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Desesperante sumisión por Fullbuster

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Notas del fanfic:

Portada (Click para ver portada)

Notas del capitulo:

Portada

Naruto Uzumaki POV

 

 

 

Llovía incesantemente en Konoha y yo seguía aquí sentado encima de la barandilla del  mirador de la torre del Hokage. Frente a mí tenía los rostros de todos los Hokages mirándome pero yo ni siquiera podía levantar mi vista, miraba al suelo donde la gente corría hacia sus casas para no mojarse, yo sólo pensaba en Sasuke…

 

Miles de veces había tratado de convencerle para que viniera conmigo de vuelta a Konoha y él jamás accedía, trató incluso de matar a Sakura, se enfrentó a Kakashi, a Sai… estuvo dispuesto a matarme a mí con tal de no regresar, pero yo seguía insistiendo por un único motivo… se lo había prometido a Sakura, traería a Sasuke a como diera lugar.

 

La madre de Sakura había fallecido hace un par de días y ella estaba deprimida, yo quería ayudarla, pero me había echado llevándose su dolor ella sola. ¿Qué podía hacer por ella para aminorar este dolor? Si tan solo no estuviera sola…  supongo que sólo podía hacer una cosa ya que yo no era suficiente… tenía que devolverle a Sasuke Uchiha costase lo que me costase, me daba igual si quería matarme, iba a conseguirlo porque no podía soportar ver a Sakura tan deprimida.

 

- ¿Qué haces aquí Naruto? – preguntó Kakashi desde la puerta sin mojarse.

 

- Pensar – le dije.

 

- Eso no es propio de ti Naruto – me dijo – lo tuyo es actuar sin pensar.

 

- Lo sé. ¿Cómo está Sakura?

 

- Deprimida, no ha querido salir de su casa, ya no sé que más hacer por ella.

 

- Yo sí – le dije – voy a marcharme unos días.

 

- Naruto no – me dijo Kakashi – no vayas tu solo a por Sasuke, no seas cabeza hueca.

 

- No me queda otra solución.

 

- Déjame al menos que te ponga un equipo.

 

- No… ésta vez iré yo solo, voy a convencerle sea como sea.

 

- No lo hagas Naruto.

 

- Adiós… Kakashi – le dije forzándome a sonreír mientras colocaba el pie en la barandilla y me impulsaba hacia el primer tejado.

 

Salté de uno a otro tejado hasta que vi al fondo las puertas de la villa y salí sin previo aviso. Sé que me gritaron que diera la autorización, pero no la tenía, puede que me tratasen de desertor por esto pero era por Sakura, iba a hacer lo que fuera, Sasuke iba a volver y estaba decidido a ello. Sabía la última localización donde le habían visto, las noticias aquí en Konoha volaban y yo muchas veces hablaba de Sasuke con Kakashi, así que me dirigiría a la última posición donde le vieron, no podría estar lejos.

 

Tardé casi tres días en llegar y eso que paré lo justo para dormir… me parece que entre los tres días apenas había conseguido dormir cuatro horas, pero me daba igual, quería avanzar, quería llegar hasta la guarida de Sasuke. Llegué al pueblo cerca de la costa y me detuve observando desde los árboles intentando recuperar el aliento, estaba muy cansado.

 

Esta aldea parecía tan tranquila… no creí que Sasuke hubiera estado aquí ¿Qué se le habría perdido aquí? demasiada poca cosa, no tenía nada de especial, pero quizá era por ese mismo motivo por el que se había refugiado y escondido aquí, nadie sospecharía de un lugar tan poco llamativo, pensarían que estaría cerca de algún Kage o algo así para asesinarlos o a saber…

 

Bajé del árbol y me coloqué la capa para evitar que me descubrieran. Caminé por el pueblo, no había mucho pero la gente parecía muy animada comprando frutas y verduras en las tiendas de al lado, yo sólo pasaba por la calle preguntando a algunos hombres sobre el paradero de Sasuke Uchiha y pensando en cómo estaría Sakura tras esa terrible pérdida.

 

Pregunté por lo menos a veinte personas y nadie reconocía a Sasuke Uchiha, empezaba a pensar que los ANBU de Konoha se habían confundido y me habían traído a un lugar equivocado. Iba a buscar un hostal donde alojarme esta noche cuando sentí a mi espalda un intenso chakra, pensé en Sasuke de inmediato y salí a la mitad de la calle para ver qué ocurría pero ante mí vino la gran sorpresa… no era Sasuke, era un Ninja con la máscara de los ANBU de Konoha. Resoplé… seguro que Kakashi los había mandado tras de mí para mandarme de vuelta a la villa y no podía huir de un ANBU, así que me quedé aquí quieto esperando a que se acercase a mí.

 

- ¿Naruto Uzumaki? – preguntó al llegar a mí con una voz seria apartándome la capucha de mala forma para ver mi cabello rubio y mis ojos azules.

 

- ¿Te manda Kakashi, verdad? – Le pregunté – quiere que vuelva a Konoha.

 

- Así es, acompáñame – me dijo y le seguí

 

- Por favor… tengo que encontrar a Sasuke – le dije suplicando – sólo… dame un poco de tiempo, lo encontraré y haré que regrese.

 

- El chico al que buscas no regresará jamás – me dijo muy convencido.

 

- Es mi última oportunidad… por favor, necesito verle, necesito hablar con él de algo importan…

 

No me dio tiempo a terminar la frase cuando me había golpeado tras la nuca y caía irremediablemente al suelo frente a los pies de aquel hombre. De regreso a Konoha… ¿Cómo iba a ayudar a Sakura? Era un desastre… no podía ayudar a nadie, le había prometido que aunque tardara toda una vida llegaría hasta Sasuke y se lo devolvería, pero aquí estaba… volviendo a Konoha, sentía como ese hombre me cargaba y me llevaba consigo, pero yo no podía abrir los ojos, estaba muy cansado del viaje, demasiado aturdido por el golpe y al final… me dejé llevar por el cansancio durmiéndome.

 

Cuando desperté no estaba en Konoha, ni estaba en el bosque de camino a casa… estaba en una celda de piedra con las manos atadas a la pared por unas inmensas cadenas ¿Qué estaba pasando? ¿Había habido alguna lucha y habían matado al ANBU? Eso era imposible… conocía a los ANBU de Konoha, eran buenos, no debería de fallar en una simple misión como llevarme a casa ¿Qué ocurría?

 

Me miré las muñecas y traté de romper las cadenas pero lo único que conseguí fue hacerme daño en las muñecas. Veía la sangre correr y caer al suelo de piedra… dolía pero me daba igual, quería liberarme, fue entonces cuando escuché de nuevo esa seria voz y me sobresalté.

 

- Deja de intentar liberarte, sólo te harás daño, Baka – escuché que me decían.

 

Miré hacia la penumbra del pasillo y empecé a ver como se acercaba alguien, ¡Sasuke! Abrí los ojos con inmensidad y casi sonreí pronunciando su nombre.

 

- Te he estado buscando Sasuke – le dije sonriendo.

 

- Lo sé, eres tan silencioso como un elefante en una chatarrería.

 

- Sasuke… tenemos que hablar, suéltame y hablemos.

 

- No Naruto… no voy a soltarte, ahora eres mi prisionero – comentó abriendo la puerta de hierro de la celda y entrando a verme.

 

- ¿Tú prisionero? No me vengas con chorradas Teme, libérame… - le dije gritando y enfadado.

 

- No – me dijo sonriendo con su prepotencia habitual – ni siquiera sé que haces aquí y solo.

 

- De eso venía a hablarte, es Sakura, tienes que volver.

 

- ¿Sakura? – se rió - ¿Crees que me importa esa niñata? Me da igual lo que le haya pasado ¿Qué hacías tú en mi territorio?

 

- Buscarte, ya te lo he dicho, necesito que vuelvas, su madre ha muerto, no consigo que levante cabeza, ni siquiera quiere verme, tienes que volver y hablar con ella, sé que tú podrías animarla, te ama – le dije.

 

- ¿Aún sigues como un perrito faldero detrás de ella? Venga Naruto… madura de una maldita vez, esa chica te utiliza para lo que quiere, sólo te manda aquí tras de mí porque busca un hombre que la haga gemir – me dijo y me cabreé con él por decir esas cosas de Sakura – no te cabrees Naruto, sabes que es la verdad, te ha utilizado siempre, nunca le has caído bien, ella mismo dijo en varias ocasiones que te odiaba.

 

- Eso fue en la academia Sasuke, hemos cambiado.

 

- No, no lo hemos hecho Naruto, Sakura sigue convenciéndote de que hagas estas locuras y tú sigues cayendo pensando que un día se fijará en ti, pero no es cierto.

 

- Vuelve a Konoha maldita sea – le grité haciendome sangre de nuevo en las muñecas al tirar de la cadena.

 

- Dobe – me dijo serio – no voy a volver a Konoha.

 

- Te lo suplico – le dije al final llorando – te lo suplico Sasuke ¿Qué quieres que haga? ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas con ella?

 

- ¿Tú? ¿Suplicándome?

 

- Haré lo que haga falta por ella – le dije llorando – por favor Sasuke… haré lo que quieras.

 

- ¿Lo que yo quiera? – me preguntó sonriendo con ese orgullo suyo propio de los Uchiha.

 

- Sí.

 

Sasuke se agachó frente a mí y me empujó contra la pared mirándome con detenimiento. Su mano bajó a mi entrepierna y no pude evitar que tocase mi miembro sobre el pantalón al estar encadenado. Me puse rojo como un tomate y no entendía nada.

 

- P-para Sasuke – le dije - ¿Qué haces?

 

- Has dicho que harás lo que sea, sólo estoy comprobando algo, así que cierra el pico.

 

- D-Detente… por favor… - le pedí mientras él seguía tocando mi miembro.

 

- Vamos Naruto, excítate, quiero ver cuánto ha crecido desde que éramos unos niños.

 

Ahora que estaba aquí atrapado, rojo como un tomate y con la mano de Sasuke en mi miembro me sentía idiota por venir solo, entonces caí en el ANBU.

 

- No estaba sólo Sasuke – le dije

 

- ¿Te refieres al ANBU que te buscaba? – me preguntó.

 

- Vendrán a por mi si no me sueltas

 

- ¿Este ANBU? – me preguntó sacando una máscara de detrás de su pantalón y colocándosela.

 

- ¿Eras… tú?

 

- Sí Naruto, eres más tonto de lo que creía, siempre supe que lo eras pero no has cambiado nada en este tiempo.

 

- ¿Cómo conseguiste esa máscara?

 

- De un ANBU de Konoha de hace unos meses, ni siquiera sé por qué la conservo aún. Mira… ya empiezas a excitarte, no está mal Naruto, no está nada mal.

 

- Sasuke…

 

- Cállate – me ordenó – dijiste que harías cualquier cosa si volvía a Konoha con Sakura ¿Verdad? Demuéstramelo, te prometo que iré contigo y haré lo que quieras con Sakura si tú me complaces en mis caprichos.

 

- ¿Caprichos?

 

- Sí Naruto, llevo un tiempo solo, me apetece mucho jugar con alguien.

 

- ¿Me prometes que nada de lo que ocurra aquí saldrá de tu boca? – le pregunté.

 

- Te lo prometo.

 

- ¿Y que volverás a Konoha con Sakura? – pregunté.

 

- Sí, te lo prometo Dobe, pero a cambio… tú tienes que obedecerme en todo, se acabó tu libertad Naruto, a partir de ahora serás mío y harás lo que te ordene sin rechistar ¿Aceptas? Porque este trato no acaba hasta que yo lo diga.

 

Lo pensé mucho… no quería estar a disposición de Sasuke, sé que nos habíamos llevado muy mal de jóvenes, sabía que deseaba hacerme de las suyas, él me humillaría, siempre deseó tenerme a sus órdenes y demostrarme que él era mejor, dejarme a mí en ridículo frente a todos ¿Qué habría planeado para humillarme? Sé que no podía aceptar eso, era la perversa mente de Sasuke Uchiha, el no era un dobe como yo, pero era Sakura…

 

La había visto tan mal a Sakura, ella necesitaba a Sasuke. Unas lágrimas cayeron al suelo frente a Sasuke y me dio igual, estaba triste por Sakura y sé que tenía razón en sus palabras, yo siempre fui invisible para ella, pero podía ayudarla… sólo tenía que dejarme humillar por Sasuke, sólo tenía que obedecer a Sasuke en todo lo que pidiese, pero volveríamos a Konoha.

 

- Acepto – le dije llorando.

 

- Perfecto, entonces hoy descansaremos aquí y mañana saldremos hacia Konoha.

 

Yo no dije nada y traté de acomodarme para dormir, pero Sasuke levantó mi cabeza y me hizo darme la vuelta contra la pared. Me quejé por su violencia, Sasuke siempre era así de bruto pero no le dije nada. Sentía cerca de mi trasero el bulto de sus pantalones, sentía en mi oído su sonrisilla de prepotencia Uchiha, sentía su respiración mientras agarraba mi cabello con fuerza con una mano.

 

- ¿Quién te ha dicho que vamos a dormir? Has aceptado Naruto… harás cualquier cosa y el trato empieza ahora mismo.

 

Me bajó de golpe los pantalones y me mordí el labio evitando darle el gusto de quejarme ¿Cómo podía ser así? De todas formas ya no había vuelta atrás, yo había aceptado participar en sus juegos voluntariamente por Sakura. Sasuke metió uno de sus dedos en mi interior y grité al no esperármelo, pero me mordí el labio enseguida aunque Sasuke ya estaba sonriendo por el grito que había conseguido sacarme.

 

- Naruto… ¿Aún virgen? – me preguntó

 

- Como comprenderás… no dejo que ningún tío me toque y desde luego… me reservo para Sakura si es a lo que te refieres.

 

- Tan cabezón como siempre, lástima que no podrás llegar totalmente virgen a Sakura.

 

- Acaba de una maldita vez Sasuke… - le dije sacando mi genio.

 

Sasuke metió tres dedos en mí de golpe y grité del dolor golpeando con mi puño la pared y mordiéndome de nuevo el labio haciéndome sangre.

 

- No te atrevas a darme órdenes Naruto, esto sólo acaba de empezar, terminaré contigo cuando me de la gana. Si te digo que hagas algo, lo haces sin rechistar o Sakura se puede quedar en Konoha esperando sola ¿Te queda claro?

 

- Sí – le dije – entonces ordena por esa bocaza tuya, Uchiha – le dije sin doblegarme del todo.

 

Sasuke me dio la vuelta y me obligó a agacharme frente a él mientras sonreía. Cogió mi rostro con una mano y me miró atentamente mientras se bajaba la cremallera del pantalón y eso no me gustó ¿Quería este creído que se la chupase? ¿Estaba loco o qué? Aunque reconocía que no había peor humillación para mí que chupársela a un Uchiha, yo no era débil, él debería haberse agachado frente a mí y chupármela, no al revés, yo era mejor que él ¡Maldita sea! No quería tener nada de ese Uchiha en mí.

 

- Veamos Dobe… - dijo cogiendo la cadena que envolvía mis manos y pasándola alrededor de mi cuello mientras él sujetaba la cadena con una mano – sé un buen perro, quiero ver como lames.

 

- Eres un desgraciado – le grité y él tiró de la cadena arrastrándome tras él y casi ahogándome.

 

Me quedé en el suelo unos segundos tosiendo por el tirón que me había dado, eso iba a dejarme marca seguro.

 

- Eres un perro muy contestón y no me gustan los contestones, ahora haz lo que te he ordenado o despídete de nuestro trato… pobre Sakura – me dijo de forma irónica.

 

- Dame tu maldita polla – le dije mientras él sonreía y me la ponía enfrente.

 

¿Quién me diría que yo haría esto? no creí jamás que tendría que hacer estas cosas con los hombres… bueno… no con cualquier hombre, con el arrogante Sasuke Uchiha. La verdad, es que en el pasado llegué a sentirme confundido por mis sentimientos entre Sasuke y Sakura… ahora desde hacía un tiempo sabía que quería a Sasuke pero él era esto… un maldito arrogante que jamás se daba cuenta de nada, así que ya me había mentalizado de que él jamás se habría fijado en mí, pero aún podía juntarlo con Sakura, podía hacer que al menos ellos dos fueran felices. En parte me oponía a la voluntad de Sasuke simplemente por mi orgullo, por mi cabezonería y porque me gustaba enfadarle, él lo sabía y por eso hacía estas cosas, él sólo buscaba humillarme y a mí en gran parte… me alegraba acabar así, porque al menos habría podido estar con él aunque solo hubiera sido una vez, luego sería todo para Sakura. Esto no pensaba decírselo a Sasuke por supuesto… me haría el duro y el indiferente con él hasta que reventase de la rabia.

 

Jamás había tenido que hacer esto y no sabía muy bien cómo empezar, así que saqué un poco la lengua con algo de miedo y lamí levemente la punta mientras escuchaba como Sasuke sonreía.

 

- Naruto… pareces un colegial, métela toda – me dijo empujando su miembro y metiéndolo en mi boca provocándome arcadas mientras él se reía – vaya lo siento Naruto… quizá no debí ser tan bruto.

 

- Vete al cuerno Sasuke, ¿Esta es toda la imaginación que tienes? ¿Qué te la chupe? Eso no me humilla Teme, te humilla a ti porque un Dobe te lo tenga que hacer ¿Estás muy solo eh? No tienes a nadie para divertirte.

 

Aquello pareció enfadarle y volvió a meter su miembro en mi boca con mayor fuerza, entrando y saliendo de mi boca haciendo que alguna lágrima me saliera debido a las arcadas, pero me contuve y aguanté aquí. La verdad es que hasta me excitaba tener que chupársela, pero no se lo diría. Me destapó los ojos para que pudiera ver bien el momento en que me humillaba teniendo su miembro en mi boca, pero yo cerré los ojos, no quería verlo.

 

Ahora con el miembro de Sasuke en mi boca me preguntaba… ¿Cuánto había deseado esto? había tenido sueños eróticos con Sasuke pero jamás esperé que esto pudiera ocurrir, poca gente en la aldea sabía mis sentimientos por el Uchiha, sólo Kakashi y Shikamaru, al resto seguía contándoles que me gustaba Sakura pero a ella la veía como una gran amiga, nada más. Hacía tanto tiempo que había dado por perdido a Sasuke que ya no podía plantearme nada con él, pero al tenerlo aquí conmigo de nuevo y más en esta situación, todos mis sentimientos, todas mis emociones volvían a salir ¿Podía dárselo así como sí a mi mejor amiga? ¿Estaba realmente preparado para sufrir la pérdida de Sasuke y ver como se juntaba con Sakura? Eso lo descubriría pronto, en cuanto regresásemos.

 

Escuché a Sasuke gemir, este chico me encantaba y ya no podía fingir más que no me gustaba estar aquí abajo soportando que Sasuke entrase una y otra vez en mi boca haciéndola suya como quería, en cualquier momento Sasuke agacharía la mirada y vería mi miembro endureciéndose y es que me excitaban los leves jadeos que Sasuke me daba, sé que trataba de contenerse pero me alegraba que me regalase unos pocos gemidos.

 

Sasuke se movió un poco incómodo, pero yo no quise abrir los ojos por miedo a que pudiera decirme otra de sus groserías, ya conocía a Sasuke… orgulloso hasta la muerte, jamás dejaría ver sus sentimientos ni lo que buscaba realmente, seguramente de mí sólo buscaba humillarme y diversión, nada más y yo estaba dispuesto a dársela sabiendo que mañana… él sería de Sakura y yo volvería a estar sólo en esa gran aldea, porque…¿Quién podía querer a un monstruo como yo? yo que tenía al Kyuubi en mi interior, que había destrozado media aldea, arrasado con tantas vidas, todos me odiaban desde niño, yo no conocía el amor y aunque sonriera… todo era una fachada para ocultar mi dolor de un chico que jamás tuvo afecto.

 

Algo cubrió mis ojos y al tocarlo con mis manos me di cuenta de que era una tela suave. Sasuke estaba haciendo un nudo evitando que pudiera ver algo y se agachó de nuevo hacia mí. Sentía sus labios tan cerca de los míos, deseé besarlos, iba a hacerlo cuando él se separó de mí entre risas.

 

- ¿De verdad creías que besaría a un chucho como tú? – me preguntó y me sentí humillado, más que con el acto anterior.

 

- ¿De verdad creías que iba a besarte? Sé que no te atreverías, sólo eres un cobarde Sasuke, te estaba poniendo a prueba por si habías cambiado, pero tampoco lo has hecho, sigues siento el mismo Teme de siempre.

 

- No vas a provocarme con algo tan simple usuratonkachi – me dijo sonriendo – te he traído una cosita Naruto.

 

Me lanzó algo al suelo, no podía verlo y él me pidió que lo cogiera. Lo busqué a tientas por el suelo, aún de rodillas intentaba encontrar lo que se supone que había tirado mientras le escuchaba caminado a mi alrededor y darme alguna palmada en el trasero como si de verdad fuera un perro, pero tampoco podía quejarme de eso, estaba con Sasuke y al menos podía tenerle una vez, aunque tuviera que humillarme tanto. Finalmente encontré el objeto y sonreí como un niño pequeño que encuentra un caramelo, pero la sonrisa se me borró cuando al palparlo noté que esto era un maldito consolador.

 

- No pienso utilizar esto Teme.

 

- Oh… sí lo harás Naruto, quiero ver como te corres tú solito, puedes pensar en tu querida Sakura si quieres aunque no se si serviría teniendo eso dentro de ti – me dijo riendo.

 

Sasuke se acercó hasta mí y me lamió la oreja susurrándome que chupase este trasto para lubricarlo y aunque dudé en hacerlo, al final y ante su insistencia, acabé haciéndolo mientras él observaba con detenimiento y se ponía frente a mí tocando mi miembro.

 

- Qué excitado estás Naruto, creo que te gusta más chupar pollas que estar con mujeres ¿O acaso me equivoco Usuratonkachi?

 

- Es mejor que la tuya – le dije para quitarle el ego y se puso serio enseguida.

 

- ¿Ah sí? Entonces deberías probar ambas y decidir después, comprobémoslo, me muero de ganas por saberlo. Siéntate encima de tu juguetito – me sonrió.

 

- No lo haré – le dije desafiante.

 

- Si lo harás, porque eres mi perro y por lo tanto, me tienes que obedecer, siéntate – me volvió a ordenar y al final tras otra gran palmada en mi trasero que me hizo quejarme del dolor, acabé por posicionar el consolador en el suelo.

 

Me senté muy despacio en él mientras Sasuke me miraba y no pude evitar quejarme, dolía y eso que no era del todo grande, creo que Sasuke había tenido en cuenta mi virginidad.

 

- Lo estás haciendo bien Naruto.

 

- Joder… esto duele Sasuke.

 

Escuché un resoplido y se agachó frente a mí cogiendo mi miembro y metiéndoselo en la boca para chuparlo. Jadeé de golpe al sentirlo, puede que me estuviera doliendo meterme este trasto, pero me encantaba la sensación de la húmeda boca de Sasuke en mi miembro. Sasuke colocó sus manos en mis hombros y me ayudó a ir bajando lentamente hasta que entró todo el consolador en mí y entonces detuvo también su boca.

 

- Ahora muévete Naruto, quiero ver cómo te corres aunque no tardarás mucho, eres un novato.

 

Me moví tal y como él me pidió, de arriba hacia abajo y aún me dolía, pero al poco tiempo mi cuerpo se había acostumbrado a esta intromisión, empezaba a disfrutar y aunque traté de callarme, no pude. Podía sentir las sonrisas de Sasuke disfrutando de lo que veía mientras se colocaba tras de mí pellizcando mis pezones. Podía notar su pecho, se había desnudado, sólo sentía su piel rozando contra la mía, sus labios mordiendo mi cuello mientras su mano me obligaba a echar la cabeza hacia atrás dándole vía libre y no pude evitar gemir, sabía que él estaba disfrutando con esto y cuando estaba a punto de correrme entre espamos, Sasuke me detuvo y sacó el consolador de mí.

 

- No te corras aún, ven conmigo – dijo soltándome las cadenas de las manos y cogiéndome de la mano para llevarme con él.

 

Se sentó en algo, supongo que una silla y me hizo colocarme de pie encima de él. Sentía ahora su miembro en mi entrada y supe que quería que me sentase en él.

 

- Vamos Naruto, siéntate y cabálgame, esto no va a ser un simple consolador, esta es de verdad.

 

Grité un poco al meterla y es que era más grande y algo más gorda que el consolador, pero una vez entró, me moví como había hecho anteriormente salvo que con una excepción, él también se movía y cada vez que yo bajaba, él subía metiéndola más y más hondo. Me agarré a su cuello sin poder remediarlo, mi miembro rozaba contra su fuerte pecho y me iba a correr enseguida, no aguantaba el placer.

 

- Intenta silenciar tus gemidos ahora Dobe – me dijo burlón – creo que esta vez he ganado yo, córrete.

 

Me vine encima de su vientre con sus palabras, pero seguía echando de menos una cosa… dulzura, amor, cariño, un beso suyo, supe que eso jamás sería para mí, él era el gran Sasuke Uchiha, orgulloso, frío, vengativo, fuerte, poco sentimental… yo sería sólo esto, un juguete en sus manos hasta que decidiera deshacer el trato.

 

Con un gran gemido, supe que Sasuke se iba a venir y le rogué que no fuera dentro, no estaba listo para ser de nadie y menos del Uchiha, porque él no me quería, él no me amaba… en realidad nadie lo hacía, todos me odiaban. Creí que se correría dentro, pero salió y me agachó la cara llenándola entera con su semen.

 

- Estás precioso así Naruto – me dijo viendo su líquido resbalando por mi cara – ve a ducharte Naruto… mañana partiremos a Konoha, hoy te has portado bien, así que cumpliré mi trato contigo siempre que tú sigas cumpliendo nuestro acuerdo.

 

- Lo cumpliré Sasuke – le dije – no rompas tu palabra.

 

- No diré nada de lo nuestro… aunque es una lástima porque me habría gustado poder gritarles a todos que tu virgen y estrecho trasero ha sido mío Naruto.

 

Sasuke destapó mis ojos y me hizo acompañarle por la oscura base. Al menos me dejó ducharme tranquilo y me llevó a una de las habitaciones contiguas para dormir. Tampoco pude dormir mucho pensando en todo esto. Por fin había tenido lo que tanto deseé, estar con el gran Sasuke Uchiha… pero ahora tenía el mayor de mis problemas… Sasuke Uchiha no era para mí, volvía a Konoha conmigo para estar con Sakura y aquí es donde mi amor por él iba a sucumbir, no podía decírselo, era un ser arrogante que me habría tomado el pelo, me habría humillado, para él no éramos más que unos simples juguetes en sus manos, sé que tampoco quería a Sakura, pero sería la madre de sus hijos y Sasuke sólo deseaba regenerar su clan. ¿Qué debía hacer con todo esto que sentía por él? No podía olvidarle y lo sabía… quizá debería irme lejos, muy lejos y olvidarme que una vez existió Sasuke Uchiha, último descendiente del clan más fuerte de Konoha.

 

Miré la fotografía que siempre llevaba conmigo, una alumna de clase había sacado esa maldita foto dónde nos besábamos la primera vez, claro que fue un accidente, pero yo siempre soñé con aquel beso, nosotros sólo nos habíamos besado por accidentes… todos nuestros besos fueron accidentes que Sasuke luego recordaba como algo que jamás se repetiría. Era horrible esta sensación de querer a alguien sabiendo que él me rechazaba. Lloré en silencio en mi cama, porque mi corazón se rompía con toda esta situación, sólo esperaba que tanto Sakura como Sasuke encontrasen lo que siempre habían buscado… la felicidad, una familia… yo desaparecería de sus vidas en silencio y siendo odiado por todos los de la villa como siempre.

 

 


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