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Una segunda oportunidad por elfasilveriana

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Notas del capitulo:

Estos personajes no me pertenecen son origalemtne de J.R.R Tolkien un escritor maestro

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Disfruten y perdon por la demora

Thranduil se dirigía a la habitación de su hijo para hablar sobre la pelea que había tenido hace solo unos instantes, pues Legolas deseaba viajar con sus compañeros de caza hasta Gondor por razones de protección de un cargamento, pero su Ada le había negado su petición y en ese mismo instante Legolas le replico bastante enojado, se lanzaron unas palabras de enojo hasta que su Ada lo mando a su habitación para platicar sobre el tema, ya que varios guardias  y demás elfos los miraban con discreción por hablarse a gritos.

El rey toco la puerta de su hijo con suavidad.

-Adelante- se escuchó del otro lado de la puerta, Thranduil abrió la puerta, Legolas estaba sentado en la cama recargado contra el respaldo de este, sus manos jugaba con su cuchillo blanco sin ninguna preocupación de que pudiera cortarse.

-¿Todavía deseas hablar sobre el tema después de darte mi respuesta?- dijo Thranduil con cierta furia en su voz, ya que él no toleraba que Legolas estuviera en la cama con las botas puestas, aunque bien sabía que los modales no importaban ahora para Legolas.

-Por supuesto- respondió el príncipe, observando como su Ada suspiraba y cerraba la puerta para acercarse a hacia la cama.

-Legolas, lo lamento pero mi respuesta es no y nadie me hará cambiar de opinión- dijo Thranduil sonando más tranquilo.

-¿Y por qué no?- replico Legolas, en su voz podía notarse que se guardaba su enojo.  Thranduil puso los ojos en blanco, sabía que la pelea entre ellos una vez más comenzaría, Legolas no pareció notarlo debido a la oscuridad.

-Si realmente quieres saber porque, es porque vas a tierras de hombres y yo no confió en ellos- dijo tratando de mostrarse lo suficiente claro.

-¿No es para eso para lo que me entrenaste?, Se cuidarme solo Ada. Necesito explorar y conocer- respondió el príncipe.

-No tienes de que enojarte Legolas, has visitado Rivendell y has estado en los hermosos bosques de Lothorien…-

-¡Es porque tu estas comunicado con ellos!,¡Quiero conocer gente y cosas nuevas, no puedo estar en compañía de elfos toda mi vida!- replico ahora ya demostrando su furia a su Ada.

-¡Cuando tu ocupes mi puesto dejaras de estar entre elfos y podrás conocer a reyes de hombres y enanos, por ahora estas bajo mi mando!- grito al igual que Legolas.

-Sabes que no lo ocupare padre, búscate otro heredero- dijo fríamente Legolas, en el cielo las nubes se movieron y la luz de la hermosa luna entro por las ventanas de arco e iluminaban ambos rostros de padre e hijo, estos se miraban fríamente el uno al otro.

-Si ya terminaste de hablar, me retirare- dijo Thranduil dispuesto a levantarse de la cama, pero el príncipe volvió a hablar.

-Ada, te lo pido déjame acompañarlos esta vez a Gondor, te prometo que volvere a salvo- pidió una vez más el príncipe, poniéndose de pie ágilmente para quedar frente a su padre.

-Ya te lo dije, no puedes ir, lo hombres son mentiroso y despreciables...- miro a Legolas fijamente. –No dejare que mi hijo se acerque a ninguno hasta que seas un rey con la sabiduría suficiente para no caer en sus trampas-

-No Ada, no todos son así-

-Por supuesto que lo son, no insistas más- dijo el rey dándole la espalda para esta vez poder irse

-Mi madre hubiera dejado que fuera libre de ir donde yo quisiera- dijo Legolas en un susurro. Thranduil se volvió bruscamente, causando a Legolas un sobresalto, puesto que la mirada de su padre ahora demostraba enojo  que lo hizo estremecer.

-¡No vuelvas a pronunciar a tu madre solo para tu maldito beneficio!- grito Thranduil que sonó hasta fuera de la habitación.

-¡Lo dices porque sabes que es verdad!, ¡No permitiré que me mantengas aquí siempre que quieras!- le respondió el príncipe.

-Soy tu padre y rey, por supuesto que tengo el derecho de mantenerte aquí-

-En cuanto tenga una oportunidad huiré de ti, y no creas que volveré- respondió Legolas con bastante furia en su voz, pero con estas palabras Thranduil solo logro enojarse aún más.

-¡Pues bien, espero que te largues pronto, y si lo haces de verdad, no pronuncies mi nombre como tu padre, quedaría humillado cuando sepan que tengo a un hijo tan necio y torpe!- Y con estas palabras Legolas, ya se había mordido el labio con furia para evitar romper en llanto, Thranduil después de percatar sus hirientes palabras, observo que su hijo temblaba a causa de contener el llanto.

-Lo siento, hijo yo….-

-¡No me vuelvas a llamar hijo!, ¡Si tanto te humillo me largare pronto, mientras sal de aquí!- Thranduil no quería moverse, pero pronto se vio empujado por Legolas, y antes de darse cuenta ya estaba de pie frente a la habitación del príncipe, la puerta de cerro a sus espaldas con un fuerte portazo. Thranduil no hizo un intento de pedir disculpa, sabía que él había sido quien lo había herido y por un instante pensó que tal vez se le pasaría. Aunque desde esa vez ya no eran padre e hijo, si no, otro guerrero elfo y su rey.

 

-“Luego llego la batalla y fue la última vez que lo vi”- pensó Thranduil después de haber recordado cuando lastimo a su hijo. Desde esa vez sus trabajos habían aumentado y no tenía tiempo para disculparse con Legolas, pero cuando el trabajo se disminuyó llegaron aquellos enanos, que venían dirigidos por Thorin y el tiempo se le volvió a interrumpir para reconciliarse con su hijo. Puesto que Legolas había salido para seguir a Tauriel y poco después noticias de que Samug había muerto corrieron rápidamente en su reino y sabiendo de la destrucción de Esgaroth decidió salir a ayudar a los hombres que eran casi parientes y de una vez cobrar sus joyas en la montaña solitaria. Fue ahí cuando la batalla se desato y peleo a lado de Bardo que había llegado a ser su amigo, puesto que ambos eran padres sin esposa a cual acudir para tratar con sus hijos.

 

-Eres un hombre con suerte Bardo, puesto que tienes hijos que te aman y no piensan en salir de su hogar pues son conscientes de que los amas- dijo Thranduil, horas antes de que Gandalf  llegara, estaban sentados sobre las sillas bien decoradas, y lo único que los separaba era un mesa redonda, el rey bebía vino, le sirvió una copa a Bardo la cual lo acepto pero no bebió.

-No puedes decir que tengo suerte mi señor elfo. Puesto que mi hija es la mayor y no mi único hijo-  dijo poco después de resignarse y tomar de la copa. –Las mujeres son más nobles y sencillas, ellas no desean abandonar su hogar hasta que el momento se presente, pero son los hombres que lo único que piensan es en huir para descubrir cosas nuevas, te lo digo como amigo, puesto que yo también pase por eso, y no dudo que mi hijo lo hará también puesto que ya me lo ha dicho una vez y no me sorprendería si me lo vuelve a decir – Volvió a tomar de la copa.-¿Es que acaso tu nunca sentiste eso mi amigo elfo?- pregunto Bardo.

-Claro que sí, pero yo era hijo de Oropher y mi obligación era cumplir con las lecciones y asegurar mí puesto como rey para tenerlo satisfecho, todos los días eran cansados, puesto que nunca me dio tiempo de pensar en una posible huida o en palabras para decirle a mi padre que no quería esta vida- Thranduil miro su copa, y después miro a Bardo, el hombre le miraba atentamente para que continuara y así lo hizo – Yo también soñaba con escapar, dime Bardo ¿Por qué no lo hiciste ya que tú tienes menor autoridad sobre ti que yo?- pregunto el rey.

-Mi padre siempre me dio la libertad de irme cuando yo quisiera y así lo hubiera hecho, pero Esgaroth siempre había sido una ciudad pequeña  sin comida variada o medicinas para los enfermos, mi madre había estado enferma y mi padre de hacia viejo, sin importar de que el me daba la libertad, yo me quede y le ayude. Abecés pienso, si realmente me hubiera ido tendría una vida mejor, pero no hubiera sido tan feliz si no hubiera sido con la mujer de la que me enamore y con los maravillosos hijos que ahora cuido y tengo porque así lo quiero- Bardo empezó a girar la copa con su mano, provocando que el poco vino que quedaba girara dentro de la copa. –Lo que quiero decir mi señor elfo –Dijo después de una pausa. –Es que, aquellos que tienen la libertad, cualquier decisión que tomen será con libertad, y para los que no la tienen, como usted mi señor elfo, la necesitan, aun siendo un rey puede llevar a cabo su libertad sin descuidar a su gente,  aunque debo decirle que, si quiere que su hijo permanezca a su lado debe darle libertad y decirle cuanto lo ama, pero si quiere dejarlo ir para siempre, no haga nada. –Volvió a beber vaciando esta vez la copa – Una última cosa. No todos nacieron para ser reyes Thranduil, todo depende de su elección y de su libertad para hacerlo-  dejo la copa vacía en la mesa y salió de la tienda. Dejando a Thranduil pensativo.

 

-“Debí haberle hecho más caso a su palabras”- pensó Thranduil que ya se encontraba frente del árbol, Elrond ya había gastado su última energía como noldor en Thranduil, el solo tenía que recitar el hechizo y esperar a que sus palabras hicieran efecto con el hechizo del bosque.

-Puedes empezar Thranduil- dijo Elrond. Los pensamientos del rey rubio fueron interrumpidos, los nervios aumentaron un poco, pero era la razón de volver a ver a su hijo y pedirle el perdón que nunca se atrevió a decir por su orgullo, asintió hacia Elrond, Gandalf y Radagast hicieron una sonrisa que demostraba orgullo y Arwen le sonrió con dulzura, el rey le regreso la sonrisa y después volvió a girar la mirada hacia el enorme árbol. Extendió las manos con los codos ligeramente doblados, tomo aire y empezó a recitar el hechizo en la antigua lengua de los noldor.

 

                           *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Aragorn abrió los ojos poco a poco, se preguntó cuántas veces había caída ya en la oscuridad, y cuando creyó que no podría ver nada más, observo un resplandor a lo lejos, débil pero no dudo en seguir aquel resplandor, se guio tocando las paredes y arrastrando los pies para no tropezar, pronto el resplandor se hizo más intenso y cuando se acercó un poco más  vio a Legolas inconsciente, con aquel orco a un lado sin vida, era aquel frasco que parecía a los que había llevado Frodo en su viaje, lo que resplandecía en el cuello de Legolas, ya que este estaba atado con una fina cuerda alrededor de su cuello, Aragorn se agacho y observo a Legolas que se encontraba pálido, parecía casi sin vida.

El rey se alteró por la idea, pero su pecho subía y bajaba lentamente dando a entender que aun respiraba. Cuando Aragorn lo tomo entre sus brazos para cargarlo y buscar una salida, pero cuando iba acomodarlo en su hombro, Legolas abrió los ojos exaltado,  al sentir los brazos sobre el empezó a retorcerse con violencia y a gritar.

-¡Legolas!- exclamo Aragorn tratando de calmarlo, pero Legolas a causa de sus propios gritos no pudo escucharle. -¡Legolas, tranquilo soy yo Aragorn!- volvió a gritar. Esta vez Legolas paro de gritar y se quedó quieto al instante analizando, su rostro con el brillo que desprendía el frasco.

-Aragorn- susurro Legolas cuando entendió de quien se trataba.

-Soy yo, estoy aquí- dijo nuevamente Aragorn y en seguida lo atrajo hacia si para abrazarlo. El elfo se dejó a abrazar y sin poder contenerse empezó a llorar entre sus brazos.

-¡Oh Aragorn cuanto lo siento!, no era yo lamento haberte culpado- se disculpó Legolas sin parar de llorar. Antes de que el rey pudiera hablar Legolas le interrumpió. – Ahora recuerdo todo, nuestro viaje con la compañía, las batallas y la guerra. Nuestro gran amigo difunto Boromir, mi gran amigo Gimli, el travieso de Pippin y el valiente de Merry. ¡Cómo no volver a recordar a Frodo y a Sam, quienes llevaron la terrible tarea y la cumplieron con valentía! Y tú mi querido Aragorn, que te seguí sin vacilar, y que me enamore de ti en el primer instante en el que me hallaste llorando, no me arrepiento de haberte seguido, lamento la desgracia que cause en ti entre Arwen y tu mi querido rey, enserio lo lamento- dijo sollozando y Aragorn no sabía que decir, lo abrazo con un poco más de fuerza siendo consiente de no lastimarlo, estaba feliz, no podía negarlo, de que su elfo por fin lo hubiera recordado, seguramente también sus noches juntos. Sin poder evitarlo el rey también comenzó a llorar y escondió el rostro en el cuello del príncipe. Estaba frio, pero no importo, lloraron un rato y cuando no hubo más lágrimas. Aragorn ayudo a ponerse de pie al elfo para conseguir salir de ahí, pero antes  de darse cuenta Legolas volvió a caer al piso, la luz que colgaba de su cuello hacia que pudiera ver su rostro, más pálido que antes y esto alarmo al rey.

-Legolas…-

-Puedo sentir la energía de mi ada cerca, él está aquí, tienes que llevarme a el- dijo Legolas con las ultimas fuerzas que le quedaban, Aragorn capto la urgencia, pero aun no tenía idea de cómo saldría de aquella grieta oscura.

-¿Qué puedo hacer?- pregunto el rey bastante alarmado.

-Esperar- dijo Legolas, puesto que como elfo, había pedido clemencia a los árboles que estaban en lo alto, pronto los arboles captaron el mensaje de ayuda que les pedía Legolas y comenzaron a agitarse como pudieron, pasando el mensaje unos a otros.

Aragorn, no se percató de los árboles, pero debido a la felicidad de haber escuchado que Legolas había recuperado la mayoría de sus recuerdos, había olvidado las palabras de advertencia de la elfa.

……, la medicina hacia que tus recuerdos se disiparan pero no por mucho tiempos, la mente es la que se esfuerza por recobrar los recuerdos y cuando alguien cierra los ojos los recuerdos son más fáciles de fluir, consume fuera mental  y física hasta un punto en que muere.

 

-Legolas..- susurro Aragorn, volviendo a tomar al elfo en sus brazos y observando su rostro ya casi sin vida. –No cierres los ojos- suplico el rey, besando sus parpados semi abiertos de Legolas, que respiraba con dificultad en sus brazos. –Te lo suplico, no los cierres- dijo el rey comenzando a llorar de nuevo,  se encogió un poco de manera que pudiera recargarse suavemente en el pecho de su elfo.

-No llores……. no lo hare, te lo prometo- dijo débilmente el elfo, tratando con todas sus fuerzas mantenerse despierto mientras Aragorn lloraba sobre su pecho.

Tanto Argorn como Legolas sabían que si el cerraba los ojos, moriría. 

Notas finales:

Dejen reviews ;) y espero os haya gustado. 


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