-hemos decidido realizar una boda entre tu boda entre la princesa Rosaled y tu hermano armando, ¿no es una buena noticia hija?
-¿Qué?- ambas jóvenes experimentaron el miedo de perder a la otra
-hija- hablo el rey Nicolás- si te casas con el príncipe armando, nuestros reinos se unirán no habrá mas guerras, es lo que siempre quisiste ¿no?
-“no kasidid no lo hagas, por favor, ¡te amo! No quiero perderte”- sarai rogaba un, no por parte de su amada
-¿lo que siempre quise? –“eso sería antes ahora quiero la felicidad de mi juliet, pero su sueño era la unión de nuestros mundos” – yo… - volteo a ver a la princesa y con la mirada le pidió perdón- yo… acepto casarme- Rosaled estiro la mano y el príncipe le coloco un anillo que para ella era su condena.
La peli-café, arrugo su vestido conteniendo las ganas de llorar, hoy sentía que había perdido la oportunidad de ser feliz.
Durante un rato los reyes hablaron de la futura boda, mientras las jóvenes escuchaban cual condenadas a muerte. Ninguna se atrevía a mirarse, sentían que romperían en llanto o huirían juntas.
-bueno veo que las jóvenes se aburren- comento divertido el rey Carlos.
-padre por qué no las manda al jardín mientras arreglamos los detalles de la boda, ¿Qué opinan?- esto sorprendió a las jóvenes, quienes querian y a la vez no estar solas.
-vallan, juliet guia a la princesa de arcadia, en un momento las alcanzamos.
-como ordene padre, disculpe ¿me acompañaría?
-¿eh? Ahh si, gracias- ambas salieron de la vista de los reyes rumbo a los jardines privados.
-valla que son tímidas
-jaja sí, bueno continuemos….
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En los jardines del palacio, el silencio reinaba, Rosaled camino hacia una pequeña banca junto a un cerezo, bajo la mirada recriminatoria de juliet.
-¿Por qué?
-¿Por qué qué?- kasidid sabia a que se refería pero no quería enfrentarla
-¿Por qué aceptaste la boda? ¿era mentira que me amabas? ¡dímelo!- esto molesto a la princesa de arcadia, quien se levanto y la beso con pasión.
-¡te amo! Por eso lo hago, tu sueño es este unir los reinos, además nuestros pueblos anhelan esta unión ¿Qué más puedo hacer?- sarai comprendió perfectamente ese sentimiento eran princesas y tenían ese peso sobre ellas.
-¡lo se! Pero…. ¿Cómo le hago soportarlo?
-¡olvídame!- kasidid se dio la vuelta pero que no la viera llorar- cásate con un príncipe y olvídame
- ¿Cómo? ¿tu podrás olvidarme con mi hermano?
-yo… lo intentare
-¡no quiero! Olvidarte – de un jalón la peli-café volteo a la otra y la beso, ninguna quería separarse, se necesitaban tanto.
-¡no podemos!- Rosaled se separo de ese adicto beso que la hacía sucumbir.
-¿Por qué?
-no… quiero rebajarte- la otra no entendía por lo que se dispuso a explicar- esto es como si fueras mi amante, no es justo para ti
-¿Por qué no dejas que sea yo quien elija?... mi elección eres tú no me importa que digan los demás
-pero…- un nuevo beso callo sus palabras, no había nada más que decir, desde ese día serian amantes, pues su corazón se pertenecían mutuamente. -¿estás segura?
-claro, soy solo tuya, se que será difícil estoy engañando a mi propio hermano pero no puedo dejarte ir.
-te amo- la intensidad subía entre caricias y besos, juliet recostó a Rosaled en el césped mientras se besaban con libertad pues los soldados no podían entrar a esa zona del palacio.- ahh no juliet ahhh alguien puede venir
-eres mía, no te preocupes nadie nos molestara-sarai continuaba lambiendo el cuello de su uke, mientras sus manos recorrían las piernas de su ahora amante- no quiero que él te toque – una mordida marco el cuello de la joven Rosaled.
-soy tuya, mi ahh corazón te pertenece – las caricias continuaban sin importar el entorno, entre beso y paso la pasión subía y no sabían como detenerse, era tan peligroso como excitante.
-¿hija? ¿Dónde estan?- una voz cercas de donde se encontraban las jóvenes, ambas se miraron aterradas y rápidamente se arreglaron mas Rosaled tuvo que cubrir cierta marca que su juliet le dejo.
-acá padre, ¿ya acabaron de hablar?- preguntaba sarai como si nada pasara.
-si, ya esta todo decidido
-y.. ¿Cuándo será?
Ambos reyes se miraron cómplices- dos semanas
-¿Qué? Es muy pronto padre
-Rosaled es justo el tiempo necesario.
-si, además hay otra cosa- las princesas sentían que si les daban otra notica mala morirían.
-la princesa Rosaled se vendrá a vivir hasta la boda.
-…..- ambas jóvenes se miraron, sarai estaba feliz, podría verla y besarla a diario, mientras que kasidid solo pensaba que tan pronto se casaran no habría marcha atrás.
-hija en tarde mandaremos tus cosas hija.
-me quedare ¿Desde hoy?
-si, no hay mucho tiempo que perder
-y ¿Dónde dormiré?
- al lado de mi recamara!- sarai expuso como si nada.- asi será mas fácil adaptarte.
-muy buena idea hija, además serán cuñadas- eso no les gusto a ambas jóvenes pero su amor no sería tan fácil, vencido, no importara cuantas pruebas les pusieran las superarian
Continuara………………