En la cama y las sábanas, los cuerpos de los mayores se escondían, Ryou paralizado por la impresión, observó que Bakura y Akefia se levantaban ambos tocándose el cabello.
-¿por qué haces tanto ruido, Ryou? Es muy temprano..-Akefia bostezó y se estiró, Ryou se levantó precipitadamente de la cama y levantó su ropa que dejó regada y se encerró en el baño para asearse pero sus pensamientos no lo dejaban. Se tocó la cara de la vergüenza y se apresuraba a cambiarse, su cabello revuelto y enredado le estorbaba para cambiarse. La sensación que se generó en el estómago de Ryou al pensar lo que hizo a noche con ambos anfitriones de afuera. Cuando por fin se arregló, se quedó sentado en la Taza del sanitario procurando olvidarse de todo. Akefia y Bakura también estaban vestidos y ya habían hecho la cama, lo que les llevó un tiempo, cuando terminaron se preguntaron si Ryou se sentía mal. Akefia se acercó y tocó despacio la puerta.
-Ryou, ¿estás bien? Llevas mucho tiempo ahí adentro, ¡sal! Ven, acompáñanos a desayunar.- Ryou puso su oreja en la puerta y escuchó que Akefia la estaba forzando, él, más ágil, salió sin toparse a Akefia y Akefia se sorprendió por la velocidad que Ryou había adquirido en ese momento. De Bakura no pudo librarse. Chocó con él y lo miró fijamente, sus miradas brillaron aunque Bakura manifestaba frialdad crueldad, eso asustó a Ryou, aunque eso no ocurrió con los ojos del menor, su dulzura tenía un efecto en que la dopamina de Bakura le recorriera entero.
Akefia cuando va a ver lo que ocurre, ve cómo Bakura y Ryou tienen esa química que cualquier encuentro amoroso, se sintió extraño en ese instante, como si ahora él se sintiese carente de algo. Su estómago manifestó un vacío y no fue por apetito, fue un vacío diferente que de alguna manera era una nueva sensación para él.
-¿Qué estás haciendo Ryou? No te irás a ninguna parte sin desayunar algo.-Bakura lo retuvo del brazo izquierdo y lo sentó en la mesa. Delante del menor había un plato pequeño con fruta con un poco de yogurt y jugo de naranja dulce, en una canastita había pan y a un lado de su vaso con el jugo había un pequeño trozo de carne asada con puré de manzana.
Bakura se sentó a un lado y Akefia unos segundos después se acercó a la mesa y se sentó sin decir ni una sola palabra. Bakura tomó una taza y la sirvió con café; le agregó una cucharada y media de azúcar. Akefia tomó el otro plato que contenía carne, un gran trozo con espárragos, zanahorias y puré de manzana.
Ryou no había probado bocado y tampoco podía ver a la cara a ninguno de los dos mayores que estaban a su lado. El éxtasis que sufrió unas horas atrás fueron algo que cambió en su ser sería la forma en la que Ryou abriría su mente hacia otras posibilidades con Bakura y Akefia porque después de tanta oscuridad y tristeza en su vida por fin estaba viviendo de un cariño y una pasión que lo llenaría de esa ausencia de cariño. Obviamente eso tardaría en ser digerido, pues su inocencia se fue, desapareciendo con la soledad y melancolía. Picando con el tenedor la comida Ryou comía lentamente y con pequeños bocados tragaba suave, temía que se escuchara el sonido de la comida pasar por su garganta en medio del silencio. Akefia tomó entonces la mano del menor y lo miró fijamente, Ryou cuando sintió la mano de Akefia miró profundamente esa mano más grande, luego observó los ojos del moreno que le mostraban sinceridad y una pequeña sonrisa iluminó su rostro. Ryou sonrojó un poco y entre pequeñas lágrimas regresó la sonrisa, con la otra mano se limpió las lágrimas que corrían su cara.
-Bien, ¿ya terminaste?- Bakura interrumpió celoso, miró a Akefia con disgusto y a Ryou con un poco más conmovido aunque seguía desconcertado por sus lágrimas y sin ningún descaro interviene de nuevo.-¿por qué lloras?- se lleva un pan a la boca, Ryou miró impresionado a Bakura y soltó a Akefia.
-No es nada, solo que… esto… lo que pasó con ustedes… ¿por qué?
-¿Por qué?… ¿qué? No hicimos nada extraordinario….
-Bakura…. De cierto modo esto sí es nuevo para él. Puede que se haya incómodo. Lo lastimamos.
-No, Akefia, no lo hicieron… solo que.. solo que.. hace mucho que no me sentía importante para alguien.
-Ohh por Favor, Ryou, ¿podrías dejar de ser tan cursi?, me enferma…-Bakura insensible, toma de nuevo varios sorbos de su café sin mirar a ninguno de sus acompañantes. Akefia se molestó por el comentario de Bakura, provocando que se levantara de su lugar y con ira tomó del cuello de la camisa de Bakura.
-Será mejor que tú te calmes, lo tratas pésimo ¿y dices que estás enamorado de él?, Te exijo que te disculpes…-Akefia tenía la voz muy engrosada y Bakura los ojos muy abiertos, se frustró con las acciones del moreno.
-Por favor, no peleen, es verdad, creo que digo muchas estupideces.. Akefia, siéntate…
-Pero Ryou….-Akefia se preocupó cada vez más por el jovencito más chico.
-Hazle caso Akefia, a menos de que quieras arreglar esto de otra manera…- Bakura bajó la cabeza e hizo a un lado a Akefia, tomó su chaqueta y salió del departamento. Cerró la puerta tras de sí y quedó recargado ahí unos minutos pensando en esos momentos. Apretó un poco los ojos y se encaminó hasta las escaleras de servicio colocando sus manos en los bolsillos y un poco encorvado.
Akefia se sentó y ya no volvió a probar bocado, se frotaba la cara tratando de relajarse pero era inevitable sentirse mal por agredir de ese modo a su compañero de casi toda la vida, jamás les había ocurrido a ninguno de los dos una pelea de esa clase y menos por otra persona que apenas conocen. Ryou rompió el silencio incomodo que los envolvía en el espacio.
-Bueno, quiero saber ¿por qué estaban a noche en la ceremonia de Kaiba? Sabía que solo gente de gran importancia y empleados de Kuriboh’s solamente podían estar en el evento.
-¿qué?- Akefia levantó la cara y regresó su dulzura con Ryou- Ahh bueno, Bakura y yo… somos socios de empresas importantes en Inglaterra, Estados Unidos, y Egipto, entonces ahora nos hemos hecho socios con Kaiba a través de la subasta, lo que Yami y Marik pelean es esa sociedad, pero nosotros por ser más viejos en este negocio, tuvimos la preferencia de Kaiba y por eso fuimos invitados a ese evento ahora que Kuriboh’s nos pertenece…
-¿qué?, ¿o sea que ustedes compraron a Kuriboh’s? Vaya deben ser millonarios, pero no entiendo… ¿para qué hicieron eso?
-Porque queríamos tener motivos para quedarnos. Y ahora ya tenemos más de un motivo.-Akefia comenzó a Ruborizase pero Ryou no terminó de comprender.
-¿se marcharán? ¿por qué?...-Ryou se asustó al tener esa idea.
-Sí, realmente nos iríamos de Japón porque no teníamos muchos motivos para estar aquí, pero, después de lo que pasó en el centro comercial contigo… quise ir a buscarte. Ese fue mi motivo, y parece que el de Bakura también; aunque se porte tan orgulloso. Él te quiere Ryou… al igual que yo.. Después de lo que nos contaste de tu vida.. tomé la decisión de protegerte a toda costa y no es ningún favor que tengas que pagar…
-¿De qué hablas?- Ryou ladeó su cabeza ingenuo y alzó la ceja mostrándole confusión al mayor.
-De que quiero que te quedes aquí, ya hablé por teléfono con la gente que te renta tu departamento, depositaré mañana el último mes que debes, quiero que te mudes aquí, me haré cargo de pagar tu escuela y todas tus necesidades.
-NO.. no no no no!!, Akefia no te molestes, esto es tan vergonzoso, no puedo creer que sean tan poderosos ustedes dos.. hasta me apena ser de clase media…
-No es ninguna molestia Ryou, en verdad quiero esto, serás mi mejor inversión. Por favor permíteme hacer esto… por lo menos hasta que te gradúes, si después decides marcharte adelante.
-No podría… no es correcto.
-Considéranos como compañeros de dormitorio o bueno de departamento, sé que lo que pasó a noche te incomodó, fue la primera vez que hacías esa clase de cosas.. y por eso te prometo que no volverá a ocurrir..
-Akefia… ¿lo dices en serio?
-Claro, pero, quiero que estés a salvo con nosotros. Yai también nos preocupa, ha estado tras de ti desde hace un buen rato y temo lo peor con ese tipo….- la mirada de Akefia cambió de dirección. Los puños apretados y las venas resaltantes de sus brazos se notaron. Ryou se levantó y abrazó a Akefia. El mayor se impactó por el abrazo aunque feliz, correspondió, después del abrazo, Ryou chocó su frente con la de Akefia, pasó su mano por la mejilla que tenía la cicatriz y sin pensarlo cruzó sus labios con los del mayor, Akefia abrió los ojos y su respiración se agitó con el acto de Ryou, más feliz, continuó besando al pequeño albino y este se ató al cuello del moreno con los brazos. Hubo pequeñas gotitas que salían de los ojos del menor y que Akefia podía sentir correr también en sus mejillas lo salado de las lagrimitas….
Bakura caminó unas calles adelante, en el parque donde tenía los pensamientos como en un agujero negro, vio a Marik con una chaqueta beige, caminó muy seguro hacia él. Marik notó que el albino se le acercaba y finge una sonrisa… Bakura debía arreglar asuntos con aquel peli cenizo….