Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Profesor al descubierto. por SigmaIII

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, por fin actualizando, en este cap Lucius y Sirius van a casa del segundo para un almuerzo en familia. Para Lucius, pisar la horrible casa lo hizo considerar seriamente abandonar esto del compromiso, pero un Black no lo permitirá. 

 

No digas no a un Black, pero primero, almuerzo con los Black:


 


 


-¡¡QUÉ MARAVILLA!!- La vieja Walburga Black se deshacía de emoción- Por fin te conocemos- Lucius mostraba su mejor sonrisa falsa queriéndose morir de una buena vez- ¡Tú y nuestro querido Sirius comprometidos!


-Sí- dijo bajo para no fallar con la sonrisa- increíble- en tono irónico.


-¿Quién lo habría dicho?- Seguía ella extasiada como nunca en su vida. - Lucius con nuestro Sirius- A su esposo. El primogénito de los Black rodó los ojos, a quien ahora trataban como si fuera su niño querido y nunca hubieran intentado echarlo, también trató de sonreír sin lograrlo.


Querían ir al comedor y tragar sin masticar para poder marcharse pronto pero antes que nada la bruja le mostró a Lucius la casa de cabo a rabo, lo estrechó como al hijo más querido que nunca tuvo, encantada, Lucius era un nuevo hijo. Mientras tanto el rubio trataba de controlarse.


-Todo esto será tuyo algún día – insistía la mujer. ¡Como si le importara la asquerosa casa de los Black! Con todo ese pésimo gusto a donde mirara. Suspiro, era tan incómodo, y eso que acostumbraba asistir a todo tipo de eventos que no eran de su agrado. Casi vomita cuando vio las cabezas de los elfos adornando la pared. “Qué asco” y luego pensó “Al menos ya no joden como Dobby”, que sí se merecía su lugar en la pared.


Al finalizar ya queriendo correr del maldito lugar. Hasta Sirius insistía.


-¡¡Nos vamos al colegio!!


-¡Pueden quedarse y regresar el Domingo por la tarde!- decía la bruja completamente dispuesta a que ambos compartieran habitación con la esperanza de que su nuevo nuero concibiera hoy mismo.


Lucius le lanzó una mirada homicida a Sirius de “Solo iba a ser un rato maldito hijo de perra”


El mago finalmente formuló una excusa aceptable.


-Lo siento madre pero Lucius tiene actividades en el club de ajedrez y como el presidente no puede darse el lujo de faltar.


-¡¡OH!! ¡Sí, sí!, tienes razón pero que inconscientes, ¿Escuchaste esposo? ¡Lucius presidente de su propio club! ¡Que gusto!- Finalmente pudieron largarse con red flu. Y ni se despidieron al llegar a la escuela, Sirius corrió hacia las afueras del castillo para correr como perro (literalmente) y sacarse toda la frustración y Lucius a los baños del dormitorio muriéndose por un baño asqueado de ese lugar, se sentía sucio.


Por la mañana ya todos volvían a sus actividades.


-¡Mamá esta feliz!- exclamó un tierno Regulus a su hermano reconociéndole que había hecho algo útil y como si a este le importara.


-No me importa- dijo Sirius quien tomaba su desayuno a la mesa del gran comedor todavía asqueado de ayer. Regulus se movió en su lugar como el niño adorable que sabemos no es.


-Está re-decorando la casa, dijo estar encantada. - Por supuesto Regulus Sí, se escribía con su madre. Sirius tembló de ira, odiaba la idea de la arpía siendo feliz. -Tú y Lucius lo hicieron bien. ¿Por cierto dónde está Lupin?


-¿Rems? No lo sé, ¿No está con Lucius?


-Precisamente por eso pregunto- dijo con un terrorífico y súbito cambio de voz- Lucius no está, ¡Debe estar con Lupin! ¡Iba a felicitarlo por quedar tan bien con mamá pero no lo veo!, ¡No está en el dormitorio, ni en el comedor!


-¿Yo que sé? ¡Déjalos en paz!


-¡Ya saben que no pueden verse! -


.................................................................................


En realidad, la pareja estaba besándose en un ala abandonada del castillo, en el descanso de una escalera, llevaban sin separarse ya treinta minutos. ¿Y por qué allí? Pues por lo que ya sabían, no podían dejar que los vieran juntos.


Se sentía tan bien, estar en brazos de su osito. Se dieron otro beso. Remus se notaba triste aunque intentaba disimularlo. El también, sentía, era culpable, sentía mucha culpa y tristeza.


“Malfoy de Black, Malfoy de Lupin” -no era una decisión difícil, ¿Entonces por qué? ¿Por qué debía ser así?


Fueron interrumpidos de súbito.


-¡Lupin! ¡Aléjate de Lucius!- ¡¡Era el maldito hermano de Sirius!! La pareja lo miró con desprecio, odiaba que los interrumpieran, lo detestaban a él.


-¡Muy bien Lucius!- Si, ya no era Malfoy, ahora eran cuñados, a un lado la formalidad- ¡Mi madre te ama! ¡No pueden esperar!¡Mis padres quieren hacer el ensayo de la boda ya!- Lucius no dijo nada, miró a otro lado, avergonzado de que Remus oyera eso, molesto consigo mismo. Petit continuó- ¡Tus padres adoraran a Sirius! - el mago ya no le hacía caso, tiró la mano de Remus para que lo dejaran atrás, Regulus en un intento por evitar que se fuera dijo algo precipitadamente- Además si al final no lo aguantas siempre puedo ir yo, lo que importa es el maldito acuerdo.


-¡¿No qué no te gustaba Lucius?!- interrogó Remus comprendiendo a qué se refería. Lucius estaba confundido.


-¿Eso importa?- Y es que ciertamente Regulus tenía está aspiración, complicada, pero si podía hacer aunque fuera poquito para permitir que se le diera, lo haría, por eso se estaba esforzando.


Ni pensarlo, ninguno de los Black era tolerable, tal vez el menor por poco, pero no. Lucius había pensado seriamente en cancelar, es decir si fue su idea y todo pero odio pisar la casa Black, sentía haber lastimado a su novio; seguía pensando en Remus, en una vida a su lado, una vida pública con él.


-Yo- lo jóvenes a punto de pelear lo miraron- Yo no me casaré con Sirius, ni contigo. ¡Voy a romper el compromiso!


-¡No puedes negarte Malfoy! ¡Hemos llegado muy lejos!


-¡Ya no quiero participar de esto!


-¡No te atrevas a abandonar!- amenazó Regulus.


-¡Déjame en paz! ¡Haré lo que me dé la gana hacer! ¡Voy a abandonar!


-¡Si te atreves a romper el compromiso te arrepentirás!- Remus se angustió, no comprendía porque el tonó tan peligroso de Regulus, como prefecto debería detenerlo por dirigirse así a alguien.


-No seas imbécil, ¿En serio crees que puedes joderme Regulus?- Exclamó el rubio ya molesto.


-¡Puedo y lo haré, ya verás!-


Se miraron funestamente. Como solo dos serpientes pueden. El mago se marchó y los novios, convencidos de que no haría nada se retiraron del lugar.


 


 


Luego ocurrió este incidente súper vergonzoso y del que nadie jamás sabrá. Petit Black si le dejo claro el mensaje, Lucius ya no sabía a qué tenerle más miedo, si al coco, a los muggles o a Regulus. Todo por esa estúpida poción que el muy maldito le arrojó adrede.


Estaban en la enfermería.


Lucius posó su mano coquetamente sobre la de Remus pero este la retiro.


-Lo siento Lucius pero no me siento cómodo. - el lobito estaba sentado a su lado.


-Pero...


-Eres adorable pero no creo que sea buena idea besarnos, por respeto a tu persona.


-¡Sigo siendo el mismo!- ¡Regulus tonto! ¡Se atrevió a meterse con su persona! Y no habría importado de no ser porque....


Severus entró abruptamente.


-¡Lucius tu padre…- pero antes de que el peliplateado se escondiera, Abraxas Malfoy entro al recinto. Buscado con la mirada a su hijo que recién se accidento, por culpa de un estúpido niño que corría por los pasillos mientras un profesor no supervisaba, lo encontró y no contuvo su enojo.


-¡Oh por dios es el día más feliz de mi vida!


-¡¡PAPÁ!!- Le recriminó Lucius.


Abraxas no podía disimular su gozo, se acercó con una sonrisa marca Grinch a su hijo que reposaba metido en la cama al fondo de la sala.


-¡Lucius eres un niño otra vez!


-¡No lo digas! - La estúpida poción, una poción Rejuvenecedora sin diluir, ahora tenía el aspecto de un niño de seis años, Y No habría importado, ¡De no ser porque tenía a su tétrico padre a unos pasos! - ¡Y ya sé que está pensando! ¡Ni se te ocurra! ¡Basta! ¡Deja de pensar! ¡No! ¡No padre!, ¡No vas a secuestrarme!


-Hijo mío yo soy tu tutor legal y yo decidiré que es lo que vamos a hacer- Embelesado.


Los presentes se miraron entre sí intentando entender porque razón alguien haría algo así.


-¡Te acusare con madre! – El hombre no hizo caso, se acercó más y tomándolo por debajo de las axilas lo cargo, se le salieron las lágrimas de felicidad en cuanto lo levantó, ¡Era tan liviano!, ¡Ya había olvidado cuando fue la última vez que lo cargo! Le dio un beso en la mejilla.


-¡Padreeeeeeeeeeeeeé!- aterrado de que lo cargara con tanta facilidad- ¡No te atrevas! ¡Bájame, te acusare por secuestro!


-Lucius eres tan tierno, siempre has sido tierno, pero hoy en particular eres adorable.


-¡No padre!


-¡No se preocupe señor Malfoy!- se apresuró madam Pomfrey para hablar con él- ¡No es grave!, solo que hay que esperar a que pasé el efecto, pero ya mismo mandé encargar el remedio, ¡Llegará muy pronto!


-Sera un placer, envíeme una lechuza cuando lo tenga.


-¿Qqu Cómo?


-Lucius y yo nos iremos a casa, hasta entonces.- Hizo una reverencia muy elegante para despedirse de la mujer que se quedó en el medio de la sala sin comprender bien la petición.


-¡NO! ¡Pero las clases!- El pobre mago se retorcía y pataleaba intentando soltarse pero el mago ya tenía experiencia de sobra cuando de rabietas se trataba.


-No seas absurdo mi amor un pequeñín como tú no puede deambular por el castillo, podrías perderte, aquí solo se aceptan niños de diez años para arriba.


-¡Tengo desdieseis, ya casi diecisiete! ¡No padre! ¡Quiero quedarme! ¡Padre! ¡Me estas avergonzando! -Y si Lucius estaba todo rojo de vergüenza, su cara era adorable. Se le salieron unas lágrimas de impotencia porque era lo mismo de siempre solo que potenciado.


-Ya no mi querubín, te quedarás con papi ¿No quieres visitar a Linda a la oficina?


-¡No quiero ir a ningún lado contigo!


-Soy tu tutor legal ahora corazón, tienes que estar conmigo. - Ciertamente madam Pomfrey no podía hacer nada, si un padre quería llevarse a su hijo, tenía todo el derecho a hacerlo.


-¡No papá! ¡Te lo ruego!- Lucius comenzó a llorar- ¡Quiero quedarme en la escuela!- Abraxas se detuvo en seco aun con el joven pataleando furiosamente y golpeándolo en la espalda con los puños, al hombre le dolía el corazón ¿Cómo negarle algo a la luz de sus ojos? ¡¡De nuevo el maldito conflicto!! ¡Su corazón de padre le ordenaba llevárselo, pero también lo obligaba a consentirlo!


En estas contemplaciones estaba, decidiendo que hacer, y a punto de ser convencido por Severus para que dejara a Lucius en manos de la señora Pomfrey cuando Regulus entro tímidamente haciendo un esfuerzo sobrehumano por no sonreír de lo divertido y llevando un osito de felpa en brazos.


-Lucius, se te cayó cuando te accidentaste, lo traje pero se ensucio un poco- dijo tímidamente y fingiendo ser tierno.


-¡AH!- Abraxas exclamó lleno de dicha y tomo el osito- ¡gracias muchachito eres muy amable! Toma un dulce. – se cargó a Lucius sobre el hombro que permaneció suspendido por el abdomen con el trasero en lo alto y con la mano libre de su túnica el señor Malfoy saco un paquete de cinco ranas de chocolate y se lo regalo para luego frotarle la cabeza con cariño. Lucius brincó de la impresión ¡Ese maldito le estaba dando ideas extrañas!


-Gracias señor, todos queremos a Lucius- recibió los dulces- siempre habla muy bien de usted.- Abraxas sonrió.


-¿Qué pretendes?- le espetó Sev medio-leyendo el pensamiento de Regulus, no quería que manipulara a Lucius para su beneficio.


-Solo quería ser amable – contestó haciéndose el desentendido.


-¡Severus!- dijo el mago que ni lo había visto por tener toda su atención concentrada en su hijito hermoso.


-¡Señor Malfoy! - ¡Era tan difícil oponersele! Con lo que lo había ayudado, pero luego miró a Lucius tapándose la cara muerto de vergüenza. -¡¡Usted no se puede llevar a Lucius!!- gritó. Quiso enfrentarlo pero apenas frunció el ceño y desapareció su rostro afable tuvo mucho miedo.


-¿Y por qué no Severus?- dijo con ese rictus de desprecio tan típico de los Malfoy. Sev se odio por llevarle la contraria, sentía que debía de obedecerlo pero Lucius... Luego miró a Lupin, Remus también se moría de nervios, estaba paralizado, era tan tímido, también quería detener a Abraxas pero las palabras no salían de su boca. “¡¡Por favor!!” ¡¡¡Rogar era la única manera no violenta de evitar que Abraxas lo secuestrara!!


-¡¡LUPIN DEGENERADO!! ¿Qué haces aquí? ¡TÚ NO PUEDES VER A LUCIUS! ¡ESTÁ POR COMPROMETERSE! ¿NO TE QUEDÓ CLARO?- Remus miró a Sev que le gritaba, lo señaló con el índice y con el brazo extendido, respiraba rápido y temblaba, estaba todo rojo y esperando que funcionará, fue lo único que se le ocurrió. Entonces los furibundos ojos de Abraxas Malfoy se fijaron en él, lo reconoció, quiso romperle el cuello.


-¡TU MALDITO MUCHACHO! ¿QUÉ DEMONIOS HACES AQUÍ?- Recordemos que por obra del partiri somnus Abraxas soñó el bochornoso sueño de Remus en el que Lucius era una sexy esposa viviendo al estilo muggle. Claro que para Abraxas fue más bien una pesadilla, la peor de su vida en la que se robaban, esclavizaban y le negaban las visitas a su amadísimo hijo que para su mala fortuna quería, en el mundo real, ser preso por ese pervertido mestizo de porquería.


-¡NO PUEDE LLEVÁRSELO HASTA SACAR A LUPIN DE AQUÍ! ¡EL NO DEBERÍA VERSE CON LUCIUS!- Severus formuló una respuesta que esperaba le sirviera para no quedar mal con Abraxas, sabría que Lucius lo detestaría pero no le importaba, solo quería... solo quería.. ¡Quería estar con él aunque en el proceso hiciera caca a Lupin!


Abraxas estaba cabreado, era el tipo de persona que se distraía con facilidad, se olvidó del breve altercado con Severus ahora solo tenía en mente a Remus y lo habría matado allí mismo o cuando menos lisiado de no ser porque instintivamente el lobito escapó y Abraxas, quien deposito suavemente a Lucius a un lado, fue tras él agitando su puño en alto.


Lucius se quedó allí, con la bata de la enfermería que le quedaba enorme y secándose las lágrimas con un movimiento del brazo esperando que su padre no volviera. Severus se acercó a él luego miró como Regulus abandonaba fastidiado, quiso ir tras para enfrentarlo y que dejara a Lucius en paz, pero re-ordenó las prioridades en su cabeza, regresó a donde Lucius. La poción lo hizo rejuvenecer y ahora era pequeño, más que él que de por sí ya era enano; le llegaba al hombro, Severus odiaba a los niños con todo su ser pero Lucius era tan lindo, quiso cargarlo como vio a su padre hacer pero el mago le golpeo duro las manos para que no lo tocará y se escabulló adentro del armario que contenía las sabanas y cobertores limpios, deseando que su padre se fuera y los dejara, a Remus y a él en paz. No podría salir con ese aspecto de regreso al dormitorio, moriría de vergüenza.


 


Por su parte, Abraxas no pudo alcanzar a Remus pero si se quedó diez minutos vociferando lo que le pasaría si ponía un pie cerca. Regresó a la sala de la enfermería, solo quedaba Severus y madam Pomfrey buscando en los estantes una medicina para el chico que había llegado con dolor de estómago.


Al no haber a Lucius donde lo había dejado estuvo... más bien entró en pánico.


-¡Ayyy no! ¡NO! ¡NO!- Estaba reviviendo ese episodio.


-¿Señor? ¿Qué pasa?- se apresuró Severus.


-¡No mi bebé mi bebé! ¡Mi bebé se perdió!


-¡Señor Malfoy cálmese!, Lucius está aquí solo que se escondió. Se siente muy avergonzado.


-¿Qué? ¡¡¿Pero por qué?!!- Afligido e iba a dar el discurso de que Lucius era el joven más guapo, inteligente, talentoso del mundo pero Sev siguió.


-Ahora mide menos que yo, le da pena.


-Ah- se alivió, si fuera otra clase de dolor emocional, el, como padre que había fallado en proteger la integridad emocional y espiritual de su hijo se abría quitado la vida como castigo y para no hacer más daño, no sin antes pedirle a Severus que cuidará de Lucius pero seguramente su madre lo malcriaría ( ¬ ¬ ) así que debía ser fuerte por todos.


..........................................


Remus se encontró con los merodeadores y tomó por los hombros muy desesperado a Sirius.


-¡¡Por favor Sirius!! ¡Tienes que hacer algo! ¡Tu hermano!- Sirius asintió, de inmediato se puso de pie para darle una buena paliza a su hermano tonto, llegó hasta la enfermería, las tensiones se habían disipado y volvía a tener su pintoresco ambiente. Ingresó pero de inmediato fue divisado por Abraxas, sentado y agotado en la cama con Severus en la silla al frente, que corrió hasta donde él y no lo dejo ir más allá de la puerta.


-¡Largo de aquí!


-Buenas tardes señor Malfoy, venía a ver a...


-¡Lucius no te necesita! ¡Está muy bien atendido desde hace horas! Te vienes enterando tarde de su accidente. - “Maldito inútil”


-Dispénseme, yo...


-¡Además no es de caballeros mirar a su prometido antes del matrimonio! -No toleraba a ese infame hijo de puta cerca de Lucius, y menos así como estaba todo bonito e indefenso. Pensó seriamente pasar la noche allí en vela para protegerlo de estos pervertidos.


-Tiene razón, lo mejor es que me vaya y no vuelva- Buscó tras el mago a Regulus pero no lo vio adentro- Abraxas asintió estaba completamente de acuerdo con ese maldito, su maldito nuero.


-¡Escúchame bien! Si haces algo que moleste, indigne, enfurezca, aburra, asuste, entristezca, preocupe o haga llorar a mi bebé ¡Te matare! y nadie encontrara tus partes ¿entendido?-


Sirius miró sus uñas, hacía eso mientras le hablaban para parecer desinteresado y era lo único que podía hacer para calmarse y parecer tranquilo en estas odiosas situaciones. Luego miró al mago.


-A sus órdenes señor, haré lo que este en mis manos para que la única emoción que pueda experimentar su querido hijo sea dicha y felicidad.


-Bien. ¡¡AHORA LÁRGATE Y NUNCA LO MIRES Y NI TE LE ACERQUES!!-


El mago volvió sobre sus pasos y se dejó caer boca abajo sobre la cama. Se sentía agobiado, por todo, el trabajo, los malditos acosadores de Lucius, la angustia de que Lucius se accidento y que ahora no quiere salir de su escondite. Todo.


Solo esperaron tres horas, en ese breve lapso de tiempo se le quitó el efecto y ya volvía a medir 1.70, las ropas le quedaba bien. Fue un alivio porque al menos ya se podía defender de su loco y demente padre; cuando finalmente salió del armario, era porque ya no cabía, había vuelto a la normalidad, caminó unos pasos fuera y descalzo. A Severus se le hizo tan guapo, ver a Lucius con la bata blanca y su cabello largo que se había despeinado un poco. Era una situación íntima y el estaba allí siendo parte de.


-¡Ayy mírate!-Exclamó Abraxas doblándose por la mitad con pesar, al mago le dolió tanto verlo otra vez de desdieseis- ¡Parece que fue ayer cuando eras un bebé y podía cargarte en mis brazos y ahora eres un hombre!


-¡Eso fue hoy! ¡Deja de sobreactuar! ¡Cóntrolate! ¡Me estás avergonzando!


-¡No puedo creer! ¡Que haya pasado el tiempo así!- Y si, lo decía porque era cierto, no por el incidente de hoy. Podía ver cuánto había crecido y madurado Lucius, recordar que estaba comprometido y que las cosas seguían y tomaban su curso lo puso sensible. -¡Y ahora estás comprometido! ¡Y ahora te llevaré al altar! ¡AHHHHHH!- exclamaba por el sentimiento- ¡Ya sabía que pasaría pero nunca creí que tan pronto!


- ¡¡NO LO HARÍA si TU Y MADRE NO ME OBLIGARAN A ESTO!!-


Los merodeadores, que volvían para corroborar si seguía allí o ya se había largado mandaron por delante a James y a Petter, al entrar, con Remus oculto a sus espaldas escucharon la conversación.


- ¡Hijo mío, estaré allí cuando escojas traje de bodas, no importa que sea aburrido!- gimoteó más- esperare mientras te pruebas traje tras traje y te diré que te ves muy guapo ¡ahhh! Hasta que escojas el traje perfecto ¡Sólo procura escoger un traje blanco hueso!, a tu madre no le gusta el blanco cascarón.


-¿¿BLANCO??- Preguntó James sin creérselo y metiéndose donde no lo llaman.- ¿En serio?- “¡¡James!!” pensó Remus y Severus algo como “¡Potter!”


-¡Mi hijito hermoso se parara de blanco frente al altar! – Le señaló Abraxas muy enserio. James soltó una risa tonta. -¿De qué te ríes muchacho? ¿Qué te hace gracia?- pregunto temblado de ira. Su tristeza quedó atrás, ahora quería arrancarle la lengua a este insolente.


-¿Blanco?, debería ser azul, verde, el color que sea pero Malfoy no está para blanco.


-¿Qué? ¿Quién?- a su hijo y dando por hecho lo que este “X” decía- ¿Quien se atrevió a desflorarte? ¿¿QUIÉN??


Y por primera vez en sus vidas Remus y Severus se unieron a la misma causa, la causa de sobrevivir a Abraxas Malfoy y señalaron al culpable al unísono.


-¡FUE MONDRAGÓN EL EX DE LUCIUS!. ¡MONDRAGON SEÑOR MALFOY!, FUE EL-


-¿EX?- Lo miró interrogante y Lucius se puso rojo porque si, de hecho sus padres nunca supieron de su ex por obvias razones.


Y comenzó reír frenéticamente.


-Esto es perfecto. JAJAJA perfecto tu mi precioso bien ya experimentaste, y te divertiste. Está bien, mientras no seas víctima de ese degenerado de Black, si, ya puedes casarte, sí.-


Los chicos se miraron entre sí súper confundidos y horrorizados.


-Padre...- Pero el mago se dejó de caer de rodillas- ¡Padre!-


Por más que quiso ver el lado bueno al final su mente y cuerpo se rindieron.


-¡Mi bebé ya no es virgen!- y se desplomó llorando.


 

Notas finales:

 

Remus.-¿¡¡Qué es lo que quieres!!?- A Regulus.

Regulus.-¡Ya te había dicho!, solo quiero que todos hagan lo que mamá quiere. Pero si puedo ser quien salvé de la vergüenza pública a mi madre lo haré, si Sirius y Lucius se separan a medio plazo, y lo desposo yo enseguida mamá no tendrá que ser la comidilla de la comunidad mágica que cuestiona el divorcio.

Remus.- ¿Y qué te hace pensar que yo lo permitiría?- Por supuesto Regulus tenía armas de más contra Lupin, para empezar podía denunciar su licantropía. Aun así fingiendo ser tierno contestó.

Regulus.-Ya te dije que no me gusta Lucius, pero si puedo tener un beneficio de sus nupcias con mi hermano lo tomaré. Pues sí era un maldito codicioso.

Lucius.- ¡¡Pues qué crees Regulus Yo no estoy de acuerdo!

Regulus.- ¿Y qué harás al respecto?- Pero no podía permitir que le volviera a pasar lo de hoy, quedar a garras de su padre.

Lucius.-Yo...- Regulus sonrió, no era tan maldito, al menos con Lucius no con quien no podía enojarse.

Regulus.-No te preocupes, podrás tener a Lupin todo lo que quieras mientras no hagas algo impropio.

James.-Momento, me pedí. ¿Por qué entonces se casa con Sirius?

Regulus.- ¡No puede ser que seas tan lento! Mis padres correrán a Sirius si no endereza y como Lucius quiere complacer a sus padres se casa con él para también así hacer feliz a Lupin para que no esté todo patético y triste por ver como a su mejor amigo lo echan de casa.

James.- ¿¡Creí que yo era tu mejor amigo!?- A Sirius.

Sirius.- ¡Lo eres!

James.- ¿Entonces por qué te casas con Malfoy no con Lili?

Regulus.- ¡¡Este tonto no entiende!!!-

Lucius ya cansado de todo se marchó tras un movimiento tan suyo de cabeza, se acomodó el cabello y se llevó consigo a su novio del brazo.

.........................................

Gracias por leer ;D 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).