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My Last Goodbye por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

wii ya estoy por aqui nuevamente mis amoreshh!!

¿como les va? espero que muy bien!! (quisiera decir lo mismo, pero ya saben, a mal tiempo, buena cara :9)

quiero mandarles muchos muchos besitos y abracitos a todas las personitas que me leen cada que publico! mil gracias! y quiero mandarles saludines especiales a: kaorugloomy, QueenRaven-Stark, Luis, grimmyschiffer, Marshalperroyaoista y Sara!! wii domo arigato por comentar!

Ahora si, a leer se ha dicho!! 

No sabes cuan divertido fue jugar contigo Malfoy, tenerte en mis manos para después aplastar tu patético corazón...


Apretó con fuerza sus ojos y trató de acompasar su agitada respiración “no,  no, no… no cálmate, no armes una escena”se decía tratando de olvidar aquellas palabras que aun dolían como si apenas ayer las hubiera escuchado.


No podía, simplemente no podía acallar el dolor de su pecho, su creciente ansiedad y repiqueteo de su corazón, no podía ser cierto, pero ahí estaba parado en esas cuatro paredes color crema cubiertas con cuadros de diplomas, uno que otro de naturaleza muerta y bodegones. El mueble caoba le marcó el límite y sabia que debía de evitar a toda costa mirar hacia ahí.


-¿Malfoy?- preguntó esa maldita voz, pero esta vez no fue en su cabeza, si no fue de la persona que estaba frente a sí, tan diferente, con su bata blanca, unos pantalones claros y zapatos a juego, el cabello sorprendentemente bien peinado y sin las usuales gafas torcidas; en definitiva, el chico escuálido de la escuela solo era un atisbo de lo que veía. Aclaró su garganta y mantuvo la barbilla en alto, no se merecía verlo doblegarse, no le daría la satisfacción.


-Potter…- dijo finalmente tomando asiento en la silla negra dispuesta para los pacientes sin contestar el cordial saludo de la mano del ex –Gryffindor. El ojiverde carraspeó y retiró la mano en alto que le había ofrecido al rubio momentos antes para tomar asiento frente ellos.


-¡Señor Harry!- exclamó la pequeña Peony acercándose al azabache sobresaltando a ambos adultos. Por parte del sanador  su rostro se iluminó al ver esa inocente carita, aunque ahora traía el largo cabello negro desparramado por su espalda y sus mejillas teñidas en un brillante tono carmesí, reconoció a la pequeña que conoció el día anterior.


-¿Peony?- preguntó con alegría y la niña asintió. Por parte del rubio eso no fue para nada placentero, ver esa reacción por parte de los dos como dos viejos conocidos de años.


Palideció. -¿Qué? ¿Cómo lo conoces?- preguntó aterrado dándole una aprensiva mirada a su hija que solo se encogió en su lugar pues recordó el santo regaño que le dio por hablar con extraños y trató de evadir su mirada.


-Es mi salvador papi…- hizo una pausa para toser –el me salvó cuando me separé de ti en Hogsmade…- avergonzada miró a su padre jugueteando con uno de sus mechones rubios “joder, ¡¿Por qué tenía que ser él?!”pensó a la par que sentía su interior gritar como una agónica banshee.


Harry no podía creer que esa adorable niña era hija de su tan conocido enemigo de la escuela y ahora lo proclamaba como su héroe; pensó que en definitiva el mundo era pequeño e irónico“quién lo diría”se dijo con una disimulada sonrisa.


Por su parte, Draco no dejaba de maldecirse y maldecir el cochino destino que lo tenía ahí ¿Por qué entre todos los sanadores le tuvo que tocar ese?


-Ahh…- fue lo único que pudo pronunciar adecuadamente.


Harry arqueó una ceja en cierta medida divertido al notar la desazón del rubio y el tic nervioso que le dio en la pierna, se veía muy diferente, su cabello sin un atisbo de gomima se acomodaba tras de sus orejas en una pequeña coleta baja; su ropa se veía demasiado sencilla compuesta de vaqueros oscuros, un polo verde palido, un abrigo de lana café y sneackers, nada que ve con la desbordante elegancia de siempre y costosas túnicas hechas a la medida.


Que extraño” pensó deteniéndose aun más en las demacradas facciones afiladas, pero más delgadas aun de las que recordaba; unas remarcadas manchas obscuras bajo los ojos seguro por la falta de sueño captaban su atención tan fuertemente… algo cosquilleó en su cerebro como si un nuevo recuerdo (o intento de) quisiera asaltarlo, con un movimiento de cabeza regresó a su actitud profesional.


-Muy bien Peony, como veo tienes un fuerte resfriado- dijo cortando de raiz su  linea de pensamiento  y el extraño detenimiento que hizo al observar a Malfoy y regresó a su comoda zona de comfort; su trabajo


-pero debido a que es la primera vez que me consultas debo hacerte unas preguntas para tu historial clínico ¿de acuerdo?- la pequeña asintió -¿Malfoy?- era su deber preguntar al padre en cuestión pues más que nada él, era quien respondería. El rubio prefirió darle por su lado con un bufido.


Tras unas breves preguntas que contestó secamente, Harry procedió a examinar a la pequeña, a quien le pidió que tomara asiento en su camilla para checar sus signos vitales.


Hizo empleo de su varita que emanaba una pálida luz blanquecina; la pasó por su pecho y espalda hasta llegar a la garganta donde se convirtió en un haz rojizo denotando inflamación. Una muy rápida vuelapluma se encargó ahora del historial para poder proseguir con su exploración. Examinó sus oídos y ojos hasta que estuvo satisfecho pues ya tenía un diagnostico; palmeó su cabeza indicándole que podía bajarse y regresar al lado de su padre.


-Pues tiene la garganta irritada y febrícula por tanto diría que se trata de una infección, recetaría en estos casos una poción pimentonica…-


-Pero ella es alérgica- siseó molesto “entonces de que sirvió el estúpido interrogatorio si no pusiste atención pedazo de idiota…” comenzó a rezongar en su mente cruzándose de brazos dándole una severa mirada.


-A eso iba… me refiero que con la poción pimentonica en cualquier caso sería lo más efectivo, sin embargo debido a su condición le recetaré un difusora de aceites naturales para despejar sus vías respiratorias, suplementos vitamínicos y un jarabe magistral- “¿así o más muggle?” pensó Draco, la pequeña arrugó el ceño al pensar que de seguro el jarabe no sabría a fresa.


–Toma suficientes liquitos y mucho reposo… también creo que le recetaré unas inyecciones, para ser exactos, tres… de la cual te aplicaré una ahorita mismo y las demás serán cada tercer día- Peony abrió mas los ojos e hizo un puchero, sabía que dolería.


El azabache intuyendo los pensamientos se le acercó con una alegre sonrisa –descuida, solo sentirás un piquetito- dijo guiñándole un ojo. Antes de notarlo, el medimago distrajo a la pequeña haciendo gala de su excelente trato con los niños y en efecto la pequeña no sintió mayor problema.


-¡Wow no se sintió nada!- dijo entusiasmada Peony.


-Ten- le alargó una paleta de cajeta que comió gustosa al instante -con eso debes de presentar mejoría, sí algo no va bien, me vuelves a consultar para mandarte a hacer análisis, lo cual dudo pues te ves una niña adorablemente sana- dijo jovial haciéndole su receta.


-Gracias señor Harry-


-De nada Peony, cuídate- dijo abriéndoles la puerta de su consultorio -…hasta luego Malfoy- volvió a ofrecer la mano con la usual cordialidad medica, nada fuera de lo común, como simples extraños ajenos de la vida. Draco solo atinó a darle un ligero roce, aun no se sentía con fuerza para tenerlo tan cerca, sin embargo Harry sintió algo extraño que hizo que le doliera la cabeza.


-Rayos…- masculló el azabache sobándose la sien izquierda deteniendo el contacto al instante; esa característica punzada yo lo tenía harto.


-¿Se encuentra bien?- preguntó la niña mirándolo con sus ojos verdes llenos de preocupación.


-Sí, descuida, es… una migraña que me cargo, no es nada, he soportado cosas peores- dijo restándole importancia haciéndole un ademan con la mano los despidió. Draco arqueó una ceja y sin querer decirle nada mas, tomó la mano de su pequeña y comenzó a alejarse de ahí a grandes zancadas, sentía que le faltaba el aire.


“Tonto, estúpido Potter” pensó recargándose con trabajo de la pared. Realizó sus respiraciones para que no le diera un ataque de ansiedad y cerró los ojos.


-Papi ¿estás bien? Te vez agitado…- preguntó algo consternada pues el semblante de su padre dejaba mucho que desear, estaba más blanco que el papel  parecía que había visto un fantasma.


-Claro que si muñeca, ven- dijo estrechando con cuidado su pequeño cuerpo que tanto bien le hacía –todo está bien…- o eso quería creer.


Tras recoger su “medicamento” tenía que desaparecer de ahí, cada segundo contaba y sentía su alma desfallecer, su corazón roto aun sangraba a través de los parches del tiempo que aun eran delgados y frágiles… “maldición… no” pensó al sentir el nudo en su garganta amenazando con llorar de un momento a otro.


-¿Qué te parece si vamos con tía Pansy y tío Blaise?- aunque la pregunta era mas que nada una afirmación de que irian, la nila asintió. Draco sabía que llevar a una pequeña enferma que era un riesgo de alto contagio para sus amigos, pero aunque estaba siendo egoista, no quería estar en otro lugar que no fuera con ellos.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


“¿Que fue eso?” pensó Harry desparramándose nuevamente en su silla, ya tenía tiempo que no le daba así de fuerte “rayos, siento como si nuevamente estuviera conectado Voldemort” se dijo molesto.


Se dispuso a salir y despejar la mente, realmente fue tan bizarro lo acontecido. Tomó un vial para calmar su dolor y sacó de su gaveta su vieja snitch dorada, tratando de concentrarse solo en ella para aclarar su nube de cosas inservibles que aun flotaban en su cerebro, pero parecía que ahora su mente se negaba a cooperar.


-Quien lo diría, Malfoy con una hija… pero que raro, cualquiera esperaría que la boda de ensueño del niño mimado saliera en el periódico…- se alzó de hombros, no es que le interesara, aunque si notó algo extraño con el rubio, una extraña tristeza nublaba la ya suavizada mirada altanera y lo más extraño del caso es que no llevaba ningún anillo en su anular…


Sabía que tras la caída de Voldemort la familia Malfoy se había quedado con casi nada de su antiguo esplendor… incluida la tan preciada Malfoy Manor ahora propiedad del ministerio debido a todos los actos “oscuros” que se llevaron a cabo ahí.


Harry tenía sus sospechas de que con eso, más la mitad de sus ingresos los usaron para saldar sus cuentas por pertenecer a las líneas enemigas y el intento de homicida por partida triple del rubio.


Incluso después de él mismo saldar su pendiente con Narcissa Malfoy dando su testimonio al Wizengamot, a esta se le permitió libertad condicional, lo último que supo de ella fue que se había recluido en casa de su hermana Andrómeda, pero de la infinidad de veces que había ido a ese lugar jamás la vio por ningún lado.


Por otro lado, Lucius Malfoy no tuvo tanta suerte pues por sus crímenes contra la seguridad y múltiples masacres a su nombre fue condenado a cadena perpetua en Azkaban, donde contrajo una terrible enfermedad que deterioró su vida hasta acabar con esta…. No es que haya estado en su alta estima el rubio mayor, pero él, a diferencia de su familia no recibió juicio alguno y eso ya era una injusticia.


Por parte de Draco fue como si se hubieran desvanecido en el aire, nadie sabia nada de él, ni un anuncio, una noticia, absolutamente nada... “¿Qué le habrá pasado?” se preguntó con curiosidad.


-Harry…- llamó una voz sacándolo de su ensimismamiento.


-¿Ginny?- dijo sorprendido al ver a la pelirroja con su alegre semblante enfundada ese precioso vestido blanco con diminutas flores azules que tanto le gustaba sosteniendo una pequeña maleta en el costado.


-¿Tienes tiempo?- preguntó jovial, a lo que el chico asintió.


Sin entretenerse mucho le dijo a su asistente que saldría unos segundo con su ¿novia? “si… novia” se repitió mentalmente mientras se dirigían hacia las fuentes tras de San Mungo, un lugar tranquilo que muchos medimagos ocupaban para comer rápidamente un tentempié, conversar o simplemente salir a fumar.


-Harry… quería decirte que haré lo que dijiste, darnos un tiempo para nosotros para nuestro bello futuro… así que acepté el trabajo que Charlie hace poco me ofreció como ayudante en el santuario de dragones-


-¿Estás segura? Me habías dicho muchas veces que no te gustaba Rumania y mucho menos te habías visto viviendo allá…- dijo incrédulo ya que más de una vez la chica había expresado su descontento de siquiera aceptar ese empleo.


Por el momento era obvio que no podía ponerse sus moños; pues con una  lesión en el brazo que no sanó bien tras una fuerte caida en pleno partido no podía reclamar su lugar de cazadora con las HolyHead Harpies y su actual aburrido trabajo en la Oficina de Realojamiento de Elfos Domésticos no redituaba ni la mitad de lo que se merecía, ambos sabían que lo que le ofrecía Rumania, económica y laboralmente hablando era una maravilla.


-Claro, Charlie dice que no es tan malo como pensé… a parte serán solo seis meses…- dijo rodeando el cuello del medimago con cariño -¿es suficiente tiempo para ti, cariño?- Harry se sintió algo culpable, sin embargo en su interior sentía que era lo correcto.


-Sí, parece que si…-


-Bueno querido mío- agregó tomando su mano para ponerle el reloj dorado que le regaló por su aniversario y se le quedó viendo durante unos segundos con una media sonrisa para después dirigir sus castaños ojos hacia él –nos vemos en seis meses, bebe- tomando su mejilla con su mano, le dio un beso lento como para que los labios de su amor no fueran a olvidarla.


-Nos vemos…- dijo en un murmullo quedo al vacio espacio en el que desapareció y como si no pudiera creer el aire nuevo que respiraba cerró los ojos apreciando las posibilidades y la culpable libertad que sentía.


 

Notas finales:

Pheww espero que les haya gustado!! (ahora me tarde mas de lo usual en corregir mis errores y conste que no ortograficos a si que si ven un "horror" por ahi, se lo saltan jajaja)

espero sus lindos y sensuales rr!! <---- ok, no .__.U

jeje les mando muchos besitos!! <33

 


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