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Extraño primer encuentro por Erzsebeth

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Notas del capitulo:

Este capítulo se lo dedico a Itzel Garcia y Kattya Yuki. Gracias por su apoyo en el bloqueo :)

Nota: No quiero que se emocionen en vano y luego me anden reclamando. NO HABRÁ LEMON. No me siento lo suficiente apta para escribirlo. Dicho esto continuemos :)

—Peter... ¡Debo encontrarlo! -el mercenario se dirigió a la puerta de la casa, dispuesto a buscar al chico, llevándose una gran sorpresa.

Ahí frente a él, empapado hasta las telarañas se encontraba el chico de ojos hazel aun con su traje puesto pero sin la máscara. Tenía la mirada baja y el brazo levantado como dispuesto a tocar la puerta

—Wade yo... No sabía dónde ir y bueno... ¿Puedo pasar? -puso su mano sobre su nuca, algo avergonzado. En verdad quería correr a sus brazos, esconderse en su pecho y simplemente  liberar todo lo que sentía... Pero no quería molestar al mayor. Para el solo debía ser un chico débil y llorón.

Lo que no se esperaba era que Wade lo tomará del brazo jalándolo dentro de la casa, apoyándolo contra su pecho, reconfortándolo

—Hey Pete, yo estoy aquí para ti, para lo que necesites...

Y finalmente soltó toda aquella tristeza, ese dolor que tenía acumulado, sintiéndose protegido después de tanto tiempo. No le importaba que él le viera llorar, en realidad le tranquilizaba el poder llorar frente a él. Estaba a salvo y en ese momento nada importaba más.

...

Peter se encontraba en la habitación de Wilson. Después de la empapada que había sufrido, el mayor lo había hecho pasar, le había ofrecido un par de prendas para se cambiara, y ahora esperaba pacientemente en la puerta del cuarto a que el chico terminara de vestirse.

No estaba seguro de si lo que hacía era lo correcto o no, no tenía una gran experiencia en cuanto a consolar personas… y aun así, cuando vio a su arañita, completamente decaída sintió ese impulso de abrazarlo. Cuando sintió sus lágrimas, algo se sacudió dentro de él y supo que aún tenía mucho que hacer para ayudarle.

Un ruido en la habitación llamo su atención y tomándolo como una señal abrió la puerta de golpe, encontrándose una agradable escena (por lo menos para él). El castaño ya se había colocado la parte inferior de la ropa, un par bóxers de Wilson (ya que el resto de las prendas le quedarían demasiado grandes) y estaba a punto de colocarse la camiseta, por lo cual aún era visible toda la parte superior, su pecho y su abdomen. Sus músculos estaban ligeramente marcados, algo normal dado su “ocupación” pero debido a que sus ropas usuales lo disimulaban bien, no se le había ocurrido. Se quedó mirando por varios segundos, hasta que él chico termino de ponerse la camiseta (que por cierto, tenía el logo de Deadpool impreso en esta).

—“No es tiempo de pensar en lo sexy que se ve, Pete necesita nuestra ayuda” –pensó para sí mismo, acercándose al menor y tomando la toalla que le había dado anteriormente —Tu cabello sigue muy mojado. Déjame ayudarte a secarlo –subiéndose a la cama le indicó que hiciera lo mismo. Con la toalla empezó a presionar levemente su cabeza, tratando de ser lo más delicado posible — ¿Viste el especial de reencuentro de las Golden Girls? ¡Bea sigue viéndose súper sensual! -Sí, no tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo, pero siempre que se encontraba en esa situación lo mejor que podía hacer era hablar, por algo lo apodaban "Merc With a Mouth" —Por cierto ¿Sabías que Paco va a empezar a vender tamales en su puesto? ¡Tienes que probar los tamales! -siguió hablando sobre los temas más triviales, sobre cualquier cosa que pasara por su cabeza, tratando de distraer a Peter, tratando de evitar ese tema que inevitablemente tendrían que tocar

—Wade... ¿Por qué todo lo que hago está mal? -no es que Peter no apreciará el intento del mercenario por distraerlo, pero aun cuando tratara de ignorarlos, los hechos ya habían ocurrido y debía enfrentarlos. —No solo Gwen... Mis tíos, el capitán Stacy, incluso Harry... Todos han sufrido por mi culpa. Aun cuando he tratado de protegerlos, solo los lastimo más. Soy un desastre, todo lo que hago es un desastre… Ni siquiera pude vengar a Gwen apropiadamente porque soy un cobarde y un inútil… Debería simplemente renunciar a todo y dejar de “jugar al héroe” –se inclinó sobre sus rodillas, rodeándolas con sus brazos y escondiendo el rostro en ellas

— ¿Qué? ¡Claro que no Pete! Si tú eres un desastre ¿Eso en donde me dejaría a mí? –le sonrió buscando animarle, pero sin conseguir ninguna reacción de su parte —Escúchame bien, nada de lo que ha ocurrido es culpa tuya ¿De acuerdo? Lo más probable es que esas cosas hubieran ocurrido incluso si no fueras Spiderman, hasta cosas peores. No puedes solo rendirte cuando algo marcha mal en tu vida, si fuera así hace mucho que yo lo hubiera hecho… -se detuvo, recordando todas las veces en su pasado que pensó en terminar con todo, las veces que trato y fallo, las veces que tuvo la oportunidad de reintentar —Fallarás, es inevitable que eso ocurra, pero de cada fallo aprenderás. Y no eres cobarde, necesitas mucho valor para poder perdonar Pete, algo que a mí me hace falta aprender. Tuviste el valor de enfrentar al culpable y dejarlo ir. Más que enojados, sé que ella, que tus tíos estarían orgullosos de ti–Debido a que el menor se había sentado de espadas a él aprovecho para abrazarlo desde esa posición, encerrándolo más en ese capullo que había armado con sus propias extremidades. Si alguien le preguntara de donde había sacado toda esa “charla motivacional” sinceramente no podría responder, porque no tenía la menor idea. Solo sabía que debía conseguir alegrar a Pete y esperaba que con esto lo lograra.

—Wade… -el menor alzó el rostro, provocando que el mayor se separara de él. Volteo la mirada para verlo de frente —Gracias. Por todo. Pero aun así duele -sonrió tristemente bajando la mirada.

—Es inevitable el dolor, pero eso te ayudara a seguir. Es algo que conozco bien… -un recuerdo de su pasado, cierto mutante con complejo de mesías cruzó su mente, pero rápidamente lo desecho. No necesitaba esa clase de pensamientos ahora, menos cuando tenía a Peter a su lado.

 Miró esos hermosos ojos que tantas veces se habían adueñado de sus pensamientos, sus hermosos y seductores labios que, creyó, nunca podría probar y una vez que lo había hecho no podría olvidar. En un impulso acercó sus labios a los del menor robándole un beso apasionado que él mismo se encargó de terminar. ¡¿Cómo se le ocurría hacer eso!? Pete necesitaba consuelo, y el solo lo estaba molestando. Se apartó bruscamente y volteo la mirada avergonzado —Lo siento, no sé porque hice eso, Yo… -rápidamente fue interrumpido por el chico que se lanzó en un beso desesperado hacía él, tirándolo sobre la cama y quedando encima. El mayor, bastante confundido, no desaprovecho la oportunidad y empezó a deslizar sus manos por debajo de su camiseta. Hasta que en un momento de lucidez se detuvo, empujando levemente al castaño. —Pete, espera. Esto… ¿Estás seguro?

—Claro que si Wade. Yo… te necesito. Quiero esto, más que nada. Quiero que me ames – “Quiero olvidar todo. Quiero que el dolor se vaya, y que esta noche sea un dulce recuerdo.” —Por favor…

¿Cómo decirle que no, cuando le ponía esa mirada, cuando se lo pedía tan insistentemente? —De acuerdo Pete. Pero no haré nada que no quieras…

El menor solo asintió, volviéndolo a besar y pasando sus brazos por sobre su cuello, rodeándolo. Wilson regreso a acariciarle por debajo de la camisa, sintiendo sus músculos tensarse y estremecerse. Sin dejar de besarlo invirtió los papeles, dejándolo boca arriba sobre la cama y él encima de él. Se separó del beso, mirando como el castaño le mandaba una mirada tan inocente y a la vez tan seductora ante sus ojos.

Ambos deseaban esto, y aun cuando Parker estuviera algo nervioso (y no era para menos, sabiendo que era su primera vez y como Wilson debía tener bastante experiencia) No tenía temor. Quería conocer esa sensación, el sentirse lleno, completo. Quería compartir esa sensación con quien amaba ¿Estaba mal eso? Probablemente ¿Le importaba? En absoluto. Y mientras la noche iba avanzando sentía como se perdía con cada caricia, cada beso, cada minuto que compartía con él. Y todas las desgracias, y todo lo que les rodeaba se desvaneció. Esa noche les pertenecía. Y mentiría si dijera que no la aprovecharía.

La luz colándose por la ventana fue lo que le hizo despertar. Estaba envuelto con la sábana blanca y sentía una ligera molestia en el cuerpo, nada grave. Se sentó en la cama, recordando la noche anterior… ¿En verdad lo habían hecho? El y Wade… se sonrojó con el pensamiento. ¡Había sido su primera vez! No se arrepentía, había sido una experiencia maravillosa. Wade tenía bastante experiencia y él… ¿Habría hecho lo suficiente? Esperaba que si… -volteó en busca del culpable de ese pensamiento, encontrando solo un vació en el lado contrario de la cama

— ¿Wade? –no pudo evitar el malestar al no encontrar al mayor a su lado. Es decir… sabía que era un pensamiento ridículo, pero después de la noche anterior quería tener a su pareja a su lado. Al no recibir respuesta, se levantó de la cama y busco algo con que cambiarse, ya que el bóxer de la noche anterior quedo algo… sucio. Su primera opción fue su traje que para ese punto ya debía estar lo suficientemente seco, pero no lo encontró por ningún lado. Encontró un pantalón que, aunque era lo bastante grande, logró mantenerlo en su lugar con ayuda de un cinturón que encontró ahí mismo.

Ya vestido, salió de la habitación en busca del mayor, pero no había ningún rastro de él. Busco en la cocina (tal vez se había levantado a hacer el desayuno), en otra habitación de la casa que estaba sorprendentemente vacía. Finalmente llegó a la sala principal, pero tampoco estaba ahí. Se sintió un poco desilusionado ¿Había tenido que salir a atender algo importante? ¿Más importante que él?... Estaba sonando demasiado egoísta si lo pensaba así, pero no podía evitarlo.

Hastiado se tiró sobre el sofá, notando algo bajo de él. Un sobre de tamaño carta. Una curiosidad inmensa lo invadió y aunque sabía que no era correcto revisar las cosas de Wade y podría meterse en problemas, decidió husmear su contenido. Saco lo que parecían varios papeles y los miró sorprendido. Eran fotos suyas, ¿Cuándo Wade había conseguido tantas fotos de él? ¿Por qué las guardaba ahí? Siguió cambiando las fotografías cuando una captó su atención. Deadpool también salía en esta. Era imposible que él la hubiese tomado. Entonces ¿Quién lo había hecho? Encontró una hoja diferente a las fotografías entre el grupo de papeles. Tenía todos sus datos, a que escuela iba, quienes eran sus amigos, donde vivía e incluso su foto en la parte inferior con un sello de Objetivo: Vivo o Muerto junto a una gran suma de dinero. Sintió un escalofrío recorrerle toda la espalda ¿Por qué Wade tenía esto? ¿Acaso…? No quería pensar en eso, pero las evidencias eran bastante obvias. Se maldijo internamente por ser tan tonto… Deadpool era un mercenario, claro que debía haber una razón monetaria para que se acercara a un mocoso idiota como él. Al menos podía decir que era un gran actor, logró convencerlo de que le importaba, de que valía algo para él…

Las lágrimas no tardaron en escapar de sus ojos y guardando todo en el sobre se levantó corriendo hacia la salida, no podía seguir arriesgándose a que lo traicionaran en cualquier minuto, cuando la puerta de otra de las habitaciones se abrió de golpe, mostrando a la anciana que compartía la casa

— ¿Pueden dejar de hacer tanto ruido? Necesito mis horas de sueño –se dio cuenta que solo había una presencia frente a ella, que definitivamente no era Wade — ¿Peter?

—No sé qué tanto sepas de esto pero ya no importa –le lanzó el sobre, y sin despedirse salió por la puerta delantera, dejando a la mujer completamente extrañada

—Wade… ¿Ahora que mierda hiciste?

Cierta mercenaria pelirroja, paseaba por los techos de Nueva York después de haber tenido un interesante encuentro con el diablo. El ruido de su móvil la sorprendió, sacándolo para revisar

—Una misión nueva ¿Eh? Pero se ve demasiado sencillo. Es una burla para alguien de mi calibre… -miró desde la altura en busca de un buen lugar para bajar cuando lo vio. Él chico de la foto —Vaya, vaya. Esto debe ser el destino ¿Quién soy yo para negarme a él? –bajo por una escalera de emergencia, siguiendo de cerca al muchacho. Cuando pasaron cerca de un callejón supo que era su oportunidad y lo empujó hacia este

— ¿Pero qué…?

—Hola pequeño ratoncito, creo que este no es tu día de suerte –canturreo alegremente hasta que noto el logo en su camiseta —Espera un segundo, ese logo… ¿Tu eres su nuevo juguete? –rio más enérgicamente. —Esto será mucho más divertido de lo que creí.

Porque aunque Parker creía que no había forma de empeorar las cosas, el mundo se empeñaba en contradecirlo

Notas finales:

¿Donde rayos andas Wade? xD
Me atrase un día, y en verdad lo siento, pero la musa no venía :'( (Tal vez el llenarme de Cablepool fue el culpable de eso(?))
Siento que quedo algo cursi... y OoC y me disculpo si alguien piensa igual.
Pero espero les guste, y sigan leyendo estas disparatadas mías hahaha
¡Gracias a todos por leer!

 


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