Ambos miraban fijamente al recién llegado, quien se encontraba flotando entre ellos con su deslizador. Wade sabía la pelea que vendría así que saco algo de sus bolsillos y se los entregó al menor. —Las tomé por accidente con tu traje, pero ni de broma se las entregaba a este tipo. Ahora estas más completo –vio como el chico se colocaba los lanza-redes sin siquiera contestarle.
— Oh Deadpool. Tan generoso como siempre. A ti tengo que agradecer que me sirvieras a esta araña en bandeja de plata.
Wade sintió la mirada de Peter sobre él, aunque no entendía a qué se refería el Osborn.
—No lo culpes a él, Spiderman. –Él mayor continuó —Lo tienes tan ciego de amor que ha olvidado todo su entrenamiento básico y no fue capaz de notar el rastreador en su espalda. Así que básicamente es tu culpa –soltó una risa burlona —Ahora bien, ¿En qué íbamos? –Puso su mano en su barbilla, pensativo —Ah sí ¡Esto! –con un rápido movimiento tomó las bombas en forma de calabaza de su cinturón y la arrojó hacía el edificio que era hogar de Pete. El primero en reaccionar a esto fue Wade que sacando sus katanas logró golpearlas antes de que llegaran al edificio por lo cual explotaron en la calle causando una gran conmoción, pero sin ningún herido a la vista. Lanzó una mirada a Peter, asegurándose que estuviera a salvo y lo sorprendió mirando hacia él, preocupado.
—Pelearé contigo, duende. Pero no aquí. –desvió su mirada de Wilson, tratando de no hacer notar su preocupación por él. —Vayamos a los muelles, en esa bodega tuya en la que te derroté la última vez –lo miró desafiante.
— ¿El niño quiere proteger sus juguetes? De acuerdo, te lo concederé como última voluntad. Pero tienes que llegar ahí rápido o tal vez cambie de opinión. Y sin trampas… Nada de ayuda externa –esta vez, su mirada se centró en el mercenario —Atrápame si puedes, araña –canturreó mientras se deslizaba por el cielo en dirección al puerto. Peter uso sus recién recuperados lanza-telarañas para seguirlo
— ¡Spidey! No puedes pensar que te dejare hacerlo solo. No puedes confiar en alguien como él.
—En eso tienes razón. Confié en alguien como él y termine en un desastre peor. No nos sigas. –con esas palabras dio la vuelta y siguió su camino.
Deadpool no pudo evitar la punzada de dolor ante sus palabras. Pero ni con eso lo dejaría solo. Aunque claramente no era tan rápido como ellos…
— ¡Taxi! –se paró frente al primero de estos vehículos que vio que freno de golpe para evitar arrollarlo. —Lléveme al puerto ¡Y rápido!
…
Cuando Wade llegó al lugar el taxista huyó corriendo sin siquiera esperar que le pagaran al oír el escandaló en una de las bodegas. Escándalo de explosiones y demás.
Cabía mencionar que no había nadie en las cercanías, todo estaba en completo silencio como para ser los muelles a esa hora del día. Terriblemente sospechoso… Pero no le tomó importancia en el momento, concentrándose en encontrar a Peter. Corrió hacia la bodega de la cual provenía el ruido, encontrando a los dos causantes de este.
El duende verde se en encontraba contra la pared, como si hubiera sido estrellado contra esta, telarañas fijadas en su pecho y que los sostenían contra el muro probaban su teoría. Frente a él, Peter se encontraba de pie, jadeando y con el rostro fijo el del mencionado.
—Esta vez no escaparas Norman, he tenido consideración porque eres padre de Harry, pero no puedo permitirte seguir en las calles. Eres un asesino. Un monstruo. Y por eso mismo te entregare a las autoridades.
—Eso crees ¿No Peter?
Deadpool lo vio. Vio como el mayor, con las manos pegadas a la pared, sostenía algún artefacto en estas, alguna última trampa. Y no permitiría que le hiciera daño a Peter con esta, así que rápidamente tomó su decisión. Sacó una de sus muchas armas y con un tiro certero le dio al hombre en el pecho ante la sorpresa de Parker que no había notado su presencia. Claro, cuando él tiro llegó a su objetivo el botón ya había sido presionado, el deslizador que había estado inactivo se levantó y sacando un par de cuchillas se dirigió a empalar a Spiderman que, con ayuda de su sentido arácnido, dio un salto para esquivarlas, con tan mala suerte que terminaron atravesando al hombre contra la pared.
—Dijimos… que sin… ayuda externa… Peter –siendo sus últimas palabras, el hombre expiró,
Peter empezó a correr para alejarse lo más pronto del lugar, su cabeza dando vueltas, sintiéndose asqueado ante lo que había provocado al esquivar el ataque, los recuerdos de todos aquellos a los que había visto morir, en su cabeza. La sangre, el olor… Sintió como alguien lo detuvo, abrazándolo — ¡Déjame ir!
—Tranquilízate Pete, soy yo… Tranquilo
— ¡Suéltame! ¡Es tu culpa! Tú me entregaste a él, le diste mi dirección. Tú me usaste y por ser tan tonto y dejarme engañar lastimaron a quienes más quería.
— ¡Te explique que no te estaba usando! Ellos me usaron a mí para llegar a ti. Nunca quise lastimarte -¿¡Cómo hacerle entender!? —Te juró que he cambiado
—Tú no has cambiado nada. Te he visto Wade. Tú le disparaste, ¡lo mataste a sangre fría! Eso es lo que eres. Un asesino, un monstruo como él.
— ¡Él iba a matarte!
— ¡Pues lo hubieras dejado! –parecía haber liberado una gran presión de su pecho con esto —No importa ya Wade… Solo aléjate de mí. No puedo creer que confié en que alguien como tú podría cambiar. Adiós Deadpool, no quiero volver a verte –siendo sus últimas palabras siguió su camino, sin atreverse a voltear hacía el mayor. No quería perder en un momento de debilidad y aferrase a sus brazos nuevamente. No quería volver a confiar en él para ser defraudado de nuevo. No más.
…
Había pasado una semana desde aquel incidente con Norman. Cuando llegó la policía, el cuerpo seguía en la pared, pero alguien había cambiado el traje de duende verde por un uniforme de negocios común, haciéndolo parecer un asesinato corporativo. Todo esto lo supo gracias a los noticiarios que anunciaron la muerte del gran empresario Norman Osborn, nadie sabría nunca su verdadera identidad.
La semana había sido un desastre. El primer día había tenido que asistir al funeral de Gwen. Nada agradable considerando lo cerca que estuvo de salvarlo los remordimientos y pesadillas que aún tenía con ella. Ella era su mejor amiga por todos los cielos. Aun le costaba imaginar que no la volvería a ver, que no volvería a oír su risa o sus ocurrencias. Nunca la volvería a ver.
Y él que estaba peor con toda la situación era Flash que se veía completamente desconsolado. Aun cuando era un patán, Peter sabía lo mucho que Gwen significaba para él. ¡Rayos!, hasta sentía lástima por él… Aunque claro que nunca se lo diría en su cara. Lo peor de esta situación llegó cuando los rumores sobre que él verdadero asesino de Gwen había sido Spiderman empezaron a esparcirse. Solo aumentaban su culpa… Y aun así podía oír como Flash, aun en su tristeza, lo defendía. ¿Cómo sentirse mal cuando el que era tu matón te defendía? Eso le aumentaba un poco el ánimo.
A mitad de la semana llegó otro funeral. El funeral de su peor enemigo al que debía asistir con la mayor pena del mundo. Y, por si no fuera suficiente, tenía que apoyar a Harry estaba desecho. Sabía que nunca había llevado la mejor clase de relación con su padre, pero al fin y al cabo él le había dado la vida. Y ahora su amigo se quedaba solo, sin nadie que lo ayudara y como heredero de una enorme compañía que nunca deseó. Demasiado para un chico de secundaria. Y lo peor no había sido el funeral en sí, sino la conversación con Harry.
—Lo voy a vengar Peter. Se quien lo hizo aunque la policía no me quiso ver las pruebas. Había restos diminutos de telarañas en su piel bajo el traje. Lo hizo ese miserable hombre araña.
—Harry… No hablarás en serio. Sabes que él no asesina gente, y mucho menos con armas como las heridas que fueron encontradas en tu padre
—Por eso sé que no lo hizo solo. Una sola persona se acercó al momento del incidente. Un taxista al cual yo mismo me encargue de… entrevistar –su voz sonaba extremadamente fría y un escalofrío subió por su espalda —Un loco con traje rojo le pidió ir a donde mi padre fue hallado, un loco con armas. Averiguare quien era él y lo destruiré. Los destruiré a ambos en honor a mi padre. Lo juró aquí ante su tumba Peter. Tú eres mi testigo.
Parecía que el auto-odio no era suficiente, ahora enfrentaría el del único amigo que le quedaba. Aunque tampoco era que no lo mereciera…
Ahora estaba en su casa, en la casa-hogar que compartía con tantos niños. Había pedido permiso para faltar a clases y la cuidadora se lo había concedido sin más por lo que ahora solo se encontraban ellos dos solos en la casa. Nadie había atrevido a hablarle después de la muerte de Gwen, y cuando alguien trataba el solo los alejaba más. Había sido grosero con Katja, incluso con Jessica que solo trataba de levantarle el ánimo. Ni siquiera Matt que se había preocupado tanto por él se atrevía a hablarle. Lo bueno es que ningún mercenario había osado el volver a atacarlo en su casa, aunque creía que Wa-Deadpool tenía que ver con eso.
Deadpool. Había cumplido su palabra y no había aparecido, ni siquiera le había mensajeado ni se había comunicado en ninguna forma. En su cabeza aun pasaban las últimas palabras que habían tenido. Sabía que no eran completamente verdad pero en ese momento se sentía tan enojado que lo único que quería era desquitar su ira con alguien. Y Wade fue el primero en aparecer.
Aunque no todo lo dicho era mentira. Deadpool si era un asesino. Él odiaba a los asesinos, ellos que lastimaban a tanta gente sin pensar en las consecuencias. Aunque sabía que su Wade no era así.
No. Nada de “su Wade”. No podía seguir pensando en él. Él era un asesino. Uno que nunca cambiaría, él no podía forzarlo a cambiar, no podía imponerle, obligarle a cambiar. Era imposible…
—Nadie puede cambiar a una persona, pero alguien puede ser la razón para que una persona cambie…
La voz en la televisión llamó su atención, o más bien la frase. Se volteó descubriendo a la mujer que observaba la caricatura.
—Es la primera cosa inteligente que oigo de ese programa. Aunque creo que esta incompleta. Las personas cambian, pueden cambiar para bien con una buena guía. Pero si logras cambiar a una persona a tu gusto… ¿Qué quedara de la persona que te atrajo en un principio? ¿No cree así Peter? –la mujer de pelo anaranjado lo miró, pero en realidad no esperaba respuesta. Volvió su mirada al televisor mientras seguía cambiando el canal y Peter corrió al cuarto a encerrarse, pensando en la frase.
¿En verdad quería cambiar a Wade? Él podía ser bueno, lo sabía. Pero no podía forzarlo… “Pero alguien puede ser la razón para que una persona cambie” Si seguía a lado de Wade… ¿Podría guiarlo? No había nada seguro… ¿pero que perdía con intentar? Nada. ¿Qué ganaba? El poder estar junto a él. Aun cuando fuera un desastre, él también lo eran. ¿Qué tal darse la oportunidad de ser un desastre feliz?
Tomó su celular sin tener idea de cómo comenzar el mensaje para Wade cuando la voz en su ventana lo sorprendió
— If you'd accept surrender, I'll give up some more, Weren't you adored? I cannot be without you, Matter of fact... I'm on your back
¡¿Wade?! Estaba cantando… ¡Le cantaba a él!
— Another heart cracked, in two, I'm on your back...
—Wade… -abrió la ventana de la habitación y salió de esta hacía el mayor que no sabía cómo reaccionar
—Pete… Sé que dijiste que no me querías ver y que no viniera por aquí pero te juró que traté de alejarme, lo intente pero no puedo estar sin ti. Lo que quiero decir es que…
—Lo entiendo Wade. Tu y yo… Aun no estoy seguro de que es esto o como seguirá pero… hay que intentar ¿No?
—Yo sé que crees que soy un monstruo, y no te culpo por ello, pero te prometo que haré mi mayor esfuerzo por ti.
—Wade… No eres ningún monstruo. Me disculpo por llamarte así… Tú no eres como él. Y no tienes que forzarte a ti mismo. Tenemos que hacer esto poco a poco. Y me refiero a todo.
—Poco a poco… Entonces supongo que esto es lo siguiente… Porque nunca lo hice oficialmente. –se acercó quedando frente a él, se quitó la máscara y lo vio fijamente a los ojos tomándolo de las manos. —Peter Parker, ¿Serias mi pareja?
El beso del menor fue toda la confirmación que necesito.
Y quien sabe, el mundo es un desastre y más para adolescente con súper poderes. Pero mientras exista otro día, mientras tengas al lado a alguien a quien ames, todo puede mejorar ¿No es así?
.......
—Así que Wade encontró alguien que lo aguante. Mejor para mí, así tendré que soportarlo menos -la mujer encapuchada miraba la escena conforme se alejaba —Fuiste un buen aprendiz Wade. Esperemos que no jodas esto. -Lady Taskmaster no podía negarlo, ese muchacho no era su hijo, pero verlo feliz lo tranquilizaba. Pero en este mundo todo es negocio, y no pondría la felicidad de nadie sobre la propia. — ¿No es así, Norman?...