En el corredor, se encontraban dos tricolores, uno acorralando al otro. Yugi lloraba interminablemente y Yami lo tomó de los hombros fuertemente.-No debes llorar por ese niño- Tomó el mentón de su hermano con las lágrimas inundado sus párpados lo pegó más hacia la pared, para Yugi no había salida.
-No Atem, suéltame, suéltame, me lastimarás como en casa…-Atemu agarró al menor por la cadera y lo atrajo hacia él, lo abrazó y estrujó fuertemente, yugi abrió los ojos como platos y las lágrimas caían más lento, en cuanto se separaron , lentamente Atemu miró a su hermano menor su inocencia producía en él una calma y un deseo pecador, Yugi aún no estaba libre, rápidamente Atemu cruzó sus labios con los del menor, acariciando su rostro tiernamente, besó al inexperto con tanto placer, pero sabía que ese no era lugar ni momento para hacer aquello.
-Yugi, lo único que quiero es protegerte- Yugi empuja a Atem y sale corriendo de él- te amo Yugi….
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En El salón de clases Yugi llegó a ver a Ryou, Ryou y Malik platicaban normal, parecía que nada extraño había pasado, en cuanto vieron entrar a Yugi, lo saludaron y él sonrió, se acercó a Ryou y notó que una mejilla estaba muy roja, se levantó de su asiento y junto a Ryou hizo una reverencia de disculpa.
-Tranquilo Yugi, esto no es culpa tuya, me descuidé y esto pasó, además me sorprendió mucho que ya conocieras a Malik.
-No a él, no conocía, a su hermano mayor sí, es muy apegado a Atemu desde que eran pequeños, creo que se conocieron en un torneo de juegos o algo así.
-De hecho de mi lado es lo mismo, nada más conozco a Atemu porque es muy amigo de mi hermano…y tu Ryou, ¿tienes hermanos?
-Pues, de hecho no hablo de esto con nadie, disculpen…-Ryou agacha la cabeza.
-no te preocupes Ryou no pasa nada, es más creo que es mejor que no los tengas luego es mucho lío con ellos y….
- Sí lo sé pero es muy duro cuando eres el hermano mayor, no tolerarás a veces a tus hermanitos porque son muy odiosos pero no dejas de quererlos y protegerlos…
-Ryou ¿qué quieres decir?- Yugi preguntó inseguro.
-Que no quiero que te preocupes por mí y la situación con tu hermano, la entiendo, aunque sé que lo que te hace no está bien… es un deseo prohibido, pero el sentimiento de hermano mayo ahí está, te protege…
-¿exactamente de qué? ¡No lo entiendo¡
-Te protege a su manera aunque yo tampoco comprendo…
-Bueno dejemos el drama y cuéntenme ¿qué hacen por aquí?- Yugi y Ryou miran a distintas direcciones y opacan su mirada.-¿qué, fue por algo que dije?.
-No Malik, es que realmente nosotros no hacemos gran cosa aunque sí nos gustaría, todo porque Yami controla mucho a Yugi y yo porque trabajo de medio tiempo en la cafetería Kuriboh’s. Aunque si quieren hoy invito todo lo que quieran….
-¿de verdad? Oh yugi tenemos que ir- Malik toma la mano de Yugi y la propuesta lo pone bastante nervioso pero él no quería que su hermano lo manipulara cruelmente.
-No sé, yo.. yo..- Yugi intentó dar una respuesta, volteó a ver a Ryou que se desilusionaba mucho en ese momento.- Sabes qué, sí iré, quisiera conocerte mejor y quiero pasar tiempo con uno de mis mejores amigos.
-¿Vendrás? Increíble, bueno mi turno comienza saliendo de clases ¿por qué no van en la noche, hoy es promoción con los pastelillos, y preparan pastelillos especiales..
-¿Especiales? ¿de qué los hacen o qué sabor tienen?-Malik curioso, preguntó.
-Pues hay de muchos sabores: uvas con crema, plátano acaramelado, cerezas almendradas, chocolate blanco con fresas, ese último lo recomiendo muchísimo.
-Vaya, se oye muy bien,bueno, ¿qué te parece si nos damos una vuelta por ahí Malik como a las 7:30..
-Oh esa hora es maravillosa, ¿qué dices Malik?-Ryou intervino antes que Malik para que supieran que él estaría desocupado.
-Pues si no hay inconveniente me parece muy bien.-Sonríe- Me parece que esto será como una bienvenida.
-Hubiese preferido hacer una fiesta para eso- Yugi ríe un poco para romper más el hielo y que Ryou se sintiera otra vez en confianza.
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A la hora que finalizaron las clases los tres chicos salieron juntos riendo y conversando de lo maravilloso que sería hacer un evento de guerra de pastelillos. A lo lejos iba pasando un joven con una gabardina negra y una paleta de cereza que comía despacio, con las risas pudo identificar muy bien de quien se trataba, así que se detuvo a observar en la entrada el albino menor y sus amigos se habían separado, tomando caminos distintos, de tras de Ryou salieron dos de los mayores de la escuela que siempre estaban al mando de Yami. Bakura notó esta peculiaridad y los siguió entonces. En un callejón cerca de la cafetería, estos bravucones introdujeron a Ryou forzándolo de los brazos, en cuanto encontraron la forma, arrojaron a Ryou hacia un bote de basura. La risa de uno de ellos perturbó al menor, lo patearon unas cuantas veces y a Ryou ya le derramaba sangre de la nariz, cuando lo obligaron a levantarse uno de ellos lo agarró por detrás mientras lo arrodilló frente al bravucón más fuerte y entre lágrimas, el rostro de Ryou en desilusión decaía lentamente. El sujeto que se encontraba delante de él se desabrochó placenteramente los botones de la camisa para golpearlo y después en una debilidad humillaran aún más a Ryou. De tras de él Bakura escupiendo fuego, se quitó la gabardina y caminó muy intimidante hacia donde estaban los matones, tomó al más grande por los hombros, con una sonrisa siniestra, lo pateó dislocándole la cadera, el dolor era inevitable y los gritos fueron imposibles de escuchar.
-Vaya, eso, sonó bastante delicioso, música para mis oídos-Bakura en objeto de burla y triunfo alzó los brazos y tiró su paleta pisándola y rompiéndola cerca de la cara del chico que estaba en el suelo, pasó sobre él y se acercó al más débil que sostenía a Ryou.-será más fácil romperte el cuerpo a ti y estoy algo ansioso de hacerlo, pero antes, quiero que sueltes a Ryou.
Pov’s Ryou.
¿Qué? ¡ya sabe mi nombre!, debió haberle dicho ese chico llamado Akefia, pero ¿qué está haciendo? Pensé que no le agradaba en lo absoluto. La última vez me trató muy mal, parece que se puso celoso… pero ¿qué esta actitud que tiene ahora?
Fin del pov’s
-¿Y bien?, ¿qué esperas? ¿A que te mate con los ojos?, ¡te dije que soltaras a Ryou!- El otro verdugo obedeció lo que Bakura le gritó y salió corriendo aunque Bakura fue más hábil al tomarlo de su uniforme y amenazarlo en voz baja, aunque Ryou no haya escuchado lo que Bakura le había dicho iba a retumbar en la mete de aquel tipo hasta mandar el mensaje. “Y dile a Yami que Ryou ya no está solo… que tenga mucho cuidado”. En cuanto salió corriendo, Ryou arrodillado, miró confundida la escena y a su lado estaba la desgracia que Bakura había provocado.- Estos tipos son tan aburridos, antes se divertían más con sus bravuconerías, ahora parece que se han vuelto todos unos verdaderos Maricas- el comentario le pareció divertido a Ryou y rio un poco, Bakura miró la sonrisa espontánea en el rostro de Ryou, eso, movió engranajes en su frío interior.-Levántate ¿quieres? Te ves muy tonto así, a demás ya vas tarde para trabajar.- Bakura toma su gabardina y la cuelga sobre su hombro, luego un cigarrillo toma lugar de su caramelo que tiró hace un momento y siguió su camino.
Los ojos de Ryou brillaron enormemente, el derrame de sangre continuaba y ni él sabía si fue provocado por los golpes o porque Bakura provocó un sentimiento en él. Su atraso de veinte minutos le había costado un castigo de quedarse hasta tarde a limpiar baños después de cerrar la cafetería. En el baño, se aseaba la cara manchada de sangre y con un trapito se limpió completamente. Mirándose al espejo no se olvidó de los acontecimientos que pasaron ese día. Primero con Yami y Yugi y después con Bakura al recordar a este último la mirada le cambió, los ojos le brillaron y cálidamente se abrazó a sí mismo, salió del baño distraído.
Pasaron rápido las horas, la cafetería casi no tenía mucha clientela, ahí se encontraba el rubio bravucón de Jou que vigilaba las actividades del albino, ahí Ryou trató de hacer su servicio lo más amable que pudo, pero en sí le nació una duda que no esperó nada.
-Neh, Jou-kun, ¿por qué estás aquí? ¿Atemu te mandó también para que me des una paliza?
-¿qué dice? No te quieras hacer el importante niñito… simplemente te observo…
-Sí claro, ¿acaso vienes a vigilar a Yugi también?- Ryou hizo que el rubio se atragantara y lo mirara misterioso por tanta insinuación del albino.
-¿qué? ¿Va a venir?- Jou deja su bebida a un lado de una de las mesas y se acerca lentamente a Ryou. De la nada apareció el gerente de la Cafetería, tomó del pecho a Jou y lo alejó de Ryou.
-¿Algún problema con mi empleado señor Wheeler?-Jou y el gerente se retan con las miradas, y ese choque de miradas fue físicamente un big bang a la vista de Ryou.
-Señor Kaiba, disculpe mi insolencia- Ryou hace una reverencia que ninguno de los dos tomó en cuenta, en seguida Jou se retira y le da el dinero directamente al gerente por lo que consumió.
-Bien, joven Ryou debe saber que no voy a estar resolviendo problemas de chicos de colegio, mi empresa y este negocio son cosa seria, tómelo en cuenta.- Kaiba arrojó el dinero hacia el estómago de Ryou y este con pucheros imitó lo que Seto había dicho así, y otros veinte minutos después.
Por la noche Yugi y Malik iban caminando cerca del parque de la ciudad en camino hacia la cafetería Kuribo’s, como si fuera increíble, en cámara lenta estos dos chicos vieron una silueta muy semejante a Ryou, aunque esta, se veía más grande y más tenebrosa. La pesadez de personalidad realmente no correspondía con la esencia de Ryou pero el parecido físico fue algo sobrenatural; ambos miraron al sujeto que caminaba más rápido que ellos hacia la misma dirección. Al llegar miraron hacia su alrededor buscando al albino, estaba en la barra con su libretita, como de costumbre, y al escuchar la campanita de la entrada de la cafetería llamó su atención, delante de él, Malik y Yugi se le acercaron y lo saludaron, se sentaron a su lado y conversaron un poco, Ryou se levantó en varias ocasiones para seguir su servicio e invitarles golosinas a sus amigos, entre ellas sus pastelillos especiales. Bakura había entrado unos minutos más tarde que Malik y Yugi, se sentó donde se había sentado la última vez, miró a Ryou de una manera que podría pensar que lo llamaba seductoramente hacia él, Ryou sospechoso, se acercó a él con el menú y una libretita. Se intimidó un poco al notar que Bakura envió una mirada astillante hacia Yugi y Malik. Negó la carta de menú y solo pidió un pastelillo de cerezas almendradas (nótese que a Bakura le gusta el sabor de las cerezas). Al terminar de servir a Bakura, volvió con sus amigos también intimidados porque sintieron esa mirada que Bakura les arrojó.
-Ryou, ¿conoces a ese sujeto?- Yugi pasó un pastelillo cerca de sus labios para disimular que está preguntando algo. Bakura estaba a unos pasos delante de ellos así que no planeó arriesgarse.
-¿qué? Amm bueno, se podría decir que no, realmente solo me he topado con él una vez, tal vez dos, pero me percaté que es un tipo de mal carácter y es violento.
-¿qué? Y ¿cómo lo sabes’ si dices que no lo conoces…- Malik tomó un pastelillo de uvas con crema y lo mordió casi hasta la mitad.
-Pues de esas dos veces que me lo he topado, siempre termina diciéndome cosas raras o bruscas, con decirte que en la tarde le dislocó a uno de los matones que están con tu hermano, Yugi.
-¿QU…? Pero ¿cómo? ¿por qué?... Yugi se sobresaltó un poco (bueno bastante) y los demás comensales incluyendo a Bakura posaron su atención en el tricolor. Ryou y Malik le taparon la boca y una gotita se derramó sobre sus cabezas, Ryou miró a su alrededor y pidió disculpas por la distracción.
-Emm Gomen, etto, estamos ensayando para nuestra nueva obra que se titula- Ryou recordó esa vez que vio en televisión algo similar a lo que estaba a punto de terminar de decir (En Monsters Inc., Mike Wasausky)- las mil y un preguntas…. ¿qué?- improvisó con la primera pregunta, golpeó a Malik para que dijera algo.
-¿Cómo?- Malik se alzó de hombros sin entender nada de lo que pasaba y yugi estaba más confundido aún, y para continuar le siguió la corriente a Malik.
-¿Cuándo? ¿Dónde? Y ¿por qué?- Yugi cantó estas últimas preguntas y le pareció bastante cómico a los comensales, Bakura alzó la ceja de incomodidad y sin entendimiento del porqué los menores habían hecho eso y ellos mismos cuestionaron a Ryou.
-Porque te expresaste muy fuerte Yugi, él nos pudo haber oído, bueno en fin, lo que pasa es que, él me protegió de los bravucones de tu Hermano, me acorralaron y me iban a obligar a hacer cosas indebidas, luego, luego vi sus intenciones pero él llego, no sé como si fuese mi luz, y…-Ryou parecía que suspiraba, su mirada se perdió delante de él hasta que un chasquido de Malik lo hizo reaccionar.
-Hey, tú te metes en verdaderos líos.
-No realmente, el problema es con Atemu, creo que se pone celoso de mí cuando estoy con su hermanito.
-Jejejej este sí jejej no lo mencionen por favor, temo que venga a buscarme…- Yugi comía su pastelillo y en ese instante, llegó Yami al establecimiento.
-¡Yugi!- Atemu azotó la puerta del lugar y gritó el nombre de su hermano mientras que a él le salían gotitas en la sien u se encogía de hombros, Atemu pasó por varias mesas y tomó a Yugi del brazo, lo jaló hasta la entrada y se lo llevó pero en ese tiempo, miró a Ryou con ira y cuando regresó a la entrada, la mirada de él y la de Bakura se cruzaron haciendo un Crack en el ambiente, en la puerta estaba recargado Marik.- ¡Malik! Muévete, nos vamos a casa. La cara de Malik también tenía similitud con la de Yugi y caminó hacia la entrada, a lo lejos se despidió de Ryou y con desilusión se recargó sobre la barra, Los comensales ya se iban uno por uno con forme pasó el tiempo. El último en irse fue Bakura y a fuera del lugar, estaba Akefia esperándolo con su gesto temerario que tenía cuando conoció a Ryou, cuando Bakura salió, se encaminaron juntos y a través de la ventana Akefia cambió su semblante a uno más dulce y se despidió a lo lejos, Ryou notó un gesto particular en Bakura, idéntico al que hizo el día que Ryou se metió a su departamento.
Continuará.....!!!
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