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My Last Goodbye por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Holitas queridas estrellitas mias!! aqui me tienen!! (y aunque no me transforme en Cenicienta... tristemente... ¿alguien ha visto a mi hada madrina? ¿donde estas mi rayito de sol?? TOT) 

espero que este capi les guste!! esta hecho con mucho amor para ustedes kaorugloomy, QueenRaven-Stark, LRMV, Salo Reyes, Aylin, Dark moon 1515, KamDreamFlu y AYALIN!! muchas gracias !! 

Ahora a leer se ha dicho~*

Después de su encuentro con Luna, Harry estaba más que decidió a seguir su concejo; sus sentimientos por el príncipe de Slytherin era algo improbable, incluso rayando en la locura pero estaba ahí, latente como nunca pensó. Lo que nunca pudo sentir con Ginny, lo sentía en total plenitud por Draco Malfoy y aunque le sabía mal, no podía evitarlo, su sentir estaba más allá de la cordura; impreso en él.


“Tengo que hablar con ella para aclarar las cosas” pensó algo angustiado “pero… no es como si le estuviera poniendo el cuerno… ¿o sí?”


-No es como si fuera una cita- le dijo no muy seguro a su imagen reflejada, la cual le regresaba una mirada escéptica.


Siendo honesto consigo mismo, si la consideraba una cita y por ende le ocasionaba cierto terror –maldita sea… peleé contra Voldemort incontables veces, contra un colacuerno húngaro y contra un basilisco y estoy que me llevan los mil diablos por una salida con Malfoy…. Ni siquiera es una cita, es solo una comida… algo que haces con un empresario para cerrar un trato o como una comida con gente que no has visto en años pero en realidad son solo desconocidos…- eso no le ayudaba en nada más que para sentirse mas abatido.


Con un profundo suspiro siguió batallando con su corbata, ese endemoniado trozo de tela que parecía tener vida propia negándose rotundamente a hacer su voluntad “igual que mi cabello” pensaba hastiado hasta que decidió irse por lo simple; sin corbata.


Se colocó los mejores vaqueros que tenía en su no tan abundante guardarropas; su polero blanco bajo su suéter azul marino hacia un buen contraste casual… no es que se estuviera vistiendo bien solamente por Malfoy y lo que diría a su falta de buen gusto, claro que no.


Con otro suspiro se colocó sus botines café oscuro y debido a que comenzaba a hacer frio no le quedó de otra más que echarse encima una americana gris jaspeada. Dio un asentimiento al espejo pasándose por última vez sus dedos sobre su rebelde cabellera esperando que no se viera tan desordenada como siempre y miró hacia su cómodo puff donde descansaba la bufanda blanca de cierto rubio, la cual Harry aun no tenía idea porque no se la devolvía, pero sentía que de una u otra manera le servía como un amuleto de la suerte; la tomó entre sus manos sintiendo su suave textura y se sorprendió en el acto de oler el casi nulo aroma avainillado que siempre emanaba él ojiplata.


Consideró que lo que estaba haciendo era algo muy perturbador si alguien lo observaba, pero que resultaba una acción casi inconsciente -Parezco un acosador…- pensó en alto demasiado desanimado y golpeando su zapato con fuerza contra una loseta bajo sus pies que se escuchó algo extraño, como si estuviera hueca.


Dejando la bufanda de lado, se colocó de rodillas para sentir si fue su imaginación o esa baldosa estaba despegada o algo parecido y para su sorpresa pudo retirarla por completo del suelo. Examinándola detenidamente vio en su lugar una cabida no muy profunda que tenía algo en su interior-¿Qué es esto?- se preguntó al sentir algo duro.


“¿Es acaso lo que creo que es?” pensó conteniendo el aliento al obtener una caja algo pequeña de color negro, era un excelente trabajo de tallado que se quedó embobado con ella.


-¡Esta es!- exclamó triunfal aunque también al momento le asaltó la duda de ¿qué estaba haciendo ahí? ¿Acaso el la puso en ese lugar para ocultarla? Y ¿Por qué?


Lo primero que captaron sus ojos fueron las relucientes siglas “D.L.M” -Draco Lucius Malfoy- pensó maravillado por cómo se desenvolvía su nombre en su lengua, tan maravilloso que de ser posible solamente pronunciaría su nombre y con detenimiento les pasó la yema de su dedo por el relieve.


Arqueando una ceja se detuvo a observar los pequeños números dentro de las flores -¿5-0-6?- se preguntó curioso. Aunque no entendía que significaba, se apresuró a abrirlo. Con un jadeo se impresionó cuando la madera cedió para dejarle ver su contenido.


No había gran cosa más que preciosas fotos de ellos dos, una vieja snitch y… -No…- susurró con un ligero temblor recorrer su cuerpo al tomar entre sus dedos aquel pequeño círculo de metal –no es posible…-


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


-¿Nos vamos?- preguntó sin mirarlo a los ojos, pues Draco sabía que si lo miraba más de tres segundos seguidos se perdería en como esa ropa remarcaba estratégicamente la piel trigueña del salvador del mundo mágico y no quería tener accidentes de cualquier índole.


Dejar ir a su pequeña con su madre fue lo mejor pues la distinguida dama necesitaba más compañía de la que se dejaba admitir, pero tal vez no fue lo mejor para él, pues la última vez que estuvo a solas con el ex –cuatro ojos no salió tan bien como esperaba; pero si quería deshacerse de su gran problema de dejar ir a Harry Potter de su mente y su corazón, tenía que poder soportar estar su presencia sin sentir nada más que simple cordialidad de conocidos o “amigos” como quería que lo fueran.


A Harry casi se le cae la quijada cuando lo vio ahí de pie en el umbral de su puerta, tan sexy con sus Derby oscuros, su pantalón de gabardina caqui, su camisa a cuadros bajo su jersey verde olivo y rematado con su fular de tonos terrosos enrollado en su cuello; lucía tan soberbio como una escena de un comercial de alguna marca de ropa que le costó nuevamente respirar con tranquilidad.


El silencio se volvía pesado y tenía que deshacerlo, pues si apenas comenzaba su tarde, eso no presagiaba nada bueno –y… ¿A dónde vamos a ir Potty?- Harry ante ese diminutivo no pudo evitar sonreír, parecía que Malfoy moriría antes de llamarlo por su nombre, pero tal vez podía picarlo un poco con algo que claramente le molestaba.


-Hay un lugar al cual planeo llevarte, Draco- arrugó el ceño por ese tuteo pero fue remplazado por la sorpresa y temblor al percibir las cálidas manos del moreno sobre su codo, guiándolo –tal vez no se de muchos restaurantes lujosos, pero leí que aquí en el mundo mágico este es uno de los mejores- le sonrió juguetón antes de realizar una aparición conjunta.


Draco no podía creer donde estaban, era imposible confundir esa avenida en las afueras de Hogsmeade; ese iluminado en especifico, esa edificación alzada con gracia y soberbia cuyos vidrios resplandecientes adornados con motivos plateados y dorados entrelazados daban la bienvenida al lujo y exuberancia.


-¿La varita de plata? ¿Enserio?- sus ojos se anegaron de lágrimas, tantas veces ese lugar fue escenario principal de almuerzos y cenas en compañía de sus padres, desayunos con su abuelo Abraxas e incluso con el mismo Harry, tanto pasado en aquel lugar era increíble y a la vez tan nostálgico.


-¿No te gusta?- preguntó asustado al ver su triste semblante y temió volver a errar.


-¡Claro que me gusta tarado! Es imposible no hacerlo- no pudo evitar la parte de la ofensa pues estaba muy afectado por todos lo vivido en esas elegantes paredes -dudo que haya alguna persona que ignore la exquisitez y buen gusto de este lugar... incluso mi padre muchas veces dijo "este restaurante es un monumento a la perfección, un faro iluminado para escapar por un instante de este podrido mundo"- sonrió con aflicción para después regresar a la frialdad de su enseñanza con un carraspeo; a su padre no le hubiera gustado que estuviera con sus lamentaciones, por mucho que doliera -bueno, estoy seguro que me trajiste aquí para tratar de persuadirme, ¿o me equivoco?- arqueó una ceja con burla pues dio en el blanco.


-¿Fui muy obvio?- dijo con timidez.


-Transparente- sonrió con suficiencia antes de tomar asiento. "Nada mas falta que pida su tapenade con radicchio, su fetucchini a la parmigiana y su estúpida agua caliente con limón" Y ni tardo ni perezoso cuando fueron a tomarles la orden, fue exactamente lo que pidió, ni más ni menos "Al parecer algunos hábitos mueren lento"


Harry regresaba a verle con curiosidad de vez en cuando, era una fascinación verle comer, era un placer casi sexual como si se le estuviera insinuando descaradamente y eso que ni siquira le regresó a ver ni una sola vez, mientras él solamente pudiera babear y comérselo con sus ojos, imposibilitándole concentrarse en su propio plato.


“Enfócate Harry” se decía, pero era imposible y mucho menos con las tres veces que Draco le quitó el radicchio de su plato para llevárselo a la boca; ok eso no le molestaba, pues odiaba el sabor de esa col, pero, ver ese acto involuntario del rubio lo dejaba ensimismado y muy extasiado, pero el problema es que ahí no paró la cosa pues a la hora de pedir postre indicó al camarero exactamente el postre que pensó antes de pronunciar palabra y sin si quiera verle.


Cuando llegaron los postres bellamente adornados, Draco le pasó sus pasas de su pan de frutos secos y sonrió dulcemente probando lo que seguramente le supo delicioso. No pudo evitar enternecerse y abrir la boca.


-¿No te gustan las pasas?-


-Claro que no, ya te había dicho qué es como si le quitaran la vida a las uvas, es vergonzoso su estado...- abrió los ojos cuando notó todas sus pasas en el plato de Harry formando una mini montaña ahí -¡maldición! Estúpida costumbre... déjalas de lado si no te las vas a comer- dijo avergonzado limpiándose la comisura de su labio con su servilleta desviando su vista “que embarazoso…”


-Para nada, me encantan- se llevó una a la boca e hizo un gesto como si fuera lo más suculento que jamás en su vida probó, ofuscando de paso al otro -aparte gracias por pedir por mí, me quitaste la palabra de la boca... – dijo entretenido buscando los ojos de mercurio que le rehuían y amplió su sonrisa cuando logró su cometido que se encontraran nuevamente con los suyos.


-De nada Potty, lo hice con gusto pues eres y siempre has sido un inútil que los demás tienen que hacer las cosas por ti-


-Ya tan pronto y a ofendernos, ¿niño mimado?- entrecerró los ojos y disipó sus palabras como si de humo se tratara; Draco infló sus mejillas ante aquellas palabras.


-Eres insoportable…- gruñó dejando de lado su tenedor –pero sabía en qué me metía cuando acepté venir-


-Pues no aceptaste tan dócilmente- contraatacó.


-Hay que darse a desear Potter- sonrió con suficiencia provocando en el otro que su bebida quisiera irse a sus pulmones en lugar de su estomago –Espero que traigas suficiente dinero para pagar porque te aseguro que lo que pedimos sale a lo que ganas en tres meses de trabajo- el cinismo en su expresión corporal y su lengua le fascinaba; cualquiera diría que esas pequeñas dosis de veneno le matarían lentamente, pero era todo lo contrario, le avivaban de tal forma que quería mas.


-Descuida, vengo listo para lo que se te antoje- lo sugerente en su mirada y en su voz le hizo acalorarse, esos ojos verdes brillaban con algo que él conocía de ante mano “algo se trae entre manos” pensó evitando jadear, clavó sus ojos claros en las esmeraldas desafiante; si quería jugar el también podía.


-¿Enserio?- arqueó una ceja con presunción deslizando lentamente su mano por la muñeca del salvador de mundo mágico, no despegó ningún segundo su mirada y pudo sentir el ligero temblor que provocó; todavía tenía su toque y lo aprovecharía –Entonces… alcánzame- chasqueó la lengua antes de que se pusiera en pie y comenzara a alejarse con rapidez.


Con una traviesa sonrisa llamó al camarero pidiendo su cuenta dejando una considerable cantidad de dinero y lo siguió.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


-¡Joder!- vociferó cuando abrió la puerta y sintió las gotas de lluvia mojando parsimoniosamente su cabeza. No contó con ese pequeño detalle; el clima estaba en su contra y no tenía paraguas. Todo por ir pensando en el precioso rubio con su endemoniada angelical sonrisa (por más incoherente que sonara aquello).


-Qué lento eres- declaró Draco a un par de metros lejos de él con los brazos abiertos mirando al cielo dejándose mojar por las lágrimas de las nubes que lo empapaban con lentitud.


No tenía palabras, era igual que esa vez viéndole en su recuerdo, girando sobre su propia orbita a la luz de la luna, tan fragante pero inalcanzable… “no” pensó en automático, esta vez sería diferente pues con pasos seguros se acercó y tomó su mano; su suave mano que era real, no un producto de su imaginación o de sus memorias.


Las gotas de lluvia parecían acariciar su pálida piel, empapando todo a su paso, su ropa, sus brazos y manos temblorosas, sus pestañas claras, su cabello platinado que no dudó en acariciar con los dedos recorriendo su longitud.


-Creo que está muy largo… ¿no crees?- preguntó con radiante felicidad; sus delicados labios tenían aquella sonrisa por la que Harre consideraba que valía la pena morir.


-Es perfecto…- contestó en automatico sonrojando al rubio, cuya voz no pudo evitar temblar.


–…Aunque Christian me dice que me da un aire bohemio, pero no se… bueno, aun no tengo de idea de que es eso, seguro una mugglemanía o algo así porque…- no pudo terminar la frase pues en un arrebato de ansia, añoranza y pasión, Harry le atrajo con la mano que aun acariciaba su lacio cabello.


Sin despegarle la mirada, el rubio ladeó la cabeza al sentirlo tan cerca; su calor emanando de su cuerpo en contraste a la fría lluvia, sus ojos impregnados del aire del ayer que cerrando los ojos suspiró presenciando el acortamiento de distancia del azabache; no lo apartó pues su agarre era como si su vida y cordura pendieran de esa unión; momento que llegó sin preámbulos. Aquello que ambos negaban para su tranquilidad, pero que ansiaban con todo su ser pues era lo único correcto por hacer; las fuerzas electroquímicas actuaron a su favor, uniendo sus labios en un millar de impulsos eléctricos que erizaban sus pieles al mínimo contacto.


Se besaron con pasión, sin importarles nada ni nadie más que aferrarse con ambas manos al portador de sus anhelos y dejarse llevar en esa intima danza; nada podría comparársele. Sus bocas cálidas correspondía todo lo que se daban, su ímpetu y su febril anhelo dejado era dejado en ese beso que continuó llenándoles como la lluvia de esa tarde que caía sin prisa.


 

Notas finales:

Espero que les haya gustado! se que es algo dulzon y de transicion para lo bueno, pero queria y sentia necesidad de poner algo asi!! (no pueso evitarlo jeje, quienes ya han leido mis historias lo sabran ojojo ;3) 

Cualquier dudita, ya saben, pueden preguntarme!! espero sus lindos y cachondos rr!! jajaja <33 nos leemos prontito!! (realmente espero poder escaparme nuevamente y traerles la actu antes del lunes! :D)

Les mando muchos besos!~*


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