Debido a que los ánimos en la escuela no eran los mejores a comparación de años pasados, se llevó a cabo un baile de Halloween y era fundamental llevar disfraz. Ron y Hermione esperaban que con ello Harry por fin dejara su obsesión con el príncipe de Slytherin que cada vez les parecía más y más extraño; seguro y por fin se daría un momento para él y podría tener un avance con Ginny, o eso es lo que esperaban.
Sin embargo Harry por su parte, ajeno a los pensamientos de sus mejores amigos, consideraba aquella oportunidad como algo maravilloso por otras circunstancias, pues por fin después de tanto distanciamiento podría pasar un momento con su amado Draco, aunque este último parecía estas más que divertido recordando las jugarretas que los Slytherin le jugaban a los Gryffindor.
-Jajaja- rió de lo lindo recordando la canción -¿enserio no te gusta?- el otro le dio una mirada severa haciendo que se destornillara de risa su bello rubio.
-¿Es enserio? ¿A Weasley vamos a coronar?- repitió haciendo una mueca rogando que no haya sido el que inventó dicho cantico.
-¡Es divertido y más si lo dices como es!- volvió a reír de lo lindo tarareando por lo bajo la tonadita que a Harry le fue muy difícil no reír –esa Pansy es una joya- como le gustaría grabar esa canción para sonreír cuando se deprimiera por todas las cosas terribles que había visto en su mansión y el terrible atento que casi mata a Katy Bell.
-Pero eso ofende… no tienes ni idea de lo herido y furioso que esta Ron…-
-Oh vamos, defensor de los desvalidos es un juego que no hace daño… aparte, es muchísimo mejor que esa ofensa que escribió la comadrejita de “tiene los ojos como sapo en escabeche…” dioses da risa de lo malo que es…- dijo secándose sus lagrimas de tanta diversión.
Aun recordaba la vergüenza que le dio ese “¿poema? ¿Se puede llamar así?” no tenía idea de cómo nombrarlo.
-¿Y quién se supone que eres? ¿Un vampiro?- arqueó una ceja observándolo detenidamente cambiando drásticamente de tema pues aunque le gustaría seguirse burlando no quería que su azabache se molestara.
Con una tímida sonrisa Harry negó con la cabeza a la par que Draco se le acercaba para tratar de averiguar de qué era su disfraz; traía puesto un traje negro estilo antiguo con volantes, una capa larga y de un rojo vivo como si de sangre se tratara, su cabello siempre rebelde estaba amansado hacía atrás y sobre la cara traía un antifaz cubriendo su lado izquierdo.
-Nup, soy el fantasma de la opera, idea de Hermione- sonrió de lado acariciando la cabellera platinada que estaba tan, pero tan larga que le llegaba a la cintura – ¿y tú eres una especie de hada?- Draco frunció el entrecejo, se veía tan adorable con su traje verde oscuro y café, sus botas a media pierna y su corona estilizada que le daba una apariencia sublime.
-Soy Oberon el amo del bosque… no me preguntes quien es… fue idea del Pansy… seguro la contagiaste con tus mugglemanías…- rodó los ojos sacándole más sonrisas a su novio.
El azabache se colocó a horcajadas de el sujetando su muñecas y le plantó un agresivo beso en los labios hasta hacerle jadear. Hacía semanas que no podían estar solos, ni siquiera una mirada en clase le echaba, nada, ni un roce, ni las usuales burlas que se hacían cuando se encontraban y se sentía tan solitario.
Como siempre, acomodó su platinado cabello tras de su oreja y acarició su afilado mentón nacarado, tan terso pero más pálido que de costumbre, incluso podía sentir que había bajado de peso.
-Lo que no entiendo es porque insistes en hablar, cuando podríamos estar haciendo algo más productivo- dijo besando sus cansados parpados.
-Eres un insaciables de lo peor… pero no me siento muy bien que digamos…- suspiró sintiendo los fuertes brazos de Harry acunarlo como si de algo valioso se tratara, se sentía tan seguro en ese lugar.
-Descuida… yo te hare sentir mucho mejor...- con ardor volvió a unir sus labios; ansia y devoción en cada suspiro, en cada gemido que no se hizo acallar, resonando suavemente en su refugio; subiendo la intensidad y el calor con cada latir de sus soñadores corazones.
-Harry… no…- pidió con voz sofocada, ya no podía aguantar más. Aunque adoraba en todos los sentidos la boca de su heroico león, no podía permitirle continuar; cuando sintió las cálidas manos viajar peligrosamente hasta su trasero le dio un pequeño empujón que le hizo caer al suelo.
-¡Auch!- se quejó el azabache aunque no estaba seguro si fue por sentir el suelo frio o el golpe -¿Qué te pasa?-preguntó siendo ayudado para ponerse en píe por un arrebolado rubio jadeante.
-Te había dicho que no Potter- siseó avergonzado por su comportamiento, pero no se iba a disculpar.
-Lo sé, pero no me pude contener… eres tan maravilloso y delicioso…- esa excusa tan vieja como el mismo Merlín “pero tan efectiva” pensó exasperado de si mismo que solo atinó a abalanzarse contra él.Hacía bastante tiempo que no tenían un tiempo solos que ambos estaban hambrientos del uno por el otro.
-¿Pero por qué no quieres llegar hasta el final dragón? Nos amamos-
-Es que…- estaba perdiendo la cordura con cada beso que le propinaba en su cuello que iba bajando lentamente por su sensitiva piel –mi… madre dice que… nadie compra la vaca… q-que… da la leche… gratis… ¡oh por Merlín, detente!- con sus últimas fuerzas lo tomó por los hombros para separarlo.
Intentó no reírse por esa analogía “¿abra notado que él solito se llamó vaca? Al parecer no” pensó divertido viendo la placentera mirada de mercurio tan liquido y brillante que le hervía la sangre.
-Pero no importa… si yo voy a ser el único que te tendré no tiene mucho problema que te tome antes o después…- dijo volviéndosele a pegar como lapa a su cuerpo besándolo con ansias.
-Eres insufrible Potty…- sonrió en medio del beso y besó sintiendo las traviesas manos del Gry deslizándose peligrosamente por toda sus espalda hacia sus caderas afianzándose con fuerza como si ahí pertenecieran –pero es un NO rotundo- lo separó escasos centímetros tirándole de los cabellos –quiero llegar lo más puro posible al altar… ríete y te lo corto por muy bonito que este- lo desafió con la mirada que mas que risa le pareció bastante adorable que pensara así “claro excepto la parte de acabar con mi virilidad” –mis padres lo hicieron y yo también lo hare- dijo determinado y Harry sabía que era un total y aplastante “no” a llegar a tercera base.
-Jamás me burlaría…- dijo besándole con ganas –como quieras Dragón, tu ganas, esperare pacientemente-
-Espero que así sea por tu propio bien, que no quiero saber que te refregaste con la comadrejita esa que se atrevió a tocarte con sus sucios y babosos labios…-
-Solo fue un roce Draco y no se lo correspondí… dijo emocionado, adoraba ver a su dragón albino celosito; era tan tierno haciendo su rabieta cruzándose de brazos arrugando la nariz que no podía evitar besar –aparte… tus labios son los únicos que en la vida quiero seguir besando…-
-¿En serio?-
-Por su puesto, tú vales la pena esperar una eternidad con tal de tenerte por completo…-
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
-¿Por qué tienes que ir con ellos?- estaba furioso, él quería ser quien le ayudara a derrotar al señor tenebroso, odiaba tener miedo constante en su propia casa, prefería hacer algo en lugar de estar ahí viendo directamente como masacran y torturan a gente inocente. Aparte a él le correspondía ir a su lado a buscar los benditos Horrocruxes.
-No Draco, ya habíamos hablado de ello…- besó su coronilla tratando de hacerle entrar en razón - hacía dos semanas que llevaban discutiendo lo mismo y Draco insistía en acompañarlo, sin embargo Harry no quería ponerlo en mayor peligro, sabía que si alguien podría protegerlo esos eran sus padres y confiaba en ellos (bueno, en Narcisa, porque la relación con Lucius seguía turbia por el asunto de mandarlo a Azkaban).
-Pero…- apretó los labios molesto –como te odio cuando juegas al héroe…- dijo sintiéndose tan impotente.
-Oye yo no juego a eso –no quería enojarse con él, simplemente no, pero era tanto o más tozudo que él –es por tu propio bien y el de los demás…-
-Me valen los demás, aquí el problema es que no confías lo suficientemente en mi, por eso no quieres que vaya… seguro y te llevaras a tus idiotas amigos y la comadrejita…. En ellos si confías a diferencia…-
-¡No quiero perderte, maldición!- lo interrumpió tomándolo por los brazos para que viera en sus ojos que eso era lo que más temía en el mundo –no lo soportaría Draco… no sabemos en su totalidad los peligros que conllevan los Horrocruxes… ya ves lo que ocasionó esa vez en segundo año- Draco tragó duro, claro que lo recordaba, pero aun así quería gritarle a todo pulmón que estaba siendo un idiota al querer cargar con el peso del mundo por su cuenta -por eso tengo que hacerlo solo…-
Nada les dolía más que la idea de separarse y probablemente no volverse a ver, dolía en su interior ante ese pensamiento que sintiendo su corazón estrujarse se aferró a Harry como si fuera la única cosa real en la vida y de perder contacto se desvanecería entre sus dedos para siempre.