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My Last Goodbye por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Wii!! aqui estoy nuevamente queridas estrellitas que me iluminan!! no saben lo feliz que me hacen con sus comentarios!! Aww soy adicta a ellos!! *¬* muchas gracias: kaorugloomy, Innaluu, LRMV, QueenRaven-Stark, Aylin, Dark moon 1515, LORDMOON, GrimmyShiffer, AYALIN, kat-winner, laene, Jaqueline, helenhades,skinblue, kira y asddfgaa!! wow! no me canso de decirlo, pero son lo maximo!!

Ahora solo espero que no entren en panico por lo que viene... en el capi pasado lance una señal de humo, ahora lanzare una bomba que desatara el caos!! <-- wow que produccion! +w+

A leer se ha dicho~

Draco intentaba prestarle atención a su amigo, pero le era imposible. Harry seguía clavado en su mente ahora más que nunca… volver a unir sus cuerpos, probar nuevamente su masculina piel, sentir su calor abrazador fue más de lo que pensó y esperó, pero ahora comprendía cuanto lo anheló durante todo ese tiempo.


Se mordió el labio nervioso aun sintiendo la calidez de sus manos impresas en su piel. No quería pensar en ello, pero siempre terminaba desembocando en esa maravillosa fantasía de la que no quería despertar, pero sabía que tarde o temprano lo haría pare regresar a su cruel realidad; aún dolía su separación y toda faramalla armada a su alrededor “¿Qué es lo correcto por hacer?” se preguntó.


-Entonces así le hacemos Draquis- dijo el chico de rizos dejando un folder rojo sobre la cama, dándole un beso en la sien tan dulcemente como siempre solía hacer –tu descansa, solo me dices que te parece mi artículo dándole el visto bueno- le guiñó el ojo pues sabía que nadie hacia mejor su trabajo que Draco.


El rubio absorto más o menos entendió de que iba la conversación y asintió con su mejor rostro laboral; realmente apreciaba que aun siguieran siendo amigos después de todo lo que han pasado juntos pues consideraba que de manera nada benevolente abusó de su confianza traspasando las barreras a la relación a una puramente carnal, buscando renovar sus afectos, sanar su roto corazón con sentimientos nuevos y diferentes queriendo que él fuera el portador y guardián de ellos; pero, nunca pudo llegar a inmiscuirse más allá de su piel.


-Claro, así lo haré- dijo con media sonrisa. El ojiverde se dio por bien servido y ampliando su perpetua sonrisa le acarició su cabello platinado.


-Cuídate Drakes espero que el doctorcito Harry cuide bien de ti- el rubio se sonrojó violentamente y entrecerró los ojos haciéndole reír. “¿Cómo puede hacer esa clase de comentarios como si del clima se tratara?” nunca podría comprender en su totalidad a Christian, pero tal vez eso era algo bueno.


Aspiró profundamente cuando le vio salir de su cuarto y con ánimos recuperados comenzó a pintar su nuevo cuadro. Tenía ganas de elaborar una escena nocturna, como aquellas noches en Hogwarts con su gran luna redondeada brillando coqueta presumiendo al firmamento su belleza y luminosidad opacando el pequeño titilar de las estrellas que solamente podían congraciarse con permanecer a su lado.


Cuando más concentrado estaba en su labor de rememorar los incontables arboles de pino y encino como eran bañados con ese manto platinado, Harry abrió estrepitosamente su puerta haciéndole dar un brinco en su asiento dejando caer su pincel al suelo.


-¡Rayos Harry ya hiciste que arruinara el cuadro!- dijo molesto viendo el gran manchón en el pequeño lago que terminaba de trazar -¿porque armas todo ese escándalo?- el azabache ignoró olímpicamente sus reproches; la foto que previamente vio daba vueltas en su cabeza y era difícil de digerir. Su cabeza dolía, estaba tan cerca de materializar aquello que perdió, casi podía sentirlo.


El odio del rubio hacia su persona, porque se negaba a recordar, la semejanza de Peony con él, sus ojos verdes y cabello negro… poniendo todo aquello en contraposición tenía muchísimo sentido y más aun la cruel verdad; les falló a ambos durante esos cinco años y nadie hizo nada para impedirlo.


Harry lanzó un muffliato a la puerta evitando que nadie más escuchara todo lo que quería decir y saber; Draco abrió mas los ojos sintiendo una pizca de temor por lo que sucedería, se levantó con lentitud de su banquito mirándolo desconcertado.


-¿Porque no me dijiste que Peony es mi hija?- Draco se petrificó al escuchar aquella pregunta, sentía que el suelo se tornaba blando y nada podría detenerlo de caer; esperó esa pregunta pero no por el momento que todo estaba en orden, todo iba tan bien, “¿Por qué justo ahora?” se preguntó dolido. Sabía que nada dura para siempre, lo sabía; pero no quería aceptarlo.


Evadió la acusatoria mirada del ojiverde que respiraba pesadamente. Blaise siempre le dijo que tanto que rehuirle al pasado terminaría aplastándole y ya lo estaba haciendo.


-No tenias derecho a saberlo- contestó secamente dando un paso hacia atrás cuando el moreno avanzó hacía él.


-¡JODER, DRACO! ¿PORQUE?- lo acorraló contra la pared fría poniendo ambos brazos lado a lado de su cabeza sus miradas se encontraron desafiándose fijamente, Harry quería respuestas y Draco quería que se alejar; que no siguiera desenterrando el pasado -si es mi hija, sangre de mi sangre ¿porque no debería saberlo Draco? ¡No lo entiendo! ¿Porque permitiste que creciera alejada de mi cuidado y cariño? ¿Por qué me dijiste que su padre había muerto si soy yo? ¡Maldita sea! – sintió el característico nudo en su garganta impidiéndole hablar.


No era justo, el siempre anheló tener una familia con la persona dueña de su corazón, ver crecer esa pequeña vida, cargarle en sus brazos, escuchar sus primeras palabras, estar presente al dar sus primeros pasos… pero todo eso le fue arrebatado de una forma cruel y despiadada.


-¡Porque no! Me hiciste más daño que cualquier otra persona… tenía que alejarme de ti y alejarla a ella…-


-¿Porque no luchaste por lo nuestro? ¿Por mi?- esa pregunta lo ofuscó de tal manera que lo empujó para darle espacio.


-¡¿PORQUE?! ¡¿Quieres saber porque?!- preguntó violentamente sintiendo ya el nudo en la garganta que amenazaba con romper a llorar de un momento a otro; pero sería fuerte, si tanto quería saberlo, se lo diría, vaya que lo haría -Me lastimaste profundamente Harry Potter, mataste mi corazón de la peor forma posible, destrozaste mi confianza en los demás y en mi mismo, te burlaste, dijiste cosas hirientes y no quedando satisfecho con ello, ¡me lanzaste un crucio! ¡A mí! a quien juraste y perjuraste que no harías daño...- Harry no podía respirar, todo lo dicho, las lamentables lágrimas de Draco saliendo a borbotones de sus bellos ojos grises, los estruendosos sollozos, estrujaban todo su ser. Negó con la cabeza, no podía creerlo, era imposible.


-No... ¡Estas mintiendo!- dijo cubriendo sus oídos -¡ese no pude ser yo! Si yo te amaba… aun lo hago… no podría dañarte ya que eres parte de mi…- dijo comenzando a sentirse débil e impotente, no podía ser cierto. Su amor verdadero siendo apaleado y en qué forma por él –yo… no…-


-¡Pude perderla!- exclamó desgarradoramente llorando a lágrima viva -el embarazo estaba muy avanzado... madame Pomfrey dijo que fue un milagro que Peony no muriera...- Harry se derrumbó a sus pies aferrándose únicamente a su túnica especial de pintura y Draco comenzó a hipar limpiando sus ojos con el dorso de su mano –pero, fue gracias a mi padre... él... me proveyó de su magia durante las primeras etapas... ¿puedes creerlo?- sonrió melancólicamente al recordarlo, su siempre altivo y frío padre, dándole esa muestra de verdadero amor cuando más le necesitó.


-¿y tú qué hiciste? ni siquiera te tentaste el corazón para salvarlo... fue más tu aversión para hablar por él que otra cosa, convencido por los imbéciles a tu alrededor que reiteraban una culpabilidad inexistente… y mi padre… entró como res al matadero, tan débil que con el más ligero soplo de las congeladas temperaturas de Azkaban terminó en un santiamén con su vida...-


Draco cayó de rodillas ante esa revelación; jamás la había hecho pública y ahora, ver a Harry destrozado ante sus ojos, como si no lo creyera y tal vez era cierto por su jodido problema de memoria, pero no pudo callarlo. Se abrazó a sí mismo para evitar que su cuerpo siguiera temblando y lo miró con su tristeza infinita.


Los ojos verdes se opacaron ante el terror de siquiera imaginar la atrocidad que Draco le decía, era horrible, inimaginable.


-Draco… yo no podía hacerte daño… jamás…- no podían aguantar ese agónico momento de sentimientos expuestos, ninguno de los dos.


-¡Claro que sí y lo hiciste pero no lo recuerdas! ¿Por qué no lo recuerdas?- golpeó su pecho con desesperación ante la incapacidad que sentía. En verdad no era justo pasar por todo lo que pasó, sintiéndose tan solo y perdido cuando más lo necesitaba.


Los sollozos del Draco lo quebraron; quería gritarle que mentía, que no era cierto… él lo amaba, siempre lo amó, eso era más que claro para él; su fuerte ética jamás le permitirá ponerle un dedo encima para lastimarle o alzar su varita en su contra.


De rodillas se aferró al suelo con los puños cerrados; no quería creerlo, pero, una parte de su cerebro le decía que Draco no le engañaría con algo tan delicado como ello; sus acciones se lo decían y esos preciosos ojos tristes se lo advirtieron la primera vez, pero no hizo caso en su afrenta de querer recuperar sus recuerdos.


-¿Por qué Draco? Yo no podría… jamás lo haría… no te pondría en peligro a ti… nunca a ti…-


-Calla…- ordenó poniéndose a su nivel, viendo la miseria mental en la que se sumergía ante él y no podía permitirlo. Poniendo sus manos en su descompuesto rostro, lo levantó para que lo viera. Gimoteaba con fuerza su dolor al imaginar dañando lo que más amaba y con sus manos temblorosas tomó su espalda y siguió llorando –Harry… - el ojiverde se separó escasos centímetros de él apretando su cabeza con ambas manos ¿Por qué no recordaba? ¿Quién fue el bastardo que les hizo eso?


-Tengo que pensar…- dijo en un hilo de voz poniéndose en pie, necesitaba acallar el dolor en su cabeza para poder hablar correctamente con el rubio, se merecía más que un perdón, pero no podría hacerlo con su rostro compungido y su garganta seca. También necesitaba respuestas, cuanto antes.


Draco se quedó ahí en su lugar mientras lo veía alejarse a través de las llamas verdes.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Regresando a su casa se sacó los zapatos para poder estar descalzo; queriendo sumergirse en el olvido del abismo. Se  dejó caer en el suelo para sentir la dureza de la pared en su espalda y con su frío trató de calmar el dolor de cuerpo que se cargaba, todo le dolía por la tensión, sus ojos ardían por tanto llorar y la impotencia que sentía.


Rodeando con sus brazos sus piernas, se ovilló autocompadeciéndose. No creía poder ver de nuevo a Draco de la misma manera; ser el causante de su dolor, herirlo de aquella forma sobrehumana que le valió alejarlo de su hija… “tengo una hija” pensó con una mezcla de calidez y desazón, odio hacia los demás y hacia sí mismo “¿porque no lo evite?” sollozaba.


Era una niña hermosa, tan dulce nacida de su amor con Draco… “es amor verdadero” se dijo aun no creyéndolo; era mucho para digerir en un santiamén. Un grito de impotencia manó de su garganta desde lo más profundo de su alma. No era justo.


Respiró entrecortadamente tragándose su melancolía por dañar a quien más amaba, necesitaba respuestas.  ¿Quién podría dárselas? No tenía idea. Su garganta ardía al igual que sus ojos y su corazón.


Incorporándose de un brinco estaba dispuesto a ir a hacer justicia de su propia mano si era necesario, pero algo lo detuvo, un ruido proveniente de la chimenea lo alertó impulsándole a asomarse y vio las características llamas verdes de los polvos Flu.


-Hola Harry- saludó con su enigmática sonrisa su amiga Luna tratando de quitarse las cenizas de su ropa sin despegarle su mirada soñadora.


-Hola… Luna…- dijo abriendo mas los ojos; no la esperaba y mucho menos a quien traía detrás. Con pesadez se frotó los ojos por demás rojos y recibió lánguido el abrazo fraternal de la ex –Ravenclaw.


-Quita esa cara de idiota Potter- escupió la mujer viéndolo fijamente –tienes tres segundos para hablar en tu defensa antes de que saque mi varita…-


-Es un placer también verte… Parkinson…-


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Como leona enjaulada, daba vueltas en su lugar sin dejar de ver al azabache con ojos enrojecidos y con un semblante deplorable. Refunfuñó.


Cuando Luna Scammander llegó a su casa con aquella descabellada idea, se negó rotundamente a creerle; para ser honesta, no le resultaba nuevo lo que se esforzaba por expresarle, puesto que su querido dragón ya le había mencionado previamente aquella fantástica hipótesis del lavado de cerebro, pérdida de memoria del salvador del mundo mágico y demás.


“Patrañas” fue lo primero que pensó; pero la bióloga mágica tenía un as bajo la manga (o mejor dicho varios) porque exponiendo su amplio conocimiento logró crearle cierta duda en la actitud del moreno para con Draco y estaba dispuesta a escuchar su versión de las cosas; claro, no por ello quería decir que le creería de buenas a primeras pues la creciente desconfianza y repulsión que le generaba no se desvanecería así como así.


“Palabras contra hechos, algo difícil de elegir pero bastante obvio al mismo tiempo”


-Has un movimiento en falso Potter y el fin del señor tenebroso no se comparará en nada a lo que te haré, te retorcerá de dolor antes de siquiera poder saborear la muerte y tus agónicos gritos quedaran impregnados en las paredes de tu adorada casa… con gusto iría a Azkaban con una gran sonrisa como si fuera a ver al mismísimo Merlín sabiendo que obtuviste tu merecido sufriendo lo suficiente…- siseó la ex –Slytherin sin una pizca de ironía o broma que Harry supo que lo más prudente era no agregar más para tentarla; pero cuanto ansiaba gritarle que no era la forma de entrar a la casa de alguien.


-No tengo tiempo para tus cosas, Parkinson… exijo que me digas que estás haciendo en mi casa, en este instante-


-Maldito insolente…- estuvo a punto de estamparle una cachetada pero en el último segundo fue detenida por Luna.


-Harry, es fundamental que te calmes, venimos a ayudarte- la pelinegra rezongó nuevamente -Por favor, bebe esto querido Harry- dijo poniendo un vial en la mano, evitando que los dos no se mataran entre sí; de todas maneras iba preparada para cualquier cosa por si esos dos se les ocurría batirse en duelo –es por tu propio bien, entre más personas estén al tanto de lo que pase, mas rápido podremos resolver tu problema de memoria y encontrar al culpable- Harry abrió mas los ojos con un matiz de esperanza y a regañadientes accedió a tomarse el liquido transparente.


“Veritaserum” pensó casi al instante negando con la cabeza.


-Muy bien Scammander, estoy lista- dijo sacando con rapidez su varita al igual que Harry, pero Luna preparada para todo, lo desarmó sin que este lo notara y la morena con una sonrisa de autosuficiencia pronunció - ¡legeremens!-


-¡Maldición!- chilló Harry sintiendo su mente ser invadida por la ex –Slytherin. Indagó cada rastro de su memoria y por más que intentaba repelerla no podía; su oclumens está siendo evadido y eso le irritaba; odiaba esa sensación.


-¡Joder! ¡Nada!- exclamó la mujer dando un paso hacia atrás.


-¡Maldita seas, eres peor que Snape!- bufó cayendo de rodillas contra el suelo -¿y eso porque fue?- pero la morena no le contestó enseguida y comenzó a caminar de un lado a otro mordiendo el costado de su uña.


-¿Cómo le haces Potter?- escupió  mirándole con odio -¡cómo es posible que no haya nada! ¡Nada más que estúpidos encuentros de niños, peleas sin sentido y nada más!- estaba colérica, quería descuartizar a ese bueno para nada, pero ¿Por qué no encontró lo que estaba buscando? Algún indicio, algo que le diera la razón de que él fue el causante del daño irreparable en su dragoncito, pero no, era como si estuviera en… blanco.


-Te lo dije Pansy, Harry no recuerda nada y tú misma elaborarse el veritaserum con este debilitador especial y te metiste en su mente… - dijo la rubia ayudando a su amigo a levantarse; no quiso emplear aquel método, pero el tiempo se agotaba y la ayuda de la Slytherin era crucial para su plan.


-Pero… debe de ser una treta…- dijo dejándose caer elegantemente como una diva sobre el sillón cubriéndose la boca, indagando todas las posibilidades, negándose efusivamente que el moreno fuera inocente.


-¿Qué jodidas buscan? Porque no mejor me explican en lugar de invadir mi mente como si fuera su ¿qué?-


-Tranquilo Harry, traje chocolate, te ayudará- dijo alargándole la barra que el azabache dudó en tomar –mira, le expliqué a Pansy sobre tu hechizo y sé que podrá ayudarnos- sonrió tiernamente –pero primero quería cerciorarse que tus intenciones no son malas…-


-¿No pudo preguntarme mejor?- preguntó jadeante, odiaba aquella sensación de invasión, hacía años que no la sentía y agradecía por ello hasta ahora que se repitió el cometido.


-No- contestó tajante la ojiverde –Ok Scamander, digamos que creó esta estúpida cosa ¿Qué sigue?- la rubia asintió gustosa y tomó asiento a su lado.


-Este caso es algo truculento… desde un principio me lo pareció- hizo una pausa cerciorándose que ambos le estuvieran siguiendo el hilo -tu relación con Draco siendo fracturada, tu memoria perdida, todo esto es como un juego de ajedrez que debió resolverse a su debido tiempo, pero debido una y otra cosa ya no pude indagar como era debido y realmente me lamento pues las cosas podrían haber sido muy diferentes…- les miró con verdadera aflicción, la pelinegra bufó pues al parecer no estaba para platicas sentimentales.


-Pero bueno, aunque aún tengo dudas sobre el conjuro sobre ti, Harry, todavía no me queda claro porque con tan terrible hechizo alguien te dio a beber “poción del olvido” hace seis años, es muy extraño- Harry abrió la boca desmesuradamente; nadie le mencionó ese detalle.“¿Por qué nadie se toma la molestia de decirme las cosas que conciernen a mi o a mi salud?”


-¿Poción del olvido?- repitió como autómata; las palabras le sabían mal; eso era bajo y maquiavélico “bueno, como la mayoría de las cosas que me suceden….”


-Supuse que no lo sabías… Madame Pomfrey nos lo dijo hace tiempo… a mí junto a los chicos… y eso me hace pensar en muchas cosas que estaba pasando por alto… pero comienza a ser claro al fin y si mi hipótesis es correcta, quiere decir que estoy más que cerca de encontrar al culpable… o a los culpables-  la cabeza comenzó a dolerle nuevamente ¿de qué iba todo eso? Primero con aquella revelación monumental de parte de su adorado rubio y ahora esto.


-Y si estas tan cerca ¿Por qué me necesitas?- se cruzó de brazos molesta la ex –Slytherin, ya se estaba hartando y su poca paciencia no duraría.


-Porque, a diferencia del oblitus, la poción del olvido si tiene un antídoto… y ahí intervienes tú- sonrió enigmáticamente y suspiró pesadamente asintiendo a la par que sacaba de su bolsa un estuche que agrandó con un egorgio.


-Trágatela Potter- siseó molesta siendo mirada con ira por parte del salvador de mundo mágico y también reprendida por la rubia que le imploraba que fuera más sensible.


-Espera Pansy… que… si mi suposición es acertada y si utilizaron esa pócima para lo que creo… esto será muy tormentoso de ver…-


A Harry no le gustó como el hilo de la conversación y menos cuando las mujeres se regresaron a ver con complicidad.


-Aquí la pregunta sería… ¿Qué tanta es tu voluntad para recordar, Harry?-


 

Notas finales:

Ejem, Ejem =w= ¿les a pasado que la serie de sucesos desafortunados se desatan en el mismo dia? a mi si y creo que se vio reflejado en el capi jeje...

*Corre a esconderse* Espero que les haya gustado el capi pues me costo mucho trabajo escribirlo! @@ 

Cualquier duda, comentario, tomatazo, lo recivo (aunque creo que tendre que comprarme un paraguas porque presiento que seran muchos jeje)

Les mando muchos besitos!! los adoroo!~


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