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Enjauladas por Hiyoko

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Notas del capitulo:

 

Hola muchas gracias por seguir leyendo no pude subirlo antes  por algunos problemas, lo bueno es que me estoy organizando más y espero que pueda subir un día sí y un día no, de todas formas tratare de subir diario y tome muy en cuenta mis errores del capítulo pasado y ya corregí mis faltas de ortografía .Bueno espero que les guste.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para conciliar el sueño es extraño ya que hace unos meses no me importaba nada ni siquiera me  importaba bañarme o comer, supongo que ayer me estrelle contra la realidad al no mantener la vista en mi futuro; pero qué más da no es como que me importara pero estaba preocupada por Blue. Supongo que es porque somos hermanas, pero ha sido la única que ha estado a mi lado desde que todo esto empezó, espero que le esté yendo bien en sus clases de repostería.

Me senté y miré a mi alrededor, escuchaba gritos y voces que no estoy segura si son reales o están en mi cabeza ahora ya no me dejaban pensar, ahora me siento abrumada pero no me molesta, lo normal es sentirme mal; me volví a recostar de golpe ¿Cuál es mi objetivo o meta en la vida? Nunca estuvo entre mis planes estar aquí pero eso inevitable. Que habrá sido de Milena ¿Ya tendrá a alguien más? Bufe frustrada; era más que obvio. Con su precioso cabello rojo ondulado, sus ojos azules tan profundos, con su hermosa figura modesta y su alta estatura, sin mencionar que tiene un carácter de mil demonios; a mí nunca me había molestado soportarla pero a ella si le molesto mi forma de ser. Tal vez porque aunque no lo parezca soy muy sensible,  tal vez eso le cansó de mí y por eso me ha abandonado (Es lo mejor ¿Qué clase de idiota querría estar con alguien como tú?) é* Tienes razón * (Mejor que hubieras nacido muerta;  tu existencia me molesta). Oculte mi cabeza debajo de la almohada y llore hasta que pude dormir otra vez. 

Llamaron a la puerta muy temprano una enfermera de cabello negro y corto  me dio 2 pastillas pequeñas y un vaso de agua con gotas cafés.

-¿Qué  hora es?  son las 5:13 puedes volver a dormir o levantarte -Dijo seria

-¿Puedo estar en donde yo quiera? -Pregunte adormilada

-parece ser que si -dijo leyendo  una tabla  que llevaba en las manos. Tome las pantuflas que estaban debajo de mi cama y Salí de la habitación con ella. Dejó la tabla en la puerta debajo de mi número y me miró despectivamente  yo solo miré a otro lado

-No puedes salir al patio hasta la 1:30, yo estaré ahí -Dijo señalando la recepción se acercó a su asiento mirando  la pequeña televisión y no volvió a mirarme. Avance hacia el salón de usos múltiples  me acerque a la repisa que estaba debajo de una enorme televisión había unos cuantos libros para niños y los otros eran de ayuda emocional (espero que los de la biblioteca no sean iguales) había 6 sofás más; alineados cerca de los enormes ventanales;  miré atrás de los sofás y había una chica mirando los recortes que estaban pegados en la ventana mientras avanzaba. Me  encontré con 400  una de mis ratas, lucia  bastante enferma estaba tirada en el suelo  y le era difícil respirar. A diferencia de las  demás 400 no era tan mala incluso algunas veces se comportaba  amable, así que sentí lastima por ella la cargue y la abrace con tristeza la coloque en un sofá individual que estaba lejos de los otros.  Voltee a ver por la ventana y cuando me quise sentar 400 ya no estaba ¿será por el medicamento?  Supongo que está bien pero extraño mis alucinaciones.

Afuera llovía tan fuerte que no se veía más allá del jardín; sentí que me acariciaron la cabeza y me entro un escalofrió al pensar quien podría ser. Así que me di vuelta muy rápido y por suerte no era quien yo creía, parecía tan joven, de unos 15 años; pero eso no es posible, para  estar ahí por lo menos debemos tener 18. Era  pelirroja, sus ojos eran negros y lucían vacíos, tenía unas ojeras  enormes y era demasiado delgada; di vuelta cuidando de no ser muy obvia  y comencé a cepillarme delicadamente

-¿Cómo te llamas? –le pregunté tratando de iniciar una conversación.

-tienes un bonito y suave olor –Me respondió.

-Eres como un gatito -Dijo en un susurro

-Lo sé, el jugo de piña estaba rico ¿crees que quieran darme más?-Me pregunto muy angustiada.

-No lo sé ¿te gusta el jugo de piña? -le pregunté queriendo saber si hablaba conmigo

-Si pero sabes, las moscas siempre han sido un problema para los patos no creo que les sea muy agradable-Dijo preocupada.

-tú crees -Dije sin querer saber

-Además los perros también los buscan y los golpean -Dijo feliz

-A veces encuentro algunos muertos detrás de mi puerta en la noche -dijo ahora triste

-Entonces si es un problema -Trataba de seguir la conversación, supongo que no era tan complicado con ella como pensaba.

-Sabes somos vecinas ¿Puedo visitarte? -Dijo  emocionada

-Es una buena idea -Conteste mirando la ventana

-Cuando solucione el problema con mis ojos me gustaría que me visitaras también -Dijo amargamente en un susurro. Comprendía perfectamente a que se refería.

-Lo que pasa es que tienes ojos de mago por eso ves cosas que los otros no -Trataba de hacerla sentir mejor, fue algo raro, fue como si pudiera trasmitirme sus emociones

-¿En serio? -Ella comenzó a sonreír.

-Pues yo lo creo -Dije dándolo por hecho

-¡Eh! tengo que ir por unas ligas para el cabello –Me dijo aturdida, cuando se fue ya no tenía sentido seguir mirando a la ventana; había parado de llover, así que puse el sillón donde estaba y me senté. Había ya otras nueve personas más; ellas lucían normales, ninguna hacia o tenía una mirada fuera de lo común. Acababa de llegar una chica con cabello de colores, me miro y camino hacia mí con una sonrisa amigable

-Hola ¿eres nueva verdad? yo también lo soy; llegue hace dos días ¿Cómo te llamas? -

-Scarlett -Dije dándole la mano.

-Yo soy Lizz -Dijo tomando mi mano, le dedique una sonrisa desganada.

-La chica que estaba contigo se llama Miranda -Dijo mirando las puntas de sus dedos

-¿Por qué estás aquí? -Dije tratando de entablar conversación.

-Por intento de suicidio y depresión -Levantó su jersey mostrándome una enorme cicatriz de su estómago.

-¿Y tú?-Pregunto triste

-Estoy enferma -Solté lógica.

-Son pocas las que están aquí que están enfermas, la mayoría son por depresión y el resto fingió estar enferma para no ir a la cárcel -Dijo molesta y luego suspiro - ¿De dónde eres? -Pregunto curiosa.

-San francisco ¿ y tú? -La verdad no me importaba.

-Atlanta -Dijo recobrando su buen humor, miramos que entraba a Miranda con un cepillo rosa y ligas del mismo color

-Encontré estas -Dijo abriendo las manos y mostrándomelas.

-Pero será después del baño Miranda -Dijo la enfermera While detrás de ella, las enfermeras me dieron  una toalla y ropa limpia mientras estuvimos en la fila Jun no me miro ni una vez. Tal vez serán sus cambios de humor no me importa, cuando termine creí que la enfermera While estaría ahí

-Ya no necesitas niñera -Dijo Jun fría.

-Bueno a ti que te pasa –Le respondí enojada, me ignoró y se fue.

-Déjala, siempre es así -Dijo la morena que vi el día anterior.

-Me llamo Giorgia ¿y tú? –me preguntó lacónica.

-Scarlett –Le conteste y la seguí por el pasillo, después de que nos tomaron los signos vitales regresamos a la sala común de la planta baja.

-Ya te puedo cepillar el cabello-Dijo Miranda.

-Te lo agradecería -Dije sentándome en un sillón.

-¿Tú y Jun se llevan bien? ¿Cierto? -Dijo una rubia un poco robusta de ojos verde olivo

-No creo que ese sea el caso -Dije pensando en lo que paso ayer (En que estabas pensando cómo pudo alguien así quitarte el sueño)

-Soy Romina pero puedes decirme Romí -Me dijo con una sonrisa, cuando Jun entro y se sentó frente al televisor todas se apartaron inmediatamente y Miranda salió corriendo como alma que se lleva en diablo

-Romi vámonos- Dijo una pelirroja pecosa en un susurro.

-Ven vamos -Dijo tomándome del brazo, entramos en la cafetería, casi todas estaban aquí

-¿Por qué le tienen miedo? -Era algo que  tenía que saber ya que no me tragaba esa historia de que era caníbal, nadie lo dice a la ligera.

-Es inestable -Me respondió la pelirroja.

-A veces no tolera el contacto humano y se lanza a quien tenga cerca con mucho coraje. Por cierto, soy Polet -Dijo guillándome un ojo

-No creo que sea tan mala -Dijo Lizz

-Lo es; hace casi una semana o dos Queen mato a una lagartija, y cuando Jun entro lloro por la lagartija y se la comió, Queen se enojó y empujo a Jun esta se enojó y se le echo encima la mordió en el hombro izquierdo y cuando llegaron las enfermeras tuvieron que sedarla 2 veces y la ataron estuvo aislada, hasta hace 3 días -Finalizo una rubia llena de acné de ojos grises.

-Pero lo tenía merecido estuvo provocándola mucho -Dijo la chica que ayer insistía en saber mi nombre.

-¿Por qué Jun no se lleva bien con Queen? -Pregunto Romi.

-Nadie lo sabe pero Jun siempre la ha odiado -Dijo Giorgia.

-Parece una rivalidad por ver quien está más enferma -Finalizo Polet; cuando llego la cocinera todas nos formamos. Yo iba a comer pollo hervido con verduras. Me senté en una mesa aislada que no tardo en llenarse.

-Oye eres muy guapa ¿cómo te llamas? -Me pregunto una morena casi de mi estatura, sus ojos eran cafés y brillantes eran muy lindos

-Verdad que sí, se llama Scarlett -Dijo Polet sentándose a mi lado

-Pero ya está apartada -Dijo una castaña de rostro muy alargado

-Ayer vi a Jun saliendo de su habitación y todas sabemos que Jun no hace visitas a nadie sean nuevas o no -Dijo burlona la castaña.

-Creí que no se llevaban bien -Dijo Romi pasando con su comida

-No me gustan las mujeres -Dije y termine mi comida lo más rápido que pude deje mi charola con mis trastes dentro y Salí de ahí. Me encerré en mi habitación no tardaron en tocar la puerta.

-Tienes visita-Me dirigí a abrirla, estaba de pie un enfermero

-Ven sígueme –Dijo, yo obedecí un poco emocionada y enojada, abrió la puerta vi a Blue sentada cerca de una ventana; se levantó de su asiento y me abrazo

-¿Cómo te sientes? –Me preguntó, la mire y me encogí de hombros

-Lo siento pero es por tu bien, traje lo que querías y algunas otras cosas -Dijo secándose las lágrimas.

-Gracias -Le dije sincera, no me gustaba que estar enojada con ella pero me sentía impotente.

-Quien más está afuera -Dije tratando de aliviar la tensión.

-Hoek, Milena, Malena, Kenia y Courtney -Dijo rápido.

-Me alegra que estés aquí -En partes sabía que eso la hacía sentir peor.

-Milena insistió mucho en venir, sabes- Dijo con una sonrisa, solo dejaría pasar a Blue

-No quiero verla –Mentí, pero así era mejor, además de que ella también se sentía culpable

-Cuando te mejores deberíamos mudarnos, no crees -Me miraba como niña regañada, era tan linda en algunas ocasiones

-¿Cómo te fue ayer? –Le pregunte evadiendo la  pregunta anterior

-Bastante bien, mis compañeras son agradables algunas son mujeres demasiado mayores. Nunca creí que podría hablar con alguien 20 años mayor que yo, pero me agradan -Me sonrió dulcemente

-Y que tal tu ¿Cómo son tus compañeras?

-Son especiales –Dije después de un rato

-Ya me quiero ir -le dije  a la chica de seguridad, asintió y tomo la caja de la mesa

-En serio lo siento -Dijo en un sollozo, ni siquiera la mire las mujeres de seguridad junto con el enfermero revisaron las cosas que iban a entrar e hizo una lista. Eran un suéter negro, uno rojo y uno amarillo ácido; había unos chocolates Valrona tarta  de chocolate  y unos Vosghes trufa colección oscura eran mis favoritos, un cepillo de dientes, artículos de baño, tres toallas, un par de pantuflas más, unas pijamas, crema, un cepillo, un frasco rosa de barniz, una libreta y ropa íntima.

-No puede pasar demasiados dulces  o chocarían con la medicina  -Dijo el enfermero entregándole los chocolates a Blue; tomé mis cosas.

-Siento no haber traído los libros, no sabía cuales traer -Dijo mirando el suelo.

-Dales las gracias por haber venido a los demás -Dije despidiéndome con la mano, volví a mi habitación y Jun estaba sobre mi cama.

-¿Tuviste visita? -preguntó somnolienta.

-Si -Dije casi audible.

-¿Quiénes eran? -Se sentó y me miro.

-Mis hermanos y unas amigas -Quizás Hoek se comportaría infantil por no haberme visto (No te creas tan importante)

-Silencio-susurre.

-¿Qué? -Dijo molesta.

-¿Tuviste una tú? –Pregunté.

-No, no tengo más familia aparte de mi padre pero, él nunca quiso estar conmigo, es quien se hace cargo de mi -Dijo como si nada.

-Ya veo, es horrible depender de otros –le conteste.

-No enserio -Me dijo  con sarcasmo y se fue, terminé de guardar mis cosas y me dirigía hacia la biblioteca cuando apareció Jun corriendo y me tomo del brazo.

-Ven vámonos –Me dijo.

-Pero si se dan cuenta nos aislaran y nos quitaran privilegios- Dije aferrándome todavía.

-No pasa nada lo he hecho muchas veces, nunca lo notan- Corrimos hasta que llegamos al pequeño patio en donde tendían la ropa limpia. Jun miro a los lados y cerró la puerta con cuidado ya que esta hacia un molesto ruido.

-Listo sube cuando estés arriba salta, yo estaré bien -Dijo haciendo un pequeño escalón con sus manos para mí cuando estuve del otro lado  por un momento sentí que se había marchado, pero salto con mucha facilidad.

-Ahora agáchate -Cruzamos por los enormes ventanales sin problemas y nos escondimos detrás de unos arbustos.

-Uff lo hicimos -Dijo relajándose y recostándose en el césped.

-Estas segura que no nos seguirán -Dije angustiada.

-Yo se me todos los horarios, son a las 11:00 y a las 12:00 cambia el personal  general otra vez y pasan lista a la 1:00 –me dijo.

-Como sabes todo eso -Pregunte sentándome cerca de ella

-Cuando llevas  2 años y medio es aburrido estar siempre aquí –Me respondió.

-¿Has salido al exterior? -Quizás tenía una oportunidad de probar que lo dije era real; solo necesitaba salir de aquí.

-Si cuatro veces -Dijo con orgullo. Mire sus aretes en forma de anzuelos negros.

-Creí que tenían un pez en la punta -Dije más para mí misma.

-Si pero no sé dónde están –me contestó.

-Por qué te molestaste esta mañana -Le pregunté.

-No lo recuerdo -Dijo concentrada; yo me quede en silencio mirando el cielo y no parecía que hubiera llovido.

-Es bueno que alejes a las demás -No comprendí lo que quiso decir, me jalo de forma brusca hacia ella y  me sorprendí mucho de mí misma ya que no intentaba alejarla y estaba correspondiéndole. Sentí como sonrió en medio del beso cuando abrí los ojos me miraba fijamente, no pude evitar sonrojarme.

-No me gustan las mujeres -Dije mirando a otro lado.

-A mí tampoco pero tú eres  preciosa -Dijo mientras me miraba de forma tierna; me dio tres besitos en la mejilla y me miro  directamente a los ojos.

-Es que no te gustó -Dijo sin apartar la vista de mí.

-No es eso es que… -No pude terminar la frase porque me callo con otro  beso, no note en que momento pero ya estaba  recostada en el suelo y ella estaba sobre de mi apoyándose en sus brazos para no lastimarme. No voy a negarlo pero era divertido puede que sea un poco más débil que Milena pero  jun besa mucho mejor. Me aparte por la falta de aire y me senté; podía sentir las mejillas calientes, oculte mi rostro en su pecho y la abrace. Pienso que en cierta forma yo estaba muy necesitada de cariño y permití que Jun entrara en mi mente a pesar de ser una desconocida.

Notas finales:

Bueno que les pareció si les gusto díganmelo y si no también me gustaría saberlo para mejorar la historia .Les mando muchos besitos.

Bye, Bye


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