-Duele- dije levantándome de mi cama, sobe mi cien, tenia un intenso dolor de cabeza.
-Shion, tu desayuno esta listo-grito mama desde la primera planta.
-Ya voy- dije, me puse el traje, acomode mi camisa colocándome la corbata, de nuevo el nudo no me quedaba, lo deshice y volvi hacer.
-Es no es la forma adecuada de hacerlo- dijo Nezumi tomándome en sus brazos, mi corazón empezó a palpitar, cogio mis manos las cuales temblaron.
-Nezumi.
-Esta es la forma correcta de atarla- dijo atando mi corbata.
-¿Por qué estas aquí?
-Dejaste la ventana abierta, de igual manera venia por ti
-¿Si?
-Voy hacer unas vueltas por donde trabajas, vine a recogerte.
-No he desayunado.
-Bueno pues hazlo.
-¿Quieres desayuno?
-No, ya desayune.
-¿Kazumi cocina?
-Si.
-Ya veo- dije bajando hasta el primer piso, comi todo el desayuno en silencio, mama y Nezumi se encontraban charlando en la sala, lave mi plato.
-¿Vamos?- pregunte interrumpiéndolos, él se levanto, beso la mejilla de mama y se acerco a mi.
-Si- contesto abriendo la puerta, hacia frio, el cielo estaba nublado se veía que pronto llovería.
-¿Llevas paraguas?
-No.
-Deberias, Nezumi si te llegas a enfermar…
-Nada pasara, ya no estamos en el bloque oeste, si me llego a enfermar habran personas que cuiden de mi, tambien lo haras ¿Cierto?
-No lo dudes-dije sonrojándome, fuimos hasta el lugar en donde trabajaba el entro dejando su chaqueta en mi silla, se sento en esta, mire hacia la ventana, senti su pesada mirada, una mirada que me asesinaba.
-¿Qué tienes Shion?
-Nada.
-No me mientas, desde hace tiempo estas extraño ¿Qué te sucede?
-Estoy bien.
-Mírame y dímelo a los ojos.
-No puedo hacerlo.
-¿Por qué no?
-Porque no estoy bien, como quieres que este bien sintiendo esto, no puedo dejar que esto me sofoque, y se que nada sucederá pero yo… aun guardo esperanzas, siempre lo he hecho, siempre he sido un cobarde- grite mientras mis lágrimas caían
-¿De qué hablas Shion?
-De que te a…
-Miembro Shion- dijo un hombre interrumpiéndome, seque mis lágrimas.
-¿Qué sucede?
-Yoming intento escapar de la cárcel, pero fue interceptado antes de lograr su objetivo.
-¿Cómo fue que hizo eso?
-Tiene ayuda, no sabemos cuantos, pero si no se cuida, quizás el podría escapar e intentar vengarse.
-Lo entiendo, gracias.
-Muy bien, no siendo mas me marcho- dijo el hombre yéndose, no quería estar a solas con Nezumi, ¿qué es lo que iba hacer?, algo realmente estúpido.
-¿Qué es lo que ibas a decir?
-No es nada, olvídalo todo, tengo que hacer trabajo levántate- dije quitando a Nezumi de mi silla, él se sentó en mi escritorio sin quitarme la vista de encima.
-Ciertamente eres un cobarde.
-Callate.
-Bueno me ire-dijo levantándose-Quizás venga a recogerte- salió de la oficina dejándome solo.
Toc toc
-Siga- conteste ante los golpes de mi puerta, ya habia pasado bastante tiempo, el sol ya se empezaba a esconder.
-Shion, vengo de visita- dijo Hideyuki, le sonreí haciéndole ademan de que se sentara, él se sento junto a mi con una gran sonrisa en su rostro.
-¿Cómo te encuentras?- dije sirviéndole te
-Bien, no te preguntare como vas, con esa ojeras me puedo dar de cuenta que no duermes muy bien- dijo acariciando mis ojeras, me sonroje.
-Supongo.
-Sabes eres muy lindo cuando te sonrojas.
-Gracias- susurre
-Demasiado-susurro él acercándoseme.