La mudanza se había completado exitosamente, por la noche ya estaban preparando las maletas para el viaje de Tatsuya que debía regresar a Estados Unidos lo antes posible.
-¿En serio tienes que irte tan rápido?-preguntó triste Taiga- De verdad puedes quedarte con nosotros el tiempo que desees, a Kise no le molesta.
Tatsuya no quería empezar esa plática de nuevo. Ya tenía que haberse hecho la idea desde hace tiempo.
-Sabes que no puedo, no puedo depender de Kise-san sólo porque así lo deseas, no seas egoísta.
El pelirrojo bufó, su novio nunca le ponía nada fácil.
-¿No te quedarás ni aunque te cocine todos los días?
Para zanjar la conversación, el moreno se abalanzó hacia Taiga para desvestirlo:
-Menos palabras, más acción- le pidió- ¿Me concedes este último capricho?
*~*~*~*
En medio del placer, el más bajo estuvo a punto de cometer un grande error:
-Atsu…-gimió-
-¿Qué…?
-Atsu… Taiga… atsu..i*
El momento perdió rápidamente la magia cuando escucharon:
-¡Es hora de partir!-anunció Kise- ¡Bajen con las maletas! ¡No vayan a olvidar nada!
Afortunadamente para Himuro Tatsuya, serían los últimos momentos que tocaría a ese hombre…
*~*~*~*
El rubio los llevó hasta el aeropuerto en su auto y los acompañó hasta la sala de espera.
-Bien, aquí me quedo. No quiero entrometerme en sus asuntos. Cuídate mucho-ssu.
Kise se despidió de Himuro con un abrazo y salió de ahí.
Se quedaron viéndose unos minutos, las despedidas eran difíciles. Tenían que escoger las palabras adecuadas.
-Adiós Taiga.- habló el moreno- No hagamos esto muy melodramático.
-Ya sabes cómo es Kise. Ve con cuidado.
Tatsuya suspiró, aunque Taiga no hubiera entendido que ese “Adiós” realmente significaba que no lo volvería a ver, era lo mejor.
Llamaron a su vuelo y sin mirar atrás sintió como dejaba atrás todo su pasado… y su relación con el pelirrojo.
Sonrió. Taiga lo entendería llegado el momento, sabría reponerse. Contaba con eso.
Desde el momento que dio un paso para entrar al avión, dio por terminada su relación con Kagami Taiga.
Al ver partir el avión, Taiga sintió un poco de nostalgia. Suspiró. No tenía mucho y ya lo empezaba a extrañar.
Las vacaciones serían muy aburridas sin él. Fue en busca de Kise, extrañamente lo encontró fumando, recargado en la cajuela del auto, no solía hacerlo a menos de que…
-¡Qué rápido!- Taiga enfocó su mirada en el cigarro- ¡Ah! Lo siento- lo apagó rápidamente en la suela de su zapato- creí que tardarías más.
-Eso es algo que tú harías. Vamos a casa- vio esa sonrisa extraña adornar su cara, ya era seguro que estaba planeando algo ¿pero qué?
Kise, buscó algo en su chamarra.
-Ten- extendió la mano- ve con él, cuando regreses te encargarás de pintar la casa y hacer la comida todo un mes.
A menos de que…. Tuviera un plan en mente ¡Le había dado un boleto de viaje!
-W-what?! This is real?!- Kise era una caja de sorpresas- Why do you do this?!-parecía tener el boleto dorado para la fábrica de Willy Wonka-
El rubio soltó una carcajada, ver la desconcertada expresión del chico lo llenaba de dicha. Cuando algo le emocionaba o sorprendía, el pelirrojo hablaba en inglés.
-¿Trato o no?
-Sure!
Se alejó del auto para abrir la cajuela, de donde sacó una maleta y una almohada.
-El vuelo sale en media hora, creí que no te daría tiempo de empacar.
A punto de explotar de felicidad, Taiga se abalanzó sobre él para abrazarlo.
-Thank you very much!!! I love you!!
Ah. Serían dos largas semanas sin él.