Wade se levantó como todas las mañanas, dispuesto a enfrentar el día y lo que este conllevara… Después de un buen desayuno a manos de Al. Sentía que había algo… algo que estaba olvidado, pero le restó importancia. Era muy temprano para estar pensando en esas cosas. Salió con la máscara puesta encontrando a la anciana en la cocina
— ¡Al fin despiertas! Tu estúpido móvil no ha dejado de sonar y sonar. ¡Ya me tiene harta! –mientras preparaba el desayuno de ambos, volteo en dirección de la puerta.
— ¿Mi celular? ¡¿Un mensaje de Peter!? –Se lanzó hacia el celular lo más rápido que pudo —Nah, es solo una notificación de Facebook. La leeré después… Ahora ¡Desayuno! –Inmediatamente atacó la mesa con comida que Al apenas había puesto.
—Si se te van a pegar lo modales, por favor, que sea pronto —Se sentó, esperando que terminara su desastre.
…
Peter sabía que ese sería un buen día. Y no solo por la fecha que era, nunca había hecho un gran escándalo por ello. Pero ahora, había alguien con quien le gustaría pasar todo el día. Claro que antes tendría que ir a la escuela y enfrentarse a lo que sea que hayan planeado. Hoy sería un gran día y no dejaría que nada lo arruinara
…
Se encontraba sentado frente a su computadora. Checaba el correo, buscando si no le había llegado alguna oferta de trabajo u algo parecido. Por alguna razón las misiones le escaseaban, pero no tenia de que preocuparse, tenía una reserva que le duraría incluso en los meses de sequía. Aburrido, decidió checar sus redes sociales. Porque claro que tenía todas las redes sociales posibles ¿Cómo conseguir trabajo si nadie lo conocía?
Finalmente decidió revisar su Facebook, para saber porque había sonado la notificación tan constantemente. O a lo mejor solo era un invento de Al… — ¡Ay, la vejez! –canturreó lo suficientemente fuerte para que la mujer lo oyera, obteniendo un gruñido de respuesta. Más que satisfactorio.
Abrió la pestaña de notificaciones, la mayoría anuncios sin sentido, nada interesante. Hasta que se topó con esa molesta notificación diaria de “Deséale a tu amigo…” Paro en seco. Por eso había sonado la alarma. Había puesto que se activara en esa fecha específica pero ¿Cómo iba a recordar que el cumpleaños de Peter era tan pronto? No era su culpa ¿O sí?
Pero ahora se enfrentaba a un gran problema ¿Qué demonios le regalaría a Peter? No podía no darle nada, eso sería terrible. Pero tenía que ser un obsequio muy especial, no podías regalarle cualquier cosa a un chico como ése… y a la vez no tenía idea de que podría darle.
Peluches ya le había dado, además del celular… ¿Qué más le gustaría? Estuvo pensando hasta que una idea cruzó por su mente — ¡Ya sé! Pero tengo que asegurarme que le guste.
Tomó su celular marcando deprisa — ¿Weasel? Si, si estas en clase. Solo una pregunta ¿Qué crees que podría gustarle a Peter en su cumpleaños? ¡Espera! Estas lejos de él ¿Cierto? No puedo dejar que oiga nuestra conversación ¿Yendo a la dirección por mi culpa? ¡Perfecto! Ahora puedes contestarme... Eso es exacto lo pensaba. Por cierto, ¡No olvides esas armas que te encargué! -colgó y se preparó para salir. Debía conseguir todo lo que necesitaba.
...
Cuando llegó a clases se extrañó de no encontrar a Harry. Gwen le dijo que se encontraba algo enfermo y por eso faltaría. Peter pensó en ir a visitarlo pero claro, estaba el problema de que su padre quería matarlo. Desde que se había enterado de que él era uno de sus mayores enemigos y el empresario había descubierto su faceta como Spiderman... Las cosas habían sido bastante complicadas. Últimamente el duende no había causado ningún problema, pero eso le producía más temor ¿Que estaría planeando?
— ¡Señor Parker! -el profesor Warren interrumpió sus pensamientos —Espero que aquello tan importante que distraía su cabeza esté relacionado a la tarea de hoy. Recuerden que deberá estar en mi escritorio al finalizar la clase de hoy
Maldijo su suerte. Había olvidado que tenía tarea de química.
...
Después de que las clases terminaran. Estaba dispuesto a buscar a Wade en el lugar usual cuando un mensaje lo distrajo
"Hola Pete~ Hoy no podré ir a buscarte pero me gustaría que pasaras a mi casa en la tarde cómo a las 7 ¿Si? Nos vemos" -Como era usual, lleno de emoticones.
Se frustró un poco pero decidió seguir su juego. Tal vez tuviera algo que hacer. No era la primera vez que aplazaba su... ¿Cita?.. Se oía tan cursi llamarle así. Lo que le pareció extraño es que lo había citado en su casa, aunque ya había ido varias veces ahí (ya conocía el camino) nunca le había dicho que fuera por su cuenta
— ¡Peter! No creas que lo he olvidado ¡Feliz Cumpleaños! -Gwen apareció de la nada dándole un fuerte abrazo —Ten, espero te sea útil -le dio una bolsa de regalo guiñándole pícara. —No te interrumpiré más. Estoy segura que tienes muchos planes para hoy y más con tu chico -desapareció tan rápido como llego dejándole con la bolsa en la mano. Con curiosidad saco su contenido encontrando un libro de tapa rosa "Sexo contado con sencillez" leyó guardándolo apenadamente. Recordó la conversación con la chica hace unos días y entendió su regalo. Tendría que ocultarlo bien al llegar a casa. No necesitaba que Jessica lo molestara con ello.
Cuando llegó al hogar corrió lo más deprisa que pudo hacia la habitación, escondiendo la bolsa bajo su cama y tirándose sobre esta abrazando sus peluches
— ¿Y ese milagro que llegas tan temprano? -La cuidadora asomo por la puerta. De verdad sonaba como una madre —Aunque esto es algo bueno. Hoy es el día de la limpieza y sería genial que ayudaras a los demás chicos con eso. -le tiro un pequeño paquete envuelto en papel que no le fue difícil atrapar —Por cierto, esto es de parte de todos. Feliz cumpleaños
Abrió el obsequio, un pequeño cupcake de chocolate. Sonrió ante el gesto hasta que la voz de la mujer hizo que se levantara a cumplir con sus deberes.
…
Salió de la tienda con una caja en la mano, estaba seguro de que a su Peter le encantaría
—Vaya, vaya, vaya. Miren a quien tenemos aquí. Creí que te habrías mudado a un lugar más interesante para estos momentos ¿Qué mantiene atado a tan impredecible mercenario? –La mujer apareció de la nada, recostada en un poste cercano
Wade la reconoció enseguida. Hacía mucho que no sabía nada de ella. No desde su último y desagradable “encuentro”. — ¿Qué quieres de mí, Mary?
—Typhoid. Mary está tomando una pequeña siesta, pero eso ya lo sabes. Y solo estoy en la ciudad, tratando de resolver problemas con cierto demonio, amigo común mío y tuyo. No esperaba encontrarte por aquí –Se le acercó mirando la caja con atención — ¿Un regalo? ¿Podría ser que has encontrado alguien que te aguante? No me hagas reír… ¿Le has contado de lo nuestro? –sonrió coqueta, pasando sus manos por sobre los brazos del contrario
—Nunca hubo un nosotros. Solo eres una mujer enferma que necesita ayuda. Y créeme lo digo por experiencia. Así que mantente alejada de mí, tengo cosas que hacer –Empezó a seguir su camino cuando la voz lo distrajo
— ¿Y cómo planeas ir sin esto? –Le mostró la caja que ahora tenía en sus manos —Vamos a jugar un poco, por los viejos tiempos ¿No te parece? Si quieres lo que está aquí dentro ¡Ven por ello! Empezó a correr, trepándose por una escalera al techo del edificio más cercano. Deadpool sacó su arma, preparado para dispararle pero no lo hizo. No podía hacerlo y no solo porque sabía que a Peter no le gustaría para nada, también porque entendía que era lo que en verdad necesitaba. Después de todo este tiempo, aún tenía la esperanza de rehabilitarla
…
Peter había pedido ordenar el cuarto. No iba a arriesgarse a que alguien entrara y descubriera el libro bajo su cama. Claro, fue una decisión estúpida, ¿Limpiar toda la habitación principal el solo? Claro.
Después de un par de horas terminó completamente agotado, pero al menos la habitación estaba limpia. Asegurándose que nadie se acercara, sacó el libro de la bolsa ojeándolo rápidamente. Era un libro bastante informativo, tenía varias secciones diferentes. Llegó a una sección que estaba remarcada, supuso que por Gwen y lo leyó mentalmente —Sexo an… -el color creció en sus mejillas y lanzó el libro lo más lejos que pudo. Maldijo a Gwen internamente
—No sé qué te haya hecho el libro, pero no deberías desquitarte así con él.
Parker se asustó al notar la presencia pero se tranquilizó al descubrir quién era —Hola Matt, creí que estarías viendo lo de tus papeles para Columbia. –Matt Murdock había llegado al orfanato mucho antes que él. Había cumplido la mayoría de edad hace poco tiempo, y con ello vino una herencia que su padre le había dejado, herencia que uso para matricularse en la universidad de Columbia. Vivía en la casa hasta que las clases comenzaran y pudiera mudarse a las residencias de estudiantes. Matt era un buen tipo, bastante callado y tranquilo. Muchas veces le había ayudado con sus tareas de la escuela, y lo consideraba un hermano mayor, pero últimamente, con los líos legales y demás pasaba cada vez menos tiempo en la casa
—Sí, ya termine eso. Quería venir a darte esto… Feliz cumpleaños –le ofreció una pequeña botella —Jessica me dijo que te vio usarla, así que pensé que podría serte útil.
Peter le agradeció el regalo y Murdock se disculpó, diciendo que tenía otro compromiso y se fue. Apenas lo vio salir gritó con todo sus pulmones — ¡Jessica! –Corriendo a buscarla por toda la casa
…
Esto era el colmo. Había estado persiguiéndola durante horas y ella parecía no cansarse. Y era difícil enfrentarse a una telequinética. Ya tenía experiencia con ellos.
Finalmente logró detenerla (o más bien ella sola se detuvo) y se paró frente a él, en el borde de uno de los tejados
—Esto ya se está haciendo aburrido ¿No crees? Ya deberías haberte rendido. A menos que esto sea realmente importante para ti… ¿No has aprendido que no debes encariñarte con nadie? ¿Qué te trajo tu “amor a esa pelirroja”? Créeme, te estoy haciendo un favor. –lanzó la caja por el edificio hacia el suelo, oyendo como su contenido se hacía pedazos. —Ahora si me disculpas, tengo que ir a mi cita. El diablo no es conocido por tener paciencia.
Wade ya había corrido por las escaleras a buscar la caja y al abrirla encontró el contenido completamente destrozado. Y ni siquiera había podido ir por un pastel. Miro su reloj, faltaba media hora para que Peter llegara a su casa. Estaba frito.
Llegó a la casa, tirando la caja y su contenido en la primera silla que encontró.
—Hey, ¿Conseguiste lo que querías? ¿O empiezo a desencariñarme del muchacho? –rio burlonamente Al. La única respuesta que obtuvo fue el portazo de Wade al encerrarse en su habitación — ¿No me digas que en serio lo arruinaste? –murmuro para sí misma, alejándose de la puerta.
…
El timbre de la puerta sonó y, totalmente desanimado, Wade fue a abrir. Sabría la enorme decepción que el menor se llevaría, pero no podía dejarlo ahí afuera esperando
— ¡Wade! Hola, me alegra poder verte –le sonrió tan sinceramente — ¿Por qué me has citado aquí?
—Yo quería… -fue interrumpido por la voz de Al llamándolos a la cocina. Peter empezó a caminar y Deadpool iba detrás de él, sin entender lo que ocurría. Se llevó una gran sorpresa al abrir y encontrar un pastel bellamente decorado con rojo y azul y a lado la caja que había estado tratando de recuperar todo el día, con un moño en la cima.
— ¿Esto es para mí?... Wade tu… ¿Pero cómo?
—Eh… ¡Feliz Cumpleaños Pete! –no entendía como había ocurrido, pero no iba a desperdiciarlo. Tomó la caja y se la entregó, sin saber que esperar. Peter la abrió y la sonrisa en su rostro le tranquilizo —Esto… ¿Cómo supiste? ¡Es exactamente la que quería! –de la caja saco una cámara digital de última generación. Aprendió rápidamente lo básico de ella y la encendió. — ¡Tengo que probarla! –Instintivamente apunto hacia Wade y le tomo una foto. —Perfecto. No podía pedir un mejor primer modelo.
Al empezó a servir el pastel y dándole una rebanada al mayor susurro –Le debes a la comadreja la cámara. Y a mí el pastel. No creíste que dejaría que arruinaras esto, ¿Cierto? –tomando un trozo de pastel ella misma se encerró en su habitación, dejándolos solos. El timbre volvió a sonar y al abrir Deadpool encontró un repartidor de pizza, Al había pensado en todo. Recibió las cajas y las llevó a la sala donde Peter esperaba, revisando los varios videojuegos que Wade tenía ahí
—Perdón por husmear, solo quería ver…
—No te preocupes, ¿Quieres jugar algo? También hay pizza para cenar –canturreo lo último
Peter le sonrío entregándole la caja del juego. Entre partida y partida comían la pizza mientras el menor reía divertido. En una de sus pausas, Parker aprovecho para acurrucarse junto al mayor, consiguiendo una foto de ambos juntos. —Muchas Gracias Wade. Por todo.
…
Harry estaba en la puerta del orfanato donde vivía Peter, había estado planeando todo el día la “fiesta” perfecta para Peter, una fiesta de dos ¡Incluso había faltado a la escuela por ello! Lo que no se espero fue que al llegar y al buscar a Peter lo único que recibiera fue el aviso de que “No se encontraba y no tenían idea de cuando volvería” La frustración creció y antes de hacer una grosería decidió salir del lugar. Ya se arreglaría con Peter.
…
Estaban en una habitación bastante oscura, una lámpara iluminando un escritorio en el centro era la única fuente de luz. Unas fotografías fueron lanzadas sobre la mesa, fotografías de Peter, Gwen, Spiderman e, inevitablemente, Deadpool.
—Aquí tienes Norman. Lo que me pediste ¿Ahora me encargaras una misión de verdad? –Una voz femenina surgió de las sombras.
—Paciencia Antonia, todo a su tiempo. Pero créeme, esto que me has dado pronto rendirá frutos. Solo hay que esperar el momento indicado.