Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

revelacion ... por alex luna

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

espero que les guste el cap

Yozack

 

Al llegar a casa, el doctor nos esperaba, después de una rápida revisión se fue—mi capitán—lo ayude a subir las escaleras

-¿Qué pasa?—lo mire a los ojos mientras le decía todo lo que paso en el bosque con Shinou el día que escaparon de pacto de sangre, al principio se sorprendió para después echarse a llorar.

-no llores

-no puedo evitarlo—después de un rato de llanto y gimoteos—Shinou bendijo a mi hijo

-nuestro hijo—lo corregí, de inmediato se soltó riendo.

-hay que comprarle ropa los juguetes, le quiero hacer la cuna y tienes que ir por las cosas que he tejido, las cobijas—escucharlo planear todo me asustó, todos los anteriores embarazos el siempre terminaba destrozado, no sabía si dejarlo ilusionarse o si traerlo de nuevo a la realidad, darle a entender que podría fracasar—te lo imaginas que se parezca a ti—sonrió como hace años no lo hacía, lleno de júbilo y paz “que importa, esa sonrisa vale el riesgo”—mañana mismo buscare todo, pero de la cuna me encargo yo

-está bien—hizo un leve puchero

-y ya sabes todas las reglas del doctor

-las sé de memoria—le bese la frente—ya es hora de comer

-por supuesto—le prepare una abundante comida.

Para comodidad de este embarazo la hija del sastre nos iba a ayudar en la preparación de comida, el doctor vendría cada tres días a una revisión, mande a traer a Pérez, como el regresara con trabajadores solo que aparte va a traer  unos aparatos y medicamentos especiales para el embarazo, luego baje la  cama al primer piso y la puse en la sala ya que Conrad debía de evitar cualquier esfuerzo.

 

Gwendal

Estábamos en el jardín en nuestro tercer día de luna de miel, cuando los osos abejas fueron recorriendo los terrenos de la mansión, tanto Gunter como yo los contemplamos y les dimos de comer, se veían adorables y más cuando mi esposo se abrazaba a ellos, pasamos en la mansión dos semanas más cuando regresamos a pacto de sangre.

Mi madre nos esperaba eufórica, y para mi vergüenza también nos presionó con que le diéramos un nieto, a mí me encantaría tener un hijo pero tampoco e iba a presionar las cosas.

Yuuri fue muy eficaz al terminar todo el papeleo, era lo único que había mejorado de su majestad porque mi hermanito seguía de celoso.

Cada que podía aprovechaba para abrazar a mi esposo, este poco a poco estaba cediendo algunas actividades a su majestad, lo que le permitía a Gunter tener más tiempo libre, que aunque no lo pasaba con migo  lo aprovechaba para ir con los caballos, que para mi suerte podía alcanzar a ver desde la ventana de mi  oficina.

Murata

Después de la reunión con mi familia fui a mi cuarto y me encerré, necesitaba estar solo, Yoko Shinou y Pérez estaban en la sala, esperando a que yo saliera.

Después de un rato logre calmarme, creo que todo fue demasiado para mí, pero lo pensé bien y con los únicos que valdría la pena tratar de conocer serian mis abuelos, Salí de mi habitación tome un café bajo la atenta mirada de todos—ya me calme—dije, me senté junto a Yoko

-fue una pésima primera impresión, aunque soy mil veces mejor que la que se dice tu abuela

-tienes razón—le sonreí

-¿Qué vas a hacer?—me pregunto Shinou

-por el momento sé que no quiero volver a toparme con mi madre

-Y tus abuelos—dijo Pérez

-de ellos no se creó que debo de conocerlos pero no estoy seguro, por el momento no quiero ver a nadie.

Ya en la noche Pérez tuvo que tomar un vuelo a estados unidos, mientras Shinou se iba a quedar en su habitación, me avergonzó lo que iba a hacer pero no me importo—Shinou podrías quedarte en mi habitación—antes de que dijera alguna tontería—solo no quiero dormir solo—me siguió en silencio, cuando nos acostamos me abrazo, al hacerlo me sentí querido, antes de siquiera darme cuenta lloraba, Shinou solo me abrazo más fuerte.

Al día siguiente me reuní con mis abuelos en el mismo café, se comportaron más serios hasta podría decir que deprimidos, hablamos por varias horas, fue extraño pero me sentí más tranquilo, ellos me entregaron un sobre con una tarjeta de crédito, dirección de su casa me dijeron que podía contar con ellos, que vendrían a Japón seguido, como muestra de confianza les anote mi dirección y teléfono en una libreta—nada más que no se lo den a mi madre—les pedí después de una larga despedida y la promesa de llamar seguido.

Ese día regresamos a Shin Makoku con cercas de un centenar de trabajadores y Pérez, sumado a una gran cantidad de maquinaria.

Yuuri nos esperaba del otro lado, la mitad de los trabajadores pusieron paneles solares por todo el techo del castillo, modernizaron el castillo, los demás se dedicaron a hacer lo mismo pero con el pueblo. Estos trabajadores tenían prohibido hablar con cualquiera de este reino. Con ayuda de los soldados y científicos del reino, la instalación de todo el castillo y el pueblo fue en una semana, luego se separaron por una docena de soldados y cinco trabajadores se fueron a diferentes aldeas por todo el reino, a las más grandes fueron más soldados.

 

Yozack

 

Pérez había llegado con maquinaria a nuestra casa junto con Gunter y dos trabajadores, los trabajadores instalaron todo mientras Pérez puso una maquina en la sala junto a la cama donde estaba acostado, según lo que leí hace años era una máquina para hacer ultrasonidos

-Conrad levántate la camisa—de inmediato iba hacerlo no podía esperar para ver a mi hijo, pero Yozack no me dejo, puso su mano en mi vientre evitando que levantara mi camisa, lo mire, pero este no me estaba prestando atención a mi sino a Pérez, sus celos no me dejaban ver a mi bebe—es necesario esta máquina nos dejara ver al bebe—dijo mi viejo amigo, mi esposo estaba de terco, presione su mano para que me mirara

-quiero ver a mi bebe—sentí como mis ojos empezaron a arder, Yozack soltó mi camisa, la  levante dejando ver la curva de mi vientre, que crecía rápidamente

—Yozack ponle esto por todo el vientre—lo obedeció y me puse un gel algo frio—muy bien, este es un ultrasonido—dijo mientras frotaba la pequeña maquina sobre mí, sujete la mano de Yozack necesitaba sentir su seguridad, al ver a la pantalla no distinguía nada—vaya esto no me lo esperaba

-¿Qué pasa?—me asuste

-nada malo—trato de tranquilizarme mi amigo

-entonces

-felicidades es más de un bebe

-gemelos, Yozack tendremos gemelos—no lo podía creer

-yo diría que trillizos, es algo frecuente cuando una persona se somete a los tratamientos como tú que tienen embarazos de múltiples bebes

-trillizos, son tres tendremos 3 bebes—no pude evitar llorar, mi esposo me beso

-aquí los pueden ver—eran tan pequeños—tienes 12 semanas de embarazo

Pasamos varios minutos contemplando la imagen de mis bebes, luego Pérez me hizo un examen médico más extenso.

 

Murata

 

Estaba en el templo de Shinou, las últimas semanas me ha consentido en varias cosas, a traído nuevos libros, me  daba flores frescas todas las mañanas lo cual era muy cursi pero me hacía sonrojar cada vez, luego me decía cuanto me amaba en unas muy raras poesías que lo único que me provocaban era risa pero me gustaba todo ese esfuerzo en conquistarme era tan tierno.

Sin darme cuenta esperaba el momento en que diera el siguiente paso.

Era un día soleado fui al jardín y me senté en la sombra de un árbol a leer uno de los tantos libros nuevos

-ken—alcé la vista para  ver a Shinou

-hola—le salude

-me arias el favor de dejarme  acompañarte un momento

-que serio estas, ¿ocurre algo?—le pregunte mientras se sentaba, me tomo la mano y me miro con una intensidad que me sorprendió

-¿quieres ser mi novio?—quería gritarle que si pero me contuve por unos breves segundos donde recordé viejos amores en mis vidas pasadas y como siempre tuve dudas, esta vez de que su amor fuera hacia el primer cuerpo que habito mi alma “al gran sabio” pero la dedicación que ha tenido con migo los últimos meses  me hicieron darme cuenta que era a mi persona mi yo actual del que estaba enamorado lo que ocasionó que lo  amara aún más.

 

Shinou

 

Le acababa de pedir que fuera mi novio, al principio pareció sorprendido, miro hacia el árbol, evitando mi mirada, no quería presionarlo pero en verdad quería que dijera “si”, un leve sonrojo cubría sus mejillas

-Shinou yo quiero ser tu novio

De inmediato lo abrase, quise besarlo pero la tradición decía que solo se podían dar escasas muestras de afecto solo cuando se era prometido se podía  dar besos y una que otra caricia hasta convertirse en esposos. Era un arduo y largo camino si es que quería ser su esposo. Pero normalmente en este país el tiempo de noviazgos es una especie de prueba para conocerse entre sí y si ambos estaban de acuerdo pues se pedía matrimonio y como yo estoy completamente seguro solo falta que mi amor me acepte como su futuro esposo.

Le recite una poesía que recién le escribí, sé que le causaba gracia pero eso no evitaba que lo hiciera.

Regresamos a mi templo, los siguientes días me permití ser un poco cariñoso al abrazarlo frecuentemente y acompañarlo a pacto de sangre, al quinto día de ser novios no me aguante y le pedí matrimonio frente a las sacerdotisas, golpee lo más suavemente que pude su mejilla, mi pelinegro se quedó en shock, Ulrike me pregunto si estaba seguro

-sí y no me arrepiento—una vez que vi cómo se normalizaba la respiración de mi estratega pude escuchar un susurro—si

-Si—le di un casto beso, lo que provoco los chillidos de las sacerdotisas eufóricas—hay que celebrar, inviten a todos los de pacto de sangre.

-Shinou—lo mire esperando a que me dijera algo—yo—parecía meditar sus palabras—gracias por esperar—me miro dulcemente

-no, el que te tendría que agradecer seria yo, gracias por aguantarme todos estos años—le volví a robar un beso.

-cuando quieres casarte—me pregunto

-lo más pronto posible

-mañana al atardecer—me alegro saber que él tampoco quería esperar

Fuimos al balcón para ver como llegaban mi descendiente, y compañía.

Apenas llagaron a donde estábamos

-Shinou que ocurre—dijo preocupado Yuuri, mire a ken, el cual dio un paso adelante

-queríamos hacer un anuncio, de algo que va a ocurrir en los próximos días—podía ver las caras de terror de los presentes esperando lo peor, mi peli negro me hizo señas de que continuara

-hace un momento le pedí matrimonio a ken Murata por lo que espero su asistencia a nuestra boda, mañana—debo admitir que me dio gracia ver sus caras ojos como platos y las bocas abiertas viéndonos, el primero en reaccionar fue el energético consejero Gunter

-Felicidades—grito, para después hacer la debida reverencia, de él le siguieron los demás lo único que llamo mi atención fue que Yuuri se alejó un poco con ken para hablar, trate de escucharlos pero me fue imposible

 

Murata

 

-ken tú de verdad quieres casarte con el

-si Shibuya

-pero él tiene más de cinco mil años

-mi alma tampoco es joven

-pero él es como un fantasma—Yuuri parecía asustado

-pero consiguió un cuerpo, ahora es como cualquier mazoku,

-pero

-nada de peros lo amo y no cambiare de parecer—me inspecciono con la mirada un momento

-supongo que lo amas mucho

-si

-y no te costó nada aceptarlo, en cambio yo le hice tantos desplantes a mi amor—me sentí un poco mal por Shinou

-en realidad el me ha declarado su amor desde hace varios años pero nunca me anime a dar el siguiente paso, yo sabía que lo amaba pero no le tenía suficiente confianza

-quien diría que nosotros terminaríamos enamoraros de esos rubios

-en realidad nadie creería que ellos se enamoraran de nosotros somos bastante afortunados

-tienes razón—Yuuri se rio-bueno será mejor que regreses con tu prometido por lo que veo es igual de celoso que mi rubio, discretamente mire de reojo y ahí estaba Shinou con una pequeña aura maligna a su alrededor

Regrese con él, cenamos con todos y me reuse bastante a una boda tan llamativa como las demás.

Al día siguiente para mi sorpresa las sacerdotisas me tenían preparado un traje blanco muy parecido al que una vez uso wólfram. Y tuve que realizar las mismas tradiciones que todos los mazokus.

Las sacerdotisas se encargaron de decorar todo el templo, solo faltaban unos minutos para que tuviera que ir al altar, Shinou ya me esperaba ahí,  me sentí muy avergonzado al ver a Pérez y Yoko fueron invitados, Yoko fue traída de la tierra en la mañana pero no había tenido oportunidad de verla hasta ahora, ella me iba a llevar al altar y Pérez seria mi padrino,

-te vez tan hermoso de blanco—esa y una docena más de piropos me decía Yoko.

Pérez me quitó mis lentes—no los necesitas, Yoko te llevara—trate de quitárselos pero realmente mi vista era mala y no distinguí donde estaba

-devuélvemelos—le pedí

-ya de acuerdo, te traje de contacto—lo hubiera dicho antes. Después de ponérmelos una sacerdotisa dijo

-ya es hora excelencia

Llego el momento, la música sonó, y empecé a caminar junto a Yoko hasta el altar. Trate de mantenerme calmado, al ver la mirada de completa devoción que me dedico mi futuro esposo le sonreí, el vestía un traje muy similar al que normalmente llevaba solo que blanco con adornos dorados, al llegar al altar no preste atención a todo lo que decía Ulrike por contemplar los grandes ojos de Shinou.

-Shinou aceptas a ken Murata como tu consorte

-si acepto

Y tu ken Murata aceptas a Shinou como tu esposo—acepto—todos gritaron de alegría

 Debo de admitir que me avergonzó cuando me beso enfrente de todos, luego una alegría me invadió al darme cuenta que pasaría el resto de mi vida junto a la persona que amaba, caminamos hasta el comedor para cenar junto con todos, después de que todos nos desearan un feliz matrimonio y la mejor fortuna se retiraron dejándonos para la noche de bodas.

 

Conrad

 

Me aburría mucho al estar acostado todo el tiempo solo me podía levantar un par de veces al día para caminar donde Yozack no se despegaba de mí, para entretenerme leí varios libros y mi esposo movió el colchón junto a la ventana, pase horas contemplando los caballos y el paisaje.

Al cumplir 4 meses de embarazo recibí una notificación de la boda de Shinou con Murata, quería asistir pero el riesgo para mis pequeños era demasiado alto por lo que me quede aunque Pérez me prometió que sacaría fotos.

Estaba viendo atreves de la ventana a mi esposo mientras sin camisa cortaba leña para la estufa, estaba cansado en cualquier momento me quedaría dormido cuando de repente sentí algo en mi abultado vientre se me quito cualquier rastro de sueño—YOZACK—le grite—rápido—a los segundos ya estaba a un lado mío

-¿Qué ocurre?—no le conteste tome su mano y la lleve a mi vientre

-se movió—dije de lo más alegre, mientras volvía a sentir un movimiento, Yozack no aparto su mano y compartió mi alegría.

Luego de unas horas volvió a su labor, y yo me quedé dormido hasta que mi esposo me despertó para cenar.

 

Murata

 

Estábamos en el cuarto solos, inevitablemente me puse a pensar en mis vidas pasadas,  en unas yo tuve una vida sexual muy activa y en otras casi nula, pero si la recordaba era como si hubiera visto muchas películas porno, tal vez mi alma ya no fuera pura, pero mi cuerpo si lo era.

Me puse a pensar que a diferencia de mi Shinou estuvo cinco mil años siendo solo un fantasma, y cuando estuvo vivo se la paso de una batalla a otra sin tiempo para tener una pareja yo era el primero en todo para Shinou, y me sentía tan poca cosa.

-mi pequeño—mi ahora esposo estaba frente a mí—porque tan pensativo—sentí como sus labios besaron mi frente y luego mi mejilla

-yo solo pensaba

-esta noche hare que no puedas pensar solo sentirás

-yo—iba a regañarlo pero era nuestra noche de bodas y me limite a decir—es mi primera vez así que se amable

 

 

 

Notas finales:

ya decidi como serian los pequeños de conrad pero los nombres no tengo la menor idea, y soy pesima dando nombres, por eso cualquier nombre que me den sera bien recibido


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).