El tiempo pasó de manera rápida para ambas jóvenes, entre los arreglos de la boda y sus encuentros cada vez más arriesgados, habían pasado ya una semana y media faltando solo 3 días para la boda.
Era de día en el reino, y ambas princesas se encontraban en un jardín “arreglándolo”.
-ahh no Saraí ahh ¡estate quieta!
-se que te encantan mis caricias- Rosaled no podía negar eso ¡pero estaban en el jardín!
-ahhh ¡no! Ahhh ¡no metas la mano ahí!
-ah… déjame poseerte en cada rincón del castillo, así no habrá lugar donde no pienses en mi – por una parte Rosaled entendía a Juliet, faltaba poco para la boda y su cuerpo seria poseído por otra persona a la que no ama.
-esta ahhh bien…. ¡tómame!
-te amo – no lo pensó dos veces antes de unir sus labios con los de su pareja, era una sensación de la que nunca se cansaría, el unir sus cuerpos almas y todo lo que conlleva.
Ambas tenían los vestidos desamarrados, kasidid estaba recostada en el frio pasto mientras que Juliet hacia lo que quería con ella.
-ahh no…. Espera ahhh Juliet ahh
-¡dijiste que serias mía! Ahh amo oírte gemir
-¡p-pervertida! Tu mngm- un beso salvaje callo sus palabras, la pasión crecía más por el lugar donde se encontraban.
-¡niñas!
- ¡nana! ¡Señora María!- ambas gritaron al ver a la encargada de su cuidado.
-¡¿cuántas veces les he dicho que no hagan esto en los jardines?!
-sumimasen- susurro apenada kasidid
-vamos nana, tranquila- ambas mujeres vieron mal a Saraí, una cosa es que su nana las entendiera y otra que soportara sus encuentros amorosos- nos amamos es normal esto
-ahh ¿Qué hare con ustedes? – entre pensamientos la nana, recordó cuando se entero de semejante amor prohíbo.
Flash back
Una semana había pasado desde que la princesa se mudo al castillo imperial, a la nana María quien cuidaba de la princesa Saraí desde siempre, se le hacía muy raro el comportamiento de su niña, y además que digamos eran fácil de notar los celos que tenía cuando se hermano tocaba a la princesa Rosaled.
Al principio pensó que se debía a los celos de hermanos, pero todas las noches se iba a la habitación de la otra, eran muy unidas y sus miradas delataban un secreto.
Algo preocupada decidió encararlas y averiguar qué es lo que ocurre, entre ambas.
-¿nos mando llamar sra. María?
-así es mi princesa Rosaled
-nana ¿Qué ocurre?
-siéntense – a si lo hicieron - Saraí, te conozco desde que naciste eres una hija para mi, y sé que tu también me quieres y confías en mi, por eso quiero saber ¿Qué tipo de relación tienen? Sé que me esconden algo ¿Qué es?
-¿eh?- ambas jóvenes se miraron mutuamente, no sabían que contestar pero Juliet confiaba en la persona que tenia frente a ella.
-eto… yo – kasidid desviaba la mirada sin saber que decir
-la amo – dijo Juliet de buenas a primeras -¿eso está mal?
- cuéntame – la mirada de la nana se veía serena como si ya lo sospechara
-nos conocimos en las fiestas del pueblo la esperanza, fue amor a primera vista, después de un tiempo nos enteramos de quienes éramos y desgraciadamente de la boda que acontecía, mas nos amábamos y por eso decidimos estar juntas- miro a kasidid quien quería llorar- la amo, y nadie me separara de ella- esto último era más una afirmación que nada.
-entiendo – la mujer se levanto y camino hasta la puerta, mas antes de salir se dirigió a ellas – solo tengan cuidado con lo que hagan, yo las apoyare
Fin del flash back
-¡¿nana?! – las jóvenes se extrañaron al ver a la mujer perdida en sus pensamientos
-¿eh?
-¿para qué nos buscaba nana?
-ahh, niña Rosaled el príncipe la busca al parecer quiere que vallan a dar un paseo a los campos – esto no les agrado ninguna
-esta bien, ya voy- antes de marcharse Juliet la jalo y beso con desespero delante de la sonrojada anciana
-¡esto es para que recuerdes que eres mía! Así cuando él te bese será en mi en quien pienses
-idiota no necesito eso para recordarte- la volvió a besar- eres lo único en mi mente ¡te amo!
-¡yo también!
-jump jump… niñas. la cabalgata
-¡así me voy!- nana y joven vieron como kasidid salía de su vistas.
Kasidid corrió hasta la entrada del castillo donde su prometido la esperaba para dar ese paseo.
-¡mi amor!- la joven cerró los ojos con algo de pena por el- te he estado esperando, ¿nos vamos?
-s-si , ¿A dónde vamos?
-te mostrare los viñedos y los campos, te encantara.
-vamos – ambos se subieron al mismo caballo, como debía ser, mas en la mente de kasidid solo rondaba el rostro de su amada
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Después de que se fue Rosaled, Juliet que quedo contemplando las flores en presencia de su nana, una hierba con hojas moradas llamo mucho su atención, la arranco y la tomo entre sus manos.
-¡niña! Suelte esa planta es venenosa
-¿venenosa? ¿Cuál es su nombre?
-es una hortaliza si la comes morirás en cuestión de segundos. Suéltela por favor
-claro nana – lo que la mujer por su edad no alcanzo a ver es que Juliet en vez de liberarla la guardo en su falda.
-por cierto ¡su padre la mando a llamar!... que memoria la mía-se lamentaba la mujer
-tranquila, enseguida voy – “¿Qué querrá?”
Sin más demora se dirigió al pasillo donde su padre hacia consultas del reino, al llegar el ambiente no le dio buena espina, abrió la puerta de la habitación y efectivamente su padre estaba dentro más tenía una expresión seria, además de una mucama acompañándolo
-¿padre me mandaste llamar?
-kristal – refiriéndose a la sirvienta - repite lo que me dijiste
-yo… yo en la fiesta del compromiso… vi a las princesas besarse
-¿Qué? – Juliet no podía creer haber sido descubierta
-¿puedes explicar eso? ¿Acaso ella miente?
-p-padre… yo – no sabía que responder las lágrimas bajaba por su mejilla- yo ¡la amo padre! Perdóneme, pero ella es mi razón de vivir
-¡Juliet! ¿Perdiste la razón?
-¿es pecado amar? Nunca la dejare, sin ella no sería vida, de ser posible, me iré lejos llevándomela no permitiré que nadie más la posea – una bofetada loa hizo callar, más que su mejilla le dolía el hecho de que ese señor no la comprendiera
-guardias- dos hombres entraron en la estancia- llévensela a la torre más alta, no quiero que salga hasta después de la boda, luego serás enviada al reino de tus tíos quienes te casaran y así olvidaras esta tontería
-¡padre! ¡no lo hagas!, déjenme – forcejeaba a como podía - ¡nunca te lo perdonare!
-cristal si preguntan, ella salió del reino por mandato mío, ni mi esposa puede saberlo ¡es una orden!
-s-si majestad- por primera vez la joven se arrepintió de delatarlas, mas su cabeza estaba en juego.
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Ajena a los problemas que enfrentaban su amada, Rosaled se encontraba teniendo un picnic con su futuro esposo, platicaban de cosas como la boda, el reino sus intereses, ambos eran muy diferentes.
-si es hermoso el paisaje- la joven introdujo un mordisco de pastel a su boca
-jaja tienes crema aquí – antes de que la princesa la retira armando, la beso, ese simple acto le supo tan amargo, sus labios se movían con algo de desespero, ella no correspondía como le prometió a su amada, era en lo único que pensaba.
Rosaled reacciono al sentir la mano de su prometido en su pierna, tomando valor lo alejo de un empujón -¡no! ¡Déjame!
-perdón- se alejo rápidamente – me sobrepase, te pido disculpas, es normal que quieras esperar hasta la noche de boda – comentaba ajeno a la realidad
-la noche de bodas – susurro con algo de miedo, si no soportaba un beso ¿Cómo haría el amor con él? – v-vamos al palacio
-entiendo, esperare a que estés lista, vamos.
Llegando al palacio, descendieron del caballo mientras lo que él se llevaba el potro al establo, ella ingreso en la estancia en busca de su amada, mas no la encontró por ningún lado, poco a poco el miedo la invadió.
Llego a la estancia del rey quien hablaba con la nana de Juliet, se adentro sin pedir permiso, esperando que el supiera algo de ella.
-majestad- hizo una reverencia- no encuentro a Juliet ¿sabe donde esta?
-ahh mi hija, era justo lo que le comentaba a la nana María, ella salió del reino regresara tal vez en unos meses, no te preocupes
Esa repuesta hizo que las piernas le temblaran ¿Juliet la había abandono? ¿Por qué? Su corazón quería salir corriendo pero se controlo. Tal vez era lo mejor así no sufriría el verla a un lado del altar y saber que era otro quien la desposaría
Los días restantes pasaron demasiado rápido, el día de la boda había llegado…..
Continuara…….