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Dandelion por muse darkkness

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Notas del capitulo:

Holi~ people ;) 

Aquí les presento el nuevo capítulo, debo aclarar desde ahora que no tengo nada en conttra de la mamá de Petta, pero me cae mal, ¿cómo es eso de decirle que el se iba a morir? ¬¬ bueno, si no fuera por varias circunstancias se hubiera muerto a la primera, pero ese no es el punto aqui Ü

espero que les guste y si más los dejo leer   

 


 


 


Capítulo Tres


 


Donde nos besamos por primera vez.


 


Nos veíamos más de dos veces a la semana. Los momentos en los que lo veía eran los mejores, podía compartir con Petta miles de cosas, sabía que su color favorito era el naranja y que le encantaba dibujar, que amaba adornar los pasteles que se exhibían en la pastelería de su familia, que sus hermanos eran más apegados a su madre.


Conocía pequeños detalles acerca de él que incluso Petta desconocía de sí mismo. El cómo su nariz se arrugada de una manera tierna al verse enfadado o estresado, el cómo sus ojos azules brillaban con distintas tonalidades gracias a las diferentes luces, el cómo mordía su labio inferior cuando tenía vergüenza o como sus dientes se enfilaban perfectamente al sonreír.


Sabía que estaba perdido, eternamente enamorado de alguien que solo me miraba como un simple amigo, que con cada acción provocaba que cayera más en un abismo del cual sé que nunca saldré.


-¿en qué tanto piensas Gale?


Petta me pregunta mientras me mira fijamente con sus labios rosas manchados del jugo de la manzana que se está comiendo, ya que en una de nuestras excursiones al bosque encontró un árbol aun joven, las cuales hemos estando vendiendo en el comedor sin que sus padres se enteren.


-nada, nada – le respondo mientras yo también cojo una manzana del cesto que llevamos- solo pensaba en que ya casi no he ido a cazar con Katniss


El silencio se establece entre nosotros. Petta toma a la pequeña winky para irse a recargar a una de las paredes de la cabaña y se entretiene en acariciarla.


-ella es tu amiga, deberías de verla más, no la dejes de lado por mí, sé que son amigos desde… ya sabes.


Lo noté nervioso, sabía a lo que se refería. Ese día en la mina. Katniss y yo nos habíamos visto cuando estaban enterrando a nuestros padres y después nos conocimos cuando ella había intentado cazar por primera vez, nos habíamos mantenido a salvo durante bastante tiempo. Nuestra incomodidad se hizo palpable… en esos momentos podía notar la diferencia entre nosotros.


Petta nunca sabrá el dolor de perder a alguien que quieres y el tener que sobrevivir en esta tierra maldita por ello. Nunca sabrá lo duro que es sobrevivir en la Veta y mantener a tu familia vida.


Pero son esas diferencias las que me hacen estar junto a él, ya que él puede mostrarme un mundo que nunca conoceré y por mi parte le puedo mostrar lo duro que es este lugar.


Doy un suspiro lento y me voy a sentar junto a mi obsesión que continua acariciando a Winky sin ser consciente de ello hasta que le quité el animal de las manos.


-Petta, no te preocupes por mi amistad con Katniss, nosotros seremos amigos por mucho tiempo, nosotros nos ayudamos a sobrellevar esto, sabemos que es lo que significa no tener nada…


-Gale


Mencionó cuidadosamente colocando unas de sus manos callosas por el horno en las mías que se encuentran iguales, pero por la cacería.


Le mire curioso, él me devolvió la mirada con una sonrisa cálida, de esas que me gustan tanto y recargo su cabeza en mi hombro, ambos reconfortándonos mirando como nuestro peludo amigo hacía de las suyas masticando algunas manzanas de nuestro cesto. Ambos reímos como si nada pasara, como si ahí afuera no hubiera gente muriendo y sufriendo, como si la cosecha no se acercara inminente a nosotros. Nos quedamos en esa posición por un largo rato, por mi parte sé que se me entumieron las piernas y el hombro donde mi rubio se encontraba recargado, pero no me importo mucho; era el acto más íntimo que habíamos compartido desde ese día en el cual todo había cambiado.


La tarde se hizo presente y ambos teníamos que volver a nuestras casas. Cuando estaba con él en la cabaña nunca quería volver al distrito, no quería ver como seguía su camino hacia el centro mientras yo me quedaba en la Veta. La caminata a ese lugar como la odiaba.


Íbamos tan enfrascados en nuestro mundo, al menos por mi parte, cuando ya habíamos llegado a la alambrada, nos detuvimos antes de saltarla, hasta que escuche un zumbido que me saco de mi ensoñación, eran como cientos de abejas que volaban rápidamente enfrente de nosotros.


-¿Qué pasa Gale?-me cuestiono preocupado cuando coloque mi mano sobre su hombro deteniéndolo; no le contesté, solamente tome una vara y la lance hacia la cerca, como la había pensado esta electrificada.


-no podremos volver hoy, esta noche han electrificado la cerca


La mueca de preocupación que hizo dibujó una sonrisa en mis labios que antecedía a una carcajada pero me contuve cuando su seño se frunció.


-¿no podemos hacer nada?


-a menos que quieras pareces una rata rostizada en la mañana te recomiendo que no… lo único que podemos hacer es volver a la cabaña


-pero mi madre… ella- arrugo su nariz. La bruja, ella me hacía enojar, tenía tanto poder sobre Petta.


-Petta… - cerré los puños con fuerza, mi enojo era tanto que sabía que si decía algo en ese estado dañaría irremediablemente nuestra relación- no podemos hacer nada, volvamos


Lo vi cerrar los ojos, sabía que contaba hasta diez para calmarse. Cuando los volvió a abrir me miró, no había sonrisa


-bien


Y volvió sus pasos hasta nuestro escondite. Yo solo lo pude seguir, sabía que estaba molesto, pero más que eso estaba preocupado, su madre era la causa de todo eso, le tenía tanto miedo esa era la razón por la cual Petta tenía miedo de lo que lo rodeaba.


Cuando regresamos a la cabaña se sentó en una esquina y rodeo sus piernas con sus brazos, colocando su cabeza entre sus rodillas, su cabello lucia brillante a la luz de la luna, aun a pesar que no se lo había lavado. Winky se acercó a su dueño como sabiendo que necesitaba consuelo, yo solo me quedé en el lado contrario del lugar, quería darle su espacio.


La última media hora me dedique a acomodar un lugar decente y algo cómoda para poder dormir. Una vez terminado me dispuse a pedirle que se acomodara.


-Gale… ¿soy una mala persona?-no puedo decir que su pregunta me haya sorprendido- porque esa es la única razón que encuentro para que mi mamá no me quiera, mi papá si lo hace, pero ella…


-Petta- dije mientras le acariciaba los cabellos dorados- tú no eres una mala persona, si no te quiere ese es asunto de ella, pero piensa en las personas que si te queremos, piensa en tu papá, en Winky y en mí, esa es razón suficiente para que te sientas amado. Pero no pienses en eso tu eres una gran persona, lo sé, un poco torpe y arrastras los pies al cazar, me has costado algunas presas, pero esa no es razón para que te odie, eres mi amigo… pero ya es tarde, así que hay que dormir, el espacio no es mucho por lo cual deberemos dormir juntos.


Su expresión de vergüenza me mató, su rostro se coloreo de rojo carmín que hasta su cabello pudo tornarse de ese color.


-ju… juntos tu y yo.


-sí, ven- Lo tomé de la mano y lo acerque al cartón y telas que improvisaban una cama para sentarme en ellas y después jalarlo hacia mí- yo quiero el lado derecho… Petta piensa que esto es una piyamada.


Tardo unos minutos pero al fin se sentó junto a mí y después se dejó caer. Nuestros rostros quedaron juntos, podía ver sus ojos azules que con la extraña luz de la luna se dibujaron de un gris azulado que nunca había visto en él.


-Gale…


Susurró, llegando a mí su aliento combinado con las manzanas que habíamos comido hace mucho.


-Petta…


Solo fui capaz de decir su nombre.


Nuestros rostros se fueron acercando cuidadosamente sin dejar de mirarnos, hasta que nuestras narices se tocaron; en ese momento ya no había marcha atrás. La sensación de nuestros labios uniéndose en el candor de un beso era lo mejor que se podía sentir, la humedad de ese beso no era como cualquiera, ni siquiera el agua producía esa sensación de necesidad y cosquilleo cuando la bebías después de muchos días sin hacerlo.                


 


 


 


 

Notas finales:

Eso es todo por ahora, espero leerlos en unas semanas más, espero dedicarme a escribir al menos un capítulo más 

de esta historia que espero les guste.

por cierto, muchas gracias por sus lecturas y comentarios, me hacen extremadamente feliz saber que esta humilde historia les gusta Ü 

Me despido

Besos con conejos

Muse

<3


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