Capitulo 19: La paternidad cansa. ****************************
Después de aquel día los demás pasaron rápido y así se hicieron semanas, en esas semanas sus ojeras se habían crecido demasiado y se habían hecho demasiado notorias al ojo humano. La pequeña bebé Nanase-Ryugazaki apenas llevaba cinco semanas de nacida y ya lloraba a todo pulmón, su mata obscura de cabello era cada vez un poco más larga y sus ojos violetas eran tan curiosos como se esperaba de un Ryugazaki. Desgraciadamente para ambos la bebé ya tenía horarios fijos para ser alimentada y se despertaba a las 3:00 am todos los días y no se le podía pasar su alimento por nada en el mundo porque su llanto se volvía catastrófico. De hecho ahí se encontraban ambos intentando calmarla, el biberón había sido aventado con fuerza hacia el suelo y el llanto era ensordecedor, Haru trataba de darle su chupón pero no lo quería y Rei le trataba de poner nuevamente el biberón en boca pero nada, se preguntaba sí había hecho algo mal para que su hija llorara tanto. Frustrado se sentó en la mesedora oscilando de atrás hacia adelante lo cual sin darse cuenta hizo que su bebé se relajara y dejara los gimoteos para por fin cerrar los ojos. Un suspiro cansino salió de ambos labios.
-Al fin se durmió...- Susurró "Mamá Rei" una vez que su hija había quedado profundamente dormida.
-Acuestala en la cuna antes de que se despierte llorando otra vez- pidió Haru.
-Sí- con mucho cuidado se levantó de la silla y recosto a la bebé para luego taparla con la mantita rosa y colocarle su gato de peluche a su lado. Ambos padres se quedaron contemplándola un rato hasta que un bostezo de parte del de cabellos azules los interrumpió.
-Anda volvamos a la cama, no has descansado bien esta semana así que por lo menos hoy deberías dormir-
-Tienes Razón...Vamos a la cama-
Caminaron a el cuarto siguiente a ese y se acostaron en la cama la cual apenas la tocaron solo les dio tiempo de taparse y luego cayeron en los brazos de Morfeo.
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A la mañana siguiente Haru se había levantado temprano para hacer el desayuno antes de que su pareja se levantara y aprovechó a preparar la mamila de su hija antes de que despertara llorando.
El delicioso aroma a pasta invadió la casa de manera exquisita y eso hizo que las tripas de Rei iniciaran su reclamó, se despertó un poco cansado de la cama y se levantó para ir al baño a asearse y por prosiguiente ir al cuarto de su hija para vigilarla, se sorprendió cuando la vio apenas abriendo los ojos con una alegre mueca que parecía ser su sonrisa en desarrollo.
-Hola mi amor- le saludó Rei antes de cargarla con adoración -Vamos a comer, si, vamos a comer- le dijo juguetón con ella dándole besitos suavesitos en toda su carita. La bebé solo soltó unos balbuceos como respuesta afirmativa.
Rei con su hija en brazos bajo con cuidado las escaleras hasta llegar al primer piso y una vez ahí entró a la cocina donde encontró a su pareja terminando de servir el desayuno.
-Buenos días- Saludó Haru cuando vió entrar a Rei con la bebé.
-Buenos días- le sonrio y movió la manita de su hija para hacerla saludar.
-Hola mi princesa- le saludó Haru a la pequeña que estiraba sus brazos para que la cargue su papá.
-¿Qué preparaste?- le preguntó Rei.
-Pasta, espagueti- le respondió.
-Ya veo, que bien-
-¿Podrías ponerle su babero?, no me gusta verle manchar su ropa - pidió Haru cuando tuvo a la pequeña en sus brazos.
-Por supuesto que sí - Le respondió Rei.
"Mamá Rei" como le decía su pareja para molestarle se acercó a su hija y le colocó el babero color azul cielo regalo de su abuela "materna" por cierto, para que pudiera comer sin manchar su ropita.
-Listo mi amor, vas a comer, si vas a comer- Le dijo Rei mientras destapaba un frasco con papilla de manzana marca "Gerber" hecha especialmente para los bebés.
-¿Seguro que quieres que coma eso?- Le preguntó Haru algo asqueado por la forma de la comida.
-Sí, las propiedades que contiene esta comida para los bebés es muy buena, yo leí todo acerca de estas comidas y es por eso que aprobé el hecho de darle a mi hija esta comida- Le respondió Rei.
-Si tu lo dices- Le respondió Haru a su pareja. Rei con una cuchara sacó un poco de la papilla y se la dio a su hija que la comió feliz aunque se le estaba cayendo un poco de la comida en el babero lo cual evitaba que su ropa se manchara.
Así paso la mañana entre atender a la bebé cada que lloraba eso implicaba sí necesitaba un cambio de pañal, algo de atención, comer, si quería un baño o algo por el estilo y eso era todo el día, sumándole que ambos estudiaban, Haru nunca dejo de faltar y Rei, después de que la dirección se enteró de que ya estaba en sus máximas capacidades para realizar las tareas aun sin poder asistir lo llevó a la aceptación lo cual significaba no descansos y es que la verdad el no se quería atrasar.
Justo esa noche se puso a hacer un proyecto en su computadora de 10'000 palabras con imágenes, diagramas y de más sobre la física cuántica. Se estaba muriendo de sueño y no era para menos el hecho de que Haru estaba bien cómodo durmiendo desde hacia rato mientras el hacia tarea, eran las 2:45 am y no faltaba mucho para que su hija se despertará lo cual le restaba tiempo para hacer su proyecto. A las 4:35 am, después de haber atendido a su hija, su cabeza ya estaba topando con la pantalla del computador, en una noche había avanzado otras 1'800 palabras, ya llevaba 7,200, cercano a terminar puesto que llevaba haciendo eso hacía tres días atrás, ya cuatro días en total y sus ojos no daban para más, lo peor es que solo tenía un día más para entregarlo y aun debía hacer ocho problemas de química avanzada, un ensayo literario de la materia obviamente de literatura y un video de la pobreza en ciertas partes del mundo para dentro de dos días pero de solo pensarlo ya no daba para más y sus ojos se cerraban pero no podía dormirse, necesitaba permanecer despierto y eso haría aunque le doliera. A las 6:55 am ya había llegado a las 9072 palabras y había avanzado cinco de ocho problemas, sólo le faltaba el video y el ensayo.
**************************** Dos días después al fin se había librado de tareas tan duras pero necesitaba reponer la falta de sueño y sin embargo aun tenia energía para hacer las cosas del hogar, además de que el y Haru estaban planeando mudarse en aproximadamente un mes y medio a más tardar, tendrían que llevar todas las cosas y acomodar para que no se vea tan vacío y era demasiado trabajo.
Aun así se mantenía de pie como todo un campeón, no solo el si no también Haru que lo ayudaba en casa, iba a la escuela, cumplía con los proyectos, sus entrenamientos de natación, sus competencias, el ahuyentar a la prensa que siempre trataba de hostigarlos a ellos y seguía a su lado apoyandolo. Ambos eran muy fuertes y eso que un faltaban muchas cosas por pasar y aprender.
Nadie dijo que ser padres sería fácil.