El rubio solo usaba la parte inferior de su pijama le encantaba dormir lo más ligero posible, el otro usaba algo sencillo que consistía en una camiseta holgada y unos short, pero era un desperdicio usarlos en ese momento de todas formas todo eso desaparecería de inmediato
El azabache besó con dulzura al rubio que se encontraba debajo suyo, empezó con un beso casto que el otro saboreó complacido, otro más en su mejilla haciendo que el rubio temblara un poco debido al deseo contenido, el beso se profundizó, con un simple roce de sus lenguas podían sentir la nostalgia que desprendían sus cuerpos, el rubio acarició suavemente la mejilla de su amante para luego deslizar sus dedos por el cabello oscuro, su otra mano se unió en aquel recorrido, simplemente deseaba volver a sentir el cuerpo del otro una vez más… sus lenguas bailaron suavemente explorando la cavidad del contrario, mesclaron la calidad de su saliva disfrutado de un mar de emociones, las manos del azabache se dedicaron a deslizarse por el torso bronceado bosquejando cada detalle, sintiendo la suavidad de aquella piel, logrando que el otro se estremeciera y suspirara en medio del beso, al separarse los unió un único hilillo de saliva, una conexión que pronto se rompió, en ese momento se perdieron en los ojos del contrario vieron deseo, amor, anhelo, nostalgia, felicidad, muchos sentimientos se arremolinaban en ellos
-Te amo Naruto-dijo el azabache mientras acariciaba las mejillas del contrario y con su dedo pulgar delineaba los labios de su ingenuo rubio, sus palabras fueron demasiado dulces algo realmente raro en él
-Yo… -el rubio sonrió mientras de su ojo derecho escapaba una lágrima-yo te amo Sasuke- se levantó un poco para besar los labios de su azabache mientras cerraba los ojos y se convencía de que no estaba soñando de nuevo
Fue una declaración corta pero bastaba, ellos entendieron que eran completamente correspondidos, esa noche se entregarían en cuerpo y alma, no follarían, no tendrían sexo simplemente harían el amor por primera vez
El blondo deslizó sus manos hasta el término de la camiseta del contrario deslizándola despacio disfrutando de la vista que le ofrecía la lámpara que se encontraba en la mesita de noche, deslizó uno de sus dedos por el pecho del otro obteniendo un gruñido como respuesta que sin esperar nada, se quitó la prenda lanzándola lejos, besó a su amante con pasión mientras una de sus manos buscaba la contraria para entrelazar sus dedos, su otra mano acariciaba las piernas firmes del rubio a la vez que las separaba para acomodarse mejor e intentaba buscar contacto entre sus partes más íntimas y dar a conocer el deseo que tenía por poseer aquel cuerpo, sus erecciones friccionaron haciendo que pararan el beso momentáneamente para gemir, el ojiazul instintivamente movió sus caderas en busca de contacto aumentando el deseo del otro, una deliciosa caricia entre sus hombrías, el ojinoche empezó con besos suaves que descendían por el cuello bronceado, mordiendo de vez en cuando para dejar aquellas preciadas marcas que demostraban que le pertenecía solo a él, dejando un rastro de saliva hasta llegar a los rosados pezones que procedió a lamer, succionar y morder, su amante segado por el deseo soltaba gemidos bajos, disfrutaba inmensamente y no se reprimiría, las manos del blondo acariciaban la espalda fornida del otro buscando tal vez un soporte, cuando su amante descendió con besos hasta su vientre sintió una descarga a travesar su espina, las sensaciones lo hacían enloquecer buscaba refugio en las sábanas que apretaba con esmero, de pronto gimió alto al sentir la legua del otro simular penetraciones en su ombligo, su respiración se volvía dificultosa con una de sus manos agarraba los cabellos oscuros como súplica a que descendiera y le diese la misma atención a su ya despierto miembro, con la otra en cambio simplemente apretaba fuertemente la blanca sábana de su cama, el azabache complació las demandas, en seguida llegó a la parte más íntima de su gran amor, tiró del pantalón y ropa interior que le impedía observar el cuerpo desnudo y se deleitó con la vista por unos segundos para continuar con su labor, después de besar la punta que ya goteaba líquido preseminal, sin esperar reacciones metió a su boca el falo del rubio para empezar con una vaivén suave, succionando, lamiendo, mordiendo levemente, el rubio gimió con fuerza ante el placer que la felación le causaba, se sentía en el cielo, había esperado tanto por ello, cuando su amante aumentó el ritmo, él ya ni siquiera podía pensar con coherencia
-Ahh… Sa-sasuke… ya no…puedo-trató de advertir lo que venía pero no pudo terminar de hablar, se corrió con fuerza en la boca del azabache, todo su cuerpo se estremeció y su espalda se arqueó de placer mientras soltaba un grito ahogado, cayo tembloroso sobre las sábanas intentando regular su respiración mientras era observado con lujuria
-Delicioso-decía el ojinoche mientras lamía los restos de la esencia que escurría por sus labios-Naruto… te amo-en seguida besó al rubio compartiendo el sabor que tenía en su boca
-Sasuke… quiero tocarte-decía mientras lo abrazaba posesivamente y una de sus manos descendía sin descaro hasta las prendas inferiores del otro que procedió a quitar
Tres dedos fueron puestos en frente de su campo de visión y no dudó en lamerlos con lascivia mientras su mano acariciaba el miembro del azabache deslizándose cuidadosamente para no dejar lugar sin explorar torturando de manera deliciosa el glande del azabache quien respondía con gruñidos bajos, cuando los dedos estuvieron bien lubricados el azabache acostó suavemente al blondo impidiéndole seguir con su labor
-A sido… mucho tiempo… dolerá un poco-advirtió mientras masajeaba la entrada de su gran amor que suspiraba bajito
-Hay… lubricante en… el cajón-mencionó el rubio, el otro se apresuró a buscarlo, usó una buena cantidad en sus dedos para evitar el dolor en su acompañante, un dedo ingresó de pronto, el rubio solo se mordió el labio, la intromisión le causaba incomodidad y para aliviarla se abrazó al azabache mientras gemía bajito en el oído del otro
Un segundo dedo ingresó para expandir aquella apretada cavidad, movimientos suaves, cada vez gemidos más audibles y lagrimillas escapaban de los entrecerrados ojos azules, el tercer dedo llegó simulando penetraciones ligeras buscando el espacio suficiente para el futuro acto, cuando el rubio se sintió listo se separó un poco del azabache para verlo a los ojos y sonreír, un beso ligero dio el permiso para continuar, abriendo sus piernas recostó todo su cuerpo en la mullida cama, el pelinegro tomó las caderas del otro masajeándolas, se posicionó para empezar a introducir su miembro lentamente sintiendo como las paredes del blondo lo aprisionaban , besó los labios hinchados para relajarlo y permitirse entrar por completo, masajeó el miembro de su amante para distraerlo del dolor que sentía a pesar de haber usado lubricante no cambiaba el hecho de que hace mucho tiempo nadie tocó el cuerpo de su pequeña luz y eso lo hacía inmensamente feliz, se mantenía quieto escuchando los suspiros que se iban transformando en gemidos de placer, el movimiento de caderas le dió a entender que podía seguir, se inclinó para alcanzar los labios del blondo lo besó y al mismo tiempo empezó un movimiento lento que ambos disfrutaban, sus pieles chocaban, los gemidos por parte de ambos ambientaban la habitación, el movimiento aumentó cada vez más, el uno rasguñaba la espalda motivado por el placer que sentía, sus gemidos subían cada vez más de tono, el otro disfrutaba de la estreches penetrando más profundo, al encontrar aquel punto que el rubio disfrutaba sintió un placentero apretujón debido a las contracciones del cuerpo del otro, se dedicó a llegar a aquel punto una y otra vez, el rubio rodeo sus piernas a las caderas de su acompañante buscando mejor contacto, gimiendo alto en el oído del azabache aumentando el deseo, pronto llegarían al climax, el azabache masturbó el miembro que rogaba por atención al mismo ritmo que las estocadas de modo que ambos gritaron de placer al culminar el acto sexual, el rubio sintió como su interior se llenaba de la esencia del azabache mientras el ensuciaba sus vientres, su respiración agitada llenaba el cuarto, se desplomaron de inmediato tratando de regular la temperatura en sus cuerpos
-Naruto-susurró el azabache mientras besaba el lóbulo en la oreja del blondo- en verdad te amo… no te volveré a dejar nunca
-Más te vale-sonrió el blondo dándole un tierno beso en la mejilla
El azabache salió del cuerpo contrario para acostarse a su lado y abrazarlo protectoramente
-Yo…-quería expresar como se sentía pero no encontraba las palabras
-No tienes que decir nada-le interrumpió el otro-solo abrázame por ahora-sus ojos se volvían pesados y se dejaron llevar por el mundo de los sueños, lo último que pudo hacer el azabache fue cubrirlos con las mantas y luego simplemente abrazó al amor de su vida para descansar juntos
Naruto despertaba poco a poco después de unas horas, aún era temprano ya que estaba oscuro, al girar su rostro vió un apacible azabache a su lado, un sonrojo adornó sus mejillas a la vez que una sonrisa se dibujaba en su rostro, sin pensarlo se había reconciliado con el amor de su vida, de una manera vergonzosa pero al final lo disfrutó mucho, su cuerpo se sentía pesado y un poco pegajoso, trató de no despertar a su amante y se alejó zafándose delicadamente del abrazo protector que el otro le otorgaba, necesitaba darse un baño pero no estaba seguro de poder caminar solo, muy despacio se incorporó, al no sentir mayores molestias a parte de un líquido bajar por sus piernas trató de dirigirse a la bañera pero su celular empezó a vibrar, rápidamente lo atendió molesto por la interrupción y más aún porque era cerca de las 6 de la mañana
-Aló-decía molesto mientras se alejaba de la cama en donde un durmiente azabache descansaba, a pesar de estar desnudo tenía un poco de calor así que no le importó quedarse de esa manera-espero que sea importante, sino me molestaré mucho-advirtió
-Tranquilo Naruto, creo que… interrumpí algo importante-habló una voz conocida, mientras el blondo se sonrojaba ligeramente
-Kakashi… no interrumpes nada, solo mi ducha matutina-trató de no dejar que notaran su vergüenza
-Tan temprano?... eso me suena a escusa de último momento
-Solo dime que quieres
-Tenemos problemas, ya llamé a Sasuke pero no contesta, el bastardo…
-Está aquí-dijo sin pensarlo pero se arrepintió enseguida
-Así que ese era tu asunto importante eehhh-se burló el peliplateado
-Me refiero que se quedó con Sora…-suspiró resignado-no te debo explicaciones
-Jajaja… entiendo-se burlaba el otro-¿en verdad confías en él?
-Como tú confías en Iruka-dijo el rubio ya molesto
-No compares a mi pequeño y adorable castañito con tu bastardo orgulloso-criticó apresuradamente
-Nos estamos desviando del tema-decía mientras un azabache se había despertado por pequeños ruidos, cuando se dio cuenta que su adorado amante no estaba con él simplemente gruñó, pero no se quejó ya que desde donde se encontraba podía tener una maravillosa vista, simplemente se sentó a admirar el cuerpo desnudo a pocos pasos de la cama, que curiosamente estaba enfadado
-Es Danzo, nos está causando problemas y quiere tener una reunión-el peliplata hablaba calmada y desinteresadamente
-Demonios, me arruina el día-suspiraba-prepara una cita con él dentro de 2 horas-decía mientras sentía como alguien lo abrazaba por la espalda dando besos en su hombro, se estremeció ante tal contacto inesperado-espera… me-mejor que sean 3 horas-decía tratando de sonar normal
-¿Por qué?
-Porque tengo 3 hijos que atender-sintió una caricia en el trasero y saltó de la impresión codeándole para que lo dejara en paz-mejor dicho 4
-Ehhh… me suena a algo más...-nada mejor que burlarse de su pequeño discípulo molesto- Kakashi que haces?-se escuchó de fondo una voz diferente algo somnolienta-ya voy-dijo sin más el mayor
-Creo que el ocupado eres tú,… con Iruka-se burló-deberías dejarlo dormir más-de pronto unos labios lo apresaron, apartó el teléfono para evitar que lo escucharan suspirar
-Pues a ti también te va bien, que se va hacer… el amor está en el aire-decía un despreocupado Kakashi
-Tienes razón-respondía un Sasuke sonriente a la vez que un rubio furioso lo golpeaba para callarlo
-jajaja dale los buenos días de mi parte al bastardo-se reía el peliblanco
-Kakashi estoy de mal humor por despertarme tan temprano, así que no tientes a tu buena suerte-amenazaba el rubio haciendo que ambos traviesos se calmaran
-Bueno, bueno entonces acordaré una reunión en 4 horas
-Genial, prepara todo
-Ok, y Naruto-decía el peliblanco con voz muy seria – disfruta el sexo-le dijo sin más para colgar antes de escuchar los gritos del rubio
-Si serás… me las pagaras- decía un rubio mientras lanzaba su teléfono en un pequeño sillón y enfrentaba al descarado Uchiha el cual sin previo aviso le daba un apasionado beso
-Buenos días Naru-chan-decía complacido por el sonrojo del rubio
-Como haces eso a estas horas-se quejaba mientras trataba de guardar compostura
-¿Acaso es algo malo?
-Claro que sí, tenemos asuntos que arreglar, así que vístete desvergonzado
-Mira quién habla-decía a la vez que el rubio trataba de parecer normal pero el color de sus mejillas hacía imposible dar a entender que estaba furioso -te ves muy sexy-le susurraba al oído
-Ya basta-susurraba el blondo
-No te preocupes tenemos 4 horas-decía mientras acariciaba las caderas de su ahora amante
-Ni lo pienses-se separó de inmediato- alístate, Sora despertará pronto y tengo que ir a ver a Yukio, Haru y a Shin-decía mientras se adentraba al baño cerrando la puerta
-Creo que tienes razón-suspiraba el azabache tomando sus cosas para retirarse de la habitación-ya habrá tiempo para el sexo-susurraba mientras se vestía y una sonrisa ladeada adornaba su rostro
Salió sin preocupaciones después de todo era muy temprano para que alguien lo viera o eso pensaba, de pronto al cerrar la puerta y dirigirse al cuarto en el que supuestamente se encontraba su hijo Sora se topó con que un par de ojos lo veían, unos con confusión y los otros muy divertidos se limitó a rascarse la cabeza y mostrar una faceta seria, digna de un Uchiha
-Buenos días oto-san-se apresuró a decir el pequeño Sora que mantenía agarrada la mano de la sirvienta rubia
-Buenos días señor-decía una cantarina rubia-se nota algo cansado
-hmp…-Sasuke era conocido por todos ahí, a los cuales les costó adaptarse a la personalidad del azabache que siempre se mostraba impasible, escondiendo un carácter de los mil demonios y que se limitaba a contestar con gruñidos y monosílabos, nadie sabía cómo un ángel como su jefe se llevaba tan bien con el otro y el porqué de su “amistad”-buenos días
-Oto-san ¿dónde estabas?-preguntó el pequeño
-el jovencito Sora se levantó y al no encontrar a su padre salió del cuarto, estaba ayudándolo a encontrarlo-se explicaba la rubia con un tono de picardía, mirando con una gran sonrisa al hombre enfrente de ella-no esperaba que estuviese en el cuarto del señor Namikaze-ella había percibido ya la relación que ese par tenía y estaba emocionada en ser la primera en descubrir algo interesante
-Estaba con Naruto-le decía a su hijo e ignorando completamente la pequeña risita sugerente de la rubia, cargó a su hijo y miró muy serio a la rubia-tenía negocios que atender, cosas de grandes-decía mientras su hijo lo veía con un puchero
-Pensé que te habías ido
-Irme ¿a dónde?
-No sé-decía Sora mientras bostezaba
-¿Cómo amaneció el señor Namikaze?-preguntó la rubia a lo cual el azabache no respondió y se limitó a regresar al cuarto con su hijo en brazos
-No lo sé porque no va y verifica usted misma… ese es su trabajo ¿no?-y ahí estaba la terrible personalidad del invitado de honor del jefe de la mansión, la rubia solo sonrió adentrándose al cuarto del rubio
El azabache sabía que esa rubiecita fastidiosa tenía sospechas de la orientación sexual de su jefe pero se limitó a no hacerle caso y dejó el tema a un lado, ahora necesitaba alistar a su hijo para que asistiera al jardín de niños y a sí mismo para enfrentar la dichosa reunión, debería apurarse si quería también observar y ayudar cuando los tres pequeños de la casa despertaran
Mientras el rubio terminaba de bañarse y borrar los rastros de la noche anterior, aunque en verdad había disfrutado, debía enfocarse ahora en los negocios, suspiró profundo y salió solamente con una toalla alrededor de su cintura
-Buenos días señor-decía cierta rubia divertida al ver el susto que le causó a su jefe
-Ino… no me asustes así-decía el rubio tratando de regular su presión arterial
-Lo siento-decía divertida-solo venía a verificar que estuviese bien después de todo vi al señor Uchiha salir de aquí recién
-A si-decía un poco avergonzado el blondo
-No se preocupe, no diré nada-decía mientras hacía un gesto con su mano para indicar que era una tumba
-Decir ¿qué?-trataba de disimular un poco
-Pues algo sobre las marcas de su pecho-decía señalando el cuerpo del rubio a lo cual trató de decir algo pero nada explicaría aquellas marquitas rojas que tenía, más tarde mataría al bastardo o haría algo mejor -jajajaja… no tiene que explicar nada señor… simplemente me alegra que sea feliz-dijo mientras empezaba a recoger el tiradero del cuarto-y limpiaré todas las evidencias-se burlaba viendo a su jefe con las mejillas rojas
-Pu-puedes hacer eso después-Ino era una sirvienta muy especial después de todo siempre lo asustaba o avergonzaba pero era alegre y en la que más confiaba, incluso le otorgó el derecho a ser la única en poder entrar a su cuarto en las mañanas y a dirigir a todo el personal, a pesar de tener una forma no muy sutil de decir las cosas siempre guardaba los secretos y le aconsejaba cuando era necesario sumándole que su trabajo era excepcional
-Entonces iré a revisar a los pequeños hasta que usted termine de vestirse-antes de salir se giró y dijo-Supongo que el señor Uchiha se volverá un invitado permanente-decía mientras reía bajito y salía
-Ino en verdad eres tremenda-suspiraba Naruto
Tras llamar a Karin y cancelar sus reuniones de la mañana, estaba pensando cómo enfrentar a su socio, el problemático Danzo, que lo ponía incómodo con esas miraditas y frases de doble sentido pero con el tiempo al fin logró sobrellevar la asquerosa personalidad de ese individuo, cuando Ino le avisó que sus hijos estaban despiertos, simplemente se alejó de los problemas y feliz se dirigió a cuidar de aquellas lucecitas en su vida, se encontró con que Sasuke y Sora ya estaban ahí el mayor cargando a la pequeña Haru y el pequeño jugando con las manitas de Shin, por lo que él estaría a cargo de Yukio, todo lo que necesitaba para motivarse estaban ahí, su nueva familia
Diez minutos antes de la hora indicada en un edificio alejado de la ciudad se encontraban ya todos los asistentes, entre ellos un rubio que se mostraba tan impasible que podía compararse con un Uchiha, en el salón se encontraban 6 hombres, Danzo sentado frente al rubio y detrás de éste dos hombres muy extraños parados como un par de soldados, Naruto miraba a su “socio” analizando la situación mientras Sasuke y Kakashi imitaban a los subordinados aquel sujeto de mirada enigmática
-Tan puntual-decía el hombre de cabellos negros, se notaba que su edad no superaba los 50 o al menos eso aparentaba- muy raro
-No me apetece conversar Danzo, vayamos directo al punto-esa situación le daba muy mala espina, tenía un mal presentimiento desde que escuchó el nombre de su socio en la mañana
-Parece que hoy has decidido mostrar tus garras-una sonrisa ladeada adornaba su rostro haciendo que cierto azabache se mostrara un poco molesto ante las miraditas de ese hombre hacia cierto rubio-me gusta
-Vas a decirme porque demonios has prohibido el uso de tu territorio para el transporte de nuestra mercancía-su tono serio era aterrador, Sasuke se sorprendió ya que hasta ahora no había tenido oportunidad de verlo “conversar” con alguno de sus socios en el bajo mundo, a pesar de que Kakashi ya le había comentado algo “Naruto aprendió a sobrellevar el cargo que tiene en sus hombros… no es de sorprenderse que parezca un verdadero narcotraficante”
-Lo hice porque es la única forma de conseguir una reunión directa contigo pequeño
-Sabes muy bien que no me gusta involucrarme mucho, al menos no directamente y menos con reuniones en persona, ya que necesito mantener la imagen de mi empresa intachable
-Olvidaba que amabas mucho esa disimulada fuente de dinero, pero deberías respetar más a uno de tus principales pilares, después de todo nuestro dinero sucio fue el que fundó tu empresa
-No se me ha olvidado, pero como sabrás ahora nuestros negocios son completamente independientes-sonreía de manera divertida el rubio, sin dejar de mostrar sus ojos con una mezcla de ira, audacia y algo más que no era identificable
-Tan decidido como tu padre-suspiró Danzo al ver la furia que despedía el rubio por escuchar la memoria de su padre involucrada en esto-bueno creo que hoy no podré disfrutar de tu compañía
-Mi padre nunca tuvo trato contigo Danzo así que evítame la molestia de escuchar su nombre o algo relacionado con él de tu boca-su voz era cortante incluso impresionando a cierto ojinegro
-No lo tuvo porque me rechazó como socio de la empresa, aunque yo auspiciaba a sus otros socios desde las sombras
-Eso no viene al caso
-Bueno mi pequeño ángel-ese comentario sumado a la miradita llena de lascivia que Danzo le lanzaba al rubio molestó al azabache que iba a mandarlo al demonio pero fue detenido por el peliplata que logró tomarlo de la muñeca y negar ligeramente con la cabeza “Él sabe cómo tratar a esos tipos” le había dicho, pero por Kami el único que tenía el derecho a mirar de esa forma al rubio era él-tengo una oferta que hacerte
-Habla sin rodeos, viejito pervertido-le sonrió el rubio de la misma manera que el otro hacía cuando hablaba en doble sentido-si me gusta… te complaceré-todos se descolocaron ante esa frasecita agregándole el tono suave que le agregó a las palabras, ya habían visto a ese par hablar así pero siempre causaba impresión, el Uchiha al no estar acostumbrado trataba de no acabar con eso guiado por los celos
-Amaneciste muy… como decirlo-sonreía aquel sujeto
-Sabes que el jueguito es de dos-se carcajeaba el rubio-habla Danzo
-Quiero tenerte conmigo-eso nadie se lo esperaba, aunque era difícil saber el sentido en el que hablaban
-Que beneficio sacaría con eso-sonrió de lado el rubio
-Qué te parece hablar en privado-dijo sin más ante la atenta mirada de desconfianza de Kakashi y Sasuke
-Me encantaría-se levantó para ingresar a la habitación contigua seguido por el viejito que sonreía divertido al ver como el peliplata sostenía del brazo al azabache que jamás permitiría que esos dos estuvieran solos, pero nada pudo hacer cuando la puerta se había cerrado, los otros subordinados simplemente se mantenían impasibles ni siquiera habían movido un musculo, era muy extraño
-Detente-le dijo ya soltando al azabache-él sabe tratar con cada situación, puede defenderse solo
-Eso no me gusta nada-el azabache usó todo el autocontrol que poseía para no intervenir “Si le tocas un pelo, te mataré vejete”
Dentro de la habitación el rubio simplemente se relajó sentado en uno de los sillones individuales mientras el otro bebía una copa de licor, un aroma un poco intenso invadía la estancia, lo cual identificó como incienso que normalmente tenían todos los lugares que Danzo utilizaba para las reuniones, así que aunque era molesto simplemente lo dejó pasar
-Bebe también
-No
-Desconfías de mí
-Totalmente-decía mientras veía su vaso, no era ciego para saber que ese tipo le deseaba de una manera no muy sana y se esperaba cualquier treta para hacerlo ceder
-Bueno-suspiró Danzo mientras bebía-quiero unirme a ti
-En que forma-preguntó divertido sabía que esa frase tenía doble sentido y de cierta le agradaba seguirle el juego
-Socio de tu empresa
-Me niego
-Al igual que tu padre y el Uchiha-mencionó por lo bajo pero audible para Naruto
-Para que querrías las empresas Namikaze y Uchiha
-Poder-dijo mientras dejaba su vaso en la mesita de centro-es lo que quiero y para eso he hecho muchas cosas deshonestas
-Me imagino-decía el rubio sintiéndose algo extraño, algo ¿mareado?, demonios había caído en una trampa
-Que te imaginas-decía mientras le sonreía-¿que he matado a muchos?
-Era de esperarse-decía mientras sentía sus piernas flaquear, aún estado sentado su cuerpo empezaba a no responder como se suponía
-A quien crees que maté-dijo mientras lo miraba fijamente sonriendo de lado
-A empresarios para quitarles su puesto-en ese momento se dio cuenta del significado de sus propias palabras, al mismo tiempo ya no pudo mantenerse impasible y dejo caer sus brazos intentando normalizar su visión-que demonios
-Acaso no percibes el aroma a incienso-dijo mientras se acercaba al rubio y abría una ventana tirando dicho elemento-pero a mí no me afecta, beneficio de ciertos experimentos
-Maldito… no me digas que tu mataste a-el rubio se horrorizó ante sus propios pensamientos-a los padres de Sasuke
-No claro que no-dijo mientras levantaba el rostro del rubio que tenía entumecido el cuerpo-ese fue Madara aunque luego yo lo maté a él-decía mientras lamia una de las mejillas del blondo
-Desgraciado, eres un maldito traidor
-Aunque esa empresa no me servía de nada ya que Madara la arruinó primero, fue un idiota al no pensar en la consecuencia de sus actos-
-Aléjate asqueroso-el rubio trataba de alejarse aunque no tenía éxito
-Me rechazas al igual que tu padre-decía mientras soltaba la cara del rubio-sabes lo furioso que me pone eso-gruñó con malicia
-Quien te crees, mi padre era una persona honesta y felizmente casado
-Por eso tuve que deshacerme de ella-el rubio abrió los ojos por la impresión, los malos presentimientos estaban volviendo-aunque no estaba en mis planes que tu padre también moriría, ese fue un error de cálculo
-Aún si mi padre hubiese sobrevivido nunca te hubiese aceptado, maldito
-Después de abusar de su cuerpo y sentir que traicionó a su esposa se hubiese derrumbado por sí solo, lo demás solo hubiese sido chantaje y manipulación
-Ese era tu maldito plan
-Todo comenzaría bien si tu madre hubiese sido la única en abordar ese auto
-No fue un accidente de auto normal-dijo el blondo mientras ataba cabos-tú los mataste y también a los Uchiha, eres el culpable de arruinar nuestras vidas-el blondo quería golpearlo y gritarle pero su cuerpo estaba entumecido, solo podía hablar muy bajo
-Si-se rió Danzo acercándose al rubio mientras levantaba el rostro angelical que tenía el Namikaze-en verdad me gusta que hayas heredado sus rasgos, si no tuve el cuerpo de tu padre obtendré el tuyo, y después pues… serán tus empresas-le dijo mientras lo besaba metiendo su lengua, el rubio estaba asqueado y furioso, no podía defenderse y eso le frustraba, débilmente trató de sacudirse, de empujarlo trataba de patearlo al menos pero por más que intentaba no lograba nada, se desesperaba más, solo pudo morderle fuerte el labio para separarse, hubo solo un gritito de dolor por parte de Danzo que se alejó mientras su sangre se deslizaba por su barbilla, guiado por la furia por tal ofensa Danzo iba a asestarle un golpe en el rostro “A ver si te puedo amansar un poco…fierecilla”, de pronto la puerta se abrió de golpe mostrando a un azabache apuntando con un arma, antes de poder replicar algo un disparo se escuchó y Danzo caía al piso gritando de dolor mientras sujetaba su mano que fue atravesada por la bala, todo pasó demasiado rápido
El rubio solo lo miraba aliviado, en verdad creyó que ese viejo lo tomaría a la fuerza, el azabache se acercó a él “estás bien”, sus palabras eran susurros en su cabeza, para él, el mundo estaba dando vueltas y no tenía suficiente fuerza para hablar, solo vio que en el pasillo estaban los guardaespaldas de aquel sujeto tendidos en el suelo, al girar vio a Kakashi golpear al hombre sangrante después solo fue oscuridad y no supo nada más
CONTINUARÁ