A la repentina desaparición de Ryou, Yugi y Malik salieron a tomar un descanso y a refrescarse, en lo mientras, Ryou estaría en frente de Yami para pedir una explicación. Marik y Yami corrieron a las chicas del salón de clases, se encerraron y los chicos de Yami estaban en espera de sus indicaciones. Un poco frustrado ni si quiera hace una insinuación para darle paso a la pregunta que deseaba ser respondida.
-¿tú qué sabes sobre el accidente que ocurrió hace unos años, de la muerte de una niña atropellada?...
-¿ahora sí te pusiste pantalones?, vaya hace tiempo que no me hablabas así…-Ryou juntaba más las cejas del gesto de ira que él producía, Yami se aburría de que el silencio se alargara-Sí, bueno, han muerto muchas niñas atropelladas en los últimos años, así que no entiendo la pregunta, ni el motivo para que vengas y me jodas…
-No mientas bastardo- Ryou apretó duro los puños y Marik impresionado de la fuerza que Ryou generaba, trató de acercarse pero Yami le indicó con unos gestos que esperara un momento más. Ryou se acercó a Yami amenazándolo con golearlo en la cara.-Yo sé que tú sabes esa historia, sé que por los estúpidos enfrentamientos entre riquillos, provocó ese accidente- Los ojos de Ryou brillaban cual espejos y Yami podía ver su reflejo en ellos, su mirada roja estaba indiferente y sin ninguna importancia.
-Si ya lo sabes no entiendo ¿qué sigues haciendo aquí niño?- Ryou serenó un poco su cara y rápidamente enfureció, gesticuló la cara de una manera tan frustrada que Yami sintió un pequeño escalofrío.
-¿por qué? ¿por qué? ¡Desde siempre han sido unos verdaderos malditos!!-Las lágrimas ya rodaban por sus pálidas mejillas.
-Así es la vida, a mí que me ha de importar, aún no era dueño oficial de nada y yo no ocasioné la muerte de tu hermana.-Ryou abrió los ojos como platos y más descontrolado que nada se lanzó sobre Yami, golpeándolo un par de veces en la cara. Marik cargó a Ryou y se lo llevó, Yami se levantó y se sacudió un poco. Luego de cinco minutos después de lo ocurrido los alumnos se empezaron a juntar y el pequeño rumor de Ryou y Yami se había extendido hasta los oídos de los amigos del albino. Yugi y Malik salieron en busca de su amigo y con frustración, corrieron por todos los pasillos.
En la azotea de la escuela Ryou había sido llevado por Marik. Golpeó al mayor varias ocasiones para que lo bajara, las lágrimas y su llanto, empezaron a desesperar al Mayor. Bajó algo violento a Ryou, de sentón. Cabizbajo jadeaba después de gruñir. Las lágrimas mancharon su uniforme azul.
-Amane, lo lamento… lo lamento…- Un poco más tranquilo, Marik se acercó a él discretamente. Se miraron mutuamente y al verse, Ryou desvía su mirada a uno de sus lados, Marik lo fuerza a verlo. Cuando Ryou vio esa mirada tan fina y tan penetrante, recordó a Bakura, en sus pensamientos, quería ser rescatado por Bakura, pero sabía que él solo tenía pensamientos para Akefia y qué más trágico que también Akefia solo tenía sentimientos para Bakura. Eso ahora lo entristeció más, ya no quería mirar a Marik, apretó los párpados y terminó por resignarse. A Marik le había gustado esa última reacción por parte del albino.
-¿qué intentabas tonto?, Yami solo te hacía un favor, y yo también quiero hacerte uno. Pero no creo que sea prudente que lo haga ahora…-Marik abrazó a Ryou e introdujo un pequeño objeto en su bolsillo, justamente en ese momento Malik y Yugi llegaron a la azotea, ambos boquiabiertos y Malik sentía que la sangre hervía al mil por hora, Yugi ahora entendía la razón de las actitudes de Malik y Ryou esa mañana.-Pero qué es esto… El tonto de mi hermano y su ridículo puerco espín, qué suerte tienes niño- Marik aventó a Ryou y lo dejó en el suelo, pasó por encima de él y luego se acercó a su hermano. Lanzó una mirada de indiferencia y continuó su camino.
-¿Ryou? ¿Qué pasó? Supimos que fuiste con Yami pero… -Yugi se acercó a Ryou y se agachó para consolarlo, colocó una mano sobre su hombro, pero al instante Ryou se renegó y pequeñas exhalaciones que hacía, en voz baja pidió estar solo.
-Pero qué dices? No puedes estar solo, Yami te buscará y te lastimará…-Ryou se levantó violento y miró irritado a Malik y a Yugi.
-¿QUÉ ES LO QUE NO ENTIENDEN? No quiero verlos, a ninguno, son… son…-Ryou ya no terminó de decirles nada cuando a había decidido marcharse. Llegó a su locker y tomó sus cosas, sin pensarlo salió de la escuela. Ya estaba atardeciendo cuando Ryou iba pasando por la misma calle en donde su hermana había muerto. Se sentó en la banqueta y se masajeaba la cabeza evitaba no llorar…
Flash Back
Hace años atrás, a penas Yugi y Ryou se habían conocido en la escuela primaria, una tarde en la que todos los niños salían juntos para ir al parque a jugar, siempre salían a molestar al pequeño Ryou, decían que parecía una chica y era muy torpe. Ryou siempre se sentía mal por los comentarios, de hecho Yami era quien lo defendía a él y a su hermano, antes de que perdiera la razón del bien y del mal.
Ryou, cuidaba a su hermana, Amane, que era una niña muy risueña y juguetona, una tarde en la que ellos pasaban las calles, solos, regresaban a casa, Ryou platicaba en esa ocasión con Amane de pequeños obsequios que a ella le pudieran gustar. A ella le encantaban las pequeñas cadenitas que su madre traía en el cuello pero ella amaría las distintas figuras de los colgantes que le obsequiaran, así pensaría en su familia todo el tiempo. A lo lejos de la calle, la madre de Ryou había salido de casa y la pequeña Amane había salido corriendo a alcanzarla, Ryou corrió para detenerla, pero al borde de la banqueta alguien jaló de su mochila y lo abrazó, Ya era tarde para Amane, Ryou queda helado y los gritos de la gente y luego los de su madre abrumaron su mente… Fin.
El transcurso del tiempo fue veloz, Ryou no se dio cuenta que ya estaba anocheciendo pero, ahora él quería desaparecer, igual que su hermana en aquel día.
Akefia había llegado a casa, notó que aún nadie había llegado, Diamante estaba hambriento, así que fue hasta la cocina a saciar su apetito. Al salir divagó por su mente un momento. ¿En dónde estará Ryou? Se preocupó y salió del departamento a buscarlo.
Bakura tenía un puchero y una gotita en la cabeza por todo lo que Raphael le había dicho, la noche envolvió el automóvil en la carretera y la luz que salía de los focos del auto, lo guiaban a casa, de la nada, sonó su teléfono celular.
-¿no me digas que ahora me estás extrañando?, porque hoy no estoy de humor para nada. Sonrió.
-deja de decir estupideces, ¿Ryou no está contigo verdad?, parece que no está en ningún lado.-El tono de Akefia era muy tenso.
-No, no está conmigo, ya no te preocupes, debió haber salido por ahí con Yugi, ya le había dicho que no íbamos a ser sus nanas… parece que fui muy claro…- Ríe un poco.
-¿No te importa en lo absoluto? Tiene que aparecer Bakura, si no tú te arrepentirás de lo que pase…
-No exageres, debe estar en casa de alguien, ¿ya lo buscaste en casa de Yugi o Malik? Ya los localizaste por teléfono?...
-No, lo iba a hacer después de llamarte…
-Entonces no me reclames idiota!!, búscalo…-Bakura aceleró y aventó el celular debajo del asiento.