzó un débil movimiento, como si estuvieran bailando. Kuroko no entendía la canción, ya que estaba en ingles así que Kagami, seductoramente y al oído fue traduciendo la letra para deleite del peliceleste.
¿Me ves? Porque estoy aquí
¿Me escuchas? Porque he intentado que me prestes atención.
Significaría mucho para mi
Sentir que soy alguien
Hemos ido hacia ningún lugar
Esforzándonos mucho por llegar
Y yo digo que: Vamos a Demostrarlo
Vamos a Dejar todo Atrás
Conservando nuestros sueños
Intentaremos hacerlos realidad
Vamos a brillar para que vean
Que estamos destinados a ser: Alguien
De algún modo, algún día, de alguna forma
Alguien.
Sal de esta oscuridad
Siente el foco brillar, como un sol amarillo
Y cuando caigamos, lo haremos juntos
Hasta que nos levantemos, subamos como uno solo
Vamos a Demostrarlo
Vamos a Dejar todo atrás
Conservando nuestros sueños
E intentemos hacerlos realidad (Hacerlos realidad)
Vamos a brillar para que vean
Que estamos destinados a ser: Alguien (Alguien)
Alguien, si (Alguien)
De algún modo, algún día, de alguna forma
Alguien…
-Feliz Cumpleaños Tetsuya-