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El juego de la seduccion por lotochoc

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Notas del capitulo:

Hola bonit@s. Espero  que esten bien. Gracias doy a los que leen y siguen este fic. Se que son pocos quw estimo mucho a esos pocos.

Los invito a leer 

^-^

Me llevó varias noches dejar de soñar con Osvaldo, lo veía llorando desconsoladamente, rogándome que no lo dejara, yo no hacia nada, simplemente me quedaba quieto y eso me dolía mas.

Me consolaba despertar y tener a Leo junto a mi, a mi amigo, mi amante, mi consolador, mi mundo giraba en torno a él. 

Me consiguió un trabajo en la agencia de abogados donde el trabajaba así que nos íbamos juntos por la mañana en su auto. 

Mi vida tomó un rumbo con Leo, deje el cigarro, la moto, tomaba solo cuando estábamos juntos, pero aun en los momentos de soledad mi pensamiento se iba hacia el gruñón. 

No voy a negar que mas de una oportunidad intenté contactarme con él, pero sin resultados positivos. Les consulte a los que eran mis ex compañeros y según ellos un día simplemente no fue mas. No sabia nada de él, ni su dirección, ni su nombre completo, ni algún familiar. Me sentía un idiota por no saber nada de eso. Ya eran tres meses que estábamos juntos, al parecer algo en el universo estaba de mi lado o así parecía serlo, pero mis pensamientos no. Al despertarme por la mañana lo primero que imaginaba mi mente era la imagen de Osvaldo, un sentimiento se alojaba en mi corazón, luego abrazaba fuerte a Leo sintiendo su piel, su aroma, adsorbiendolo esa imagen se desvanecía, con el tiempo ya se había vuelto parte de mi rutina hacerlo cada mañana y cuando no estaba Leo a mi lado me levantaba para hacerlo, abrazarlo, olerlo, besarlo, era la única manera de superar el recuerdo del gruñón. 

-Buenos días amor...-me dijo al separarnos del beso.

-Buenos días Leo.-dije alejándome y sentándome a la mesa.

-Te hice tu desayuno favorito-me sonrió sirviéndome, adoraba esos detalles de el. 

Era temprano, pero decidimos irnos caminando, tomados de la mano podía a veces escuchar el murmullo de las personas y por un lado era gracioso, se alteraban porque dos hombres estaban de la mano, supieran que fuimos criados prácticamente como hermanos, pero me daba lo mismo. 

Últimamente pensaba mucho, aunque no quería comenzaba con una cosa y siempre terminaba en porque no insistió mas aquel día. Hubiera sido diferente, tal vez hubiera cedido ante él, pero al final creo que no hubiera podido con la conciencia de dejar a Leo. Me salí de mi escritorio por unas fotocopias y llegue al salón donde frente a la fotocopiadora estaba Leo con otro compañero de trabajo, aquel chico estaba mirándolo fijamente y puso su mano sobre la de Leo quien lo miró extrañado y luego alzó su vista para verme, se alejó del chico para ir hasta donde mi y darme un suave beso.

-Amor ¿que haces aquí?

-Vine a fotocopiar algo-miré por encima del hombro de Leo al chico que tomó sus papeles y se fue.

-¿Quien era ese?

-Es un becario. Trabaja en la sección de D.D.H.H como yo. Llegó hace un mes.

-Veo que le interesas mucho

-Oye el chico esta asombrado por lo que hago, pero tampoco es para que te pongas celoso. 

Pero ni eran celos, realmente el chico era atractivo y me imagine que ambos se veian bien juntos, realmente era una locura, veía aun a Leo como mi primo y compañero de aventura pero no lo podía amar. Me apresure a la maquina y el se fue sin decir nada.

-Que demonios estoy haciendo.-lo mire alejarse y el chico de antes se le volvió a acercar mirándome de reojo.-Lo alejo de una nueva oportunidad de tener un amor realmente sincero, pero aun así me quede con lo seguro, tenia miedo de quedarme solo, y era tonto recordando que ya había quedado sin nada, fue entonces que había conocido al gruñón....y de nuevo Osvaldo, no se como siempre terminaba en la misma conclusión, pensara en la cosa mas extraña mi ultima palabra era el gruñón. Di un suspiro sentándome en la silla, busque el numero de unos de mis ex compañeros, tal vez ya sabrían algo de....¿ven? Ahí nuevamente, si es que ni a mi mismo podía engañarme. 

Volvimos a casa, cenamos, salimos a dar un paseo por la ciudad. Leo en mitad del trayecto metió su mano en el bolsillo donde yo tenia la mía, me miró sonriendo, era la primera vez que tenia un gesto así en publico, pero al percatarme que alguien venia saque mi mano y la lleve a su hombro. Eran dos niños corriendo, seguramente hacia el parque de donde veníamos, seguidos por una mujer "Toma la mano de tu primo" gritó y el mas grande tomó la mano del pequeño cariñosamente, siguieron corriendo, la mujer nos sonrió, yo le devolví la sonrisa. Miré a Leo que ya había sacado su mano de mi bolsillo y tenia la mirada en frente, seguramente se había molestado por el gesto pensé. Llegamos al departamento, Leo en silencio se fue al dormitorio para acostarse. 

Estaba molesto. Yo no quise molestarlo y me fui a la oficina para adelantar un trabajo. 

Desperté y me di cuenta que me había quedado dormido encima del escritorio.

No había tenido una buena noche, así que me levante a prepararle desayuno a Leo en lo que iba a la cocina escuche el móvil de Leo que estaba en la sala de estar, pensé que era la alarma, pero no había razón era domingo, luego pensé que podría ser la madre de Leo que ya sabia de nuestra relación y se lo había tomado muy gratamente, ya nos había invitado a almorzar dos domingos atrás. Tomé el móvil y contesté sin mirar el identificador.

-Leo necesitamos hablar. Es algo urgente. Juntemonos donde siempre.-no podía estar equivocado, era la voz de Lissbette. No alcance a decir nada y colgó, miré el identificador y si era Lissbett. 

Preparé el desayuno y se lo llevé a Leo. 

-Amor esto esta muy rico. 

-Espero no sigas molesto por lo de anoche

-No te preocupes...ya entiendo que esto no sea fácil para ti aun...pero dejando eso de lado deberías prepararme mas desayunos, mas seguido. 

-Gracias, que bueno que te gustó...¿sabes? Esta mañana te llamaron.

-Si ¿quien era?-dijo tomando un poco de jugo.

-Lissbette-dije secamente y se atoró 

-¿Que te dijo?-su color cambió a uno muy pálido 

-No escuché, solo vi que era ella y deje el móvil encima.

-Bien...no te hagas problemas...aun a veces me llama, pero la tengo en identificador para no contestarle. 

-Claro-dije sonriendo pero con mucha rabia por dentro. 

Seguimos actuando como normalmente. De ver el móvil de Leo ni rastro, seguramente ahora cuidaba mas donde lo dejaba.

El martes de la semana seguida termine antes y fui a la oficina para invitarlo a cenar.

-Vladimir ¿que haces aquí?-dijo sorprendido

-Vine a buscarte para ir a cenar. 

-Es que...justo tengo una cena con un cliente. 

-No lo habías comentado antes. 

-Es que es de ultimo momento.-se notaba nervioso y una de sus orejas se movía. Estaba mintiendo. 

No insistí y partió. Me quedé en el recibidor donde el becario me fulminaba con la mirada. Sabia que mentía pero tenia que asegurarme.

-Dime...¿como se llama el restaurante donde se juntara con el cliente Leo? Quiero darle una sorpresa.

-El señor Leonardo no tenia ninguna cita con ningún cliente. 

Confirmado. Me mentía. Me apresure para salir y confirmar lo que sospechaba. 

Lo seguí en taxi y llegó a un café al otro lado de la ciudad. Lo vi desde lejos sentándose en la misma mesa de...si...Lissbett.

Era una mezcla de emociones. Volví al departamento esperándolo.

Llegó cerca de media noche. Estaba en la sala y lo vi entrar, estaba pálido. Me acerqué y con cada paso que daba mi rabia aumentaba hasta que llegue frente a él. 

-¿Y que es lo que te dijo Lissbett?-alzó sus ojos sorprendido y luego bajó su mirada susurrando algo que no alcancé a oír. 

-¿Que dices?

-Que...que...-me miró-...voy a ser papá. 

Mi ira se fue al carajo. 

-¿Estas hablando enserio?

Se alejó para dejarse caer en uno de los sitiales. 

-Esto cambia muchas cosas Vladimir. Me acerque -¿Que cosas cambian?

-Yo te amo Vladimir, pero tu jamas me amaras como yo te amo. Cada noche cuando llamas a...-sus ojos se volvieron cristalinos-...cuando lo llamas a el en tus sueños. 

-Te dije que no me sería fácil, pero que...

-Tienes que aceptarlo ya no hay como volver atrás. Ni mucho menos que lo olvides.

-¡Leo deja de inventar excusas!

-Voy a ir con Lissbett. Tengo que hacerme cargo. Me iré con ella. 

-No.-esa mirada, entendí que me hablaba con todo el corazón.-No es necesario. Yo me iré. 

No sabia donde ir, nuevamente quedaba en el limbo pero esta vez me sentí aun mas solo. No sabia si era bueno seguir trabajando con Leo así que renuncié. 

Sin hogar, sin trabajo, solo nuevamente solo. 

Iba en mi moto sin rumbo y sin darme cuenta pasé por fuera de la casa que compartí con mi padre, por mi mente en un segundo paso la idea de pedirle perdón, pero esa idea se fue en un segundo.

-Pedirle perdón...¿porque? Si amo a un hombre o una mujer a el no le debe importar. 

Apreté el acelerador alejándome de esa casa y esas ideas.

Por mi mente paso la idea de pedirle ayuda a uno de mis ex compañeros, así que llame a Rene que era el único soltero.

-Claro amigo puedes quedarte lo que quieras-dijo mostrándome su departamento. 

-Gracias, de verdad eres muy amable.

-Hay un dormitorio con una cama, te daré algunos cobertores.

Por la noche salimos a un bar y como era de esperar termine hablando del gruñón.

-Por cierto, hace unos días-comenzó a buscar algo en su móvil-Fue un familiar de don Osvaldo, creo que era su madre y me dio su numero.

-¿Hablas en serio?-mi corazón comenzó a palpitar fuertemente

-Me preguntó por ti....ni idea como sabe de ti pero....-me pasó su móvil-Ahí esta el numero.

Sin dudarlo lo marque en mi móvil, salí fuera del bar con una desesperación de desgarraba mi piel, ahora podría saber de el....

-Buenas noches ¿con quien hablo?

-Disculpe la hora señora-me di cuenta que era pasado de media noche-Soy Vladimir...-no alcance a terminar de decir mi nombre y exclamó

-¡Gracias a Dios que te has comunicado conmigo! 

-Disculpe señora pero no entiendo como puede saber quien soy.

-Mi hijo esta enamorado de ti. 

Sus palabras hicieron que mi corazón se encendiera. Ahora necesitaba verlo mas que nunca.

-Señora necesito verlo.

-Bien dame tu dirección he iré por ti mañana. 

-No puedo esperar un día mas. 

-Pues tendrás que hacerlo. 

Le di mi dirección y me fui inmediatamente al departamento de René. No podía dormir. Me di un baño y luego me fui a sentar a la cuneta de la calle frente al edificio, pero con el pasar de los minutos un montón de dudas me invadieron y no porque ya no quisiera ver a Osvaldo sino la manera de actuar de la mujer. Senti miedo, terror de que el no estuviera bien.

A las ocho en punto se estaciono un auto lujoso frente al edificio, bajó el piloto que evidentemente era el chofer y abrió la puerta dejando salir a una mujer muy elegante. Me levante y me acerque mientras ambos me miraban de pies a cabeza, la mujer parecía alguien amable mientras el chofer me miraba despectivamente, me arrepentí de vestirme normalmente, llevaba zapatillas de vestir negras con suela blanca, jeans negros ajustados, mi chaqueta de cuero abierta con una polera roja ajustada, y un pañuelo pequeño en el cuello con calaveras. Le ofrecí mi mano la cual estrechó sin mucha gana

-Soy Vladimir Salinas.

-Vicenta Lourdes de Castañeda. Bien sube al auto por favor.

-Señora yo no iré a ningún lugar hasta que me diga a donde vamos.

-¿Quieres volver a ver a mi hijo?

Aquella pregunta fue suficiente para hacerme callar y obedecer. Me subí al auto. Estuve en silencio durante todo el camino hasta que llegamos a una clínica, la mejor del país por lo que sabia.

-¿Una clínica?-pregunte mirándola. 

Cuando subimos al ascensor rompió el silencio la mujer. 

-Hace dos meses y tres semanas hoy, un par de hombres acorralaron a mi hijo que salia de su trabajo. Lo golpearon, dejándolo-su voz se quebró-Casi lo mataron. Antes de que el perdiera el conocimiento dijeron que le pasaba por ser maricón. 

Se quedó en silencio y sentí terror de como lo iba a encontrar. 

Nos detuvimos frente a una puerta. 

-Hace dos semanas despertó pidiendo que te buscara. 

Me hizo una seña para que entrara.

-No hagas que se agite. Aun esta débil. 

-Entiendo. Gracias. 

Abrí la puerta y avance. Se notaba que la golpisa había sido grave. Estaba rodeado de mangueras, se veía débil. Las lágrimas comenzaron a caer por mis ojos. Me senté en un sitial a su lado tomándole la mano y besándosela.

-Gruñón...-susurré con dolor

De a poco abrió sus ojos 

-Vla...Vladi...mir-dijo con esfuerzo.

-Tranquilo. No te esfuerces-le acaricié el rostro-Ya estoy aquí.

Por sus mejillas comenzaron a caer lágrimas que limpie con cuidado.

-No me volveré a ir de tu lado. Te lo juro. 

-Te amo-susurró 

-Yo también te amo-dije en un suspiro 

A pesar de lo que ambos estábamos viviendo me sentí aliviado y feliz de volver a verlo, de poder decirle la verdad de mis sentimientos.  

Le saque un momento el respirador y le di un beso en los labios.

Quizás fue una mezcla de todo los sentimientos y nuestra situación, pero sentí que aquel beso era el mas importante que había dado en mi vida, uno que jamas habría de olvidar. 

Notas finales:

Gracias por leer. 

Cualquier cosa puedes comunicarmelo a traves de un review.

Nos estamos leyendo. Que tengas un buen dia!

^-^


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