Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El juego de la seduccion por lotochoc

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

En la segunda audiencia mi padre había pedido su libertad mientras duraba la investigación, pero Osvaldo llevó los correos con amenazas y lo dejaron con prisión preventiva. Yo lo miraba desde los asientos del público mientras daba declaración y me miraba con tanto odio. Agradecía que mi madre no estuviera aquí, ella sería la que más sufriría con todo esto.

Después de esa audiencia Osvaldo salió muy afectado.

-Tengo miedo Vladimir-dijo cuando llegamos a su departamento-¿Qué tal si intenta algo?

Me acerque abrazándolo por la cintura, apoyando mi cabeza en su hombro-Tranquilo amor. Yo no dejare que te haga daño.

-Cuando hablé de las amenazas se veía muy molesto.

-Es normal. Las cosas no le están saliendo como él quería. Debe estar más que furioso.

-Por eso creo que intentara hacernos daño. Siento que somos vigilados en todo momento.

Lo giré tomándole la cara-¿Que tienes en mente?

-Vayámonos de aquí un tiempo.

-Pero y el trabajo, tu familia.

-Necesito saber que solo somos tú y yo. Olvidarme de todo esto.

-Bien. ¿A dónde vamos?

-Hagamos las maletas para este fin de semana largo y luego vemos si nos quedamos allá.

-Allá ¿dónde?

-Es una pequeña cabaña que adquirí hace un par de años. Está a pasos de la playa.

-¿Crees que sea prudente?

-Por favor-me miró suplicante

-Cómo voy a negarme a tus deseos-sonreí besándolo, un beso que se hacía cada vez más apasionado.

Nos alejamos pero pegando nuestras frentes.

-Estoy cansado ¿porque no tomamos una ducha?-me tomó de la mano

-Ya estoy dudando de la base de nuestra relación.

-¿De qué base piensas ahora que es?

-Solo sexo-lo abracé apegándolo para comenzar a besarlo

-Es que eres irresistible-dijo desabrochándome la camisa.

-Tu igual lo eres-seguimos besándonos y quitándonos nuestra ropa hasta llegar a la ducha donde tuvimos sexo apasionado, algo que rompía con nuestra rutina cada día, pensándolo bien a esa altura ya lo habíamos echo en cada rincón del departamento de Osvaldo. Ya conocía cada parte de su cuerpo, pero nunca me bastaba y creía que cada vez conocía un centímetro nuevo. Y sus puntos débiles me volvían loco. Mientras pensaba en esto con Osvaldo durmiendo apoyado en mí, sonreí como un bobo, estaba totalmente enamorado de este gruñón, que resultaba ser una persona maravillosa. Acaricié su rostro y él sonrió, quizás soñaba conmigo, porque decía que el único sueño bueno que tenía era de nosotros cuando viejitos.

-Te amo Osvaldo-susurre acomodándome de lado para mirarlo, el verlo durmiendo en paz me tranquilizaba. Tomé su mano y cerrando mis ojos me quedé dormido.

-¡Noooooo!-escuché un grito que me despertó de golpe. Abrí mis ojos dándome cuenta que era Osvaldo que había despertado, me asuste aún más cuando comenzó a llorar desesperado.

-Amor tranquilo estoy aquí-me puse entre sus piernas arrodillado tratando de que me mirara, al hacerlo se lanzó abrazándome del cuello firmemente sin parar de llorar.-Osvaldo escúchame estoy aquí. Ya pasó la pesadilla.-no había caso sus sollozos me dolían incluso a mí. Simplemente lo abracé fuertemente quedándome allí-Te amo Osvaldo. Te amo con todo mi ser.-luego de unos eternos minutos se calmó alejándose. Le tome la cara secándosela de las lágrimas con mis manos. Sus ojos hinchados, su respiración un agitada.-Ven una ducha te relajará-miré mi reloj pulsera, era las cuatro de la mañana.

Lo llevé hasta la ducha y me metí con él. Osvaldo me abrazó apoyando su cabeza en mi hombro. Terminó de calmarse con el agua tibia.

-¿Quieres dormir otro rato?-dije mientras le colocaba la bata.

-No. No por favor.

-Es muy temprano aun así que ven quedémonos otro rato en la cama.

Me senté y él se sentó entre mis piernas juntando nuestros pechos. Me abrazó fuerte y podía sentir su corazón aun agitado.

-Te amo Vladimir. Nunca lo olvides por favor-susurró a mi oído con su cabeza apoyada en mi hombro.

-Lo se Amor. Yo también te amo muchísimo Osvaldo.

Estuvimos así hasta que sonó el despertador. Me di cuenta que Osvaldo se había quedado dormido, pero no quería dejarlo durmiendo solo mientras yo iba al hotel.

-Osvaldo vamos despierta tenemos que comenzar el día.-despertó mucho más calmado y se levantó para ir al baño. Yo fui a preparar desayuno.

Desayunamos en silencio y nos vestimos igualmente. Ya cuando iba saliendo me acerqué para besarlo apasionadamente.

-Te amo Osvaldo. Yo regresaré tarde así que mejor vete con tu madre. No quiero que estés solo aquí. Aunque están los guardias no me confío.

Asintió volviendo a juntar nuestros labios.

-También te amo Vladimir.

Al llegar al auto llame a mi suegra.

-¿Que ocurre Vladimir?

-Osvaldo no pasó una buena noche. Necesito que esté con él.

-¿Tuvo esas pesadillas otra vez?

-Esta ha sido aún peor. Ni siquiera ha querido contarme.

-Bueno. Lo llamaré.

-Yo trabajaré hasta tarde. Yo lo pasaré a buscar. Por favor no lo deje ir solo.

-Si claro. Te estoy llamando.

-Nos vemos a la tarde. Gracias.-colgué la llamada un poco más tranquilo.

En la hora de almuerzo luego de llamar a Osvaldo recibí una llamada de Leo.

-Vladimir-se escuchaba afectado, quizás estaba llorando

-¿Que te ocurre Leo?-dije preocupado.

-Necesito hablar urgentemente contigo.

-¿Que te pasó? te oyes súper mal.

-Estoy en la clínica Cumbres. Ven por favor.

-Claro voy ahora mismo-su tono me asustó. Pedí permiso y corrí por el auto y salí a toda prisa con el auto.

Llegué a la clínica y por suerte lo vi a la entrada. Estaba con los ojos llorosos e hinchados. Lo abracé.

-Me alegra tanto verte Vladimir, me hacías tanta falta.

-Dime que ocurrió.

-Aquí no-comenzó a caminar por los pasillos hasta llegar a una sala de espera para familiares donde en una esquina pude divisar a mi tío y mi tía, que se veían igualmente afectados. Leo les hizo una seña y ellos solo me miraron.

-¿Que hacen aquí tus padres? ¿Le pasó algo a tu hijo?

-Ese es el tema. Ese niño no es mi hijo.

-¿De qué hablas? Pero si Lisbeth...

-Ella mintió para separarnos.

-¿Pero porque?

-Tu padre.

-No estoy entendiendo nada Leo explícame por favor.

-Bien. Luego de que terminaras con Lisbeth tu padre la contactó para hacer un trato con ella. La usó para separarnos. Tú donaste tu esperma y ella consiguió las muestras ayudada por tu padre.

-Se más claro-no podía ser lo que estaba pensando, era imposible.

-Ese hijo es tuyo-dijo adolorido.

-Necesito hablar con esa maldita ¿dónde está?

-Ella murió Vladimir.

-¿Y el bebé?

-Está bien. Solo está en observación. -¿Co..como supiste todo esto?-mis nervios se pusieron de puntas, esto era una maldita pesadilla, mi padre en la cárcel seguía haciendo de mi vida una pesadilla.

-Y no es lo peor.

-Ya basta no quiero oír mas.-salí de allí no escuchando a Leo. Estaba a punto de explotar. Me subí al auto y comencé a conducir sin rumbo alguno.

-Esto está pasando. Es una maldita pesadilla.-me detuve a un lado de la carretera golpeando una y otra vez el manubrio-¿¡Por qué?! Maldito demonio ¡¿Por qué?!-grité explotando.

Tenía una mezcla de emociones, rabia, dolor, incertidumbre, desilusión. Ni siquiera pensaba en el bebé como una alegría.

Fui a la casa de mis suegros, por suerte Osvaldo ya estaba afuera.

-Gracias por esperarme afuera. Solo quiero llegar a casa-se subió al asiento de copiloto y partí.

-Te ocurrió algo. Se supone que hoy saldrías tarde del trabajo.

-Me llamo Leo.-dije sin despegar la vista del camino.

-¿Ya...nació su... hijo?-todo volvió a mi memoria.

-No es su hijo-dije algo afectado

-Es tuyo... ¿verdad?....

Por suerte había un semáforo porque me detuve en seco.

-¿Cómo lo supiste? ¿Leo te llamo?

-No. Esa fue mi pesadilla anoche. Esa mujer llegaba diciendo que tenía un hijo tuyo. Tú te ibas con ella sin pelear...dejándome solo....diciendo que nunca me habías amado.

-Necesito explicarte sobre esto. No pienses que yo deje a Lizbeth botada.

Llegamos al departamento y nos sentamos a conversar.

-Esto lo hizo mi padre.

-¿Que tienes que ver?

-El contactó a Lizbeth. La ayudó a conseguir una muestra de esperma que yo había donado unos meses antes. Bueno aún no hay cosas que no entiendo, incluso Leo quería decirme otras cosas, pero no quise seguir escuchando.-lo miré, estaba destrozado por dentro, pero no quería llorar delante de él.-No sé qué hacer...-susurré

-Primero hay que averiguar bien todo lo que ha estado pasando y para eso hay que llamar a Leonardo-se sentó a mi lado tomándome la mano, me acarició la mejilla mirándome a los ojos. -Yo te voy a apoyar en lo que sea.

-¿Te das cuenta de lo que pasaría si esto es verdad?-me levanté tomándome la cabeza.-No. No estoy listo para ser padre. Lo daré en adopción. Si eso es lo que haré.

-Amor. Cálmate por favor. ¿Cómo lo vas a dar en adopción? ¿Y esa mujer?

-Ella murió. Por eso es más complicado.

-¿Murió?

-Tienes razón. Llamaré a Leo-busqué mi móvil con desesperación y marqué su numeró. Osvaldo me sentó quitándome el móvil.

-Tranquilízate. Yo lo llamaré.-me besó y se fue a la cocina.

Me levanté para tomar un vaso y una botella de wiski. Me volví a sentar y cuando me senté recordé a mi padre, luego de la muerte de mi madre. Dejé la botella y el vaso a un lado. No quería convertirme en mi padre. No ahora.

-Te necesito tanto mamá.-las lágrimas comenzaron a caer en la alfombra. De pronto sentí un abrazo cálido, levanté la cara y era Osvaldo.

-Tranquilo, todo estará bien. Recuerda que estoy contigo.-sus palabras me calmaron y lo abracé.

Nos quedamos esperando que llegara Leo en silencio.

El timbre sonó. Era una situación incómoda, Leo y Osvaldo las dos personas más importantes en mi vida.

Osvaldo se sentó conmigo y Leo en frente.

-Por favor quiero saber-susurré

-Lizbeth comenzó a ponerse muy esquiva, siempre estaba de mal humor y deprimida, yo solo trataba de estar el mayor tiempo fuera posible hasta que un día llegué al departamento y estaba tirada en el suelo del dormitorio. Había tomado una cantidad exagerada de pastillas para dormir, el doctor me insinuó que podía haber sido un intento de suicidio, pero no le quise creer. Luego fueron sus muñecas...la encontré en el baño cortándose las muñecas. Era demasiado tarde. Cuando despertó en el hospital me dijo que solo quería morir, fue entonces que me contó todo. Tu padre se enteraba de todo lo que hacías y creo...más bien estoy seguro que aún lo hace. El intentó separarte de...-miró a Osvaldo-...pero cuando tú mismo te alejaste y supo que llegaste a mi lado quiso separarme de ti y no encontró mejor forma que hacer embarazar a Lizbeth. La idea de tu padre fue que pensaras que era tuyo, pero ella no quería que la sociedad la humillara porque su hijo era de un...un maricón. Entonces pensó en mi interesada en mi posición. En su estado de depresión había arreglado todo para que tú...te quedaras con la pequeña.

-¿Pequeña?

-Le puso Analía Sue.

-¿Y los padres de Lizbeth?

-Ellos no quieren ni enterrar a la vergüenza de la familia.

-No sé si quiero hacerme cargo...

-Si quieres puedo reclamarla yo. También quiero enterrarla. Mis padres llegaron a quererla a pesar de todo...

-De acuerdo yo la iré a buscar y te la daré en adopción.-me levanté

-Si quieres vamos ahora mismo. Mañana ya irán los de Servicios de Menores.

-De acuerdo.

-¡Vladimir!-me giré y Osvaldo estaba pálido, corrí a sujetarlo.

-Me...me siento muy mal...-le toqué la frente y estaba ardiendo en fiebre.

-Demonios Osvaldo estás ardiendo

-Me...me siento mal-cerró sus ojos yo lo zamarreé

-Vladimir tranquilízate. Tráelo, lo llevaremos a la clínica.

Lo tomé en brazos, bajamos hasta el auto de Leo y el condujo. Yo con Osvaldo en mis brazos tome mi móvil para llamar a su madre.

-....voy a la clínica....si nos vemos allá.-corté la llamada mirando a Leo

-Tranquilo ya vamos a llegar.

Me estaba hundiendo en la desesperación, no sabía que hacer así que solo coloque mi oído cerca de su boca y nariz para saber que no había dejado de respirar...los segundos se volvían eternos como si hubiera ido a otra dimensión.

Notas finales:

Gracias por leer  

Que tengas un buen dia!

Nos estamos leyendo (espero sus reviews)

Bye ^-^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).