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Buscándote, encontré más por DanyNeko

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Notas del capitulo:

-Hola! mi primix Panter nos acompaña un ratito hoy.

P: ¡Hola!

-Me ayudas con el Disclaimer?

P: ¡Claro!  Yugi-oh! Y sus personajes -ni siquiera Bakura-senpai =’(-  les pertenecen a mi prima Dany

-Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi.

P: *w* igual que Ryou con Bakura

-y Malik con Marik.
DN&P: Además Tea se iría al tártaro por p*rr* xD.

Denle like a mi página de face, se los agradecería un montón, allí se entraran sobre los fics que subo y cuando actualizo, también subo imágenes de Yugioh =3 https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl

 

Ryou.

Casi al terminar la pésima película, que por cierto a mi hermano y a Marik si les había parecido entretenida, Bakura le envió un mensaje a Akefia para ver si era factible o no el regresar a su casa.

Su hermano le llamó al minuto o así, al parecer estaba en el supermercado comprando algunas cosas y Kisara se había ida hace un rato ya de la casa.

Recuerdo cuando conocí a esa mujer, me había sentado un poco mal pues Akefia me había gustado un poco cuando lo conocí, sin embargo la sensación no era tan grave ni me sentía celoso ni nada por el estilo, y gracias a eso también me di cuenta de lo mucho que me gustaba Bakura.  

No pude evitar decepcionarme un poco, esperaba poder pasar algo de tiempo a solas con Bakura -inserte sonrojo aquí- la piel se me erizó de solo pensar en aquel momento en el baño del boliche.

─ ¿Te ayudo con los platos? ─me ofreció Marik levantando los bols vacíos.

─Gracias ─acepté, Marik no me aceptaría un no.

─Yo también ─se sumó Malik tomando la bandeja con los vasos para ir junto con Marik a la cocina.

Me incliné a tomar los almohadones, cuando iba a jalar una de las mantas mi mano chocó con la de Bakura que estaba haciendo lo mismo, alcé el rostro sintiendo mis mejillas algo coloradas cuando la mano me tembló al sentir su contacto, él me miró con una galante sonrisa ladina y terminó de recoger lo que faltaba del piso.

Le di una pequeña sonrisa apenada y camine delante de él hacia la escaleras, Bakura me siguió y llegamos a la planta alta.

─ ¿Dónde dejo esto? ─me preguntó.

Yo le sonreí más pícaramente y le mire a los ojos ─en… mi habitación ─pronuncié lenta y sugerentemente.

Pude jurar que los ojos de Bakura centellearon, avancé hacia la puerta de madera clara que era de mi habitación, la abrí como pude y entré. Bakura entró tras de mí y cerró la puerta suavemente con él pie.       

Bakura

Observé su habitación en los que él dejaba las cosas en su armario. El cuatro estaba pintado de celeste, las molduras eran blancas igual que el techo. La cama de plaza y media estaba perfectamente arreglada con sabanas verde pálido. Me imagine a Ryou en esa cama, se veía tan pequeño y solitario… luego me agregue yo a esa imagen… sip, se veía mucho mejor. La voz de mi niño me sacó de mis pensamientos.

─Ven, mételos aquí ─me señaló el armario. Me acerque para dejar mi carga ─listo ─lo cerró ─gracias.

Le di un rápido beso en la frente ─no es nada ─alterné mi mirada entre su cama y él un par de veces, Ryou me miró curioso, intuí que estaba a punto de preguntarme si pasaba algo cuando me incliné un poco a rodearle por la cintura y alzarlo. Ryou emitió un pequeño gritito y de inmediato se aferró a mi cuello, abrió de nuevo su boca para decirme algo pero lo acallé con un beso. Ya me era casi imposible el mantenerme alejado de su dulce y  enloquecedora boquita desde que me dijo que anhelaba mis besos tanto como yo los suyos. Si no fuera por Malik y Marik juro que me quedaría aquí esta noche.

Ryou correspondió a mi beso con la misma fiereza con la que ataque sus labios, lentamente fue rodeando mis caderas con sus piernas ¡él pesaba muy poco! Podría decir que hasta era algo preocupante. Una vez Ryou estuvo completamente aferrado a mí, tal como quería, caminé hasta su cama y lo tumbé allí, no permití que bajara las piernas sosteniendo uno de sus muslos con mi mano mientras me apoyaba en la cama con la otra.

Empecé a recorrer el interior de su boca lentamente con mi lengua, disfrutando de su calidez y dulzura; mientras iba haciendo algo más de presión en cuerpo, Ryou respondió removiéndose y rozándose de un modo muy sensual contra mí, él era toda una delicia. Cuando el fastidioso aire hizo falta me separé de sus labios apenas milímetros para dejar que el oxígeno entrara en nuestros pulmones mientras que mi lengua seguía enrollándose con la suya.

Ryou abrió sus bellos ojos brillantes y me miró, sentí algo extraño en ese momento, una inexplicable conexión con ese adorable ángel que ahora tenía entre mis brazos. Mi corazón dio un enorme vuelco, el pulso se me disparó aún más acelerado de lo que ya lo tenía, sentí un retorcijón en la boca del estómago y la garganta se me cerró. Los ojos se me abrieron como platos y corté el beso de repente, jamás había sentido nada ni remotamente parecido... Era más que obvio que Ryou era el indicado... y yo no podía estar más feliz de que así fuera.

— ¿O-ocurre algo malo, Bakura? —me preguntó tímidamente, viéndome con cautela.

No pude más que sonreírle de una forma tan sincera como nunca antes, apoyé el codo de mi brazo en la cama y con la mano acaricié suavemente la sedosa melena blanca.

—Te amo Ryou —vi sus ojos ampliarse como los míos segundos antes, enseguida se le llenaron de lágrimas y fue entonces que caí en cuenta de lo que había dicho ¿cómo demonios había ido a ser tan impulsivo y bocazas? ¡Seré idiota!  El corazón se me retorció cuando una gota cristalina resbaló de su ojo derecho hasta la cama ¡No por favor! ¡Todo menos verlo llorar, no lo soportaré! —No pequeño, no llores. Olvida lo que dije si quieres —le dije en un tono casi desesperado que no reconocí como mío ¿Cómo diantres hacía Ryou para provocarme tantas cosas? —Lo siento —alcance a murmurar.

—Calla tonto —me cortó y me dio un nuevo beso, esta vez más dulce y cariñoso, lleno de sentimiento —Yo también te amo Kura —me confeso con una tierna mirada que hizo que mi corazón saltara de alegría.

No podía creérmelo, sencillamente mi cabeza no procesaba aquellas palabras. En ese momento me sentí como en una caricatura de tv para niños, donde mi corazón le dio una tremenda patada a mi cerebro para que este reaccionara.

—Repítelo —le suplique casi sin voz, necesitaba oírlo de nuevo.

Ryou se ruborizó más de lo que ya estaba —Te amo —ni bien lo pronunció le estampé un nuevo beso en los labios, largo y tendido, sin preocupación alguna por la necesidad de aire, Ryou fue el que me separó de sí empujándome por los hombros cuando se sintió sofocado. Un delicado hilo de saliva quedo entre nuestros labios, el cual cedió ante las pequeñas risas que soltó Ryou una vez hubo recuperado el aire.

—No te haces una idea de lo feliz que me haces, mi pequeño, mi ángel, mi Ryou —enterré mi rostro en el hueco entre su hombro y cuello, apegándome a su cuerpo todo lo posible mientras le pasaba un brazo por debajo de la cintura.

─Te amo Kura… desde la primera vez que te vi ─con una dulzura que no creía merecer, Ryou acarició mi rostro para que le viera a los ojos ─te amo, te lo diré las veces que quieras ─me dio varios besos en las mejillas ─te amo, te amo ¡I love you!   

─Mi pequeño encanto ─le estampe un nuevo beso, luego me erguí y lo levante conmigo ─ ¿serías mi Koibito? ─le pedí mirándolo a los ojos.

─Si quiero ─se arrojó a  mis brazos, acurrucando su rostro entre mi cuello y hombro, haciéndome cosquillas.

-o-

Abajo Malik y Marik estaban terminando de lavar y acomodar los platos ─jajajaja ¿en serio? ─habló Malik.

─Si, fue sumamente gracioso, Bakura y yo solíamos meternos en toda clase de líos cuando íbamos juntos a clases, y casi nunca nos atrapaban jajaja ─se regodeaba Marik luego de contarle una de sus muchas anécdotas con el albino mayor.

─Hablando de Bakura, me pregunto porque tarda tanto, ya deberíamos irnos ─comentó Malik mirando hacia las escaleras.

─ ¿Por qué no subes y los llamas? El cuarto de Ryou es el primero a mano derecha ─le indicó con una sonrisa divertida.

Malik se lo pensó un poco pero al final decidió ir. Posó su mano en la baranda mientras subía lentamente los escalones, Marik regresó a la sala a esperarlos en el sofá mientras jugueteaba con su móvil.

Finalmente llegó a la segunda planta, de nuevo sintió que se le movía el piso; se llevó una mano a la cabeza, ahora estaba seguro: él había estado en esa casa antes... se preguntó porque ni Bakura ni Ryou querían decirle algo sobre eso, él quería recordar, saber cómo había sido su vida pero ya había descubierto que no podía hacerlo solo y nadie le decía nada; suspiró. Miró de lado a lado la planta superior hasta toparse con la puerta de madera clara a la derecha, esa debía ser la de Ryou según Marik, avanzó hacia allí.

Estaba a punto de tocar cuando escuchó una especie de melodía provenir del interior, le resultó conocida así que se apegó a la puerta para escuchar mejor.

Ladrón que roba a otro ladrón no paga 
así que déjate robar el alma 
ladrón encuentras con esa mirada 
va hacia mi mente todas las mañanas 

Hubo un pequeño shock en la mente de Malik, la voz que se escuchaba cantando al otro lado de la puerta era la misma con la que había soñado ese mismo día. Llevado por la curiosidad Malik entreabrió la puerta lo más silencioso que pudo, lo suficiente para mirar al interior. Sus ojos se abrieron como platos…  

Ladrón que roba a otro ladrón no paga 
robaste el tiempo que pienso en tu cara 
como es que puedes entrar tan callada 
tomar mis letras, dejarme sin nada 
te robaría todo. 

Ryou estaba sentado en la cama con las piernas subidas en el regazo de Bakura y estaba apoyado en el hombro del mayor, era él quien cantaba. Bakura miraba a Ryou con una miraba muy enternecida y le rodeaba con sus brazos, en un momento le dio un suave beso en la frente. Ryou alzó la mirada y acarició el rostro del mayor.

Como se ha tocado ser ladrón a 
otros nos tocó dejar robar 
y verme quien tocar tu puerta 
hoy te llevaste lejos mi amor 
y no sé si lo vas a entregar de vuelta 

Malik se llevó ambas manos a la cabeza, pequeño flash back atravesaron fugazmente por su cabeza:

Él y Ryou de más pequeños, Ryou abrazaba a una pequeña de piel blanca y cabello blanco-azulado mientras que él estaba en brazos de una chica morena, mayor, de ojos azules y cabello negro.

Él y Ryou de niños, ambos lloraban. Junto a ellos un hombre de pelo azul. Estaban en un hospital, el hombre estaba arrodillado frente a una camilla con las manos empuñadas.

Él y Ryou sentados en un sillón, abrazados y con una manta sobre ambos. Afuera llovía y relampagueaba, Ryou parecía asustado y él lo abrazaba meciéndolo.

Él temblando en, lo que parecía ser su habitación, Ryou llegaba y lo abrazaba empezando a cantar una nana para calmarlo, terminaban acostados juntos, dormidos.

Una palabra resonaba por su cabeza “hermano mayor”

─Ryou ─murmuró entrando en la habitación, sobresaltando a los albinos.

─ ¡Malik! ─gritó asombrado y apenado, apartándose del regazo de Bakura, levantándose.

─ ¡¿Qué no sabes que debes tocar antes de entrar?! ─se quejó Bakura molesto.

─Hermano ─susurró antes de cerrar los ojos y caer desmayado.

Ryou apenas y alcanzó a sostenerlo ─ ¡Malik! ─gritó preocupado ─ ¡Malik, ¿qué pasa?! ¡MALIK! ─lo sacudió un poco intentando despertarlo.

─Ryou, mantén la calma ─se les acercó Bakura intentando tranquilizarlo.

─ ¿Pero qué pasó? ─apareció Marik alterado.

─Malik se desmayó ─dijo Ryou con lágrimas en los ojos y la cabeza de Malik en sus piernas.

A Marik se le retorció el estómago, rápidamente se le arrodilló al lado de Ryou ─alguna idea de por qué.

─Escuche que llamó a Ryou, hermano ─dijo Bakura.

─ ¿Creen que haya recordado algo, talvez? ─planteó Marik.

─Puede ser… creo que te ha escuchado cantar Ryou, a lo mejor eso le ha recordado algo ─dijo Bakura, los ojos de Ryou temblaron ─Vamos a ponerlo en la cama.

─ ¿No es mejor que lo llevemos a su habitación? ─propuso Marik.

Ryou se limpió una lágrima con el dorso de la mano ─Sí, tienes razón.

─Permíteme ─Marik alzó a Malik en brazos delicadamente.

Ryou se adelantó para abrirle la puerta. Marik caminó hacia la parte izquierda, hasta una puerta de madera oscura. Ryou volvió a abrirle.

El cuarto estaba pintado de morado, algunos carteles de diferentes videojuegos, la cama y el tocador estaban perfectamente arreglados, todo estaba limpio se notaba que Ryou mantenía la habitación de Malik en perfecto estado. Marik dejo a Malik en el centro de su cama de sabanas claras y lo cubrió hasta la cintura, de inmediato Malik se ladeó en la cama acomodándose.

Ryou sonrió y se sentó a su lado, acariciando su cabello ─Malik ─se inclinó a darle un beso en la frente, los mayores lo observaban unos pasos más atrás ─mi dulce hermanito… no tienes idea de lo que te he extrañado.

─Ryou ─balbuceó entre sueños.

Ryou empezó a cantar de nuevo, paseando sus dedos suavemente por la melena rubio-cenizo.

Tú estás invitado, no podrás faltar
pues hay en nuestras vidas mucho que dar.
Todo es compartir,
y todo es convivir

Pues ¡vamos!

¡Te damos la bienvenida!
Ya somos la gran familia
Amigos vamos haciendo,
dando y recibiendo
y todo aquí es tuyo

Malik se giró hacia Ryou, movió su mano, dejándola en uno de los muslos de Ryou.

Te damos la bienvenida!
felices de estar en familia
es nuestro festival 
y lo más especial
es nuestra unión total.

Ryou puso su mano libre sobre la de Malik, apretándola delicadamente. Marik y Bakura no pudieron evitar sonreír.

Vínculo de hermanos, difícil de explicar
y con la mejor amistad lo vas a celebrar
Y hoy es por ti
lo que mañana es por mí

Pues ¡vamos!

¡Te damos la bienvenida! (me alegra que estés aquí)
Ya somos la gran familia (tan felices)
es nuestro festival 
y lo más especial (especial)
es nuestra unión total

Recuerda a los que se fueron
dentro del corazón

Ryou miró hacia los mayores, enfocando sus ojos en Bakura.

Con amor se hace el futuro,
con historias y con ilusión
que se guardan en una canción

En sueños, Malik esbozó una sonrisa cuando Ryou regresó su vista a él.

Bakura y Marik salieron de la habitación para conversar en el pasillo.

─ ¿Qué harás?

─Llamaré a Akefia y le diré lo que paso… creo que lo mejor es que Malik se quedé aquí y descanse en su habitación.

─ ¿Quieres que te lleve a casa? ─propuso Marik.

Bakura bajó la cabeza, realmente quería quedarse con Ryou, acompañarlo en este momento, pero no sabía que era lo mejor. Ryou tenía la esperanza de que Malik lo hubiese recordado aunque sea un poco ¿debería dejar a ambos hermanos solos? Si Malik despertaba y, efectivamente, había recuperado algo de su memoria, ambos tendrían mucho de qué hablar.

─Yooo… ─empezó inseguro.

─ ¿Vas a irte? ─preguntó Ryou en un triste susurro desde la puerta de la habitación.

Los dos chicos de ojos rasgados se giraron a verle, Bakura abrió la boca levemente para responder pero la cerró de nuevo, se quedó callado. Ryou apretó en su mano el borde la puerta, mirándole con los ojos temblando.

Bakura caminó los pasos que lo separaban de su, ahora, novio ─ ¿Quieres que me vaya? ─le preguntó en voz baja, inclinándose frente a él.

Ryou le miraba hacia arriba con la cabeza algo gacha, llevó una mano a la parte baja de la playera de su pareja y empuñó la tela negando con la cabeza ─no ─respondió con voz débil ─quédate… por favor.

Bakura no pudo contener el impulso de abrazarlo, Ryou ocultó su rostro en su pecho soltando algunas lágrimas, habían sido demasiadas emociones para un solo día. Marik se acercó también a acariciar la sedosa melena blanca, Ryou se soltó de Bakura para dejar que Marik lo consolara también.

─Todo va a estar bien, corazón ─le dijo Marik, acariciándole la espalda ─ten fe en que sí ─levantó el rostro de Ryou para limpiarle las lágrimas con sus pulgares, Ryou lo miró, Marik le dedicó una pequeña sonrisa y acercó su rostro al del menor para frotar su nariz contra la de Ryou, provocándole algunas risas que hicieron que Bakura torciera el gesto ─anda, quiero ver una sonrisa en tu linda carita… nubecita ─terminó de decirle con gracia.

─Gracias Marik ─se puso de puntillas para darle un beso en la mejilla.

─No las des, para eso están los amigos ─le regresó el gesto en la frente ─yo ya debo irme ─dijo soltándolo ─no quiero que llores más ¿entendido? ─le dio a Ryou un leve zape en su nariz ─Malik no querrá verte llorar cuando despierte.

Ryou asintió ─vamos.

Ambos albinos bajaron para despedir a Marik ─cuídalos bien Baku ─le dijo el mayor subiéndose a su moto, Bakura asintió ─hasta mañana, terroncito de azúcar ─dijo con gracia poniéndose el casco ─ ¡Adiós! ─hizo un gesto con la mano y arrancó. Ryou lo despidió con la mano y luego regresó con Bakura al interior de su casa.

─ ¿Ocurre algo? ─cuestionó el menor mirando el ceño fruncido de su novio.

─No es nada Ryou ─aseguró Bakura, aunque la verdad no le agradaba mucho la confiancita con la que Marik le trataba. Marik era muy tierno con Ryou, aunque lo hiciera de broma, él no era así pero parcia que a Ryou le agradaba ese trato ─debo llamar a Akefia para avisarle que nos quedaremos aquí ─anunció.

Ryou asintió aun algo intrigado ─iré a echarle un ojo a Malik ─avisó.

─Bien, ahora subo ─le dio la espalda y sacó su móvil.

Con una pequeña sonrisa traviesa Ryou se puso de espaldas a él sigilosamente ─gracias por quedarte ─le dio un fugaz beso en la mejilla y salió disparado hacia arriba.

Bakura parpadeó un par de veces aturdido por el dulce gesto, miró hacia donde su niño se perdía en el segundo piso, una sonrisa se le escapó pero se centró en llamar a su hermano.

Bakura entro silenciosamente en la habitación de Malik. Ryou estaba sentado en la cabecera de la cama, apoyado en la misma con una mano en el pelo de Malik y una carita de somnolencia que los ojos casi se les cerraban. A Bakura le causo mucha ternura la estampa frente a sus ojos, se acercó.

─ ¿Hablaste con Akefia? ─preguntó en voz baja, Bakura asintió ─ ¿Qué te dijo?

Bakura rodó los ojos con fastidio ─Que me comportara y que no te causara problemas ─se ruborizó un poco ─tonterías como esa… también preguntó cómo estaba Malik ─Ryou asintió ─Oye, no creo que Malik despierte sino hasta mañana ¿por qué no vas a dormir?

─Yoo…

─Anda, a la cama ya ─con poco y menos esfuerzo Bakura tomó a Ryou en brazos para llevarlo a su cuarto, cerró la puerta de Malik con el pie intentando hacer el menor ruido posible y luego llevó a Ryou hasta su cama, el menor bostezó ─eso está mejor ─le dio una suave caricia en el cabello, luego su mano bajo por hasta su mejilla, dibujando círculos en esta con su pulgar ─descansa ─le dio un beso en la frente. Bakura estaba a punto de salir de la habitación para dejarlo dormir cuando la mano de Ryou le retuvo por la muñeca, tal como lo hizo él, el día que se conocieron, cuando se dieron su primer beso.

─Espera ─dijo de pronto, Bakura volteó a verlo ─quédate conmigo… por favor ─murmuró buscando entrelazar sus dedos con los de Bakura.

─ ¿Estas seguro? ─cuestionó el mayor dándose la vuelta.

─Por favor ─repitió apretando su agarre, sus ojos temblaban por el sueño y sus parpados estaban algo gachos, a los ojos de Bakura no podía verse más tierno.

Bakura suspiró derrotado ─Lo que tú quieras ─se quitó los zapatos y se sentó en la cama al lado de Ryou ─deberías cambiarte ─aconsejó ─antes de que te caigas de sueño ─agregó con gracia.

─Tienes razón ─Ryou encendió una lámpara en una de las mesitas a los lados de la cama, luego de se levantó y abrió el lado contrario de su armario, de allí sacó dos conjuntos ─ten ─le tendió una a Bakura ─esta es de Malik… creo que te puede quedar ─explicó antes de dirigirse a una puerta en la pared de su habitación, que daba al baño.

Bakura se cambió rápido y dobló su ropa dejándola en la mesita de noche vacía, el pijama le quedaba bien, era de color plateado con pantalón negro. La camisa era de manga tres cuartos, pues ya estaban en pleno otoño.

Al poco rato salió Ryou del baño con un pijama blanco con celeste, cerró la puerta y luego apagó las luces, la habitación quedó iluminada únicamente por la luz amarilla de su lámpara. Camino algo apenado hasta su cama pues la mirada de Bakura no se apartaba de su cuerpo. Le avergonzaba un poco el hecho de que iba a dormir con Bakura pues ambos llevaban una escasa hora de ser novios, y apenas una semana de conocerse… claro que eso no le había importado al momento de casi entregársele en los baños del boliche; sus mejillas se colorearon mucho.

─ ¿Te sientes mal? ─preguntó Bakura preocupado al notar el rojo en el rostro de su niño ─ ¿tienes fiebre o algo? ─llevó una mano a su frente y otra a la propia para comprobar su temperatura.

Ryou apartó la mano de su frente con delicadeza ─no, estoy bien. Es solo… etto ─se revolvió nervioso ─es la primera vez que yo… bueno, que duermo con alguien… ya sabes aparte de mi hermano.

Bakura cayó en la cuenta de lo que Ryou decía y no pudo evitar sentirse nervioso también ─si, bueno yo ─carraspeó un poco pues escuchaba su propia voz, en lo que le parecía, un patético tono nervioso ─también va… lo mismo para mi ─desvió un poco la mirada.

Ryou le miró sorprendido… por alguna razón pensó que Bakura ya había tenido alguna relación ‘seria’ antes… quizá fueron los expertos besos y las seductoras caricias de antes… le sonrió sin proponérselo.

─quiero pedirte algo ─ya más confiado le pasó ambos brazos por el cuello, Bakura le miró extrañado ─quiero que me abraces ─declaró mientras se iba recostando de a poco en la cama, Bakura le sujetó entre sus brazos dejándose ir con él ─quiero sentirte cerca de mi toda la noche ─estableció con una dulce sonrisa en cuanto estuvo tendido en la cama, con su novio sobre sí, junto ambas frentes ─ ¿por favor? ─dijo con un tierno tono de ruego que hizo vibrar a Bakura.

─Lo que tú me pidas ─respondió con todo el doble sentido que pudo, juntando sus bocas para un apabullante beso. Ryou gimió de gusto cuando la lengua de su novio entro a su boca y acarició la suya. Bakura se acomodó mejor entre las piernas de Ryou, quien las separó para mayor comodidad; él mayor dejo caer más de su peso en el de ojos tiernos, viendo que no lo apretara tanto pero juntando sus cuerpo todo lo posible ─ ¿así de cerca te parece bien? ─le habló en un seductor susurro.

─Me parece que podría estar mejor ─le correspondió de igual manera, rodeando con sus piernas las caderas de Bakura, haciendo más presión hacia abajo ─te amo Bakura ─dijo en un sensual murmullo antes de lamer tentativamente la mejilla de su novio.

─Muy pronto haré que gimas y grites esas mismas palabras en un desesperado tono lleno de placer ─le dijo al oído logrando un gran sonrojo en Ryou ─pero ahora necesitas descansar mi pequeño ─ágilmente los giró a ambos, dejando a Ryou sobre sí ─duerme Ryou, yo estaré aquí ─le acarició con ternura el cabello.

Ryou se descolocó un poco por el brusco cambio pero sonrío ¿qué más necesitaba para saber que Bakura era la persona dueña de su corazón? ─Por eso te amo ─le dio un dulce beso de buenas noches ─eres el mejor, que descanses Kura.

─Duerme bien Ryou ─le respondió jalando las sabanas para cubrirlos.

─Contigo no lo dudo ─fue lo último que dijo antes de caer en brazos de Morfeo.  

─Mi niño ─Bakura lo aferró entre sus brazos antes de seguirlo al mundo de los sueños.

Ryou.

Me desperté en algún punto de la madrugada, todavía se sentía el frío nocturno y no entraba nada de luz aun por las cortinas claras de mi ventanal. Sentí un casi inexistente sonido a mi lado, giré curioso para ver que era y me encontré con el rostro ladeado de Bakura, su boca estaba levemente entreabierta y él roncaba bajito. No pude contener la sonrisa enternecida que me dio verlo así. En esta semana conocí muchas facetas suyas: como cuando está molesto, nervioso, avergonzado, incluso cuando se comporta amable… pero jamás le había visto así de tranquilo y ¿vulnerable?

No me di cuenta que me acercaba a su rostro hasta que su aliento me rozó los labios, contuve el mío para que no se despertara, me pareció tan hermoso. Me abstuve de acariciar su rostro con mis dedos y detalle sus facciones masculinas, delineé la línea de su mandíbula y bajé por su garganta. Sentí la necesidad de pasear mi lengua por su clavícula y la piel circundante, besar su cuello como él lo había horas atrás.

Aparte mi rostro del suyo y me dirigí a su pecho donde inhalé hondo, llenándome los pulmones con su aroma, me acurruqué todo lo que pude en él y me estiré, una de mis manos chocó con la suya, tímidamente las entrelacé, me sentía tan cómodo con él, era la noche más agradable que había pasado en dos meses ─Kura ─murmuré casi sin darme cuenta.

─ ¿vas a decirme qué es lo que no te deja dormir? ─preguntó de la nada, dándome un susto ─ ¿estás bien? ¿Es por la película? ─cuestionó, casi ni me acordaba del pésimo film de ‘terror’ que habíamos visto con mi hermano y Marik.

─No es eso ─le respondí de inmediato ─lo lamento si te desperté Bakura ─le sonreí.

─No te preocupes ─me acarició el cabello ─despertar y verte es una buena forma de levantarme a media madrugada ─dijo con gracia.

─Oh Bakura, que dulce ─le di un beso en la mejilla.

─Keh! No te acostumbres ─dijo con una sonrisa ladeada.

─Ohhh ─le miré pícaro ─ ¿sabes? Me creo capaz de sacar ese lado tuyo más a menudo ─llevé mi mano a su mejilla para acariciar su piel, que estaba algo fría ─ ¿no crees?

─ ¿Crees poder cambiar el cómo soy? ─me dice serio.

No me ha entendido ─No, no quiero cambiarte ─aclaro ─digamos que podría ayudarte a explorar una faceta que… jamás te has dado tiempo de conocer… porque no has tenido con quien.

─No entiendo ─Bakura no pierde la seriedad ¿he dicho algo malo? ¿He sido muy acelerado al hablar?

─Sé que puedes ser alguien muy cariñoso… pero eres reservado con tus sentimientos porque temes demostrárselos a las personas equivocadas y que te hagan daño ─es algo en lo que me parezco a Bakura, no doy un paso sin saberme seguro si se trata de mis sentimientos. Bakura me mira con ojos duros ─conozco el sentimiento ─sonrió ─pero yo estoy siendo así contigo porque estoy seguro de que te amo ─logro ver que te ruborizas un poco ─te prometo, hoy y ahora que… jamás voy a lastimarte ─bajo mi mano hasta tu pecho ─yo cuidaré de tu corazón ─me acercó a tus labios para sellar mi promesa, lo hago lentamente por si quieres apartarte ─te amo Bakura… como a nadie más ─aceptas mi beso y con él mis palabras.

La caricia se vuelve desesperada, siento una fría humedad en mis mejillas ¿estas llorando Bakura?

Me separo de ti sorprendido, viendo dos delgados hilos de agua recorrer tu rostro, tus ojos están enrojecidos y tu expresión hace que me tiemble el corazón ─eres… ¿cómo puedes leerme con tanta facilidad?... Eres increíble ─me quedo callado, quiero que me diga todo lo que siente ─jamás pensé sentirme así por nadie ─Bakura nos sienta a ambos en la cama y enciende la lámpara ─por favor Ryou ─él me abraza con fuerza, quizá mucha pero no me molesta ─nunca te vayas de mi lado, te amo.

Sonrío, es imposible expresar con palabras todos los sentimientos que recibí de Bakura en ese momento ─nunca mi amor ─correspondo a su abrazo, jalándolo hacia mi pecho, donde solloza un poco más, son leves hipidos, más ninguna otra lágrima cae de sus ojos.

Nos acomodamos de nuevo en la cama, esta vez yo bocarriba y él descansa su cara en mi pecho, dice querer escuchar el latido de mi corazón, yo no se lo niego.

Así, volvemos a dormir.

..

A la mañana siguiente me despierto sintiéndome sumamente cómodo y confortable, no me sentía así desde hace muuuuucho tiempo. Me revolví en mi sitio con mucha pereza de despertarme, sentía un agradable calor en esta fría mañana, abracé a mi ‘almohada’ hasta que me percaté de que esta respiraba rítmicamente. Me senté de golpe viendo a Bakura que a mi lado, parpadeé unas cuantas veces intentando aclarar mi cabeza y las imágenes de la noche pasada me llegaron de golpe: la cena, la película en mi casa, la confesión de Bakura y la mía propia… el desmayo de Malik.

¡Malik!

Iba a levantarme y correr hasta el cuarto de mi hermano pequeño cuando dos fuertes y cálidos brazos me envolvieron desde atrás, jalándome de regreso a la cama, tumbándome bocarriba.

─Hummm, no te levantes todavía ─me reprochó con voz adormilada acurrucándose más en mí. Me había pasado un brazo por enfrente de los hombros y el otro lo puso bajo mi cabeza, cuya mano reposaba en mi cabello, brindándome leves caricias.

─Pero… ─intenté revolverme y soltarme de él, pero su agradable aroma y la somnolencia que emanaba me atrapaban a mí también, e iba creciendo a cada segundo.

─Pero nada, quédate en la cama conmigo pequeño ─me dijo con el mismo tono, acomodando su cara entre mi hombro y cuello, obligándome a morderme los labios para no jadear cuando su cálida respiración me acarició la piel ─vamos, no reprimas tu dulce voz, me gusta oírte ─ ¿cómo supo que estaba evitando jadear? Él, descaradamente, paseó su lengua por todo mi cuello, estaba húmeda y tibia y arrancó un gemido de mi garganta ─mmm, que gemidos más lindos, suenas como un gatito ─me dijo con su seductora voz ronca, por estarse recién levantado. La piel se me puso de gallina.

─Hgmmmm Kura ─no podía evitar gemir, mi cuello era realmente sensible ante sus caricias, me hacía temblar con fuerza con solo respirar en él ─déjame levantarme ─suplique casi sin ganas ─tengo que hacer el desayuno… prepararé lo que quieras ─canturrié intentando convencerlo.

─Hmmm ¿y si te quiero a ti de desayuno? ─succionó la piel de mi cuello. Cosa que junto con sus palabras me hicieron ruborizar a un extremo que ni yo creía posible.

─ ¡Bakura! ─me quejé tapando mi cara con mis manos.

─Jajaja que lindo eres ─se burla de mí el muy descarado.

─ ¡Por los Dioses! Déjame levantarme Bakura.

Él hace un puchero ¡maldito sea con sus intentos por convencerme! ─ ¿por qué quieres levantarte? ¿No estas cómodo aquí, conmigo?

─ ¡Quiero ver a Malik! ─digo por fin, descubriéndome la cara para mirarlo.

Los ojos de Bakura se abren mucho ─lo-lo siento Ryou, yo… no lo pensé… es que tu ─lo callé con un beso, tampoco era plan de que se sintiera mal.

─Está bien Kura ─otro beso ─a veces también haces que me distraiga ─le di un guiño y salí de la cama.

-o-

Un golpe resonó en la planta baja cuando Ryou entraba sigilosamente a la habitación de Malik, el dulce albino ni se dio cuenta, por lo que Bakura –quien había ido tras él segundos después- se dirigió a atender. Malik este recién se había levantado y estaba sentado en su cama con el rostro gacho y las sabanas apretujadas en sus manos.                                   

Abajo Bakura recibía a Marik.

─Hola Baku, buenos días ─saludo el moreno alborotando el cabello de su amigo con una mano mientras que se subía los lentes de sol con la otra. El día de hoy iba en plan rockero, jeans oscuros y rasgados, una camiseta gris claro y una chaqueta negra.

Bakura le miró mal mientras acomodaba su cabello ─Hola Marik.

─Hey! ¿Qué pasa con esa actitud? ¿Alguien durmió en el sofá? Jajaja ─se rio de su propia broma.

─Ja. Ja que risa Marik.

─ ¡Oye! Estas agrío como un limón ─reclamó con diversión ─ ¿pasaste una mala noche o qué?

Bakura sonrío para si ─para nada amigo ─dijo yendo a las escaleras.

─ ¿Malik despertó? ─cuestionó ahora serio.

─No lo sé, Ryou iba a su habitación cuando tu tocaste ─los dos fueron rápidamente escaleras arriba hacia la habitación del menor de piel canela.

La puerta estaba algo abierta, dentro… una estampa de lo más tierna.

Ryou estaba sentado en el borde de la cama con lágrimas bajando por sus ojos y una sonrisa llena de sentimiento en sus labios. Siguiendo la dirección de sus ojos Malik estaba abrazado a su cintura, recostado en su regazo, llorando y sollozando mientras murmuraba de vez en cuando el nombre de Ryou y las palabras ‘lo siento’ y ‘hermano’. Ryou acariciaba con suavidad y delicadeza la melena rubio-cenizo y profería a Malik dulce palabras para calmarlo.

─Está bien Malik, descuida… ahora todo está bien hermanito ─decía el mayor de los Ishtar dulcemente ─estamos juntos y eso es lo que importa.

─Te quiero mucho Ryou ─sollozo Malik ─perdóname.

─No, discúlpame tu a mí… por no haberte cuidado bien ─lo abrazo con fuerza ─te quiero mucho Malik.

─No digas tonterías ─Malik se irguió para limpiar los rastros de lágrimas de las mejillas de su hermano ─siempre has cuidado de mí, eso no fue tu culpa.

Los ojos de Ryou temblaron ─Malik ─el albino abrió sus brazos.

El de ojos lavando rápidamente lo abrazo, dándole un sonoro beso en la mejilla ─Ryou.

─Ya somos una familia otra vez ─murmuró el peliblanco abrazando cariñosamente a su hermano.

─Sí.

Los mayores no pudieron evitar sentirse conmovidos entre tales escenas.

Ryou y Malik voltearon a ver a la puerta al sentir la constante mirada de sus iguales, quienes se sintieron avergonzados de irrumpir en el momento familiar. Bakura y Marik estaban a punto de salir cuando Ryou y Malik estiraron una mano hacía ellos, demandando su presencia.

Pronto Bakura y Marik se sumaron al abrazo. Bakura tras Malik y Marik tras Ryou ─creo que nuestra familia ha crecido ─le murmuró al oído a Malik quien asintió con unas risillas.

 

Semanas más tarde.

─Date prisa hermano, se nos hará tarde ─gritaba Malik desde la parte baja de las escaleras.

─Ya voy hermanito ─le respondió Ryou más tranquilo bajando ─ ¿no crees que exageras un poco? ─comentó viendo su reloj de pulsera ─estas muy nervioso, deberías relajarte un poco… después de todo no es la primera vez que sales con Marik ─le dijo con gracia y algo de malicia.

Malik se ruborizó.

─Lo sé pero… dijo que tenía algo importante que decirme ─explicó apenado, retorciendo sus dedos.

─Oh Malik, que lindo ¿crees que se te declarará por fin? ─comentó el mayor tomando las manos de su hermano.

Malik enrojeció más ─eso espero ─los ojos le brillaban.

Así, ambos hermanos salieron al lugar de encuentro que ya habían acordado con los mayores.

…Al poco tiempo llegaron a una feria a las afueras de la ciudad, que había sido montada cerca de una playa.

─ ¡Kura! ─nada más encontrarlos, Ryou se lanzó directo a los brazos de su pareja dándole un dulce beso en la mejilla. Ese día cumplían un mes de novios.

─Hola mi pequeño ─ciertamente Bakura se había vuelto más abierto y cariñoso… claro que solo con Ryou, por lo demás su actitud de chico malo, burlesco y a veces arrogante no había cambiado en absoluto. Abrazó a Ryou de vuelta, tomándolo por la cintura y alzándolo para darle un giro, cosa que hizo reír a su novio.

─Hola Malik ─Marik esperó a que su igual se acercara para tomar su mano y depositar un beso en la misma, logrando que el menor se ruborizara.

─Ho-hola Marik ─respondió empinándose un poco para darle un beso en la mejilla ─Hola Baku ─saludó a su cuñado.

─Hola pequeñajo ─le revolvió un poco cabello, logrando un gesto fastidiad de Malik.

─Bien, nos vemos aquí a las diez ─le dio un beso en la frente a su hermano ─cuídalo ─le dijo serio a Marik.

─ ¿No lo hago siempre, corazón? ─dijo con gracia, pasándole un brazo a Malik por los hombros.

─Nos vemos ─Bakura se despidió de su amigo con un choque de puños, luego tomó a Ryou de la cintura y se fueron por su lado, igual que los de piel canela.

─Te amo Kura.

Ambos albinos estaban recostados en un barandal metálico en una pequeña colina que daba vista a la playa.

─Yo también dulzura ─el mayor lo abrazaba mientras le daba besos en las mejillas o la coronilla y ocasionalmente en el cuello. Ryou se dejaba mimar entre sus brazos, llevaba puesta la gabardina negra de su novio pues hacia algo de frío, y más estando junto a la costa ─repítelo.

─Te amo.

─Lo sé ─Ryou no pudo evitar soltar unas risillas ante el tono arrogante de su novio.

─jajaja bobo ─se dio la vuelta entre sus brazos para mirar al mar, que era bañado por la luz de la luna llena ─es tan hermoso ─murmuró para sí, Bakura lo abrazó más.

─Oye, mira allá ─señaló a su izquierda ─ ¿No son esos Malik y Marik? ─preguntó forzando un poco la vista.

─Creo que sí ─Ryou miró a su lado, había un par de prismáticos. Intercambio una mirada con su novio y ambos se dirigieron hasta dichos aparatos, pasaron la moneda y los acomodaron para ver a los albinos.

Con Malik y Marik.

─ ¿Te estas divirtiendo Malik? ─le preguntaba Marik mientras ambos paseaban descalzos por la orilla de la playa.

─Si, ha sido una noche estupenda, gracias Marik ─le dirigió una bella sonrisa.

─Pues… espero que esto la haga aún mejor ─Malik lo miró extrañado, Marik sacó de su chaqueta unas gargantillas doradas y se las puso a Malik en el cuello ─te quedan perfectas ─le acomodó el cabello tras la nuca.

─Marik… ─los ojos del menor brillaban.

─Malik tú… ¿querías ser mi novio?

─ ¡Claro que quiero! ─Malik se lanzó a besar a Marik, abrazándose a su cuello. Aquello tomó por sorpresa al mayor y terminó yéndose de espaldas a la arena con Malik encima ─Te quiero Marik ─confesó ruborizado, luego de soltar su boca.

─ ¿sí? Pues yo te amo Malik ─le dio una sonrisa ladina antes de tomarlo por la nunca y besarlo de nuevo, esta vez de una manera más profunda y llena de sentimiento ─Mi ángel.

─Oh Marik ─siguieron besándose.

En ese momento Ryou y Bakura decidieron dejar de mirar.      

─ ¿Te parece bien?

─Si mi hermano es feliz, yo estaré feliz.

─Creo que es lo mismo que piensa Malik de ti.

─ ¿Sí? ─Ryou se le acerca con una mirada juguetona.

─Si… y ¿hay algo en especial que te haga feliz? ─pregunta pícaro acercándolo más a su cuerpo.

─Mmmm… quizás… tu ─le agarra la camisa con ambas manos para jalarlo hacia sí y plantarle un apasionado beso.

─Mi niño travieso.

¿Quién diría que buscando a mi hermano… encontraría más de lo que soñé tener en esta vida? A mi amado, mi otra mitad… Mi Bakura

─Te amo ─se dijeron al mismo tiempo antes de volver a besarse.      

… Fin

 

Notas finales:

1. Ladrona, de Nauta.
2. Bienvenido, de la película ‘tierra de osos’

¡Bueno! Aquí tenemos el fin de este fic. Como mi primer bebe, son cinco precioso caps… *snif* *se limpia una lagrima* Que lindo.

P: ¡La voz de Ryou-san cantando es taaaaan linda!

-Verdad que si *w*

YM: ¡¿Cuándo harás algo de Bronzeshipping?! ─grita molesto.

-¡Calma! ¡Te juro que es mi siguiente proyecto en lista! *se cubre el rostro con las manos*

YM: ¡Más te vale! ¬¬*

P: *los ve con diversión intentando no reie*

¡Bien! Cuídense mucho mis amores Nos leemos pronto 
¡Ja Ne~nya!  

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