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One Shorts por Ayumi Kuran

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Notas del capitulo:

¡Holi! Bueno, como dije la semana pasada hoy vuelvo con una nueva actualización y al igual que la semana pasada le doy las gracias a 1827Forever1827 por haberme aconsejado y guiado en cuanto a los detalles de la historia, la que espero que os guste nwn.

Como habréis comprobado en las historias anteriores no suelo poner advertencias en las notas antes de la historia a menos de que lo considere necesario, y en este caso lo es.

Pues todos aquellos que sean sensibles, amen demasiado a esta pareja, sean intolerantes, o tengan en muy buen grado a algunos personajes como Nana, Iemitsu, la generación de vongola primo, la del noveno...etc, no aguanten ver a ukes raros les pido con toda la educación del mundo que se marchen porque esta historia no es para ellos ya que se encontrarán gran medida de ello. También advierto que habrá un buen grado de lemon por lo que si no es eso lo que buscas también te aconsejo marcharte.

A los que les guste o se sientan bien con esto pues solo me queda decir...¡¡Disfrutad del short!! nwn y lo último que tengo que deciros es que este hermoso 1827 es para madroj, espero que te guste mucho ;)

Respiró el dulce aire del lugar, sintiendo como sus músculos se relajaban a cada paso que daba. Había soñado con esa libertad, esa paz durante mucho tiempo y después de insistir y hacerles ver a sus padres lo que realmente deseaba, lo que quería con toda su alma al fin se veía libre de guardaespaldas.

Ser un joven doncel era algo sagrado en cualquier parte del mundo, bueno eso realmente era una mentira, no era algo sagrado. Ser doncel significaba permanecer virgen hasta el matrimonio y conservar tu honra, al igual que se hacía antiguamente con las mujeres, el dejar de serlo era un grave pecado, era la ruina y muy pocas familias tenían el amor y cuidado como para aceptar a uno después de ser ultrajado.

Eso lo sabía y entendía, sabiendo que por esos mismos motivos su familia era demasiado sobreprotectora con él, no querían que le ocurriera lo mismo. Pero debían de entender que Sawada Tsunayoshi deseaba más que nada en este mundo la libertad, el poder ser libre y tener alas para volar, para mostrarse como es realmente al mundo. Y para su infinita fortuna a sus dieciséis años había conseguido que sus súplicas fueran escuchadas y le dejarán esta breve oportunidad de libertad.

Disfrutaba cada bocanada de aire como si fuera la última, sintiendo las caricias que el aire le daba a su piel y como sus cabellos se mecían al compás del viento. Era algo realmente maravilloso. Sus pasos eran tranquilos, mirando todo a su alrededor como si viera el mundo por primera vez, contemplando y apreciando cosas que en su “cautiverio” no había sido capaz de apreciar.

Quizás porque nunca lo vio todo de esa forma es que no supo distinguir que se estaba metiendo en un lugar turbulento, uno que le cambiaría la vida para siempre.

Sus pasos le llevaron a atravesar un pequeño jardín lleno de hermosas rosa rojas pero que todo era cubierto por una hermosa manta azulada que en su interior simulaba las estrellas de la noche. No sabía cómo había llegado hasta allí, de lo único que estaba seguro es que le gustaba ese lugar. Soltó una pequeña sonrisa mientras caminaba hacía las rosas, tocándolas con las yemas de sus dedos y disfrutando del olor que de estas provenía.

Estaba tan a gusto en ese momento que no se percato cuando otra persona entro al lugar, empujándolo hasta que su pecho quedo pegado a las rosas que antes observaba, clavándoles sus espinas en el dorso.

Tsuna cerró los ojos mientras un grito de dolor salió de sus labios, sintiendo como se clavaban en su carne, desgarrándolo y haciendo que gotas de sangre cayeran de sus heridas manchando a su paso.

Sintió un cuerpo posarse sobre el suyo, empujándolo más abajo y haciendo que las espinas se clavaran con más fuerza. Estaba a punto de gritarle que le dejará, estaba asustado y no le gustaba nada lo que sucedía pero no le dio tiempo a decir nada cuando sintió una mano apresar su boca, callándolo.

Sintió el miedo recorrerle el cuerpo mientras la mano del sujeto se posaba sobre su cadera, tocándolo con lujuria, sintiendo esos dedos jugando con la ropa que estaba aún sobre su cuerpo, amenazando con caer. Se removió inquieto ante esa mera idea pero un fuerte golpe en su nuca, obligándolo a que su rostro golpeará con las espinas que se introducían  en su carne, muy cerca de sus ojos le dieron a entender que eso solo lo enfurecía más.

- ¡¡¡Que alguien me ayude!!! ¡¡¡Socorro!!!

Su cuerpo dolió al sentir como el contrario apretaba su pene con rudeza, una fuerte mordida en su hombro y las espinas introduciéndose aún más en él. Las lágrimas caían por sus ojos al ver cómo nadie iba en su ayuda, por mucho que gritará no había señales de que alguien se acercará al lugar dónde estaban abusando de él.

Intentó defenderse pero le resultaba imposible en la forma en la que estaba, se movía como si el otro quemará en busca de liberarse y huir de ese lugar; todo sin éxito alguno. La desesperación le invadía cuanto más pasaba el tiempo pero lo que le hizo saltar todas sus alarmas fue sentir el falo contrario restregarse contra sus glúteos, riendo al ver los desesperados movimientos en su víctima. Aflojo un poco el agarre divertido por esto lo que Tsuna aprovechó para coger una de las rosas que se encontraban ahí y a pesar de clavarse las espinas y hacer que su mano sangrará las uso contra el otro, clavándosela en el rostro y logrando que este se quitará de su cuerpo.

Al verse libre y con la adrenalina corriendo por su sangre el castaño corrió lejos del lugar con todas sus fuerzas, sintiendo como si algo lo dominará para que pudiera huir, cuanto más lejos mejor para él y así lo hizo.

Corrió esquivando todo lo que estaba frente a él, oyendo los pasos acelerados de la otra persona al perseguirlo logrando que intentara aumentar el ritmo todo lo que podía. Sin embargo no todo salió como esperaba, un callejón sin salida se posaba ante él con forma de valla metálica. Se mordió el labio durante un segundo antes de buscar algo con lo que apoyarse encontrando una caja de madera. La arrimo a la verja y usándolo de apoyo comenzó a subir.

Un gritó furioso resonó en todo el lugar antes de sentir un fuerte golpe contra el suelo, sacándole un quejido de dolor junto a unas cuantas lágrimas. Unos pies se posaron sobre sus brazos, apretándolos y causándole un horrible dolor que le hizo pensar que le había roto los brazos.

- Maldito bastardo, ¡¿cómo te atreves a lastimarme?!

El agarre en su cuerpo aumento, hasta que un crujido resonó en el silencioso callejón junto a un grito de dolor. El otro solo rió al ver esto antes de volver a arrodillarse, destrozando sus prendas y colocándose en las piernas contrarias. Tsuna vio esto con horror y a pesar de que todo el cuerpo le dolía horrores intento quitarlo de encima pero sus brazos no le respondían y lo único que tenía para alejarlo eran sus piernas que para su desgracia no le servían en ese momento ya que el otro se había encargado de que no pudiera patearlo.

Sintió una escalofriante risa antes de un inmenso dolor en su retaguardia haciéndolo gritar como nunca antes, el bastardo se había introducido en su interior. Mordió sus labios negándose a dejar escapar sus quejidos, gritos y súplicas cuando comenzó a moverse con fuerza dentro de su cuerpo, rompiéndolo. El hombre encima suyo disfrutaba al ver sus muecas de dolor, lo sabía por los fuertes gemidos que lanzaba al lastimarlo, tanto fue el dolor que sentía que no pudo más que rezar por perder la conciencia y gracias a todos los dioses presentes, pronto fue capaz de perderla.

Cuando Tsuna despertó habían pasado ya varias horas o eso suponía al ver como el sol se ocultaba en el infinito cielo, dándole paso a la oscuridad. Se levanto un poco, como pudo sintiendo como sus brazos le ardían al intentar moverlos, en ese momento recordó que lo más probable es que estos estuvieran rotos. Revisó su cuerpo y pudo notar el semen encima de él, cubriendo su canela piel junto a varias y profundas marcas que le recordarían durante mucho tiempo de qué forma fue abusado. Se mordió el labio inferior ante esto notando algo asqueroso en su boca, como pudo saco una muestra y sintió mucho más asco de si mismo: era semen.

Escupió todo lo que se encontraba en sus labios, deseando que hubiera agua o cualquier tipo de líquido a su disposición para poder enjuagársela y dejar de sentir esa horrible sensación pero como siempre la suerte no estaba de su lado: no tenía nada así.

- Si ese desgraciado termino por mi cuerpo y labios tal vez… tal vez no lo hiciera dentro.

Ese pensamiento le animo, haciendo que se pusiera de pie de la mejor forma que pudo, sintiendo como todo en él se partía al verse obligado a usar los brazos para esto. Al estar de pie notó como algo salía de su entrada, rezó para que fuera sangre y al mirar, sí, era sangre pero… estaba combinada con semen.

En ese momento sintió su mundo destabilizarse, la presión cernirse sobre él no obstante esto no significaba nada… no tenía por qué ser lo que él más temía. Buscó su ropa y se la puso como pudo, cubriendo algunos trozos de su piel. Cojeando se encaminó en busca de la salida, no queriendo estar en ese sitio que le había hecho sentir la peor escoria del mundo, donde fue abusado y maltratado…

Mordió su labio inferior caminando de forma lenta y dolorosa hasta la salida, atravesando las calles que horas antes le habían parecido una maravilla y la gloria misma. Se maldijo a sí mismo al recordar esto, sintiendo resonar en su mente las palabras que su familia le dijo antes de salir:

“No estás preparado para ir solo, el mundo no es como tú piensas es mucho más oscuro y cruel”

En este momento deseaba haberles obedecido en lugar de haber hecho hasta lo imposible para que le permitieran salir. Se odio durante todo el doloroso camino hasta la mansión, deseando que ese maldito bastardo lo hubiera matado. Al llegar a la mansión tocó la puerta con las pocas energías que le quedaban siendo recibido por uno de los sirvientes antes de caer agotado en el frío suelo.

Cuando abrió sus ojos se encontraba en su habitación siendo cuidado por un azabache de ojos verdes que le miraba preocupado.

- ¿Estás bien Tsuna?

- Lambo… ¿qué paso?

Una repentina tos le dio, haciéndolo toser con fuerza, la sangre escurriendo por su magullada piel. El azabache corrió hasta la mesilla, dándole un vaso con agua cristalina que tomó con pasión y sed, haciendo una mueca ante el dolor que se le presentaba.

Cuando su sed estuvo saciada apartó el líquido de sí, intentando llevarse una mano hasta la garganta pero no era capaz de mover los brazos por lo que Lambo hizo lo que él deseaba, apretándola con cuidado en un vano intento de que el dolor que ahí se le presentaba desapareciera. Cerró sus ojos ante esto, abriendo su boca para hablar cuando una pálida pero firme mano le impidió realizar esa acción.

- Tú garganta está muy lastimada al igual que prácticamente todo tu cuerpo. He podido curarte la mayoría de heridas, sobre todo las de tu… bueno…

El azabache se mordió los labios sonrojado, diciendo cosas sin mucho sentido confundiendo al otro hasta que con su mano le señalo el trasero del de ojos miel, haciendo que este comprendiera.

- Por suerte esas heridas pronto sanaran aunque hay otras como las de tu brazo izquierdo o tu garganta tardarán en sanar. Las que posees en las piernas ya te las he curado y desinfectado, necesitaras unos días de reposo pero después podrás volver a andar sin problemas.

Lambo le acaricio la cabeza con cuidado y cariño, llenando de calor el pecho al otro a pesar del dolor que sentía. Su mano bajo hasta la espalda del otro, abrazándolo con amor, diciéndole palabras dulces al oído.

Tsuna se sintió en ese momento morir, dejando salir las lágrimas que había contenido por tanto tiempo, llorando en el pecho contrario como si la vida se le fuera en ello, no importándole que su garganta se resintiera, pensando solamente en poder sentirse mejor.

No supo cuánto tiempo estuvo recibiendo dulces palabras y caricias de lo único que estaba seguro es que su corazón sentía algo de paz, pidiendo a su dueño que obtuviera más de ese sentimiento. Las caricias se hicieron más constantes y suaves calmándolo, agradeciendo que Morfeo estaba a punto de llevárselo una vez más y puede que fuera egoísta pero… no quería volver a despertar jamás, quería dormir por toda la eternidad.

A partir de esa funesta tarde las cosas cambiaron de forma radical, afectando la mansión y a todos sus habitantes.

Tsuna ya no era el mismo, solo la sombra de lo que alguna vez fue. No sonreía, no salía ni hablaba, volviéndose antisocial y frío, no comía volviéndose retraído y temiendo de todo incluso de sí mismo como paso años atrás. Cada noche tenía fuertes pesadillas de lo que ocurrió en aquel callejón, llorando y odiando a todo y todos, golpeando a lo primero que se encontraba al despertar como si fuera el mismo desgraciado que una vez lo violo para volver a hacerlo otra vez.

Los sirvientes se preocuparon mucho por este comportamiento, intentaban ayudarlo pero era todo de forma inútil. Sin más opciones recurrieron a la última pero tenían el presentimiento que eso solo podría acabar siendo más perjudicial para el pobre y tierno castaño, que alguna vez fue. Con resignación pasaban los días hasta que quizás la única ayuda que pudieran poseer apareciera.

- ¡¡¡Ya estamos en casa!!!

- ¡¿Cómo esta nuestro doncelito?!

Los gritos resonaron en el lugar, mostrándoles que los recién llegados y posiblemente la última oportunidad de recuperar al castaño había llegado. Esto ocasiono que los sirvientes estuvieran felices de que Nana e Iemitsu al fin llegaran al lugar.

Tsuna los escuchó gritar sin embargo no corrió ni grito feliz, lanzándose a sus brazos sino que bajo las escaleras con tranquilidad viéndolos de forma vacía con sus ojos chocolates.

- ¡¡Tsuna!!

Iemitsu se lanzo a abrazar a su hijo con una gran sonrisa, estrechándolo entre sus brazos con mucho amor, besando su cabello y acariciándolo. Pronto Nana se unía a la tierna escena. Apartó a Iemitsu de una forma cariñosa para besar los cachetes de su hijo, acariciándole el cabello.

- ¿Cómo ha estado nuestro niño?

- ¿Te has portado bien mientras no estábamos?

- Por supuesto que se ha portado bien cariño, nuestro Tsuna es un ángel.

El castaño no decía nada solo se dejaba llevar por sus padres, oyendo lo bien que les fue en el viaje y cuánto lo extrañaron. Ninguno de los dos se percato de que Tsuna no comía nada de lo que le daban ni hablaba como tantas otras veces hacía después de esperar el regreso de sus padres.

- Bueno ¿y qué estuviste haciendo mientras no estábamos Tsu-chan?

- Nada

- ¿Cómo que nada? Dijiste que estabas preparado para salir y que lo harías

- Sí

- ¿Y? ¿Cómo te fue tu primera vez?

Ambos vieron con amor a su hijo pero la reacción no era de felicidad como ellos esperaron. Tsuna comenzó a temblar, llevando sus manos hasta su cabello, apretándolo con fuerza.

- No paso… eso nunca paso….

- ¿Tsuna?

- ¡¡¡No pudo ser mi primera vez!!!

- Oye ¿qué te sucede?

Iemitsu se acercó hasta su hijo, cogiéndole del rostro pero recibiendo solo un fuerte manotazo en su mano, alejándose el otro de él.

- ¡¡¡ESA NO PUDO SER MI PRIMERA VEZ!!!

Ambos miraron desconcertados a su hijo pero les resultaba imposible acercarse a él pues les tiraba cualquier cosa que tuviera a su alcance, insultándolos y amenazándolos, viendo sorprendidos como las lágrimas caían por sus mejillas.

- ¡¡¡¡¡FUI VIOLADO, MALTRATADO Y GOLPEADO!!!!! ¡¡¡¡¿DÓNDE ESTABÁIS EN ESE MOMENTO?!!!!

Tsuna se dejo caer al suelo temblando, dejando que sus gritos de dolor y lágrimas salieran a flote después de una semana aguantándolo, sufriendo en silencio.

Ambos vieron con los ojos como platos a su hijo, siendo Nana la primera en dar el paso hasta su pequeño, apretándolo contra su cuerpo, besando su cabello y consolándolo.

- No pasa nada Tsu-chan

- ¡¿Fui abusado y no pasa nada?!

- No pasa nada porque ahora estamos aquí para ti…. Vamos a solucionar todo esto, no te preocupes.

El pequeño castaño vio con miedo a su madre, dejándose mimar y consolar, recibiendo ese calor propio de tu madre, dándole su paz interior.

- Duerme nuestro pequeño

Sintió un fuerte dolor en su brazo, al levantar la vista pudo ver a su padre con una jeringa en la mano, inyectándole un líquido verdoso. Se empezó a sentir mareado y cansado, resultándole imposible el mantener la vista fija en nada ni nadie, cayendo agotado y cansado al suelo.

Al despertarse una fuerte luz le dio en los ojos, siendo incapaz de ver bien por mucho que parpadeaba, intentando localizar todo a su alrededor. Pasó su mirada por cada rincón del lugar pero no podía reconocer nada excepto… la persona a su lado.

Lambo le dedicó una tierna sonrisa, pasando sus manos por su cabello, diciéndole que todo estaba bien. Se dejo calmar por la única persona que lo ayudo en todo momento, aún podía notar el dolor en su brazo y no se quería mover mucho.

Un ruido llamó la atención del castaño que veía con sus profundos ojos caramelo como la puerta que los mantenía cerrados se abría de forma lenta y tétrica, causándole un escalofrío de terror… ¿El motivo? No lo sabía, solo sabía que no le iba a gustar.

Al terminar de abrirse pudo observar a un hombre con porte elegante, un traje fino y costoso sin duda alguna se pegaba a su cuerpo de forma deliciosa, enmarcando su figura como la de un Dios. Unas curiosa y enrolladas patillas llamaron su atención, le parecían algo curioso pero lo que le hizo verlo de forma fija fueron sus ojos negros como la noche, analizándolo como nunca antes lo había hecho nadie.

Trago saliva asustado, pegando su cuerpo al de Lambo en un vano intento de protegerse de ese ser que le miraba con una sonrisa ladeada en su fino rostro.

- Vaya, vaya parece que tenemos un conejito aquí.

El hombre de traje se acercó a ambos con paso tranquilo, acechando al castaño como un depredador antes de aniquilar a su presa.

- Yo no soy ningún conejo.

Tsuna se apartó de Lambo con un poco de reticencia, matando al otro con la mirada.

- Wuau parece que el conejo tiene valor…. Esto será interesante.

- ¿De qué habla usted? ¿Dónde estoy?

El castaño se levantó con rapidez del lugar en el que estaba, enfrentando al varón con decisión. No sabía dónde estaba y algo le decía que no le iba a gustar la respuesta.

- ¡¡Contésteme!!

- ¡¡A mí no me levantas la voz!!

El de ojos miel no pudo evitar temblar asustado, la potente voz del otro aún resonaba en el frío y oscuro lugar. Lambo se levantó de donde estaba para abrazar con fuerza a Tsuna, pegándolo a su cuerpo, acariciando su rostro en un vano intento de calmarlo, ignorando al otro y recibiendo miradas matadoras a causa de esto.

- ¿Quién… es usted?

- Mi nombre es Reborn di Sole y ahora soy tu nuevo dueño.

Los ojos del más bajo de los tres se abrieron sorprendidos, mirando al otro como si estuviera loco… DEBÍA estar loco.

- Yo no soy propiedad de nadie…

- Jajajajaja

La risa del otro hizo que ambos donceles se estremecieran, abrazándose entre sí. Reborn se alejó de ambos y se dirigió a una mesa en la que había distintos tipos de bebidas alcohólicas. Paso su mano por encima de ellas, como si estuviera pensando bien cuál sería la mejor para el momento… como si solo hubiera estado jugando cogió una botella de coñac. Se sirvió en un elegante vaso y se lo bebió de un solo trago, causándole una mueca a los menores. Se giró de forma lenta hacía ambos, sentándose en el sillón como si no le afectarán las caras que ponían ambos.

- Mira mocoso, te lo diré de una sola vez, rápida y directa. Eres mi propiedad.

- Yo no…

- Tus adorados y amados padres te vendieron a mí ¿entiendes? Pagué una gran cantidad de dinero por tu trasero así que ahora eres mío, harás lo que YO te diga cuando YO te diga. Si te gusta lo harás sino también, aquí no tienes más opción que trabajar así que hazlo sin quejas ni dolores de cabeza y… todo era bien.

La sonrisa burlona del otro, sus palabras crueles y la facilidad con lo que se lo dijo le calaron hondo… ¿Sus padres lo habían vendido? ¿Se habían… olvidado tan fácilmente de él? ¿Tan poco… les importaba…?

- Eso no es cierto… mis padres me quieren…e-ellos nunca me harían esto…

- ¿Estás seguro? Porque si realmente te quisieran no estarías ahora aquí, conmigo.

- Por favor, déjeme… Debo volver pronto a casa, mis padres se preocuparan.

- Jajajaja eres realmente divertido… pero para que veas que no te miento te voy a dar la prueba que necesitas para hacerte a la idea.

Con elegancia el azabache mayor se levantó de su cómodo asiento, caminando con una sonrisa retorcida en su rostro hasta una televisión de plasma que había en la habitación, cogiendo una de las cámaras que se encontraban en el lugar y poniéndola en la misma retrocediendo hasta las 17:30 p.m.

Una vez hecho esto volvió a tumbarse en el sofá con un nuevo vaso, esta vez de Whiskey adornando sus manos. De un movimiento el dio play, mostrando lo que paso hace unas escasas horas….

Un hombre rubio, de porte elegante y seriedad en sus ojos apareció en el despacho de Reborn, tocando con suavidad pero firmeza en sus movimientos.

- Pase.

Reborn levantó la mirada de sus documentos para ver a Iemitsu entrar en el lugar, la seriedad dominando en su rostro. El azabache levantó una ceja ante esto pues pocas veces se podía ver a ese hombre de forma seria pero lo que más le sorprendió es que viniera acompañado de una mujer de cabellos chocolates y cortos con unos ojos caramelos, sin duda alguna era la esposa del rubio. Ambos se sentaron en las sillas frente al escritorio, llamando la atención de Reborn quien abandono los papeles con un ruido sordo en la mesa, mirando algo interesado a la pareja.

- ¿Qué os trae por aquí? Normalmente solo viene Iemitsu.

- Nos ha pasado algo horrible.

- ¿Me tendría que interesar lo que sea que os pasará?

Solo habían necesitado decir eso para que todo el posible interés que tuviera en ellos se esfumará en un visto y no visto, prestándole más atención a las facturas que a su visita.

- Nuestro hijo  ha sido violado.

- ¿Y?

- ¡¡Es una deshonra!!

La castaña no había podido contener su grito, poniéndose histérica y furiosa, apretando sus puños en la delicada falda de su vestido.

- Tranquila Nana, no te preocupes.

El rubio cogió a su esposa entre sus brazos, apresándola en un fuerte abrazo que pretendía calmarla.

- Me parece muy bien vuestra drama familiar pero me estáis interrumpiendo y yo pierdo dinero… ODIO perder dinero…

La mirada matadora que les dirigió les hizo temblar pero eso no evitó que la mirada confiada de ambos padres se mantuviera en sus rostros.

- Hemos venido a ofrecerte un trato.

- No me interesa.

- Pero si no lo escuchaste.

- Dudo mucho que llegué a hacerlo.

- Te vendemos a nuestro hijo.

-….

Al oír esto volvió a dejar los documentos sobre la mesa, acercándose a ambos y mirándolos con curiosidad.

- ¿Me vendéis a vuestro hijo?

- Exacto

- ¿Por qué?

- Es una deshonra para nosotros… es imposible que consigamos llegar a casarlo con alguien respetable y de nuestra posición social y después de la violación…-Movió su cabeza negando con decepción.- Solo traerá deshonra a nuestra familia. Si lo vendemos podemos deshacernos de él y hacerles creer al resto que simplemente fue asesinado, tuvo una enfermedad o un accidente… nuestra honra se mantiene y a ti te podría ir muy bien para tu negocio.

Reborn no pudo evitar estallar en carcajadas, estremeciendo a la pareja ya que era muy extraño lograr que Reborn riera de esa forma.

- ¿Tan especial creéis que es vuestro hijo como para que PAGUE por él?

- Vale la pena sin duda alguna.

- En ese caso dadme pruebas… lo que sea que tengáis para demostrarlo o…podéis marcharos.

- Lo hemos traído.

- Pues venga, mi tiempo es demasiado valioso como para desperdiciarlo.

Iemitsu pegó un grito llamando a uno de sus sirvientes que al poco tiempo apareció por la puerta. Lambo llevaba como podía  a Tsuna pues a pesar de que el chico fuera delgado, estaba en peso muerto a causa de su desmayo, siendo más pesado y difícil de llevar y eso para un doncel como él era algo realmente duro.

Reborn miró con atención a los dos chicos que entraban por esa puerta, pero sus ojos se mantenían firmes en el chico de ojos esmeralda, detallando su fina figura con sus ojos, notando las blancas piernas e imaginándose como se sentiría tenerlo en su cama bajo su cuerpo. Se relamió los labios ante esa imagen.

Sin darse cuenta de la reacción del mayor Iemitsu se acercó hasta Tsuna, cogiéndolo entre sus brazos y colocándolo en el escritorio, dándole a Reborn una imagen perfecta del cuerpo contrario, obligándole a apartar su vista del otro.

Se levantó con elegancia de su lugar para mirar atentamente al doncel. Sus manos recorrieron el suave cabello castaño, las dulces piernas y brazos acanelados, los esponjosos labios, las tiernas pestañas, observando hasta el mínimo detalle.

- No está mal, nada mal… ¿a cuánto estáis dispuestos a venderlo?

- ¡¿Qué?!

Nana vio enojada a Lambo, mandándolo a callar con un solo gesto a pesar de la indignación que este sentía ante lo que acababa de escuchar.

- ¿Cuánto nos darías?

- Es un doncel joven y atractivo sin duda alguna no obstante no tiene experiencia a lo que al sexo concierne y a mis clientes eso no les gusta… buscan a personas cualificadas que reciban los servicios que deseen sin que les tengan que indicar cómo realizarlos ya que eso les mata el lívido… el precio baja considerablemente ante esto.

- Entonces… ¿por cuánto?

- Os puedo dar…150.000$ por él…

El matrimonio se vio entre sí valorando la oferta que le hacían. Lo cierto es que nunca pensaron obtener tanto por su hijo pero les iba perfecto, era más que obvio que no iban a perder la oportunidad.

- Esta bien, trato hecho.

- ¡¡No podéis hacer eso!!

Lambo los vio enojado, interponiéndose entre el cuerpo de Tsuna y el de las personas frente a él.

- ¡¡No voy a permitir que hagáis algo como eso!!

- ¡Tú no nos das ordenes, solo eres un sirviente más que debe respetarnos como tus superiores!

- Os doy 50.000$ por ese muchacho

Todos se giraron a ver a Reborn sorprendidos, sobre todo Lambo… ¡¿Pretendía comprarlo?!

- ¡¡Yo no soy un objeto que tú puedas comprar a tu antojo!!

- Puede hacerlo sí así lo desea, te recordamos que tenemos tu custodia, que nos perteneces y si queremos venderte lo haremos.

Lambo fulminó a Iemitsu con la mirada, odiándolo con toda su alma.

- ¿Nos pagarías eso por este mocoso?

- Solo mantendré mi oferta durante unos minutos… decidid

- ¡¡¡Lo vendemos!!!

Ambos no dudaron en hablar, sacándole una sonrisa ladeada a Reborn. Era más que obvio que ambos chicos valían mucho más de lo que había ofrecido por ellos pero para él era mejor así… más económico y mejores beneficios para su bolsillo.

- Os daré unos contratos, al firmarlos será oficial que ese par me pertenece y os daré el dinero acordado.

Reborn camino hasta su escritorio, cogiendo al castaño a pesar de los gritos y reclamos del oji verde, colocándolo en el sillón. Lambo no tardó en ir hasta Tsuna, acariciando su cabello mientras que Nana e Iemitsu firmaban los contratos, haciendo dueño y señor de esas dos vidas  a Reborn.

- Es un placer hacer negocias con usted, Reborn.

- El placer ha sido mío.

Se estrecharon ambos las manos antes de que el matrimonio saliera del lugar, dejando a las nuevas adquisiciones de Reborn junto a él en la habitación.

El mayor veía las expresiones que ponía el castaño, pasando desde la mayor palidez al ver lo que le había hecho su familia hasta el rojo de la furia e indignación. Por un breve instante el Sole hubiera jurado ver cómo caía una lágrima de esos ojos caramelo pero tan pronto como vino desapareció.

- Me da igual lo que ellos digan o hagan, yo soy una persona libre.

- Te equivocas. Hace tan solo unas horas dejaste de ser una  persona libre para pasar a convertirte en mi esclavo, objeto o como quieras llamarlo. Tu vida está en mis manos.

- ¡¡No!!

- Sí. Tú y tu amigo me pertenecéis legalmente puedo hacer con vosotros lo que me dé la gana.

- No puede ser…

Tsuna sentía que estaba a punto de caer al suelo, sus piernas temblaban y su corazón latía con fuerza. Oyó a Lambo gritar su nombre, arrodillándose con él y sosteniéndole para no hacerse daño.

- ¿No hay nada que podamos hacer?

- ¿Para qué os deje libres?

- Sí…

- Hay una opción.

Ambos levantaron su rostro para ver al de patillas con atención pero este estaba más interesado en beber la botella de Whiskey de un solo trago.

- ¿Qué podemos hacer?

- Dadme lo que yo pagué por vosotros y podréis marcharos. Tsunayoshi me debe 150.000$ y Lambo 50.000$

Ambos se pusieron pálidos al oír la gran cantidad que debían de pagar para poder ser libres, una libertad que en este momento veían muy lejana.

- ¡Nosotros no tenemos ese dinero!

- Lo sé por eso mismo tendréis que trabajar para mí… os daré un trabajo en mi negocio.

- ¿De qué es?

- Vais a ser prostitutos.

- ¡¿Qué?! ¡¡No!!

- No os he preguntado. Vais a trabajar de esto, soy el dueño del lugar y vosotros me tenéis que obedecer. Trabajaréis cobrando el servicio, una parte de ese dinero me la quedo yo como dueño del lugar y el resto para vosotros. Si lo hacéis bien ganaréis lo bastante como para pagarme por vuestra libertad…

- Pe…Pero… nosotros no tenemos…ese dinero…

- Con más razón todavía trabajaréis en esto

Reborn se había terminado la botella de  Whiskey uno que estuvo ocultando su risa y diversión ante las caras y acciones de ese par. Se levantó y cogió una nueva botella, sin mirar su contenido para volver a tomar.

- ¡¿En qué nos ayudaría?!

- NO-ME-LEVANTES-LA-VOZ

La mirada fulminante que recibieron era una clara advertencia de lo que ocurriría si les continuaban molestando, haciendo callar a ese par en solo un segundo.

- Trabajaréis en el prostíbulo, la mitad de ese dinero me corresponde como el dueño del lugar y la otra mitad es para vuestros gastos… si sabéis manejaros bien en unos años quizás podáis marcharos.

Ambos no podían creer lo que les estaba ocurriendo, esto jamás había pasado por su mente y ahora… ahora estaban obligados a pasar por esto.

Un suspiró de derrota se escuchó en el lugar, Reborn sonrió al ver que este provenía del azabache, sin duda esto se ponía interesante.

- Compartiréis habitación juntos, llamaré a alguien para que os muestre vuestra habitación y os diga las reglas del lugar.

El de ojos negros cogió un mando que estaba a su lado, apretando un botón. No pasaron nada más que un par de minutos cuando un chico de cabello azabache, piel acanelada y ojos almendra entrará al lugar.

- ¿Me llamaba?

- Obviamente estúpido. Estos dos son mis nuevas adquisiciones llévatelas de aquí, muéstrales el lugar donde trabajarán, su habitación y las reglas del lugar.

- Sí, señor.-Le hizo una reverencia.- Por favor seguidme.

Sin otra alternativa ambos jóvenes salieron de la habitación donde les estaba esperando el chico con una gran sonrisa.

- Yo soy Yamamoto Takeshi, es un placer conoceros aunque sea en estas malas circunstancias jajaja

- Yo soy Lambo y el chico a mi lado es Tsuna.

- Jajaja hola chicos. Bueno vamos os enseñaré primero el lugar.

Con paso tranquilo los fue guiando a través de largos pasillos, mostrándoles ante ellos todo lo que había para su disposición. La entrada al lugar a pesar de todo era limpia, con una tabla para hacer estriptis, un bar bastante grande con todo tipo de bebidas alcohólicas, sillones que parecían bastante cómodos y unas habitaciones al fondo.

- ¿Qué son aquellas habitaciones?

- ¿Eh?-Takeshi miró el lugar que le señalaba con resignación.- Son las habitaciones para los clientes. Allí es donde nos cogen a donceles como nosotros y el lugar donde más dinero se gana. Bueno, no penséis mucho en ello, es mejor no hacerlo creedme.

El castaño tuvo un escalofrío al saber para que eran usadas esas habitaciones, él lo había sentido y fue lo más asqueroso y cruel que le pudo haber pasado en la vida, definitivamente no quería volver a pasar por ello.

- ¡Chicos, vamos!

Al darse cuenta ambos se habían quedado demasiado alejados, pegaron una pequeña carrera y llegaron al lado del otro quien les mostraba el lugar lo mejor que podían.

- Estos son nuestros espacios. Aquí es donde nos cambiamos de ropa para el espectáculo y dónde nos relajamos, en este lugar está prohibido que nadie nos toqué. La principal regla del lugar que debéis de conocer son dos:

1.- No montar escándalos

2.- Si Reborn os llama debéis de ir y complacerle

- Es normal que Reborn nos llame al ¡extremo! Nuestro deber es complacerlo

Ambos giraron su vista hasta una mesa donde estaban más donceles, no sabía quién había hablado de todos ellos pero se sentían un poco… intimidados.

- Hola sempai.

- Hola Yamamoto. Yo soy Sasagawa Ryohei

- Mi nombre es Giotto y este de aquí es mi amigo G.

- Hola

- ¡Hola preciosos! Yo soy Dino y ese de allí que esta tumbado en el sofá con el Whiskey es Xanxus

- Basuras

- Y las chicas que están tan alejadas y enojadas son Haru, Kyoko, I-pin y Hana. Normalmente son muy agradables pero hoy han tenido un mal día así que estarán así un tiempo jejeje.

Estaban curiosos por las personas frente a ellos, eran realmente vistosas pero todos eran donceles y unos muy atractivos. En momentos como ese se preguntaban ¿qué hago aquí? No lo sabían y si pudieran saldrían corriendo.

- Oye ¿hay alguna manera de escapar?

El silencio reino el lugar de un solo golpe aunque pronto fue roto por fuertes y estridentes risas. El castaño sintió su rostro arder, removiéndose avergonzado.

- Discúlpanos Tsuna jajaja

- Jajaja es imposible huir… solo puedes pagar por tu libertad…

- No te preocupes eres nuevo es lógico que tuvieras esa esperanza.

Giotto le regaló una sonrisa, acercándose a Tsuna y acariciándole el cabello de una forma que no pudo evitar relajarse y verlo con una sonrisa.

- No te preocupes, al principio es difícil pero te acostumbrarás a esto…

- No lo haré.

- ¡¿Qué?!

Lo miraron como si estuviera loca. Le cogieron de los brazos, midiendo su temperatura comprobando que no tenía fiebre.

- No puedes negarte, esto es un callejón sin salida, es sí o sí.

- No voy a vender mi cuerpo, siento si esto os ofende pero… yo no soy una puta…

- Comprendemos lo que dices y tu forma de reaccionar pero no tienes muchas alternativas, es hacerlo quieras o no.

- No me pueden obligar.

- Y no lo harán… serás tú el que les pidas que te lo den, lo necesitaras.

- ¡¡Eso no pasará jamás!!

- Je, créenos cuando te decimos que sí, nosotros ya pasamos por esto.

Tsuna se negó a seguir oyéndolos, pidió las indicaciones para ir a su habitación mientras Lambo suspiraba agotado, pidiéndoles que le digan las condiciones en las que trabajaría y la forma de ganar ese dinero.

Mientras el castaño se encontraba en su habitación, debía reconocer que era un lugar muy limpio y agradable incluso llegaba a tener algo de lujo pero eso a él no le interesaba… solo quería escapar. En su mente estuvo ingeniando distintas formas de huir, asegurándose de que nadie lo viera ni supiera.

En la noche se acurrucó en la cama de Lambo, apoyándose en su pecho y susurrándole al oído sus planes de escapé para asegurarse de que nade los escuchará y el azabache se fuera con él. Lambo lo escuchó con atención asintiendo ante sus ideas dispuesto a llevarlas a cabo con él.

En la mañana ambos se levantaron como una rosa, pareciendo resignados ante lo que les esperaba, nada más lejos de la realidad.

Al ver la puerta de la salida sin protección corrieron hacía ella pero fue un error ya que pronto fueron atrapados, ante la mirada furiosa de Reborn.

- No vais a escapar de mí… pero si tanto queréis un castigo lo tendréis…

Reborn se llevó a rastras al otro mientras Tsuna lo veía con horror.

Con Reborn y Lambo

Lambo pataleaba y amenazaba, intentando que el hombre mayor le soltará sin embargo Reborn tenía un buen agarré sobre la camisa del menor.

Enfadado el de patillas empujo con brusquedad al otro, un alarido de dolor escapando de su garganta contra el fuerte choque contra la pared.

- ¡¿Se puede saber qué coño te pasa estúpido?!

Lambo le estaba gritando con frustración e ira, en un principio había decidido resignarse a su destino y sin embargo ahora estaba dispuesto a pelear. Siempre había odiado que lo trataran como un esclavo más que un sirviente pero este idiota creía que él era… ¡¡un puto objeto!! Por ahí sí que no pasaba.

- Parece que la gallina tiene valor.

Una vena le saltó en la frente al más joven a la misma vez que un fuerte sonido retumbaba en el lugar, una fuerte y directa cachetada a la mejilla del de patillas rizadas. La marca rojiza del menor se empezó a formar en la piel pálida del otro a la misma vez que un aura pesada y oscura se instalaba alrededor de ambos. El más joven tembló ante la mirada furiosa y sanguinaria del otro, definitivamente había cometido un horrible error pero eso no lo iba a echar para atrás, tenía su orgullo al fin y al cabo.

- No vuelvas a llamarm…¡¡ah!!

Lambo se retorció de dolor en el suelo a la misma vez que la mano del más alto estaba elevada, la furia saliendo por todos y cada uno de los poros de la piel contraria. Sus pasos se hicieron constantes, pisoteando el abdomen del menor con rudeza pero Lambo se negó a volver a dejar que un gemido de dolor saliera de sus labios.

- Acabas de ganar un castigo.

Lambo vio con horror como el mayor desgarraba su ropa, su piel siendo coloreada por los moretones donde el golpe había impactado anteriormente con brutalidad. Por la mirada del mayor Lambo sabía lo que estaba a punto de pasar y por esa misma vez deseo no haber echó nada, dejar que le pisoteará antes de que pasar por la peor tortura de su vida… por lo mismo que pasó Tsuna hace tan poco tiempo y que lo cambio de forma salvaje.

Con Tsuna

Tsuna podía escuchar los gritos de Lambo, haciendo que su piel se erizará de miedo y angustia por su amigo.

Desde aquel momento Tsuna no lo volvió a decir nada de sus planes a Lambo, si lograba escapar le pediría ayuda a la policía. No obstante sus intentos de fuga no cesaron, aumentaban a cada momento con más fuerza y decisión, las ideas más extrañas s ele pasaban por la mente y ninguna la alejaba de sí, dispuesto a llevarlas a cabo a como dé lugar pero… nunca lograba su objetivo.

En este momento el castaño estaba llevando a cabo uno de sus tantos planes de fuga, corriendo tanto como le daban sus piernas, esquivando los objetos a su paso, mirando de vez en cuando hacía atrás y observando que en efecto lo estaban persiguiendo los guardias, su corazón latiendo a mil por hora. Por desgracia no se fijo que en frente de él se encontraban unas escaleras, tropezando con ellas y cayendo, su cuerpo resonando con fuerza con cada peldaño que bajaba de esa forma, escuchando con horror los huesos crujir y la sangre brotar de su rostro.

Al ver esta escena las personas presentes se alarmaron, gritando porque se llamará a Shamal, el único médico del lugar mientras ellos recogían el cuerpo inerte del otro, llevándolo corriendo hasta donde estaban el resto de donceles y mujeres, colocándolo en la cama de su habitación.

Shamal tardó escasos segundos más en llega, poniéndose serio ante la lesión en la cabeza, revisándola con cuidado y curándolo, revisando las constantes vitales y comprobando que no estuviera muerto.

Fuera de la habitación todos se encontraban preocupados por la salud del castaño, incluso Reborn lo estaba pues a pesar del fuerte carácter del castaño, el mismo había acabado cogiéndole aprecio de una forma retorcida, pero lo hizo.

Cuando Shamal salió de la habitación vio a los presentes de forma seria, no sabiendo lo que pasaba por su cabeza en ese momento. Soltó un suspiro, dándoles de alguna manera alivio a los demás.

- Venid conmigo.

Shamal volvió a entrar en la habitación, siendo seguido por el resto. Se colocó al lado del castaño, mostrando con sus manos las heridas que este poseía.

- Por suerte la herida en la cabeza no ha sido grave pero de todas formas deberemos de mantenerla muy revisada y controlada, las de la cabeza son las peores. Sus huesos al impactar con el suelo hicieron que las heridas que no estaban recuperadas en él se volvieran a abrir pero por suerte con unos medicamentos y dejándolas inmovilizadas podrá volver a usarlas. Por el resto no hay ningún tipo de problema o lesión y fue un verdadero milagro que no le pasará nada al feto.

-¿….feto?

- Este chico esta embarazado.

- ¡¿Qué?!

Tsuna se había despertado durante la explicación oyendo lo que el doctor  tenía que decir sobre su salud y ahora se enteraba que estaba embarazado…

- ¡Eso no puede ser posible!

- ¿Tuviste relaciones sin condón?

-…

- Ahí tienes tu respuesta.

Apretó las sábanas en sus puños, el maldito que abuso de él lo había dejado en estado, lo había embarazado en contra de su voluntad y ahora tenía a un pequeño creciendo en él… no… eso no podía ser posible…

- No… yo no… no puedo estarlo… no puedo estar en cinta…

Las lágrimas empezaron a caer por los ojos caramelo, mostrando el profundo dolor que sentía. Nadie decía nada, solo eran meros espectadores del sufrimiento ajeno, no comprendiendo esa reacción cuando él no se había acercado a la zona de trabajo, si estaba en cinta debía de ser de alguien a quien amara.

- ¿Por qué reaccionas así? No te dejaste tocar, debe de ser de la persona que amas.

- Dino… Tsuna fue violado…

Eso fue como un balde de agua fría para los presentes que ahora comprendían el sufrimiento del castaño… tener un hijo de la persona que lo violó y condeno…

Giotto corrió hacía Tsuna, abrazándolo contra su pecho y diciéndole palabras de consuelo, dejando que este mojará su camisa por el llanto. El resto de donceles se acercaron a él dándole su apoyo asegurándole que no le iba a pasar nada y que ellos iban a estar ahí, para ayudarle y poyarle.

- Ahora sí que no tienes opción… o trabajas como prostituto o tú y tu hijo moriréis… no pagaré nada que os ayude si no piensas devolverme ese dinero y no tienes otra opción de hacerlo.

Tsuna se apegó la cuerpo del otro asustado, sabiendo que tomará la decisión que tomará estaba acabado… muerto en vida.

Durante una semana estuvo en cama, no comía, no salía, no hablaba… no vivía. Solo pensaba en aquel día en la que su vida se vio trucada, en la que todo cambió hasta llegar a donde estaba ahora. No sabía qué hacer, no podía llevar en su vientre la esencia de aquel maldito que lo utilizo y destruyo pero tampoco podía quitarle la vida a un ser inocente que no tenía culpa de nada, uno que no había existido, que no había visto la crueldad del mundo. Si abortaba sabía que se arrepentiría toda la vida pero… ¿sería capaz de tenerlo y cuidarlo sin odiarlo? ¿Sin echarle la culpa de todo su sufrimiento? ¿Realmente sería capaz de hacerlo?

Las dudas se acumulaban en él, refrenándolo a tomar una decisión, estaba asustado y a pesar de tener a todos aquellos que en poco tiempo se habían convertido en su familia él… tenía miedo. Temía de lo que pudiera pasar, lo acongojaba la idea de llegar a odiar a su propio hijo… lo hacía tanto como el que le arrebatará la posibilidad de vivir.

Los somníferos que se tomo habían comenzado a surtir efecto, taponando su mente, conduciéndolo a la inconsciencia. Al despertar sabría lo que haría, sabía la decisión que tomaría… mientras simplemente se quedaría ahí dándole la última vuelta… justo antes de quedarse dormido recordó su violación…

Al despertar en la mañana vio todo a su alrededor con la decisión tomada, ya no había vuelta atrás. Se levanto despacio de la cama y fue hasta la ducha, limpiando su cuerpo del sudor que había acumulado tras su pesadilla, asegurándose que ya no hubiera ningún rastro en su cuerpo. Terminó quedándose relajado, dirigiéndose hasta el comer donde estaban todos, quedándose callados al verlo, la sorpresa dominándoles,

- Quiero tener al bebé.

Las sillas cayeron de forma estrepitosa contra el suelo, corriendo hacia mí y abrazándome con fuerza.

- Todo va a salir bien.

- Y nos tendrás a nosotros para ayudarte en cualquier cosa que necesites.

- Gracias.

Los chicos empujaron a Tsuna hacía la mesa, dándole una buena comida mientras avisaban a Reborn de que el castaño deseaba trabajar, sacándole una sonrisa al otro mientras aceptaba que lo hiciera, mandando a que lo instruyan.

Pronto todos acabaron de comer y se dirigieron hacía el salón, colocando frente a Tsuna cientos de objetos sexuales ante sus ojos haciendo que se removiera incómodo y deseará salir huyendo de allí.

- Tranquilo, no es tan difícil como parece, sabremos explicarte bien las cosas no te preocupes. Cada uno te explicaremos una de las cosas que ves aquí, te mantendremos informado y te prepararemos para esto, si no estás listo no conseguirás muchos clientes.

- Vale, entonces… me pongo en vuestras manos.

Los chicos sonrieron antes de acercarse cada uno a las cartulinas que había sobre la mesa. Dino cogió una de ellas y salió para el frente enseñándosela con una sonrisa.

Dejarse tocar

Dino dejó la cartulina a un lado, colocándose en medio de la sala siendo visto por todos los presentes.

- En nuestro negocio es necesario que nos dejemos tocar, si mostramos repulsión o rechazo hacía nuestro cliente este se enfurecerá, quejará y no nos pagará aparte de que lo más probable es que recibamos una buena paliza por ello. Cuando estés en la cama con otro hombre debes pensar que es alguien que te gusta, atrae o simplemente desconecta pensando en otra cosa, dile cosas que le prendan y déjale que piense que ha hecho un buen trabajo. Deberás tener tolerancia aunque hay ocasiones en las que no puedes hacerlo, sobre todo cuando comienzas por eso tienes que hacerle consumir alcohol al igual que tú DEBES beber. Eso hará que no le prestes demasiada atención y te relajes, haciendo que sea mucho más fácil para ti. Claro que el consejo de tomar no podrás ponerlo en práctica, al menos no hasta que des a luz y estés recuperado.

- Dino lleva razón en ello ¡al extremo! Es una buena forma de hacerlo.

- Jajaja sí pero también hay circunstancias que varían un poco.

- ¿Varían?

- Sí a eso voy.- Dino tosió un poco para que volvieran a prestarle atención.- Hay algunas veces en las que el cliente toma demasiado, hasta tal punto que se queda dormido en ese momento. Cuando despierta no recuerda nada, tú deberás de cobrarle el servicio completo aunque no te tocará, es el mejor negocio de todos. Le sacas una verdadera fortuna sin que te pusiera un dedo encima.

- Pero eso es deshonesto.

- Tsk. Piensa en esto Tsuna: le cobras por pasar tiempo contigo, necesitas un dinero que te da de buena manera y no te toca, es el negocio perfecto.

- ¡Exacto! A G le ha pasado varias veces y gracias a eso comenzó a tener más dinero.

- En este apartado no te puedo decir cuánto cobrarías ya que depende de lo que te pida el cliente, pero suele ser un buen dinero.

Dino se alejó del lugar para sentarse, cediéndole su turno a la siguiente persona. En esta ocasión salió Giotto ante todos con su cartulina. La mostró sonriendo.

Erecciones

Al leer esto Tsuna sintió su rostro arder de la vergüenza, sacándole risas a los demás que lo veían divertidos. Giotto dejó en la mesa el objeto mientras lo miraba sonriendo.

- A la hora del sexo nuestros clientes no solo buscan el placer personal sino que la persona a la que van a poseer lo disfrute ya que significa que han hecho un buen trabajo, la mejor forma que tienen de comprobarlo es con una erección. El problema es que por ti mismo es difícil que te sientas atraído por esas personas por lo que no vas a tener una erección, ellos se sentirán ofendidos y no volverán más por aquí. La única forma que tienes de asegurarte de ello es con esto.

Giotto mostró una cajita de pastillas en las que se podía leer “Viagra”

- La Viagra ayudará a que se te levanté y no tengas problemas con tu cliente y además te ayudará a sentir placer cuando te toquen ya que estarás muy caliente, encendiendo al otro. Esto los mantendrá satisfechos y volverán para repetir te lo aseguro. Es mejor que te lo tomes cuando has localizado a tu cliente y ves que está dispuesto a tener relaciones contigo, incítalo y una vez que estas COMPLETAMENTE seguro tómatela de forma disimulada junto a lo que te sirvan, entretenlo un poco y después de media hora podrá tener una buena marcha en la cama. Mi caso es igual que el de Dino, no puedo decirte cuanto te pagaran por esto pero si te puedo decir que comprar la Viagra te va a salir muy caro, lo mejor es que aprendas a tener erecciones por ti mismo, piensa en algo que te encienda y úsalo en tu beneficio o me temo que no te irá muy bien por aquí.

Giotto se sentó también, dándole una palmadita a Tsuna en la espalda al verlo un poco pálido.

- ¿Estás bien?

- S-Sí… solo… asimilo información.

- Antes de pasar al siguiente punto… ¿tienes alguna duda?

- B-Bueno… ¿a cuánto me saldría la Viagra?

- A 30$ no parece que cueste mucho pero para salir de aquí, sí lo es. Trae 5 pastillas aunque también es verdad que con tu parte de un cliente te lo podrías pagar pero para los que están desesperados por salir de aquí eso es una fortuna.

- ¿Cuánto cobraría por cada…?

- Jajaja tranquilo, ahora lo sabrás.

Con una risa Takeshi salió al centro, mostrando el suyo por unos segundos antes de ponerlo junto a los demás.

Posturas

- Las posturas son realmente importantes a la hora de tener sexo ya que una le puede gustar y excitar más al otro, por lo que deberás de tener bastantes conocimientos de este tipo. En cualquier momento te pueden pedir que los montes, te abras de piernas, te pongas a cuatro o cualquier otra postura que esa persona desee. Deberás de hacerlas según te pida por lo que deberás de tener bastante información para ello así que…

Takeshi se acercó hasta Tsuna, dándole el libro del kamastrusa, haciendo que el rostro del otro se tiñera de carmín.

- Es mejor que lo veas desde ahí, pero si tienes duda de alguna postura puedes preguntarme yo te indicaré como se hacen sin problemas. En este caso se hacen directamente las penetraciones, por lo que les cobramos 300$, te quedas con una ganancia de 150$.

- ¡¿Tanto?!

- Sí, digamos que este es un prostíbulo de calidad, para los ricos, así que todos los precios son bastantes altos. ¿Más preguntas?

Tsuna no dijo nada, negando con la cabeza. Takeshi le volvió a sonreír antes de sentarse, siendo esta vez G quién saliera.

- Tsk. Ya que el friki te ha explicado las posturas yo lo hare sobre las felaciones. Estas no tienen un verdadero misterio y no hay mucho que explicar. Hay dos tipos de masturbarlos con la mano o con la boca, no te las voy a explicar a detalle ya que creo que sabes cómo van sino usaremos eso de allá para que lo practiques.

G señalo con su mano un pene de látex, haciendo que las mejillas del castaño se volvieran carmesí.

- Bueno, los clientes pueden llegar a pedírtelo también y tú debes de complacerles, sobre todo si quieres el dinero. Hazlas como si no fueran nada, dales el placer que buscan y listo. Puede resultar nauseabundo pero tienes que conseguir que quieran que se la chupes, de esa forma podrás cobrarles más. Las mamadas cuestan 200$ mientras que hacerlo con la mano va a 100$, es más económico hacerlo de la otra forma aunque por desgracia si te lo chupas deberás de tragarte también su semen, es algo que los enciende muchísimo.

- ¿Dudas?

- ¿No hay alguna manera de que no tenga que… tragármelo? ¡Es asqueroso!

- Lo es pero no hay forma de librarse de eso, es tragarlo sí o sí.

G se sentó en su sitio mientras Tsuna se pasaba las manos por el cabello, respirando hondo para calmarse.

- Tranquilo, pronto acabaremos con las clases.

- ¿En serio?- Lo miró suplicante.

- Por las de hoy sí.

El castaño emitió un gemido lastimero, deseando que se acabará todo cuanto antes.

- Tranquilo Tsu-chan todo se pasará en un visto y no visto

- Cierto desu~

Tsuna vio como I-pin y Haru salían ambas mostrando una pancarta lo que le llamo la atención. En ella ponía:

Tríos y Orgías

- Yo te explicaré sobre los tríos…

-… y yo sobre las orgías desu.

- Bueno empezaré yo.

I-pin dio un paso hacia el centro mientras Haru retrocedía, la del cabello azabache calentaba su garganta para hablar de forma sería.

- Hay ocasiones en las que prefieren tener un trío, unas veces comparten un doncel con otra persona pero la mayor parte de las veces lo hacen con dos donceles. Cuando esto ocurre no te queda de otra que aceptarlo y hacer que os toque, “pelearos” por su atención, dándole lo que él quiere pero poniéndoos dominantes, como si ese fuera vuestro hombre y no lo fuerais a compartir, eso los pone muchísimo. Los tríos suelen ser más caros que el resto ya que son más placenteros y normalmente encargan más cosas en él pero sin contar con ello por cada trío son 700$ por cada doncel sin contar con los servicios extra. Si son dos varones lo que te cogen pagan ambos 700$.

- En las orgías es muy parecido desu. En ellas puedes coger con varios donceles aunque también hay ocasiones en las que lo hacen varios varones, de hecho suele ver muchos varones ya que les resulta más excitante cogerse a un solo doncel todos a la vez. Cuando esto pasa también pagan 700$ cada uno solo que como son bastantes más resulta bastante… agradable hacer orgías.

- ¿Preguntas?

Tsuna no les contesto, negando con su cabeza. Ambas se acercaron al castaño dándole un beso en la mejilla antes de sentarse y dejar que el siguiente comenzara a hablar.

Ryohei salió muy animado hasta el centro de la habitación mientras que Xanxus salía de mala gana, frustrado y con una mirada que prometía dolor a la persona que le molestará o dijera una sola puta palabra.

Objetos y disfraces

- Es muy sencillo ¡al extremo! Hay ocasiones en las que les gusta cambiar por algo más excitante en esos momentos usamos los juguetes sexuales. Pueden ser perfectamente bolas chinas, penes de látex o cualquier otra cosa que ellos quieran. Con esto también hay dos opciones: o te los meten ellos o te lo metes tú, en cualquiera de los dos casos debes actuar como si eso no fuera nada, es así de sencillo.

- ¿Preguntas?

- Em… ¿si lo piden me los tengo que meter yo?¿No hay alguna forma de que me libré de ello?

- Hay ocasiones ¡extremas! En las que son ellos lo que piden que se lo metas y que te los folles pero son muy extraños, tanto que es prácticamente un mito.

- Eso es una lástima.

- ¡Lo es al extremo!

- Escucha basura porque lo diré una sola vez: llevas disfraces y ropa que les provoque y excite, ejerces el papel de esa persona con esa personalidad antes de ser follado y listo. Cada uno por su lado. Con esto cobras 600$

- Con los juguetes 100$ por cada objeto usado.

Tsuna sentía que su cabeza iba explotar, no podía creer todo lo que escuchaba y que pronto tendría que hacer también, era algo odioso para él… no quería llegar a eso.

- Tsuna.

Giotto le puso una mano en el hombre haciéndolo salir de su ensoñación antes de que lo abrazara con fuerza, pegándolo a su pecho. Le dio suaves caricias en su cabello, besándolo para calmarlo.

- Tranquilo, no pasa nada. Aún puedes echarte para atrás si quieres… este es un trabajo en el que entras y no vuelves a salir.

-  No puedo… mi bebé me necesita… tengo que hacer esto…

El rubio lo apretó más contra él, dejando esa posición para que sintiera que estaba a su lado, apoyándolo cuando salió Hana, viéndolo con una pequeña sonrisa, apretando su mano. Ella sabía lo que era pasar por eso,

Masoquismo

Al ver eso Tsuna comenzó a temblar, no le gustaba nada, sentía que iba a morir y sufrir mucho con ello.

- Hay veces en las que vienen masoquistas pidiendo un servicio, en estos casos los llevamos a unas habitaciones especiales, en ellas hay cadenas, látigos, esposas, grilletes, bolas para la boca y muchos otros objetos. Si llega a venir uno lo mejor es que te pongas un traje de cuero, los enciende más aunque hay ocasiones en las que no te da tiempo a ponértelos cuando ya te han atacado, devorando tu cuerpo. En sadomasoquismo es de los peores para nosotros ya que acabamos con el cuerpo demasiado machacado y no podemos hacer casi nada por lo cual es el servicio más caro de todos, se cobran 5.000$ por cada servicio. Algunas veces vienen varios para hacerlo a la misma vez como una orgía, ya sabes que eso tiene pagos extra.

Tsuna veía a Hana completamente sorprendido por ello, jamás pensó que ese llegará a ser el negocio más… económico de todos. No dijo nada, solo asintió hasta que ella bajo del lugar dejando su puesto a Kyoko que le veía con amor y una dulce sonrisa.

Voyerismo

- Hay ocasiones en las que lo que más le excita a un  hombre es que lo vean haciéndolo con otro. Hay digamos que dos tipos. El primero consiste en que tú veas a un cliente y a otro de nosotros montándoselo con él y la otra es que te hagan tener sexo con uno de los aquí presentes ante su vista. En cualquiera de los dos cosas ganas 500$ así que no es un mal negocio del todo. ¿Dudas?

Tsuna no dijo nada esperando que al fin acabará el mal rato y para su fortuna así fue, no le dijeron nada más del tema. Para su suerte consiguió que Reborn le dejará trabajar a partir de esa misma noche pero dado que estaba embarazado no dejo que vendiera su cuerpo hasta después del parto, algo que agradeció.

En este momento el castaño se encontraba tras la barra sirviendo bebidas al resto de donceles y a los clientes, observando cómo sería su vida dentro de muy poco. Al solo servir no ganaba mucho pero al menos eso podía cubrir un poco los gastos del bebé, no obstante le hacía falta varias medicinas ya que a causa del accidente que tuvo antes su embarazo era uno de alto riesgo.

Los meses pasaban lentos y con dolor para el pobre castaño, no pudiendo a penas levantarse de la cama sobre todo para no lastimar a su bebé. En el momento que rompió aguas era de noche y las horas pasaban de forma lenta, siendo sus gritos escuchados por todo el prostíbulo q1ue esa noche había cerrado para todos juntos dar la bienvenida al bebé que tanto habían estado esperando. A las dos de la mañana del cinco de diciembre se escucharon fuertes gritos en el lugar mostrando el dolor pero la tan anhelada compañía de aquella criatura que había sido concebida en las peores circunstancias.

- Felicidades, es una niña.

Tsuna se encontraba postrado en la cama, sudoroso y adolorido pero de él nació un fuerte deseo de tener a su hija en brazos, aquella que llevaba esperando nueve meses para conocer.

La pequeña tenía una pequeña mata de cabello violáceo en su cabecita, la piel pálida la hacía resaltar y lo pequeño de su cuerpecito lo enternecía. La nena cogió con un manita el dedo de su oto-chan cuando este paso la mano por su rostro, apretándole con algo de fuerza, como intentando que no se fuera de su lado. Abrió durante unos instantes los ojos para a los pocos segundos volver a cerrarlos pero ya era demasiado tarde, su oto-chan se había enamorado de ella, de su cielo, su ángel.

- ¿Cómo la llamarás?

Tsuna vio con amor a las personas que se había convertido en su familia durante esos meses, sonriendo como no lo hacía desde su violación algo que sorprendió a Lambo pues ya creía esa sonrisa perdida.

- Nagi, mi pequeño angelito se llamará Nagi.

G cogió en sus brazos a la pequeña bebé, esta se acurruco en su pecho buscando algo de calor. Enterneciéndolo.

- Tsk, así que Nagi ¿eh? Pues bienvenida a esta familia de locos.

- Jajaja serás nuestro pequeño lucero.

- Nagi será mi luz en mi oscuridad, el motivo por el que cedí y accedí a llevar esta vida, la única… por la que a partir de ahora vivo.

El castaño volvió a recibir a su pequeña en brazos, jurándose cuidarla de todo y todos, que no le faltará nada aunque eso significará su propia ruina.

Los años pasaron de forma rápida y pronto harían cinco años de que Tsuna trabajaba de esa forma, un tiempo en el que a Chrome no le falto de nada gracias a su oto-chan y a sus tíos que día a día trabajaban todos juntos para que no le faltará nada a la pequeña y estuviera rodeada de amor.

Tsuna recordaba como inicio en ese trabajo, las muchas noches que paso junto a esos hombres, lo hacía como si fuera ayer,

Flash Back

Estaba nervioso, viendo hacía todos lados y a ninguno en realidad. Esta era la primera vez que iba a cumplir su trabajo como prostituto, siendo sincero consigo mismo… no tenía confianza. Él mismo sabía que no iba a llamar la atención de nadie y era justamente eso lo que temía, no poder llevar dinero a casa, que Chrome no pudiera comer.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no notó como unas manos lo cogían de la cintura, pegándolo a él y pasando sus manos por sus caderas. En ese momento sintió asco y ganas de vomitar pero llevaba un año preparándose mentalmente para este momento, los chicos le habían enseñado que hacer.

Se giró de forma lenta entre los brazos que le apresaban, procurando rozar su trasero con la parte baja de ese pervertido hasta quedar de frente. En ese momento quiso gritar de asco, era un hombre mayor, viejo y arrugado el que lo pegaba a él, viéndolo de forma lasciva. Para su suerte había aprendido a ocultar sus emociones, haciendo que este hombre no se diera cuenta de lo que ocultaba.

- Vaya, vaya tenemos a uno nuevo en el negocio.

- Y yo veo a un hombre guapo aquí delante.

- Um.. me gusta los cumplidos, si sabes moverte también como hablas tú y yo podríamos hacer un buen negocio.

- ¿En serio? Me encantaría tenerlo contigo.

. Jajaja así me gusta guapo, vamos al cuarto, allí te daré lo tuyo.

- ¿No prefieres beber algo antes?

- No, quiero ir directamente a la cama.

Tsuna no pudo objetar nada ante ello, siendo llevado por el otro hasta Kyoko, hoy ella se encargaba de apuntar a las personas que iban a encontrar y con quién, notando de esa forma que el hombre era Timoteo. Kyoko le dio una mirada de ánimo cuando él le empujo dentro de la habitación.

Nada más traspasar el lumbral de la puerta Timoteo empujo al castaño para que quedará en la cama, posicionándose sobre el cuerpo del castaño. Lo devoró con lujuria, lamiéndose los labios antes de empezar a devorar su cuello, pasando sus manos por el cuerpo contrario con gula y deseo.

Tsuna llevo sus manos hasta el cuerpo contrario, empujándolo contra sí, moviendo sus caderas para lograr que el miembro del otro despertará, punzando contra su vientre. El mayor de los dos saco de forma rápida la camisa del otro para comenzar a chupar sus pezones, sacándole a Tsuna gemidos de deseo y placer, retorciéndose bajo el cuerpo contrario la sentir como los mordía y estimulaba, logrando que el castaño le rogará por más.

Timoteo sacó una sonrisa victoriosa, sacándole el short y los bóxers al castaño, dejándolo desnudo ante su vista. Tsuna cruzó sus piernas para que no viera la erección que se estaba posando en él, lo0grando una sonrisa ladina en el otro.

- Así me gusta… actúa de forma tímida… llámame abuelo…

El castaño solo asintió, procurando que el otro no le tocará en su parte baja pero sus intentos fueron en vano cuando la lengua lujuriosa del otro paso por su pecho y abdomen bajando de una forma sensual hasta la parte baja del otro, separándole las piernas y chupando con deseo su pene.

- ¡¡¡Abuelo!!!

Tsuna se retorció, apretando con sus manos las sábanas bajo su cuerpo, sus gemidos subiendo de tono al sentir como las dedos ajenos se introducían en su cuerpo, sacándole quejidos que aumentaban la lívido del otro. Mientras su pene era atendido con gula, siendo humedecido por su boca los dígitos contrarios embestían sus caderas con fuerza, las súplicas por más saliendo de los rosados labios.

Sintiendo la húmeda y estrecha cavidad lista bajo sus pantalones dejando ver un duro y venoso falo a la vista, sin cuidado no delicadeza empujo el rostro contrario contra él.

- Chúpalo y humedécelo.

Tsuna no dijo nada, solo cogió con sus manos la erección que ahí se le presentaba, besando la punta para luego sacar la lengua, recorriendo con ella su glande para luego pasar por todo el tronco, besando las venas para luego chupar con deseo los testículos, una mano dirigiéndose a su propio pene, masturbándose mientras chupaba la verga contraria con rapidez y deseo, oyendo los obscenos ruidos de la verga contraria chocando contra su boca.

- ¡¡¡ Sí, más rápido!!!

Las manos contrarias se colocaron en su cabello, empujándolo con fuerza contra esa verga que palpitaba en su boca, haciendo presión con sus dientes hasta que notó una gran fuerza contra él, Timoteo se había corrido en su boca. Como pudo trago toda la esencia frente al otro, notando como alguna resbalaba por su cuerpo. Sus manos se dirigieron hasta ella, recogiéndola y saboreándola, logrando que un gemido de deseo fuera emitido por el otro junto a un gruñido.

Las manos contrarias lo obligaron a abrirse de piernas, mostrando su entrada junto a un falo de plástico que el otro le estaba dando. Tsuna trago saliva antes de con una de sus manos estirar su entrada para luego meter el otro en su ano, la primera velocidad estaba en marcha, sacándolo y metiéndolo en su cuerpo, los gemidos saliendo potentes de él. Timoteo cogió el pene con sus manos, sacándolo y metiéndolo con más fuerza y profundidad, aumentando la velocidad del cacharrito al máximo, diciéndole cosas lujuriosas al menor hasta que este no fue capaz de aguantar, corriéndose entre ambos en un fuerte grito.

Timoteo se relamió ante esa escena, aumentando su masturbación, sacando el otro pene para hacer que el castaño se lo metiera en la boca, realizando los mismos movimientos que realizó con él, logrando que recibiera su segundo orgasmo de la noche.

- No está mal nene… podríamos repetir…

Timoteo se dirigió al baño, sacando todo el semen de su cuerpo antes de echarle encima un buen fajo de billetes, saliendo de la habitación. Tsuna conto todo el dinero con manos temblorosas, lleno de asco por si mismo pero al ver que estaba todo lo que le correspondía, pudo dejar que las lágrimas salieron libres de él mientras se duchaba.

Sabía que se sentiría como una mierda mientras hiciera este trabajo… una vez más había demostrado que llevaba razón.

Fin Flash Back

En esa ocasión había sentido asco por si mismo pero gracias a sus amigos se vio capaz de superar esto, no sintiendo nada a la hora de tener sexo con otra persona. No obstante nunca le resulto fácil entregarse a otro hombre, su dignidad y orgullo viéndose machacados. Podía recordar sin duda alguna todos los trabajos y hombres con los que se había visto obligado a acostarse pero… jamás pensó que tuviera que hacer eso… con él.

Flash Back

Estaba tomando una copa para relajarse cuando un hombre se acercó a él, diciéndole que tenía un nuevo cliente a la espera. Tsuna solo asintió tomándose de golpe su copa, caminando de forma lenta hasta la habitación que le habían dicho, encontrando en ella a la persona que menos esperaba, la tensión dominando su cuerpo.

- ¿Qué haces aquí?

- Deberías de tenerle más respeto a tu padre… bueno yo ya no lo soy.

Iemitsu le sonrió de forma hipócrita, cogiéndolo con fuerza de la cintura, logrando sacarle una mueca de dolor antes de besarlo con fuerza, sacándole gemidos adoloridos, metiendo su lengua en la cavidad contraria, obligando al otro a jugar en una danza que para el rubio era excitante,

- No tienes ni idea de las veces que desee esto… entrar en tu cuerpo… corromperlo.

Iemitsu lo empujo con fuerza hasta dejarlo en la cama, desabotonando su camisa y lanzándola a un lado para luego sentarse en una silla.

- Quiero que tú y Dino os deis el lote.. vamos, hacedlo.

Tsuna vio hacía un lado y ahí se lo encontró, mirándolo con un rostro preocupado, suplicándole perdón con los ojos. Tsuna le dijo a través de su mirada que no pasaba nada, dándole permiso para hacerlo.

Dino se acercó gateando hasta Tsuna, despojándole de su camisa de forma cuidadosa, besando su torso con cuidado de no lastimarlo.

- ¡¡No!! Hacedlo con fuerza, brutalidad…. Masoquismo

Tsuna se estremeció ante ello pero ambos solo asintieron antes de que Dino fuera empujado de la cama por un furioso Iemitsu.

- Mira y aprende

No dijo nada más antes de estampar a Tsuna contra la pared, metiendo su lengua en la cavidad bucal contraria, obligándolo a darse la vuelta antes de coger un látigo, golpeando el cuerpo contrario, oyendo los gritos y gemidos de dolor al igual que la prenda se rompía, manchaba de carmesí.

- MI perro, ven

Dino gateo ante el llamado de Iemitsu, colocándose frente a él antes de ser besado con pasión y lujuria, la fuerte presión haciéndole daño en su mandíbula.

- Chúpamela

El rubio menor solo asintió antes de hacer lo que su amo le mando oyendo los gritos del otro hasta que este cayo adolorido en el suelo. Cuando esto paso fue tirado de sus cabellos hasta la espalda contrario, obligándolo a tragar la sangre que de ahí salía. Cuando el mayor estaba completamente excitado, no aguantando más aparto a Dino de su camino, mandándole a mirar y masturbarse.

Cogió a su hijo y le hizo sentarse en la cama, su espalda apoyada en su pecho y sus caderas elevadas, dándole a Dino una vista perfecta de su cuerpo antes de ser penetrado por el otro, el miembro contrario llegando bien profundo en su interior, los quejidos saliendo sin parar de su boca, el pene contrario dándole directamente en su próstata, haciendo que gemidos placenteros salieran de su garganta a pesar de su resistencia y asco. La mano contraía se dirigió hasta su falo, masturbándolo mientras fuertes mordidas se hacían presentes en su piel hasta que no siendo capaz de aguantar se corrió, notando como su padre salía para terminar encima de su cuerpo al igual que Dino se vio obligado a hacer lo mismo. Al todo terminar Iemitsu salió riendo, dejando a un destrozado castaño llorando y a Dino abrazándolo, suplicándole que le perdonara por haberle hecho eso.

Fin Flash Back

Aquel día una parte de él murió, su padre aquel al que quiso y pensó que algún día lo rescataría de esa vida… abuso de él, le corrompió y le arrebato la última esperanza de tener una familia… mentira, de recuperar a su antigua familia porque él tenía una nueva, tenía a su hija y amigos junto a él, apoyándole y ayudándole en sus malos tragos, incluso cuando descubrió algo que lo destrozó.

Flash Back

Se había dormido solo por unos instantes, dándole paz a su cuerpo cuando se vio siendo puesto a cuatro patas. Al abrir sus ojos se encontraba en una habitación azul eléctrico, sabía que esa habitación era usada por dos clientes en particular, unos que adoraban los tríos.

- Nufufu parece que al fin despertó.

- Eso parece kufufu

Tsuna estaba desorientado hasta que escuchó la segunda risa, retumbando en sus oídos evocándole recuerdos que hicieron tensar a su cuerpo. Al levantar su mirada pudo reconocer al hombre frente a él, su cuerpo temblando de miedo e ira, la frustración acumulando en su ser.

- Tú…

- Oya, parece que me reconociste.

- Nufufu ¿reconocerte?

- Este fue el chico del que abusé.

- Oya, Mukuro no debiste hacer eso… no sin mí.

Ese nombre resonó en su cabeza, su cuerpo temblando y sin ser capaz viéndolo furioso y rabioso, deseándolo poder golpear a ese desgraciado pero su fuerza era mínima ante la de ese par de hombres que lo sometían, no permitiendo que se moviera.

- Esta vez sí me vas a complacer… completamente…

Sintió su cuerpo estremecerse, su mano acariciando la parte baja de aquel que lo violo sin poder hacer nada al respecto, haciendo que el castaño se odie más que nunca al no poder parar la violación de aquellos bastardos porque esto para él no era trabajo, era un abuso. El mayor recorrió con su lengua la piel de su cuello, mordiéndola con fiereza dejando visibles marcas. Apretó sus labios removiéndose y justo en ese momento abrió los ojos como platos, no podía ser, no podía estar a punto de sucederle una vez más. Sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo cuando un poderoso y excitado miembro se adentro en su cuerpo, las lágrimas corriendo por sus mejillas al notar lo grande que este era cuando una segunda erección se adentro en su recto, haciéndole compañía a la otra. Las estocadas no se hicieron esperar, introduciéndose con fuerza en su cuerpo, sacándole quejidos y súplicas a causa de todo el dolor que sentía pero todo ello fue ignorado, solo se podía oír los gemidos de esos malditos que disfrutaban de su cuerpo, besándose entre sí mientras lob toqueteaban a él con la intención de excitarlo, maldiciéndose ante el deseo de su cuerpo y suplicándose a sí mismo  que no sintiera esas sensaciones. Las estocadas y masturbaciones se hicieron más rápidas y fuertes hasta que lo hicieron culminar en el orgasmo, ambos viniéndose en su interior. Sintió asco de todo lo que acababa de pasar pero esa mueca solo consiguió excitar nuevamente a ese par que una vez más abusaron de él.

Fin Flash Back

Nunca supo cuanto tiempo estuvo de esa forma, lo único de lo que estuvo seguro fue que jamás dejaría que Rokudo Mukuro se acercará a Chrome. En algún momento pensó en permitírselo ya que también era su hija pero… él mismo le demostró que solo recibiría su pequeña desprecio por su parte y él se negaba a que aquello le llegará a suceder a ella.

En este momento Tsuna se encontraba en el bar bebiendo, buscando con su mirada al que podría ser su nuevo cliente, pero todos estaban ocupados por sus compañeros. Estaba cansado y no parecía que pronto habría ningún cliente para él, podría tomarse el resto de la tarde libre y descansar cuando la puerta del club se abrió, dejando ver a un hombre alto, de piel nívea, cabello azabache y ojos metálicos.

Era un hombre atractivo, no había duda alguna de ello y por su apariencia sin duda era un hombre joven, seguramente tendría alrededor de veintiséis años.

<< Vas a ser mi presa>>

Con ello en mente se tomo de un solo trago su copa, acercándose al recién llegado contoneando sus caderas, viéndolo de forma lujuriosa.

- Hola guapo, es la primera vez que te veo por aquí… ¿te apetece algo en especial?

- Hump que desaparezcas de mi vista.

Tsuna se tensó, viendo al recién llegado sin poder creérselo. ¿Lo había rechazado? ¿De buenas a primeras, sin intentar nada con él? Oh no, eso sí que no. Podía ser muchas cosas pero cabezón era la principal, si quería guerra, guerra iba a tener.

- Claro mi vida, en un cuarto oscuro no me verías…

- En verdad eres una puta.

- Es a lo que me dedico amor

- No me llames asó o te arrancaré la lengua.

¡Se acabó! Tsuna tenía un límite y uno de ellos era que lo mirará con odio. Él tenía su orgullo y si pensaba que se lo iba a permitir estaba muy equivocado, estas se las pagaría.

- Como quieras dulzura.- Tsuna le sonrió con burla antes de coger su copa, llevándosela a los labios.- Por cierto… no me gusta que me llamen puta, prefiero Gigoló

El azabache iba a hablar cuando Tsuna vacío toda su copa sobre el cuerpo del otro, su fino traje negro opacado por las manchas que dejaba el coñac. El más alto sintió un aura oscura rodearlo y unas intensas ganas de matar al otro que le dedicó una sonrisa burlona y le lanzó un beso la aire, una clara burla hacia su persona.

El de ojos metálicos hubiera estado a punto de ir tras ese castaño y demostrarle que lo que acababa de hacer era lo último en su vida cuando su hermano mayor, un azabache como él, idénticos en todo excepto en que el mayor de los dos llevaba una larga trenza. El alto se llevó a su mellizo hasta una mesa, riéndose por lo que acababa de suceder hasta un segundo, para su suerte se encontraban en la mesa más apartada y solitaria, con una esplendida vista a todo el lugar.

- No te rías.

- Vamos Kyoya, hay que admitir que ha sido divertido. ¿Quién diría que un doncel se pondría en tu contra, ganando la batalla en segundos?

Las risas del otro se hicieron más fuertes y escandalosas, haciendo que el aura negro del otro aumentará aunque por suerte nadie les escuchaba y prestaba atención.

- Te morderé hasta la muerte

- Ya, ya Kyo, no te enojes, solo ha sido algo puntual y ya. Aunque tenía todo el derecho de hacerte eso, no le trataste bien.

- Es una maldita y asquerosa zorra, se revuelca con quién sea a cambio de dinero, no tiene moral ni honra, me da asco.

Hibari Kyoya era un hombre serio y frío, solo tenía veintiséis años y ya era uno de los mejores policías que había. Muchos le temían pero de igual forma lo deseaban pues era alguien con una buena posición social, atractivo, fuerte y rico… ¿qué más se podía pedir? Nada. Pero este hombre tenía muchos defectos y entre ellos era que odiaba a las personas que vendían su cuerpo, daba igual para que tipo de trabajo fuera, para él esas personas no eran más que escoria.

Por otra parte, su mellizo y el mayor de los dos, Hibari Fon era completamente distinto. Era una persona buena y amable, ayudaba a todo aquel que estaba a su alcance y como su hermano también era un poderoso y rico policía no obstante él no hacía caso del dinero de su familia, prefería una vida cómoda y tranquila, nada que tuviera que ver con el lujo.

- Kyoya debes controlarte. Te recuerdo que estamos aquí por una misión.

- Detesto esta misión.

- Pero se debe llevar a cabo.

-…

- ¿Por qué no vas hacía ese castaño y te disculpas? Con un poco de suerte quizás consigamos algo de lo que venimos  buscando.

La mirada asesina de su hermano le demostró que daba igual lo que insistiera jamás, pero que JAMÁS se disculparía. Fon solo suspiro derrotado.

- Piensa que cuanto antes lo hagamos, antes nos marcharemos.

El otro soltó un gruñido enojado, levantándose de donde estaba para ir tras el castaño que estaba en la barra, una nueva copa en sus manos. Kyoya sintió su sangre arder de furia pero por el bien del mundo respiraría hondo, calmando su ira.

- Herbívoro.

Tsuna se dio la vuelta curioso por quién lo llamaba así, encontrándose con el azabache de antes y sin poder ni querer reprimirlo puso una cara de desprecio al verlo.

- ¿Qué quieres?

- ¿Esa es forma de tratar a tu… cliente?

- es la forma de tratar a un imbécil que me trato como una basura.

-´Tú te lo buscaste.

- ¿Perdona?

Tsuna se giró completamente viéndolo ofendido y con el ceño fruncido, apretando sus puños con fuerza e ira.

- Lo que oíste.

- Mira imbécil, no sé quién te crees que eres pero yo no soy una puta…

- Eres una puta

- ¡No lo soy! Y te digo algo a mí no me da la gana de que un imbécil con complejo de animal que seguramente se creerá superior a todos venga aquí a decirme que hacer. Vas a coger ese camino que hay ahí.- Le señaló el camino que daba lejos de él.- Y te vas a ir, si quieres a otro para coger te esperas que salgan los demás, porque YO no lo voy hacer. Y soy YO quien escoge a sus clientes así que lárgate de mi vista.

El aura que había alrededor de ambos era lo más pesado que había habido en mucho tiempo en ese lugar. Kyoya cogió con fuerza el brazo del castaño, llevándolo hasta Hana que hacía en ese momento el recuento.

- Quiero una habitación.

- ¿De qué tipo?

- Normal.

- Bien, debe pagar ahora la habitación y después lo que haga con el castaño en el lugar.

Kyoya sacó sin apenas mirar su billetera, dando el dinero necesario y empujando al otro hasta el lugar cerrando la puerta de un solo portazo.

- ¡¿Quién te crees para hacer eso?!

- Cállate herbívoro

La mirada asesina del azabache hizo que Tsuna se quedará callado pero solo para competir con él en la mirada más terrorífica, ninguno de los dos rindiéndose y dejando bien claro que no dejaría al otro dominar. En su interior Kyoya estaba sorprendido por el carácter de ese castaño pero jamás admitiría algo así.

Durante todo el rato que estuvieron ahí continuaron de esa forma, insultándose e intentando que el otro retrocediera de forma inútil para su desgracia pero esto no se quedaría ahí, ambos tenían el orgullo muy grande para ceder. Cada día Kyoya volvía al lugar, peleando con Tsuna e intentando domarlo a pesar de que este no se dejaba, recordándole al azabache en cada ocasión que podía que lo odiaba y que deseaba que se muriera lo antes posible, consiguiendo que el otro se riera de él.

Para la estupefacción del azabache se había dado cuenta de que le prestaba demasiada atención al castaño, sus movimientos y costumbres, la forma en la que le gustaba tomar y su forma de defender a las personas importantes para él, no se dejaba domar por nadie por mucho miedo que diera y menos dejaba que alguien se propasará con uno de ellos si este no lo deseaba, si eso ocurría el castaño mostraba la fuerza que mantenía oculta, castigando y destrozando al maldito desgraciado, siendo una advertencia para el resto.

- Parece que el amor te pegó fuerte

Kyoya vio de refilón a su hermano, no comprendiendo lo que este le quería decir. ¿Enamorado? ¿Él? Estaba claro que el otro había tomado demasiado.

- Deja de beber.

- No estoy borracho, solo digo lo obvio.

- No voy a cargar con tu borrachera.

- Jajaja está bien, no estoy borracho. Pero ¿en serio no te has dado cuenta? ¡Vamos eres inteligente! Recuerda las miradas, con detalle todo lo que te hace sentir y lo verás.

El menor solo rodó los ojos pero inconscientemente se vio haciendo lo que el otro dijo, abriendo los ojos, sorprendido para su desgracia. Lo que decía era cierto, nunca antes había visto a ninguno de los estúpidos donceles o las zorras que lo perseguían de la misma manera… esto era… ¿amor? No, no podía serlo.

Sin embargo cuando su mirada chocó con el castaño defendiendo a su I-pin de un maldito borracho, la determinación que demostraba… todo lo que atraían a él de forma inexplicable… como su droga personal.

- Maldita sea.

- Jajaja parece que al fin lo viste.

Hibari no pudo más que suspirar, la cosa se le complicaba enormemente ante esto, haciendo más duro su trabajo. ¿Cómo iba a cumplir con su misión sabiendo que la única persona que había hecho que se comportará como un herbívoro, demostrando sus sentimientos y siendo un libro abierta iba a acabar entre rejas si lo hacía? Pero no había otra alternativa, así debían ser las cosas.

Sus ojos chocaron con el cuerpo del castaño, viendo como este se llevaba a un nuevo cliente a su cuarto, haciendo que un gruñido saliera de sus labios. Ahora que había descubierto que tenía esos sentimientos por el castaño no estaba dispuesto a dejarlo. Se levantó decidido a impedirlo cuando su hermano le tocó un hombro, parándolo.

- Es el momento de cumplir con lo que venimos a hacer… ya no hay nadie.

- Hump

- Ve tú, te hace más falta concentrarte en otra cosa.

-…

Ante ello no pudo decir nada y menos como la persona de su afecto había desaparecido de su vista. Fon solo le sonrió divertido la ver su mal humor, caminando hacía uno de los donceles del lugar, Xanxus, y susurrándole al oído. El otro solo gruño antes de conducir al más alto a su habitación. Al ver esto casi deja que una mueca saliera en su rostro pero fue capaz de impedirlo justo a tiempo.

Avanzó como si no quisiera la cosa entre la gente hasta llegar a unas escaleras que conducían a la parte alta del burdel y que estaba prohibida para todos los clientes. Sin que nadie lo viera avanzó a través de ella con cuidado y sigilo, esquivando a los guardias hasta llegar al despacho. Al tocar el pomo de la puerta sabía que iba a estar cerrado y demostró llevar razón a los pocos minutos. Se hincó de rodillas, uso un clip y con él pudo abrir la puerta. Entró al lugar cerrándolo con llave.

Hecho una mirada rápida al lugar antes de comenzar a buscar, encontrando solo documentos que a él no le interesaban, sin manera de localizar su objetivo. Estaba  a punto de marcharse frustrado cuando una puerta le llamó la atención, se abrió paso hasta ella encontrando solo ladrillos. Enarcó una ceja ante esto, observándola con detenimiento hasta que tocó con sus dedos un lugar de esta, haciendo una breve presión que le mostró un pasadizo. Bajo por este hasta llegar al final, alumbrándose con una antorcha que había la principio de la escalera. Al llegar pudo encontrar una caja fuerte que tenía alrededor de ella, quito las cadenas una a una y cuando estaba a punto de patearla de pura frustración esta se abrió.

Sin miramientos extrajo los documentos que había en esta, mirándolos con detenimiento hasta que una sonrisa maliciosa se poso en su rostro. Apoyó su espalda en la pared viendo como cada parte de ese terreno había sido conseguido con el asesinato de la dueña anterior, el lugar construido de forma ilegal y lo mejor de todo. Los revisó todos con detenimiento, ocultándoselos en su chaqueta cuando se percató que faltaban aún un par de documentos más, sin embargo lo que lo hizo revisarlos con más atención que nunca fue el nombre de la persona: Tsunayoshi Sawada.

Al hacerlo la sangre le hirvió al ver que el castaño había sido comprado, siendo solo un maldito objeto, pero eso no fue de lo único de lo que se entero. Al revisarlo pudo ver en él las facturas, todo lo que el dulce castaño le debía al dueño del lugar, viendo como en la mayoría de gastos estaban cosas presentes para bebés… hasta que se le mostró una revelación: el castaño tenía un hijo.

Los cerró con fuerza, encaminándose hacia fuera del lugar, dejando todo como estaba antes de que él entrará, mezclándose con la gente. Se sentó en la mesa que le correspondía, pensando en todo lo que había descubierto, no pudiendo evitar quién era el desgraciado que dejo embarazado a SU castaño. Cuando Fon se acercó a la mesa no dudo en cogerlo de la muñeca, arrastrándolo lejos del lugar, los gruñidos saliendo de su garganta.

- ¿Qué pasa? ¿Y esas prisas?

- … Acabemos con esto

Fon no dijo nada, poniéndose serio, yendo los dos a la comisaria. Avanzaron entre sus compañeros sin dirigirles la mirada hasta llegar al despacho del jefe de todo el apartamento de policía, abriendo la puerta de golpe y entrando, los cómodos sillones siendo su tan anhelado descanso.

- ¿Cómo te atreves a entrar así?

- Yo hago lo que me da la gana.

- Kyoya… no molestes a padre.

-…. Hump

Fon soltó un suspiro intentando que el cabezota de su hermano no empezará a pelear con su padre, Alaude, una vez más en el día.

- Lo encontramos.

- Bien

No dijeron más, entregándole al mayor los documentos que los revisó con ahincó, comprobando que eran verdaderos y efectivamente eran todo lo que necesitaban.

- Con esto ese maldito lugar estará encerrado.

- ¿El personal?

- A la cárcel

- ¿Qué ocurre? No os entiendo.

Kyoya le paso a Fon los documentos y en ese momento comprendió por qué le menor pregunto por los prostitutos. Todos ellos estaban obligados a trabajar en el lugar desde muy temprana edad, grandes deudas acumuladas y siendo exigidas a pagar lo antes posible. Soltó un suspiro viendo a su padre con seriedad.

- No creo que sea justo. Fueron obligados y prácticamente se les enseño todo en este negocio, no tenían más opción si querían vivir.

- Rompieron la ley.

- Hump por una vez estoy de acuerdo con este.

- Yo también te quiero Kyoya.

- Más quisieras.

- Dejad la estúpida pelea. Deben ser arrestados hasta la muerte.

- Pueden ser arrestados por eso pero teniendo en cuenta de que fueron OBLIGADOS podríamos permitir que salieran si les pagarán una fianza.

. Kyoya lleva razón, podrías fijarla tú padre.

- Hump. Tenéis mucho deseo de que salgan

- Jajaja se podría decir que sí.

- 50.000$ y serán libres.

- ¡¿Tanto?! ¡Pero no podrán pagarlo!

- Asunto suyo,

Ambos solo soltaron un suspiro, el menor de forma disimulada sin embargo el otro dejo que se notará perfectamente. Sin más opciones prepararon a todos los hombres del lugar hasta llevarlos al prostíbulo, oyendo los gritos que de allí salían mientras todos los presentes corrían, los clientes con la intención de escapar pero por eso esperaron ambos fuera, asegurándose de que no escaparán, golpeando con más fuerza a los hombres que habían puesto sus manos sobre los donceles que habían captado la mirada de ambos hermanos.

Poco después el resto fue apareciendo, los gritos y maldiciones escuchándose en el lugar mientras los donceles y mujeres eran obligados a avanzar, siendo arrestados por la policía, las esposas evitando un posible ataque. En un momento de frustración los ojos caramelos de Tsuna chocaron con los de Hibari mientras que los de Xanxus lo hicieron con Fon.

- ¿Qué está pasando aquí?

Fon fue el que dio un paso adelante, aclarándose el nudo en la garganta para hablar con voz sería y como acto oficial

- Estáis detenidos por prostitución ilegal. Vuestra nueva “casa” serán las celdas de la prisión por los próximos diez años, quizás se rebaje por buen comportamiento. No obstante podréis salir de prisión si pagan la fianza que es de 50.000$, el dinero usado durante este negocio es considerado nulo.

Los gritos y quejas no se hicieron esperar mientras eran metidos en un furgón policial pero Tsuna no dejaba de removerse, viendo hacía dentro del lugar con preocupación hasta que un agente salió con Chrome en brazos.

- Señor, la encontramos dentro.

- ¡Déjenla! ¡Es mi hija!

Tsuna se removió con más fuerza, haciendo que más oficiales lo detuvieran. Hibari cogió  a la niña en brazos, viendo al castaño de forma fija, este devolviéndole una mirada de puro odio.

- Yo me haré cargo de ella.

- ¡Si, señor!

El castaño lo vio con ira, siendo obligado a subir a aquel coche, uno que no tardó en arrancar, dirigiéndolos hacía la prisión.

Hibari no dijo nada mientras llevaba a la pequeña hasta su propio automóvil, subiéndose en él y llevando a la niña hasta su casa, acostándola con cuidado. Era el ángel de su propio ángel.

Durante toda la noche se mantuvo despierto, cavilando en todo lo que estaba ocurriendo. Quizás esto cambiaría su vida para siempre, la pregunta era… ¿Quería que cambiará? Sí, si lo quería.

Cuando los rayos del sol inundaron el lugar él estaba en la cocina, preparando su desayuno y el de la pequeña que se había convertido en su visita. Oyó unos pasos por las escaleras, temblorosos y cuidadosos, sabiendo de quién se trataba. No sé equivocó cuando sus ojos chocaron con unos violáceos, la pequeña gritando aterrada antes de salir corriendo. Solo soltó un suspiro antes de seguirla, viendo con horror como esta pretendía salir a la calle sola. La alcanzó en unos segundos, cogiéndola en brazos y colocándola en su hombro.

- ¿Dónde pensabas ir?

- ¡Déjame! ¡Oto-chan, oto-chan ayúdame!

Se empezó a alarmar cuando vio las lágrimas de la pequeña, sintiendo que un instinto nacía de él, no fue capaz de verla así. La puso con cuidado en el suelo, abrazándola y consolándola y por alguna extraña razón ella confió en él, calmándose entre sus brazos.

- ¿Dónde está mi oto-chan?

- Antes me tienes que decir cómo te llamas.

Chrome lo vio de forma dudosa, pero al recordar lo gentil que ha sido con ella y que por algún motivo se sentía a gusto con él decidió hablar.

- Me llamó Nagi pero todos me dicen Chrome.

- ¿Por qué te llaman Chrome?

- Porque cuando era pequeña una vez en Halloween hicimos una fiesta de disfraces y yo no pare hasta ir de cráneo y por eso me llaman así.

- Ya veo… bueno Chrome, yo me llamo Hibari Kyoya. Vamos a tomar el desayuno ¿vale?

Hibari le tendió la mano y la pequeña se la cogió con una sonrisa, ese señor le caía bien y era una buena persona, a ella le gustaba. Caminaron de forma tranquila hasta el comedor, una vez allí cogió a Chrome y la sentó en sus piernas para que llegará mejor hasta la comida.

- Chrome.

- ¿Sí?

- ¿Y tú padre?

Por algún motivo el ambiente se puso un poco tensó, la niña jugando con la poca comida que le quedaba en el plato, sin mirarlo a los ojos. Pero de alguna forma consiguió el ángulo adecuado, viendo como sus ojos comenzaban a aguarse.

- Yo no tengo papá, solo a oto-chan y los tíos. Una vez le pregunte por qué no tenía papá y él me dijo que era porque mi papá se había tenido que ir. Pero yo sé la verdad…

-… ¿qué verdad?

- Mi papá no me quiere porque soy una niña mala…

- Eso no es cierto. Eres una pequeña encantadora y adorable, tu padre no sabe lo que se pierde al no tenerte a su lado… por eso es el hombre más infeliz de mundo por no tenerte a ti ni a tu oto-chan.

Hibari acercó a la niña a su pecho, dejando que ella llorará en él, abrazándolo. Puede que no fuera alguien que demostrará sus sentimientos pero esa pequeña le hacía sacar su lado más humano al igual que aquel castaño que sin darse cuenta le había robado los suspiros. La abrazó más fuerte contra sí hasta que se calmo, solo hipando un poco de vez en cuando.

- Hibari-san…

- ¿Sí’

- ¿Puedo llamarte papá?

Abrió sus ojos sorprendido ante la petición de Chrome, sintiendo como esta se pegaba a su cuerpo temblando un poco. Mostró una de sus muy raras sonrisas.

- Claro.

Chrome sonrió encantada, separándose de su papá y contándole todo sobre ella y su oto-chan, haciendo que una sonrisa se dibujara en los labios contrarios.

Cuando ambos terminaron su desayuno se arreglaron un poco y fueron hacía la comisaría. Una vez allí Kyoya mando a llamar al castaño hasta su despacho para sorpresa de todos los presentes que aún no se recuperaban que la pequeña llamará papá al azabache, dejando interrogantes en todos al igual que un gran rumor.

- ¡Oto-chan!

En cuanto Tsuna puso un pie en el lugar Chrome se lanzó a sus brazos, llorando como si no lo hubiera visto en años, sintiéndose feliz de poder tenerlo una vez más con ella. El castaño la atrajo hacía sí, acariciando su cabello con amor, un beso en la frente de la peli violeta fue lo que la terminó de calmar.

- Oto-chan, papá va a llevarnos a casa.

- ¿Papá?- Sin poder evitarlo su cuerpo se tensó ante ello viendo como Chrome asentía con una enorme sonrisa.

- Sí, papá

Chrome salió corriendo a abrazar a Kyoya, esté cogiéndola entre sus brazos mientras la pequeña se acurrucaba en ellos con una enorme y encantadora sonrisa. Por otra parte el castaño estaba ardiendo de rabia, queriendo arrancarle al otro la cabeza. Kyoya pudo percibir esto ya que llamó a uno de sus agentes y mandó que cuidará a la niña mientras ambos hablaban, en cuanto salieron Tsuna al fin explotó.

- ¡¿Quién te crees para decirle a mi hija que eres su padre?!

- Ella decidió llamarme así.

- ¡Debiste decirle que no! ¡¿Tienes idea de lo que pasará cuándo no vuelva a verte más?! ¡Se le romperá el corazón!

- Me seguirá viendo cada día.. y tú también.

- ¡¿Qué?!

- Cásate conmigo.

Tsuna se quedó helado ante esas palabras, temblando aterrorizado. Sin poder evitarlo ni queriendo hacerlo, le mostró una cara de profundo odio y asco, como la peor de las alimañas en ese mundo. Eso fue algo que caló muy hondo en el otro.

- Escúchame y hazlo bien… JAMÁS me casaré contigo

- Hump eres el que más perderá.

- Ja ¿qué perderé según tú?

- Para comenzar tu libertad. Si te niegas a casarte conmigo no pagaré tu fianza lo que significa que te quedarás durante los próximos diez años en este lugar ya que no tienes a nadie que pueda ni quiera pagártela. Después perderás a tu hija porque siendo tú su único familiar y no siendo capaz de cuidarla sería mandada a un orfanato donde yo la adoptaría como mi hija y obviamente a los padres que no se hacen cargo de sus hijos no vuelven a verlos más así que esta podría ser la última vez que lo hagas… pero si te casas conmigo ambos tendrán una vida mejor y no estaréis separados.

- No serás capaz.

- Pruébame.

Tsuna estaba temblando de la rabia, ese maldito lo estaba chantajeando y lo peor… es que no tenía nada con lo que luchar en su contra. Mordió sus labios con fuerza, hasta casi hacerlos sangrar y con un irrefrenable deseo de golpearlo que no sabía de dónde se refrenaba.

- Te odio.

- Lo sé. Pero igualmente esta es tu última oportunidad ¿tu respuesta?

El castaño se tragó todos los insultos que quería lanzarle a ese mal parido, las ganad de borrarle la sonrisa a golpes e incluso coger su propia pistola para matarlo con ella. Se trago toda su irá, este era un momento serio y definitivo

- Aceptó

Nada más decirlo se arrepintió, la sonrisa arrogante del otro hizo que su irá creciera y esta vez no se contuvo, levantando su pierna para golpearle en su parte baja pero la mano contraria se adelantó, reteniéndola antes de que llegará a su objetivo.

- No deberías de hacer eso… eso que intentabas golpear te va a dar mucho placer.

- Eso no pasará ni en tus mejores sueños.

- Ocurrirá antes de lo que te imaginas… dejando eso de lado tienes que firmar un documento.

Al decir esto lo soltó dándole un buen fajo de documentos haciendo que Tsuna los viera con los ojos afilados.

- ¿Qué es eso?

- Esto asegura que te casarás conmigo bajo tu libertad. Si no lo firmas no hay trato.

Tsuna se mordió los labios mientras cogía una pluma entre sus manos y como podía plasmaba su firma, dando por hecho que ambos se convertirían en esposos sin retorno.

- Bien amor, vámonos a casa tenemos mucho que planificar.

Al decir esto le sonrió con burla, sacándolo de su despacho y pagando la fianza para llevárselo con él y la feliz niña que al enterarse de la boda grito emocionada, haciendo mil y un planes a pesar de solo tener casi cinco años.

Tsuna puso mucho esfuerzo e insistencia en que la boda fuera rápida y privada, una vida exprés de solo firmar el acta matrimonial sin embargo las cosas no fueron como lo planeo ya que el azabache había decidido ir en contra de su idea, invitando a más gente de la que pensaba, pudo ver que Hibari los odiaba pero aún así solo lo hizo por molestarlo, aumentando su furia.

Después de algún tiempo de preparaciones ya había llegado el día de la boda, muchos ansiosos por este acontecimiento, principalmente porque les resultaba extraño que el Demonio se llegará a casar, pero ese no era el caso de cierto castaño que quería asesinar al azabache.

En este momento se encontraba en una de las habitaciones, siendo atendido por sus amigos y familia que de alguna forma, hubo quien se intereso por ellos, liberándolos de la prisión.

- Tu tranquilo, ya verás como acaba antes de lo que te imaginas.

- Giotto no mientas.

- Tsuna, él no estaba mintiendo. Todo pasará antes de lo que te imaginas.

-…. No quiero casarme con él.

Los demás se quedaron en silencio, terminando de alisarle el kimono rojo y arreglando un velo que habían traído desde Francia, un requisito que Alaude se empeño en llevar a cabo. Al terminar Tsuna estaba hermoso pero este al verse al espejo solo suspiro en derrota, resignado a llevar una vida que una vez más él se veía obligado a llevar.

Una hermosa melodía empezó a sonar mientras el castaño caminaba hacía el altar ante la atenta mirada de todos los presentes, su pequeña Chrome echando flores a su paso con una gran sonrisa, haciendo que una se colocará también en sus labios, cautivando a todos los presentes y más de uno deseando llevarse al castaño para sí.

Sin darse cuenta había quedado al lado del azabache mientras el sacerdote comenzaba a hablar, forjando un lanzó entre ambos que los uniría para toda la vida.

- Sawada Tsunayoshi ¿aceptas a Hibari Kyoya cómo tu esposo y sin posibilidad de divorcio?

-… ¿Esto no era de otra forma?

- Su prometido lo pidió específicamente de esta forma y de todas formas dos personas se casan para estar juntos toda una vida… ¿aceptas?

-…- por un momento estuvo tentado a decir no pero al ver a Chrome… - Acepto.

- Hibari Kyoya, ¿aceptas a Sawada Tsunayoshi como esposo sin posibilidad de divorcio?

- Sí.

- Por el poder que me ha sido concedido yo los declaro esposos, pueden besarse.

Tsuna estaba por alejarse de forma bruta del otro pero Hibari no se lo permitió, cogiéndolo de las caderas y estrellándolo contra él, besando sus labios con pasión. Por algún motivo el menor no fue capaz de resistirse, permitiendo que la lengua contraria entrará en su boca, enredando ambas lenguas en un apasionado beso que los dejó sin aliento. Al separarse se encontraba el menor con la respiración agitada, desconcertado por lo que había pasado hace tan solo escasos segundos, viendo la sonrisa ladeada del otro.

Al terminar eso se paso toda la ceremonia pegado al otro y no porque así lo quisiera, viendo como su pequeña jugaba con los niños que allí había, riendo y disfrutando junto a ellos de su boda, una que jamás quiso ni deseo.

Apartó esos pensamientos de su mente, ya estaba todo hecho y debía aceptar su nueva vida y condición… fue capaz de aceptar ser un prostituto y podía aceptar ese matrimonio por ella una vez más.

A las pocas horas podía notar a su esposo furioso de tantos herbívoros, como él los llamaba, y estaba seguro de que seguir así acabaría habiendo asesinato pero tampoco deseaba irse, sabía lo que eso significaba y no le hacía ilusión.

- Nos vamos

Todos se quedaron callados al escuchar al marido hablar, levantando con delicadeza a su esposo de la mesa. Tsuna solo tragó saliva ante esto. Se despidió de sus amigos y de su pequeño angelito que se quedaría con Fon y Xanxus, eso le preocupaba y calmaba por igual al saber el descontrolado doncel que era Xanxus. Con un beso a su ángel ambos se fueron y se montaron en el Ferrari del mayor.

El viaje fue silencioso, ninguno nada y tampoco parecía que el castaño pensará hacer nada por romper al ambiente, más bien ignoraba por completo al mayor para frustración del azabache. El de ojos metálicos no pudo evitar pisar el acelerador para llegar antes a su destino, sus dientes apretados a causa de la tensión que tenía en ese momento por el trato de su esposo aunque si era sincero consigo mismo ya se imaginaba algo parecido.

En dos horas llegaron al hotel en el que se quedarían antes de ir la mañana siguiente a coger el avión que los llevaría a su destino, ¿por qué no se quedaron entonces en la casa del mayor hasta ese momento? Porque Hibari quería completa intimidad con Tsuna y el castaño sabía lo que eso significaba.

Ambos bajaron del auto al momento, Tsuna arrastrando el vestido de novia aún pero eso realmente no le importaba, más bien solo quería que su nueva vida acabará cuanto antes, no le gustaba nada.

La recepcionista al verlos les sonrió de manera encantadora, por su posición se podía decir fácilmente que se estaba conteniendo de gritar de la emoción.

- Felicidades por su matrimonio caballeros, ustedes hacen una linda pareja

Hibari sonrió ante lo que dijo de ambos mientras que a Tsuna le recorría un escalofrío de horror.

- Las llaves

- Aquí tiene, si necesitan algo simplemente avísennos

Hibari no dijo nada, cogió al castaño de la cintura pegándolo a su cuerpo para desagrado del menor pero no dijo nada dejándose guiar por el otro hasta el ascensor. En el mismo momento en el que se cerraron las puertas Tsuna se alejo del otro tanto como fue permitido aunque eso al de ojos metálicos no le afecto pues tenía muy claro lo que iba a hacer en cuanto entraran a su habitación y su lindo esposo no podría evitarlo.

En cuanto el típico “PIN” del ascensor sonó ambos salieron dirigiéndose a su habitación y abriéndola al momento. Antes de que Tsuna se le escapara lo cogió en brazos para introducirlo en la habitación, ignorando las protestas y palabras de ira del de ojos miel. Le pegó una patada a la puerta al estar dentro y camino a paso decidido hasta la cama, colocando al castaño en la misma y al momento atacando sus labios de una forma salvaje y apasionada.

Tsuna sintió esos labios sobre los suyos y a pesar de que intento luchar contra él no pudo, rindiéndose y dejando que el otro jugara con su lengua, recorriendo por completo toda su boca. Las manos del mayor se dirigieron a las caderas contrarias, pegándolo a su cuerpo y comenzando a restregarse sobre él.

- Umght…

Ese gemido le incito a continuar, colando sus manos por la tela del vestido y comenzando a tocar las canelas piernas con cuidado, algo fuera de su naturaleza. Al separarse del apasionado beso un hilo de saliva los  unía pero pronto Hibari lo cortó, llevo sus manos hasta la parte trasera de la ropa de su esposo y la desabrocho dejando que la prenda escurriera por su piel con delicadeza, dejando ver un sexy babydoll.

Hibari se relamió los labios con lujuria, sus manos recorriendo las piernas del otro en un masaje mientras la otra mano se dirigía hasta sus pezones, estirándolos y sacándole al otro gemidos mientras su boca se concentraba en el cuello contrario, mordiéndolo, lamiéndolo y chupando, dejando rojizas marcas que al día siguiente se convertirían en notables chupetones. Sus besos comenzaron a bajar por el cuerpo contrario, lamiendo y chupando con fuerza los pezones contrarios, oyendo a cambio los excitantes gemidos que le incitaban a continuar con su trabajo. Sus manos comenzaron a bajar con suavidad y rapidez por el cuerpo contrario hasta separar las piernas de su esposo para acomodarse entre ellas, pulsando su palpitante miembro contra la entrada del menor.

- Ah…ha…m-más…

Hibari sonrió ladeado dejando los pezones contrarios al escuchar al castaño, su lengua pasando por toda la piel del pecho y estomago del castaño, deteniéndose en el ombligo del otro y jugando con su lengua en él, haciéndolo estremecer y gemir. Le dio un pequeño mordisco a su ombligo sacándole un gritito antes de bajar sus labios, lamiendo el bello público antes de bordearlo, evitando la erección del otro para empezar a lamer las piernas contrarias y dándole un pequeño mordisco al muslo derecho

- ¡¡Ah!!

Levantó su mirada y pudo comprobar cómo el cuerpo contrario temblaba, una mueca de absoluto placer en la cara del castaño. Relamió sus labios mordiendo, chupando y presionando su muslo, oyendo los gemidos del castaño y poco después como su cabello era manchado por un líquido blanquecino, mismo que empezó a caer por su rostro. Con su pulgar quito el semen que caía desde su frente y mejillas para lamerlo con una lujuriosa sonrisa haciendo que el otro se estremeciera por completo.

Sus labios se acercaron a la entrada del menor y arrancándole el babydoll comenzó a chupar y meter su lengua en la entrada contraria, lubricándola.

- ¡Ah…ha…n-no….d-dios….!

Sonrió al escuchar sus gemidos, metiendo su lengua en ella por completo y sacándole un candente gemido mientras lo empezaba a saborear y penetrar, volviéndolo loco con su lengua. Cuando considero que estaba lo suficientemente lubricado y su palpitante miembro no aguantando más, alejo su rostro de la entrada del castaño, posicionando su falo en la misma y entrando en él de una sola vez

- ¡¡Ah!!

El castaño inclino su pecho hacía delante, abrazando al azabache con fuerza e incrustando sus uñas en la piel contraria haciéndole sacar un gruñido de placer. Las acometidas no se hicieron esperar, rápidas y certeras que hacían delirar al hombre que se encontraba bajo su cuerpo.

- ¡¡¡M-Más por favor!!!

- ¿Quién ha sido tu mejor amante?

Sus estocadas pararon por completo, siendo movimientos muy lentos que sacaban su pene por completo de la entrada del menor para luego meterle con fuerza y rapidez su miembro, haciéndolo delirar

- ¡¡¡Tú!!! ¡¡¡Por favor, házmelo fuerte!!!

Hibari sonrió y cumplió con lo que le pidió su esposo, dándole de forma fuerte y salvaje, haciéndolo delirar y suplicar más. Llevo su mano hasta el miembro contrario y observo como el otro se derretía ante sus caricias, a penas rozando su miembro pero dándole salvajes estocadas que lo hicieron llegar al orgasmo en un gemido de placer y poco después llegó él, disfrutando de su expresión y lo apretado de su entrada.

Esa noche ninguno de los dos durmió en toda la noche, solo disfrutando del cuerpo contrario y del mismo, sus fluidos corriendo entre ambos cuerpos, incitando a la joven pareja a continuar.

Cuando llegó la mañana siguiente Tsuna estaba con las manos en su cabeza, mordiendo sus labios y casi golpeándose al darse cuenta de lo que hizo la noche anterior, se había dejado coger por su esposo y lo que era aún peor…por primera vez en su vida había disfrutado del sexo y rogado porque este nunca acabará. En ese momento se quiso golpear a sí mismo, se suponía que él odiaba al azabache y sin embargo en ese momento solo quería acurrucarse en el pecho del contrario y descansar siendo protegido por sus firmes y fuertes brazos.

“¡No! No vuelvas a pensar así jamás, Tsunayoshi. Él solo es como los demás, nosotros no vamos a confiar en nadie, él solo es una escoria que nos quiere ver humillados y hacernos sufrir, tener a su maldita puta personal”

Al pensar en ello la seriedad se apodero de su rostro y sin dudarlo se levanto y metió a la ducha, restregando su piel con fuerza para quitar el semen del contrario de su piel. Sintió unos brazos rodear su cuerpo y al momento se separó con el odio refulgiendo en sus pupilas.

- No me toques, YO NO QUIERO QUE ME TOQUES

- Hump, eso no decías ayer

- ¿Te refieres a esos gemidos?- Tsuna le mostró una mueca de completa burla.- Me he acostado con tantos hombres que sé perfectamente como fingir los gemidos, orgasmos y el placer… tú no eres nada ni siquiera  me gusta tú contacto

- Mientes

- ¿A sí? Mira

Tsuna compuso una mueca de placer, la misma que tenía la noche anterior y empezó a gemir, estremeciéndose y mostrando sus facetas más eróticas durante un buen rato para luego correrse. Al acabar acompaso su respiración viendo al mayor con burla

- Tú nunca me causarás un orgasmo

Hibari se sentía herido en su orgullo, sus manos apretadas y blanquecinas de la furia e ira que sentía en ese momento. Atrajo a Tsuna a su cuerpo, pegándolo por completo a él, haciendo su agarre fuerte y sabiendo que le dejaría marcas al otro si no se controlaba pero a pesar de que el azabache lo sabía no lo hizo menor.

- Bien, pues finge todo lo que quieras porque de esta habitación no sales en toda la noche

Hibari junto sus labios con los contrarios con fuerza e ira, abriendo la cavidad bucal del otro y dándole la vuelta, estampándolo con fuerza en los azulejos y metiendo de golpe su miembro en el trasero del otro

- ¡Ah!

Empezó a moverse al momento cegado por la furia y el deseo, Tsuna estremeciéndose contra él ayudando a hacer las estocadas más rápidas y fuertes, apretando su entrada y volviendo loco al contrario hasta que ambos llegaron al orgasmo.

Durante toda su luna de miel ninguno de los dos salió de la habitación, concentrados en el placer que se obtenía a través de ese acto a pesar de que el castaño cada mañana se reclamaba a sí mismo ceder, preguntándose por qué no podía evitarlo con ese hombre.

Cuando la luna de miel se acabó y ambos volvieron a Namimori se sintió afortunado, agradeciendo que al fin hubiera acabado esto. Nada más llegar abrazó a Chrome, dándole mil besos a su ángel

- ¿Te has portado bien cielo?

- ¡sí! Ha sido muy divertido estar con los tíos y estuvimos jugando

Tsuna sonrió ante la mirada y sonrisa de felicidad de su pequeña, mimándola mientras le daba un beso en su violácea cabellera

- ¿A qué jugasteis?

- ¡A tirarle cosas al tío Fon!

Al oír a su pequeña se puso a boquear mientras ella le enseñaba unas fotos. Un sudor frío lo recorrió al ver como Chrome y Xanxus golpeaban y tiraban cosas al Hibari mayor cada vez que este trataba de acercarse la doncel, era más que claro que Xanxus lo odiaba con toda su alma

- Y-Ya veo jajaja

Definitivamente iba a tener una larga conversación con Xanxus pero se contentaba con saber que su pequeña estaba bien.

- ¡Papá!

Chrome se tiró a los brazos de Kyoya mientras le contaba lo que hizo durante todo el tiempo en el que estuvieron y cuánto los había extrañado a  los dos.

- Chrome, ve a bañarte

- ¡Sí! ¿Después puede papi contarme un cuento?

Kyoya vio los ojos emocionados de la pequeña y asintió mientras ella soltaba un grito feliz. Pronto la pequeña estaba bañada y emocionada en la cama, escuchando la historia que le contaba su papá mientras Tsuna los observaba desde la puerta.

“No latas fuerte por esta escena corazón, no lo permitas…no permitas que eso pase…”

Cerró sus ojos mientras se iba a la cama y durante esa noche Hibari una vez más lo hizo suyo, con delicadeza y respetando sus deseos, a pesar de que Tsuna decía que no lo deseaba jamás trataba de parar al otro cada vez que tocaba.

- ¡Maldita sea! ¡esto no puede estar pasándome a mí!

Tsuna tiro contra la pared una botella haciendo que esta estallará en mil pedazos mientras todos sus amigos lo veían estando fuera de su alcance.

Takeshi rio mientras trataba de calmarlo, sobando su pancita de seis meses.

- Tsuna tranquilízate, ya has pasado antes por esto

- ¡Lo sé! Y me hace feliz saber que aquello era falso pero… pero…¡no puedo, no puede ser de él!

Tsuna llevó sus manos a la cabeza mientras veía con odio la maldita prueba de embarazo que le daba positivo. En un principio no la creyó ya que Shamal le dijo cuando tuvo a Chrome que se había vuelto estéril y sin embargo todas las pruebas que hizo fueron afirmativas….fue al doctor y este lo confirmo: estaba embarazado.

- No puede ser verdad…

Tsuna cayó derrotado al sillón sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas, sus amigos se acercaron a él acariciando su cabello.

- Tsuna va siendo hora de que lo admitas, ya han pasado dos años desde tu boda ¿no crees que es el momento?

- No….

- Tsu.-Giotto acaricio el cabello del castaño mientras lo abrazaba.- Admítelo cielo, será una liberación para tu alma

- No…no…

- Escoria, deja ya el puto drama, solo di que lo amas…que asco de palabras

- Yo…n-no lo….

Sus labios temblaron y no fue capaz de negarlo, todos sus sentimientos lo avasallaron, derribándolo y haciendo que el llanto se hiciera presente en él. Había luchado mucho tiempo por negar y enterrar esos sentimientos, matándolos y haciéndolos desparecer de su corazón y a pesar de ello estos cada día se levantaban con más fuerza en su contra.

- Has hecho bien…solo te queda decírselo…

- No…eso no…

- Tsuna, debes hacerlo. Estas embarazado y en unos meses vas a tener al bebé, ¿qué le dirás entonces? ¿Qué no lo sabías? Todos sabemos cuando estamos embarazados

- ¡¿Es qué no lo entendéis?! ¡¡Me dejará solo!! ¡¿Qué haré yo solo con un bebé y con Chrome?!

Tsuna se levantó del sofá con las lágrimas en sus ojos, la desesperación invadiéndolo

- ¡¡No podría cuidar de ellos!! ¡Sabéis cuánto me costó sacar a Chrome adelante y ahora será peor! ¡Al menos antes tenía vuestro apoyo y aquel trabajo, ahora no tengo nada! Yo…

- Tsuna

G lo abrazó mientras lo calmaba, siendo la voz de la razón que el castaño necesitaba a pesar de que se negará a saberlo y oírlo

- Es su hijo, no te dejará solo. Ha cuidado de ti y de Chrome a pesar de que ella no es su hija, ha hecho justicia con el maldito desgraciado que te violo y se ha encargado de destruir a los desgraciados que eran tus padres…le importas y mucho. No seas tonto, ve y dile la verdad, tus sentimientos antes de que sea demasiado tarde y se acabé alejando de verdad de tu lado.

Tsuna se estremeció con horror ante lo último… ¿Kyoya se iba a alejar de él? ¿Lo iba a dejar solo? No…no podría con eso, el castaño tenía eso muy presente desde el mismo momento en el que acepto sus sentimientos.

Durante su camino de regreso a la casa su mente se puso de acuerdo con su corazón, pensando en cómo decirle a Hibari la verdad sin que este lo viera como un loco ni lo dejará y para su desgracia no encontró ninguna.

Cuando entró en su hogar y vio a Kyoya con Chrome jugando se acercó a ellos y le dio al azabache los papeles del doctor junto a las pruebas de embarazo, todo era positivo

- Estoy embarazado

Chrome pegó un grito de alegría mientras abrazaba las piernas de su oto-chan

- ¡¡Voy a tener un hermanito!! ¡¡Viva!!

Chrome empezó a saltar feliz haciendo que Tsuna sonriera al ver tan contenta a su pequeña. Hibari se levantó y agarró de las caderas al castaño y para sorpresa delo de ojos miel el otro lo beso con pasión, anulando al fuerza de voluntad del otro y permitiendo que este besará sus labios de la misma forma. Cuando se separaron Hibari tenía una sonrisa ladeada mientras se acercaba al oído del castaño

- Esto era justo lo que estaba buscando

Tsuna se sonrojo y por un segundo deseo golpear al otro pero no lo hizo, se sentía feliz y en paz consigo mismo, una inmensa alegría en su ser al ver que el otro no lo rechazaba ni lo iba a dejar solo con sus dos pequeños: Chrome y su bebito.

- Te amo

Cuando el castaño se dio cuenta de lo que dijo abrió los ojos horrorizado viendo la expresión sorprendida del otro, creyó que lo que dijo había sido solo en sus pensamientos y si embargo…se equivoco.

Al verse descubierto tragó saliva mientras se alejaba del de ojos metálicos, yendo con su pequeña y cogiéndola en brazos

- Chrome ¿quieres dormir conmigo esta noche?

- No puedes…tenemos que hablar…Chrome ¿te parece bien que tu oto-chan duerma mañana contigo?

- ¡Vale! Wua, voy a tener un hermanito… ¡sí!

Chrome bajo de los brazos de su papá después de darle un beso en la mejilla y hacer lo mismo con su padre para soltar un bostezo e irse a dormir, mañana en el colegio les diría a todos sus amigos la gran noticia.

Los adultos se quedaron solos y el más bajito intentó huir en vano, siendo apresado por los brazos del mayor, sus labios siendo devorados con pasión y…¿amor? Se sintió confundido ante esto pero sin dudar enredo sus brazos en el cuello del contrario, aceptando gustoso sus besos

- Eres mío

Vio en los ojos contrarios el amor y ahí supo que él sentía lo mismo. Sonrió mientras lo besaba y esa noche hacía el amor por primera vez, aceptando sus sentimientos y dejándose amar por el contrario.

Nueve meses después

Cierto castaño de ojos miel se encontraba agotado sobre la cama, el sopor invadiéndolo mientras veía con una hermosa sonrisa a sus bebitos. Kyoya le dio un beso mientras sostenía a dos de ellos con miedo, haciendo reír al castaño mientras abrazaba y besaba los labios de su marido

- Lo estás haciendo bien Kyoya

- Son muy frágiles

- Son recién nacidos, es normal que lo sean. Son hermosos ¿verdad?

- Hump

Tsuna sonrió ante la sonrisa de orgullo de su marido mientras veía a los bebés. Jamás imaginaron que iban a tener cuatro hermosas bendiciones. Dos niñas, un niño y un hermoso doncel. Para dicha de Tsuna los cuatro eran de cabello azabache y ojos metálicos excepto su pequeño doncelito que tenía los ojos miel sin embargo se podía ver en ellos la fiereza de su padre mientras en los demás se podía ver la dulzura de su oto-chan

- ¿Puedo verlos?

- Claro que sí tesoro

Chrome entró con una sonrisa mientras se acercaba a sus padres, subiendo en la cama y sentándose en la cama con su oto-chan mientras veía fascinada a los pequeños. Con miedo de lastimarlos acaricio las mejillas de los bebés, siendo su dedo apresado por una pequeña manita, justamente por la del único varón. Este uso todas sus fuerzas para que Chrome no apartará su nuevo chupete pues cogió el dedo su hermanita como tal, haciendo reír a Chrome y Tsuna mientras Kyoya los veía con una pequeña sonrisa y la felicidad, orgullo y amor refulgiendo en sus metálicos ojos

- Os prometo una cosa hermanitos, os voy a cuidar y proteger siempre

Chrome les sonrió mientras le daba un beso en la mejilla a los cuatro haciendo sonreír a su sus padres.

- Tengo la familia perfecta

Tsuna sonrió después de decir esto, recibiendo cuidadosos abrazos de su esposo e hija, viendo como sus amigos y familia entraban con globos y gritando felices, cada uno con sus bebés y parejas celebrando el nacimiento de los pequeños, haciendo enojar a Kyoya por el ruido y la multitud.

El castaño solo rio, definitivamente nunca cambiaría a su familia, pasará lo que pasará.

Notas finales:

Hola, una vez más. No sé cómo os lo habéis tomado o si ha dejado traumas ne todo caso ¡¡yo lo advertí, nadi eme puede reclamar!!*levanta las manos de forma inocente* Y una vez más digoq eu si tenéis pedidos son beinvenidos y que aquí esta la hermosa lista que cada día aumenta más.

23) G27 para luki-chan

24) “Alguien”/Tsuna (es decir, no se sabe quién es el seme de Tsuna) para luki-chan

25) XS para Littlemermaid8_8

26) DS para Littlemermaid8_8

27) D27 para Littlemermaid8_8

28) 0027 para luki-chan

29) 692718 para luki-chan

30) 5927 para luki-chan

31) R27 para Ankaxir

32) G27 para Ankaxir

33) Emma/Tsuna para Ankaxir

34) 6727 para Littlemermaid8_8

35) 1827 para Littlemermaid8_8

36) A18 para Littlemermaid8_8

37) Xanxus/Tsuna para madroj

38) R27, 00D, 6980 en un mismo one short para naysuki chan

39) RL para Witch Mix

40) Lampo /Lambo para Witch Mix

41) Tsuna/All (Tsuna de seme) para Witch Mix

42) 1827 para 1827Forever1827

43) 1827 para 1827Forever1827

44) 1827 Para 1827Forever1827

45) G27 Para Llittllemermaid8_8

46) 10069 para Littlemermaid8_8

47) 10027 para Littlemermaid8_8

48) 1827 para 1827Forever1827

49) 1827 para 1827Forever1827

50) RL para 1827Forever1827

21) Tsuna seme de los semes para Witch Mix

52) 1827 para Witch Mix

53) Daemon/mukuro/Byakuran para Witch mix

54) R27 y Alaude Giotto para nay

55) 1827 para yashi

56) 10051 para Littlemermaid8_8

57) B26 para Littlermermaid8_8

58) R56 para Littlemermaid8_8

59)1869 para Handoru

60) 182769 para madroj

61) familia enemiga/Tsuna (violado) para mar snape

62) All/Tsuna para mar snape

63) RL para madroj

64) D18 para yashi

65) 2759 para yashi

66) 27R (sí, es Tsuna el seme de Reborn) para yashi

67) 56L para Littlemermaid8_8

68) Verde/Fon (creo) para Littlemermaid8_8

69) Alaude/Giotto para littlemermaid9_8

70) 5927 para luki-chan

71) Spanner/Tsuna para luki-chan

72) All/Tsuna para luki-chan

73) Daemon/Giotto para yashi

74) Knuckle/Ryohei para with mix

75) Arcobaleno/lambo para with mix

76) kikyo/xakuro para with mix

77) D27 para sokayvm

78) 10069 para sokayvm

79) R27 para andre

80) 1827 para andre

81) A27 para andre

82) 1827 para vale

83) RL para vale

84) 1827 para 1827Forever1827

85) 1827 para 1827Forever1827

86) 1827 para 1827Forever1827

87) R27 para Judith^^

88) Giotto/Tsuna para Tokyo Fujioka

89) B26 para Tokyo Fujioka

90) 0027 para Tokyo Fujioka

91) 2769 para Artisexx

92) Reborn/Lambo/Bianchi (hombre) para  Mizakilzami

93) lussuria/levi para Mizakilzami

94) Giotto/Tsuna/Reborn para SmileJ

95) Tsuna/Emma para madroj

96) Dino/Tsuna para madroj

97) Mukuro/Tsuna par a hinata

98) G27 para Ankaxir

99) R27 para madroj

100) Giotto/Daemon para Artisexx

101) R2718 para alice namikaze Sawada

102) X27 para Anonimo

103) 8027 para Anonimo

104) Lambo/Tsuna/Lampo para Anonimo

105)G27 para madroj

106) 1827 para hiyori ishida

107) Tsuna mayor/ Hibari 16 para hiyori ishida

108) Alaude/Giotto para hiyori  ishida

109)1859 para yunalesca

110) G/Giotto para yunalesca

111) R27 para  Anónimo

112) Iemitsu/Basil para madroj

113) X27 para roxiyaoi

114) R27 para roxiyaoi

115) 1827 para roxiyaoi

116) G27 para madroj

117) 1827 para 1827Forever1827

118)1827 para 1827Forever1827

119)1827 para 1827Forever1827

120) León/?? Para 1827KratSN

121) 2718 para sochitil-sama

122) 8059 para sochitil-sama

123) D18 para Hiru

124) 1827 para 1827Forever1827

125) 1827 para 1827Forever1827

126) 1827 para 1827Forever1827

127) Reborn/Lambo yuri para Witch Mix

128) 8059 yuri para Wich Mix

129) Koyo/Ryohei/Hana yuri para Witch Mix

130) Alaude/Reborn para 1827KratSN

131) Alguien primera Generación/Tsuna para 1827KratSN

132) Asari/Yamamoto para 1827KratSN

133) 1827 para 1827Forever1827

134) 1827 para 1827Forever1827

135) 1827 para 1827Forever1827

136) G/Gokudera para 1827KratSN

137) Lancia/Tsuna para 1827KratSN

138) Ryohei/Fuuta o Fuuta/Ryohei para 1827KratSN

139) 5927 para raxiyaoi

140) Giotto/Tsuna par raxiyaoi

141) 0027 para raxiyaoi

142) All/Tsuna para raxiyaoi

143) 1827 para Kaeru-

144) R27 para kaeru-

145) G27 para Kaeru-

146) X27 para luna_negra_89

147) XS para 1827kratSN

148) Giotto/Enma para 1827KratSN

149) Reborn/Dino para 1827KratSN

150) 5927 para TrafalgarDMonkeyShiro

151) 182769 para TrafalgarDMonkeyShiro

152) 1827 para 1827Forever1827

153) 1827 para 1827Forever1827

154) 1827 para 1827Forever1827

155) X27 para Gold D Roger

156) 1827 para ValezWalker

157) Dino/Enma para ValezWalker

158) Iemitsu/Dino para ValezWalker

159) 1827 para 1827Forever1827

160) 1827 para 1827Forever1827

161) 1827 para 1827Forever1827

162) R27 para TrafalgarDMonkeyShiro

163) All27 para TrafalgarDMonkeyShiro

164) 8027 para madroj

165) 1827 para 1827Forever1827

166) 1827 para 1827Forever1827

167) 1827 para 1827Forever1827

168) Iemitsu/Dino para 1827KratSN

169) Giotto/Ryohei para 1827KratSN

170) Mukuro/Tsuna para 1827KratSN

171) 8027 para Luna Korin

172) X27 para Luna Korin

173) 802759 para madroj

174) Asayama para madroj

175) 1827 para 1827Forever1827

176) 1827 para 1827Forever1827

177) 1827 para 1827Forever1827

178) 1827 para 1827kratSN

179) Ricardo/Xanxus para 1827kratSN

180) LR para 1827kratSN


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