Ryou se acercó a la computadora, la encendió y abrió un documento nuevo de su carpeta de anécdotas. La penumbra y la iluminación de la computadora eran el escenario en donde Ryou se desenvolvería y sacando su libreta donde escribía sus relatos por fin había decidido pasarlos a la computadora.
Historias sobre un joven viajero que había dejado todo lo que poseía por la mejor aventura de su vida, Historias sobre una chica que nunca se dio por vencida a pesar de su vida tan difícil después de haber muerto, Historias sobre un joven guerrero que conoce el amor, y pequeños cuentos sobre un rey que descubre que los espíritus son reales. Relatos en los que una chica es de una dinastía maldita y sus vidas futuras serían quienes arreglaran su eterna maldición amorosa. Pero ahora sería una historia en donde involucraría su situación actual con la fantasía de sus cuentos.
Érase una vez…. Un joven músico, un músico talentoso pero nada conocido por gente de gran reputación, tenía que trabajar para ellos y su mejor amigo casi siempre lo acompañó, hasta que un poderoso mago de magia oscura, lo había hechizado para que ellos se separaran y nunca pudiesen encontrar juntos un artefacto poderoso que podría destruir la magia tan poderosa. Los aliados de este mago, eran despiadados y siempre estaban en cacería del músico y él siempre tenía que estar escondido de todos, en un bosque lejano. Ahí podía ser totalmente libre, una ninfa, cuidadora de bosque, lo acompañaba y siempre eran fieles el uno al otro. Un día esta ninfa había fallecido por haber protegido el bosque y el hogar del músico de la malvada magia del mago pero al final logró destruir completamente cada hectárea del bosque, dejando al músico vulnerable, ¿qué es esto? La ninfa con sus últimas energías, le había dejado un instrumento mágico que lo protegería de cualquier ser maligno y hasta que encontrara a su nuevo protector el instrumento seguiría funcionando.- Ryou tecleaba y tecleaba, las letras aparecían con una gran velocidad en el monitor y su inspiración estaba motivada para llegar hasta el final- … muchas aventuras tuvo que pasar este músico junto con dos protectores, un espíritu que controlaba las artes ocultas y un guerrero que estaba bajo un hechizo que hacía que todo su poder mágico fuese sellado…
El espíritu sabía que el músico tenía un poder especial que mantenía oculto en lo más profundo de su interior. Y él estaba dispuesto a sacar todo provecho de ese poder. Pero nunca imaginó que lo que estaba en su interior era una luz que emanaba desde su corazón…- Hasta ahora Ryou había dejado esta historia incompleta, aún no sabía muy bien cómo acabaría. Se llevó la mano al pecho y recordó de nuevo el rostro de Bakura, luego el de Akefia y suspiró muchas veces antes de decidir apagar la computadora e irse a acostar.
Tuvo el sueño más profundo, con todo tal claro, pudo verse a él pisando la entrada del Moulin Rouge, a dentro había mucha gente pero él parecía estar esperando a alguien a lo lejos, en la calle pudo ver a Amane corriendo y riendo, Ryou abrió los ojos muy grandes y corrió hasta donde está ella, de pronto, es detenido por un personaje muy particular.
Tenía un antifaz, pero la voz la reconocía perfectamente, al quitarse el antifaz, vio a Yami que penetraba su mirada tan acuchillante que Ryou sintió que su corazón estaba siendo apuñalado con mil cuchillas que lo dividirían, se liberó y después chocó con un hombre encapuchado y se asustó porque su mirada la sentía aún más pesada que la de Yami, del susto desenmascaró al sujeto y vio que esa persona era Marik pero él no lo soltaba, Ryou trató de gritar hasta que vio a Akefia y a Bakura danzando juntos de una manera muy siniestra y Marik sostiene a Ryou del pecho para que no pueda huir, al oído le repite: ellos no te necesitan, no te necesitan, no te necesitan…, Ryou los llamó en varias ocasiones desesperado y con lágrimas en los ojos gritó una vez más el nombre del albino mayor, él volteó, pero fingió no haberlo visto y continuó con Akefia, definitivamente Akefia nunca volteó, Ryou el su sollozo, se arrodilla y es ahí cuando Marik desaparece y Amane apareció frente a él y ella también repetía algo y su voz se fue distorsionando en algo macabro: ¿por qué no me salvaste Ryou? ¿Acaso me odias hermano? ¿Me odias hermano? ¿Me odias hermano?..- Ryou despertó gritando, sudaba frío y tragaba un poco duro, su respiración era muy agitada y sus lágrimas no se contuvieron. Luego de calmarse un poco revisó el reloj, eran las 6:07 de la mañana y ya era hora de levantarse.
Ryou no quería levantarse pero no quedaba nada más por hacer más que apurarse para asistir a la escuela, sacó su toalla y se metió al baño que estaba cerca de su habitación. Abrió la regadera y en su mente repetía: nada de eso fue real, nada de eso fue real.
Bakura y Akefia ya se habían despertado y habían escuchado unos ruidos a las 6:05 am desde la habitación de Ryou. Pero no dijeron nada, Bakura estaba sentado en la sala leyendo una nota del periódico sobre las inversiones y las empresas mientras Akefia cocinaba el desayuno. Ryou había salido de la ducha, caminó a la sala para acompañar a Bakura, estaba secando su cabello con una toalla, su camisa todavía no estaba del todo abrochada y llevó sus zapatos hasta la sala para colocárselos ahí mismo, Diamante lo había seguido, cuando vio a Bakura, se erizó y asustó al albino, Diamante salió corriendo hasta la cocina con Akefia, con ternura él acarició a Diamante y le dio su alimento. A Bakura le salía humo de la cabeza de la ira que sentía por el gato.
Las gotas de agua que caían del cabello de Ryou llegaban hasta su pecho que estaba descubierto a la mitad por la camisa, dándole un espectáculo a Bakura y a Akefia y ambos boquiabiertos pensaban en la intro de la canción de True (https://www.youtube.com/watch?v=AR8D2yqgQ1U), Ryou se dio cuenta de su indiscreción, los miró algo atolondrado y mientras se terminaba de secar, hacía señas para ver si había señal de inteligencia en ellos en ese momento. Akefia babeaba, se limpió cuando prestó atención en la situación y sirvió el desayuno.
Ryou tomó un pan del canastito que estaba sobre la mesa y se lo puso en la boca mientras se terminaba de abrochar la camisa y la sudadera escolar, se colocó los zapatos y corrió por su maletín, no miró después a ninguno de los dos aunque Akefia le haya gritado “¡qué tengas lindo día!”.
Ryou caminó unas cuadras a la escuela hasta que se topó con un personaje al que no quería ver. Yami y Marik se le habían aparecido.
-Ryou- Yami detiene al menor y Marik le impide ver una salida fácil.
-¿ahh? ¿qué se les ofrece a los chicos universitarios más ricos de la ciudad?-Ryou comenzó con un sarcasmo que a ninguno de los dos mayores les había gustado.
-Bueno, tiene sentido del humor el joven, eso no me agrada mucho, debería enseñarte algunos modales “Ryou”- Marik se acercó al albino y apartó a Yami, ellos se entendían perfectamente y el tricolor sabía que esa era una maniobra de Marik, primero analiza y luego ataca.-¿no te parece?
Ryou se angustió por la forma en la que Marik se le había acercado y la fuerza que estaba aplicando ahora en su muñeca. Ryou discretamente quería salir de esa situación ¿pero cómo lo haría? En ese momento, Malik aparece, Yami se da cuenta de su presencia y se retira, en primera para hacerlo enojar porque Malik era muy celoso con su hermano y segunda para que Yugi no se enterara que nuevamente había ido a amenazar a su amigo.
Malik se sentía extraño, pero se frustraba cada vez que Marik se le acercaba al pequeño albino, él se forzaba, pero Marik alcanzó a besar su mejilla como símbolo de ser su nueva víctima, porque a él no lo podía marcar de otra manera, generalmente marca a sus víctimas con golpes o alguna herida y Malik lo sabía. El intento del moreno menor por seducir a su hermano no era los suficientemente fuerte como para que esté de cacería y con uno de sus amigos. Así, después del beso, se marchó y dejó sonrojado al pequeño albino.