El vísperas de la fiesta una serpiente miraba por la ventana que da al lago negro. Un lago negro congelado. Suspiró.
Tenía allí junto la túnica de gala que le envió su madre, la más decente que pudo encontrar,remendar y retocar. Para ella el último baile de las fiestas era un sueño que su hijo debía celebrar pero él le preocupaba otra cosa.
¿Sería egoísta?
¡Era su última oportunidad! ¡Debía hacerlo! No quería lastimar a Lucius pero pasaría año nuevo con Lupin, como todos los años. ¿No podía tenerlo aunque fuera solo una vez?
Lucius sí lo sacaba a bailar pero al final toda la velada estaba con Lupin, sin Lucius ni nadie que le hiciera la fiesta amena volvía patéticamente al dormitorio.
-Regulus - sabía que era imposible pero- ¿Puedes hacer que... que Lucius sea mi pareja en la fiesta de Slughorn? -
El menor lo miró con los ojos bien abiertos. ¿¡A Snape le gustaba Malfoy!?. Luego con un gesto pensativo, consideró seriamente la petición, viéndola de arriba a abajo, izquierda a derecha, pros y contras.
Es decir, lo importante era que Lucius no saliera con Lupin. Y que pareciera la pareja de Sirius ¿Pero realmente era necesario que bailara con él? Por otro lado necesitaba que Sirius se controlara, no podían darse el lujo de que dejara embarazada a alguna alumna ebria.
Sonrió.
-Sí puedo. ¿Pero yo qué ganó?-
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Y en vísperas de la fiesta de Navidad las cartas de padres preocupados sobre posible conducta inapropiada comenzaron a llegar a manos del profesor Slughorn el anfitrión. Y es que aparentemente se había corrido el rumor de que el celebre festejo sería inmortalizado por la venta de drogas ilícitas por parte del alumnado. Por supuesto el estaba sorprendido e inmediatamente lo negó. Quien fuera que pretendiera vender tales sustancias en su evento podía darse por suspendido. Así que inicio una investigación. Si el rumor llegó a los padres seguro era porque a un muchacho se le salió (y seguramente este muchacho sabía de que hablaba)
¡Pero no pondría un alto a su fiesta! ¡Ah no con lo que le gustaba! Por eso se aseguro de responder atentamente cada una de las cartas, en las cuales aseguro que sus fiestas poseían un ambiente saludable propicio para la socialización donde la conversación y el baile era las actividades mater. Nada de alcohol, filtros ni drogas ilícitas.
Aun así las cartas siguieron llegando, esta vez muchas más. En unas incluso se solicitaba la cancelación del evento.
¿Qué hacer?
¡Su baile de Navidad era una tradición! ¡No lo cancelaría solo porque unos muchachos irresponsables querían infiltrar sustancias al colegio!
Pero si era tan grave...
No ni hablar. Unos muchachos no podían más que el. Les dio por sentado que el se haría cargo y vigilaría, garantizaba diversión sana para sus muchachos.
Pero entonces unos cuantos padres lo cuestionaron ¿Exactamente como podía garantizar la seguridad de los alumnos? Eran tantos muchachos por vigilar.
(Bueno, por eso a sus fiestas solo acudía material selecto) Pero estos mismos padres insistían, insistían. Al final ya casi llegaba a un acuerdo con ellos.
Finalmente una solución a las inquietudes de todos.
Con permiso del director y las firmas correspondientes hizo llegar una circular a los padres solicitando voluntarios.
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Y finalmente el baile.
El salón estaba decorado, había música y bocadillos acorde. Severus fue de los primeros en llegar, sin señas de Lucius. Ahora mismo charlaba con Regulus que tenía un vaso servido con ponche.
Poco a poco las parejas iban llegando y uno que otro ¿Adulto?
-Lo cierto es que habría sido más fácil si tu solo se lo hubieras pedido.
-No puedo- por sus sentimientos- y habría dicho que no, no quiero ser rechazado por aspirar a un imposible ni que sientan lástima de mí. - suspiro. -¿Y bien? ¿Cómo hiciste para que sea mi pareja?, ni siquiera eh hablado con el en las vacaciones.
-No te preocupes, ya me encargue.
-¿A sí? ¿Y cómo?
-¿Ya notaste que hay chaperones?
-¿Fuiste tú? Pensé que era una tontería de algún padre. – Regulus sonrió. - Bueno, pero no entiendo, eso ¿cómo va a ayudarme?, tal vez mantengan al margen a tu hermano que se quiere comer a esas chicas, pero ni que trabajaran para ti.
-No necesito a todos, solo uno en particular, uno trabaja para mí solo que no lo sabe.
-¿El chaperón?
-Sí. -
-¿Chaperón?- Lucius llegaba con ellos, volvía de las vacaciones en casa y estaba ¡Tan guapo!, quería unirse al grupo, preguntó para ponerse al tanto. -¿De qué hablan, qué chaperón?- Pero no necesitaba escuchar más; se dio un zape en la cara. Y como invocado por las palabras, el presente se hizo notar con ese grito que le sonó desgarrador al rubio.
-¡¡¡¡QUERUBÍN!!!!
-¡Ah miren!, hablando del diablo- río Regulus.
Sí, era Abraxas Malfoy que agitaba su mano con una enorme e inocente sonrisa llamando la atención de Lucius, este siguió dándole la espalda, tomo una gran bocanada de aire, inspiró profundo y contuvo el aire mientras que subía y bajaba sus manos para tranquilizarse, exhaló, contó hasta diez mientras el hombre se acercaba creyendo que su hijo no lo había oído.
Lucius puso la sonrisa perfecta pero se le notaba el tic en el ojo.
-¡Papá!- hablo casi sin despegar los dientes para mantener la sonrisa.
-¡Bebé! ¡Te ves tan guapo!
-¿Qué haces aquí?- (En vez de un cómo estas o qué sorpresa XP) disimulando el enojo que le brotaba del estómago.
-¡Es que como miembro del consejo tenía que apoyar al profesor Slughorn en la fiesta!
-¿Eres chaperón?
-Sí- ***Dicha***.
El joven casi se desmaya ahí mismo por ira no por otra cosa.
Lucius tragó. Pero antes de poder hacer algo el hombre fue más rápido y tomó su mano y se lo llevó consigo.
-¡Lucius!-
Regulus se rió maquiavélicamente.
-Ahhhh será un placer tenerlo de consuegro.
-¡Regulus! ¡Se llevó a Lucius!
-Sí, pero mantendrá lejos a Lupin que ni pondrá pie en la fiesta apenas lo vea,en cuanto a Sirius, no andará coqueteando si su futuro suegro ronda cerca y lo vigila.
-¡¿Pero y cuándo voy a bailar con Lucius?!
-Espera Snape, si vas a reclamarme hazlo mañana luego de ver los resultados. ¡Me costó mucho trabajo hacerle creer a Slughorn que los padres no aprobaban la fiesta y el único modo de no cancelarla era si había chaperones presentes ¡Así que calla y observa! -
Pero es que todo estaba más que fríamente calculado.
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Música lenta.
-mmmm esto es magnífico.- ojos cerrados.
-¡PAPÁ VETE AL TRABAJO!
-Es de noche terroncito no hay trabajo a esta hora.
-¡Deberías estar vigilando no bailando conmigo anda mira esos de allí se están manoseando-
Pero el hombre siguió moviéndose de un lado al otro.
-¡Si quieres bailar mira baila con las mamás de allá!
-¿Con esas señoras?- lo pensó porque entendía que su trabajo como padre involucraba hacer lo mismo que los demás papás en la fiesta que era hablar entre ellos y estar de pie reprobando la conducta inapropiada. Y sí, algo le decía que por la edad era lo más adecuado. Pero no quería.
-¡Anda hazles un favor! ¿Cada cuándo crees que tienen la oportunidad de venir a una fiesta como esta!
-No creo, mejor bailo contigo.
-¡Mira ve a saludar al profesor!
-Ya lo hice.
-¡Padre es raro que bailes conmigo!
-Mnnnn- Abraxas quería tener bien fijos los blancos de esa noche- ¿Qué no era un tal Remus Lupin? Tu novio. - con desprecio.
-¿Qué ese mestizo? - T^T Amor mío - ¡Sólo lo utilice para llegar a Sirius que se cotiza demasiado! ¡Pero al fin me puso atención! ¡Y hemos salido el último año! ¡Ahora él y yo somos novios y nada de lo que hagan o digan me separara de el.!¡YO LO AMO Y NO PUEDO VIVIR SIN EL! - Porque si prefería que su padre fuera tras Sirius y dejara en paz a Remus.
Abraxas apretó los ojos cuando lo oyó decir eso. Trato de no enojarse pero odio al desgraciado. ¿Por qué su mujer lo tenía que aprobar? Inspiró profundo y se tranquilizo.
-¡¡¡¡PAPÁ!!!! Yo siempre bailo contigo en las fiestas, ¡Es mi último año! ¡dejame bailar con mis amigos! – el hombre sintió un cuchillo atravesando su corazón, si, podía sentir como la sangre se derramaba en su interior y empapaba los pulmones, intestinos…. ¡ah sí!, divagaba, es que siempre que tenía que hacer algo que no quería pero que era lo correcto para Lucius le dolía así. Amaba a su hijo pero el sufrimiento a veces lo hacía preguntarse ¿Por qué no era como los demás padres? Desinteresado, distante. No, esa no era su naturaleza.
-Esta bien.
-¡Papá tienes sangre en la boca estás bien!
-¡Sí terroncito!- dijo casi mecánicamente- papá tiene gastritis, irá a beber algo y quiere que te diviertas mucho.
-¡¡¡¡¿Seguro estas bien?!!!!-
-Sí, anda diviértete. - Se detuvo y moviéndose muy lento y forzosamente lo dejo en busca del baño para limpiarse, la túnica que seguramente se había machado.
............
Abraxas se tomó su pastilla y regreso al salón. Se topo con un muchachito que se le hizo familiar.
-¡Severus!, Hola hace tanto que no te veía-
Como si no lo hubiera visto hace unos instantes aunque de seguro no fue así porque su mirada estaba fija en Lucius y en nadie más.
-Señor Malfoy Buenas noches.
-¡AH! ¡Severus! ¿Cómo estás te diviertes?- Se quedo congelado, no esperaba ser aceptado nuevamente tan pronto Pero es que para Abraxas era un niño bueno y estudioso amigo de Lucius su amadísimo hijo, ¿Entonces porqué razón tendría que odiarlo?
-Sí sí señor. O.O, ¡Ah! ¡Le agradezco mucho todo lo que su familia ha hecho por mí, no me alcanzan las palabras!
-¡No te preocupes, eres un buen niño, te mereces lo mejor!-
-Gracias señor O///O -
-Con permiso- dijo aun afable- me parece que tengo que evitar que pase eso. – Severus miró sobre su hombro, un par de Ravenclaws se devoraban literalmente frente a una columna.
Sí, los mejor portaditos esperan a las fiestas para desatarse.
El hombre se despidió cordialmente y fue a detener al par de tórtolos. Una vez interrumpió el agasajo de los Ravenclaw iba a seguir su rondín cuando otro par de muchachos- dispuestos estratégicamente por Regulus comenzaron a conversar. Con enfásis para que el mago los escuchara.
-Black nada más le anda metiendo mano a Malfoy.
-¿Y qué esperabas? es su prometido-
-¿Crees que lo hagan? Es decir es Navidad. -
Abraxas no había visto a Sirius. Pero lo busco con el radar apenas lo escuchó nombrar. Y tampoco le constaba que le hubiera metido mano a su hijo aún así quiso exterminarlo.
-Mira, Mira a Snape luce patético y triste.
-Sí, que pena que no pudo invitar a bailar a Malfoy porque Black lo anda manoseando.
-Sí que lástima que NADIE invite a bailar a Snape.
-Sería buena idea, siempre han sido MEJORES AMIGOS.
-Sí, escuche que dijo que NO SE SENTÍA ATRAIDO ROMÁNTICAMENTE POR LUCIUS PERO QUE SIEMPRE PENSABA LO MEJOR PARA EL.
-Si, pobrecito de Snape es tan blanco e inocente, oí que ni siquiera sabe besar. Pobrecito NADIE bailará con él. En el ÚLTIMO BAILE.
-SI QUE PENA QUE ¡LUCIUS NO LO SACA A BAILAR! Sería MAGNIFICO que LUCIUS BAILE CON SNAPE.
-Sí, así Black no lo estaría manoseando toda la noche. No sé lleva con Severus.
-SI, SERIA GENIAL, LUCIUS BAILA CON SNAPE Y BLACK NO LO MANOSEA.-
El solo quería encontrar el modo de mantener alejado a ese pervertido de su hijo.
Abraxas lo pensó. Sí. Era lo apropiado. Que Lucius bailara con su amiguito y no con ese degenerado de Black.
Ni lo buscó, se dejo guiar por su instinto paterno (que era mejor que cualquier localizador) y sí allí estaba su hijito precioso asomando por la puerta principal al corredor buscando con la mirada (a Remus. No lo había visto en toda la noche. Suspiró. Y con su padre rondado seguramente no tendría oportunidad de bailar con él.)
-Terrón con miel. - Sintió el escalofrío por la voz. Giró para encararse con su padre.
-¡Papá no en la escuela!- ¡“No me digas así”!
-¡Lucius baila con Severus!- dijo el hombre obedeciendo la petición mental del chico y dando su propia orden.
-Ahmmm sí- Convencido de que podía bailar una pieza para entretenerse en lo que llegaba Rems.
Lucius volvió al salón y busco con la mirada a Sev, fue fácil hallarlo, era el único sentado y hecho bolita con deseos de desaparecer.
-Sev vamos a bailar. -El moreno lo miró con ojos grandes de ilusión como de cachorro emocionado. ¡Estaba pasando! ¡Y fue el quien se lo pidió! ¡Creyó que Regulus lo había estafado! ¡Pero ahora todo era Tan natural! ¡No hubo necesidad de imperius ni de filtros de amor ni de hipnotismo! ¡¡Lucius lo invitaba a bailar a bailar sin haber bailado antes con Lupin!! Quería besarle los pies y también a Regulus bendito sea dios lo tenga en su gracia. Se quedo absortó y para cuando se dio cuenta estaban en la pista, ya tenía los brazos de Lucius en los hombros y comenzaron a moverse de un lado a otro.
Lucius miraba su alrededor sumamente preocupado por Remus, pero luego se fijo en la expresión tímida y triste de Severus y decidió que no dejaría que su padre le arruinara la velada, le sonrió, lo estrecho fuerte y siguieron bailando. Sev casi se desmaya ahí mismo.
Por su parte....
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Por lo regular Remus siempre pasaba por Lucius a su sala común, se besaban en el pasillo antes de llegar a la fiesta pero esta vez acordaron quedarse de ver en el salón (por cuestiones lunares de Remus y familiares de Lucius) así que sí, llegó esperando ser asaltado por Lucius pero no dio ni dos pasos dentro del salón cuando sintió que lo acuchillaban a distancia. Alzó la vista y sí, Abraxas Malfoy lo observaba con unos ojos grises tan penetrantes que los sintió como de hielo. A tantos metros de distancia igual notó como lobo y como hombre el impulso territorial del mago diciendo “Aléjate o morirás” ¡¿Por qué?! ¿Por qué era odiado por los padres de Lucius? ni siquiera lo conocían y ya era apuñalado a distancia. Que pesadilla. Alguien lo tiró de la manga del traje hasta un rincón lejos del ojo avisor de Malfoy padre.
-Lunático-
-¡Sirius ya viste!
-¡Sí no se que hace aquí! ¡No puedo moverme sin que vaya tras de mí es horrible!
-Que horror quien fue el imbécil que pidió chaperones ¡Nunca había habido! ¡Nunca!
-No sé, no sé.
-¡No podre bailar con Lucius!, apenas entre me fulminó con la mirada. ¡Es el último baile hasta la graduación! ¡Él último!
-Calma, calma ya encontraremos una solución. Aun queda San Valentín.
-Sí pero... pero es Navidad T______T ¡El padre de Lucius no me dejará bailar con el! ¡Tiene la mira fija en nosotros!
-Desgraciado. - Sirius pensaba, pensaba calculaba ¡Él era el merodeador por excelencia! ¡Él encontraría una solución! ¡Se desharía de ese hombre, solo debía pensar, ¡Pensar! Apenas eran las ocho, tendría toda la noche para divertirse pero antes debía deshacerse de él- tengo que matarlo.
-¡Sirius!
-Está es una afrenta, si voy a aguantarlo tanto tiempo mejor le dejo claro de una vez Que YO soy el que manda aquí. Yo y no él, no puedo perder esta pelea.
-No es una pelea solo vino porqué no se, vino hay un montón de padres por aquí. Mira la tía de Xenophilus está aquí.
-¿Eso es mujer?
-¡Sirius!
-¿Qué?
-Hay que tirarle el ponche o el pastel encima.
-¡Sirius!
-Es lo primero que me vino a la mente pero será el plan B en caso de que el A no resulte.
-¿Y cuál es el A?
-Estoy en eso. Necesito a mi hermano.
-Esta allá – señaló el lobito- la mesa de los aperitivos ¿Se está llenando la boca con tapioca?
-Ah sí dijo que iba intentarlo parece que a las chicas les atrae- le guiño un ojo convencido de lo que decía yendo hacia James. Mientras que Remus por la postura de Lili (brazos cruzados) y desviando la vista con los ojos en blanco le decían todo lo contrario.
Negó para aclarar sus pensamientos.
Regulus pasó cerca seguido de un séquito de chicas.
-¡Regulus!- lo alcanzó.
-Lupin- dijo este con un gesto de asco que el lobito ignoró.
-¡Tu tienes que saber algo! ¿Qué hace el padre de Lucius aquí?
-Es chaperon obvio.
-¡No puede ser! ¡Tienes que ayudarme!
-¿No ves que estoy ocupado?
-¡Seré tu esclavo otro fin de semana pero deshazte de él! ¡Yo sé que tu puedes! ¡Creo en ti!
-Me halagas Lupin, pero tampoco soy dios, ¿En serio crees que puedo manipular a los adultos como yo quiera? - Remus bajo la vista entristecido. Regulus fingió lastima.
-Sabes, veré que puedo hacer pero no te aseguro nada, todavía tengo muchas cosas pendientes y ni siquiera eh podido bailar.
-Lo siento Regulus, pero que egoísta, olvídalo, diviértete es solo que me desespere, debo aprender a sobrellevarlo- “Al fin” pensó la serpiente.
-¡Veré que puedo hacer! nada es imposible para mí.-sonrisa preciosa.
-¡Gracias!- se despidieron y Regulus rodó los ojos, como si fuera a perder su tiempo en el tonto de Lupin y con lo que le iban a pagar de tonto corre a Abraxas.
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Remus buscó a sus compañeros, o a Lucius, no lo veía por ningún lado y para colmo había un montón de padres rondando y vigilando.
¿¿Pero que clase de monstruo se ofrece como chaperon en el último baile de Navidad!!
-¡NUNCA HABÍA CONOCIDO UNA ESCUELA MÁGICA! ¡ES FABULOSA! ¡EL CASTILLO ES ENORME! ¡REMUS AMOR MÍO!- Se le rompieron los tímpanos.
-¡¡¡¡¡¿Mamá?!!!!!- ¡¡Su madre!! ¡Su madre en Hogwarts! Ella lo atrapo entre sus brazos y le dio una rebolución de besos en la mejilla ponidéndolo rojo de vergüenza frente a los demás - ¿Y esa ropa?
-¡La señora Prewett me invito a su casa tomar el té♥! ¡Es tan amable! ¿Conoces a su hija Molly?
-Si mamá está en mi grupo.
-¡¡Es encantadora!! ¡Me prestó está túnica dijo que algunos padres son muy tradicionalistas y que sería mejor que usara algo acorde a la ocasión!- sonrió-si, su madre se veía preciosa con ropa de bruja.
-¡¿Momento, pero qué haces aquí?!
-Ah bueno, es que a los padres nos llegó la circular para pedir voluntarios para chaperones. ¿Remus por que no me dijiste?
-No sabía no.
-¡Y dije Lyall por favor! ¡Por favor! ¡Por favor esposo! ¡Pero tu padre decía que no era buena idea venir!
-¡Por supuesto que no!
-¡Pero al final lo convencí! ¡Y estabamos en Diagon cuando charlando sobre la fiesta nos encontramos con la señora Prewett y tomamos el té y me ayudo a escoger un conjunto y...
-Shhh mamá no grites- le preocupo por un momento que los “puritanos” notaran que su madre era muggle, no quería que le hicieran alguna grosería.
Pero todos estaban más entretenidos tratando de librar al padre que custodiaba el ponche para adulterarlo.
Inspiró profundo.
Ofuscado ¡¿Que hacía su madre aquí?! ¿Qué hacer cómo mantenerla vigilada y a salvo para que pasara una buena noche? ¡¿Por qué papá la dejo salir?! Pero ella ya se le había escurrido.
-¿Remus que es esto?
-¡No mamá no lo toques!- un globo explosivo.
-¿Y esto?- Serpentina cosquilluda.
-¡No mamá tampoco eso!
-¿Y esto?
-¡No mamá eso es un duende no lo toques!
-¿Y esto?
-¡No mamá no!-
Y Remus persiguió a su madre por todo el salón y pasillo. No dejaba de señalar cosas.
En un momento. Casi se acercan a la esquina de Malfoy padre.
-¡AY no! ¡Es el papá de Lucius!
-¡¿El papá de Lucius *O* ¿DÓNDE? - dijo al borde del éxtasis, era la ocasión perfecta para sacar a colación el matrimonio de sus pequeños. Por qué ya había decidido que la boda la organizarían las madres, vivirían con Lyall y ella y los padres de Lucius podían obsequiarles su primer auto ¿? ó lo que fuera que los magos regalaran en las bodas.
-¡No mamá no! - Ella lo buscaba intentando adivinar quien era pero Remus se interpuso. Si el hombre no lo apuñalo con la mirada era porque tenía en la mira a Sirius que se escabullía allá atrás por las columnas. Y tampoco era búho para dar el giró de 360° - ¡Por favor el me odia! ¡No quiere saber nada de mí no hables con el!- Ella se súper indigno
-¿¡QUÉ!?
-¡No mamá, no grites! - La tomó del brazo y se la llevó al fondo del recinto cerca de las sillas para hablar con ella. La sentó, inspiró profundo y habló- Mira mamá, el padre de Lucius es muy especial, no quiere saber nada de mí.
-¿Qué pero por qué? ¡Tu eres un niño hermoso, precioso...
-Mira mamá- en tono serio y cortante. Haciendo un ademán para que se callara- No siempre le voy a caer bien a la gente y no es porque sea – lo dijo más bajo- licántropo. Sencillamente no le caigo bien y ya. No quiere saber nada de mí. Y está bien así que no hagas un escándalo-
Ella habría insistido pero le dolió que Remus le hablara así.
Ella solo quería.... Asintió y se puso de pie.
-Entiendo. Me emocione, iré... ejem iré a saludar al profesor- se retiró.
-¡MaA!- ¿Pero por qué debía sentirse mal? Su madre estaba sobreactuando. Pero se sintió tan mal tal vez fue muy brusco. Bajo la vista avergonzado.
........................................
Al otro lado del salón. Lucius sentó a Severus quien nunca había bailado tanto y sin parar. Se había agotado. Normalmente enviaría a Remus por una bebida, pero como Sev boqueaba prefirió ir por la de ambos.
-Vuelvo en un segundo-
Ya estaba cerca de las mesa con bebidas cuando accidentalmente alguien lo empujo.
-¡Hey! ¿¡Señora Lupin!? - ¿Era ella? Pero esa ropa era tan bonita como para que la usara una...
-¡¡¡LUCIUS!!! ♥-
¿Pero que diablos hacía aquí? ¡Ella es muggle! ¡No debería estar aquí y se lo dijo!
-¡Señora Lupin no debería estar aquí!
-Ya sé, ya sé ,los chicos no quieren chaperones, pero son las reglas de este año.
-¡No señora Lupin no es eso!- Miró a sus lados, buscando por dónde escabullirse, no quería que lo vieran hablando con ella. Pero luego pensó en Remus.
-Señora ¿Ha visto a Remus?
-Si, está, momento ¿No vinieron juntos?
-Es que acordamos que nos veríamos en la fiesta pero no lo he visto.
-¡Ah pero si hace un segundo! - e iba a decir donde encontrarlo cuando - Oye Lucius – se sentía tan mal, que su hijito hermoso lo dijera “no le caigo bien a las personas”- ¿Tu quieres a mi hijo verdad?
-Sí- respondió preguntándose si sabía algo sobre el compromiso con los Black.
Ella iba a insistir ¡¿¿¿Por qué tu padre no ama a mi bebé???! Pero sonrió. - eso me tranquiliza, gracias- le dio una palmadita en el hombro y se marchó dando brinquitos.
-Ahmm ¿Y Remus?-
................
Aunque casi se desmaya por la falta de aire Severus hizo el esfuerzo de incorporarse y buscar a Lucius ¿Y si Lupin se lo robaba? Lo encontró en la mesa de las bebidas. Mientras hablaban le obstruyó la vista en un montón de oportunidades para evitar que se topara con los Griffindors bocazas que seguro revelarían la ubicación de Lupin. Afortunadamente no lo habían visto en la fiesta, Abraxas era un repelente de tontos excelente.
El festejo transcurrió como normalmente, algunos chicos estaban enfadados por la presencia ¡De los padres! Pero aun así había baile, música, charlas y aperitivos deliciosos.
Tras saludar al profesor Hope estaba de mejor humor, más porque Slughorn se explayó contándole lo talentoso, inteligente y estudioso que era Remus. Su enorme sonrisa era equiparable al orgullo que traía dentro. Se sentó en una silla, pasaron unos minutos cuando notó que el hombre junto a él parecía cansado.
-¿Se encuentra bien?- El la miró. Se sentó, estaba abrumado por la cantidad de pervertidos contra los que tenía que combatir.
-Sí- el hombre desvió apenado la mirada. Odiaba hablar con gente “X” sobre sus problemas. De hecho la única con la que hablaba era su mujer... al menos se podía desahogar libremente con ella solo que... no siempre se entendían. Iba a decir otra cosa ¿Pero qué?
Ella sonrió y siguió.
-Es maravilloso mi hijo ahora mismo se está divirtiéndose con sus amigos ¡Ah está época es mágica! Me da tanto gusto que pueda vivirlo. A veces no es posible para algunos. - entristecida.
-Si verdad- pensó en su bebé divirtiéndose con Severus. Sonrió. - ¿Cuál es el suyo?
-Ahhh no lo veo- buscándolo con la mirada- creo que me esta evadiendo- de hecho a quien evadía era al hombre ¡Junto a ella! ¡¿Qué no entendió que no debía hablarle a Abraxas?!
-Creo que el mío también- dijo decepcionado. Esperaba pasar más tiempo con Lucius. ¡¿Qué no entendía que era un evento escolar?! ¡Venía en calidad de chaperon no invitado!
-Supongo que ya no nos necesitan tanto.
-mmnnnn
-Que pena porque ¿Ahora que haré? - Dijo llevándose la mano a la nuca apenada y sonriendo- siempre fue mi prioridad.
-La mía también – miró al suelo entristecido. Ella suspiro.
-¡No puedo esperar a tener nietos!- el sonrió, le gustaba la idea.
...............
-No se que hablan- Remus se daba de topes contra una pared. - pero será terrible para mi familia. ¡Tendremos que mudarnos! ¡Nos asediara el fisco! - los merodeadores los vigilaban desde lejos mientras Sirius mezclaba una sustancia pegajosa en un caldero pequeño.
-Ya llevan buen rato hablando ¿No?- preguntó Peter.
-Que horror ¡Dios por qué eh sido bueno! - El lobito no dejaba de sufrir. - ¡Mamá!-
No había visto a Lucius en toda la noche. Varios le dijeron que estaba con Snape pero no lo veía y todo porque apenas salía de detrás de las columnas Abraxas le lanzaba la fulminante. Pero ahora estaba distraído.
Al menos sus padres parecían llevarse bien... hablaban muy animadamente. ¡Mientras mamá no dijera que era muggle! Seguro podría sobrevivir.
-¿De que estarán hablando? - porque se reían como si fueran viejos amigos.
.....
-Y me dijo que no, que nuestro hijo no podía ir ¡Y que Yo tenía que disculparme! - el hombre la entendía a la perfección, el marido de ella era un exagerado.
-Era tan sencillo, es decir aunque parezca mal, uno solo quiere lo mejor. ¿No?
-¡Sí así es! ¿Por qué no lo entiende?
-Exacto es lo mismo con mi mujer ella cree que siempre exagero.
-Ahhhh mi esposo siempre está tras de mí sermoneándome.
-Pero seguro no es como mi esposa que siempre me está vigilando.
-Pues mi esposo hizo un reglamento de las cosas que puedo y no hacer en casa y me hizo firmarlo. - Los dos negaron indignados, sus parejas no entendían que la mejor forma de criar a sus hijos era como ellos decían. Ambos estaban tan en sintonía su situación era similar...- Si tan solo me escuchara.
-Exacto.- los dos sonreían.
-¿Que tiene de malo?
-¡Sí!
-¡Que corra libre por el bosque!
-¡Enclaustrarlo por siempre! -
Ambos se miraron entre sí como si contemplaran una abominación. Abraxas no podía dar crédito a lo que la mujer decía y del mismo modo Hope lo contemplaba atónita.
-¡Pero que clase de monstruo es usted!
-¿Yo? ¡Usted está loca como le permitieron ser madre!
-¡Pero que hombre tan cruel! ¡Llamaré a servicios infantiles para que lo investiguen! - Y Abraxas iba a contestar, pero antes de enloquecer trató de explicarse, normalmente la gente -todos- lo tachaban de loco y estaba hartó de justificarse y tampoco quería revelarlo, que se supiera que era un mal padre...
pero es que...
-A mi hijo lo secuestro un vándalo- casi se suelta a llorar allí mismo. - ¿Cómo pude descuidarme así? Estuvo perdido por diez horas, Merlín sabrá si más y todo por confiarme. Mi hijo, mi esposa me perdonan pero yo no. -
Ella sintió tanta pena y vergüenza por comportarse como se portó, comprendía perfectamente el dolor del hombre. Ahora podía entenderlo un poco.
Iba a posar su mano sobre su hombro pero se abstuvo, no había tanta confianza.
Casi se suelta a llorar con él pero se contuvo.
-Le traeré un poco de ponche- Se puso de pie y fue por la bebida. Pero el corrió para alcanzarla.
-No, ¡Permítame debí ofrecérselo yo!- Porque no podía dejar que una mujer se tomara la molestia.
Remus los siguió desde las sombras, no podía adivinar que hablaban pero por como charlaban, tan seriamente por un momento creyó que su madre estaba a salvo. Igual debía protegerla. Estaba a unos pasos de ellos, tuvo que ponerse pecho tierra para librarse del radar, pasar por debajo del vestido ampon de una chica pero ya casi llegaba.
Abraxas le pidió que no lo contara y ella se lo prometió. Se saludaron con el meñique, el hombre alzó una ceja sin entender el gesto. Entonces él se disculpó, le había llegado un vociferador urgente. Remus suspiró aliviado. Pero...
-Mis disculpas, debo retirarme, ¡Oh!, que descortés, no me presente mi nombre es Abraxas Mal...- Remus no podía permitirlo miró el globo explosivo y con el dolor de su corazón lo reventó causando una gran explosión de confeti y mucho RUIDO.
Ella no alcanzó a escuchar el apellido pero se adelantó a presentarse. Remus casi brinca para empujarla e interponerse y protegerla del aveda de Abraxas de no ser porque Hope como la mujer independiente y asertiva que es siempre se presentaba con su apellido de soltera.
-Hope Howell.
-Un gran gusto Hope ¿Puedo llamarla Hope?- Y le dio un apretón de mano.
-Por supuesto- Ella sonrió y Abraxas se excusó una vez más y salió al pasillo para escuchar el vociferador que estalló con la voz de su mujer. ¿Cómo que hablaba con otras mujeres? ¡Sólo estaba allí porque el quisó perder el tiempo vigilando muchachos calenturientos no para socializar! Por su puesto él le resto importancia mientras el papelito doblado lo seguía.
Remus se dejo caer aliviado y fue atrapado por Petter a quien el peso lo venció y fue aplastado.
Sus manos le dolían maldito, globo y confeti mágico.
Continuará...