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One Shorts por Ayumi Kuran

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Notas del capitulo:

¡Holi! Sé que tendría que haber actualizado hace una semana pero no pude así que hoy os traigo el capitulo anterior. también sé que me perdí Halloween y que hoy tendría que poner el fic 20 pero como no ha sido así he llegado a una solución.

Hoy actualizo el de la semana pasada, mñana mi especial Halloween (anuqeu vaya atrasado) y el domingo el que tocaba esta semana. y ya el viernes vulevo a actualziar normal.

también quiero aclarar que como ambos van a ser seguidos si déjais un review con vuestras peticiones en cada short cuentan.

Ahora sí os dejo leer, espero que lo disfrutes ^O^

Ah, el fic es dedicado a squalo di vongola, ahora si podéis leer.

Cierto peli plata gritó frustrado al ver sus intentos frustrados. Hace más de un mes que se había graduado en la universidad como uno de los mejores técnicos y sin embargo por mucho que buscará no encontraba trabajo.

Soltó un suspiro mientras tachaba otra más de las peticiones que había hecho. Siempre que llamaba para pedir el empleo le dicen que o ya han contratado a alguien, que a pesar de sus buenos estudios no era suficiente o simplemente le decían que no tenía la suficiente experiencia.

Respiro hondo antes de comenzar a caminar, observando el periódico donde ponían todos los empleos desocupados. Miró los que quedaban sin preguntar y observo que solo le quedaba uno. Era de la empresa más popular y fuerte respecto a tecnología la empresa “Varia” siendo esta parte de la gran industria de Vongola.

Se detuvo abruptamente mientras pensaba en ello. Había un puesto bacante ero lo más probable es que ya hubieran encontrado a alguien que pudiera ocupar dicho puesto. Sin ver ningún otro anuncio en el que pudiera ocuparse de su profesión. Cambio de rumbo y camino hasta la calle que lo llevaría hasta la panadería más barata de la ciudad, el lugar idóneo para comprar su comida. Iba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que choco contra un hombre.

Desde el suelo levanto la vista molesto encontrándose a un moreno, de cabello azabache y ojos rojos sangre. El hombre lo miraba con asco como si fuera la mayor inmundicia del mundo.

- ¿Qué miras basura?

- ¡¿A quién llamas basura?! ¡Imbécil!

Se levanto de golpe y enfrento la furiosa mirada del otro. Algo le decía que era un hombre peligroso y de cuidado pero estaba tan frustrado y enojado que ya le daba igual todo. No iba a permitir que un desconocido lo tratare como una basura, degradándolo al punto de no ser considerado ser humano.

- ¿Cómo te atreves a levantarme la voz e insultarme?- Decía apretando los dientes.

- me atrevo porque no voy a permitir que un desconocido me insulte. Y deberías de disculparte por haberme tirado al piso.

- ¿Yo? ¿Disculparme? Jajajajiaja

La furia invadió al chico de cabellos plateados y sin aguantar más al otro cogió el vaso de café que sostenía el de cabellos carmesí y se lo tiro en la cabeza, empapándolo y haciendo que la risa se fuera de su cuerpo para dejar paso a la ira.

- Ahora tienes un buen motivo para reírte, imbécil.

Le sonrió de forma socarrona antes de marcharse del lugar corriendo al ver llegar un taxi. El de ojos rojos no pudo reaccionar hasta que el otro se había marchado. Nadie se atrevía a acercarse a él al sentir el aura oscura que desprendía de su cuerpo, hacerlo sería lo mismo que un suicidio.

El de cabellos rojos estaba que echaba chispas y con deseos de destruirlo todo a su paso. Bajo sus ojos mientras su cabello ocultaba sus ojos dando una vista más aterrorizante y fue gracias a ello vio un papel en el suelo que al parecer se le cayó al otro hombre.

Lo levanto con interés y se dio cuenta de que era su Curriculum Vitae. Iba a arrugarlo y tirarlo al piso cuando se vio leyendo unos pocos de los datos que ahí se presentaban, encontrando algo muy interesante. Lo reviso con cuidado y una sonrisa burlona se poso sobre sus labios. Este chico parecía perfecto para ocupar su puesto como secretario y si lo hacía también lo tendría a mano para hacerle pagar esta humillación.

Su sonrisa se amplió ante ello y se fue hacía su oficina con un solo pensamiento en mente.

<<Prepárate para tu infierno personal, Squalo Supervi>>

Mientras cierto peli plata llegaba a su casa de muy mal humor. Todo el día le había ido mal y encima ese imbécil va y se lo arruina todavía más. Soltó un fuerte suspiro mientras se echaba en el sillón, pensando en lo que haría ahora.

No podía estar más tiempo sin trabajo, de él dependía que sus hermanos menores siguieran asistiendo al instituto, mantener la renta de la casa, y todos los gastos que tuvieran. Ya a penas les quedaba dinero y a este paso no serían capaces de pagar el alquiler.

Una vez más soltó un suspiro ante sus problemas. No sabía que hacer. Se mordió el labio inferior mientras pensaba en lo que podría ser, la solución a sus problemas pero cada vez que pensaba en algo esto rápidamente lo descartaba al ver que no funcionaria.

Ya había pedido trabajo en todas la empresa y ninguna lo había aceptado, no puede tener un trabajo de comida rápida pues no llegaría para cubrir los gastos así que no podía rebajarse a pedir otro tipo de empleo. Si no conseguía uno para esa misma semana lo mejor sería que se mudarán con su tío, de esa manera al menos tendrían una vida un poco mejor que la que tendrían si continuaban de esa manera.

Pensando que ya no iba a encontrar trabajo se dirigió hacía su cuarto, buscando una maleta donde poner toda la ropa y objetos valiosos que tenía. Lo mejor iba a ser que fuera preparándose para ello.

De repente su móvil comenzó a sonar. Levanto una ceja ante ello ya que era muy extraño que algo así sucediera, quizás fuera una emergencia.

- ¿Bueno?

- Hola, ¿es usted el señor Squalo Supervi?

-Sí.

- Lo llamo desde la empresa Varia. Hemos decidido contratarlo como el secretario de nuestro jefe. Si fuera tan amable de venir a la empresa y firmar los documentos pertinentes podría comenzar su trabajo ya mismo.

Esa propuesta era justo lo que necesitaba, podría resolver todos sus problemas pero…

- ¿Cómo saben de mí si yo no he dejado mi Curriculum?

Entrecerró sus ojos ante ello. Él no se había acercado demasiado a esa empresa por lo que sabía perfectamente que era imposible que tuvieran información sobre él. Que lo llamarán de repente ofreciéndole trabajo era….muy extraño.

¿Debía de confiar a pesar de que posiblemente fuera una broma o… aceptar lo que fuera la solución a sus problemas? Escucho gritos en la entrada y entonces supo que sus hermanos habían llegado. Soltó un pesado suspiro mientras tomaba una decisión.

- ¿A qué hora deberé de estar allí?

-  A las 7 a.m. Lo esperamos Sperbia-san

Oyó el pitido que daba por finalizada la llamada. Una vez más en el día dio un suspiro antes de echarse en el sofá cerrando los ojos. Esperaba no haber tomado la decisión incorrecta y que esto no fuera una broma de mal gusto porque como fuera así… se las iban a pagar muy caro.

- ¡Oe! ¡¿Qué estás haciendo ahí espadachín de cuarta?!

- ¡¿A quién llamas espadachín de cuarta?1 ¡VOOOOOOOOOOOOIIIIIIIIIIII!

- ¡¿A QUYIÉN MÁS QUE A TI?!

- ¡Retira eso mocoso del…!

- ¡Esto es una pelea al extremo!

- ¡Cállate cabeza de césped/Ryohei!

Una vez más comenzó una pelea de gritos en el hogar de los hermanos.

El mayor de ellos era Superbia Squalo, un joven de ojos afilados y cabellera plateada. Anteriormente la tenía por debajo de la espalda pero al comenzar una nueva vida de sus familiares decidió que era hora de cortarse el cabello por lo que ahora le llegaba hasta los hombros. Tenía un cuerpo de ensueño que haría babear a cualquier hombre o mujer, lo único malo: su carácter. Era alguien con un carácter que daba demasiada pelea y tenía la costumbre de gritar a cualquier momento.

El segundo era Sasagawa Ryohei, un chico de cabellos blanquecinos que apenas tenía su cabello largo. Su piel era bronceada y tenía un cuerpo que hacía babear a muchos, sobre todo a los hombres lo que hacía que su novio, y seme, se pusiera furioso ante la idea, ya que quería ser el único con el derecho a tocarle. Su carácter era alegre y demasiado…enérgico. Le encantaba hacer ejercicio y no paraba ante nada, lo distinguía su típica frase “¡Al extremo!”

El menor era Gokudera Hayato, sus cabellos eran plateados y le llegaban hasta los hombros, su piel era blanquecina y tenía muy a su pesar un cuerpo demasiado…. Delicado para un hombre. Su carácter era demasiado fuerte y eso era algo de lo que estaba muy consciente su pareja que había veces en las que no sabía ni por donde conseguir tratar a su pareja, ya que a lo más mínimo saltaba en su contra.

Los vecinos estaban demasiado acostumbrados a los gritos de locos de los hermanos “Diablos” como ellos los llamaban, como para molestarles el escándalo, de hecho el día en el que no lo hicieran se preocuparían enormemente.

Las horas pasaron rápido y entre gritos, insultos, peleas, una comida rápida entre quejas y alguna que otra maldición se fue a dormir.

Squalo se removía inquieto en su cama mientras pensaba en el día siguiente. Solo quedaban unas horas para que fuera a la empresa “Varia” y allí tendría que descubrir si todo fue una broma de mal gusto (que era lo más probable) o que de verdad lo fueran a contratar. Solo esperaba que todo esto valiera la pena y no tuvieran que mudarse hacía el pueblo, no podría soportarlo de nuevo. Entre inquietudes y pesadillas consiguió quedarse dormido, sin saber lo que le deparaba el mañana.

BIP BIP BIP BIP

Squalo se removió inquieto en su cama mientras deseaba que el trasto del demonio se callara. ¡¿Es qué no podía dormir tranquilo?! Se levanto de mal humor y cogió el reloj con fuerza dispuesto a tirarlo contra la pared cuando vio algo que lo dejo lívido. ¡Eran las 6.30 a.m.! Tenía cinco minutos antes de perder el autobús e ir corriendo hasta la empresa.

Soltó de golpe el reloj mientras se daba una ducha a toda prisa para posteriormente coger el traje más elegante que tenía. Se lo puso de manera apurada mientras procuraba coger todo lo que necesitaría ese día y bajo a la cocina donde pudo coger una tostada de su hermano con la que tuvo que salir corriendo mientras este le gritaba. Miro su muñeca y comprobó para su horror que le quedaba un escaso minuto antes de que apareciera el autobús. Aumento la marcha todo lo que pudo y observo cómo estaba recogiendo a los últimos viajeros antes de cerrar sus puertas. Con la desesperación recorriendo su cuerpo y la puerta cerrándose hizo lo que era lo más normal del mundo en estas situaciones: Tirar el maletín contra la puerta bloqueándola.

- ¡VVOOOOOOOOIIIIII! ¡NO SE VAYA SIN MÍ!

Cuando llego a su destino y se pudo sacar el maletín de la puerta el conductor veía al peli plata igual que a un demonio pero este pasando de él entro al lugar, donde se dejo caer cansado en un asiento vacío.- hacía apenas unos minutos que se había despertado y ya estaba agotado. Bueno este día no podría ir a peor ¿cierto?

Los minutos fueron pasando y para su suerte no hubo ningún atasco ni nada parecido que le impidiera llegar a su cita a tiempo. Entro en el lugar de la forma más segura existente, aunque por dentro estaba aterrorizado ante la idea de que todo fuera una broma, claro que jamás lo admitiría. Camino despacio hasta la recepcionista y esta lo miro de forma soberbia, dejándole claro al espadachín que nunca se podría llevar bien con ella…

- ¿Le puedo ayudar en algo… señor?

- Sí. Ayer me llamarón en la noche avisándome de que hoy me darían un contrato para firmarlo.

- Ya veo. ¿Le importaría decirme su nombre?

- Supervi Squalo.

- Espere un momento.

La recepcionista comenzó a teclear en la computadora, confirmando lo que le había dicho el hombre de cabello plateado. Mientras que ella lo revisaba Squalo se ponía más nervioso a cada momento.

<< Vamos Squalo, tranquilo. No es que te vayan a echar del lugar y tratarte peor que a la mierda ¿cierto?>>

- Señor.- Dirigió su mirada hasta la recepcionista.- Lamento decir que usted no tiene ninguna cita aquí, ni siquiera aparece su nombre en la computadora. Si estaba intentando hacer una broma o simplemente conseguir un trabajo con una mentira me temo que no ha logrado nada.

- Pe…

- ¡Lamento! Comunicarle que no podremos hacer nada por usted.- la chica lo miro de manera fría.- Le agradeceríamos que saliera del lugar y que no vuelva a poner un pie dentro. Si le vemos volver a aparecer por aquí llamaremos a seguridad. Ahora márchese.

NO dijo nada más, simplemente se fue del lugar con las mejillas manchadas de la ira y vergüenza. ¡Realmente le habían gastado una broma! Todas las ilusiones que se había hecho de no volver a aquel lugar maldito, todas las esperanzas de que las cosas fueran bien en su vida, el poder conseguir un trabajo… todo se había ido a la mierda.

Maldijo en voz baja mientras caminaba hacía la parada del bus. <Al llegar pensó mejor las cosas y decidió que mejor se iba caminando a la casa, total…

- No es como si mi suerte fuera a peor.

Justo al terminar de decir eso el hermoso y soleado cielo se nublo y comenzó a caer una GRAN tormenta que dejo empapado al peli plata. Este tenía una vena palpitante en su frente y la humillación se mezclaban con su impotencia. Corrió lo más rápido que pudo hasta situarse debajo del techo de uno de los locales. No le quedaba más remedio que esperar a que dejará de llover.

La vida es un juego que siempre nos unirá

Siendo manipulados por hilos invisibles

Dios está buscando un poco de diversión

Tira los dados

 

Miró malhumorado su móvil antes de cogerlo de forma brusca. Fue una suerte que no se le rompiera.

- ¿Diga?- Dijo conteniendo su furia.

- ¿Señor Superbi? Lo llamamos de la empresa Varia. No hemos recibido notificación de que llegase al lugar, ¿tuvo algún imprevisto?

Squalo sintió su sangre arder de furia e indignación. Ya había descubierto que todo había sido una absurda broma y todavía se empeñaban en intentar engañarlo pero que…

- ¡¿Os creéis que soy idiota?! ¡Dejad la maldita broma y más os vale que no sepa quiénes sois porque entonces sí que lo vais a pasar mal malditos desgraciados.

- Señor no entiendo que…

- ¡Ya he estado en la empresa y me han echado a patadas del lugar! ¡No sé quién eres ni lo que quieres pero deja de joderme ya!

- Debio de ser un error por favor vuelva a…

- ¡No voy a ir a ningún lado1 ¡Jamás pondré un solo pie en esa maldita empresa ni aunque estuviera amenazado de muerte! ¡te advierto algo maldita desagradecida procura que nunca descubra quién eres porque en el momento me lo pagarás muy caro!

No espero a escuchar ninguna contestación cuando apago su móvil. Respiro hondo intentando calmarse sin prestarle atención a toda aquella gente que lo miraba como si estuviera loco. Soltó un gruñido enfadado e importándole una mierda la lluvia comenzó a caminar bajo esta, quizás así se calmará.

Sus pasos eran constantes y tranquilos y de esa manera continuo hasta llegar a la cafetería en la que conoció a aquel desgraciado. Se enfureció ante el recuerdo y soltó un pequeño gruñido pero estaba dispuesto a seguir su camino cuando encontró a una misteriosa mujer en su camino que al verlo le hizo detenerse.

Er una mujer de cabello largo y rosa, su piel era morena y su cuerpo fino y con caderas. Llevaba una máscara en los ojos que impedía saber de que color eran.

- Señor Superbi soy Carevello y soy la que le llamo para el trabajo en la empresa Varia

- así que eres tú la de la bromita.- Le miro enojado.

- Yo no le gaste ninguna broma, lo que le dijimos es enserio. Mire.

Con parsimonia sacó su tarjeta de identificación, en la que claramente se identificaba como un componente de la empresa Varia. Abrió los ojos sorprendido ante ello, no podía creer que lo que le contaron fuera cierto. Le habían ofrecido un empleo en una de las más prestigiosas empresas del mundo.

- Si todavía está interesado en el trabajo por favor entremos a la cafetería.

No espero para recibir respuesta y entro en el establecimiento. Aún impresionado Squalo siguió a la mujer adentro del lugar y ambos se sentaron en una de las mesas más aparatadas.

- Si me pensaban contratar ¿por qué me echaron?

- La empleada no sabía quién era usted ni los datos pertinentes hacía su persona, no se les fueron entregados. Sin embargo ya se han tomado las medidas necesarias.

- ¿Cómo consiguieron saber de mí?

- Nuestro jefe encontró su curriculum y le pareció interesante por lo que decidió contratarle. Si acepta el trabajo recibirá un gran sueldo al mes, transporte y no deberá de preocuparse por el material de trabajo que se necesite, nosotros se lo proporcionaremos, eso incluye los trajes para el trabajo. Tenga.

Miré con los ojos abiertos la gran cantidad de dinero que me ofrecían al mes. Boquee sin saber que decir, este trabajo era perfecto y yo tenía la posibilidad de conseguirlo. Solo tenía que aceptarlo, ¿no?

- Si firma aquí, podremos comenzar con su trabajo.

Miró el documento atentamente y solo cuando supo que todo estaba en orden fue que se atrevió a firmarlo. A partir de ahora todo estaba decidido, no habría vuelta a tras.

- Bienvenido a la empresa Varia.

Ambos nos levantamos y chocamos las manos. Aún no me creía mi suerte, estaba en una de la mejor empresa del país y ya no tendría que preocuparme por la situación económica mía y de mis hermanos.

- Si es tan amable acompáñeme, le quiero presentar a su nuevo jefe.

Me arregle durante el camino lo mejor que pude, quería causarle buena impresión. A cada momento estaba más y más nervioso y solo estaba a unos escasos pasos de la puerta. Cuando la abría mire con horror al hombre que a partir de ahora sería mi jefe, el hombre del otro día.

- Este es Xanxus di Vongola, tu nuevo jefe.

Cerevello no dijo nada más, solo salió del lugar. No podía dejar de mirar con horror al hombre delante de mí como si fuera el mismísimo demonio. Él solo me sonrío con burla yu sadismo.

- Bienvenido al infierno, escoria.

<<Estoy jodido>>

Esos fueron mis pensamientos y no estaba consciente de lo cierto que era eso.

Los próximos meses fueron todo un infierno para mí. Tenía que soportar sus gritos, sus desplantes, sus insultos y no podía hacer nada…. Bueno debería de ser así pero como no está en su naturaleza dejarse aplastar por los demás, le daba guerra a su jefe, MUCHA guerra.

Ahora mismo se encontraba esperando a que la reunión terminara, ya que esta era una reunión que marcaría a la empresa. Dentro de esa sala se encontraba su jefe y y el jefe de la empresa Millefiore, Byakuran. Dependía de cómo acabará esa reunión lo que pasaría con la empresa.

Vio salir a ambos magnates y sintió un nudo en el estomago, al parecer no había funcionado.

- Esta noche se celebrará una fiesta para conmemorar la unión de ambas empresas. Será mejor que no lleguéis tarde basuras.

Mire impresionado lo que había dicho mi jefe. Todo había salido bien. En ese momento pude respirar tranquilo mientras una sonrisa se posaba en mi  rostro, desde luego no podrían ir mejor las cosa.

- Fufufufufu pareces feliz

- Ha salido todo bien, es como para estarlo

- Es cierto

Ambos caminamos por el lugar hasta que tuvimos que despedirnos. Continúe con mi camino hacia la oficina de mi jefe mientras sonreía tristemente. Yo siempre ame a Byakuran pero este siempre tuvo ojos para los “hermanos fruta”, Daemon Spade y Rokudo Mukuro.

Entre en la oficina y lo vi bebiendo whiskey. Solté un suspiro antes de entrar y empezar con la pelea de cada día. Hoya, gracias a la fiesta, pude marcharme temprano para prepárame para el evento.

Pase el resto de la tarde en mi casa, pasando el tiempo mientras esperaba que fuera la hora de la fiesta. La verdad es que si no fuera porque va a ir Byakuran no iba a la dichosa fiesta. Ni siquiera me interesa.

Las próximas horas estuve aguantando a un montón de pesados ejecutivos que solo sabían fastidiar. Arto de todo esto comenzó a beber alcohol. Uno detrás de otro, al cabo de un tiempo ya no sabía cuántas llevaba en el cuerpo ni lo que hacía.

- ¿Qué haces basura?

- ¿Qué hashes túuuuuu?

- ¿Estas borracho?- Entrecerró los ojos.

- Noooo sholo estoy felij, felij muy felij jaajajajaja

- para ya.

- Porj quet tú lo digasj

Squalo se acerco a una mesa con intenciones de subir y bailar. Xanxus previniendo lo que el otro iba a hacer lo cogió de la muñeca y lo arrastro hasta una de las habitaciones donde le hizo meterse de golpe.

- ¡¿Qué pensabas hacer?!

- Baihlaj

- ¡¿Bailar?! ¡Lo que ibas a hacer era el ridículo y zorrear!

- ¿Zorrear?

- ¡Zorrear como la perra que eres! ¡¿Acaso quieres que te follen?! ¡Claro que quieres, quieres gemir como la maldita puta que eres!

- A lo mejor quiero gemir como tú puta.

Xanxus se cayó todo reclamó ante lo que dijo el otro. Había escuchado mal ¿verdad?

- ¿sabes? A pesar de ser un hijo de puta eres bastante atractivo… no me importaría que me follaras.

Xanxus miro impresionado a Squalo y como este se quitaba la chaqueta del traje para dejarla corrida en el piso. Se empezó a quitar la camisa de forma sensual ante la vista del otro para luego lanzársela a su rostro. Al sentir la tela en su cara Xanxus reacciono y se la tiro al contrario.

- ¡¿Se puede saber que mierda haces?!

- era un regalo.- Hizo un puchero.

Squalo se tambaleo un poco y no pudo evitar quedar sentado en el suelo con las piernas abiertas. Estaba muy mareado. Xanxus miro esto atentamente hasta que se le vino una idea a la mente.

- ¿Por qué no me regalas los pantalones?

- ¿HUm?

- ¿lo harás’

- Si tú me regalas algo a cambio.

- toma

Xanxus le lanzo su costosa camisa y Squalo sonrió de forma lujuriosa antes de quitarse los pantalones como si estuviera en un striptease. Después de ello solo se escucharon gemidos, gritos y sonidos demasiado lujuriosos como para describir para los menores de 13 años.

A la mañana siguiente Squalo se encontró en la cama con su jefe y sintiéndose fatal salió corriendo de allí,. Sin la intención de volver a verlo a la cara. Claro que después de todo trabaja para él, así que eso se convirtió en algo imposible. Cada vez que se encontraban Squalo lo rehuía como mejor podía. De esa manera continuaron las semanas hasta que paso algo muy curioso.

- ¡¿Cómo qué me case contigo?!

- Lo que oíste basura.

- ¡no pienso hacerlo!

Xanxus lo miro furioso y de un solo golpe lo estampo contra la pared. Tú harás lo que YO diga y si digo que te casas conmigo lo haces, claro que si quieres seguir conservando tu empleo y que tu familia este bien.

Squalo apretó su labio furioso pero a pesar de ello no pudo hacer nada para impedirlo. Al cabo de unas semanas se tuvo que casar con su demonio particular, siendo observado por el hombre que fue el amor de su vida su familia.

Lo que no sabía el albino es que pronto nacería lo mejor de su vida…. El hijo de ambos. O ¿es lo peor para él? Quién sabe.

Notas finales:

Espero que os haya gustado. hoy no os traigo la lista ya que mañana también lo voy a subir así que en el especial estará. Pero conformaros con saber que ya vamos por las 142 parejas

¡y eso solo es gracias a vosotros, los magnificos lectores!


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